VARIAS LOCALIZACIONES
Aeropuerto de Manises
Dos docenas de helicópteros esperaban frente al hangar de mantenimiento. La mayor parte procedían de SASEMAR e INAER, y correspondían a los modelos AW139, y S76C. No mucho después del amanecer aparecieron ochenta trabajadores pertenecientes a Indra que se dividieron en equipos para dirigirse a los magníficos helicópteros. Sin apenas tiempo disponible el ministerio de defensa había solicitado equipar a estos aparatos con medios de lucha antisubmarina, para lo que se iba a instalar un equipo de infrarrojos de barrido frontal, un radar, y un sonar de inmersión.
Por desgracia aún no había capacidad para instalar lanzador de sonoboyas o equipos de armas y torpedos, eso quedaría para una segunda modernización cuando se desarrollasen dichas armas y equipos, pero estaba propuesto.
Algún punto al Este de Norfolk, cerca de la costa americana
A bordo del avión conocido como Santiago, el 707 de vigilancia electrónica del Ejército del Aire, la tripulación se empleaba a fondo para captar las transmisiones de la flota americana anclada en la cercana base naval de Norfolk, aunque a decir verdad el desnivel tecnológico era tal que aquellas emisoras sin salto de frecuencia ni codificación no suponían ningún esfuerzo a los miembros del equipo. Por supuesto los mensajes estaban encriptados manualmente, pero no con los actuales medios informáticos y expertos en estos trabajos no debería ser difícil desencriptarlos en cuanto regresasen a España.
Mientras seguían volando el comandante Chamorro siguió con sus equipos de inteligencia de imágenes IMINT, observando con detenimiento la rada de Norfolk y las decenas de buques allí reunidos. O mucho se equivocaba o los americanos habían reunido toda su flota en aquel lugar, media docena de portaaviones y muchos más acorazados, cruceros y decenas de destructores esperaban las ordenes mientras parecía haber mucho movimiento a su alrededor. Un vistazo más detallado le permitió observar la ausencia casi total de submarinos. Una mala noticia pues eran un arma eminentemente ofensiva. Debían comunicarlo a España de inmediato antes de seguir con su misión.
Costa de Castellón
El submarino Durbo se atrevió a emerger frente a la costa española a la que se había acercado durante el día. Rápidamente su comandante, el teniente Armando Acanfora subió a cubierta y desde allí en plena noche dirigió el submarino los últimos metros de aproximación hasta el objeto que esa mañana había llamado su atención.
No tardo en acercarse lo suficiente para poder distinguir aun en la oscuridad lo que parecían dos tuberías que describían un círculo sobre la superficie y de las que pendían grandes redes. A una orden suya los marineros Paolo y Vito saltaron a los tubos que soportaron su peso sin problemas, y se tras afianzarse empezaron a andar cada uno en un sentido, regresando menos de tres minutos después. El círculo no tendría más que un par de decenas de metros de diámetro, y aunque aún no sabían para qué servía, informaron que había más círculos detrás de este y en sus laterales.
Armando se decidió a arriesgarse y encender dos focos para iluminar la superficie del agua. Fue entonces cuando divisaron cientos sino miles de spigolas nadando libremente entre aquellas redes que descendían de los círculos. Los españoles habían construido granjas marinas, solo podía ser eso. Tras decidir que esa información valía tanto como el hundimiento de un mercante enemigo, Armando ordeno sacar fotografías a toda la instalación y documentar su uso. Algunos de sus hombres incluso pescaron con facilidad varios pescados para cenar comer al día siguiente.
Era hora de regresar a Italia…
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Gaspacher
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A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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Gaspacher
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LA FRACTURA
NORFOLK, 13 de marzo 2016/09 septiembre 1940
—Entonces, ¿Es España un peligro o no? —Quiso saber Frank Knox, secretario de la Marina de los EEUU a los almirantes con los que se había reunido.
—Por supuesto lo es. —Respondió el almirante Nimitz, comandante de la oficina de navegación. —Aunque desde hace unos días no sabemos nada de España pues hemos perdido todos nuestros agentes, y el propio embajador ha aparecido en Lisboa por sorpresa, posiblemente drogado y expulsado por los españoles, es evidente que tienen unas capacidades desconocidas para nosotros.
— ¿Entonces dan verosimilitud a las historias que nos han contado los ingleses? —Preguntó Knox.
—Hay pocas dudas de ello. —Intervino el almirante Richardson, comandante de la flota del Pacifico ahora emplazada en la rada de Norfolk, a unas yardas de allí. —Sabemos que han tenido varios encontronazos en los que los británicos han salido muy mal parados pese a la superioridad de sus fuerzas.
La situación es tan mala que los propios británicos se han visto obligados a anular los Navy Certs sobre los buques españoles, algo asombroso si se tiene en cuenta la gran superioridad naval de la Royal Navy. Que sepamos los españoles no tienen más buques, pero parecen tener unas armas asombrosas y muy superiores a aquello que conocemos.
— ¿Hemos podido confirmar esto último? —Interrogo Knox.
—Así es, señor secretario. —Dijo el almirante Hewitt. —Nuestros agentes han divisado en varias ocasiones aviones españoles patrullando las aguas tan lejos de España como las islas Azores.
—¿Preparan una invasión de Portugal? —Dijo Knox
—Es posible, pero sin agentes en España no podemos saberlo, y el embajador aún no ha podido regresar a España pues han cerrado sus fronteras. —Respondió Hewitt. —Lo que sí sabemos es que incluso nosotros hemos sido espiados, pues un avión de grandes dimensiones con la librea española voló hasta aquí ayer, y aunque no sobrevoló esta base, si voló a unas veinte millas de nuestra costa durante casi una hora. Aun es más, volaba a más de doce mil pies y lo hacía tan rápido que nuestros cazas fueron dejados atrás sin problemas.
— ¿Era un bombardero? —Preguntó preocupado al constatar que España debía tener bombarderos capaces de llegar a América, un pesadilla hecha realidad, un arma de pesadilla con la que Hitler debía soñar…
—Por tamaño y forma es posible, aunque nuestros pilotos no pudieron ver torres defensivas, lo extraño es que estaba pintado de blanco y rojo y no de un color militar. Tal vez sea solo un prototipo.
—Señor secretario. —Intervino el almirante Spruance, comandante del 10º Distrito naval con base en Puerto Rico. —Hay un dato que es desconocido pero que hemos observado desde Puerto Rico. Hemos localizado al menos un objeto orbital desconocido cuya existencia trataremos de confirmar desde nuestros observatorios astronómicos.
—¡EXTRATERRESTRES! —Se le escapó al secretario que empezó a pensar en el programa de Orson Wells de unos años atrás…
—Entonces, ¿Es España un peligro o no? —Quiso saber Frank Knox, secretario de la Marina de los EEUU a los almirantes con los que se había reunido.
—Por supuesto lo es. —Respondió el almirante Nimitz, comandante de la oficina de navegación. —Aunque desde hace unos días no sabemos nada de España pues hemos perdido todos nuestros agentes, y el propio embajador ha aparecido en Lisboa por sorpresa, posiblemente drogado y expulsado por los españoles, es evidente que tienen unas capacidades desconocidas para nosotros.
— ¿Entonces dan verosimilitud a las historias que nos han contado los ingleses? —Preguntó Knox.
—Hay pocas dudas de ello. —Intervino el almirante Richardson, comandante de la flota del Pacifico ahora emplazada en la rada de Norfolk, a unas yardas de allí. —Sabemos que han tenido varios encontronazos en los que los británicos han salido muy mal parados pese a la superioridad de sus fuerzas.
La situación es tan mala que los propios británicos se han visto obligados a anular los Navy Certs sobre los buques españoles, algo asombroso si se tiene en cuenta la gran superioridad naval de la Royal Navy. Que sepamos los españoles no tienen más buques, pero parecen tener unas armas asombrosas y muy superiores a aquello que conocemos.
— ¿Hemos podido confirmar esto último? —Interrogo Knox.
—Así es, señor secretario. —Dijo el almirante Hewitt. —Nuestros agentes han divisado en varias ocasiones aviones españoles patrullando las aguas tan lejos de España como las islas Azores.
—¿Preparan una invasión de Portugal? —Dijo Knox
—Es posible, pero sin agentes en España no podemos saberlo, y el embajador aún no ha podido regresar a España pues han cerrado sus fronteras. —Respondió Hewitt. —Lo que sí sabemos es que incluso nosotros hemos sido espiados, pues un avión de grandes dimensiones con la librea española voló hasta aquí ayer, y aunque no sobrevoló esta base, si voló a unas veinte millas de nuestra costa durante casi una hora. Aun es más, volaba a más de doce mil pies y lo hacía tan rápido que nuestros cazas fueron dejados atrás sin problemas.
— ¿Era un bombardero? —Preguntó preocupado al constatar que España debía tener bombarderos capaces de llegar a América, un pesadilla hecha realidad, un arma de pesadilla con la que Hitler debía soñar…
—Por tamaño y forma es posible, aunque nuestros pilotos no pudieron ver torres defensivas, lo extraño es que estaba pintado de blanco y rojo y no de un color militar. Tal vez sea solo un prototipo.
—Señor secretario. —Intervino el almirante Spruance, comandante del 10º Distrito naval con base en Puerto Rico. —Hay un dato que es desconocido pero que hemos observado desde Puerto Rico. Hemos localizado al menos un objeto orbital desconocido cuya existencia trataremos de confirmar desde nuestros observatorios astronómicos.
—¡EXTRATERRESTRES! —Se le escapó al secretario que empezó a pensar en el programa de Orson Wells de unos años atrás…
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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urquhart
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LA FRACTURA
BASE AÉREA DE TALAVERA, 14 DE MARZO DE 2016, 9 DE SEPTIEMBRE DE 1940.
Ya había sido alucinante conocer la Melilla de 2016; y tomar un vuelo en aquel transporte tan diferente al obícuo Ju52 del Ejército del Aire que él conocía.
Al Teniente Lucas no le había sido difícil aceptar la nueva situación. Sevillano de 19 años, monárquico por tradición familiar, aunque sin afiliación política conocida en 1936, había entrado en la Aviación Nacional en 1937, más por sus ansias de volar que por las de combatir.
Alférez provisional gracias a los contactos de su familia en la Sevilla de Queipo, y tras un curso avanzado, volaría los CR-32; para a principios de 1939 iniciarse en el He 112 tras la fusión de los grupos 2-G-3 y 3-G-3 ya como Teniente por méritos de guerra. Tras la Victoria, y decide continuar volando en el nuevo Ejército del Aire y convertirse en oficial de carrera; para acabar destinado en Nador en el 27 Grupo de Caza del Regimiento Mixto nº2 volando los He 112 que ya conocía (1)
Lucas había sido uno de los pocos aviadores de Nador que inmediatamente se habían puesto a las ordenes de aquellos militares del futuro que habían aparecido ante su base con una extraña historia, de una España sin Franco y con un Rey; y que venían dispuestos a hacerse con los He 112 y G50 para llevarlos a la Península. Además ofrecían a los allí destinados continuar sus carreras jurando una Cosntitución y lealtad al nuevo Rey... quienes no lo hicieran, serían licenciados.
Tras unos días en Melilla, y otros en Málaga; y sufrir un regimen de aislamiento, sin acceso ni a los diarios ni a la radio, solo a libros de la literartura clásica; aunque bien tratado, y con variados menús que no recordaba desde aquel julio del 36. Por fin recibía ordenes y un nuevo destino. Otro vuelo, para aparecer en Talavera.
Todo aquello que veía era inimaginable... aquellos aviones volaban sin hélice... con los que había sido trasladado... parecían impulsados por un cohete...
En el despacho del Coronel Jefe del Ala 23 recibió cumplido informe de su nueva misión. Enseñaría a pilotos de 2016 a volar en las máquinas de 1940; así como todas las tácticas aprendidas de italianos y alemanes y a enfrentarse a ellas, con todo tipo de aparatos. También pilotaría el He 112 para que técnicos y científicos pudieran conocer las características asociadas a los motores tanto del Heinkel como del Fiat G50. Lucas quedaba bajo el mando único y directo del Coronel, y para evitar cualquier malentendido, aun manteniendo su empleo; vestiría ropas de tarea sin insignias.
Como bienvendida al Ala 23, disfrutaría de un primer vuelo en uno de aquellos aparatos.... a los que debería enfrentarse virtualmente...
Antes de retirarse, Lucas fue informado que en breve, pilotos y mecánicos de su Grupo se incorporarían al Ala 23. No todos.... algunos habían preferido mantenerse fieles a un sistema que ya no existía; y disfrutarían de un buen retiro... no debía preocuparse por sus antiguos compañeros, y por supuesto la comunicación con ellos sería de momento imposible.
(1) http://www.manupedia.com.es/manupedia_0001c4.htm
Ya había sido alucinante conocer la Melilla de 2016; y tomar un vuelo en aquel transporte tan diferente al obícuo Ju52 del Ejército del Aire que él conocía.
Al Teniente Lucas no le había sido difícil aceptar la nueva situación. Sevillano de 19 años, monárquico por tradición familiar, aunque sin afiliación política conocida en 1936, había entrado en la Aviación Nacional en 1937, más por sus ansias de volar que por las de combatir.
Alférez provisional gracias a los contactos de su familia en la Sevilla de Queipo, y tras un curso avanzado, volaría los CR-32; para a principios de 1939 iniciarse en el He 112 tras la fusión de los grupos 2-G-3 y 3-G-3 ya como Teniente por méritos de guerra. Tras la Victoria, y decide continuar volando en el nuevo Ejército del Aire y convertirse en oficial de carrera; para acabar destinado en Nador en el 27 Grupo de Caza del Regimiento Mixto nº2 volando los He 112 que ya conocía (1)
Lucas había sido uno de los pocos aviadores de Nador que inmediatamente se habían puesto a las ordenes de aquellos militares del futuro que habían aparecido ante su base con una extraña historia, de una España sin Franco y con un Rey; y que venían dispuestos a hacerse con los He 112 y G50 para llevarlos a la Península. Además ofrecían a los allí destinados continuar sus carreras jurando una Cosntitución y lealtad al nuevo Rey... quienes no lo hicieran, serían licenciados.
Tras unos días en Melilla, y otros en Málaga; y sufrir un regimen de aislamiento, sin acceso ni a los diarios ni a la radio, solo a libros de la literartura clásica; aunque bien tratado, y con variados menús que no recordaba desde aquel julio del 36. Por fin recibía ordenes y un nuevo destino. Otro vuelo, para aparecer en Talavera.
Todo aquello que veía era inimaginable... aquellos aviones volaban sin hélice... con los que había sido trasladado... parecían impulsados por un cohete...
En el despacho del Coronel Jefe del Ala 23 recibió cumplido informe de su nueva misión. Enseñaría a pilotos de 2016 a volar en las máquinas de 1940; así como todas las tácticas aprendidas de italianos y alemanes y a enfrentarse a ellas, con todo tipo de aparatos. También pilotaría el He 112 para que técnicos y científicos pudieran conocer las características asociadas a los motores tanto del Heinkel como del Fiat G50. Lucas quedaba bajo el mando único y directo del Coronel, y para evitar cualquier malentendido, aun manteniendo su empleo; vestiría ropas de tarea sin insignias.
Como bienvendida al Ala 23, disfrutaría de un primer vuelo en uno de aquellos aparatos.... a los que debería enfrentarse virtualmente...
Antes de retirarse, Lucas fue informado que en breve, pilotos y mecánicos de su Grupo se incorporarían al Ala 23. No todos.... algunos habían preferido mantenerse fieles a un sistema que ya no existía; y disfrutarían de un buen retiro... no debía preocuparse por sus antiguos compañeros, y por supuesto la comunicación con ellos sería de momento imposible.
(1) http://www.manupedia.com.es/manupedia_0001c4.htm
Tempus Fugit
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LA FRACTURA
Berlín,Tirpitzufer 74–76
Wilhelm Canaris estaba preocupado. Mucho. Llevaba varios días sin poder contactar con sus agentes en España. Nadie respondía a sus mensajes de todo tipo enviados a Madrid y a sus principales agentes en España. No respondía ninguno de ellos, ni siquiera el que controlaba Gibraltar, que tenía una red de unos quince "reclutados", algunos de ellos de dudosa catadura moral, y por lo tanto muy receptivos al soborno.
En sus manos tenía un informe mecanografiado sobre su vida y muerte, pero lo preocupante eran los informes contradictorios recibidos de dos de sus agentes infiltrados en las SS.
Uno de ellos, bien situado cerca de "Sepp" Dietrich, le había enviado varias hojas de varias personalidades del III Reich. Heydrich, Himmler, Raeder (del que sabía que había recibido una bronca de aúpa del Führer por el informe acerca de la capacidad de los dos buques españoles que habían forzado su salida del puerto de Bergen sin atender a razones ni requerimientos de ninguna clase).
Lo que le preocupaba era el segundo informe, según el cual Himmler se había escabullido como quien no quiere la cosa de sus guardaespaldas, salvo los de su círculo íntimo (a sueldo de Heydrich y suyo la mayoría), y se había dirigido a la frontera española, para volver, horas después, con una expresión que su informante había calificado de "alucinada". Según le comunicaron después, creía que los españoles habían sido reemplazados por los guías espirituales de los antiguos germanos.
Sus pensamientos acerca del tema (nada halagüeños hacia uno de los hombres más temidos del Reich) se vieron interrumpidos por una llamada a la puerta. A continuación, su ayudante hizo entrar al más temido: Reinhard Heydrich que se había traído a un acompañante: Walter Schnellenberg.
- Muy bien capitán, que nadie nos interrumpa.
- Sí, Herr Admiral.
- ¿Qué te traes entre manos Maquiavelo?
- Enseguida lo veréis ambos. Primero una pregunta. ¿Sabéis algo de lo que sucede al Sur de los Pirineos?
Tras mirarse entre ellos, y ante el gesto de Heydrich, Shnellenberg movió la cabeza negando.
- Pues ya somos tres. Otra cosa ¿alguno se cree las historias que le han contado a Himmler?
Las sonrisas burlonas fueron respuesta suficiente para Canaris, que entregó dos informes a cada uno de sus interlocutores. Notó en el acto cuando llegaron a las partes jugosas del informe: la invasión de la URSS, el desastre ante Moscú, las batallas a lo largo del mundo, la entrada americana en la guerra, el asesinato de Heydrich...
- Siempre hemos rivalizado por recursos, hombres, quien presenta qué al Führer... Me temo que esta vez hemos de cooperar, al menos hasta que logremos instalar una nueva red de agentes en España. Esto procede del extraño aparato que un simpatizante español llamado Jaume tiene en París. Creo que los españoles han intentado hacerse con él, pero lo que me aterra es que sea cierto.
- ¿Porqué? - intervino Heydrich - Al saber esto - dijo agitando el informe - ya podemos evitarlo, nos preparamos contra los soviéticos, yo cambio mi rutina en Praga y...
- No lo sé - dijo Schnellenberg - todo esto me suena a un cuento chino de esa pseudociencia judía de la física teórica.
- Sea lo que sea - dijo Canaris- debemos reaccionar rápido y saber si debemos temer a los españoles o éstos pueden sernos de alguna utilidad.
Heydrich a su vez preguntó a su interlocutor:
- ¿Sólo has recibido esto de tu agente? Creía que era mas hábil - Canaris, sin acusar la pulla, asintió - De acuerdo entonces. Aprovecharemos que los españoles nos piden a esos untermensch para infiltrar a varios agentes. Llevarán unas nuevas emisoras de radio que tienen el suficiente alcance para llegar hasta nuestra estación en París.
- Espero que sea suficiente para saber que ocurre y que no sean necesarias medidas más drásticas.
- ¿Invadir España? - Canaris negaba con la cabeza - Ése sería el peor error que podríamos cometer. Los españoles sólo adoran una cosa más que discutir y pelear entre ellos: que alguien se meta en su tierra sin ser invitado. Algunos nos ayudarán, cierto, pero apenas controlaremos el suelo que pisamos y les daríamos a los ingleses una base excelente en Europa. Esperemos que no sea necesario.
Wilhelm Canaris estaba preocupado. Mucho. Llevaba varios días sin poder contactar con sus agentes en España. Nadie respondía a sus mensajes de todo tipo enviados a Madrid y a sus principales agentes en España. No respondía ninguno de ellos, ni siquiera el que controlaba Gibraltar, que tenía una red de unos quince "reclutados", algunos de ellos de dudosa catadura moral, y por lo tanto muy receptivos al soborno.
En sus manos tenía un informe mecanografiado sobre su vida y muerte, pero lo preocupante eran los informes contradictorios recibidos de dos de sus agentes infiltrados en las SS.
Uno de ellos, bien situado cerca de "Sepp" Dietrich, le había enviado varias hojas de varias personalidades del III Reich. Heydrich, Himmler, Raeder (del que sabía que había recibido una bronca de aúpa del Führer por el informe acerca de la capacidad de los dos buques españoles que habían forzado su salida del puerto de Bergen sin atender a razones ni requerimientos de ninguna clase).
Lo que le preocupaba era el segundo informe, según el cual Himmler se había escabullido como quien no quiere la cosa de sus guardaespaldas, salvo los de su círculo íntimo (a sueldo de Heydrich y suyo la mayoría), y se había dirigido a la frontera española, para volver, horas después, con una expresión que su informante había calificado de "alucinada". Según le comunicaron después, creía que los españoles habían sido reemplazados por los guías espirituales de los antiguos germanos.
Sus pensamientos acerca del tema (nada halagüeños hacia uno de los hombres más temidos del Reich) se vieron interrumpidos por una llamada a la puerta. A continuación, su ayudante hizo entrar al más temido: Reinhard Heydrich que se había traído a un acompañante: Walter Schnellenberg.
- Muy bien capitán, que nadie nos interrumpa.
- Sí, Herr Admiral.
- ¿Qué te traes entre manos Maquiavelo?
- Enseguida lo veréis ambos. Primero una pregunta. ¿Sabéis algo de lo que sucede al Sur de los Pirineos?
Tras mirarse entre ellos, y ante el gesto de Heydrich, Shnellenberg movió la cabeza negando.
- Pues ya somos tres. Otra cosa ¿alguno se cree las historias que le han contado a Himmler?
Las sonrisas burlonas fueron respuesta suficiente para Canaris, que entregó dos informes a cada uno de sus interlocutores. Notó en el acto cuando llegaron a las partes jugosas del informe: la invasión de la URSS, el desastre ante Moscú, las batallas a lo largo del mundo, la entrada americana en la guerra, el asesinato de Heydrich...
- Siempre hemos rivalizado por recursos, hombres, quien presenta qué al Führer... Me temo que esta vez hemos de cooperar, al menos hasta que logremos instalar una nueva red de agentes en España. Esto procede del extraño aparato que un simpatizante español llamado Jaume tiene en París. Creo que los españoles han intentado hacerse con él, pero lo que me aterra es que sea cierto.
- ¿Porqué? - intervino Heydrich - Al saber esto - dijo agitando el informe - ya podemos evitarlo, nos preparamos contra los soviéticos, yo cambio mi rutina en Praga y...
- No lo sé - dijo Schnellenberg - todo esto me suena a un cuento chino de esa pseudociencia judía de la física teórica.
- Sea lo que sea - dijo Canaris- debemos reaccionar rápido y saber si debemos temer a los españoles o éstos pueden sernos de alguna utilidad.
Heydrich a su vez preguntó a su interlocutor:
- ¿Sólo has recibido esto de tu agente? Creía que era mas hábil - Canaris, sin acusar la pulla, asintió - De acuerdo entonces. Aprovecharemos que los españoles nos piden a esos untermensch para infiltrar a varios agentes. Llevarán unas nuevas emisoras de radio que tienen el suficiente alcance para llegar hasta nuestra estación en París.
- Espero que sea suficiente para saber que ocurre y que no sean necesarias medidas más drásticas.
- ¿Invadir España? - Canaris negaba con la cabeza - Ése sería el peor error que podríamos cometer. Los españoles sólo adoran una cosa más que discutir y pelear entre ellos: que alguien se meta en su tierra sin ser invitado. Algunos nos ayudarán, cierto, pero apenas controlaremos el suelo que pisamos y les daríamos a los ingleses una base excelente en Europa. Esperemos que no sea necesario.
- “El sueño de la razón produce monstruos”. Francisco de Goya.
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Domper
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LA FRACTURA
El Atlantic Clipper amerizó en las calmadas aguas de la ría de Pontevedra, y se dirigió a las instalaciones de la Escuela Naval Militar, donde amarró en una boya preparada al efecto. Una lancha se acercó al hidro —grande para la época pero que apneas estaba llamando la atención— y recogió a un grupo de pasajeros, vestidos de civil, aunque la agilidad con la que uno de ellos saltó a la embarcación denotaba que las cosas del mar no es eran ajenas.
Los recién llegados fueron conducidos hasta una hilera de vehículos, que les condijeron al cercano aeropuerto de Vigo. Ahí montaron en uno de los CRJ 200 de Air Nostrum que habían sido adquiridos por el Ministerio de Defensa, que los llevó hasta la base aérea de Torrejón de Ardoz. Allí fueron recogidos por otros vehículos que transportaron a la delegación a un hotelito de las afueras de la capital. Se les indicó que, provisionalmente, no podrían abandonar el lugar, y que un intento de burlar la vigilancia podría llevar a la ruptura de los contactos.
* * *
En Manises los curiosos vieron, con asombro, como un obsoleto trimotor, un Savoia Marchetti SM.75, aterrizaba en la larga pista y carreteaba hasta la terminal, pareciendo una avioneta al lado de un enorme Boeing 767. Sus ocupantes volaron hasta la capital en otro CRJ, y fueron alojados en otro hotel. Igualmente, una delegación británica llegó procedente de Santander, donde los había llevado un cuatrimotor Armstrong Whitworth Ensign; si pensaban mostrar la pujanza de la industria británica, la comparación con un Airbus 340 que vieron en Torrejón —del que se estaba estudiando su conversión en avión de reconocimiento— dejó las ínfulas británicas en su justo lugar.
Un grupo alemán fue recogido en el puente internacional de Irún (que había tenido que ser apuntalado) y trasladado hasta el cercano aeropuerto de San Sebastián, donde los recogió otro avión. Durante su corto recorrido pudieron ver las enormes autopistas que conectaban el norte de España con la frontera. Ideales para tanques.
* * *
En el Departamento de Física Teórica de la Universidad de Valencia un joven becario trabajaba con una extraña hipótesis. La Fractura solo había afectado a personas con nacionalidad española, lo que solo podía tener dos explicaciones. O la magia existía —algo que el becario se resistía a creer— o existía un campo completamente nuevo de la física en el que el pensamiento tenía tanta importancia como la interacción fuerte o el electromagnetismo.
* * *
El Pabellón E del Hospital de Navarra, obra modernista de Víctor Epalza, había sido desalojado para pasar a ser el centro de aislamiento para enfermos y contactos de viruela. Desde el primer caso, otros siete pacientes habían ingresado con síntomas compatibles con la enfermedad. Casi un centenar de contactos permanecían aislados. Pero, aunque aun era demasiado pronto para asegurarlo, las tempranas medidas de restricción de movimientos y de inmunización parecían haber controlado el brote.
* * *
En los pasos pirenaicos se estaban concentrando cientos de vehículos de construcción, que estaban paralizados desde el fin de la burbuja inmobiliaria. Bajo la dirección de ingenieros militares comenzaron la excavación de fosos, refugios y posiciones cubiertas para tanques. Tanques que estaban llegando en largos convoyes.
Los recién llegados fueron conducidos hasta una hilera de vehículos, que les condijeron al cercano aeropuerto de Vigo. Ahí montaron en uno de los CRJ 200 de Air Nostrum que habían sido adquiridos por el Ministerio de Defensa, que los llevó hasta la base aérea de Torrejón de Ardoz. Allí fueron recogidos por otros vehículos que transportaron a la delegación a un hotelito de las afueras de la capital. Se les indicó que, provisionalmente, no podrían abandonar el lugar, y que un intento de burlar la vigilancia podría llevar a la ruptura de los contactos.
* * *
En Manises los curiosos vieron, con asombro, como un obsoleto trimotor, un Savoia Marchetti SM.75, aterrizaba en la larga pista y carreteaba hasta la terminal, pareciendo una avioneta al lado de un enorme Boeing 767. Sus ocupantes volaron hasta la capital en otro CRJ, y fueron alojados en otro hotel. Igualmente, una delegación británica llegó procedente de Santander, donde los había llevado un cuatrimotor Armstrong Whitworth Ensign; si pensaban mostrar la pujanza de la industria británica, la comparación con un Airbus 340 que vieron en Torrejón —del que se estaba estudiando su conversión en avión de reconocimiento— dejó las ínfulas británicas en su justo lugar.
Un grupo alemán fue recogido en el puente internacional de Irún (que había tenido que ser apuntalado) y trasladado hasta el cercano aeropuerto de San Sebastián, donde los recogió otro avión. Durante su corto recorrido pudieron ver las enormes autopistas que conectaban el norte de España con la frontera. Ideales para tanques.
* * *
En el Departamento de Física Teórica de la Universidad de Valencia un joven becario trabajaba con una extraña hipótesis. La Fractura solo había afectado a personas con nacionalidad española, lo que solo podía tener dos explicaciones. O la magia existía —algo que el becario se resistía a creer— o existía un campo completamente nuevo de la física en el que el pensamiento tenía tanta importancia como la interacción fuerte o el electromagnetismo.
* * *
El Pabellón E del Hospital de Navarra, obra modernista de Víctor Epalza, había sido desalojado para pasar a ser el centro de aislamiento para enfermos y contactos de viruela. Desde el primer caso, otros siete pacientes habían ingresado con síntomas compatibles con la enfermedad. Casi un centenar de contactos permanecían aislados. Pero, aunque aun era demasiado pronto para asegurarlo, las tempranas medidas de restricción de movimientos y de inmunización parecían haber controlado el brote.
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En los pasos pirenaicos se estaban concentrando cientos de vehículos de construcción, que estaban paralizados desde el fin de la burbuja inmobiliaria. Bajo la dirección de ingenieros militares comenzaron la excavación de fosos, refugios y posiciones cubiertas para tanques. Tanques que estaban llegando en largos convoyes.
Tu regere imperio fluctus Hispane memento
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urquhart
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LA FRACTURA
PALACIO DE LA MONCLOA, 15 DE MARZO DE 2016, 10 DE SEPTIEMBRE DE 1940
Don Albert, Don Alberto, Don Pablo, Don Pedro; les presento al Coronel Marín, del Instituto de Historia y Cultura Militar. El Coronel pasará a informarnos de algunos extremos que por el momento confirman a grandes rasgos que la línea temporal que conocemos se cumple. Coronel Marín, por favor.
Gracias Señor Presidente. Señorías, según todos los libros de Historia, hoy 10 de septiembre de 1940, las fuerzas italianas del X Ejército en Cirenaica; actual Libia, deberán iniciar los movimientos previos a la invasión de Egipto; enfrentándose a una exigua fuerza británica. Las lagunas en la motorización de las fuerzas italianas implicarán que a pesar de su tremenda superioridad numérica sean detenidas en pocos días; para posteriormente ser desalojadas de Egipto y Cirenaica. Les entrego un breve resumen de las operaciones que se llevaron, o llevarán a cabo hasta el próximo día 16. Los británicos simplemente realizarán algunas acciones de hostigamiento; pero la ofensiva italiana se frenará por problemas que podemos denominar de doctrina, o simplemente experiencia.
Gracias Coronel. Continúe por favor.
Todo apunta que tal como indica la Historia, una fuerza británica del 11th Husars ha contactado con el Raggruppamento Maletti en la alambrada que hace las veces de frontera.
Disculpe Coronel, ¿lo sabemos por que ocurrió o lo sabemos por que está pasando?
Don Pedro; está pasando
Disculpe Coronel, y con las precauciones debidas ¿cómo lo sabemos?
Hace varios días, personal del Regimiento de Transmisiones nº 21 y del Regimiento de inteligencia nº1; así como del Instituto, establecieron en la isla de Ibiza una base con la intención de monotorizar las comunicaciones italianas y británicas en el Mediterráneo. Esta mañana, un avión comercial de largo alcance ha sobrevolado la zona, confirmando los movimientos italianos; y una unidad de la Armada realiza misiones de lo que se conoce como COMINT.
Disculpe Coronel, pero ¿no deberíamos informar a los británicos?.... están luchando contra el fascismo...
Don Pablo, esa decisión les compete a Ustedes... La Operación Alpha Lima está destinada a comprobar que en el Mediterráneo no se altera la línea temporal conocida... si ustedes, Gobierno y Parlamento deciden incidir, las consecuencias pueden ser desconocidas...
Disculpe, ¿Alfa Lima?
Sí, por el pintor Antonio López.... el pintor hiper realista
Gracias Coronel. Puede retirarse...
Señores
Don Albert, Don Alberto, Don Pablo, Don Pedro; les presento al Coronel Marín, del Instituto de Historia y Cultura Militar. El Coronel pasará a informarnos de algunos extremos que por el momento confirman a grandes rasgos que la línea temporal que conocemos se cumple. Coronel Marín, por favor.
Gracias Señor Presidente. Señorías, según todos los libros de Historia, hoy 10 de septiembre de 1940, las fuerzas italianas del X Ejército en Cirenaica; actual Libia, deberán iniciar los movimientos previos a la invasión de Egipto; enfrentándose a una exigua fuerza británica. Las lagunas en la motorización de las fuerzas italianas implicarán que a pesar de su tremenda superioridad numérica sean detenidas en pocos días; para posteriormente ser desalojadas de Egipto y Cirenaica. Les entrego un breve resumen de las operaciones que se llevaron, o llevarán a cabo hasta el próximo día 16. Los británicos simplemente realizarán algunas acciones de hostigamiento; pero la ofensiva italiana se frenará por problemas que podemos denominar de doctrina, o simplemente experiencia.
Gracias Coronel. Continúe por favor.
Todo apunta que tal como indica la Historia, una fuerza británica del 11th Husars ha contactado con el Raggruppamento Maletti en la alambrada que hace las veces de frontera.
Disculpe Coronel, ¿lo sabemos por que ocurrió o lo sabemos por que está pasando?
Don Pedro; está pasando
Disculpe Coronel, y con las precauciones debidas ¿cómo lo sabemos?
Hace varios días, personal del Regimiento de Transmisiones nº 21 y del Regimiento de inteligencia nº1; así como del Instituto, establecieron en la isla de Ibiza una base con la intención de monotorizar las comunicaciones italianas y británicas en el Mediterráneo. Esta mañana, un avión comercial de largo alcance ha sobrevolado la zona, confirmando los movimientos italianos; y una unidad de la Armada realiza misiones de lo que se conoce como COMINT.
Disculpe Coronel, pero ¿no deberíamos informar a los británicos?.... están luchando contra el fascismo...
Don Pablo, esa decisión les compete a Ustedes... La Operación Alpha Lima está destinada a comprobar que en el Mediterráneo no se altera la línea temporal conocida... si ustedes, Gobierno y Parlamento deciden incidir, las consecuencias pueden ser desconocidas...
Disculpe, ¿Alfa Lima?
Sí, por el pintor Antonio López.... el pintor hiper realista
Gracias Coronel. Puede retirarse...
Señores
Tempus Fugit
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Domper
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LA FRACTURA
Restaurante Kabuki. 15 de Marzo de 2016 / 10 de Septiembre de 1940.
Los últimos sondeos electorales habían sido determinantes: de repetirse las elecciones, parecía que la ciudadanía iba a castigar severamente a los partidos que habían bloqueado la investidura del presidente del gobierno. Sin embargo los líderes de los partidos seguían en sus trece, luchando para conseguir la presidencia no ya para su partido, sino para ellos mismos, aunque varios de ellos eran inaceptables para el resto del arco político español. Es más, parecía que algunos partidos se habían resignado a unas nuevas elecciones —en las que probablemente los resultados serían similares—, lo que significaba que España seguiría con un gobierno en funciones, con capacidad limitada, durante seis meses más.
El rey había decidido que era uno de esos momentos en los que la Corona tenía que actuar. No tenía poder político real, pero sí una gran influencia que tal vez bastase para forzar un acuerdo. Sabía que la monarquía corría riesgo en esa aventura, porque podría ganarse la enemistad de los partidos; pero no actuar resultaba aun peor, pues estaban arreciando los comentarios sobre la ociosa pareja que habitaba en la Zarzuela. Por eso había convocado a los cuatro principales líderes al restaurante de un hotel madrileño. La ventaja del lugar escogido era que tenía varios accesos, por lo que la reunión pasaría desapercibida, algo que sería imposible en otros lugares, asediados por los periodistas. Además en las reuniones informales podía hablarse más libremente que con “luz y taquígrafos”, que siempre acababan comprometiendo a los interlocutores.
La reunión empezó mal. El líder del partido más votado reclamó para sí la presidencia del futuro gobierno, con el argumento de los siete millones de votos que había logrado. Razonamiento fácil de rebatir, pues se trataba de solo un tercio de los votos emitidos. Entonces el líder trató de hacer valer las potestades que le atribuía el Estado de Sitio. Sus rivales respondieron agresivamente y la cena se estaba transformando en un guirigay que no llevaba a nada. Tuvo que ser el rey el que pusiese orden. Al actual presidente le recordó que aunque el gobierno siguiese en funciones, había un parlamento constituido que podía anular sus decretos. Empezando por el que declaraba el Estado de Sitio, que era obviamente ilegal pues según la Constitución para su declaración precisaba la mayoría absoluta del Congreso. Fue el momento en el que otro de los políticos se presentó como el líder del resto del espacio político: aunque su partido había conseguido unos magros resultados electorales siempre se había arrogado la representación del ala progresista del electorado. La respuesta del actual presidente fue de esas que no pueden publicarse y, de nuevo, empezó otra discusión que parecía no llevar a nada.
El rey cortó la controversia antes que se llegase a un enfrentamiento del que no se pudiese volver atrás. Dijo a los cuatro políticos que aunque el poder real de la Corona era mínimo, tenía un arma potentísima: la palabra. En cualquier momento podía emitir un discurso televisado que dijese a los españoles lo que ya sabían: que era un momento crítico para la nación, y que las luchas partidistas estaban llevando a España al desastre. Les propuso un pacto por el cual se crearía un gobierno de concentración nacional en el que los cuatro partidos estarían representados. Ese pacto solo sería para dos años, tras los cuales se disolverían las cámaras y se convocarían nuevas elecciones, salvo que el pacto se prorrogase por exigencias de la situación internacional. Las reformas estructurales que varios partidos demandaban se aplazarían hasta que el panorama se normalizase. Las decisiones del gobierno debían tomarse por consenso o al menos mediante un acuerdo lo más amplio posible. Para garantizar dicho consenso, el Rey iba a participar en las reuniones del gabinete, pero solo como observador y, en todo caso, actuando como moderador, pero advirtiendo que si alguna de las fuerzas políticas efectuaba maniobras obstruccionistas por intereses del partido o, peor aun, de su líder, se enfrentaría a una alocución pública denunciándolo. Finalmente, el rey dijo que sabía que estaba sobrepasando sus atribuciones, y que estaba dispuesto a abdicar al término del plazo, sometiendo la continuidad de la monarquía a la voluntad de los españoles; pero lo primero era la supervivencia.
Aun costó un buen rato llegar a algún acuerdo, pues hubo que debatir cuáles serían las líneas políticas del gobierno. Inicialmente no hubo de concierto ni siquiera sobre la neutralidad; paradójicamente eran los representantes de la izquierda los que a la vez proponían mantenerla a ultranza, pero también querían liderar una coalición internacional antifascista. Coalición que podría acabar en una guerra para la que España no estaba preparada, al menos por ahora. Un momento especialmente tenso se produjo cuando el más joven de los presentes propuso incluir a la URSS como “estado fascista”, a lo que otro joven líder respondió diciendo que peores eran los estados imperialistas. Finalmente se decidieron las directrices del nuevo gobierno:
– España iba a mantener su neutralidad pero no a ultranza.
– Sería línea primordial del nuevo gobierno evitar los genocidios practicados por estados totalitarios, lo que apuntaba explícitamente a la Alemania nazi, pero también a la URSS y a Japón. Se intentarían medidas pacíficas pero no se excluirían las acciones militares si la situación las demandaba. No quedó por escrito, pero se aprobó que se considerasen los asesinatos selectivos, aunque tendrían que ser aprobados por el gabinete.
En ese momento los representantes de la izquierda pidieron que se nombrase expresamente a la Italia fascista. Pero en tal caso España quedaría comprometida en sus relaciones internacionales, pues en 1940 apenas había democracias, y muchas de las que lo eran de nombre mantenían regímenes tiránicos en sus colonias, o permitían que sus empresas hiciesen y deshiciesen por todo el mundo. Finalmente se decidió que España sería antiimperialista y que promovería la democracia y la independencia de las naciones.
–España sería antiimperialista, promoviendo una transición ordenada que evitase los errores de la descolonización.
– Se buscaría una relación estrecha con las naciones iberoamericanas, intentando consolidar los regímenes democráticos y minar las dictaduras, e intentando protegerlas de las exacciones de otras potencias (aunque no se citó expresamente a Estados Unidos).
– Se reconocía que el principal capital de España era la información, por lo que se tomarían medidas para impedir la difusión indiscriminada. Se trataría de manera diferente la información que beneficiase directamente a la población, como la sanitaria, de la que tuviese aplicaciones bélicas.
– Se mantendría el estado de sitio, con prohibición de los viajes al extranjero, limitaciones en los desplazamientos en zonas fronterizas, racionamiento de combustibles, e incluso se contemplaría, de ser necesario, el racionamiento de productos de primera necesidad.
– Aprovechando la nueva situación financiera, se tomarían medidas para destruir la economía sumergida y la corrupción.
– El Estado velaría por los más desfavorecidos utilizando los bienes que habían quedado disponibles.
– El acuerdo permanecería en secreto, pues su difusión podría llevar a una confrontación con Alemania en un momento en el que España aun no estaba preparada.
Con un principio de acuerdo, se decidió que una semana después se celebraría la investidura de nuevo gobierno, que empezaría a actuar, aunque fuese en funciones, al día siguiente.
Los últimos sondeos electorales habían sido determinantes: de repetirse las elecciones, parecía que la ciudadanía iba a castigar severamente a los partidos que habían bloqueado la investidura del presidente del gobierno. Sin embargo los líderes de los partidos seguían en sus trece, luchando para conseguir la presidencia no ya para su partido, sino para ellos mismos, aunque varios de ellos eran inaceptables para el resto del arco político español. Es más, parecía que algunos partidos se habían resignado a unas nuevas elecciones —en las que probablemente los resultados serían similares—, lo que significaba que España seguiría con un gobierno en funciones, con capacidad limitada, durante seis meses más.
El rey había decidido que era uno de esos momentos en los que la Corona tenía que actuar. No tenía poder político real, pero sí una gran influencia que tal vez bastase para forzar un acuerdo. Sabía que la monarquía corría riesgo en esa aventura, porque podría ganarse la enemistad de los partidos; pero no actuar resultaba aun peor, pues estaban arreciando los comentarios sobre la ociosa pareja que habitaba en la Zarzuela. Por eso había convocado a los cuatro principales líderes al restaurante de un hotel madrileño. La ventaja del lugar escogido era que tenía varios accesos, por lo que la reunión pasaría desapercibida, algo que sería imposible en otros lugares, asediados por los periodistas. Además en las reuniones informales podía hablarse más libremente que con “luz y taquígrafos”, que siempre acababan comprometiendo a los interlocutores.
La reunión empezó mal. El líder del partido más votado reclamó para sí la presidencia del futuro gobierno, con el argumento de los siete millones de votos que había logrado. Razonamiento fácil de rebatir, pues se trataba de solo un tercio de los votos emitidos. Entonces el líder trató de hacer valer las potestades que le atribuía el Estado de Sitio. Sus rivales respondieron agresivamente y la cena se estaba transformando en un guirigay que no llevaba a nada. Tuvo que ser el rey el que pusiese orden. Al actual presidente le recordó que aunque el gobierno siguiese en funciones, había un parlamento constituido que podía anular sus decretos. Empezando por el que declaraba el Estado de Sitio, que era obviamente ilegal pues según la Constitución para su declaración precisaba la mayoría absoluta del Congreso. Fue el momento en el que otro de los políticos se presentó como el líder del resto del espacio político: aunque su partido había conseguido unos magros resultados electorales siempre se había arrogado la representación del ala progresista del electorado. La respuesta del actual presidente fue de esas que no pueden publicarse y, de nuevo, empezó otra discusión que parecía no llevar a nada.
El rey cortó la controversia antes que se llegase a un enfrentamiento del que no se pudiese volver atrás. Dijo a los cuatro políticos que aunque el poder real de la Corona era mínimo, tenía un arma potentísima: la palabra. En cualquier momento podía emitir un discurso televisado que dijese a los españoles lo que ya sabían: que era un momento crítico para la nación, y que las luchas partidistas estaban llevando a España al desastre. Les propuso un pacto por el cual se crearía un gobierno de concentración nacional en el que los cuatro partidos estarían representados. Ese pacto solo sería para dos años, tras los cuales se disolverían las cámaras y se convocarían nuevas elecciones, salvo que el pacto se prorrogase por exigencias de la situación internacional. Las reformas estructurales que varios partidos demandaban se aplazarían hasta que el panorama se normalizase. Las decisiones del gobierno debían tomarse por consenso o al menos mediante un acuerdo lo más amplio posible. Para garantizar dicho consenso, el Rey iba a participar en las reuniones del gabinete, pero solo como observador y, en todo caso, actuando como moderador, pero advirtiendo que si alguna de las fuerzas políticas efectuaba maniobras obstruccionistas por intereses del partido o, peor aun, de su líder, se enfrentaría a una alocución pública denunciándolo. Finalmente, el rey dijo que sabía que estaba sobrepasando sus atribuciones, y que estaba dispuesto a abdicar al término del plazo, sometiendo la continuidad de la monarquía a la voluntad de los españoles; pero lo primero era la supervivencia.
Aun costó un buen rato llegar a algún acuerdo, pues hubo que debatir cuáles serían las líneas políticas del gobierno. Inicialmente no hubo de concierto ni siquiera sobre la neutralidad; paradójicamente eran los representantes de la izquierda los que a la vez proponían mantenerla a ultranza, pero también querían liderar una coalición internacional antifascista. Coalición que podría acabar en una guerra para la que España no estaba preparada, al menos por ahora. Un momento especialmente tenso se produjo cuando el más joven de los presentes propuso incluir a la URSS como “estado fascista”, a lo que otro joven líder respondió diciendo que peores eran los estados imperialistas. Finalmente se decidieron las directrices del nuevo gobierno:
– España iba a mantener su neutralidad pero no a ultranza.
– Sería línea primordial del nuevo gobierno evitar los genocidios practicados por estados totalitarios, lo que apuntaba explícitamente a la Alemania nazi, pero también a la URSS y a Japón. Se intentarían medidas pacíficas pero no se excluirían las acciones militares si la situación las demandaba. No quedó por escrito, pero se aprobó que se considerasen los asesinatos selectivos, aunque tendrían que ser aprobados por el gabinete.
En ese momento los representantes de la izquierda pidieron que se nombrase expresamente a la Italia fascista. Pero en tal caso España quedaría comprometida en sus relaciones internacionales, pues en 1940 apenas había democracias, y muchas de las que lo eran de nombre mantenían regímenes tiránicos en sus colonias, o permitían que sus empresas hiciesen y deshiciesen por todo el mundo. Finalmente se decidió que España sería antiimperialista y que promovería la democracia y la independencia de las naciones.
–España sería antiimperialista, promoviendo una transición ordenada que evitase los errores de la descolonización.
– Se buscaría una relación estrecha con las naciones iberoamericanas, intentando consolidar los regímenes democráticos y minar las dictaduras, e intentando protegerlas de las exacciones de otras potencias (aunque no se citó expresamente a Estados Unidos).
– Se reconocía que el principal capital de España era la información, por lo que se tomarían medidas para impedir la difusión indiscriminada. Se trataría de manera diferente la información que beneficiase directamente a la población, como la sanitaria, de la que tuviese aplicaciones bélicas.
– Se mantendría el estado de sitio, con prohibición de los viajes al extranjero, limitaciones en los desplazamientos en zonas fronterizas, racionamiento de combustibles, e incluso se contemplaría, de ser necesario, el racionamiento de productos de primera necesidad.
– Aprovechando la nueva situación financiera, se tomarían medidas para destruir la economía sumergida y la corrupción.
– El Estado velaría por los más desfavorecidos utilizando los bienes que habían quedado disponibles.
– El acuerdo permanecería en secreto, pues su difusión podría llevar a una confrontación con Alemania en un momento en el que España aun no estaba preparada.
Con un principio de acuerdo, se decidió que una semana después se celebraría la investidura de nuevo gobierno, que empezaría a actuar, aunque fuese en funciones, al día siguiente.
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Pedrodc
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LA FRACTURA
Madrid.
En el mismo bar donde se reunieron la última vez, los cuatro cuarentones asimilaban la última noticia.
-Entonces nada de nada-
-Eso parece- Contestaba otro de ellos bastante cabizbajo.
-Que peleen los jóvenes, nosotros según parece somos muy mayores y la experiencia de vuelo que tenemos no cuenta-
Uno de ellos bastante inquieto mordisqueaba un palillo con saña.
-A la porra con los chicles, en cuanto salga de aquí me compro un cartón de tabaco y va a salir a correr su abuela-
Los cuatro chocaron sus tercios y quedaron para verse resignados ya al saber que no contaban para nada.
En el mismo bar donde se reunieron la última vez, los cuatro cuarentones asimilaban la última noticia.
-Entonces nada de nada-
-Eso parece- Contestaba otro de ellos bastante cabizbajo.
-Que peleen los jóvenes, nosotros según parece somos muy mayores y la experiencia de vuelo que tenemos no cuenta-
Uno de ellos bastante inquieto mordisqueaba un palillo con saña.
-A la porra con los chicles, en cuanto salga de aquí me compro un cartón de tabaco y va a salir a correr su abuela-
Los cuatro chocaron sus tercios y quedaron para verse resignados ya al saber que no contaban para nada.
Vive y deja vivir. No hagas a nadie, lo que no quieras que te hagan.
Sólo se que no se nada.(Sócrates)
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Domper
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LA FRACTURA
Vilaller. 15 de Marzo de 2016 / 10 de Septiembre de 1940.
La ambulancia traqueteaba por las difíciles carreteras. El crítico estado del paciente aconsejaba la moderación, pero la única posibilidad de prolongarle la vida pasaba por su urgente traslado a España. Pero las negociaciones con las autoridades de Vichy habían demorado la llegada del paciente, y solo la entrega en contrapartida de varios centenares de dosis de Penicilina habían abierto la frontera.
El equipo no sabía exactamente con qué se iba a encontrar, pues las biografías del paciente hablaban de una “gripe insidiosa” —diagnóstico que de ponerse en un examen en la facultad hubiese supuesto un suspenso fulminante para el atrevido alumno— o de “gravísima afección aórtica—. Que básicamente es como no decir nada. Dando por supuesto que el transporte del paciente se podría demorar, se envió a Montauban un equipo completo, que incluía una ambulancia medicalizada, auxiliada por un equipo de cardiólogos e internistas que en otro furgón llevaron varios equipos técnicos, incluyendo un moderno aparato de ecocardiografía.
El estado del paciente era peor de lo que se suponía revisando los datos biográficos. No solo presentaba una insuficiencia cardiaca congestiva severa —algo que ya se esperaba— sino un importante deterioro del estado nutritivo. Más alarmante era que tenía fiebre, que anunciaba un posible origen infeccioso de su enfermedad, y nódulos hemorrágicos en las extremidades. No se disponía de radiografías —se le había estudiado previamente con un equipo de radioscopia de pésima calidad, al menos para los estándares del siglo XXI— pero el ecocardiograma mostró unas reveladoras excrecencias en la válvula aórtica del paciente, que estaba casi destruida. El enfermo tenía una endocarditis bacteriana, con unas grandes vegetaciones preparadas para soltarse y causar el ictus que el 16 de Septiembre había sufrido, claro está que en la línea temporal anterior.
Se inició el tratamiento en la pequeña pensión en la que el cardiópata estaba alojado. Se extrajeron muestras de sangre para cultivos e inmediatamente se inició la administración de antibióticos intravenosos. Pasa las bacterias de la época preantibiótica el cóctel de antimicrobianos que el enfermo estaba recibiendo resultó letal, y tras la administración de la primera dosis la fiebre remitió y en enfermo pudo ingerir algún alimento. No cualquiera, sino de esos preparados hipercalóricos de sabor extraño pero que necesitaba para proseguir el tratamiento.
Pero la infección era solo parte del problema. La válvula aórtica, casi deshecha, precisaba ser reemplazada, y debía hacerse antes que se liberase el émbolo que en otro tiempo le había dejado hemipléjico. El tratamiento con antitrombóticos era solo una medida temporal: era urgente someter al enfermo a una intervención quirúrgica para el reemplazo de su válvula dañada, intervención que además iba a tener un elevadísimo riesgo. La delicada situación del paciente desaconsejaban incluso el traslado por vía aérea, pues probablemente respondería muy mal a los cambios de altitud.
Tras varias horas de saltos por malos caminos, la ambulancia llegó al Valle de Arán. Allí, por mejores carreteras, se cruzó el larguísimo túnel de Viella. Ya en la vertiente española fue trasladado a un helicóptero que lo devolvió a Barcelona, la ciudad de la que había salido año y medio —o setenta y siete años— antes.
Manuel Azaña había vuelto a España.
La ambulancia traqueteaba por las difíciles carreteras. El crítico estado del paciente aconsejaba la moderación, pero la única posibilidad de prolongarle la vida pasaba por su urgente traslado a España. Pero las negociaciones con las autoridades de Vichy habían demorado la llegada del paciente, y solo la entrega en contrapartida de varios centenares de dosis de Penicilina habían abierto la frontera.
El equipo no sabía exactamente con qué se iba a encontrar, pues las biografías del paciente hablaban de una “gripe insidiosa” —diagnóstico que de ponerse en un examen en la facultad hubiese supuesto un suspenso fulminante para el atrevido alumno— o de “gravísima afección aórtica—. Que básicamente es como no decir nada. Dando por supuesto que el transporte del paciente se podría demorar, se envió a Montauban un equipo completo, que incluía una ambulancia medicalizada, auxiliada por un equipo de cardiólogos e internistas que en otro furgón llevaron varios equipos técnicos, incluyendo un moderno aparato de ecocardiografía.
El estado del paciente era peor de lo que se suponía revisando los datos biográficos. No solo presentaba una insuficiencia cardiaca congestiva severa —algo que ya se esperaba— sino un importante deterioro del estado nutritivo. Más alarmante era que tenía fiebre, que anunciaba un posible origen infeccioso de su enfermedad, y nódulos hemorrágicos en las extremidades. No se disponía de radiografías —se le había estudiado previamente con un equipo de radioscopia de pésima calidad, al menos para los estándares del siglo XXI— pero el ecocardiograma mostró unas reveladoras excrecencias en la válvula aórtica del paciente, que estaba casi destruida. El enfermo tenía una endocarditis bacteriana, con unas grandes vegetaciones preparadas para soltarse y causar el ictus que el 16 de Septiembre había sufrido, claro está que en la línea temporal anterior.
Se inició el tratamiento en la pequeña pensión en la que el cardiópata estaba alojado. Se extrajeron muestras de sangre para cultivos e inmediatamente se inició la administración de antibióticos intravenosos. Pasa las bacterias de la época preantibiótica el cóctel de antimicrobianos que el enfermo estaba recibiendo resultó letal, y tras la administración de la primera dosis la fiebre remitió y en enfermo pudo ingerir algún alimento. No cualquiera, sino de esos preparados hipercalóricos de sabor extraño pero que necesitaba para proseguir el tratamiento.
Pero la infección era solo parte del problema. La válvula aórtica, casi deshecha, precisaba ser reemplazada, y debía hacerse antes que se liberase el émbolo que en otro tiempo le había dejado hemipléjico. El tratamiento con antitrombóticos era solo una medida temporal: era urgente someter al enfermo a una intervención quirúrgica para el reemplazo de su válvula dañada, intervención que además iba a tener un elevadísimo riesgo. La delicada situación del paciente desaconsejaban incluso el traslado por vía aérea, pues probablemente respondería muy mal a los cambios de altitud.
Tras varias horas de saltos por malos caminos, la ambulancia llegó al Valle de Arán. Allí, por mejores carreteras, se cruzó el larguísimo túnel de Viella. Ya en la vertiente española fue trasladado a un helicóptero que lo devolvió a Barcelona, la ciudad de la que había salido año y medio —o setenta y siete años— antes.
Manuel Azaña había vuelto a España.
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urquhart
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LA FRACTURA
MINISTERIO DE DEFENSA, 15 DE MARZO DE 2016, 10 DE SEPTIEMBRE DE 1940
Entonces Pedro, que pasa....
Mira, los chicos de la Armada y del Ejército del AIre me dicen que en la actual situación, los P3M y los D4 son insuficientes...
¿P3M y D4?
Aviones de Vigilancia marítima, y los P3, tiene capacidad de lanzar torpedos y minas
Pues fabriquemos más....
Joder Jorge, los D4 son de AIrbus, bueno de CASA, pero no se hacen en dos días.... y luego está lo de la electrónica...
Me has pedido mi ayuda, ¿que quieres entonces?
Mira, convencí facilmente a Ana para que los 3 Persuader de SASEMAR nos los enviara. El de Canarias se ha unido al Escuadrón 802, que ya los opera.... el de Galicia operará desde allí, en un destacamento de momento del 803... el de Valencia está en Getafe, donde será reconvertido en cañonero....
¿Y?
que tu tienes en la Guardia Civil 2 más... quiero que me los transfieras.... al Ala 11
No sé.... en principio no debería haber objecciones, según mis notas ya estamos operando en favor del EdA y la Armada en el Estrecho... es que no hay ni pateras ni contrabando... sabías que el ejército de 1940 ha aprendido varias planeadoras... me dicen que una que se acercó a Perejil se encontró con una patrulla de legionarios y la acribilló.... el otro día una que pretendía entrar o salir en la bahía de Algeciras fue hundida por los británicos.... creían que era una torpedera italiana.... se disculparon en la verja...
Vale.... ahora viene la segunda parte... creo que deberíamos crear un servicio que aunara los medios de SASEMAR, Vigilancia Aduanera y la Guardia Civil del Mar, y de cualquier otra agencia que haya por ahí con medios acuáticos y aéreos específicos.... Sería como la Guardia Civil del MAr, pero con mayores atribuciones, y con un estatuto similar; dependencia civil y militar...
Pero todo ello necesita de legislación... no creo que el Congreso se dedique a legislar en estos términos... con la situación actual, hemos sido incapaces de lograr siquiera un acercamiento de cara a la investidura....
Mis fuentes me hablan de un posible acuerdo.... ¿Jorge?
Vale, los míos lo dan por cerrado... pero....
pero ¿qué?
llevará tiempo... habrá follones con los de SASEMAR y Vigilancia por el carácter militar, ya sabes, los sindicatos... los de CSIF son muy fuertes en Aduanas, y en SASEMAR abundan los representantes de la CGT...
Pues legislemos en el sentido de la libre sindicación dentro de unos términos aceptables en la actual situación... no sé, los actuales miembros pueden sindicarse, los futuros no, en todo caso ser miembros de una Agrupación... joder Jorge, si el mismísimo ZP militarizó a los controladores...
Sí, sí... ahora que dices de las trabas de los sindicatos ¿Cristobal y sus chicos del Ministerio nos dejarán meter mano en Aduanas?
El es muy celosos de sus organismos... hagamos que la parte no marítima de Aduanas sea un cuerpo más de los CFSE con tod lo que implica; sin dejar su función administrativa.... en realidad solo necesito sus C212, si es que alguno es capaz de volar todavía; y los dos barcos grandes...
Como siempre entonces, lo dejamos en manos de las Secretarías de Estado, y los Directores Generales... porque no cambiaremos los Ministerios ¿no?
Tranquilo... Don Tancredo no dejará que Interior, Defensa y Hacienda caigan otras manos...
Entonces Pedro, que pasa....
Mira, los chicos de la Armada y del Ejército del AIre me dicen que en la actual situación, los P3M y los D4 son insuficientes...
¿P3M y D4?
Aviones de Vigilancia marítima, y los P3, tiene capacidad de lanzar torpedos y minas
Pues fabriquemos más....
Joder Jorge, los D4 son de AIrbus, bueno de CASA, pero no se hacen en dos días.... y luego está lo de la electrónica...
Me has pedido mi ayuda, ¿que quieres entonces?
Mira, convencí facilmente a Ana para que los 3 Persuader de SASEMAR nos los enviara. El de Canarias se ha unido al Escuadrón 802, que ya los opera.... el de Galicia operará desde allí, en un destacamento de momento del 803... el de Valencia está en Getafe, donde será reconvertido en cañonero....
¿Y?
que tu tienes en la Guardia Civil 2 más... quiero que me los transfieras.... al Ala 11
No sé.... en principio no debería haber objecciones, según mis notas ya estamos operando en favor del EdA y la Armada en el Estrecho... es que no hay ni pateras ni contrabando... sabías que el ejército de 1940 ha aprendido varias planeadoras... me dicen que una que se acercó a Perejil se encontró con una patrulla de legionarios y la acribilló.... el otro día una que pretendía entrar o salir en la bahía de Algeciras fue hundida por los británicos.... creían que era una torpedera italiana.... se disculparon en la verja...
Vale.... ahora viene la segunda parte... creo que deberíamos crear un servicio que aunara los medios de SASEMAR, Vigilancia Aduanera y la Guardia Civil del Mar, y de cualquier otra agencia que haya por ahí con medios acuáticos y aéreos específicos.... Sería como la Guardia Civil del MAr, pero con mayores atribuciones, y con un estatuto similar; dependencia civil y militar...
Pero todo ello necesita de legislación... no creo que el Congreso se dedique a legislar en estos términos... con la situación actual, hemos sido incapaces de lograr siquiera un acercamiento de cara a la investidura....
Mis fuentes me hablan de un posible acuerdo.... ¿Jorge?
Vale, los míos lo dan por cerrado... pero....
pero ¿qué?
llevará tiempo... habrá follones con los de SASEMAR y Vigilancia por el carácter militar, ya sabes, los sindicatos... los de CSIF son muy fuertes en Aduanas, y en SASEMAR abundan los representantes de la CGT...
Pues legislemos en el sentido de la libre sindicación dentro de unos términos aceptables en la actual situación... no sé, los actuales miembros pueden sindicarse, los futuros no, en todo caso ser miembros de una Agrupación... joder Jorge, si el mismísimo ZP militarizó a los controladores...
Sí, sí... ahora que dices de las trabas de los sindicatos ¿Cristobal y sus chicos del Ministerio nos dejarán meter mano en Aduanas?
El es muy celosos de sus organismos... hagamos que la parte no marítima de Aduanas sea un cuerpo más de los CFSE con tod lo que implica; sin dejar su función administrativa.... en realidad solo necesito sus C212, si es que alguno es capaz de volar todavía; y los dos barcos grandes...
Como siempre entonces, lo dejamos en manos de las Secretarías de Estado, y los Directores Generales... porque no cambiaremos los Ministerios ¿no?
Tranquilo... Don Tancredo no dejará que Interior, Defensa y Hacienda caigan otras manos...
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Domper
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LA FRACTURA
Los diplomáticos recién llegados a España fueron trasladados hasta el campo de tiro de las Bardenas Reales de Navarra, en diferentes grupos que no llegaron a verse. Viajaron en lujosos coches que circularon a gran velocidad; según el cuentakilómetros, pocas veces bajaron de los 140 kilómetros por hora. El recorrido fue casi por completo por autovías, de una calidad que avergonzaba hasta a las alemanas, y que eran recorridas por enormes camiones. Aunque las autovías rodeaban las principales poblaciones, que apenas pudieron ver de lejos, atravesaban innumerables centros industriales con grandes naves. Madrid, especialmente, estaba rodeado por un cinturón fabril de casi cien kilómetros. Llamativamente, apenas había chimeneas: las fábricas españolas, al parecer, no funcionaban con carbón.
Una vez en las Bardenas las delegaciones fueron llevadas —por separado— a algunos observatorios. Allí pudieron atisbar con potentes telescopios un camión que iba a ser el blanco. Entonces se escuchó un rugido y vieron pasar uno de esos aviones con formas ahusadas de los que habían oído hablar. En una segunda pasada, el aparato, que pasó a gran altura, lanzó una bomba que cayó sobre el camión, aplastando la cabina. No estalló: los españoles dijeron que se trataba de una bomba inerte para que pudiesen apreciar la capacidad de sus equipos; pero que imaginasen la carga que podían llevar las bombas activas.
Tras una colación en restaurantes de la zona —ingiriendo menús que hubiesen hecho soñar a muchos chefs parisinos— las delegaciones, que no se habían visto en todo su viaje, regresaron a los alojamientos de la capital. Durante su viaje de vuelta se cruzaron con un largo convoy militar en el que camiones de grandes dimensiones llevaban unos tanques impresionantes. No por tamaño, aunque eran mayores que los tanques pesados de sus países, sino por llevar una torre con un cañón propio de cruceros y no de blindados. El viaje siguió y llegaron a sus aposentos cercanos a Madrid antes del atardecer.
A los delegados no se les escapó que en unas horas habían hecho un viaje que en sus propios países hubiese llevado días.
Una vez en las Bardenas las delegaciones fueron llevadas —por separado— a algunos observatorios. Allí pudieron atisbar con potentes telescopios un camión que iba a ser el blanco. Entonces se escuchó un rugido y vieron pasar uno de esos aviones con formas ahusadas de los que habían oído hablar. En una segunda pasada, el aparato, que pasó a gran altura, lanzó una bomba que cayó sobre el camión, aplastando la cabina. No estalló: los españoles dijeron que se trataba de una bomba inerte para que pudiesen apreciar la capacidad de sus equipos; pero que imaginasen la carga que podían llevar las bombas activas.
Tras una colación en restaurantes de la zona —ingiriendo menús que hubiesen hecho soñar a muchos chefs parisinos— las delegaciones, que no se habían visto en todo su viaje, regresaron a los alojamientos de la capital. Durante su viaje de vuelta se cruzaron con un largo convoy militar en el que camiones de grandes dimensiones llevaban unos tanques impresionantes. No por tamaño, aunque eran mayores que los tanques pesados de sus países, sino por llevar una torre con un cañón propio de cruceros y no de blindados. El viaje siguió y llegaron a sus aposentos cercanos a Madrid antes del atardecer.
A los delegados no se les escapó que en unas horas habían hecho un viaje que en sus propios países hubiese llevado días.
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Domper
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LA FRACTURA
—Siento decirles que su petición es inaceptable. Mi gobierno no ha contraído ninguna deuda con ustedes. Lo hizo el del dictador Franco, que no representa al pueblo español. En cualquier caso, sería España la que podría reclamar a Alemania el apoyo prestado a un grupo de generales golpistas.
La decisión había sido sopesada por el nuevo gobierno, y el acuerdo fue unánime: España no iba a reconocer las deudas contraídas por Franco, que además ya se habían pagado años ha. Hacer cualquier contribución al esfuerzo de guerra nazi era abominable, y menos aun si era como retribución a una guerra civil que unos querían vengar y otros, olvidar. De hecho algunos partidos de la izquierda hasta estaban pidiendo que se llevase ante un tribunal internacional —inexistente— a los dirigentes nazis. Obviamente, no solo era imposible, sino que hubiese podido llevar a una respuesta militar que, aunque España estaba segura de poder rechazar, no convenía que fuese tan temprana.
Pero si parte del gobierno había conseguido evitar in extremis una respuesta intempestiva, lo que no iba a lograr —ni tampoco deseaba— era ni la más mínima ayuda a un régimen que ya estaba exterminando a los “subhombres”, fuesen enfermos mentales, judíos o polacos.
—Esa actitud por parte del gobierno español será considerada por el Führer como un insulto.
El español, que era un aficionado a la historia y sabía lo que había hecho Hitler, pensó que si por él fuese no le enviaría un insulto sino unos cuantos gramos de Trilita. Los justos para arrancarle la cara y los ojos y hacerlo morir despacio. Evidentemente no podía responder eso al alemán, pero las instrucciones del gobierno eran explícitas: no ceder ni un ápice.
—Sería lamentable que su canciller —evitó utilizar la odiosa palabra de Führer— lo tomase así. La posición de mi gobierno es que Alemania, en España, intervino por motivos propios, y obtuvo beneficios que se ha cobrado en las campañas de Polonia, Noruega, Países Bajos y Francia.
—Sigo repitiendo que esa posición es inaceptable. España está en deuda con Alemania, que la ayudó en su Cruzada contra los bolcheviques.
—¿Habla usted de esos bolcheviques con los que Alemania se ha aliado? Si Alemania sigue insistiendo en exigir una deuda que España no reconoce, me temo que estas conversaciones no van a llegar a buen fin, y obligará al gobierno español a considerar las ofertas que está recibiendo por potencias hostiles a Alemania.
La discusión siguió sin que se llegase a nada. Cuando se planteó la cuestión de los minerales estratégicos, el negociador también se mantuvo firme.
—En este terreno tengo instrucciones de mantener una posición más flexible. España está dispuesta a vender ciertos materiales estratégicos, pero solo después de haber cubierto sus propias necesidades, y por un precio justo.
El alemán volvió a plantear la deuda adquirida por Franco como pago de esos minerales, que el español rechazó. El tira y afloja continuó hasta que, por fin, el negociador hispano expuso su postura.
—Seamos serios. Su moneda, ese Reichsmark del que se sienten tan orgullosos, no vale ni el papel en el que está impresa. Solo circula en los países ocupados gracias a su amenaza militar, amenaza que, como comprenderá, España rechaza. Tampoco aceptamos el pago en metales preciosos. Aun suponiendo que Alemania disponga de suficientes reservas, algo que me permito dudar, esas cantidades provienen de la rapiña en los países ocupados y a las exacciones a los judíos. Ya expuse que para España no es que sea inaceptable, sino repugnante, el racismo del que hace gala Alemania. Pero podemos llegar a un acuerdo: España aceptaría la venta a Alemania de ciertos medicamentos que, como demostró sobradamente el equipo que enviamos a Berlín, son muy superiores a los que ustedes disponen. Aceptaríamos el pago en refugiados: mi país aceptará comerciar con ustedes, vendiendo medicamentos e incluso algunos minerales esenciales, a cambio de esos seres que ustedes desprecian.
La decisión había sido sopesada por el nuevo gobierno, y el acuerdo fue unánime: España no iba a reconocer las deudas contraídas por Franco, que además ya se habían pagado años ha. Hacer cualquier contribución al esfuerzo de guerra nazi era abominable, y menos aun si era como retribución a una guerra civil que unos querían vengar y otros, olvidar. De hecho algunos partidos de la izquierda hasta estaban pidiendo que se llevase ante un tribunal internacional —inexistente— a los dirigentes nazis. Obviamente, no solo era imposible, sino que hubiese podido llevar a una respuesta militar que, aunque España estaba segura de poder rechazar, no convenía que fuese tan temprana.
Pero si parte del gobierno había conseguido evitar in extremis una respuesta intempestiva, lo que no iba a lograr —ni tampoco deseaba— era ni la más mínima ayuda a un régimen que ya estaba exterminando a los “subhombres”, fuesen enfermos mentales, judíos o polacos.
—Esa actitud por parte del gobierno español será considerada por el Führer como un insulto.
El español, que era un aficionado a la historia y sabía lo que había hecho Hitler, pensó que si por él fuese no le enviaría un insulto sino unos cuantos gramos de Trilita. Los justos para arrancarle la cara y los ojos y hacerlo morir despacio. Evidentemente no podía responder eso al alemán, pero las instrucciones del gobierno eran explícitas: no ceder ni un ápice.
—Sería lamentable que su canciller —evitó utilizar la odiosa palabra de Führer— lo tomase así. La posición de mi gobierno es que Alemania, en España, intervino por motivos propios, y obtuvo beneficios que se ha cobrado en las campañas de Polonia, Noruega, Países Bajos y Francia.
—Sigo repitiendo que esa posición es inaceptable. España está en deuda con Alemania, que la ayudó en su Cruzada contra los bolcheviques.
—¿Habla usted de esos bolcheviques con los que Alemania se ha aliado? Si Alemania sigue insistiendo en exigir una deuda que España no reconoce, me temo que estas conversaciones no van a llegar a buen fin, y obligará al gobierno español a considerar las ofertas que está recibiendo por potencias hostiles a Alemania.
La discusión siguió sin que se llegase a nada. Cuando se planteó la cuestión de los minerales estratégicos, el negociador también se mantuvo firme.
—En este terreno tengo instrucciones de mantener una posición más flexible. España está dispuesta a vender ciertos materiales estratégicos, pero solo después de haber cubierto sus propias necesidades, y por un precio justo.
El alemán volvió a plantear la deuda adquirida por Franco como pago de esos minerales, que el español rechazó. El tira y afloja continuó hasta que, por fin, el negociador hispano expuso su postura.
—Seamos serios. Su moneda, ese Reichsmark del que se sienten tan orgullosos, no vale ni el papel en el que está impresa. Solo circula en los países ocupados gracias a su amenaza militar, amenaza que, como comprenderá, España rechaza. Tampoco aceptamos el pago en metales preciosos. Aun suponiendo que Alemania disponga de suficientes reservas, algo que me permito dudar, esas cantidades provienen de la rapiña en los países ocupados y a las exacciones a los judíos. Ya expuse que para España no es que sea inaceptable, sino repugnante, el racismo del que hace gala Alemania. Pero podemos llegar a un acuerdo: España aceptaría la venta a Alemania de ciertos medicamentos que, como demostró sobradamente el equipo que enviamos a Berlín, son muy superiores a los que ustedes disponen. Aceptaríamos el pago en refugiados: mi país aceptará comerciar con ustedes, vendiendo medicamentos e incluso algunos minerales esenciales, a cambio de esos seres que ustedes desprecian.
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Llanero
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LA FRACTURA
Astilleros Barreras, Vigo. 15/03/2016 – 10/09/1940
D. José, Presidente del Astillero no cabía en si de gozo. Tras años de penurias y supervivencia, a consecuencia de la crisis que casi les había hecho cerrar, ahora aparecía como llovida del cielo una nueva tabla de salvación.
Como cuando gracias a los “mariachis” de Pemex y sus floteles (de los cuales también se había beneficiado Navantia) se había salvado el Astillero en 2013. Ahora, desaparecida PMi Holdings, empresa propiedad de Pemex y con sede en Holanda, debido a la “Fractura”, se ausentaba el propietario del 51% de las acciones de la compañía, quedando como únicos accionistas Albacora y él mismo a partes iguales.
Sus socios de Albacora ya le habían comunicado que la campaña del atún estaba siendo histórica y que habría que ir pensando en meter en grada un par de nuevos atuneros. Desde que había vuelto de la reunión con el Ministerio de Defensa en Madrid no paraba de pensar en el nuevo encargo. Tres buques tipo BAM y la promesa de construir más y después, el éxtasis, la llamada de Repsol en la que le solicitaban presupuesto para 3 buques de prospección sísmica.
Él, les habían hecho saber que disponia de un Flotel en grada, el Reforma Pemex que la petrolera mexicana ya no recogería; y podría serles de gran ayuda para el traslado y descanso de su personal.
Aparte de su gran experiencia en buques ro-ro, tanqueros, quimiqueros…….Si Repsol no necesitaba el flotel, tal vez la Armada si.
Se abría un mundo de posibilidades para el astillero
D. José, Presidente del Astillero no cabía en si de gozo. Tras años de penurias y supervivencia, a consecuencia de la crisis que casi les había hecho cerrar, ahora aparecía como llovida del cielo una nueva tabla de salvación.
Como cuando gracias a los “mariachis” de Pemex y sus floteles (de los cuales también se había beneficiado Navantia) se había salvado el Astillero en 2013. Ahora, desaparecida PMi Holdings, empresa propiedad de Pemex y con sede en Holanda, debido a la “Fractura”, se ausentaba el propietario del 51% de las acciones de la compañía, quedando como únicos accionistas Albacora y él mismo a partes iguales.
Sus socios de Albacora ya le habían comunicado que la campaña del atún estaba siendo histórica y que habría que ir pensando en meter en grada un par de nuevos atuneros. Desde que había vuelto de la reunión con el Ministerio de Defensa en Madrid no paraba de pensar en el nuevo encargo. Tres buques tipo BAM y la promesa de construir más y después, el éxtasis, la llamada de Repsol en la que le solicitaban presupuesto para 3 buques de prospección sísmica.
Él, les habían hecho saber que disponia de un Flotel en grada, el Reforma Pemex que la petrolera mexicana ya no recogería; y podría serles de gran ayuda para el traslado y descanso de su personal.
Aparte de su gran experiencia en buques ro-ro, tanqueros, quimiqueros…….Si Repsol no necesitaba el flotel, tal vez la Armada si.
Se abría un mundo de posibilidades para el astillero
ספרד תמיד עם ישראל
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Domper
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LA FRACTURA
Al enviado le sorprendió el gran dominio del inglés del que hacían gala los españoles. También, la prepotencia con la que actuaban. Pero el viaje por España y la exhibición militar que habían visto —el almirante que le acompañaba le dijo que una única bomba como la que habían visto bastaba para finiquitar un acorazado— le hacía pensar que esa España en la que estaba no era la atrasada que su país había derrotado en el cambio de siglo.
—Señor Donovan, aunque entre España y Estados Unidos haya puntos de fricción, es más lo que nos une que lo que nos separa. Ambos países somos anticolonialistas —antes que el estadounidense dijese nada de Marruecos, el español se adelantó—. En estos momentos España tiene pequeñas colonias en África, pero va a ofrecerles a sus naturales la integración en nuestro país, como ciudadanos de pleno derecho, o la plena independencia bajo la protección española ¿Le parece aceptable? Es lo que ustedes han hecho con Puerto Rico o Hawái, solo que a ellos no les han dejado elegir.
El norteamericano calló esperando ver lo que deseaba el español.
—Mi gobierno sigue la misma línea que su presidente, pues es política de España que todos sus ciudadanos gocen de atención sanitaria, educación y protección social. España es hostil a los regímenes totalitarios como el nazi, de la misma forma que su presidente.
A Donovan le gustó esa declaración de intenciones. El español siguió.
—A estas alturas ustedes ya se estarán haciendo idea de lo que ha ocurrido. No puedo confirmarlo, pero lo que le resultará evidente es que nuestro desarrollo tecnológico está decenios por delante del suyo. Su país estará más que interesado en aprender de nuestra tecnología. España, por otra parte, también tiene necesidades, especialmente de petróleo pero también de otros materiales estratégicos. Ambos países podrían llegar a un acuerdo según el cual España transfiera a Estados Unidos adelantos técnicos, a cambio de materias primas y de algunos productos.
—¿A qué productos se refiere?
—A algunos equipos militares. Por de pronto mi país estaría interesado en adquirir algunos equipos militares, como aviones de entrenamiento y de transporte. A cambio entregaría, como le he indicado, equipos electrónicos —la palabra le sonó extraña a Donovan— como los circuitos de transistores que los miembros de su equipo están estudiando. A su presidente le interesará la cesión de la patente de varios medicamentos muy efectivos, así como la asistencia para su producción en masa. También les entregaríamos el diseño de un motor de aviación muy avanzado, muy superior a los que ustedes disponen. Para ayudarles en el desarrollo de sus propios proyectos, y como muestra de ayuda, vamos a darles un centenar de calculadoras…
—¿Reglas de cálculo?
—Mucho mejor que eso. Se trata de equipos construidos con una capacidad de cálculo miles de veces superior a lo que tienen ustedes, que les ahorrará decenas de miles de horas de cálculos.
—Algo querrán a cambio.
—Desde luego. España desearía de Estados Unidos la venta de las materias primas que hemos indicado. Asimismo, desearíamos que cesase las injerencias en Hispanoamérica —el enviado fue a responder, pero el español se adelantó—. Perdone, pero ya sabe que algunas compañías norteamericanas están actuando como si fuesen los propietarios de esos países, promoviendo golpes de estado contra los gobernantes que no les gustan. España quiere apoyar a los regímenes democráticos, por lo que esas prácticas deben acabar. Sé que no son vistas con buenos ojos por su Presidente.
—Transmitiré su solicitud.
—Espere, hay una tercera cuestión. España aprecia tanto la posición norteamericana que está dispuesta a firmar un tratado de mutua defensa que obligue a cualquiera de las dos potencias a asistir a la otra su es atacada por una tercera. No se preocupe pues no es intención española llevar a los Estados Unidos a la guerra; pero la relación amistosa con Estados Unidos bastará para contener, al menos momentáneamente, las agresiones de la Alemania hitleriana. No es que España no pueda derrotar a los nazis, pero en estos momentos aun no está completamente preparada. Lógicamente, las relaciones entre dos aliados habrán de ser muy estrechas e incluirán transferencias tecnológicas que como podrá imaginar tendrán valor incalculable.
—Señor Donovan, aunque entre España y Estados Unidos haya puntos de fricción, es más lo que nos une que lo que nos separa. Ambos países somos anticolonialistas —antes que el estadounidense dijese nada de Marruecos, el español se adelantó—. En estos momentos España tiene pequeñas colonias en África, pero va a ofrecerles a sus naturales la integración en nuestro país, como ciudadanos de pleno derecho, o la plena independencia bajo la protección española ¿Le parece aceptable? Es lo que ustedes han hecho con Puerto Rico o Hawái, solo que a ellos no les han dejado elegir.
El norteamericano calló esperando ver lo que deseaba el español.
—Mi gobierno sigue la misma línea que su presidente, pues es política de España que todos sus ciudadanos gocen de atención sanitaria, educación y protección social. España es hostil a los regímenes totalitarios como el nazi, de la misma forma que su presidente.
A Donovan le gustó esa declaración de intenciones. El español siguió.
—A estas alturas ustedes ya se estarán haciendo idea de lo que ha ocurrido. No puedo confirmarlo, pero lo que le resultará evidente es que nuestro desarrollo tecnológico está decenios por delante del suyo. Su país estará más que interesado en aprender de nuestra tecnología. España, por otra parte, también tiene necesidades, especialmente de petróleo pero también de otros materiales estratégicos. Ambos países podrían llegar a un acuerdo según el cual España transfiera a Estados Unidos adelantos técnicos, a cambio de materias primas y de algunos productos.
—¿A qué productos se refiere?
—A algunos equipos militares. Por de pronto mi país estaría interesado en adquirir algunos equipos militares, como aviones de entrenamiento y de transporte. A cambio entregaría, como le he indicado, equipos electrónicos —la palabra le sonó extraña a Donovan— como los circuitos de transistores que los miembros de su equipo están estudiando. A su presidente le interesará la cesión de la patente de varios medicamentos muy efectivos, así como la asistencia para su producción en masa. También les entregaríamos el diseño de un motor de aviación muy avanzado, muy superior a los que ustedes disponen. Para ayudarles en el desarrollo de sus propios proyectos, y como muestra de ayuda, vamos a darles un centenar de calculadoras…
—¿Reglas de cálculo?
—Mucho mejor que eso. Se trata de equipos construidos con una capacidad de cálculo miles de veces superior a lo que tienen ustedes, que les ahorrará decenas de miles de horas de cálculos.
—Algo querrán a cambio.
—Desde luego. España desearía de Estados Unidos la venta de las materias primas que hemos indicado. Asimismo, desearíamos que cesase las injerencias en Hispanoamérica —el enviado fue a responder, pero el español se adelantó—. Perdone, pero ya sabe que algunas compañías norteamericanas están actuando como si fuesen los propietarios de esos países, promoviendo golpes de estado contra los gobernantes que no les gustan. España quiere apoyar a los regímenes democráticos, por lo que esas prácticas deben acabar. Sé que no son vistas con buenos ojos por su Presidente.
—Transmitiré su solicitud.
—Espere, hay una tercera cuestión. España aprecia tanto la posición norteamericana que está dispuesta a firmar un tratado de mutua defensa que obligue a cualquiera de las dos potencias a asistir a la otra su es atacada por una tercera. No se preocupe pues no es intención española llevar a los Estados Unidos a la guerra; pero la relación amistosa con Estados Unidos bastará para contener, al menos momentáneamente, las agresiones de la Alemania hitleriana. No es que España no pueda derrotar a los nazis, pero en estos momentos aun no está completamente preparada. Lógicamente, las relaciones entre dos aliados habrán de ser muy estrechas e incluirán transferencias tecnológicas que como podrá imaginar tendrán valor incalculable.
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urquhart
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LA FRACTURA
EL KREMLIN, MOSCÚ, MADRUGADA DEL 15 al 16 DE MARZO DE 2016, 11 DE SEPTIEMBRE DE 1940
Lavrenti Pávlovich.... ¿qué pasa en España?
Sinceramente, Camarada Primer Secretario, no lo sabemos a ciencia cierta.... pero no debe preocuparnos, España es un país lejano a nuestros intereses, y una pulga....
Lavrenti Pávlovich.... Finlandia era una pulga, con un decrépito sistema burgués en manos de corrompidos fineses blancos, que abriría sus puertas al Ejército Rojo....
Camarada Primer Secretario; los culpables han pagado la lata traición que cometieron....
Basta de retóorica chekista.... basta... quiero saber que ocurre en esa cloaca fascista....
Camarada Primer Secretario.... en un inicio pareció que un golpe cívico militar derrocó al lacayo de Roma y Berlín; pero datos que podrán ser confirmados por nuestra Gloriosa Academia de Ciencias en breve, indican que en el lugar de la España de 1940 emergió una España avanzada en los tiempos en más de 75 años... incluyendo fantásticas capacidades médicas, tecnológicas...
Bobadas, propaganda fascista y capitalista.... eso es imposible.
Camarada, en el Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos también creemos que se trata de una maniobra de Berlín para distraer nuestra atención. Sabemos que la reincorporación de Besarabia ha precipitado una serie de acontecimientos en Berlín y Bucarest...
Sí, sí... más....
Según nuestros agentes de Die Rote Kapelle, al parecer estos españoles son... disculpe Camarada primer Secretario.... son...
Venga Lavrenti Pávlovich, no serán descendientes del Zar...
Himmler está convencido de que son alienígenas... Espero, espere Primer Secretario, ya sabe que hay toda una facción del NSDAP que cree en las Ciencias Ocultas... una perniciosa creencia, mucho más peligrosa en algunos aspectos para la Seguridad del Estado que el cristianismo....
o el judaismo... ¿pero como explica ese avance en las ciencias?
Como le comenté Camarada Primer Secretario, nuestros científicos están intentando encontrar una explicación racional y compatibles con la Ciencia.
¿Son un peligro?
Como le dije Camarada Primer Secretario, no lo sabemos.... de momento he dado instrucciones a nuestros camaradas españoles del....
NO, NO... derrotistas, traidores, revisionistas, pequeños burgueses, aliados del Troskismo, pandilla de anarquistas descerebrados... contacta con los Camaradas Franceses, o envía nuevos agentes...Por cierto al inicio de la conversación me dijo que no debía preocuparme, ahora no lo sabe... Lavrenti Pávlovich dejese de maniobras dilatantes... no le auguro un buen futuro si no muestra mayor compromiso con el Partido y el Pueblo
Comprendo su postura Camarada Primer Secretario.
Lavrenti Pávlovich.... ¿qué pasa en España?
Sinceramente, Camarada Primer Secretario, no lo sabemos a ciencia cierta.... pero no debe preocuparnos, España es un país lejano a nuestros intereses, y una pulga....
Lavrenti Pávlovich.... Finlandia era una pulga, con un decrépito sistema burgués en manos de corrompidos fineses blancos, que abriría sus puertas al Ejército Rojo....
Camarada Primer Secretario; los culpables han pagado la lata traición que cometieron....
Basta de retóorica chekista.... basta... quiero saber que ocurre en esa cloaca fascista....
Camarada Primer Secretario.... en un inicio pareció que un golpe cívico militar derrocó al lacayo de Roma y Berlín; pero datos que podrán ser confirmados por nuestra Gloriosa Academia de Ciencias en breve, indican que en el lugar de la España de 1940 emergió una España avanzada en los tiempos en más de 75 años... incluyendo fantásticas capacidades médicas, tecnológicas...
Bobadas, propaganda fascista y capitalista.... eso es imposible.
Camarada, en el Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos también creemos que se trata de una maniobra de Berlín para distraer nuestra atención. Sabemos que la reincorporación de Besarabia ha precipitado una serie de acontecimientos en Berlín y Bucarest...
Sí, sí... más....
Según nuestros agentes de Die Rote Kapelle, al parecer estos españoles son... disculpe Camarada primer Secretario.... son...
Venga Lavrenti Pávlovich, no serán descendientes del Zar...
Himmler está convencido de que son alienígenas... Espero, espere Primer Secretario, ya sabe que hay toda una facción del NSDAP que cree en las Ciencias Ocultas... una perniciosa creencia, mucho más peligrosa en algunos aspectos para la Seguridad del Estado que el cristianismo....
o el judaismo... ¿pero como explica ese avance en las ciencias?
Como le comenté Camarada Primer Secretario, nuestros científicos están intentando encontrar una explicación racional y compatibles con la Ciencia.
¿Son un peligro?
Como le dije Camarada Primer Secretario, no lo sabemos.... de momento he dado instrucciones a nuestros camaradas españoles del....
NO, NO... derrotistas, traidores, revisionistas, pequeños burgueses, aliados del Troskismo, pandilla de anarquistas descerebrados... contacta con los Camaradas Franceses, o envía nuevos agentes...Por cierto al inicio de la conversación me dijo que no debía preocuparme, ahora no lo sabe... Lavrenti Pávlovich dejese de maniobras dilatantes... no le auguro un buen futuro si no muestra mayor compromiso con el Partido y el Pueblo
Comprendo su postura Camarada Primer Secretario.
Tempus Fugit
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