Foro Militar General

Secuestros en el extranjero: rescates sin fronteras


A pedido de otros gobiernos y hasta del FBI, en los dos últimos años, el Gaula de la Policía ha rescatado fuera de Colombia a medio centenar de secuestrados.

Casi nadie sabe en Colombia que los grupos Gaula de la Policía son uno de los productos de exportación más discretos y más efectivos del país. En los últimos años, un creciente número de países solicita al gobierno colombiano efectivos y tecnología para ayudar en las tareas de lucha contra el crimen organizado en las que los colombianos tienen experiencia. El caso quizá más notable y menos conocido es el de los rescates.

La historia de eficiencia que tiene el Gaula de la Policía en el país, que exhibe un 98 por ciento de éxito en sus rescates, lo ha convertido en un referente internacional. Es por ello que no solo otros países piden a los investigadores del Gaula sino que incluso reputadas agencias, como el FBI, también solicitan colaboración para rescatar secuestrados en Latinoamérica.

Ese fue el caso de las dos más recientes operaciones efectuadas por el Gaula fuera de las fronteras nacionales.

A finales de septiembre pasado, el FBI se comunicó con el Gaula para pedir ayuda, pues un ciudadano estadounidense llamado Felipe Borman había sido secuestrado en la zona de Lago Agrio, en Ecuador, el 23 de julio. Las investigaciones no avanzaban y se temía por la vida de la víctima.

Las autoridades antisecuestro de ese país también solicitaron la colaboración de sus colegas colombianos, que en el pasado les habían ayudado con otras liberaciones en su territorio. Un nutrido grupo de investigadores del Gaula viajó en los últimos días de agosto hasta la frontera, con gran variedad de equipos de inteligencia y empezaron las coordinaciones con la Policía ecuatoriana. "Lo complicado es que no solo era zona selvática sino que los secuestradores usaban celulares de empresas de Colombia y Ecuador, que tienen tecnologías diferentes. Adicionalmente cada cierto tiempo se movían con el secuestrado de un lado a otro saltando la frontera", explicó uno de los participantes. Los oficiales colombianos comenzaron a entrevistar fuentes, a infiltrarse en el terreno y a interceptar teléfonos, entre otras labores. También usaron aviones de inteligencia para rastrear señales. Una semana después, Borman fue rescatado en la selva ecuatoriana, cerca de la frontera con Colombia.

Pocos días más tarde, el FBI volvió a pedir ayuda, esta vez para colaborar en el rescate de una niña estadounidense de 2 años de edad, secuestrada el 11 de agosto en Mazadita, Honduras. Apenas 15 días después de la llegada de los hombres del Gaula, la pequeña fue rescatada en coordinación con el gobierno hondureño.

Entre 2011 y 2012 el Gaula ha realizado más de 50 rescates como estos por fuera de las fronteras. Honduras es el país latinoamericano que más colaboración solicita, pues el secuestro se ha disparado debido a la presencia de organizaciones criminales ligadas al narcotráfico en México y Colombia. La mayoría de los rescates efectuados por el Gaula en el exterior desde 2011, cerca de 40, han tenido lugar en Honduras. La ayuda es solicitada desde los más altos niveles del gobierno de ese país y se fundamenta en la confianza que el presidente Porfirio Lobo tiene en el Gaula. En noviembre de 2010 oficiales colombianos rescataron al primo del mandatario Lobo, plagiado por una banda de delincuentes.

En febrero de 2005 el expresidente de Paraguay Raúl Cubas también había acudido a la Policía colombiana para solicitar ayuda en el rescate de su hija Cecilia, que llevaba seis meses secuestrada. Aunque en esa ocasión no hubo un desenlace feliz, pues la víctima fue asesinada, los investigadores del Gaula contribuyeron a descubrir que los secuestradores eran integrantes de un grupo guerrillero local que habría contado con la colaboración y asesoría de las Farc y de Rodrigo Granda, y ayudaron en el arresto de parte de ellos.

Además de la liberación de secuestrados, los policías colombianos son requeridos en el exterior para otras tareas. La Dirección de Inteligencia (Dipol) presta a más de una docena de países asesorías que van desde cursos de análisis estratégico, análisis operacional, inteligencia básica, estratégica, gerencia de la inteligencia policial hasta nuevas técnicas para contrarrestar el crimen organizado. Algo similar ocurre con funcionarios de la Dijín, buscados para capacitaciones en policía criminal. Afganistán, Jamaica, República Dominicana, Costa Rica, Panamá, Haití, El Salvador y Paraguay están siendo asesorados por oficiales colombianos en la modernización de sus cuerpos de Policía. Otros participan como parte de las misiones de paz de la ONU en Guatemala, Haití, Guinea Bissau y Sierra Leona. Y cerca de 1.500 policías de 35 naciones vienen a entrenar cada año en Colombia (ver mapa). Si hay, pues, un rubro que debe figurar entre las exportaciones 'no tradicionales' de Colombia, es la Policía.

"Hay que indicar que la alianza internacional es una realidad y deja de ser cooperación para convertirse en un imperativo. Es prueba de que los narcos y terroristas no podrán encontrar refugio en otros países. Y les reiteramos que donde sea que estén, la Policia llegará para capturarlos y si están en el exterior hemos demostrado cómo, en alianzas con otras Policías, se logran capturas como las del Loco", dijo el oficial.

Riaño contó que un grupo de la Policía estuvo escondido, sin salir a la calle, durante una semana en un hotel de Venezuela para dar con el capo.

El general León dijo que en esa semana los agentes no salieron de su habitación ni un minuto y las 24 horas del día adelantaban controles electrónicos y de vigilancia.

Además, en los últimos días fue 'reclutada' una fuente humana que ratificó la información de inteligencia que poseían y que fue determinante para lanzar el operativo final.

Goldman escribió:

"Hay que indicar que la alianza internacional es una realidad y deja de ser cooperación para convertirse en un imperativo. Es prueba de que los narcos y terroristas no podrán encontrar refugio en otros países. Y les reiteramos que donde sea que estén, la Policia llegará para capturarlos y si están en el exterior hemos demostrado cómo, en alianzas con otras Policías, se logran capturas como las del Loco", dijo el oficial.

Riaño contó que un grupo de la Policía estuvo escondido, sin salir a la calle, durante una semana en un hotel de Venezuela para dar con el capo.

El general León dijo que en esa semana los agentes no salieron de su habitación ni un minuto y las 24 horas del día adelantaban controles electrónicos y de vigilancia.

Además, en los últimos días fue 'reclutada' una fuente humana que ratificó la información de inteligencia que poseían y que fue determinante para lanzar el operativo final.

http://www.eltiempo.com/justicia/captur ... 12235021-4

queda claro que una vez mas fue la inteligencia colombiana actuando en territorio venezolano la que lo ubico, es algo que se repite en los ultimos años, la inteligencia colombiana les dice a las autoridades venezolanas donde estan y estas los capturan.

Grupos Operaciones Especiales:

Comandos de Operaciones Especiales (COPES).
Escuadrones Móviles de Carabineros (EMCAR)*.
Grupo de Operaciones Especiales de Hidrocarburos (GOESH).
Compañía Jungla Antinarcóticos (JUNGLA).
Grupos de Acción Unificada por la Libertad Personal (GAULA).
Cuerpo Elite Antiterrorista (CEAT).
Grupo Táctico Antiterrorista (GRATE).
Grupo Bloque Antiterrorista Urbano (BLAUR).
Unidad de Intervención y Reacción (UNIR).
Fuerza de Control Urbano (FUCUR).
Escuadrones móviles antidisturbios (ESMAD).
PONALSAR

(*): : Este grupo es el encargado de cuidar a la nación ruralmente, es un grupo táctico de combate, entrenado por instructores contraguerrilla, en la Escuela Nacional de operaciones en San Luis Tolima Colombia, el cual dura 2 meses de extenso entrenamiento, especializándose en armas, defensa de bases, comunicaciones, francotiradores, enfermeros de combate, explosivos etc, después de terminar el entrenamiento son enviados por grupos a diferentes partes del país formando los grupos COR (Comandos de Operaciones Rurales).

17/12/2012
Policía creó máquina de erradicación de coca

La máquina puede ser utilizada en plantaciones de coca, amapola y marihuana. Expertos buscan que el aparato sea remoto. Cortesía: Policía
Tarda 30 segundos en arrancar una mata de coca. Se prueba en Putumayo.

Por estos días en Tumaco (Nariño), el municipio con más coca en todo el país, policías practican la erradicación con una máquina.
Dejaron el tradicional azadón para arrancar las plantas ilícitas por un equipo llamado prototipo electromecánico de extracción de arbustos, diseñado por uniformados de la Escuela de Telemática y Electrónica de la Policía.
La iniciativa nació hace dos años en los laboratorios de la Dirección de Escuelas, en el sur de Bogotá, cuando un grupo de policías decidió inventar una máquina para frenar las muertes de uniformados y erradicadores que recorren las zonas más complejas del país limpiando miles de hectáreas con estas plantaciones.
Solo este año, cinco erradicadores y 11 policías han perdido la vida en las jornadas. Otros 108 han resultado heridos o han perdido alguna de sus extremidades por culpa de la activación de minas.
“La posición de la Policía es que no se tenga que arriesgar ni a la población civil ni a los policías, sino que simplemente se asegure la zona en la que se va a erradicar y que ingresen los componentes como los que tenemos y se haga el trabajo”, dijo el general Rodrigo González, director de Escuelas de la Policía.
Con esa idea, el grupo de expertos, con estudios en ingeniería, buscó a principios del 2011 si en el mundo existía alguna otra forma de acabar con los cultivos ilícitos, diferente de la erradicación manual y la aspersión.
Pero solo encontraron modelos de máquinas utilizadas para destruir plantaciones en el sector agrario.
Desde cero, se dieron a la tarea de diseñar un dispositivo que resultara económico y fácil de desarrollar. Aunque habría sido ideal un robot, los costos eran demasiado altos y optaron por un aparato que se acondicionara a un vehículo.
Lo primero fue medir la fuerza y el tiempo que implica arrancar una mata de coca para reducirlo. Generalmente, en el proceso manual participan dos: el que remueve la tierra con un azadón y el que hala la planta. Y si la mata tiene tallo grueso y raíces profundas, puede tomar casi dos minutos.
Por ello crearon un sistema de extracción electromecánica, con cinco cilindros hidráulicos capaces de realizar tres movimientos. Uno es el anclaje sobre la tierra, otro es el de agarre de la mata, que se hace a través de bases en forma de pinzas, y un tercero es el halado de la mata. El aparato fue acondicionado en una cuatrimoto, aunque puede ajustarse a otro tipo de vehículo.
De acuerdo con las pruebas que hicieron en el centro de cultivos experimentales de la Policía Antinarcóticos, en Tolima, la máquina tarda 30 segundos en la erradicación de una mata de coca. También puede ser usada en cultivos de amapola y de marihuana.
Por ahora, el aparato debe manipularlo una persona sobre el vehículo y aún no cuenta con el blindaje contra las minas. El costo estaría por los 50 millones de pesos.
Sin embargo, la idea es que el grupo experto avance en el desarrollo de un vehículo más liviano, que se mueva con mayor facilidad en terrenos inclinados y que además sea controlado remotamente. También, que cuente con un blindaje para evitar la destrucción por causa de las minas.
Mientras dan el siguiente paso, al que ellos llaman cuarta fase, la Policía ya pidió ante la Superintendencia de Industria y Comercio que se declare la patente. De ser concedida, sería la segunda que les conceden.
Ya habían patentado otro invento
El 24 de noviembre pasado, la Superindustria le concedió la patente a la Escuela de Telemática y Electrónica de la Policía, por una baliza o señal diseñada por policías. Se trata de una especie de sirena que utilizan las patrullas, y que actualmente es importada de Estados Unidos. Las creadas por los locales cuentan con dos cámaras de video, una frontal y otra posterior, que permiten grabar procedimientos. Además, cuentan con una pantalla de control digital. Hacerlas en Colombia podría costar 3 millones de pesos, mientras que las importadas, sin cámaras, tienen un valor de 8 millones.
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