Política exterior española
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Enérgica Política Exterior
La noticia ha pasado un tanto desapercibida lo mismo que los antecedentes y me viene a la memoria por las declaraciones sobre Ceuta y Melilla. Resulta que desde hace mucho tiempo los incidentes, en las aguas que rodean el Peñón, entre la Royal Navy, las embarcaciones gibraltareñas y las patrulleras de la Guardia Civil han sido frecuentes. No ha faltado ni siquiera un “secuestro” de una patrullera de la GC y lo que siempre ha faltado, en este asunto, es la firmeza necesaria para defender los intereses españoles.
Pues parece que el problema quedará casi resuelto con una solución acorde con los criterios seguidos por este Gobierno. Hasta este momento las aguas que el Gobierno español reconocía a Gibraltar eran las del puerto mientras que las autoridades británicas reclamaban como propias tres millas alrededor de todo el Peñón. Los incidentes han sido continuos. El último se produjo la semana pasada cuando una patrullera de la GC fue obligada a abandonar las aguas que los británicos estiman propias - aun cuando todos los tratados internacionales las consideran de soberanía española -.
Pues si, parece que el problema ha quedado resuelto. Según publica “El Mundo” – 17 mayo 2010 - se ha cedido a la presión británica y el pasado miércoles se envió un documento “a todas las embarcaciones de Salvamento Marítimo y a los prácticos de la zona, con las coordenadas para marcar todos los planos de navegación, para que trazaran nuevas líneas de actuación y los límites marítimos, que salvo catástrofe, no deben rebasar ya durante sus actuaciones". Según dicho documento ahora los límites, en torno a Gibraltar, son muy similares a los que viene reclamando el Reino Unido, desde hace años, y las embarcaciones españolas, en la zona más cercana a Algeciras, deberán respetar una distancia mínima de 1,5 millas y de tres millas en el lado opuesto.
Con esta brillante “bajada de pantalones” seguramente disminuirán los incidentes que venían produciéndose. Según el mismo medio se ha evitado enviar cualquier tipo de documento oficial que pueda dejar huella de la decisión tomada. Es decir, una decisión tomada a sabiendas de que es injusta.
Saludos.
Pues parece que el problema quedará casi resuelto con una solución acorde con los criterios seguidos por este Gobierno. Hasta este momento las aguas que el Gobierno español reconocía a Gibraltar eran las del puerto mientras que las autoridades británicas reclamaban como propias tres millas alrededor de todo el Peñón. Los incidentes han sido continuos. El último se produjo la semana pasada cuando una patrullera de la GC fue obligada a abandonar las aguas que los británicos estiman propias - aun cuando todos los tratados internacionales las consideran de soberanía española -.
Pues si, parece que el problema ha quedado resuelto. Según publica “El Mundo” – 17 mayo 2010 - se ha cedido a la presión británica y el pasado miércoles se envió un documento “a todas las embarcaciones de Salvamento Marítimo y a los prácticos de la zona, con las coordenadas para marcar todos los planos de navegación, para que trazaran nuevas líneas de actuación y los límites marítimos, que salvo catástrofe, no deben rebasar ya durante sus actuaciones". Según dicho documento ahora los límites, en torno a Gibraltar, son muy similares a los que viene reclamando el Reino Unido, desde hace años, y las embarcaciones españolas, en la zona más cercana a Algeciras, deberán respetar una distancia mínima de 1,5 millas y de tres millas en el lado opuesto.
Con esta brillante “bajada de pantalones” seguramente disminuirán los incidentes que venían produciéndose. Según el mismo medio se ha evitado enviar cualquier tipo de documento oficial que pueda dejar huella de la decisión tomada. Es decir, una decisión tomada a sabiendas de que es injusta.
Saludos.
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Es algo que a mi tambien me ha llamado la atención, las dos ciudades Ceuta como Melilla deberian de ser más grandes y más ricas en todos los aspectos,deberian de tener unos puertos más grandes y fomentar mucho más el turismo, las dos ciudades tienen unos castillos y fortalezas espectaculares de bonitas, en perfectas condiciones de habitabilidad, aparte de tambien los centros históricos de las dos ciudades que para los turistas del norte y del centro de Europa son unas ciudades de lo más exoticas y atractivas.
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Ceuta y Melilla, entre riesgos y bostezos
09:01 (21-05-2010) |
El ‘sultán’ de Marruecos está aprovechando la descomposición del régimen español
Abbás el-Fasi, visir de turno del actual sultán de Marruecos, ha tenido una ideíca, no muy original: reclamar “diálogo” con la “amiga España” acerca de un proceso que desemboque en la entrega al sultanato de las ciudades españolas fronteras con la costa norte de su país. No puede decirse que el hombre se haya tenido que esforzar mucho para enunciar por superenésima vez la reivindicación. De hecho, desde el día siguiente a la independencia marroquí en 1956, nuestros vecinos –eternos obstinados en hacerse indeseados e indeseables– no han cesado de esgrimir lo que llaman sus derechos, el fin de la ocupación y la reintegración de ambas poblaciones a la madre patria.
Dejando al margen cuanto hay de retórica barata en estas proclamas recurrentes y la enumeración de las razones españolas que, por sabidas y notorias, sonroja citarlas de nuevo, debemos admitir que la estrategia de la presión continua a largo plazo ha proporcionado excelentes resultados al sultanato. Y ello sin que su medieval monarca (el de ahora, o su augusto padre, como se estila decir por acá) y toda la corruptísima harca del Majzen dejen de hacer suculentos negocios con empresarios, comisionistas y políticos españoles. Sin despeinarse, vamos. De suerte que, pasito a pasito, se fueron engullendo Ifni, la franja de Tarfaya y el Sáhara occidental, amén de multimillonarias ayudas de diversa catalogación y apoyos políticos ante Europa, incluso en detrimento de sectores productivos hispanos, por ejemplo en agricultura. Han combinado a la perfección lamentos y amenazas. Y larguezas, claro.
Bien es cierto que en los casos precitados de cesiones territoriales había escasa población española implicada y una mera retirada militar de tierras desérticas no entraña graves consecuencias materiales inmediatas, aunque sí a largo plazo, por ejemplo en pesca, fosfatos, yacimientos petrolíferos o soberanía sobre las aguas. Pero ése es otro asunto. En el momento presente asistimos a una renovación de la cantaleta marroquí, cuyo principal sostén es la evidencia geográfica: las dos ciudades se hallan en África, a lo cual se puede contestar que la frontera de un estado no tiene por qué necesariamente depender de un accidente natural (río, mar, cordillera, etc.), máxime si la proximidad es tanta como la de nuestras ciudades norteafricanas. Por añadidura, hoy por hoy, la mayor parte de sus habitantes son españoles, es decir de remoto origen peninsular y cristianos. Respecto a los musulmanes con DNI español, sólo podemos señalar que su lealtad, mil veces proclamada –como la proclamaban los folclóricos procuradores saharauis en las Cortes de los años sesenta– es cuando menos motivo de matizaciones y dudas razonables, por mucho que TVE nos enseñe a una vieja mora blandiendo una banderita rojigualda, o a un sindicalista comentando los beneficios sanitarios, de Seguridad Social y etcétera que estos españoles atípicos no quieren perder. Todo eso está muy bien, pero cualquiera que no sea ciego por vocación verá que la modificación étnica, cultural y religiosa de Ceuta y Melilla acabará convirtiéndose en un argumento real –ya no declamatorio– de Marruecos y que en un eventual referéndum, o en una negociación a la baja entre España y el reino alawí (¿se imaginan llamar a España “el reino Borbón”?) esa población sería determinante, porque no es seguro que vayamos a echar a Rodríguez de La Moncloa, con sus rendiciones preventivas a cuestas.
Pero ésa no es la situación actual, por más que Rodríguez se fotografiara encantado ante un mapa de Marruecos que incluía Ceuta, Melilla y… Canarias. La voracidad del vecino no tiene límites, así pues la inclusión en la lista de la isla de Alborán (a mitad de camino entre España y África) ya es peccata minuta. Tal vez esta declaración reciente sea una nueva maniobra de cara a su galería interior, para distraer con una causa nacional de la desastrosa situación social, la crisis económica o la persistencia del sultán en las mismas prácticas tiránicas de su augusto padre, después de diez años de reinado. Es posible, pero hay otra posibilidad peor: que el sultán haya comprendido que es el tiempo y lugar de ir a por todas, a la vista de la descomposición del régimen español y de la debilidad de nuestro país, que Rodríguez fomenta día tras día, ya se trate de la hecatombe económica, del Estatuto de Cataluña o de la otra rendición preventiva que viene: las negociaciones con la ETA. El problema principal no está en Marruecos que, a fin de cuentas, juega la carta de sus intereses, por abusivos y espurios que sean; el busilis está en nosotros, en la falta de convicción y determinación para defender nuestros derechos, en este caso la mera forma de vida de más de cien mil españoles a los que no podemos empaquetar y facturar, atados de pies y manos, camino de la
09:01 (21-05-2010) |
El ‘sultán’ de Marruecos está aprovechando la descomposición del régimen español
Abbás el-Fasi, visir de turno del actual sultán de Marruecos, ha tenido una ideíca, no muy original: reclamar “diálogo” con la “amiga España” acerca de un proceso que desemboque en la entrega al sultanato de las ciudades españolas fronteras con la costa norte de su país. No puede decirse que el hombre se haya tenido que esforzar mucho para enunciar por superenésima vez la reivindicación. De hecho, desde el día siguiente a la independencia marroquí en 1956, nuestros vecinos –eternos obstinados en hacerse indeseados e indeseables– no han cesado de esgrimir lo que llaman sus derechos, el fin de la ocupación y la reintegración de ambas poblaciones a la madre patria.
Dejando al margen cuanto hay de retórica barata en estas proclamas recurrentes y la enumeración de las razones españolas que, por sabidas y notorias, sonroja citarlas de nuevo, debemos admitir que la estrategia de la presión continua a largo plazo ha proporcionado excelentes resultados al sultanato. Y ello sin que su medieval monarca (el de ahora, o su augusto padre, como se estila decir por acá) y toda la corruptísima harca del Majzen dejen de hacer suculentos negocios con empresarios, comisionistas y políticos españoles. Sin despeinarse, vamos. De suerte que, pasito a pasito, se fueron engullendo Ifni, la franja de Tarfaya y el Sáhara occidental, amén de multimillonarias ayudas de diversa catalogación y apoyos políticos ante Europa, incluso en detrimento de sectores productivos hispanos, por ejemplo en agricultura. Han combinado a la perfección lamentos y amenazas. Y larguezas, claro.
Bien es cierto que en los casos precitados de cesiones territoriales había escasa población española implicada y una mera retirada militar de tierras desérticas no entraña graves consecuencias materiales inmediatas, aunque sí a largo plazo, por ejemplo en pesca, fosfatos, yacimientos petrolíferos o soberanía sobre las aguas. Pero ése es otro asunto. En el momento presente asistimos a una renovación de la cantaleta marroquí, cuyo principal sostén es la evidencia geográfica: las dos ciudades se hallan en África, a lo cual se puede contestar que la frontera de un estado no tiene por qué necesariamente depender de un accidente natural (río, mar, cordillera, etc.), máxime si la proximidad es tanta como la de nuestras ciudades norteafricanas. Por añadidura, hoy por hoy, la mayor parte de sus habitantes son españoles, es decir de remoto origen peninsular y cristianos. Respecto a los musulmanes con DNI español, sólo podemos señalar que su lealtad, mil veces proclamada –como la proclamaban los folclóricos procuradores saharauis en las Cortes de los años sesenta– es cuando menos motivo de matizaciones y dudas razonables, por mucho que TVE nos enseñe a una vieja mora blandiendo una banderita rojigualda, o a un sindicalista comentando los beneficios sanitarios, de Seguridad Social y etcétera que estos españoles atípicos no quieren perder. Todo eso está muy bien, pero cualquiera que no sea ciego por vocación verá que la modificación étnica, cultural y religiosa de Ceuta y Melilla acabará convirtiéndose en un argumento real –ya no declamatorio– de Marruecos y que en un eventual referéndum, o en una negociación a la baja entre España y el reino alawí (¿se imaginan llamar a España “el reino Borbón”?) esa población sería determinante, porque no es seguro que vayamos a echar a Rodríguez de La Moncloa, con sus rendiciones preventivas a cuestas.
Pero ésa no es la situación actual, por más que Rodríguez se fotografiara encantado ante un mapa de Marruecos que incluía Ceuta, Melilla y… Canarias. La voracidad del vecino no tiene límites, así pues la inclusión en la lista de la isla de Alborán (a mitad de camino entre España y África) ya es peccata minuta. Tal vez esta declaración reciente sea una nueva maniobra de cara a su galería interior, para distraer con una causa nacional de la desastrosa situación social, la crisis económica o la persistencia del sultán en las mismas prácticas tiránicas de su augusto padre, después de diez años de reinado. Es posible, pero hay otra posibilidad peor: que el sultán haya comprendido que es el tiempo y lugar de ir a por todas, a la vista de la descomposición del régimen español y de la debilidad de nuestro país, que Rodríguez fomenta día tras día, ya se trate de la hecatombe económica, del Estatuto de Cataluña o de la otra rendición preventiva que viene: las negociaciones con la ETA. El problema principal no está en Marruecos que, a fin de cuentas, juega la carta de sus intereses, por abusivos y espurios que sean; el busilis está en nosotros, en la falta de convicción y determinación para defender nuestros derechos, en este caso la mera forma de vida de más de cien mil españoles a los que no podemos empaquetar y facturar, atados de pies y manos, camino de la
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Apónez escribió:Bueno, Aguirre que no se tire al pozo tampoco ¿eh? Que Ceuta y Melilla antes de ser españolas fueron romanas o, por ejemplo en el caso de Ceuta, portuguesa, que ellos sean unos caraduras no quiere decir que nosotros debamos caer tan bajo como ellos tampoco
De Marruecos, ciertamente, nunca fueron, pero de España tampoco lo fueron "siempre", al César lo que es del César, y Ceuta la recuperó para "la Cristiandad" Portugal en 1.415, a nuestras manos no pasará definitivamente hasta 1.640
Ceuta dependió de Toledo en el siglo VI dC. ya en época visigoda.
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Almogàver escribió:Apónez escribió:Bueno, Aguirre que no se tire al pozo tampoco ¿eh? Que Ceuta y Melilla antes de ser españolas fueron romanas o, por ejemplo en el caso de Ceuta, portuguesa, que ellos sean unos caraduras no quiere decir que nosotros debamos caer tan bajo como ellos tampoco
De Marruecos, ciertamente, nunca fueron, pero de España tampoco lo fueron "siempre", al César lo que es del César, y Ceuta la recuperó para "la Cristiandad" Portugal en 1.415, a nuestras manos no pasará definitivamente hasta 1.640
Ceuta dependió de Toledo en el siglo VI dC. ya en época visigoda.
Y la perdimos en el siglo VIII
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Apónez escribió:Almogàver escribió:Apónez escribió:Bueno, Aguirre que no se tire al pozo tampoco ¿eh? Que Ceuta y Melilla antes de ser españolas fueron romanas o, por ejemplo en el caso de Ceuta, portuguesa, que ellos sean unos caraduras no quiere decir que nosotros debamos caer tan bajo como ellos tampoco
De Marruecos, ciertamente, nunca fueron, pero de España tampoco lo fueron "siempre", al César lo que es del César, y Ceuta la recuperó para "la Cristiandad" Portugal en 1.415, a nuestras manos no pasará definitivamente hasta 1.640
Ceuta dependió de Toledo en el siglo VI dC. ya en época visigoda.
Y la perdimos en el siglo VIII
En todo caso dependió de un reino hispano durante 200 años, por lo que no se trata de una simple colonia más.
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Corregidme si me equivoco, pero creo recordar que durante el califato de Córdoba también dependió de este, eso son otros ¿300? años de dependencia de España, que el califato seria musulmán pero era español al fin y al cabo.
saludos
saludos
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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Apónez escribió:Almogàver escribió:En todo caso dependió de un reino hispano durante 200 años, por lo que no se trata de una simple colonia más.
Flandes dependió durante otros 200 y media Italia también
Ceuta: 200+400=600. De todos modos si crees que Ceuta debe ser entregada me parece bien que se haga un referéndum. Como si quieres entregarles Andalucía. A mi, por eso, me dejas en España.
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Almogàver escribió:Apónez escribió:Almogàver escribió:En todo caso dependió de un reino hispano durante 200 años, por lo que no se trata de una simple colonia más.
Flandes dependió durante otros 200 y media Italia también
Ceuta: 200+400=600. De todos modos si crees que Ceuta debe ser entregada me parece bien que se haga un referéndum. Como si quieres entregarles Andalucía. A mi, por eso, me dejas en España.
De momento me conformaré con que me digas en que parte afirmo yo que haya que entregar nada
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