Efectivamente. Es más, se pueden emplear esos lenguajes para que no se entere alguien de lo que no queremos que se entere. Por poner ejemplo, si digo «lúes» pocos saben que hablo de sífilis. Si en lugar de «tumor» o «cáncer», pongo neoplasia, muchos se enteran, pero no todos, y si pongo «imagen BI-RADS IV» ni el tato se huele que hablo de cáncer de mama.Ocell Dodo escribió: ↑17 Dic 2024, 13:48 Ocurre algo similar con el lenguaje médico y con otros.
El mensaje implícito es: "nosotros formamos parte de un 'colectivo' "... en el que vosotros no podéis entrar.
Ahora bien, una cuestión es la jerga, y otra la incultura del personal. Cuando informo a alguien no necesito decirle «tienes una diabetis mucho chunga y lo dulce te ha hecho polvo el pito» para decirle que tiene una impotencia secundaria a una diabetes ¿No?
En esto, bastaría con hacer una encuesta, a ver cuánta gente ha oído hablar de las leyes de Mendel de la herencia, incluyendo pacientes de enfermedades hereditarias. Que cada vez que tengo que dar consejo genético me pego una hora hablando, incluso ante universitarios.
En esa línea, no hace mucho que salió en una conversación Mao, y cierto contertulio con título universitario preguntó si era un escritor. Le dije que sí, que había escrito un libro de color rojo. Lo dicho, existen las jergas, pero también los incultos.
De paso, a mi me pone malo que se emplee lenguaje vulgar cuando debiera emplearse el técnico. Sería ridícula una sentencia que dijera «mando a chirona a ese malaje por clavarle la chirla en la tripa» ¿No? Por eso no paro de abroncar a los residentes que escriben en el informe «acude porque tiene mocos», cuando debiera poner «Acude por rinorrea mucosa» o «Acude por expectoración» (no es lo mismo) o, a una mala, «acude porque, según dice el paciente, "tiene mocos en la nariz"». El lenguaje técnico está para algo.
Saludos