LA FRACTURA
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LA FRACTURA
BERLIN (ALEMANIA)
Nubes negras cubrían la capital del Reich, los rumores no paraban crecer por doquier, y nadie sabía que decisión tomar.
Göering había sido casi defenestrado por el fracaso de su Luftwaffe, donde los pilotos estaban casi en huelga, y muchos pilotos de caza y bombarderos pedían el traslado a las unidades de reconocimiento, sabiendo que los españoles no solían malgastar munición contra esos aviones indefensos limitándose a apuntar a la punta del ala o hacerles una pasada a reacción para hacer que el piloto tuviese que saltar, llegando a darse casos de aviones que se ponían a la par, saludaban y le hacían la seña de que se tirasen en paracaídas. El antiguo Mariscal del Reich no en ese momento más que un adicto, que se hacía escoltar de su ejército privado de un lugar a otro.
Himmler había visto como sus "poderosas" y arias divisiones SS se rendían en masa ante un pueblo que consideraba inferior, y además incluso ante unidades guineanas o saharauis. Se había vuelto aún más hacia el ocultismo, y culpaba a los militares mientras pedía que le dieran un mando fanfarroneando de ser el más capacitado. Habiendo encargado a Hans-Adolf Prützmann organizar unidades Werewolf.
Otros como Bormann estaban desaparecidos desde los primeros bombardeos, quizás muerto en las ruinas de la Cancillería.
Entre los miembros del partido no pocos Gauleiters habían hecho las maletas para buscar lugares seguros; y muchos generales del Alto Mando se daba cuenta de que los cheques de Lammers no valían ni el papel de impresión, con un Reichmark que volvía a la hiperinflacción de los años 20.
MOSCU (URSS)
El Soviet Supremo había quedado sorprendido por lo rápido que Alemania se estaba colapsando, y había discusiones sobre si aprovechar la ocasión y marchar sobre Berlín u ofrecerle petróleo ilimitado para que desgastase a España.
Las nuevas divisiones acorazadas aún tardarían en estar meses pero los primeros KV-4 y KV-5 prototipos habían sido mostrados. Incluso se trataba de construir un diseño de 140 Tn que habían obtenido de Internet en España el: KV-VI Behemoth.
Nubes negras cubrían la capital del Reich, los rumores no paraban crecer por doquier, y nadie sabía que decisión tomar.
Göering había sido casi defenestrado por el fracaso de su Luftwaffe, donde los pilotos estaban casi en huelga, y muchos pilotos de caza y bombarderos pedían el traslado a las unidades de reconocimiento, sabiendo que los españoles no solían malgastar munición contra esos aviones indefensos limitándose a apuntar a la punta del ala o hacerles una pasada a reacción para hacer que el piloto tuviese que saltar, llegando a darse casos de aviones que se ponían a la par, saludaban y le hacían la seña de que se tirasen en paracaídas. El antiguo Mariscal del Reich no en ese momento más que un adicto, que se hacía escoltar de su ejército privado de un lugar a otro.
Himmler había visto como sus "poderosas" y arias divisiones SS se rendían en masa ante un pueblo que consideraba inferior, y además incluso ante unidades guineanas o saharauis. Se había vuelto aún más hacia el ocultismo, y culpaba a los militares mientras pedía que le dieran un mando fanfarroneando de ser el más capacitado. Habiendo encargado a Hans-Adolf Prützmann organizar unidades Werewolf.
Otros como Bormann estaban desaparecidos desde los primeros bombardeos, quizás muerto en las ruinas de la Cancillería.
Entre los miembros del partido no pocos Gauleiters habían hecho las maletas para buscar lugares seguros; y muchos generales del Alto Mando se daba cuenta de que los cheques de Lammers no valían ni el papel de impresión, con un Reichmark que volvía a la hiperinflacción de los años 20.
MOSCU (URSS)
El Soviet Supremo había quedado sorprendido por lo rápido que Alemania se estaba colapsando, y había discusiones sobre si aprovechar la ocasión y marchar sobre Berlín u ofrecerle petróleo ilimitado para que desgastase a España.
Las nuevas divisiones acorazadas aún tardarían en estar meses pero los primeros KV-4 y KV-5 prototipos habían sido mostrados. Incluso se trataba de construir un diseño de 140 Tn que habían obtenido de Internet en España el: KV-VI Behemoth.
- urquhart
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BURDEOS, FRANCIA
Tras la visita a Madrid, el General de Gaulle se dirigió a la capital provisional de Francia, Burdeos, donde comprendió inmediatamente que había tomado la delantera a los otros candidatos a hacerse con el mando de la nación.
La mayoría de los Generales del Armée d'Afrique habían preferido la comodidad de Argel, e incluso habían visto con buenos ojos el viaje de De Gaulle a Madrid, pensando que los españoles le pondrían ante un diktat inasumible que pondría fin a su carrera política.
Ahora era el momento de comprobar si el pueblo francés estaría al lado del advenedizo de Lille, el que huyó en junio de 1940, el que dio respaldo a los ataques británicos contra la Flota... El propio BCRA gaullista había advertido al General de los movimientos de varios de sus compagnions de aprovechar el viaje a Burdeos para finiquitar su carrera. LA realidad la sabría minutos después de aterrizar en Merignac.
Mientars los argelians discutían sobre quien tomaría las riendas del Gobierno, los hombres de Legentilhomme llevaban semanas en Francia, exhibiendo siempre toda la parnafernalia gaullista, y recordando l'Appel frente a la actitud derrotista de otros militares, y la sumisión a las exigencias de Alemania, incluso en la llamada Zona Libre
Por fin entraba De GAulle en Burdeos... una explosión de júbilo recorría las calles de Burdeos... sí, el pueblo reconocía a De Gaulle como su legítimo lider. Charles estaba emocionado, sus expectativas se habían sobrepasado con creces. Reconocimiento en pie de igualdad por parte de la principal potencia anti alemana, y verdadera devoción popular.
Cuando las noticias llegaran a Argel, la capacidad de reacción de los Generales y Almirantes sería tardía. Koenig sería nombrado Comanadante en Jefe de las Fuerzas Francesas en el Mediterráneo; y Musselier Comandante en Jefe de la Marine Nationale y del renacido Armée de l'Air. Las FFL, FAFL y las FNFL serían el vvero de generales y jefes de los Ejércitos de la 4eme Republique Francaise; una vez desmovilizados los provenientes del Armée del Nord d'Afrique y del Armée d'Armistice.
NOTA: la foto de la Liberation,, obvio es PAría. Otras fotos siempre aparece De GAulle rodeado de hombres de la 2 DB euqipados al estilo estadounidense; o son grandes para colgar en el foro. Aquí se cuela una bandera estadounidense, pero los carteles rezan Vive De GAulle. Si en la Ucronía son los generales franceses quienes no quieren a CdG, en la LTR eran los anglo americanos quienes no lo querían. CdG por medio dels faìts acomplies acabaría imponiendose a los deseos de WSC y FDR
Tras la visita a Madrid, el General de Gaulle se dirigió a la capital provisional de Francia, Burdeos, donde comprendió inmediatamente que había tomado la delantera a los otros candidatos a hacerse con el mando de la nación.
La mayoría de los Generales del Armée d'Afrique habían preferido la comodidad de Argel, e incluso habían visto con buenos ojos el viaje de De Gaulle a Madrid, pensando que los españoles le pondrían ante un diktat inasumible que pondría fin a su carrera política.
Ahora era el momento de comprobar si el pueblo francés estaría al lado del advenedizo de Lille, el que huyó en junio de 1940, el que dio respaldo a los ataques británicos contra la Flota... El propio BCRA gaullista había advertido al General de los movimientos de varios de sus compagnions de aprovechar el viaje a Burdeos para finiquitar su carrera. LA realidad la sabría minutos después de aterrizar en Merignac.
Mientars los argelians discutían sobre quien tomaría las riendas del Gobierno, los hombres de Legentilhomme llevaban semanas en Francia, exhibiendo siempre toda la parnafernalia gaullista, y recordando l'Appel frente a la actitud derrotista de otros militares, y la sumisión a las exigencias de Alemania, incluso en la llamada Zona Libre
Por fin entraba De GAulle en Burdeos... una explosión de júbilo recorría las calles de Burdeos... sí, el pueblo reconocía a De Gaulle como su legítimo lider. Charles estaba emocionado, sus expectativas se habían sobrepasado con creces. Reconocimiento en pie de igualdad por parte de la principal potencia anti alemana, y verdadera devoción popular.
Cuando las noticias llegaran a Argel, la capacidad de reacción de los Generales y Almirantes sería tardía. Koenig sería nombrado Comanadante en Jefe de las Fuerzas Francesas en el Mediterráneo; y Musselier Comandante en Jefe de la Marine Nationale y del renacido Armée de l'Air. Las FFL, FAFL y las FNFL serían el vvero de generales y jefes de los Ejércitos de la 4eme Republique Francaise; una vez desmovilizados los provenientes del Armée del Nord d'Afrique y del Armée d'Armistice.
NOTA: la foto de la Liberation,, obvio es PAría. Otras fotos siempre aparece De GAulle rodeado de hombres de la 2 DB euqipados al estilo estadounidense; o son grandes para colgar en el foro. Aquí se cuela una bandera estadounidense, pero los carteles rezan Vive De GAulle. Si en la Ucronía son los generales franceses quienes no quieren a CdG, en la LTR eran los anglo americanos quienes no lo querían. CdG por medio dels faìts acomplies acabaría imponiendose a los deseos de WSC y FDR
Tempus Fugit
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LA FRACTURA
Habían bastado cuatro enormes paquebotes para llevar desde Glasgow hasta La Coruña a todo el cuerpo polaco.
Las negociaciones no habían sido demasiado difíciles. En realidad, los británicos se habían alegrado de sacudirse de encima a toda esa caterva de derrotados. Acumulaban en su hoja de servicios dos desastres, en Polonia y en Francia, y no era de extrañar pues seguían anclados en las tácticas de caballería… a caballo. Por algo los habían mandado a Escocia, a vigilar ensenadas en las que ni los náufragos querrían desembarcar, y les habían cedido lo peor del poco nutrido arsenal británico. Ya no había pretextos para mantener guarniciones en las costas, y quitarse de encima decenas de miles de bocas inútiles no había sido ninguna pérdida.
Los polacos habían embarcado en barcos inmensos que, según les dijeron, desplazaban más que dos Titanic. Se trataba de “cruceros”, buques de vacaciones que habían sido reformados como transportes de tropas, en cada cual cabían diez mil soldados holgadamente. En un convoy con fuerte escolta partieron hacia España a donde habían llegado a los dos días.
Allí fueron tratados muy educadamente, no como refugiados sino como guerreros. Se iba a permitir, además, que formasen una unidad propia polaca, aunque se advirtió a los oficiales superiores que no se iban a tolerar disputas políticas, como las que habían llevado a un intento de golpe de estado en Londres. También se les indicó que aunque España apoyaba la idea de una Polonia independiente, sería de una nación democrática y no la dictadura opresiva que había dominado Polonia durante más de medio siglo. Finalmente, se les sorprendió señalando que el jefe de la Primera División Acorazada de Polonia iba a ser un joven general hasta ahora casi desconocido: Stanisław Maczek. Varios de sus superiores, en grado que no en capacidad, se mostraron abiertamente disconformes con la designación. Los españoles no se anduvieron con medias tintas: si a alguien no le parecía bien, se le ofrecía el traslado al norte de África donde el general Anders estaba organizando otro cuerpo polaco.
A todos llamó la atención que no se organizase una división de infantería sino acorazada. Los oficiales de enlace españoles les indicaron que en el tipo de guerra que se estaba librando la infantería tradicional a pie tenía muy poco que hacer. Lamentaron que, al menos inicialmente, parte de los equipos de la división iban a tener que ser de los cedidos por Estados Unidos, pues las fábricas hispanas no daban abasto. No satisfizo mucho la noticia hasta que vieron lo que iban a recibir. La infantería iba a estar armada con fusiles automáticos CETME, ametralladoras MG3 (que eran muy parecidas a las MG34 alemanas, observaron los veteranos), lanzacohetes y cañones sin retroceso. La artillería iba a ser de origen norteamericano: autopropulsados M7 de 105 mm y M12 (que llevaban un obús M1 de 155 mm, no el cañón GPF). La mayor parte del blindaje, también: tanques M3 Sherman, por fin de la versión soldada; aunque fuesen obsoletos para los estándares españoles, los polacos quedaron maravillados al ver su cañón de 75 mm SB40, un modelo diseñado en España que se había empezado a producir en Estados Unidos bajo licencia. También tendrían tanques ligeros M3, cazacarros M3 con cañones sin retroceso, y la infantería iría montada en semiorugas M2 y M3. Pero también tendrían armamento español: un batallón de tanques Ryś (Lince) que estaban deseando usar contra los alemanes.
Inmediatamente después empezaron a entrenarse. Aun tardarían tres meses en estar preparados, pero luego ¡a Varsovia!
Las negociaciones no habían sido demasiado difíciles. En realidad, los británicos se habían alegrado de sacudirse de encima a toda esa caterva de derrotados. Acumulaban en su hoja de servicios dos desastres, en Polonia y en Francia, y no era de extrañar pues seguían anclados en las tácticas de caballería… a caballo. Por algo los habían mandado a Escocia, a vigilar ensenadas en las que ni los náufragos querrían desembarcar, y les habían cedido lo peor del poco nutrido arsenal británico. Ya no había pretextos para mantener guarniciones en las costas, y quitarse de encima decenas de miles de bocas inútiles no había sido ninguna pérdida.
Los polacos habían embarcado en barcos inmensos que, según les dijeron, desplazaban más que dos Titanic. Se trataba de “cruceros”, buques de vacaciones que habían sido reformados como transportes de tropas, en cada cual cabían diez mil soldados holgadamente. En un convoy con fuerte escolta partieron hacia España a donde habían llegado a los dos días.
Allí fueron tratados muy educadamente, no como refugiados sino como guerreros. Se iba a permitir, además, que formasen una unidad propia polaca, aunque se advirtió a los oficiales superiores que no se iban a tolerar disputas políticas, como las que habían llevado a un intento de golpe de estado en Londres. También se les indicó que aunque España apoyaba la idea de una Polonia independiente, sería de una nación democrática y no la dictadura opresiva que había dominado Polonia durante más de medio siglo. Finalmente, se les sorprendió señalando que el jefe de la Primera División Acorazada de Polonia iba a ser un joven general hasta ahora casi desconocido: Stanisław Maczek. Varios de sus superiores, en grado que no en capacidad, se mostraron abiertamente disconformes con la designación. Los españoles no se anduvieron con medias tintas: si a alguien no le parecía bien, se le ofrecía el traslado al norte de África donde el general Anders estaba organizando otro cuerpo polaco.
A todos llamó la atención que no se organizase una división de infantería sino acorazada. Los oficiales de enlace españoles les indicaron que en el tipo de guerra que se estaba librando la infantería tradicional a pie tenía muy poco que hacer. Lamentaron que, al menos inicialmente, parte de los equipos de la división iban a tener que ser de los cedidos por Estados Unidos, pues las fábricas hispanas no daban abasto. No satisfizo mucho la noticia hasta que vieron lo que iban a recibir. La infantería iba a estar armada con fusiles automáticos CETME, ametralladoras MG3 (que eran muy parecidas a las MG34 alemanas, observaron los veteranos), lanzacohetes y cañones sin retroceso. La artillería iba a ser de origen norteamericano: autopropulsados M7 de 105 mm y M12 (que llevaban un obús M1 de 155 mm, no el cañón GPF). La mayor parte del blindaje, también: tanques M3 Sherman, por fin de la versión soldada; aunque fuesen obsoletos para los estándares españoles, los polacos quedaron maravillados al ver su cañón de 75 mm SB40, un modelo diseñado en España que se había empezado a producir en Estados Unidos bajo licencia. También tendrían tanques ligeros M3, cazacarros M3 con cañones sin retroceso, y la infantería iría montada en semiorugas M2 y M3. Pero también tendrían armamento español: un batallón de tanques Ryś (Lince) que estaban deseando usar contra los alemanes.
Inmediatamente después empezaron a entrenarse. Aun tardarían tres meses en estar preparados, pero luego ¡a Varsovia!
Tu regere imperio fluctus Hispane memento
- urquhart
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JAN MAYEN, NORUEGA
A bordo del BIO Hespérides, los hombres de Arne Dagfin Dahl se preparaban para embarcar en las RHIB que la Armada Española había puesto a su disposición. 20 hombres desembarcarían en la remota isla y capturarían la estación metereológica alemana, que supuestamente ocupaba la antigua estación de radio noruega abandonada en 1940.
La participación española se había hecho necesaria tras el naufragio del HNoMS Fridtjof Nansen, guardapescas noruego que había logrado huir de la invasión alemana, y que en novimebre de 1940 había embarrancado en los bajíos próximos a la Isla. Los medios tecnológicos españoles permitirían una aproximación a las costas isleñas sin verse sometidos a los peligros de unas profundidades escasamente conocidas y sin cartas naúticas completas. Como escolta, el HNoMS Honningsvåg, arrastrero armado alemán que en abril de 1940 había sido capturado por los noruegos.
Los noruegos ya habían apoyado varias acciones commando británicas en las Lofoten y el continente, pero deseaban participar de forma más activa en la lucha contra los invasores alemanes.
AEROPUERTO DE MERIGNAC, BURDEOS, FRANCIA
Los hombres del 331 skvadron de la Real Fuerza Aérea Noruega y sus Hawker Hurricane Mk I, heredados de los polacos libres; se habían convertido en un espectáculo para sus compañeros españoles del EdA, que no paraban de fotografiarse junto a ellos.
Jens Müller, era a su vez espectáculo, y espectador. Aquellas máquinas españolas de alas giratorias eran increibles; al igual que varios de los aviones de transporte que observaba. Hasta el momento no había visto ninguno de los aviones cohete españoles, pero esperaba verlos proximamente. Los británicos habían traspasado al mando español los dos escuadrones de Noruegos libres, el 331 y 332. En condición de Operativo solo se encontraba el 331 Skv. formado en julio de 1941; así como algunos aparatos de enlace y reconocimiento que volaban en apoyo de los patrulleros noruegos basados en Islandia, Shetlands y Groenlandia. Múller pensaba que sus compañeros del 332 SkV. serían más afortunados, pues habían abandonado sus Hurricanes en Reino Unido y pasarían a entrenarse con aviones españoles.
A diferencia de los británicos, los españoles permitían que los noruegos hicieran uso de las escarapelas noruegas. Como primera misión, de acuerdo con los franceses, el 331 Skv apoyaría a las fuerzas terrestres francesas que debían reducir las bolsas alemanas que habían quedado tras la línea de frente.
A bordo del BIO Hespérides, los hombres de Arne Dagfin Dahl se preparaban para embarcar en las RHIB que la Armada Española había puesto a su disposición. 20 hombres desembarcarían en la remota isla y capturarían la estación metereológica alemana, que supuestamente ocupaba la antigua estación de radio noruega abandonada en 1940.
La participación española se había hecho necesaria tras el naufragio del HNoMS Fridtjof Nansen, guardapescas noruego que había logrado huir de la invasión alemana, y que en novimebre de 1940 había embarrancado en los bajíos próximos a la Isla. Los medios tecnológicos españoles permitirían una aproximación a las costas isleñas sin verse sometidos a los peligros de unas profundidades escasamente conocidas y sin cartas naúticas completas. Como escolta, el HNoMS Honningsvåg, arrastrero armado alemán que en abril de 1940 había sido capturado por los noruegos.
Los noruegos ya habían apoyado varias acciones commando británicas en las Lofoten y el continente, pero deseaban participar de forma más activa en la lucha contra los invasores alemanes.
AEROPUERTO DE MERIGNAC, BURDEOS, FRANCIA
Los hombres del 331 skvadron de la Real Fuerza Aérea Noruega y sus Hawker Hurricane Mk I, heredados de los polacos libres; se habían convertido en un espectáculo para sus compañeros españoles del EdA, que no paraban de fotografiarse junto a ellos.
Jens Müller, era a su vez espectáculo, y espectador. Aquellas máquinas españolas de alas giratorias eran increibles; al igual que varios de los aviones de transporte que observaba. Hasta el momento no había visto ninguno de los aviones cohete españoles, pero esperaba verlos proximamente. Los británicos habían traspasado al mando español los dos escuadrones de Noruegos libres, el 331 y 332. En condición de Operativo solo se encontraba el 331 Skv. formado en julio de 1941; así como algunos aparatos de enlace y reconocimiento que volaban en apoyo de los patrulleros noruegos basados en Islandia, Shetlands y Groenlandia. Múller pensaba que sus compañeros del 332 SkV. serían más afortunados, pues habían abandonado sus Hurricanes en Reino Unido y pasarían a entrenarse con aviones españoles.
A diferencia de los británicos, los españoles permitían que los noruegos hicieran uso de las escarapelas noruegas. Como primera misión, de acuerdo con los franceses, el 331 Skv apoyaría a las fuerzas terrestres francesas que debían reducir las bolsas alemanas que habían quedado tras la línea de frente.
Tempus Fugit
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LA FRACTURA
RETAGUARDIA ALEMANA (FRANCIA)
-Me han enviado entonces una división de caballería.
-Bueno, la 24º Panzer podría servir de apoyo.
-No de caballería caballería,... con todas las comunicaciones interrumpidas es lo única que ha podido llegar desde Alemania por sus propios medios. Es una unidad creada a instancia de Himmler bajo el mano de von Pannwitz. Deben pensar que estamos en la época de Napoleón y quieren que los use contra los carros de combate.
-¿Es una broma?
-Ya me gustaría, sabes que el problema no es el número de soldados que podamos movilizar sino que la logística ha desaparecido con lo que así no podemos luchar. Pero lo peor es que están organizándose para movilizar a los críos de las HJ y la BDM, al parecer los consideran suficientemente fanáticos para usarlos para contraatacar.
-Se han vuelto todos locos en Berlín.
-Incluso hablan de quemar Paris, de atacar a Italia por traicionarnos e invadir Rumanía por el petróleo, y si de paso Hungría no pasa nada. Está claro que quien esté al mando en Berlín no se entera de nada. Por fortuna las comunicaciones no funcionan y muchos mandos se están haciendo el sueco, pero aquí se dice... de abrir el frente y retirarnos a Alemania.
...
-Me han enviado entonces una división de caballería.
-Bueno, la 24º Panzer podría servir de apoyo.
-No de caballería caballería,... con todas las comunicaciones interrumpidas es lo única que ha podido llegar desde Alemania por sus propios medios. Es una unidad creada a instancia de Himmler bajo el mano de von Pannwitz. Deben pensar que estamos en la época de Napoleón y quieren que los use contra los carros de combate.
-¿Es una broma?
-Ya me gustaría, sabes que el problema no es el número de soldados que podamos movilizar sino que la logística ha desaparecido con lo que así no podemos luchar. Pero lo peor es que están organizándose para movilizar a los críos de las HJ y la BDM, al parecer los consideran suficientemente fanáticos para usarlos para contraatacar.
-Se han vuelto todos locos en Berlín.
-Incluso hablan de quemar Paris, de atacar a Italia por traicionarnos e invadir Rumanía por el petróleo, y si de paso Hungría no pasa nada. Está claro que quien esté al mando en Berlín no se entera de nada. Por fortuna las comunicaciones no funcionan y muchos mandos se están haciendo el sueco, pero aquí se dice... de abrir el frente y retirarnos a Alemania.
...
- urquhart
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BASE AEREA INCONCRETA, ESPAÑA
Los preparativos de la Operación Gromenauer avanzaban a buen ritmo.
Como cada mañana, miembros de la BRIPAC y el MOE ensayaban los lanazmientos HALO desde uno de los Globermaster C17 obtenidos en Rota. Las tripulaciones del Escuadrón 900 ensayaban junto a los miembros del EZAPAC la despliegue en pistas no preparadas y extracción de unidades terrestres en condiciones de combate en territorio hostil.
Tripulaciones de otros esucadrones, voluntarias, se habían unido al meniconado Escuadrón 900, cuyo material eran un A400M, y media docena de C295, C235 y C212 muy modificados. También formaban tripulaciones voluntarias el Escuadrón 901, dotado de dos AC47 y tres AT-2, conversiones en cañonero del ATR.
CIUDAD DEL VATICANO
Libre de toda vigilancia, tras la caída del Régimen Fascista, Alcide de Gasperi se despedía de sus compañeros de la Biblioteca Vaticana. Opositor democristiano al fascismo, y tras sufrir prisión, y libertad vigilada, ahora había sido destinado a Madrid a estudiar las vías de cooperación hispano italianas, por expreso deseo del gobierno de España. Todo estaba dispuesto en el aeropuerto de Roma para su partida inmediata en un transporte español.
Los preparativos de la Operación Gromenauer avanzaban a buen ritmo.
Como cada mañana, miembros de la BRIPAC y el MOE ensayaban los lanazmientos HALO desde uno de los Globermaster C17 obtenidos en Rota. Las tripulaciones del Escuadrón 900 ensayaban junto a los miembros del EZAPAC la despliegue en pistas no preparadas y extracción de unidades terrestres en condiciones de combate en territorio hostil.
Tripulaciones de otros esucadrones, voluntarias, se habían unido al meniconado Escuadrón 900, cuyo material eran un A400M, y media docena de C295, C235 y C212 muy modificados. También formaban tripulaciones voluntarias el Escuadrón 901, dotado de dos AC47 y tres AT-2, conversiones en cañonero del ATR.
CIUDAD DEL VATICANO
Libre de toda vigilancia, tras la caída del Régimen Fascista, Alcide de Gasperi se despedía de sus compañeros de la Biblioteca Vaticana. Opositor democristiano al fascismo, y tras sufrir prisión, y libertad vigilada, ahora había sido destinado a Madrid a estudiar las vías de cooperación hispano italianas, por expreso deseo del gobierno de España. Todo estaba dispuesto en el aeropuerto de Roma para su partida inmediata en un transporte español.
Tempus Fugit
- urquhart
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LA FRACTURA
EL ARENOSILLO, HUELVA, ESPAÑA
5, 4, 3, 2,1... Ignición...
Majestad, allá va...
Lo veo Ministro, lo veo...
Primera etapa....
Digame Minsitro, que podemos esperar en los próximos lanzamientos.
Majestad, mejor puede informarle el CEO de PLD...
Majestad, con este primer lanzamiento, debe tenerse en cuenta que se ha realizado con un demostrador tecnólogico; por lo tanto no se ha querido arriesgar. La carga util se ha dividido en dos apartados, una serie de medidores que nos darán información en tiempo real del desempeño de muchos de los sitemas del cohete; y un viejo nanosatélite universitario que ha sido transformado para retransmitir las comunicaciones radio que pueda captar en Europa Oriental.
Entiendo pues que estamos lejos de un programa espacial...
Sí y no. Si el Arion 1 funciona, estamos en condiciones de construir tres motores algo más capaces en poco tiempo; a partir de los datos obtenidos hoy. Se han realizado varias simulaciones... ahora solo falta que las Universidades concluyan los satélites comprometidos.
Bien. ¿Para cuando llegaremos a la Luna?
Majestad, disculpad, pero de momento solo hemos logrado lanzar un prototipo con una carga util muy pequeña... a lo sumo dos nanosatélites... piense que el Arion 1 nació como un demostrador suborbital... lo hemos vitaminado; pero será el Arion 2 el que nazca como lanzador orbital...
Tranquilo hombre, era una broma....
5, 4, 3, 2,1... Ignición...
Majestad, allá va...
Lo veo Ministro, lo veo...
Primera etapa....
Digame Minsitro, que podemos esperar en los próximos lanzamientos.
Majestad, mejor puede informarle el CEO de PLD...
Majestad, con este primer lanzamiento, debe tenerse en cuenta que se ha realizado con un demostrador tecnólogico; por lo tanto no se ha querido arriesgar. La carga util se ha dividido en dos apartados, una serie de medidores que nos darán información en tiempo real del desempeño de muchos de los sitemas del cohete; y un viejo nanosatélite universitario que ha sido transformado para retransmitir las comunicaciones radio que pueda captar en Europa Oriental.
Entiendo pues que estamos lejos de un programa espacial...
Sí y no. Si el Arion 1 funciona, estamos en condiciones de construir tres motores algo más capaces en poco tiempo; a partir de los datos obtenidos hoy. Se han realizado varias simulaciones... ahora solo falta que las Universidades concluyan los satélites comprometidos.
Bien. ¿Para cuando llegaremos a la Luna?
Majestad, disculpad, pero de momento solo hemos logrado lanzar un prototipo con una carga util muy pequeña... a lo sumo dos nanosatélites... piense que el Arion 1 nació como un demostrador suborbital... lo hemos vitaminado; pero será el Arion 2 el que nazca como lanzador orbital...
Tranquilo hombre, era una broma....
Tempus Fugit
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LA FRACTURA
Jonathan García no cabía en sí de gozo ¡tenía trabajo! y además, de los buenos. Había estado ejerciendo unos años de ni-ni (ni estudia ni trabaja) hasta que los apuros familiares lo convirtieron en ni-ni-ni (ni estudia, ni trabaja, ni tiene una perra). Además los efectos de la Fractura habían golpeado a la familia. Su padre, dependiente en una gran superficie, había perdido el trabajo cuando bruscamente dejaron de llegar mercancías extranjeras a precios ridículos, y las españolas se disparaban de precio. Los visitantes del centro comercial pasaron a ser apodados “los Vespas” porque “andaban mucho y gastaban poco”, pero es que nadie quería pagar cuarenta euros por una camiseta que antes valía tres.
Además a Jonathan se le había roto el móvil. Viendo que las tiendas estaban vacías, lo había manejado con más cuidado que a un recién nacido, pero el puñetero se le había caído y la pantalla se había cascado. Fue a la tienda de móviles, pero no había repuestos para su Galaxy, ni siquiera de los chinos sin marca. Le ofrecieron un teléfono pero ¿quién va a pagar ochocientos pavos por un BQ?
Muerto de asco en el sofá, a Jonathan le había dado por mirar anuncios, y vio una oferta de empleo al lado de casa. Una empresa que se llamaba SENER pedía personal con habilidad manual. Ni siquiera exigía experiencia pues ofrecía cursillos de formación. Habilidad manual, pensaba en chico… con el dominio que tenía del guasap.
La cola en la oficina de la empresa era larga pero habían admitido a casi todos; básicamente, les bastaba con que tuviesen dos manos, por lo menos un ojo, y supiesen deletrear su nombre. En el cursillo les enseñaron como soldar chips a una placa base. No es que tuviesen que hacerlo; un robot lo hacía, pero los componentes se comprobaban y los que tenían defectos en las soldaduras pasaban a manos de Jonathan y muchos otros como él. Jonathan tenía que extraer el chip, poner nuevas bolas de soldadura en las patitas del procesador, encajarlo, y fundir las bolas con una pistola de aire. Con mucho cuidado y con mascarilla, porque se había vuelto a usar plomo. Cuando se enfriaban, un técnico comprobaba la reparación. Si estaba bien hecha, se cobraba una pequeña prima, que siempre venía bien.
Jonathan no estaba solo; en la fábrica también estaban varios de sus amigos y, un poco más allá, en otro taller, su padre trabajaba acoplando unas cámaras pequeñas, parecidas a las de los móviles, en las placas. A Jonathan no le terminaba de gustar que SENER no se dedicase a la telefonía sino a esos sistemas que ponían en la punta de las bombas que estaban reventando las barrigas nazis. Ya ni sabía cuántas habían pasado por las manos de Jonathan, pero eran una porrada ¡a este paso hasta podría comprarse un BQ!
* * *
Las excavadoras trabajaban en la carretera de La Junquera. Ya se habían solventado los daños de la autopista causados por los combates, pero ahora había que mejorar el lado francés. Máquinas y más máquinas trabajaban ampliando la carretera, mientras por la ruta antigua desfilaba una larga fila de camiones, que lucían letreros anunciando las cosas más variopintas pero que llevaban combustible y municiones. Tras cruzar por el paso seguían hacia el norte hasta dejar sus cargas en los grandes centros de distribución de Montpellier o Montauban; luego volvían, pero no por la misma carretera, sino por las de Port Bou o Puigcerdá.
Se habían producido algunos incidentes. Grupos de alemanes que aun rondaban por los campos habían disparado a más de un camión, y por eso los blindados vigilaban las rutas y los helicópteros las patrullaban. Pero las bandas de alemanes se estaban haciendo cada vez menos frecuentes y más timoratas, a medida que los civiles franceses las delataban; muchas habían preferido rendirse al primer español que veían que arrostrar la venganza francesa.
* * *
¡Bergerac! ¡La patria de Cyrano! El capitán Santamaría esperaba encontrarse en cualquier esquina con Gérard Depardieu vestido de mosquetero y soltando ripios mientras atravesaba alemanes con su espada.
Bueno, de atravesar alemanes se encargaba él. La escuadrilla había dejado Santa Cilia para ocupar un aeródromo que había sido de la Luftwaffe hasta que los teutones decidieron cambiar de aires. Ahora los Chirris de la escuadrilla procuraban meterles prisas, ametrallándoles o lanzándoles bombas o napalm.
No estaban solos. Al aeródromo había llegado una escuadrilla polaca, que tripulaba P-40 de origen norteamericano. Al capitán, cada vez que veía la boca de tiburón pintada en el morro, le parecía estar actuando una película de blanco y negro.
* * *
El radar del Furor detectó el objetivo a 17.000 yardas. Un A319E Atalaya que patrullaba al norte de Escocia había detectado un pequeño contacto que solo podía ser un submarino El grupo de tareas, formado por el Furor y los cuatro “sloops” del 2 SG, se dirigieron hacia su presa. Tras captarlo con el radar, los barcos siguiendo acercándose hacia su invisible objetivo, hasta que a 12.000 yardas el cañón del Furor comenzó a disparar, seguido por los del Stork y del Blankney. Cuando la distancia cayó a 7.000 yardas, la torre del U-574 era visible: había sido convertida en un amasijo de hierros por un proyectil. El buque intentaba escapar dejando un rastro de fuel; pero al ver que sus perseguidores se aproximaban, la dotación empezó a abandonarlo tras abrir los grifos de fondo.
Era el cuarto éxito del grupo.
* * *
Mucho más al sur, otro grupo de tareas, pero formado por buques mucho mayores, se acercaba a la costa enemiga. Los potentes radares de la fragata Asturias confirmaban que los cielos seguían despejados, mientras los cruceros de batalla Hood y Renown empezaban a disparar contra las baterías del cabo Cepet y de la Renardiere. Los grandes cañones habían sido saboteados por sus dotaciones francesas durante la defección de la flota, pero ahora los alemanes se afanaban en restaurarlos. Al mismo tiempo una flotilla de destructores apoyada por la fragata Santa María esperaba la salida de los submarinos alemanes que quedaban en el puerto de Tolón.
Además a Jonathan se le había roto el móvil. Viendo que las tiendas estaban vacías, lo había manejado con más cuidado que a un recién nacido, pero el puñetero se le había caído y la pantalla se había cascado. Fue a la tienda de móviles, pero no había repuestos para su Galaxy, ni siquiera de los chinos sin marca. Le ofrecieron un teléfono pero ¿quién va a pagar ochocientos pavos por un BQ?
Muerto de asco en el sofá, a Jonathan le había dado por mirar anuncios, y vio una oferta de empleo al lado de casa. Una empresa que se llamaba SENER pedía personal con habilidad manual. Ni siquiera exigía experiencia pues ofrecía cursillos de formación. Habilidad manual, pensaba en chico… con el dominio que tenía del guasap.
La cola en la oficina de la empresa era larga pero habían admitido a casi todos; básicamente, les bastaba con que tuviesen dos manos, por lo menos un ojo, y supiesen deletrear su nombre. En el cursillo les enseñaron como soldar chips a una placa base. No es que tuviesen que hacerlo; un robot lo hacía, pero los componentes se comprobaban y los que tenían defectos en las soldaduras pasaban a manos de Jonathan y muchos otros como él. Jonathan tenía que extraer el chip, poner nuevas bolas de soldadura en las patitas del procesador, encajarlo, y fundir las bolas con una pistola de aire. Con mucho cuidado y con mascarilla, porque se había vuelto a usar plomo. Cuando se enfriaban, un técnico comprobaba la reparación. Si estaba bien hecha, se cobraba una pequeña prima, que siempre venía bien.
Jonathan no estaba solo; en la fábrica también estaban varios de sus amigos y, un poco más allá, en otro taller, su padre trabajaba acoplando unas cámaras pequeñas, parecidas a las de los móviles, en las placas. A Jonathan no le terminaba de gustar que SENER no se dedicase a la telefonía sino a esos sistemas que ponían en la punta de las bombas que estaban reventando las barrigas nazis. Ya ni sabía cuántas habían pasado por las manos de Jonathan, pero eran una porrada ¡a este paso hasta podría comprarse un BQ!
* * *
Las excavadoras trabajaban en la carretera de La Junquera. Ya se habían solventado los daños de la autopista causados por los combates, pero ahora había que mejorar el lado francés. Máquinas y más máquinas trabajaban ampliando la carretera, mientras por la ruta antigua desfilaba una larga fila de camiones, que lucían letreros anunciando las cosas más variopintas pero que llevaban combustible y municiones. Tras cruzar por el paso seguían hacia el norte hasta dejar sus cargas en los grandes centros de distribución de Montpellier o Montauban; luego volvían, pero no por la misma carretera, sino por las de Port Bou o Puigcerdá.
Se habían producido algunos incidentes. Grupos de alemanes que aun rondaban por los campos habían disparado a más de un camión, y por eso los blindados vigilaban las rutas y los helicópteros las patrullaban. Pero las bandas de alemanes se estaban haciendo cada vez menos frecuentes y más timoratas, a medida que los civiles franceses las delataban; muchas habían preferido rendirse al primer español que veían que arrostrar la venganza francesa.
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¡Bergerac! ¡La patria de Cyrano! El capitán Santamaría esperaba encontrarse en cualquier esquina con Gérard Depardieu vestido de mosquetero y soltando ripios mientras atravesaba alemanes con su espada.
Bueno, de atravesar alemanes se encargaba él. La escuadrilla había dejado Santa Cilia para ocupar un aeródromo que había sido de la Luftwaffe hasta que los teutones decidieron cambiar de aires. Ahora los Chirris de la escuadrilla procuraban meterles prisas, ametrallándoles o lanzándoles bombas o napalm.
No estaban solos. Al aeródromo había llegado una escuadrilla polaca, que tripulaba P-40 de origen norteamericano. Al capitán, cada vez que veía la boca de tiburón pintada en el morro, le parecía estar actuando una película de blanco y negro.
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El radar del Furor detectó el objetivo a 17.000 yardas. Un A319E Atalaya que patrullaba al norte de Escocia había detectado un pequeño contacto que solo podía ser un submarino El grupo de tareas, formado por el Furor y los cuatro “sloops” del 2 SG, se dirigieron hacia su presa. Tras captarlo con el radar, los barcos siguiendo acercándose hacia su invisible objetivo, hasta que a 12.000 yardas el cañón del Furor comenzó a disparar, seguido por los del Stork y del Blankney. Cuando la distancia cayó a 7.000 yardas, la torre del U-574 era visible: había sido convertida en un amasijo de hierros por un proyectil. El buque intentaba escapar dejando un rastro de fuel; pero al ver que sus perseguidores se aproximaban, la dotación empezó a abandonarlo tras abrir los grifos de fondo.
Era el cuarto éxito del grupo.
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Mucho más al sur, otro grupo de tareas, pero formado por buques mucho mayores, se acercaba a la costa enemiga. Los potentes radares de la fragata Asturias confirmaban que los cielos seguían despejados, mientras los cruceros de batalla Hood y Renown empezaban a disparar contra las baterías del cabo Cepet y de la Renardiere. Los grandes cañones habían sido saboteados por sus dotaciones francesas durante la defección de la flota, pero ahora los alemanes se afanaban en restaurarlos. Al mismo tiempo una flotilla de destructores apoyada por la fragata Santa María esperaba la salida de los submarinos alemanes que quedaban en el puerto de Tolón.
Tu regere imperio fluctus Hispane memento
- urquhart
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LA FRACTURA
BURDEOS y ARGEL, FRANCIA
Felipe González Márquez presentaba sus cartas credenciales al Jefe del Gobierno Provisional de Francia, el General Charles de Gaulle. Un último servicio a España, pensó, y una ocasión de mantenerlo alejado de Ferraz...
En el msimo moemnto, la Oficina de Representación del Reino de España en Argel, cambiaba su rótulo; ahora sería el Consulado de España en Argel. Para los argelians, ya no quedaba duda, De Gaulle era finalmente el Chief... España le reconocía, al igual que los polacos libres y noruegos libres.
LONDRES, REINO UNIDO
La repentina independencia de acción polaca y noruega, respecto a Francia era una actitud, que irritaba a Reino Unido, después de todo lo que habían hecho por ellos, ahora se echaban en brazos de Madrid... Tampoco era de extrañar, Madrid trataba a polacos y noruegos libres como representantes de naciones soberanas, e iguales. Paar colmo, los pilotos noruegos iban a entrenarse en esa base cercana a donde Wellesley se convirtió en Wellington; y con aparatos con los que la todopoderosa RAF no podía ni soñar.... o sí podía y no quería... Lord Beaverbrook no lograba entender a los generales de la RAF; nada superaba al Spitfire... que se lo dijeran a los pilotos, a ver que opinaban...
CADIZ, ESPAÑA
Tras una larga travesía, llegaba a Cádiz el crucero ligero HrMs De Ruyter, buque insignia del Schout-bij-nacht Karel Doorman. Frutos de los acuerdos hispano neerlandeses, varios buques de la Flota del Reino de los Países Bajos serían dotados de modernos equipos electrónicos, y mejoras en sus defensas antiáereas y de control de daños.
Las modernizaciones se harían de forma escalonada, de forma que los holandeses mantuvieran una fuerza disuasoria en Insulindia.
Los holandeses pagarían a España mediante maderas tropicales, y una participación en la refinería de la Isla de Aruba, que sería ampliada y modernizada.
Felipe González Márquez presentaba sus cartas credenciales al Jefe del Gobierno Provisional de Francia, el General Charles de Gaulle. Un último servicio a España, pensó, y una ocasión de mantenerlo alejado de Ferraz...
En el msimo moemnto, la Oficina de Representación del Reino de España en Argel, cambiaba su rótulo; ahora sería el Consulado de España en Argel. Para los argelians, ya no quedaba duda, De Gaulle era finalmente el Chief... España le reconocía, al igual que los polacos libres y noruegos libres.
LONDRES, REINO UNIDO
La repentina independencia de acción polaca y noruega, respecto a Francia era una actitud, que irritaba a Reino Unido, después de todo lo que habían hecho por ellos, ahora se echaban en brazos de Madrid... Tampoco era de extrañar, Madrid trataba a polacos y noruegos libres como representantes de naciones soberanas, e iguales. Paar colmo, los pilotos noruegos iban a entrenarse en esa base cercana a donde Wellesley se convirtió en Wellington; y con aparatos con los que la todopoderosa RAF no podía ni soñar.... o sí podía y no quería... Lord Beaverbrook no lograba entender a los generales de la RAF; nada superaba al Spitfire... que se lo dijeran a los pilotos, a ver que opinaban...
CADIZ, ESPAÑA
Tras una larga travesía, llegaba a Cádiz el crucero ligero HrMs De Ruyter, buque insignia del Schout-bij-nacht Karel Doorman. Frutos de los acuerdos hispano neerlandeses, varios buques de la Flota del Reino de los Países Bajos serían dotados de modernos equipos electrónicos, y mejoras en sus defensas antiáereas y de control de daños.
Las modernizaciones se harían de forma escalonada, de forma que los holandeses mantuvieran una fuerza disuasoria en Insulindia.
Los holandeses pagarían a España mediante maderas tropicales, y una participación en la refinería de la Isla de Aruba, que sería ampliada y modernizada.
Tempus Fugit
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LA FRACTURA
Aunque el nombre oficial era “Grupo de Ejércitos Europa”, tanto los oficiales españoles como los aliados habían dado en llamarlo “saif”, en referencia al SHAEF, la organización aliada similar de la Segunda Guerra Mundial. Siendo Adrián el nombre del general García Martín (1), al mando del Grupo, del que todos sabían su afición por la cocina, faltó tiempo para que le apodasen “chef”.
Desde la Guerra Civil no había “Grupos de Ejércitos” en España; de hecho, el ejército español actual era eso, un ejército, con solo tres cuerpos. Pero la incorporación de fuerzas aliadas, especialmente británicas y francesas, habían obligado a formar la gran unidad. Supuso algunas discusiones que un español conservase el mando, pues los franceses aducían que se iba a luchar en suelo galo, y los ingleses que ellos estaban en guerra desde 1939 y que tenían más experiencia. Este último argumento, aducido por el embajador británico (obviamente aleccionado por Churchill), cayó por su propio peso cuando el agregado militar español preguntó al inglés sobre el empleo táctico de los drones, y el británico quedó en ridículo al decir que no sabía que tenía que ver la guerra con la apicultura.
Con todo, el “Chef” iba a tener que aguantar a dos adjuntos que, al menos, eran hombres de reconocido prestigio: el teniente general inglés Alan Brooke y el de división de Lattre de Tasigny. Las fuerzas terrestres inglesas (el recién constituido IX Cuerpo de Ejército) y francesas (el Primer Cuerpo de la Francia libre) iban a ser mandados por los generales Gott, a pesar de las protestas españolas; al menos habían aceptado que el coronel de Guindand (con el rango provisional de brigadier) pasase a ser su jefe de Estado Mayor. El general Touzet du Vigier iba a mandar el Primer Ejército francés.
Las fuerzas aliadas estaban llegando a los puertos españoles: las británicas desembarcaban primero en Bilbao y ahora en Burdeos, una vez despejadas ambas orillas del estuario de la Gironda. A Barcelona llegaban unidades francesas e inglesas procedentes de Cerdeña, donde solo iba a quedar una pequeña fuerza de ocupación para garantizar los términos del armisticio.
En cuanto llegaban a España las formaciones aliadas se preparaban para operar junto con las hispanas. Principalmente, recibieron equipos de comunicaciones perfeccionados que resultaría imposible interceptar: utilizaban un sistema de cifrado de la voz, y los oyentes no autorizados solo escucharían un galimatías. No sabían que España se reservaba los equipos más modernos de salto de frecuencia. También llegaron oficiales de enlace que dominaban el francés y el inglés.
Las fuerzas inglesas disponían de un parque móvil bastante numeroso, aunque su material blindado era ineficiente: los problemáticos tanques Matilda y Crusader, y los mejores pero poco potentes y lentos Valentine. García Martín ya imaginaba que al cuerpo inglés solo se le podrían asignar misiones secundarias.
El Primer Ejército Francés, que no contaba con el apoyo de su industria nacional, había tenido que ser equipado con armas de origen norteamericano: tanques ligeros M3 (muchos armados con obús de 75 mm en lugar del pequeño cañón de 37 mm) y medios M3 Sherman (2). Algunos de los carros medios habían sido rearmados con el cañón SB 75 de patente española, fabricado bajo licencia en Estados Unidos. También contaban con semiorugas M2 y M3.
Sin embargo, buena parte del parque móvil francés era de origen español: todoterrenos y furgonetas adquiridos en el mercado de segunda mano (en el que su valor, ridículo en los primeros meses tras la Fractura, se había disparado). Los vehículos habían sido reformados en factorías españolas, modificando la carrocería y pintándolos del socorrido verde caqui. Bastantes habían sido armados con ametralladoras y cañones sin retroceso, recordando a los “vehículos técnicos” tan queridos por las guerrillas tercermundistas de la anterior línea temporal.
Al mismo tiempo las formaciones españolas se reorganizaban. Sus vehículos de combate eran reparados y ajustados, siendo sustituidas las bajas (la mayoría por avería) por tanques Lince recién salidos de las fábricas; se trataba de la versión Lince B con motor policarburante sobrealimentado mucho más fiable que el original.
También las fuerzas aéreas se alistaban. Las escuadrillas de aviones tácticos (de motores de émbolos) se habían desplazado a aeródromos del Mediodía francés, donde se habían unido a las aliadas: no solo británicas y francesas sino también de países ocupados: noruegas, polacas, checas, holandesas. Equipadas sobre todo con aviones Hurricane y P-40, que habían sido provistos de radios y equipos IFF mejorados. También había algunos bombarderos ligeros que los españoles veían con recelo, recomendando que solo se empleasen contra objetivos poco defendidos.
(1) Inventado; si hay alguien que se llama así, me disculpo por adelantado.
(2) No confundir con el M3 Lee/Grant; se supone que con ayuda española se ha dado el salto directo a un carro con torre, aunque aun con los defectos del M3 real: por ejemplo, casco remachado en las primeras unidades.
Desde la Guerra Civil no había “Grupos de Ejércitos” en España; de hecho, el ejército español actual era eso, un ejército, con solo tres cuerpos. Pero la incorporación de fuerzas aliadas, especialmente británicas y francesas, habían obligado a formar la gran unidad. Supuso algunas discusiones que un español conservase el mando, pues los franceses aducían que se iba a luchar en suelo galo, y los ingleses que ellos estaban en guerra desde 1939 y que tenían más experiencia. Este último argumento, aducido por el embajador británico (obviamente aleccionado por Churchill), cayó por su propio peso cuando el agregado militar español preguntó al inglés sobre el empleo táctico de los drones, y el británico quedó en ridículo al decir que no sabía que tenía que ver la guerra con la apicultura.
Con todo, el “Chef” iba a tener que aguantar a dos adjuntos que, al menos, eran hombres de reconocido prestigio: el teniente general inglés Alan Brooke y el de división de Lattre de Tasigny. Las fuerzas terrestres inglesas (el recién constituido IX Cuerpo de Ejército) y francesas (el Primer Cuerpo de la Francia libre) iban a ser mandados por los generales Gott, a pesar de las protestas españolas; al menos habían aceptado que el coronel de Guindand (con el rango provisional de brigadier) pasase a ser su jefe de Estado Mayor. El general Touzet du Vigier iba a mandar el Primer Ejército francés.
Las fuerzas aliadas estaban llegando a los puertos españoles: las británicas desembarcaban primero en Bilbao y ahora en Burdeos, una vez despejadas ambas orillas del estuario de la Gironda. A Barcelona llegaban unidades francesas e inglesas procedentes de Cerdeña, donde solo iba a quedar una pequeña fuerza de ocupación para garantizar los términos del armisticio.
En cuanto llegaban a España las formaciones aliadas se preparaban para operar junto con las hispanas. Principalmente, recibieron equipos de comunicaciones perfeccionados que resultaría imposible interceptar: utilizaban un sistema de cifrado de la voz, y los oyentes no autorizados solo escucharían un galimatías. No sabían que España se reservaba los equipos más modernos de salto de frecuencia. También llegaron oficiales de enlace que dominaban el francés y el inglés.
Las fuerzas inglesas disponían de un parque móvil bastante numeroso, aunque su material blindado era ineficiente: los problemáticos tanques Matilda y Crusader, y los mejores pero poco potentes y lentos Valentine. García Martín ya imaginaba que al cuerpo inglés solo se le podrían asignar misiones secundarias.
El Primer Ejército Francés, que no contaba con el apoyo de su industria nacional, había tenido que ser equipado con armas de origen norteamericano: tanques ligeros M3 (muchos armados con obús de 75 mm en lugar del pequeño cañón de 37 mm) y medios M3 Sherman (2). Algunos de los carros medios habían sido rearmados con el cañón SB 75 de patente española, fabricado bajo licencia en Estados Unidos. También contaban con semiorugas M2 y M3.
Sin embargo, buena parte del parque móvil francés era de origen español: todoterrenos y furgonetas adquiridos en el mercado de segunda mano (en el que su valor, ridículo en los primeros meses tras la Fractura, se había disparado). Los vehículos habían sido reformados en factorías españolas, modificando la carrocería y pintándolos del socorrido verde caqui. Bastantes habían sido armados con ametralladoras y cañones sin retroceso, recordando a los “vehículos técnicos” tan queridos por las guerrillas tercermundistas de la anterior línea temporal.
Al mismo tiempo las formaciones españolas se reorganizaban. Sus vehículos de combate eran reparados y ajustados, siendo sustituidas las bajas (la mayoría por avería) por tanques Lince recién salidos de las fábricas; se trataba de la versión Lince B con motor policarburante sobrealimentado mucho más fiable que el original.
También las fuerzas aéreas se alistaban. Las escuadrillas de aviones tácticos (de motores de émbolos) se habían desplazado a aeródromos del Mediodía francés, donde se habían unido a las aliadas: no solo británicas y francesas sino también de países ocupados: noruegas, polacas, checas, holandesas. Equipadas sobre todo con aviones Hurricane y P-40, que habían sido provistos de radios y equipos IFF mejorados. También había algunos bombarderos ligeros que los españoles veían con recelo, recomendando que solo se empleasen contra objetivos poco defendidos.
(1) Inventado; si hay alguien que se llama así, me disculpo por adelantado.
(2) No confundir con el M3 Lee/Grant; se supone que con ayuda española se ha dado el salto directo a un carro con torre, aunque aun con los defectos del M3 real: por ejemplo, casco remachado en las primeras unidades.
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LA FRACTURA
GUINEA
La cacería del huído había sido dura para el brigada Oyome y sus hombres, Antonio había abandonado el río principal y se movía atravesando los afluentes y la selva hasta alcanzar la enorme verja que cerraba toda la frontera tratando de encontrar un paso.
Mientras el teniente Lasserre empujaba a sus tropas nativas, llenándolas de insultos, mientras trataba de moverse por los espesos parajes próximos a la frontera guineana.
Finalmente un hueco producido por un árbol caído sobre la barrera mostró a Antonio un punto de salida a lo lejos, por fin tras tanto esfuerzo tendría sus enormes recompensas, cuando oyó un grito.
-¡Alto a la Guardía Civil!
La cacería del huído había sido dura para el brigada Oyome y sus hombres, Antonio había abandonado el río principal y se movía atravesando los afluentes y la selva hasta alcanzar la enorme verja que cerraba toda la frontera tratando de encontrar un paso.
Mientras el teniente Lasserre empujaba a sus tropas nativas, llenándolas de insultos, mientras trataba de moverse por los espesos parajes próximos a la frontera guineana.
Finalmente un hueco producido por un árbol caído sobre la barrera mostró a Antonio un punto de salida a lo lejos, por fin tras tanto esfuerzo tendría sus enormes recompensas, cuando oyó un grito.
-¡Alto a la Guardía Civil!
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LA FRACTURA
TOKIO (JAPÓN)
El primer ministro Mitsumasa Yonai examinaba los informes y las propuestas en el Gabinete.
Estaba claro que el "incidente" había permitido una limpieza de los miembros más radicales de las Fuerzas Armadas, aunque aún había muchos militaristas en ellas, si bien ahora la facción partidaria de firmar el Eje estaba totalmente deshecha. Ciertamente unas películas de combates en Iwo Jima habían desautorizado a todos los partidarios de la superioridad del espíritu, y la carga Banzai de los golpistas había acreditado sobradamente lo absurdo y suicida de ello.
El emperador también había quedado debilitado, debiendo emitir un discurso radiado confirmando que no era una divinidad, si bien no había abdicado para no vincularlo con el "incidente".
De todas formas se había ganado tiempo, la producción petrolífera en Manchuria anunciaba el fin de la escased de combustible para el Imperio. Además parecía que en EE.UU. el lobby chino se había contenido un poco al oír rumores de que serían los comunistas los que ganarían la guerra civil; eso había suavizado el bloqueo de productos a Japón.
Y es que Japón el último mes había hecho un buen trabajo tanto contra las fuerzas nacionalistas como los comunistas, cuyo 8º Ejército de Ruta evacuaba sus bases tras sufrir muchas bajas. Si bien las órdenes eran claras: evitar caer en una guerra de guerrillas extendiendo las líneas. En estas campañas las nuevas tropas taiwanesas, coreanas y chinas del gobierno nacionalista de Nankín habían mostrado cierto éxito.
Por supuesto había muchos oficiales reacios, pero el reequipamiento llevaría tiempo, y los terratenientes en el continente y los poderosos zaibatsu habían decidido respaldar a su gobierno y a una política menos agresiva mientras Japón se preparaba.
Para empezar el Musashi y el Shinano habían sido desmantelados, y el Yamato estaba pendiente de decisión, poniéndose en gradas decenas de destructores y de nuevos portaaviones. La aviación, separada ahora del Ejército, intentaba homogeneizarse en el Ki-61 y en una versión inicial del Ki-100 como cazas, mientras la Armada trataba de fabricar el Kawanishi N1K-J que se consideraba avanzado y versiones mejores del Zero; mientras se estudiaban hacer reactores. El Ejército intentaba hacer anticarros eficaces. Pero eso aún era insuficiente.
Lo que le parecía interesante eran un arma que los agentes en España habían señalado, algo sencillo y barato, que podría ser el equivalente a lo que había supuesto el Teppo en el S. XVI (1) y que en la otra línea del tiempo se fabricaba en muchos países. Si lograsen hacerse con uno para estudiarlo.
Mientras había que hacer tiempo, negociando con España y si era necesario algunos sacrificios, pensaba, mientras leía los detalles sobre los criminales de la Guerra del Pacífico.
(1) Los japoneses tenían algunas versiones derivadas de las chinas y luego de las portuguesas, destacando la rapidez con la que se adaptaron a ellos.
El primer ministro Mitsumasa Yonai examinaba los informes y las propuestas en el Gabinete.
Estaba claro que el "incidente" había permitido una limpieza de los miembros más radicales de las Fuerzas Armadas, aunque aún había muchos militaristas en ellas, si bien ahora la facción partidaria de firmar el Eje estaba totalmente deshecha. Ciertamente unas películas de combates en Iwo Jima habían desautorizado a todos los partidarios de la superioridad del espíritu, y la carga Banzai de los golpistas había acreditado sobradamente lo absurdo y suicida de ello.
El emperador también había quedado debilitado, debiendo emitir un discurso radiado confirmando que no era una divinidad, si bien no había abdicado para no vincularlo con el "incidente".
De todas formas se había ganado tiempo, la producción petrolífera en Manchuria anunciaba el fin de la escased de combustible para el Imperio. Además parecía que en EE.UU. el lobby chino se había contenido un poco al oír rumores de que serían los comunistas los que ganarían la guerra civil; eso había suavizado el bloqueo de productos a Japón.
Y es que Japón el último mes había hecho un buen trabajo tanto contra las fuerzas nacionalistas como los comunistas, cuyo 8º Ejército de Ruta evacuaba sus bases tras sufrir muchas bajas. Si bien las órdenes eran claras: evitar caer en una guerra de guerrillas extendiendo las líneas. En estas campañas las nuevas tropas taiwanesas, coreanas y chinas del gobierno nacionalista de Nankín habían mostrado cierto éxito.
Por supuesto había muchos oficiales reacios, pero el reequipamiento llevaría tiempo, y los terratenientes en el continente y los poderosos zaibatsu habían decidido respaldar a su gobierno y a una política menos agresiva mientras Japón se preparaba.
Para empezar el Musashi y el Shinano habían sido desmantelados, y el Yamato estaba pendiente de decisión, poniéndose en gradas decenas de destructores y de nuevos portaaviones. La aviación, separada ahora del Ejército, intentaba homogeneizarse en el Ki-61 y en una versión inicial del Ki-100 como cazas, mientras la Armada trataba de fabricar el Kawanishi N1K-J que se consideraba avanzado y versiones mejores del Zero; mientras se estudiaban hacer reactores. El Ejército intentaba hacer anticarros eficaces. Pero eso aún era insuficiente.
Lo que le parecía interesante eran un arma que los agentes en España habían señalado, algo sencillo y barato, que podría ser el equivalente a lo que había supuesto el Teppo en el S. XVI (1) y que en la otra línea del tiempo se fabricaba en muchos países. Si lograsen hacerse con uno para estudiarlo.
Mientras había que hacer tiempo, negociando con España y si era necesario algunos sacrificios, pensaba, mientras leía los detalles sobre los criminales de la Guerra del Pacífico.
(1) Los japoneses tenían algunas versiones derivadas de las chinas y luego de las portuguesas, destacando la rapidez con la que se adaptaron a ellos.
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LA FRACTURA
También el mariscal Von Rundstedt intentaba preparar sus menguadas fuerzas para el siguiente asalto.
Parecía que los españoles se estaban tomando un buen respiro. Aunque proseguían el avance hacia el Loira, parecían hacerlo con fuerzas menores: habían identificado dos divisiones, la Extremadura y la Castillejos; las dos formaciones avanzaban hacia el norte desde Montauban y parecían dirigirse hacia Limoges. Inicialmente se habían movido muy deprisa, hasta dar alcance (y destruir) a los restos del panzergruppe de Von Manstein en Tulle; ahora el ritmo era más lento, pero Rundstedt no se hacía ilusiones: en cualquier momento podrían variar de ritmo. Además el mariscal contaba con muy poca información. Por sus patrullas de retaguardia (lo poco que duraban hasta que eran destruidas por los malditos helicópteros) sabía dónde no estaban los españoles, pero no por dónde iban. Al menos la radio funcionaba con bastante normalidad: los españoles estaban usando menos sus sistemas de interferencia. No necesariamente era bueno, pues no era extraño que las unidades de comunicaciones fuesen atacadas mientras emitían. Las líneas telefónicas y telegráficas funcionaban con cierta normalidad, e incluso se había podido comunicar con alguna regularidad con las avanzadas (demasiadas veces, para enterarse que españoles o franceses estaban entrando en tal o cual ciudad) y con el OKW. Al que le informaba de la situación desesperada, de la necesidad de refuerzos, combustibles y municiones. El OKW respondía con promesas de armas supersecretas que en seguida funcionarían, y con órdenes terminantes de mantener el terreno hasta el final. Por lo visto, el Führer había leído del resultado de su orden de resistir en 1941, pero no de lo que había pasado después. También habían llegado refuerzos, pero parecían una broma pesada: una división de caballería ¡a caballo!, eso sí, armado con esos Faustpatrone de los que se prometían maravillas pero que hasta el momento habían dado resultados muy malos. Al menos luego había llegado la recién creada división panzer Frundsberg. No estaba completa, pero había llegado buena parte de sus unidades motorizadas, incluyendo un batallón con cuarenta tanques Panzer IV F2.
Sin embargo, aparte de esos cuarenta Pz IV, apenas disponía de blindaje. Unas docenas de StuG, casi todos con el cañón corto de 75 mm. Unos cuantos Marder y media docena de Hornisse. Un batallón con tanques SOMUA franceses. Y prácticamente cada más. La poca infantería que tenía, aparte de ser bisoña, tenía poca artillería y aun menos municiones. Apenas tenía cañones antiaéreos: habían sido objetivo preferente de los ataques aéreos y pocos habían llegado al Loira. La movilidad de sus tropas dependía de los coches y camiones requisados a los civiles franceses; pero apenas tenía gasolina, por lo que los escasísimos vehículos que se movían con gasógeno eran muy apreciados: el mismo mariscal había reservado una docena para su estado mayor, que se desplazaba continuamente para evitar los ataques aéreos.
Los flancos de las divisiones españolas estaban cubiertos por una delgada cortina de patrullas francesas, equipadas al parecer con un batiburrillo de equipos de origen variopinto. Seguro que se descompondrían si contratacaba. Lo malo era no tener con qué. Aparte que Hasparren, Montauban y Muret ya le habían mostrado como acababan los contrataques frente a un enemigo con superioridad tecnológica. Iba a reservar sus últimos tanques para emboscar a las vanguardias españolas y retrasar su avance.
Al menos estaba gozando de cierto respiro. Era un tiempo que los aliados estaban empleando para acabar con los últimos restos de los ejércitos alemanes de los Pirineos. El desastre había sido de magnitud increíble: el mariscal no creía que se hubiesen salvado más de un 30-40% del total de los efectivos empleados… lo que significaba que se habían perdido más de un millón de soldados. Que además formaban las mejores unidades del ejército alemán. Eso era lo malo: no los soldados, que se podían reemplazar, sino las decenas de miles de oficiales y suboficiales irremplazables. Von Rundstedt dudaba que Alemania pudiese recuperarse de ese golpe. Por eso le parecía una estupidez perder a las últimas tropas entrenadas del oeste en defender una línea indefendible.
—Mariscal, tenemos noticias no confirmadas sobre un ataque con helicópteros en Moulins y en Decize.
—¿Dónde? —no le sonaban de nada esos lugares.
—Aquí, mariscal.
Los españoles habían vuelto a moverse y, de nuevo, no estaban colaborando. En lugar de seguir por Limoges hacia Tours y Orleans, estaban clavando una cuña entre sus fuerzas y las que se retiraban por el Ródano. No les había bastado con destruir medio ejército alemán en los Pirineos: querían más.
Parecía que los españoles se estaban tomando un buen respiro. Aunque proseguían el avance hacia el Loira, parecían hacerlo con fuerzas menores: habían identificado dos divisiones, la Extremadura y la Castillejos; las dos formaciones avanzaban hacia el norte desde Montauban y parecían dirigirse hacia Limoges. Inicialmente se habían movido muy deprisa, hasta dar alcance (y destruir) a los restos del panzergruppe de Von Manstein en Tulle; ahora el ritmo era más lento, pero Rundstedt no se hacía ilusiones: en cualquier momento podrían variar de ritmo. Además el mariscal contaba con muy poca información. Por sus patrullas de retaguardia (lo poco que duraban hasta que eran destruidas por los malditos helicópteros) sabía dónde no estaban los españoles, pero no por dónde iban. Al menos la radio funcionaba con bastante normalidad: los españoles estaban usando menos sus sistemas de interferencia. No necesariamente era bueno, pues no era extraño que las unidades de comunicaciones fuesen atacadas mientras emitían. Las líneas telefónicas y telegráficas funcionaban con cierta normalidad, e incluso se había podido comunicar con alguna regularidad con las avanzadas (demasiadas veces, para enterarse que españoles o franceses estaban entrando en tal o cual ciudad) y con el OKW. Al que le informaba de la situación desesperada, de la necesidad de refuerzos, combustibles y municiones. El OKW respondía con promesas de armas supersecretas que en seguida funcionarían, y con órdenes terminantes de mantener el terreno hasta el final. Por lo visto, el Führer había leído del resultado de su orden de resistir en 1941, pero no de lo que había pasado después. También habían llegado refuerzos, pero parecían una broma pesada: una división de caballería ¡a caballo!, eso sí, armado con esos Faustpatrone de los que se prometían maravillas pero que hasta el momento habían dado resultados muy malos. Al menos luego había llegado la recién creada división panzer Frundsberg. No estaba completa, pero había llegado buena parte de sus unidades motorizadas, incluyendo un batallón con cuarenta tanques Panzer IV F2.
Sin embargo, aparte de esos cuarenta Pz IV, apenas disponía de blindaje. Unas docenas de StuG, casi todos con el cañón corto de 75 mm. Unos cuantos Marder y media docena de Hornisse. Un batallón con tanques SOMUA franceses. Y prácticamente cada más. La poca infantería que tenía, aparte de ser bisoña, tenía poca artillería y aun menos municiones. Apenas tenía cañones antiaéreos: habían sido objetivo preferente de los ataques aéreos y pocos habían llegado al Loira. La movilidad de sus tropas dependía de los coches y camiones requisados a los civiles franceses; pero apenas tenía gasolina, por lo que los escasísimos vehículos que se movían con gasógeno eran muy apreciados: el mismo mariscal había reservado una docena para su estado mayor, que se desplazaba continuamente para evitar los ataques aéreos.
Los flancos de las divisiones españolas estaban cubiertos por una delgada cortina de patrullas francesas, equipadas al parecer con un batiburrillo de equipos de origen variopinto. Seguro que se descompondrían si contratacaba. Lo malo era no tener con qué. Aparte que Hasparren, Montauban y Muret ya le habían mostrado como acababan los contrataques frente a un enemigo con superioridad tecnológica. Iba a reservar sus últimos tanques para emboscar a las vanguardias españolas y retrasar su avance.
Al menos estaba gozando de cierto respiro. Era un tiempo que los aliados estaban empleando para acabar con los últimos restos de los ejércitos alemanes de los Pirineos. El desastre había sido de magnitud increíble: el mariscal no creía que se hubiesen salvado más de un 30-40% del total de los efectivos empleados… lo que significaba que se habían perdido más de un millón de soldados. Que además formaban las mejores unidades del ejército alemán. Eso era lo malo: no los soldados, que se podían reemplazar, sino las decenas de miles de oficiales y suboficiales irremplazables. Von Rundstedt dudaba que Alemania pudiese recuperarse de ese golpe. Por eso le parecía una estupidez perder a las últimas tropas entrenadas del oeste en defender una línea indefendible.
—Mariscal, tenemos noticias no confirmadas sobre un ataque con helicópteros en Moulins y en Decize.
—¿Dónde? —no le sonaban de nada esos lugares.
—Aquí, mariscal.
Los españoles habían vuelto a moverse y, de nuevo, no estaban colaborando. En lugar de seguir por Limoges hacia Tours y Orleans, estaban clavando una cuña entre sus fuerzas y las que se retiraban por el Ródano. No les había bastado con destruir medio ejército alemán en los Pirineos: querían más.
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LA FRACTURA
MOSCU (URSS)
Andréi Zhdánov, Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de toda la Unión y Presidente del Consejo de Ministros de la Unión Soviética, no estaba contento. Mantener el estalinismo sin Stalin le estaba siendo muy difícil.
El apoyo alemán le había permitido erigirse como líder frente a las demás facciones, pero había tenido que hacer componendas y purgas. Así Andrey Andreyev seguía de Presidente del Sóviet de la Unión y Kalinin de Presidente del Presidium del Sóviet Supremo. Otros como Kuznetsov y Voznesensky eliminados. Molotov relevado de su puesto. Kaganovich se mantenía en segundo plano.
El problema que tenía es que un régimen ideado sobre la base de Stalin tenía que reconvertirse a él sin parecer un segundón. Al mismo tiempo establecer el control sin tener un Beria o un Yezhov. Sencillamente a pesar de haber sido su patrón no se fíaba de Sergei Kruglov ni de Viktor Abakumov; en cuanto a Vsevolod Merkulov lo habían eliminado; ¿serían más de fiar Denisovich Ignatiev y Ivan Serov?
En cuanto a las Fuerzas Armadas estaban contra él y lo sabía, además el rearme con los nuevos supercarros de combate aún tardaría un tiempo, por lo que no sabía si aprovechar o no la situación alemana. Realmente había al menos cinco opciones: atacar a Alemania, atacar también a Rumanía (con guerra con la Entente Balcánica), fortificar la línea Molotov, fortificarse en la línea Stalin, o en caso de invasión ¿española? usar el espacio y el invierno contra su superior tecnología.
Y para colmo en Extramo Oriente Mao estaba sufriendo continuas derrotas y los japoneses fortificaban Manchuria.
Andréi Zhdánov, Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de toda la Unión y Presidente del Consejo de Ministros de la Unión Soviética, no estaba contento. Mantener el estalinismo sin Stalin le estaba siendo muy difícil.
El apoyo alemán le había permitido erigirse como líder frente a las demás facciones, pero había tenido que hacer componendas y purgas. Así Andrey Andreyev seguía de Presidente del Sóviet de la Unión y Kalinin de Presidente del Presidium del Sóviet Supremo. Otros como Kuznetsov y Voznesensky eliminados. Molotov relevado de su puesto. Kaganovich se mantenía en segundo plano.
El problema que tenía es que un régimen ideado sobre la base de Stalin tenía que reconvertirse a él sin parecer un segundón. Al mismo tiempo establecer el control sin tener un Beria o un Yezhov. Sencillamente a pesar de haber sido su patrón no se fíaba de Sergei Kruglov ni de Viktor Abakumov; en cuanto a Vsevolod Merkulov lo habían eliminado; ¿serían más de fiar Denisovich Ignatiev y Ivan Serov?
En cuanto a las Fuerzas Armadas estaban contra él y lo sabía, además el rearme con los nuevos supercarros de combate aún tardaría un tiempo, por lo que no sabía si aprovechar o no la situación alemana. Realmente había al menos cinco opciones: atacar a Alemania, atacar también a Rumanía (con guerra con la Entente Balcánica), fortificar la línea Molotov, fortificarse en la línea Stalin, o en caso de invasión ¿española? usar el espacio y el invierno contra su superior tecnología.
Y para colmo en Extramo Oriente Mao estaba sufriendo continuas derrotas y los japoneses fortificaban Manchuria.
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LA FRACTURA
Domper, L; Auset A; Bistuer M. Historia de la Fractura. Op.cit.
Tanques de la Fractura
Tras la Fractura el parque blindado español estaba reducido a 200 tanques Leopardo 2E, 100 Leopardo 2A (que estaban recuperados) y ochenta blindados Centauro. Había cierto número de tanques M60 que habían sido retirados pocos años antes y que aun no habían sido desguazados, de los que se pudieron recuperar un centenar de unidades. Aun así, cuatrocientos tanques era una fuerza demasiado escasa, que podría bastar para defender las fronteras pero no para destruir la Alemania nazi.
Se precisaba urgentemente un nuevo vehículo blindado que pudiese ser construido en fábricas españolas. Afortunadamente estas, que en el momento del salto temporal seguían entregando unidades del vehículo de combate Pizarro, y que previamente habían fabricado tanques (primero el AMX-30, luego colaborando en el Leopardo 2E), estaban capacitadas para la producción de vehículos de combate avanzados. Con todo, se esperaba encontrar dificultades en dos campos concretos: en la motorización, pues algunos componentes (como los turbocompresores) no se producían en España, y en el armamento: la factoría de Trubia fabricaba cañones de 120 y 155 mm, pero partiendo de tubos entregados por Rheinmetall.
Ninguno de los dos problemas resultó insuperable pues tanto la industria de automoción como la siderúrgica fueron capaces de entregar los componentes requeridos en un plazo de tiempo muy corto. Por tanto, el problema planteado fue más la elección del vehículo a producir, que su fabricación.
Por una parte, algunas voces recomendaban fabricar un “carro de combate medio”, de la categoría del Panzer IV, el Sherman o el T-34 (lógicamente muy mejorado), partiendo del chasis del VCI Pizarro. Este carro, que acabaría siendo el Spínola, debía llevar un nuevo cañón de 75/50 que debía diseñar Santa Bárbara y que se consideraba equivalente al del Panther de la anterior línea temporal. Sin embargo otros veían con recelo al Spínola. Incluso una futura versión mejorada solo ofrecería superioridad marginal sobre tanques que en la anterior línea temporal aparecieron antes de 1945, como el alemán Panther, los soviéticos IS-2, T-44 y T-54, el inglés Centurion o el norteamericano M26. Teniendo en cuenta que el tiempo de diseño de los componentes necesarios (armamento y motorización) no sería muy inferior al requerido por los del Spínola, recomendaban pasar directamente a construir un “main battle tank” que mantuviese su vigencia durante diez o veinte años.
Finalmente se adoptaron las dos soluciones: del más sencillo Spínola se empezaron a fabricar chasis a la espera del motor y del armamento principal. Los prototipos estuvieron disponibles en un plazo muy corto (solo cuatro meses), pero la producción en serie se retrasó ya que las entregas del armamento principal se demoraron, pues se dio prioridad a la producción de tubos de 105 mm para los tanques Lince y de 76 mm para la marina. Incluso se estuvo considerando cancelar la producción del cañón SB 75-50, pero se pensó que al cañón se le ofrecía un buen mercado de exportación. De hecho, el cañón SB 75-50 fue adoptado por el US Army como “75 mm gun M4” y producido en grandes cantidades, equipando al M3 Sherman a partir de 1942. En España los primeros Spínola fueron entregados a la escuela de carros de combate de San Gregorio, y el modelo no llegó a ser empleado en combate.
Casi simultáneamente al Spínola se inició la producción del tanque pesado Lince. Este vehículo derivaba directamente del diseñado en los años ochenta, que había llegado a una fase de definición muy avanzada. Las principales diferencias estaban en la protección y en el armamento. No se consideró necesario un cañón de 120 mm, pues el M68 de 105 mm de los tanques M60 se consideró suficiente para batir a cualquier tanque aparecido en la Segunda Guerra Mundial (en la anterior línea temporal) incluyendo a los pesados Tiger II o IS-3. El menor calibre permitía llevar más munición y facilitaba la tarea del cargador.
En lo referente a la protección, el pliego de condiciones, considerando que el nuevo tanque debiera ser superior a cualquier tanque presente o de un futuro próximo, exigía que el carro debía ser inmune en el sector frontal al cañón Kwk 43 de 88 mm, al 20 libras británico, al M3 norteamericano de 90 mm y al D-10 soviético de 100 mm. La mayor parte de esos cañones o no existían o estaban aun en fase de diseño, pero era previsible que su desarrollo se acelerase. Para ello se adoptó el blindaje compuesto diseñado para el Lince original pero aumentando su grosor. Un efecto inesperado fue que el Lince resultó tener una silueta muy parecida a la del Leopardo 2A, dificultando la identificación de las unidades.
La principal dificultad se encontró en la motorización, pues inicialmente la industria española no fue capaz de proporcionar un motor sobrealimentado de la potencia requerida, instalándose un Vector 40 de 850 HP. A partir de la unidad número 120 se instaló un Vector 45 sobrealimentado de 1,200 HP, con el que se equipó también a las unidades supervivientes del anterior modelo.
El Lince fue entregado inicialmente a la división mecanizada Extremadura, y posteriormente a los batallones de carros de combate de las divisiones mecanizadas y motorizadas de nueva creación. Sin embargo, al considerarse su coraza compuesta un secreto militar, la única formación aliada en recibirlos fue la Primera División Acorazada polaca, que los llamó Ryś. El resto de los aliados de España recibió los más sencillos (pero muy eficientes) Spínola. Solo a partir del año 1952 PF se inició la exportación del Lince a los países aliados.
Tanques de la Fractura
Tras la Fractura el parque blindado español estaba reducido a 200 tanques Leopardo 2E, 100 Leopardo 2A (que estaban recuperados) y ochenta blindados Centauro. Había cierto número de tanques M60 que habían sido retirados pocos años antes y que aun no habían sido desguazados, de los que se pudieron recuperar un centenar de unidades. Aun así, cuatrocientos tanques era una fuerza demasiado escasa, que podría bastar para defender las fronteras pero no para destruir la Alemania nazi.
Se precisaba urgentemente un nuevo vehículo blindado que pudiese ser construido en fábricas españolas. Afortunadamente estas, que en el momento del salto temporal seguían entregando unidades del vehículo de combate Pizarro, y que previamente habían fabricado tanques (primero el AMX-30, luego colaborando en el Leopardo 2E), estaban capacitadas para la producción de vehículos de combate avanzados. Con todo, se esperaba encontrar dificultades en dos campos concretos: en la motorización, pues algunos componentes (como los turbocompresores) no se producían en España, y en el armamento: la factoría de Trubia fabricaba cañones de 120 y 155 mm, pero partiendo de tubos entregados por Rheinmetall.
Ninguno de los dos problemas resultó insuperable pues tanto la industria de automoción como la siderúrgica fueron capaces de entregar los componentes requeridos en un plazo de tiempo muy corto. Por tanto, el problema planteado fue más la elección del vehículo a producir, que su fabricación.
Por una parte, algunas voces recomendaban fabricar un “carro de combate medio”, de la categoría del Panzer IV, el Sherman o el T-34 (lógicamente muy mejorado), partiendo del chasis del VCI Pizarro. Este carro, que acabaría siendo el Spínola, debía llevar un nuevo cañón de 75/50 que debía diseñar Santa Bárbara y que se consideraba equivalente al del Panther de la anterior línea temporal. Sin embargo otros veían con recelo al Spínola. Incluso una futura versión mejorada solo ofrecería superioridad marginal sobre tanques que en la anterior línea temporal aparecieron antes de 1945, como el alemán Panther, los soviéticos IS-2, T-44 y T-54, el inglés Centurion o el norteamericano M26. Teniendo en cuenta que el tiempo de diseño de los componentes necesarios (armamento y motorización) no sería muy inferior al requerido por los del Spínola, recomendaban pasar directamente a construir un “main battle tank” que mantuviese su vigencia durante diez o veinte años.
Finalmente se adoptaron las dos soluciones: del más sencillo Spínola se empezaron a fabricar chasis a la espera del motor y del armamento principal. Los prototipos estuvieron disponibles en un plazo muy corto (solo cuatro meses), pero la producción en serie se retrasó ya que las entregas del armamento principal se demoraron, pues se dio prioridad a la producción de tubos de 105 mm para los tanques Lince y de 76 mm para la marina. Incluso se estuvo considerando cancelar la producción del cañón SB 75-50, pero se pensó que al cañón se le ofrecía un buen mercado de exportación. De hecho, el cañón SB 75-50 fue adoptado por el US Army como “75 mm gun M4” y producido en grandes cantidades, equipando al M3 Sherman a partir de 1942. En España los primeros Spínola fueron entregados a la escuela de carros de combate de San Gregorio, y el modelo no llegó a ser empleado en combate.
Casi simultáneamente al Spínola se inició la producción del tanque pesado Lince. Este vehículo derivaba directamente del diseñado en los años ochenta, que había llegado a una fase de definición muy avanzada. Las principales diferencias estaban en la protección y en el armamento. No se consideró necesario un cañón de 120 mm, pues el M68 de 105 mm de los tanques M60 se consideró suficiente para batir a cualquier tanque aparecido en la Segunda Guerra Mundial (en la anterior línea temporal) incluyendo a los pesados Tiger II o IS-3. El menor calibre permitía llevar más munición y facilitaba la tarea del cargador.
En lo referente a la protección, el pliego de condiciones, considerando que el nuevo tanque debiera ser superior a cualquier tanque presente o de un futuro próximo, exigía que el carro debía ser inmune en el sector frontal al cañón Kwk 43 de 88 mm, al 20 libras británico, al M3 norteamericano de 90 mm y al D-10 soviético de 100 mm. La mayor parte de esos cañones o no existían o estaban aun en fase de diseño, pero era previsible que su desarrollo se acelerase. Para ello se adoptó el blindaje compuesto diseñado para el Lince original pero aumentando su grosor. Un efecto inesperado fue que el Lince resultó tener una silueta muy parecida a la del Leopardo 2A, dificultando la identificación de las unidades.
La principal dificultad se encontró en la motorización, pues inicialmente la industria española no fue capaz de proporcionar un motor sobrealimentado de la potencia requerida, instalándose un Vector 40 de 850 HP. A partir de la unidad número 120 se instaló un Vector 45 sobrealimentado de 1,200 HP, con el que se equipó también a las unidades supervivientes del anterior modelo.
El Lince fue entregado inicialmente a la división mecanizada Extremadura, y posteriormente a los batallones de carros de combate de las divisiones mecanizadas y motorizadas de nueva creación. Sin embargo, al considerarse su coraza compuesta un secreto militar, la única formación aliada en recibirlos fue la Primera División Acorazada polaca, que los llamó Ryś. El resto de los aliados de España recibió los más sencillos (pero muy eficientes) Spínola. Solo a partir del año 1952 PF se inició la exportación del Lince a los países aliados.
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