ALARMA EN FRANCIAA primera hora de la mañana del día 28 de agosto los cablegramas procedentes de las colonias de Argelia y Túnez empezaron a llegar con urgencia al Eliseo, alarmando al presidente Pointcare. Al amanecer poderosas fuerzas navales de los Imperios Centrales habían aparecido frente a las costas de diversas ciudades costeras, desplegando un gran número de dragaminas aunque siempre fuera del alcance de la artillería costera. Rápidamente los dragaminas habían empezado a limpiar las aguas para dar paso a las barcazas de desembarco, que en esta ocasión parecían ser una colección de barcazas K británicas, posiblemente capturadas en Tánger o copiadas de las allí capturadas, e incluso un buen número de gabarras automóviles de las utilizadas ampliamente en los puertos del Mediterráneo desde años atrás. Eso significaba que a diferencia de ocasiones anteriores, esta vez los invasores podrían poner un buen número de tropas en el suelo de las colonias norteafricanas.
Los objetivos parecían ser en esta ocasión. El primer de ellos era la ciudad portuaria de Bone, en Argelia, una ciudad que siglos atrás fuera un presidio español similar a Oran, situada al sur de Cerdeña sin duda resultaría crucial para combatir desde ella a los sumergibles franceses y asegurar las rutas comerciales de los Imperios Centrales. La segunda, situada al este de esta era la ciudad de Bizerta, la cual parecía peligrar desde el primer momento, pese a las poderosas baterías de costa que la protegían, pues el enemigo había lanzado el ataque a su espalda para invadirla por tierra. Los últimos ataques correspondían a las islas de Querquenes y Djerba, en las que se carecía de guarniciones contándose tan solo con personal civil y algunos policías coloniales.
En Bone para evitar las montañas que cubrían la ciudad por el oeste, y las baterías costeras que miraban al este, habían desembarcado a más de 25km al este de la ciudad, al suroeste de Cap Rosa. Desde allí el terreo hasta la ciudad de Bone era llano y las fuerzas enemigas podrían desplazarse y maniobrar con comodidad hasta la ciudad. El ataque era por lo tanto muy peligroso y debían articularse una respuesta adecuada, pues en esos momentos las defensas de la ciudad se limitaban a las guarniciones de artillería y 4 compañías de infantería de dudosa calidad por tratarse de tropas de avanzada edad o milicias recientemente reclutadas.
Las fuerzas atacantes eran en cambio 3 acorazados españoles clase Jaime I, que a su vez eran escoltados por una decena de destructores, y diversos buques de apoyo como corbetas y dragaminas. Además podían verse varios grandes transportes de tropas, y diversos mercantes, lo que hacía pensar en una fuerza atacante de entre 8 y 12.000 hombres.
En Bizerta el objetivo parecía ser la playa de Ras Enjla, al norte de la plaza. Estas playas situadas a tan solo 5 km de Bizerta no contaban con defensas costeras, pues las 47 piezas de 240mm emplazadas en la ciudad estaban concentradas en la propia ciudad para defender el puerto al sureste de allí. Por lo tanto tan solo el fuerte de Nador situado al sur de Cap Blanc, y que formaba parte de las defensas de tierra podía ofrecer algunas defensas. Por desgracia el propio fuerte parecía estar bajo el fuego de la artillería naval desde que amaneció, por lo que su utilidad era más que dudosa. A lo largo del día se sabría que las fuerzas invasoras lograron desembarcar y progresar hacia el sur, aunque el fuerte no cayo y sus defensores siguieron luchando durante los días siguientes.
http://www.fortiff.be/iff/index.php?page=b269El ataque en este caso era encabezado por 4 acorazados austrohúngaros, siendo el resto de la composición de la escuadra similar a la que amenazaba Bone. Sin embargo el número de transportes hacía pensar que la fuerza de invasión en este caso podía ascender a entre 15 y 20.000 hombres. Posiblemente a causa de la cercana Túnez, una ciudad que también peligraría si caía Bizerta.
Mientras tanto en las Querquenes y Djerba las cosas les habían resultado mucho más fáciles. Las indefensas islas habían sido atacadas por varios dragaminas que limpiaron sus aguas para dar paso a tres destructores que desembarcaron un batallón de infantería que ocupo las islas con rapidez. En opinión de los oficiales navales la razón de ser de estos desembarcos era comercial, pues el enemigo parecía estar creando una serie de puestos comerciales que recorrían la costa africana desde España hasta Tobruk, sin duda con la idea de que sus mercantes saltasen de uno a otro bajo la protección de destructores, campos de minas, y otros medios antisubmarinos, conectando España con el Imperio Austrohúngaro. El enemigo parecía haber hallado su propia respuesta al problema de los submarinos.
http://www.fortiffsere.fr/artillerie/in ... ge2829.htmPoco después de las 8 de la mañana los británicos les avisaron que el ataque español incluía Malta, donde se había divisado una tercera escuadra que ya estaba desplegando sus buques para el desembarco en las conocidas como bahías de Golden, Riviera, y Gnejna, en la costa occidental de la isla. De hecho según parecía durante la noche tropas españolas habían desembarcado en algunos puntos cercanos a esas playas, donde se vieron obligados a escalar las rocas para acceder a la isla. La isla disponía de buenas defensas, pero la guarnición era demasiado escasa, así que sin apoyo naval era evidente que estaba perdida. Esa misma tarde en La Valeta, el crucero de batalla Tiger, que llevaba en reparación desde el ataque a Tobruk, sería destruido por su propia tripulación para evitar su captura.
La fuerza de invasión constaba en este caso de 4 cruceros de batalla germano-españoles, calculándose las fuerzas de ataque en unos 12.000 hombres. Faltaba localizar los dos acorazados capturados a los rusos y el quinto crucero de batalla, el Yavuz turco, así como los cruceros ligeros y el resto de destructores. Posiblemente esa última escuadra estuviese efectuando labores de cobertura a las anteriores, dispuesta para acudir allá a donde fuese necesario. Además, si la flota francesa quería articular una respuesta debía considerar la posibilidad de que el enemigo lograse agrupar todas sus escuadras en una flota combinada que podría superar ampliamente a la flota francesa.
La pregunta por lo tanto era ¿Respondían al ataque enemigo o seguían sus propios planes como habían venido haciendo los últimos meses?
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.