Vae Victis
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Vae Victis
Perseo, que sabía que los romanos se acercaban pero desconocía qué ruta iba a seguir, decide apostar destacamentos en todos los pasos. A la cima de los montes Cambunios (Volustana) envía 10.000 hombres de armamento ligero mandados por Asclepiodoto. Hipias recibe orden de ocupar el desfiladero próximo al enclave fortificado que domina el lago Ascúride (un lugar llamado Lapatunte) con una guarnición de 12.000 hombres. Perseo, con el resto de las tropas, acampa cerca de Dion; después, a la espera de los romanos, recorre la costa con la caballería ligera entre Heracleo y Fila.
Mientras tanto, Quinto Marcio decide tomar la ruta del desfiladero donde tenía su campamento Hipias, cerca de Otolobo. Envía por delante 4.000 hombres para ocupar las posiciones estratégicas, al mando de los cuales iban Marco Claudio y Quinto Marcio, hijo del cónsul. Tras avanzar apenas 15 millas en dos días llegan a Dieron. Desde allí avanzan 7 millas; después de ocupar una altura no muy alejada del campamento enemigo envían un mensajero al cónsul con la noticia de que habían localizado a los macedonios; que habían ocupado una posición segura y bien situada en todos los sentidos, que acelerase la marcha cuanto pudiera para darles alcance. El mensajero encuentra al cónsul en la orilla del lago Ascúride un tanto preocupado por las dificultades de la ruta.
• La ruta
El lago Ascuride o Ascuris Palus lo sitúan:
http://pleiades.stoa.org/search?Searcha ... mit=Search
El término Palus no significa propiamente "lago", sino más bien "pántano", "ciénaga":
a swamp, marsh, morass, bog, fen, pool
http://www.perseus.tufts.edu/hopper/mor ... tion=6&i=1
-La situación actual no cuadra con la descripción de Livio. Si el cónsul parte desde su campamento situado entre Azoro y Dolique y no ha decidido tomar el paso de los montes Cambunios, llamado Volustana, la situación del Ascuris Palus no puede estar en donde se localiza (en el primer mapa estaría un poco abajo de Cirecias)
Yo lo he puesto en el mapa (que podía estar en otras depresiones cercanas) en donde otros autores lo ubican.
Tampoco es que haya cambiado mucho de nombre. Se pone en el buscador de mapas: "Askoris Limni, Gonni, Larisa, Grecia". No hay agua, claro (sería más fácil la localización), es una depresión con huertos.
Cuando el cónsul pasa por Dieron y el lago Ascuride (llamémosle "lago", por el actual λίμνη) se reúne con la vanguardia de 4.000 en una altura:
"Desde una cima tan elevada se ofrecía a la vista no sólo el campamento enemigo, que estaba a poco más de una milla de distancia, sino toda la región hasta Dion y Fila en una amplia panorámica de la costa. Esto encandiló de entusiasmo a los soldados al ver tan de cerca la totalidad del escenario de la guerra, de las tropas del rey y de la tierra enemiga" Liv. XLIV, 3, 7-8
• Tampoco es que tenga mayor importancia pero me extrañó la localización que hacen del dichoso pantano en varios enlaces que puse para búsquedas geográficas.
Mientras tanto, Quinto Marcio decide tomar la ruta del desfiladero donde tenía su campamento Hipias, cerca de Otolobo. Envía por delante 4.000 hombres para ocupar las posiciones estratégicas, al mando de los cuales iban Marco Claudio y Quinto Marcio, hijo del cónsul. Tras avanzar apenas 15 millas en dos días llegan a Dieron. Desde allí avanzan 7 millas; después de ocupar una altura no muy alejada del campamento enemigo envían un mensajero al cónsul con la noticia de que habían localizado a los macedonios; que habían ocupado una posición segura y bien situada en todos los sentidos, que acelerase la marcha cuanto pudiera para darles alcance. El mensajero encuentra al cónsul en la orilla del lago Ascúride un tanto preocupado por las dificultades de la ruta.
• La ruta
El lago Ascuride o Ascuris Palus lo sitúan:
http://pleiades.stoa.org/search?Searcha ... mit=Search
El término Palus no significa propiamente "lago", sino más bien "pántano", "ciénaga":
a swamp, marsh, morass, bog, fen, pool
http://www.perseus.tufts.edu/hopper/mor ... tion=6&i=1
-La situación actual no cuadra con la descripción de Livio. Si el cónsul parte desde su campamento situado entre Azoro y Dolique y no ha decidido tomar el paso de los montes Cambunios, llamado Volustana, la situación del Ascuris Palus no puede estar en donde se localiza (en el primer mapa estaría un poco abajo de Cirecias)
Yo lo he puesto en el mapa (que podía estar en otras depresiones cercanas) en donde otros autores lo ubican.
Tampoco es que haya cambiado mucho de nombre. Se pone en el buscador de mapas: "Askoris Limni, Gonni, Larisa, Grecia". No hay agua, claro (sería más fácil la localización), es una depresión con huertos.
Cuando el cónsul pasa por Dieron y el lago Ascuride (llamémosle "lago", por el actual λίμνη) se reúne con la vanguardia de 4.000 en una altura:
"Desde una cima tan elevada se ofrecía a la vista no sólo el campamento enemigo, que estaba a poco más de una milla de distancia, sino toda la región hasta Dion y Fila en una amplia panorámica de la costa. Esto encandiló de entusiasmo a los soldados al ver tan de cerca la totalidad del escenario de la guerra, de las tropas del rey y de la tierra enemiga" Liv. XLIV, 3, 7-8
• Tampoco es que tenga mayor importancia pero me extrañó la localización que hacen del dichoso pantano en varios enlaces que puse para búsquedas geográficas.
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Quinto Marcio, impaciente por entrar en combate, concede un día de descanso y se dirige hacia el enemigo dejando una parte de las tropas para la defensa del campamento.
Hipias, al ver la columna romana, sale al encuentro del cónsul.
Se produce un primer encuentro en el que el combate es obstaculizado por lo escarpado del terreno. Las tropas ligeras efectúan un intercambio de proyectiles.
"Los ánimos se enardecieron para el día siguiente; entonces se enfrentaron con más tropas y mayor encarnizamiento, y habrían decidido la suerte de la guerra si hubiesen tenido espacio suficiente para desplegar las líneas; pero la cima del monte, apuntada de forma de cuña, cada vez más estrecha, apenas dejaba sitio para un frente de tres filas de combatientes de cada lado. Por esto, mientras unos pocos combatían, todos los demás, especialmente los que tenían armamento pesado, permanecían allí como espectadores del combate; los que tenían armamento ligero podían también adelantarse corriendo por las sinuosidades del monte y trabar combate desde los flancos con las otras tropas ligeras, fuese más o menos favorable el terreno. Aquel día hubo más heridos que muertos y la noche interrumpió el combate"
Al tercer día, el cónsul no sabe como proceder. No podía permanecer en la cima ni correr el peligro que suponía retroceder siendo acosado desde posiciones más elevadas.
"Lo cierto es que se había llegado a una situación tal que se podría haber sufrido una severa derrota si el cónsul hubiera tenido enfrente a un enemigo del estilo de los antiguos reyes macedonios. Pero cuando el rey andaba dando vueltas por la costa cerca de Dion con la caballería y casi oía a doce millas de distancia los gritos y el fragor del combate, ni reforzó sus tropas mandando soldados de refresco para relevar a los que estaban agotados ni se personó en el combate, detalle que tenía enorme importancia, mientras que el general romano, con más de sesenta años y demasiado peso encima, cumplió, personalmente y con energía, con todos sus deberes militares"
El cónsul deja al tribuno Marco Popilio (cónsul en 173) para defender la cumbre y envía hombres por delante para abrir el paso, ordenando a Atalo y a Misagenes que cubriesen con tropas auxiliares de sus respectivos pueblos a los que abrían brecha en el desfiladero. Sitúa en cabeza a la caballería, mientras que él cierra la marcha con la infantería.
Hipias, al ver la columna romana, sale al encuentro del cónsul.
Se produce un primer encuentro en el que el combate es obstaculizado por lo escarpado del terreno. Las tropas ligeras efectúan un intercambio de proyectiles.
"Los ánimos se enardecieron para el día siguiente; entonces se enfrentaron con más tropas y mayor encarnizamiento, y habrían decidido la suerte de la guerra si hubiesen tenido espacio suficiente para desplegar las líneas; pero la cima del monte, apuntada de forma de cuña, cada vez más estrecha, apenas dejaba sitio para un frente de tres filas de combatientes de cada lado. Por esto, mientras unos pocos combatían, todos los demás, especialmente los que tenían armamento pesado, permanecían allí como espectadores del combate; los que tenían armamento ligero podían también adelantarse corriendo por las sinuosidades del monte y trabar combate desde los flancos con las otras tropas ligeras, fuese más o menos favorable el terreno. Aquel día hubo más heridos que muertos y la noche interrumpió el combate"
Al tercer día, el cónsul no sabe como proceder. No podía permanecer en la cima ni correr el peligro que suponía retroceder siendo acosado desde posiciones más elevadas.
"Lo cierto es que se había llegado a una situación tal que se podría haber sufrido una severa derrota si el cónsul hubiera tenido enfrente a un enemigo del estilo de los antiguos reyes macedonios. Pero cuando el rey andaba dando vueltas por la costa cerca de Dion con la caballería y casi oía a doce millas de distancia los gritos y el fragor del combate, ni reforzó sus tropas mandando soldados de refresco para relevar a los que estaban agotados ni se personó en el combate, detalle que tenía enorme importancia, mientras que el general romano, con más de sesenta años y demasiado peso encima, cumplió, personalmente y con energía, con todos sus deberes militares"
El cónsul deja al tribuno Marco Popilio (cónsul en 173) para defender la cumbre y envía hombres por delante para abrir el paso, ordenando a Atalo y a Misagenes que cubriesen con tropas auxiliares de sus respectivos pueblos a los que abrían brecha en el desfiladero. Sitúa en cabeza a la caballería, mientras que él cierra la marcha con la infantería.
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El descenso desde las cimas fue un tanto penoso para los romanos; mucho más teniendo en cuenta que llevaban elefantes con ellos. Los ingenieros (fabri) tuvieron que ponerse a la tarea:
"Las penalidades del descenso fueron indescriptibles, con caídas de acémilas y bagajes. Cuando apenas habían avanzado cuatro millas, su mayor deseo habría sido desandar lo andado si les fuera posible. Los elefantes causaban en la columna casi tanta confusión como causa el enemigo: cuando llegaban a donde no había paso se sacudían de encima a los cornacas entre horrísonos barritos y provocaban un gran pánico sobre todo entre los caballos, hasta que por fin se encontró un sistema para hacerles seguir adelante. Calculando el desnivel de una pendiente, se clavaban bien en el suelo por su parte inferior dos estacas largas y fuertes a una distancia, una de otra, un poco mayor que el largo del animal; colocando sobre ellas un madero en sentido transversal, se ataban a éste unos palos de treinta pies cada uno formando una plataforma, y encima se echaba tierra. Luego, un poco más abajo, se construía otra plataforma similar, y después una tercera y otra más, sucesivamente, donde había rocas abruptas. El elefante pasaba a la plataforma desde suelo firme y, antes de que llegase a su extremo, se cortaban las estacas, y la plataforma caía obligándolo a deslizarse poco a poco hasta donde comenzaba otra plataforma. Unos elefantes se deslizaban afianzándose sobre las patas y otros dejándose caer sobre sus cuartos traseros. Cada vez que entraban en la tarima de una nueva plataforma, de nuevo la caída de la plataforma de debajo los obligaba a deslizarse, hasta que se llegó a un valle de suelo menos desigual. Aquel día los romanos avanzaron poco más de siete millas. Sólo una mínima parte del camino se hizo andando: avanzaron más bien echándose a rodar con armas y demás equipo, con toda suerte de penalidades, hasta el extremo de que incluso el propio general responsable de la elección de la ruta tenía que reconocer que con una pequeña tropa se podía haber aniquilado a todo el ejército"
Al caer la noche los romanos alcanzan una planicie. Al amanecer, el cónsul espera a Marco Popilio, que había quedado atrás defendiendo la cumbre. Al tercer día, con las tropas ya reunidas, la columna avanza por un desfiladero que los lugareños llamaban Calipeuce («Hermoso pinar», al sur del Monte Olimpo, al norte del Lago Ascúride). El cuarto día atraviesan parajes igualmente intransitables pero con más confianza pues el enemigo seguía sin aparecer a medida que se iban acercando al mar. Finalmente descienden al llano y se instala entre Heracleo y Libetro un campamento que dominaba las elevaciones del terreno.
"Se dice que el rey estaba tomando un baño cuando le comunicaron que se acercaba el enemigo"
"Las penalidades del descenso fueron indescriptibles, con caídas de acémilas y bagajes. Cuando apenas habían avanzado cuatro millas, su mayor deseo habría sido desandar lo andado si les fuera posible. Los elefantes causaban en la columna casi tanta confusión como causa el enemigo: cuando llegaban a donde no había paso se sacudían de encima a los cornacas entre horrísonos barritos y provocaban un gran pánico sobre todo entre los caballos, hasta que por fin se encontró un sistema para hacerles seguir adelante. Calculando el desnivel de una pendiente, se clavaban bien en el suelo por su parte inferior dos estacas largas y fuertes a una distancia, una de otra, un poco mayor que el largo del animal; colocando sobre ellas un madero en sentido transversal, se ataban a éste unos palos de treinta pies cada uno formando una plataforma, y encima se echaba tierra. Luego, un poco más abajo, se construía otra plataforma similar, y después una tercera y otra más, sucesivamente, donde había rocas abruptas. El elefante pasaba a la plataforma desde suelo firme y, antes de que llegase a su extremo, se cortaban las estacas, y la plataforma caía obligándolo a deslizarse poco a poco hasta donde comenzaba otra plataforma. Unos elefantes se deslizaban afianzándose sobre las patas y otros dejándose caer sobre sus cuartos traseros. Cada vez que entraban en la tarima de una nueva plataforma, de nuevo la caída de la plataforma de debajo los obligaba a deslizarse, hasta que se llegó a un valle de suelo menos desigual. Aquel día los romanos avanzaron poco más de siete millas. Sólo una mínima parte del camino se hizo andando: avanzaron más bien echándose a rodar con armas y demás equipo, con toda suerte de penalidades, hasta el extremo de que incluso el propio general responsable de la elección de la ruta tenía que reconocer que con una pequeña tropa se podía haber aniquilado a todo el ejército"
Al caer la noche los romanos alcanzan una planicie. Al amanecer, el cónsul espera a Marco Popilio, que había quedado atrás defendiendo la cumbre. Al tercer día, con las tropas ya reunidas, la columna avanza por un desfiladero que los lugareños llamaban Calipeuce («Hermoso pinar», al sur del Monte Olimpo, al norte del Lago Ascúride). El cuarto día atraviesan parajes igualmente intransitables pero con más confianza pues el enemigo seguía sin aparecer a medida que se iban acercando al mar. Finalmente descienden al llano y se instala entre Heracleo y Libetro un campamento que dominaba las elevaciones del terreno.
"Se dice que el rey estaba tomando un baño cuando le comunicaron que se acercaba el enemigo"
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Sobresaltado por la noticia, Perseo ordena la vuelta de las tropas al mando de Asclepiodoto e Hipias y de las demás guarniciones, dejando abiertos los accesos a Macedonia. Se lleva de Dion todo lo que pudiera servir de botín y traslada a toda la población de la comarca a Pidna.
"... y convirtió así en un acto de audacia calculada lo que hubiera podido parecer una temeridad del cónsul, el hecho de avanzar hasta el punto del que no podía retornar si el enemigo no quería. En efecto, los romanos tenían dos desfiladeros por los que podían salir de su posición, uno a través de Tempe, en dirección a Tesalia, y el otro en la dirección de Macedonia, dejando Dion a un lado; estos dos pasos estaban bloqueados por destacamentos del rey. Por tanto, si, defendiendo sus posiciones sin echarse a temblar, hubiese aguantado lo que en los primeros momentos aparecía como una amenaza que se acercaba, los romanos no habrían tenido a través de Tempe la posibilidad de retirarse hacia Tesalia ni una vía abierta por donde hacer llegar aprovisionamientos"
• Nota: Al ser la mayoría apreciaciones de Livio he preferido poner los textos tal cual, con la omisión de fragmentos un tanto exagerados e innecesarios para seguir los acontecimientos
La situación venía a ser ésta:
Perseo había cubierto el paso de Volustana, cima de los montes Cambunios, con 10.000 hombres de armamento ligero mandados por Asclepiodoto. La ruta que sigue el cónsul (entre el Monte Olimpo y el Lago Ascuride) es la que guarnecía Hipias con 12.000 hombres. Quinto Marcio ha logrado llegar a la llanura ante la inactividad del rey pero ahora sólo puede seguir dos caminos. La retirada por el Valle del Tempe, en el caso de que Perseo no hubiera llamado a todas las tropas, hubiera supuesto un desastre para los romanos.
"Este paraje tan hostil por naturaleza estuvo ocupado por cuatro destacamentos del rey en cuatro puntos diferentes. Uno estaba a la entrada misma, junto a Gonno, otro en Cóndilo, una fortaleza inexpugnable, el tercero en las cercanías de Lapatunte, llamada también Carace, y el cuarto por encima del camino, donde el valle está en su mitad y es más estrecho, punto que hasta una decena de hombres armados puede defender sin dificultad. Al estar cerrada, a través de Tempe, tanto la entrada para los aprovisionamientos como su propia retirada, tenían que remontar de nuevo las montañas por donde habían efectuado el descenso"
Rehacer el camino era casi impensable. Tomar la dirección de Dion:
"No les quedaba más alternativa en su temeraria empresa que abrirse paso hacia Dion por entre los enemigos, en dirección a Macedonia, lo cual, si los dioses no habían privado al rey de sentido común, presentaba también una enorme dificultad. En efecto, como entre la falda del monte Olimpo y el mar sólo queda un espacio de poco más de una milla y la mitad de ese espacio está ocupada por la desembocadura del río Bafiro, que forma una ancha marisma, y como una parte de la llanura restante está ocupada por el templo de Júpiter o por la ciudad, el espacio que queda, muy reducido, podía ser cerrado con un foso no muy grande y una empalizada, aparte de que había a mano tal cantidad de piedras y madera, que incluso se habría podido construir un muro y levantar unas torres"
-Esto, como dije, son apreciaciones de Livio y las dejo tal y como las refleja en su obra. Ante esta situación, añadir que la opción de Perseo fue:
"Como, obcecada su mente por la inopinada alarma, no se percató de ninguna de estas posibilidades, se refugió en Pidna, dejándolo todo desguarnecido de defensa y abierto para una ofensiva bélica"
"... y convirtió así en un acto de audacia calculada lo que hubiera podido parecer una temeridad del cónsul, el hecho de avanzar hasta el punto del que no podía retornar si el enemigo no quería. En efecto, los romanos tenían dos desfiladeros por los que podían salir de su posición, uno a través de Tempe, en dirección a Tesalia, y el otro en la dirección de Macedonia, dejando Dion a un lado; estos dos pasos estaban bloqueados por destacamentos del rey. Por tanto, si, defendiendo sus posiciones sin echarse a temblar, hubiese aguantado lo que en los primeros momentos aparecía como una amenaza que se acercaba, los romanos no habrían tenido a través de Tempe la posibilidad de retirarse hacia Tesalia ni una vía abierta por donde hacer llegar aprovisionamientos"
• Nota: Al ser la mayoría apreciaciones de Livio he preferido poner los textos tal cual, con la omisión de fragmentos un tanto exagerados e innecesarios para seguir los acontecimientos
La situación venía a ser ésta:
Perseo había cubierto el paso de Volustana, cima de los montes Cambunios, con 10.000 hombres de armamento ligero mandados por Asclepiodoto. La ruta que sigue el cónsul (entre el Monte Olimpo y el Lago Ascuride) es la que guarnecía Hipias con 12.000 hombres. Quinto Marcio ha logrado llegar a la llanura ante la inactividad del rey pero ahora sólo puede seguir dos caminos. La retirada por el Valle del Tempe, en el caso de que Perseo no hubiera llamado a todas las tropas, hubiera supuesto un desastre para los romanos.
"Este paraje tan hostil por naturaleza estuvo ocupado por cuatro destacamentos del rey en cuatro puntos diferentes. Uno estaba a la entrada misma, junto a Gonno, otro en Cóndilo, una fortaleza inexpugnable, el tercero en las cercanías de Lapatunte, llamada también Carace, y el cuarto por encima del camino, donde el valle está en su mitad y es más estrecho, punto que hasta una decena de hombres armados puede defender sin dificultad. Al estar cerrada, a través de Tempe, tanto la entrada para los aprovisionamientos como su propia retirada, tenían que remontar de nuevo las montañas por donde habían efectuado el descenso"
Rehacer el camino era casi impensable. Tomar la dirección de Dion:
"No les quedaba más alternativa en su temeraria empresa que abrirse paso hacia Dion por entre los enemigos, en dirección a Macedonia, lo cual, si los dioses no habían privado al rey de sentido común, presentaba también una enorme dificultad. En efecto, como entre la falda del monte Olimpo y el mar sólo queda un espacio de poco más de una milla y la mitad de ese espacio está ocupada por la desembocadura del río Bafiro, que forma una ancha marisma, y como una parte de la llanura restante está ocupada por el templo de Júpiter o por la ciudad, el espacio que queda, muy reducido, podía ser cerrado con un foso no muy grande y una empalizada, aparte de que había a mano tal cantidad de piedras y madera, que incluso se habría podido construir un muro y levantar unas torres"
-Esto, como dije, son apreciaciones de Livio y las dejo tal y como las refleja en su obra. Ante esta situación, añadir que la opción de Perseo fue:
"Como, obcecada su mente por la inopinada alarma, no se percató de ninguna de estas posibilidades, se refugió en Pidna, dejándolo todo desguarnecido de defensa y abierto para una ofensiva bélica"
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Quinto Marcio, viendo la reacción del rey, envía un mensajero a Larisa para ordenar a Espurio Lucrecio que ocupe las posiciones fortificadas abandonadas por los macedonios en el Valle del Tempe. Manda por delante a Marco Popilio para que explore los lugares de paso en las cercanías de Dion. Asegurándose de que los caminos estaban libres, el cónsul llega tras dos jornadas a Dion y da orden de buscar un emplazamiento al pie mismo del templo de Zeus. Él entra en la ciudad costándole trabajo creer que fuera abandonada estando tan bien fortificada. Después de dedicar un día entero a explorar los alrededores, levanta el campamento y, convencido de que habría en Pieria (región entre el Olimpo y el mar) trigo en abundancia, avanza hasta un río llamado Miti. Al día siguiente prosigue la marcha y recibe la sumisión de la ciudad de Agasas. Avanzando desde allí una jornada, acampa a orillas del río Ascordo. Al caer en la cuenta que cuanto más se alejaba de Tesalia, más grave era la escasez de recursos, regresa a Dion. Al ver a la flota procedente de alta mar, concibe esperanzas de recibir aprovisionamiento pero es informado de que las naves de transporte habían quedado en Magnesia. Informado de que se habían ocupado las fortificaciones del Tempe y se habían encontrado en ellas abundancia de trigo, se retira a Phila.
"Esta marcha suscitó comentarios nada favorables. Unos, en efecto, decían que se había alejado del enemigo por miedo, pues en caso de permanecer en Pieria habría tenido que librar batalla, y otros que, ignorando cómo cambia de un día a otro la suerte de la guerra, como si los acontecimientos esperaran por él, había dejado escapar unas oportunidades que no se podrían recuperar a corto plazo"
Perseo, al enterarse de la retirada del cónsul, retorna a Dion y refuerza las murallas; después instala su campamento a 5 millas de la ciudad, al lado del río Elpeo, contando con su cauce como defensa. Persuadido de que este río cerraba el paso a los romanos, tenía la idea de dejar que transcurriera el resto del verano.
El cónsul envía a Marco Popilio con 2.000 hombres a Heracleo (la plaza no había sido tomada), a unas 5 millas de Phila, a medio camino entre Dion y Tempe. Popilio envía emisarios a los magistrados sin obtener nada pues los ciudadanos avistaban las fogatas del ejército de Perseo junto al Elpeo. Comienza el asedio por tierra y por mar, pues se había unido la flota y estaba fondeada cerca de la playa. La ciudad cae fácilmente en poder de los romanos. El cónsul traslada allí su campamento y, preparando ya sus cuarteles de invierno, ordena que se establezca desde Tesalia una ruta de avituallamiento.
• Como curiosidad, para ver como saltan dos manípulos las murallas de Heracleo, ver [44,9]:
http://tlivio.260mb.com/Livio44.html
- La traducción no es la que uso, pero para el caso que nos trae, bien está. Únicamente apuntar que en [44,9] pone Mavrolongo, nombre actual del río Elpeo (mala costumbre de hacer las cosas al revés, pero bueno)
"Esta marcha suscitó comentarios nada favorables. Unos, en efecto, decían que se había alejado del enemigo por miedo, pues en caso de permanecer en Pieria habría tenido que librar batalla, y otros que, ignorando cómo cambia de un día a otro la suerte de la guerra, como si los acontecimientos esperaran por él, había dejado escapar unas oportunidades que no se podrían recuperar a corto plazo"
Perseo, al enterarse de la retirada del cónsul, retorna a Dion y refuerza las murallas; después instala su campamento a 5 millas de la ciudad, al lado del río Elpeo, contando con su cauce como defensa. Persuadido de que este río cerraba el paso a los romanos, tenía la idea de dejar que transcurriera el resto del verano.
El cónsul envía a Marco Popilio con 2.000 hombres a Heracleo (la plaza no había sido tomada), a unas 5 millas de Phila, a medio camino entre Dion y Tempe. Popilio envía emisarios a los magistrados sin obtener nada pues los ciudadanos avistaban las fogatas del ejército de Perseo junto al Elpeo. Comienza el asedio por tierra y por mar, pues se había unido la flota y estaba fondeada cerca de la playa. La ciudad cae fácilmente en poder de los romanos. El cónsul traslada allí su campamento y, preparando ya sus cuarteles de invierno, ordena que se establezca desde Tesalia una ruta de avituallamiento.
• Como curiosidad, para ver como saltan dos manípulos las murallas de Heracleo, ver [44,9]:
http://tlivio.260mb.com/Livio44.html
- La traducción no es la que uso, pero para el caso que nos trae, bien está. Únicamente apuntar que en [44,9] pone Mavrolongo, nombre actual del río Elpeo (mala costumbre de hacer las cosas al revés, pero bueno)
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Operaciones navales
El pretor Caio Marcio zarpa de Heracleo con la flota rumbo a Tesalónica, desembarca tropas en numerosos puntos de la costa y después de algunos combates favorables rechaza al interior de las murallas a los que salían de la ciudad a hacerle frente. Ante el peligro que suponía el emplazamiento de máquinas de lanzamiento en los muros, que amenazaban incluso a las naves, abandona el saqueo de la zona y se dirige a Enia. Tras devastar sus confines llega, bordeando la costa, hasta Antigonea. En un principio los romanos arrasan los campos sin problemas pero cuando estaban dispersos son atacados por tropas macedonias de infantería ligera y caballería, que les persiguen en una huída desordenada logrando dar muerte a 500 hombres y apresando otros tantos. Cuando logran alcanzar las naves, los romanos se reorganizan y repelen el ataque macedonio causándoles 200 bajas.
Desde Antigonea la flota pone rumbo a Palene (el más occidental de los tres salientes de tierra del sur de la península calcídica) y se realiza un desembarco para efectuar una operación de saqueo. Allí se les une el rey Eumenes, que había zarpado de Elea con 20 naves cubiertas, y otras 5 enviadas por el rey Prusias de Bitinia.
Con estos refuerzos, el pretor Caio Marcio decide atacar Casandrea, la ciudad más importante de la zona. Para ello se construyen fortificaciones en el estrecho istmo que daba acceso a la ciudad, colocando incluso una barrera de maderos erizados con puntas de hierro • para interceptar el paso.
• En el original "cervis-ciervos". Algunos lo traducen como "Caballos de Frisia"
El pretor Caio Marcio zarpa de Heracleo con la flota rumbo a Tesalónica, desembarca tropas en numerosos puntos de la costa y después de algunos combates favorables rechaza al interior de las murallas a los que salían de la ciudad a hacerle frente. Ante el peligro que suponía el emplazamiento de máquinas de lanzamiento en los muros, que amenazaban incluso a las naves, abandona el saqueo de la zona y se dirige a Enia. Tras devastar sus confines llega, bordeando la costa, hasta Antigonea. En un principio los romanos arrasan los campos sin problemas pero cuando estaban dispersos son atacados por tropas macedonias de infantería ligera y caballería, que les persiguen en una huída desordenada logrando dar muerte a 500 hombres y apresando otros tantos. Cuando logran alcanzar las naves, los romanos se reorganizan y repelen el ataque macedonio causándoles 200 bajas.
Desde Antigonea la flota pone rumbo a Palene (el más occidental de los tres salientes de tierra del sur de la península calcídica) y se realiza un desembarco para efectuar una operación de saqueo. Allí se les une el rey Eumenes, que había zarpado de Elea con 20 naves cubiertas, y otras 5 enviadas por el rey Prusias de Bitinia.
Con estos refuerzos, el pretor Caio Marcio decide atacar Casandrea, la ciudad más importante de la zona. Para ello se construyen fortificaciones en el estrecho istmo que daba acceso a la ciudad, colocando incluso una barrera de maderos erizados con puntas de hierro • para interceptar el paso.
• En el original "cervis-ciervos". Algunos lo traducen como "Caballos de Frisia"
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Caio Marcio y las tropas de Eumenes atacan la ciudad por ambos lados del istmo. Los romanos logran perforar parte de las murallas por una zona que descubren mientras intentaban cegar la fosa excavada poco tiempo atrás para la defensa.
"Como no se veía tierra amontonada por ningún sitio, el pretor preguntó adonde se habría transportado la tierra sacada de la zanja, y entonces le mostraron unos arcos abovedados que no habían sido construidos con el mismo grosor que el muro antiguo sino con una sola hilada de ladrillos. Concibió, pues, la idea de abrir camino hacia la ciudad horadando la pared; podía pasar inadvertido si atacaba las murallas por otro lado, creando confusión y haciendo que los defensores de la ciudad se alejasen para defender dicho punto"
La plaza, además de los habitantes de la misma, contaba con una guarnición de 800 agrianes y 2.000 penestas (tribu iliria). Cuando los romanos abren brecha todas las tropas asaltantes se dirigen hacia aquel punto; los comandantes de la guarnición, Pitón y Filipo, se dieron cuenta de que la ciudad estaba al descubierto. Convencidos de que la brecha abierta favorecería al que tomase la iniciativa en el ataque salen de repente con un numeroso contingente de agrianes e ilirios y, cuando los romanos iban llegando desde numerosos puntos e iban recibiendo órdenes para agruparse para avanzar hacia el interior de la ciudad, los ponen en fuga y los persiguen hasta la zanja donde los amontonaban según caían al ser empujados. Allí mueren cerca de 600, resultando heridos la mayoría del resto de asaltantes.
A partir de este momento, Caio Marcio se vuelve más remiso con respecto a otras iniciativas. Por su lado, el rey Eumenes, que realizaba su ataque desde la tierra y el mar simultáneamente, tampoco hacía ningún progreso satisfactorio. Deciden de común acuerdo reforzar la vigilancia para evitar que pudiera penetrar algún destacamento procedente de Macedonia, y atacar las murallas con obras de asedio, ya que el ataque directo no había dado resultado.
Mientras comienzan las obras de asedio, 10 lembos enviadas desde Tesalónica cargadas de auxiliares, aprovechando la oscuridad de la noche, avanzan en fila de a una manteniendo el rumbo lo más cerca posible de la costa y penetran en la ciudad. La noticia de este nuevo refuerzo obliga tanto a los romanos y a Eumenes a desistir del asedio.
"Como no se veía tierra amontonada por ningún sitio, el pretor preguntó adonde se habría transportado la tierra sacada de la zanja, y entonces le mostraron unos arcos abovedados que no habían sido construidos con el mismo grosor que el muro antiguo sino con una sola hilada de ladrillos. Concibió, pues, la idea de abrir camino hacia la ciudad horadando la pared; podía pasar inadvertido si atacaba las murallas por otro lado, creando confusión y haciendo que los defensores de la ciudad se alejasen para defender dicho punto"
La plaza, además de los habitantes de la misma, contaba con una guarnición de 800 agrianes y 2.000 penestas (tribu iliria). Cuando los romanos abren brecha todas las tropas asaltantes se dirigen hacia aquel punto; los comandantes de la guarnición, Pitón y Filipo, se dieron cuenta de que la ciudad estaba al descubierto. Convencidos de que la brecha abierta favorecería al que tomase la iniciativa en el ataque salen de repente con un numeroso contingente de agrianes e ilirios y, cuando los romanos iban llegando desde numerosos puntos e iban recibiendo órdenes para agruparse para avanzar hacia el interior de la ciudad, los ponen en fuga y los persiguen hasta la zanja donde los amontonaban según caían al ser empujados. Allí mueren cerca de 600, resultando heridos la mayoría del resto de asaltantes.
A partir de este momento, Caio Marcio se vuelve más remiso con respecto a otras iniciativas. Por su lado, el rey Eumenes, que realizaba su ataque desde la tierra y el mar simultáneamente, tampoco hacía ningún progreso satisfactorio. Deciden de común acuerdo reforzar la vigilancia para evitar que pudiera penetrar algún destacamento procedente de Macedonia, y atacar las murallas con obras de asedio, ya que el ataque directo no había dado resultado.
Mientras comienzan las obras de asedio, 10 lembos enviadas desde Tesalónica cargadas de auxiliares, aprovechando la oscuridad de la noche, avanzan en fila de a una manteniendo el rumbo lo más cerca posible de la costa y penetran en la ciudad. La noticia de este nuevo refuerzo obliga tanto a los romanos y a Eumenes a desistir del asedio.
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Vae Victis
uan cuéstion míster...Esto no se iba a acabar hace unos meses? lo digo por que veo que sigue y sigue y sigue.
Es Ud peor que Dan Brown
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Vae Victis
Fin? cada vez que salimos del motel me dices lo mismo "este es el Fin" pero bien que vuelves
Y yo qué sé Lo he dicho por venganza, más que nada...por escribir tanto que hasta me pierdo y no recuerdo por donde iba
Si es que... no hay quien te diga naa
Valerio escribió:¿Se iba a acabar?.
Y yo qué sé Lo he dicho por venganza, más que nada...por escribir tanto que hasta me pierdo y no recuerdo por donde iba
Si es que... no hay quien te diga naa
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Vae Victis
¿En qué quedamos?, ¿sigo o ...?
He borrado las dos carpetas con los mapas en Psd. y todo lo demás.
Edito:
Ah, no. Eran unas que ponían:
Installation:
01. Unpack, burn or mount
02. Install the game
03. Copy the cracked content from PROPHET dir to <installdir>\bin\win32_release\ dir
04. Go To Hell!
Entonces, ¿qué he borrado?.
He borrado las dos carpetas con los mapas en Psd. y todo lo demás.
Edito:
Ah, no. Eran unas que ponían:
Installation:
01. Unpack, burn or mount
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03. Copy the cracked content from PROPHET dir to <installdir>\bin\win32_release\ dir
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Entonces, ¿qué he borrado?.
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Vae Victis
Valerio escribió:Entonces, ¿en qué quedamos?, ¿sigo o ...?
si me dice por donde iba yo...le doy permiso
Valerio escribió:Entonces, ¿qué he borrado?.
No serán las fotos del Saturday Night in the Motel oh yeah...no?
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Vae Victis
si me dice por donde iba
Yo estoy liado con la Guerra Social. En el hilo creo que ahora les toca a unos traidorzuelos.
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Vae Victis
Fin de la campaña del 169
Después de desistir de la toma de Casandrea, la flota arriba a Torone con la intención de atacarla. El pretor Caio Marcio desiste a causa de la fuerte guarnición que defendía la plaza. Desde allí se dirige hacia Demetriade y pasa de largo para fondear en Yolco y permanecer a la espera.
Entre tanto, el cónsul Quinto Marcio envía a Marco Popilio a atacar la ciudad de Melibea con 5.000 hombres (Melibea, por su posición estratégica, dominaba el acceso a Demetriade).
Perseo recibe la noticia de que se están iniciando las obras de asedio en Melibea mientras que la flota romana está a la espera en Yolco para combinar un ataque sobre Demetriade. Envía a un tal Eufranor con 2.000 hombres con órdenes de que si lograba alejar a los romanos de Melibea, en lugar de dirigirse a Yolco, pasara a reforzar Demetriade.
Eufranor consigue sus cometidos.
El pretor Caio Marcio envía una parte de la flota a Escíatos; a los cuarteles de invierno, y con el resto de las naves se dirige a Oreo de Eubea, en la idea de que esta ciudad era la que mejor se prestaba para la posibilidad de enviar desde allí el avituallamiento a los ejércitos que operaban en Macedonia y en Tesalia.
• Es en estos momentos cuando empiezan a circular los rumores. Se decía que Cidante y Antímaco, que tenía el mando en Demetriade, habían mediado entre Éumenes y Perseo con vistas a la negociación de una relación de amistad. Lo cierto es que no se realizó ningún intento sobre la ciudad. Eumenes navegó al encuentro del cónsul para felicitarle por su entrada en Macedonia y marchó hacia Pergamo.
"En lo que se refiere al rey Éumenes hay versiones muy diferentes. Si creemos lo que cuenta Valerio Anciate, ni ayudó con su flota al pretor, a pesar de que éste se lo había pedido por carta varias veces, ni fue amistosa su despedida del cónsul cuando marchó a Asia indignado por el hecho de que no se le hubiera permitido instalar sus reales en el mismo campamento; ni siquiera se pudo conseguir que dejase los jinetes galos que había traído consigo; su hermano Atalo se quedó junto al cónsul y, además, su sincera lealtad y su notable colaboración se mantuvieron constantes en aquella guerra"
Después de desistir de la toma de Casandrea, la flota arriba a Torone con la intención de atacarla. El pretor Caio Marcio desiste a causa de la fuerte guarnición que defendía la plaza. Desde allí se dirige hacia Demetriade y pasa de largo para fondear en Yolco y permanecer a la espera.
Entre tanto, el cónsul Quinto Marcio envía a Marco Popilio a atacar la ciudad de Melibea con 5.000 hombres (Melibea, por su posición estratégica, dominaba el acceso a Demetriade).
Perseo recibe la noticia de que se están iniciando las obras de asedio en Melibea mientras que la flota romana está a la espera en Yolco para combinar un ataque sobre Demetriade. Envía a un tal Eufranor con 2.000 hombres con órdenes de que si lograba alejar a los romanos de Melibea, en lugar de dirigirse a Yolco, pasara a reforzar Demetriade.
Eufranor consigue sus cometidos.
El pretor Caio Marcio envía una parte de la flota a Escíatos; a los cuarteles de invierno, y con el resto de las naves se dirige a Oreo de Eubea, en la idea de que esta ciudad era la que mejor se prestaba para la posibilidad de enviar desde allí el avituallamiento a los ejércitos que operaban en Macedonia y en Tesalia.
• Es en estos momentos cuando empiezan a circular los rumores. Se decía que Cidante y Antímaco, que tenía el mando en Demetriade, habían mediado entre Éumenes y Perseo con vistas a la negociación de una relación de amistad. Lo cierto es que no se realizó ningún intento sobre la ciudad. Eumenes navegó al encuentro del cónsul para felicitarle por su entrada en Macedonia y marchó hacia Pergamo.
"En lo que se refiere al rey Éumenes hay versiones muy diferentes. Si creemos lo que cuenta Valerio Anciate, ni ayudó con su flota al pretor, a pesar de que éste se lo había pedido por carta varias veces, ni fue amistosa su despedida del cónsul cuando marchó a Asia indignado por el hecho de que no se le hubiera permitido instalar sus reales en el mismo campamento; ni siquiera se pudo conseguir que dejase los jinetes galos que había traído consigo; su hermano Atalo se quedó junto al cónsul y, además, su sincera lealtad y su notable colaboración se mantuvieron constantes en aquella guerra"
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