Yo no se lo que son las “chochocharlas” esas, nunca he asistido a ninguna, pero la anécdota me suena mucho a los cincuenta millones de dólares en preservativos enviados a Gaza durante la Administración Biden y a los beneficiarios de ayudas de la Seguridad Social de 150 años de edad de los que hablan Musk y Trump en sus redes sociales, y me suena, efectivamente, a la conspiración wokemasónica y a la pertinaz Agenda 2030.Gaspacher escribió: ↑12 Mar 2025, 21:06
Clarooo, por eso tu primera respuesta fue hablar de "contubernio wokemasónico" y de "Padrecito Cheetolini" acusándome de a saber qué ¿Verdad?
Trump es un impresentable, se siente traicionado no ya por Biden y los medios progres sino también por muchos de los funcionarios y agencias que ayudaron a hacerle la cama desde que llegó al poder hace ocho años y con el control de las dos cámaras y del supremo tiene un poder casi absoluto, así que ha entrado como un elefante en una cacharrería; FBI, CIA, Pentagono... y eso sin olvidarnos de sus relaciones exteriores con sus vecinos y aliados, desde Cánada, Méjico, Panama y Dinamarca, a los que sumar las amenazas de aranceles a medio planeta.
De ahí a creer que Trump es tan homofobo que se dedica a censurar la palabra Gay cuando la orden de su secretario era eliminar lo relacionado con la "DEI", diversidad, equidad e inclusión, como que no. Esto tiene pinta de tener que ver con el funcionario de turno limitándose a realizar una busqueda informática que con un plan premeditado. Y sí, eso ocurre porque Trump ha ordenado eliminar las políticas DEI, pero es que esas habían llegado al absurdo de dar chochocharlas a los soldados antes de realizar misiones en las que se jugarían la vida o a contratar pilotos y especialistas por su condición antes que por su valía.
Atacar al DEI en los USA es como atacar al empleo protegido para personas con discapacidades aquí en España: puede haber gente o empresas haciendo negocio con bonificaciones fiscales en ambos casos, es evidente que las hay, pero pretender atentar contra esto por una supuesta mala gestión es querer volver a ver al tonto del pueblo como hace cuarenta años: yendo a los recados, a comprar tabaco, y soportando las burlas de los chavales al salir de clase.
De esto se nutre el trumpismo en USA y sus filiales en Europa: del victimismo, y de lo peor de la envidia y la mezquindad de sectores de población agraviados por no se sabe muy bien qué. Para ello se han gastado mucho dinero en redes sociales y en crear un relato que no consiste en más que en sembrar odio, nada más que odio. Así se entiende que alguien con dos brazos y dos piernas y un cerebro se pueda sentir amenazado por un inmigrante ilegal recién llegado en patera, o por alguien con una discapacidad que reparte la ONCE o vende el periódico en el quiosco del hospital. Así empezaron a propagarse en Europa las narrativas putinianas, resaltando todo lo negativo que se percibe en la UE. Así se tiene a un sector de la población admirando desde España a la Rusia de Putin, con diez años menos de esperanza de vida y pensiones de doscientos euros al cambio, y ese mismo camino es el que imita el ecosistema afín al trumpismo. Por algo Putin fue el principal valedor de Trump en 2016.
A Trump no lo traicionó Biden ni los medios progres. Era él quien presentaba un reality en el que se hizo famosa su frase “estás despedido”. Fue él quien dijo aquello de “cuando eres famoso puedes hacer lo que quieras con las mujeres, agarrarlas por el c*ño…”. Es él quien ha sido condenado en firme por inflar artificialmente el valor de sus empresas en NY para conseguir fondos. Es él quien dejó impagos millonarios tras sus numerosas bancarrotas. Es él quien tiene denuncias de agresión sexual de 26 mujeres distintas, y es él quien fue beneficiado por la injerencia electoral rusa en 2016 como se explica en el Informe Mueller. No ha sido la Administración Biden quien ha publicado unas memorias que lo dejan como un absoluto incapaz. Ha sido gente como John Bolton, que trabajó en su administración y en la de George Bush. Ha sido la gente más cercana a él la que ha salido más escaldada de su cercanía. Y, hablando de gays, ahí estaba su antiguo mentor Roy Cohn para confirmarlo, hasta que murió de SIDA en el 86.
En fin, siéntete acusado de a saber qué, o no, tú sabrás. Yo expongo unas opiniones personales apoyadas, intento, en datos, para que quien me lee saque sus propias conclusiones. A partir de ahí, que cada palo aguante su vela.