Los Tercios Españoles.
- tercioidiaquez
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Como decían en la época: "fabeis todos quafi generalmente aborrecen el yr ligados a la orden, mayormente infanteria Efpañola, que como por caufa del clima participa de complexión mas colerica que otra tiene poca paciencia para yr en orden"
Por este motivo no faltaban casos de indisciplina, que debían tratarse con severidad.
Uno de los casos más famosos ocurrió durante el asalto de Harlem, donde las tropas españolas no hicieron caso de la orden de retirada y les costó 200 muertos "un desastre para la Nación".
Julián Romero, uno de los más prestigiosos capitanes españoles de todos los tiempos dijo:
"...Que temeridad os lleva? o por mejor decir que frenesi? EStos desordenes se aprenden en la escuela militar del Duque de Alva? Assi se va al assalto por el aire? Assi quereis dexaros matar, sin que podais pelear? Hechos blancos, y burla juntamente destos rebeldes, que escondidos entre sus reparos os befan mientras os hierren. Faltaraos ocasion por ventura de castigar su perfidia? Dexad pues aora el impetu que os ciega. Yo que tantas veces me he hallado con vosotros a vencer, me hallare esta con mucho gusto a perder"
(prefiero mantener en lo posible la grafía de la época, pues aunque puede hacerse más pesado de leer, ayuda a mantener el "sabor y el estilo" del momento).
Por este motivo no faltaban casos de indisciplina, que debían tratarse con severidad.
Uno de los casos más famosos ocurrió durante el asalto de Harlem, donde las tropas españolas no hicieron caso de la orden de retirada y les costó 200 muertos "un desastre para la Nación".
Julián Romero, uno de los más prestigiosos capitanes españoles de todos los tiempos dijo:
"...Que temeridad os lleva? o por mejor decir que frenesi? EStos desordenes se aprenden en la escuela militar del Duque de Alva? Assi se va al assalto por el aire? Assi quereis dexaros matar, sin que podais pelear? Hechos blancos, y burla juntamente destos rebeldes, que escondidos entre sus reparos os befan mientras os hierren. Faltaraos ocasion por ventura de castigar su perfidia? Dexad pues aora el impetu que os ciega. Yo que tantas veces me he hallado con vosotros a vencer, me hallare esta con mucho gusto a perder"
(prefiero mantener en lo posible la grafía de la época, pues aunque puede hacerse más pesado de leer, ayuda a mantener el "sabor y el estilo" del momento).
“…Las piezas de campaña se perdieron; bandera de español ninguna…” Duque de Alba tras la batalla de Heiligerlee.
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Pero esta disciplina, tan difícil de impregnar a los hombres, no siempre se perdía.
Incluso en el sitio de Amberes (el que originó el término de la "furia española") los testigos afirmaron: "los valones y los alemanes eran tan indisciplinados como admirables eran por su disciplina los españoles".
Sin duda, uno de los mayores "defensores" de la disciplina en los Tercios, fue el duque de Alba.
Este, instauró una disciplina de hierro, castigando cualquier desmán de sus tropas, hecho que no es recordado precisamente por los historiadores extranjeros, que solo propagan las supuestas atrocidades del duque.
No tuvo ningún reparo en ordenar la disolución del tercio de Cerdeña, después de que unos soldados incendiaran varios pueblos holandeses, después de que los paisanos, remataron a varios heridos españoles tras el combate de Heiligerlee.
Se dice, que los veteranos soldados (soldados viejos la mayoría) lloraron ante la triste ceremonia.
Incluso en el sitio de Amberes (el que originó el término de la "furia española") los testigos afirmaron: "los valones y los alemanes eran tan indisciplinados como admirables eran por su disciplina los españoles".
Sin duda, uno de los mayores "defensores" de la disciplina en los Tercios, fue el duque de Alba.
Este, instauró una disciplina de hierro, castigando cualquier desmán de sus tropas, hecho que no es recordado precisamente por los historiadores extranjeros, que solo propagan las supuestas atrocidades del duque.
No tuvo ningún reparo en ordenar la disolución del tercio de Cerdeña, después de que unos soldados incendiaran varios pueblos holandeses, después de que los paisanos, remataron a varios heridos españoles tras el combate de Heiligerlee.
Se dice, que los veteranos soldados (soldados viejos la mayoría) lloraron ante la triste ceremonia.
“…Las piezas de campaña se perdieron; bandera de español ninguna…” Duque de Alba tras la batalla de Heiligerlee.
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Pero sí hubo una lacra para la disciplina y para los Tercios en general fueron los motines. Los famosos motines de los Tercios, que en más de una ocasión propiciaron que se pararan campañas ya victoriosas, llegando en contadas ocasiones, a ceder fortalezas a cambio de dinero.
Contrariamente a lo que se ha llegado a creer, los motines tenían su propia estructura, perfectamente organizada, sabiendo en cada momento que pasos seguir.
Siempre, se desarrollaron de manera similar.
Normálmente ocurrían después de un combate victorioso, ya que los soldados españoles nunca se amotinaron antes de una batalla, para que no se les pudiera acusar de cobardía, al contrario que italianos, alemanes o valones.
El motivo fue siempre el mismo, el atraso en las pagas, que en muchas ocasiones llegaba a ser de hasta varios años. Esto significaba no solo el no poder pagarse su comida, sino la de la familia que frecuente e ilegalmente seguía a la comitiva familiar.
Contrariamente a lo que se ha llegado a creer, los motines tenían su propia estructura, perfectamente organizada, sabiendo en cada momento que pasos seguir.
Siempre, se desarrollaron de manera similar.
Normálmente ocurrían después de un combate victorioso, ya que los soldados españoles nunca se amotinaron antes de una batalla, para que no se les pudiera acusar de cobardía, al contrario que italianos, alemanes o valones.
El motivo fue siempre el mismo, el atraso en las pagas, que en muchas ocasiones llegaba a ser de hasta varios años. Esto significaba no solo el no poder pagarse su comida, sino la de la familia que frecuente e ilegalmente seguía a la comitiva familiar.
“…Las piezas de campaña se perdieron; bandera de español ninguna…” Duque de Alba tras la batalla de Heiligerlee.
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Cuando se combinaban largos periodos de tiempo sin cobrar, con dificíles situaciones, como el asedio de una ciudad, en la que frecuentemente, el asediante pasaba parecidas penalidades que el sitiado, solo faltaba una chispa para que se produjera el motín.
Cuando esto ocurría, se oía un grito: "Afuera los Guzmanes", "motín"...
Los Guzmanes eran aquellos soldados que no seguían a los amotinados, que por su fidelidad extrema debían abandonar las filas de sus compañeros rebeldes. Siempre eran los oficiales aunque en ocasiones los cabos apoyaban a los amotinados y un número variable de soldados.
Además de Guzmanes, los amotinados llamaban a estos "soldados buenos" como signo de deferencia hacia aquellos que no se levantaban, sobre todo teniendo en cuenta, que las penurias eran comunes, y poca diferencia había entre un capitán y un soldado.
De esta manera los Guzmanes, con las banderas para que no se deshonraran abandonaban a los amotinados, pués de quedarse entre ellos sus vidas podían correr peligro, como alguna vez ocurrió.
Es importante resaltar que los propios amotinados no se consideraban unos traidores y que nunca culparon al Rey de España de su penosa situación. Siempre se consideraron soldados "apartados" temporalmente del servicio, pero soldados.
Tal era, que la primera medida era adoptar nuevas banderas, normálmente con motivos religiosos.
Cuando esto ocurría, se oía un grito: "Afuera los Guzmanes", "motín"...
Los Guzmanes eran aquellos soldados que no seguían a los amotinados, que por su fidelidad extrema debían abandonar las filas de sus compañeros rebeldes. Siempre eran los oficiales aunque en ocasiones los cabos apoyaban a los amotinados y un número variable de soldados.
Además de Guzmanes, los amotinados llamaban a estos "soldados buenos" como signo de deferencia hacia aquellos que no se levantaban, sobre todo teniendo en cuenta, que las penurias eran comunes, y poca diferencia había entre un capitán y un soldado.
De esta manera los Guzmanes, con las banderas para que no se deshonraran abandonaban a los amotinados, pués de quedarse entre ellos sus vidas podían correr peligro, como alguna vez ocurrió.
Es importante resaltar que los propios amotinados no se consideraban unos traidores y que nunca culparon al Rey de España de su penosa situación. Siempre se consideraron soldados "apartados" temporalmente del servicio, pero soldados.
Tal era, que la primera medida era adoptar nuevas banderas, normálmente con motivos religiosos.
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A continuación se procedía a elegir al "electo". Este era el representante de las peticiones de los amotinados. ´No tenía ningún poder decisorio, tan solo era el portavoz. Por debajo de él se organizaba un "consejo", que tenían como misión supervisar las "negociaciones" del electo con los mandos militares o los funcionarios civiles. Tan ferreo era este control, que el "electo" era sustituido a menudo, en ocasiones a diario, y en más de una ocasión, muerto por sus compañeros por no lograr los objetivos del motín.
Todas las decisiones se tomaban de manera democrática.
A continuación se ocupaba un pueblo o ciudad donde se establecía la unidad amotinada y se formaba el "escuadrón". De esta manera los soldados seguían bajo una ferrea disciplina, curiosamente, más dura que cuando militaban de manera normal.
Durante la permanencia en el pueblo elegido, el objetivo de los amotinados era claro, sacar todo el dinero y bienes que se pudiera de esa población. Pero a la vez el Consejo de los amotinados promulgaba decretos y normas, que debían ser seguidos al pie de la letra. Se prohibían rigurosamente los robos, violaciones y demás desmanes de la guerra, que se castigaban con la muerte, en muchas ocasiones con mayor severidad que sin estar amotinados. Por eso, los saqueos que se produjeron eran siempre "dirigidos" y "autorizados" por el Consejo, que previamente, amenazaba o intimidaban a las autoridades locales para sacarles todo lo que pudieran.
Todas estas medidas se orientaban a evitar represalias durante o sobre todo tras la finalización del motín, pués a pesar de estar todo perfectamente organizado y de considerarse a si mismos y a pesar del motín, leales al Rey, no dejaba de ser una grave infracción.
Todas las decisiones se tomaban de manera democrática.
A continuación se ocupaba un pueblo o ciudad donde se establecía la unidad amotinada y se formaba el "escuadrón". De esta manera los soldados seguían bajo una ferrea disciplina, curiosamente, más dura que cuando militaban de manera normal.
Durante la permanencia en el pueblo elegido, el objetivo de los amotinados era claro, sacar todo el dinero y bienes que se pudiera de esa población. Pero a la vez el Consejo de los amotinados promulgaba decretos y normas, que debían ser seguidos al pie de la letra. Se prohibían rigurosamente los robos, violaciones y demás desmanes de la guerra, que se castigaban con la muerte, en muchas ocasiones con mayor severidad que sin estar amotinados. Por eso, los saqueos que se produjeron eran siempre "dirigidos" y "autorizados" por el Consejo, que previamente, amenazaba o intimidaban a las autoridades locales para sacarles todo lo que pudieran.
Todas estas medidas se orientaban a evitar represalias durante o sobre todo tras la finalización del motín, pués a pesar de estar todo perfectamente organizado y de considerarse a si mismos y a pesar del motín, leales al Rey, no dejaba de ser una grave infracción.
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- Ubicación: la tierra de mis ancestros
Mas de uno y mas de dos esta clamando al cielo por mas historias de los tercios, que de ser explicadas por otro no tendria el mismo sabor anitguo. Es como un libro historico de quien sea o uno de arturo perez reverte, no hay color...
De todas maneras, queria comentar una cosa, al hilo de las caracteristicas de un soldado de los tercios. No sere gran conocedor como tercioidiaquez pero tambie me informo y hay cosas que no dejan de sorprenderme.
Aun hoy dia, he visto soldados, pocos, es cierto, pero los he visto, que como los antiguos tercios hacen gala de una agresividad, un aire de altivo orgullo cuando llevan el unfiorme que me sobta cuando leo algun libro. Igual de descamisados, igual de sucios, ignorantes y maleducados, delgaduchos y "mal" vistos pero cuando estas ahi con ellos, aplastado contra el barro y oyes la voz de asalto se transforman, soldados antiguos que guian a su escuadra y si hace falta peloton por donde indican los mandos a la perfeccion, muchas veces mucho mejor que el propio sargento o teniente, atados a las "normas" concebidas. Mas de uno y mas de dos que no los saludas por obligacion puesto que son soldados igual que tu, les saludas porque sabes que te van a guiar a la victoria, llegado el dia te sacaran de un marron. Muchos soldados que no te gustarian como amigos, pero que rezas para que te pongan con el en el peloton, porque sabes que lleva la guerra en la sangre. Hay mucha gente asi, y que no lo descubren hasta que no se encuentran en la situacion.
Con eso solo quiero decir que aun hay tercios dormidos en las filas de la milicia. Aun estamos aqui, unos cuantos, por si algun dia hacemos falta para despertar a los otros.
De todas maneras, queria comentar una cosa, al hilo de las caracteristicas de un soldado de los tercios. No sere gran conocedor como tercioidiaquez pero tambie me informo y hay cosas que no dejan de sorprenderme.
Aun hoy dia, he visto soldados, pocos, es cierto, pero los he visto, que como los antiguos tercios hacen gala de una agresividad, un aire de altivo orgullo cuando llevan el unfiorme que me sobta cuando leo algun libro. Igual de descamisados, igual de sucios, ignorantes y maleducados, delgaduchos y "mal" vistos pero cuando estas ahi con ellos, aplastado contra el barro y oyes la voz de asalto se transforman, soldados antiguos que guian a su escuadra y si hace falta peloton por donde indican los mandos a la perfeccion, muchas veces mucho mejor que el propio sargento o teniente, atados a las "normas" concebidas. Mas de uno y mas de dos que no los saludas por obligacion puesto que son soldados igual que tu, les saludas porque sabes que te van a guiar a la victoria, llegado el dia te sacaran de un marron. Muchos soldados que no te gustarian como amigos, pero que rezas para que te pongan con el en el peloton, porque sabes que lleva la guerra en la sangre. Hay mucha gente asi, y que no lo descubren hasta que no se encuentran en la situacion.
Con eso solo quiero decir que aun hay tercios dormidos en las filas de la milicia. Aun estamos aqui, unos cuantos, por si algun dia hacemos falta para despertar a los otros.
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Por fin he podido rescatar unos cuantos libros (que no todos) y a ver sí puedo proseguir con el tema, que sí no se me va a olvidar...
Proseguimos con el tema de los motines.
La mayoría de las veces, los oficiales superiores solo tenían como solución, el satisfacer, si no todas, si parte de las demandas de los amotinados.
Hay que tener en cuenta, que prácticamente todos los motines tuvieron como origen la falta de pagas, que en muchas ocasiones, se acumulaban hasta varios años. Teniendo en cuenta, que el soldado debía pagarse la comida,, las armas y las municiones, y en muchas ocasiones, el mantener a la familia que viajaba con él (de manera ilegal pero permitida) y a sus criados, es de comprender la desesperación de estos hombres.
Proseguimos con el tema de los motines.
La mayoría de las veces, los oficiales superiores solo tenían como solución, el satisfacer, si no todas, si parte de las demandas de los amotinados.
Hay que tener en cuenta, que prácticamente todos los motines tuvieron como origen la falta de pagas, que en muchas ocasiones, se acumulaban hasta varios años. Teniendo en cuenta, que el soldado debía pagarse la comida,, las armas y las municiones, y en muchas ocasiones, el mantener a la familia que viajaba con él (de manera ilegal pero permitida) y a sus criados, es de comprender la desesperación de estos hombres.
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A pesar que en la mayoría de las ocasiones se cedían ante las peticiones de los amotinados, no siempre salían bien librados, sobre todo a mediados del siglo XVI.
Este fue el caso de los motines de Sicilia y Milán.
El virrey de Sicilia, cedió en un primer momento, aunque cuando las cosas se calmaron, dividió a los soldados por las guarniciones de la isla. Los cabecillas fueron ahorcados y arrojados al mar. Los soldados enviados a Lipari, a morir de hambre.
La actuación fue desmesurada, ya que no dejaban de ser soldados, de probada valía. Tan solo la intervención del propio Carlos V, evitó que el Virrey sufriera suerte parecida.
En cambio, el virrey de Milán, envió al Tercio de Nápoles o de Sarmiento a la guarnición de Castelnuovo, en la costa de la actual Montenegro, unos 3.000 hombres.
Esta era una posición conquistada por venecianos y españoles, en territorio turco. Las desavencias entre Venecia y España,propiciaron que la flota veneciana, de mayor número que la española, dejara de abastecer, socorrer o transportar refuerzos a esta posición.
La flota española, insuficiente para romper el cerco otomano no pudo intervenir.
Más de 30.000 turcos por tierra y la flota por mar, rodearon la fortaleza.
Ante las demandas de rendición, la respuesta de Sarmiento fue clara: "Que viniesen cuando quisiesen".
El bombardeo y los asaltos fueron brutales, pero los defensores aguantaron y rechazaron nuevas intimidaciones para la rendición.
Reducidos a 600 hombres, Sarmiento y sus soldados, sin municiones, combatieron entre las ruinas de Castelnuevo con sus espadas, ante la avalancha otomana.
Tuvieron que morir todos los oficiales (incluido el propio Sarmiento), para que los turcos pudieran capturar a unos 200 prisioneros. Muchos fueron ejecutados entre las ruinas y un puñado trasladado a Constantinopla.
La resistencia de Sarmiento y del Tercio, fue una gesta que recorrió toda Europa asombrada por la determinación de estos hombres, prefiriendo morir a entregar su posición.
Este fue el caso de los motines de Sicilia y Milán.
El virrey de Sicilia, cedió en un primer momento, aunque cuando las cosas se calmaron, dividió a los soldados por las guarniciones de la isla. Los cabecillas fueron ahorcados y arrojados al mar. Los soldados enviados a Lipari, a morir de hambre.
La actuación fue desmesurada, ya que no dejaban de ser soldados, de probada valía. Tan solo la intervención del propio Carlos V, evitó que el Virrey sufriera suerte parecida.
En cambio, el virrey de Milán, envió al Tercio de Nápoles o de Sarmiento a la guarnición de Castelnuovo, en la costa de la actual Montenegro, unos 3.000 hombres.
Esta era una posición conquistada por venecianos y españoles, en territorio turco. Las desavencias entre Venecia y España,propiciaron que la flota veneciana, de mayor número que la española, dejara de abastecer, socorrer o transportar refuerzos a esta posición.
La flota española, insuficiente para romper el cerco otomano no pudo intervenir.
Más de 30.000 turcos por tierra y la flota por mar, rodearon la fortaleza.
Ante las demandas de rendición, la respuesta de Sarmiento fue clara: "Que viniesen cuando quisiesen".
El bombardeo y los asaltos fueron brutales, pero los defensores aguantaron y rechazaron nuevas intimidaciones para la rendición.
Reducidos a 600 hombres, Sarmiento y sus soldados, sin municiones, combatieron entre las ruinas de Castelnuevo con sus espadas, ante la avalancha otomana.
Tuvieron que morir todos los oficiales (incluido el propio Sarmiento), para que los turcos pudieran capturar a unos 200 prisioneros. Muchos fueron ejecutados entre las ruinas y un puñado trasladado a Constantinopla.
La resistencia de Sarmiento y del Tercio, fue una gesta que recorrió toda Europa asombrada por la determinación de estos hombres, prefiriendo morir a entregar su posición.
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- tercioidiaquez
- Mariscal de Campo
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En el recuerdo histórico de Europa y haciendo especial hincapie en la famosa "Leyenda Negra", hay dos saqueos que merecen especial atención, el "saco de Roma" en 1.526 y el de Amberes en 1.576, que haría famosa la expresión: "la furia española".
El Saco de Roma se produjo tras los rumores, en los que el Papa y Carlos V llegarían a un acuerdo, lo que evitaría conseguir el botín, lo que a los soldados, tras varios meses sin cobrar y sufriendo un clima riguroso, provocó un motín, en el que los mercenarios alemanes, la mitad de los 25.000 hombres que formaban el ejército (la otra mitad, eran españoles e italiano) obligaron al Condestable de Borbón a marchar hacia la ciudad romana.
El Papado intentó defender la ciudad, pero tras la muerte del Borbón, nada pudo parar el saqueo, que con los españoles a la cabeza, entraron arrollando las débiles defensas.
"En Roma, los soldados se entregaron a escenas de la más desenfrenada avaricia, lujuria y crueldad... La furia de la soldadesca, luego que se apoderó de todo se extendió a todos los habitantes, así romanos como forasteros, hombres, mujeres, niños, ancianos, personas sagradas y profanas, sin distinción alguna..." Embajador de Polonia.
El Saco de Roma se produjo tras los rumores, en los que el Papa y Carlos V llegarían a un acuerdo, lo que evitaría conseguir el botín, lo que a los soldados, tras varios meses sin cobrar y sufriendo un clima riguroso, provocó un motín, en el que los mercenarios alemanes, la mitad de los 25.000 hombres que formaban el ejército (la otra mitad, eran españoles e italiano) obligaron al Condestable de Borbón a marchar hacia la ciudad romana.
El Papado intentó defender la ciudad, pero tras la muerte del Borbón, nada pudo parar el saqueo, que con los españoles a la cabeza, entraron arrollando las débiles defensas.
"En Roma, los soldados se entregaron a escenas de la más desenfrenada avaricia, lujuria y crueldad... La furia de la soldadesca, luego que se apoderó de todo se extendió a todos los habitantes, así romanos como forasteros, hombres, mujeres, niños, ancianos, personas sagradas y profanas, sin distinción alguna..." Embajador de Polonia.
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- Comandante
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- tercioidiaquez
- Mariscal de Campo
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- Ubicación: En Empel, pasando frio.
Me has quitado el post 400 del hilo, aaarggg.... ¡cómo te coja Xenophon...!
Es broma eh...
Es imposible e inútil desde mi punto de vista, decir quien fue más cruel que otros. Un soldado en pleno desenfreno, da igual del país que sea, cuando pierde el control lo pierde.(creo yo).
Hay que tener en cuenta, que aunque parezca mentira, gran parte de lo que ha influido en los historiadores de hoy en día, está basado en todo lo que se escribió en Italia durante y después de la ocupación austriaca que sustituyó a la española y la verdad, que es bastante esclarecedor.
Recomiendo para ello, el libro recientemente aparecido de Fernando Martín Laínez "Una pica en Flandes", en la que dejando de lado algunas conclusiones del autor (para mí gusto fuera de sitio) describe muy bien la política de desaparición de la larga presencia española en Italia.
Lo que sí describen bien las cronicas de la época es que durante el saqueo, los lansquenetes (muchos de ellos luteranos, que llegaron a proclamar a Lutero durante el saqueo Papa de roma) perdieron el control y que los españoles, aun en la vorágine de una situación así, mantenían el orden y la disciplina, incluso en unos momentos tan complicados.
Es broma eh...
Es imposible e inútil desde mi punto de vista, decir quien fue más cruel que otros. Un soldado en pleno desenfreno, da igual del país que sea, cuando pierde el control lo pierde.(creo yo).
Hay que tener en cuenta, que aunque parezca mentira, gran parte de lo que ha influido en los historiadores de hoy en día, está basado en todo lo que se escribió en Italia durante y después de la ocupación austriaca que sustituyó a la española y la verdad, que es bastante esclarecedor.
Recomiendo para ello, el libro recientemente aparecido de Fernando Martín Laínez "Una pica en Flandes", en la que dejando de lado algunas conclusiones del autor (para mí gusto fuera de sitio) describe muy bien la política de desaparición de la larga presencia española en Italia.
Lo que sí describen bien las cronicas de la época es que durante el saqueo, los lansquenetes (muchos de ellos luteranos, que llegaron a proclamar a Lutero durante el saqueo Papa de roma) perdieron el control y que los españoles, aun en la vorágine de una situación así, mantenían el orden y la disciplina, incluso en unos momentos tan complicados.
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- Gran Capitán
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- Ubicación: Principado de Asturias, España
Pues si mal o recuerdo, en algun sitio lei (creo que en un numero de Historia de Iberia Vieja), que muchos hombres de la jet romana alquilaban al "vuelo", los servicios como guardaspaldas de varios soldados españoles, segun los veian. Supongo que les costaría menos que dejar que los alemanes, quienes veian en l Papa al hijo de Satanás, les saqueasen las haciendas.
Saludos, y no quiero dejar pasar la ocasión sin dejar constancia de mi felicitación por este post
Soberbio
Saludos, y no quiero dejar pasar la ocasión sin dejar constancia de mi felicitación por este post
Soberbio
"Dígale a su almirante que España prefiere honra sin barcos que barcos sin honra"
- tercioidiaquez
- Mariscal de Campo
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- Registrado: 20 Ago 2005, 16:59
- Ubicación: En Empel, pasando frio.
El otro gran "saco" es el de Amberes.
Duró tres días, (el de Roma ocho), y fue tan terrible, que Luis de Requesens, diría que la causa de flandes se había perdido, no por Guillermo de Orange, sino por: "los soldados nacidos en Valladolid y Toledo"..
Según las crónicas de la época murieron en el saqueó más de 7.000 personas, por las armas o por los incendios causados.
En este hecho, tuvo una especial relevancia, el trato que los holandeses rebeldes daban a los soldados enemigos, que los habían declarado rebeldes.
Pero, sin querer quitar importancia al saqueo, este vino precedido, por uno de los hechos de armas más importantes, que se recuerdan en la historia militar de todos los tiempos, y que ha sido habitualmente olvidado por suceder justo antes del famoso saqueo.
Duró tres días, (el de Roma ocho), y fue tan terrible, que Luis de Requesens, diría que la causa de flandes se había perdido, no por Guillermo de Orange, sino por: "los soldados nacidos en Valladolid y Toledo"..
Según las crónicas de la época murieron en el saqueó más de 7.000 personas, por las armas o por los incendios causados.
En este hecho, tuvo una especial relevancia, el trato que los holandeses rebeldes daban a los soldados enemigos, que los habían declarado rebeldes.
Pero, sin querer quitar importancia al saqueo, este vino precedido, por uno de los hechos de armas más importantes, que se recuerdan en la historia militar de todos los tiempos, y que ha sido habitualmente olvidado por suceder justo antes del famoso saqueo.
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- tercioidiaquez
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Los ejércitos del Rey se hallaban amotinados, no solo los españoles en 1.576.
Los españoles se atrincheraron, como era costumbre en Alost/Aals en flamenco, cerca de Bruselas.
Mientras, los rebeldes reunieron una considerable fuerza de 20.000 hombres con la que intentaron tomar el castillo de Amberes, guarnecido por una pequeña fuerza de españoles.
Los amotinados, que habían rechazado varias veces las peticiones de sus superiores para volver a la campaña, al enterarse del ataque y de la difícil situación de sus compañeros en Amberes no dudaron.
juraron: "socorrer el castillo y ganar la villa o perder la vida sobre ello".
Ya que no podían usar las banderas del Rey, utilizaron una con la imagen de la Virgen por un lado y un Jesús crucificado por otra.
Como señal de victoria, que creían inminente, colocaron en sus chambergos y morriones, ramas de encina.
Este grupo de españoles, llegó a Amberes, donde fue reforzado por 600 soldados al mando del gran Julián Romero y unos cuantos jinetes e infantes alemanes. No sumaban más de 2.300 hombres .
Julián Romero les instó a descansar para atacar con más garantías, pero se negaron pues sus compañeros seguían en grave peligro.
El ataque fue sencillo. Los españoles, invocando a la Virgen y con su tradicional grito de guerra llamando a Santiago, arrollaron a la guarnición que les sobrepasaba en una proporción mayor de 1 a 8, guarnecidos por las fortificaciones y el foso de la ciudad.
Los españoles sufrieron, según algunas fuentes 14 muertos, otras suben la cifra a 200, algo más creible, pues esta cifra era más adecuada a un asedio. Entre los muertos se encontraba el Alférez "electo", elegido como "representante" de los amotinados, que había pedido a sus compañeros acudir en ayuda de la guarnición de Amberes.
Los españoles se atrincheraron, como era costumbre en Alost/Aals en flamenco, cerca de Bruselas.
Mientras, los rebeldes reunieron una considerable fuerza de 20.000 hombres con la que intentaron tomar el castillo de Amberes, guarnecido por una pequeña fuerza de españoles.
Los amotinados, que habían rechazado varias veces las peticiones de sus superiores para volver a la campaña, al enterarse del ataque y de la difícil situación de sus compañeros en Amberes no dudaron.
juraron: "socorrer el castillo y ganar la villa o perder la vida sobre ello".
Ya que no podían usar las banderas del Rey, utilizaron una con la imagen de la Virgen por un lado y un Jesús crucificado por otra.
Como señal de victoria, que creían inminente, colocaron en sus chambergos y morriones, ramas de encina.
Este grupo de españoles, llegó a Amberes, donde fue reforzado por 600 soldados al mando del gran Julián Romero y unos cuantos jinetes e infantes alemanes. No sumaban más de 2.300 hombres .
Julián Romero les instó a descansar para atacar con más garantías, pero se negaron pues sus compañeros seguían en grave peligro.
El ataque fue sencillo. Los españoles, invocando a la Virgen y con su tradicional grito de guerra llamando a Santiago, arrollaron a la guarnición que les sobrepasaba en una proporción mayor de 1 a 8, guarnecidos por las fortificaciones y el foso de la ciudad.
Los españoles sufrieron, según algunas fuentes 14 muertos, otras suben la cifra a 200, algo más creible, pues esta cifra era más adecuada a un asedio. Entre los muertos se encontraba el Alférez "electo", elegido como "representante" de los amotinados, que había pedido a sus compañeros acudir en ayuda de la guarnición de Amberes.
“…Las piezas de campaña se perdieron; bandera de español ninguna…” Duque de Alba tras la batalla de Heiligerlee.
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