PALACIO DE SCHÖNBRUNN, VIENA IVEHabía llegado el turno de conocer las claúsulas impuestas al Reino Unido y el Imperio Británico. Durante el descanso previo, la delegación británica se mostraba confiada, después de todo, Francia mantenía su Imperio en el Norte de África, con excepción de una región donde la colonización del siglo anterior había hecho que la presencia de expatriados españoles fuera más numerosa que la de los propios franceses.
Las llamadas Africas Occidental y Ecuatorial no dejaban de ser en aquellos momentos zonas de futuro; y el mantenimiento de la región de Saint Louis y Madagascar, proporcionaban a Francia una`posición colonial respetable,y ni las Antillas, ni Indochina, ni las Islas del Pacífico e ïndico sufrían las consecuencias del Tratado de Paz.
Los delegados británicos habían leido la versión en inglés de las clausulas a las que Francia debía someterse, y para su extrañeza ordenaba la entrega de todas las posesiones francesas al sur del Trópico de Cancer, y claramente indicaba las conocidas como Africas Occidental y Ecuatorial, con la excepción de Saint Louis. La llamada Costa de los Somalíes Francesa, no estaba encudrada en ninguna de aquellas organizaciones, al igual que Madagascar, a la que si se había hecho mención expresa.
Varios delegados se procuraron versiones en francés, español y alemán del capítulo dedicado a Francia, y en ningún momento se decía nada al respecto de la Somalia Francesa. ¿Un desliz? ¿un error?
Sir Robert Randolph había mantenido en secreto una reunión con la Legación Española, un secreto también para Londres. Sabía de antemano que Australia solo debería abandonar las posesiones alemanas tomadas en 1914; lo que le permitía cierta tranquilidad, frente al nerviosismo de Londres.
Randolph propuso que se preguntara por ese extremo a los españoles, los miembros de la Coalición más dados a entablar conversación con los antiguos miembros de la Entente. Uno de los oficiales australianos tenía amistad con un oficial español, así que mejor que abordarle y preguntarle.
Veinte minutos después, el joven Midshipman John Collins traía la respuesta ansiada por los Imperiales. Según su contacto, Jaime Roda, si los artículos hablaban de las AFricas Francesas, y en estas no se encuadraba la Somalia Francesa, pues nada más que decir. El español lamentaba que la literalidad del Tratado correspondía al texto alemán, y dada su querencia por los detalles, para España la Costa Francesa de los Somalíes, o como diantres se llamara, seguiría en manos
gabachasSi Francia, con la Metrópoli ocupada, había pagado aquel escaso precio, al entener de la Legación de Reino Unido, los británicos se las prometían muy felices.
Pero el mejor de los sueños se tornó en la peor de las pesadillas, cuando un hombre vestido con el caarcterístico frac diplomático, pero tocado con un fez, se dirigió a la Sala. Mehmed Tallad Pachá, Gran Visir otomano inició la lectura de las clausulas impuestas al Reino Unido y el Imperio Británico.
Reino Unido cedía al Impero Otomano la soberanía de Adén y Zanzibar...
CONTINUARÁ
(1)
http://en.wikipedia.org/wiki/John_Augustine_Collins