Domper escribió: ↑19 Ago 2020, 09:57
¿Por qué hablar de lo que no se sabe? Ayer mismo me tocó cantarles las cuarenta a un contacto de Covid, que pretendían darme lecciones. Al final, un tanto cabreado, les tuve que decir que igual que yo no le daba clases de dibujo (ella era arquitecta) que no me pretendiese ilustrar sobre medicina. Profesionalmente, manejo vacunas todos los días, y tengo en mi haber, aparte de lo que estudié para la carrera y la especialidad, varios cursos, algunos como alumno, otros, de profesor.
Lo dicho, zapatero a tus zapatos. Aun así, voy a ir punto por punto, a ver si se entiende.
1. Algunas de esas vacunas no han superado la fase II : se han probado en animales y en unas decenas de voluntarios, sin comparar con placebo.
2. Lo único que se sabe es, más o menos, la dosis a administrar, y que producen respuesta inmune (anticuerpos IgG). En el caso de la rusa, ni eso se sabe, porque los resultados no se han publicado salvo como notas de prensa.
3. No se sabe cuál es el papel de esa respuesta inmune, pues la inmunidad humoral no es la única implicada en el Covid, y la presencia de anticuerpos (IgG) no implica siempre protección, como ya han demostrado repetidas veces vacunas que han fracasado (contra la Malaria, la Tuberculosis, el Ebola, el Virus Respiratorio Sincitial…).
4. Solo hay dos maneras de saberlo: o que los vacunados se expongan al virus (algo que parece poco probable que se haga, al menos en países occidentales) o esperar a ver si la gente se infecta. Pero la tasa de infección es baja (en Europa, en los sitios donde más hay, la tasa actual de contagio no llega al 0,2%), así que supongo que se estará ensayando en lugares como Ecuador, Perú o Brasil. Por ahora, no se sabe si protegen.
5. Hay malos antecedentes. La primera vacuna contra el VRS empeoró la enfermedad. Lo importante, es que tanto en el VRS como en el SARS-CoV-2 la infección viral en sí no es demasiado grave, pero la enfermedad la produce la respuesta inmune. No es un escenario descabellado para las nuevas vacunas.
6. Alguna de las nuevas vacunas (la rusa) se basan en un vector viral (un adenovirus) que puede replicarse en humanos. No sería la primera vacuna de este tipo, la del Ebola ha funcionado, pero en otras pruebas se han producido muertes de voluntarios por la replicación viral. De hecho, lo poco que se sabe de la rusa es que ha producido reacciones locales tan serias que se ha restringido el empleo.
7. Hasta ahora solo se han ensayado en voluntarios jóvenes y sanos. No se ha probado en los que más la necesitan, como ancianos o inmunodeprimidos.
8. Respecto a la relación riesgo beneficio, ya se ha dicho que no se conoce el riesgo de esas vacunas, y tampoco el beneficio. Recuérdese que se pretende vacunar a una fracción muy importante de la población. Es decir, todos se vacunan, todos corren riesgos. Esa relación ha hecho que algunas vacunas se estén dejando de usar en muchos países, como las de la Viruela, la BCG, la Poliomielitis atenuada.
9. El riesgo de la enfermedad no es excesivo, ni por asomo parecido al del Ebola, la Difteria, etcétera. La probabilidad de perecer o de sufrir secuelas por la enfermedad, incluso en el peor escenario posible (que se infecte el 60-70% de la población hasta que se alcance la inmunidad de rebaño), no llega al 1%. Es decir, aunque la vacuna tuviese una eficacia del 100%, la mejoría solo alcanzaría a uno de cada cien de los pacientes.
10. Cualquier riesgo que supere el 1% será excesivo.
11. Es decir, tenemos unas vacunas sin terminar de probar, de nuevos tipos de los que no se conocen sus riesgos reales, para una enfermedad con un riesgo relativamente bajo.
Todo esto no quiere decir que no haya que vacunar. Pero aceptar una vacuna a la brava… LO dicho, ya se han producido demasiadas sorpresas desagradables tanto con vacunas como con medicamentos. A mi me dijeron de residente «los medicamentos nuevos, que los pruebe otro», y lo repito a mis residentes..
Saludos