Igueriben
-
- Soldado Primero
- Mensajes: 93
- Registrado: 20 Jun 2003, 23:07
Igueriben
El pasado dís 22 de julio, justo cuando se cumplian 86 años del Desastre de Annual, visité una vez más los campos de batalla. Fue un día intenso que comnzó con la visita a Izummar y Annual, pasando por la Loma de los Arboles e Igueriben. De alló volvimos a Dar Drius y fuimos a la zona sur, Zoco el telatza de Beni Bu Becker, para volver al atardecer a Melilla.
Aqui os pongo una foto de Igueriben, que corresponde al lugar donde estaba la tienda de campaña del Comandante Benítez, en primer plano, y detrás, la de una de las compañías de infanteria.
Aqui os pongo una foto de Igueriben, que corresponde al lugar donde estaba la tienda de campaña del Comandante Benítez, en primer plano, y detrás, la de una de las compañías de infanteria.
-
- Cabo
- Mensajes: 131
- Registrado: 30 Abr 2007, 17:26
- Ubicación: españa
-
- Sargento
- Mensajes: 250
- Registrado: 09 Abr 2004, 17:52
Cuidadín con quién vivía y dónde. Te lo digo por experiencia. Siempre que hemos ido con los historiadores de la zona, siempre surge la polémica sobre las ubicaciones de posiciones y acciones.
¿Cómo sigue el Silvestrón?
Por otra parte, las filas de árboles que se ven detrás es la famosa loma de los árboles.
Saludos.
¿Cómo sigue el Silvestrón?
Por otra parte, las filas de árboles que se ven detrás es la famosa loma de los árboles.
Saludos.
Flectere si nequeo superos, acheronta movebo
-
- Soldado Primero
- Mensajes: 93
- Registrado: 20 Jun 2003, 23:07
Juan de Urbieta escribió:Cuidadín con quién vivía y dónde. Te lo digo por experiencia. Siempre que hemos ido con los historiadores de la zona, siempre surge la polémica sobre las ubicaciones de posiciones y acciones.
¿Cómo sigue el Silvestrón?
Por otra parte, las filas de árboles que se ven detrás es la famosa loma de los árboles.
Saludos.
No entiendo la primera frase de tu mensaje. Siento que me pierdo algo. Con respecto a las ubicaciones de las distintas posiciones, todo es cuestion de patear y patear el terreno, acompañado de documentos, planos, etc, y al final se encuentran...... En el caso de Igueriben, todavía recuerdo la primera vez que estuve allí, hara ya unos 25 años, cuando los parapetos tenían todavía medio metro de alto, y los cartuchos usados estaban en montoncitos conforme habían caido de la recamara. Por cierto que al lado de la puerta de la posición encontramos dos o tres cartuchos de 9 mm largo. Curiosamante el calibre usado por la pistolas de los oficiales..... En una vitrina de la Asociación de Estudios Melillenese estan esos halazgos.
Y la loma de los arboles es la que esta a la izquierda de la foto.
-
- Sargento
- Mensajes: 206
- Registrado: 04 Sep 2007, 20:22
Siguiendo esta tira pongo el informe que el teniente Casado presentó describiendo las penalidades de los defensores de Igueriben, ilustrado con algunas fotografías.
PARTE FORMULADO POR EL TENIENTE DE INFANTERÍA DON LUIS CASADO ESCUDERO, SUPERVIVIENTE DE LA POSICIÓN DE IGUERIBEN.
--------------------------------------------------------------------------------
.
Regimiento de Infantería de Toledo núm. 35.
Excmo. Sr.:
A V.E. da parte el Teniente que suscribe, como único Oficial superviviente de la Posición de Ygueriben en la Zona de Melilla, de que los hechos que en ella se realizaron, y que dieron como resultado la defensa y evacuación de ella, en el mes de julio de mil novecientos veintiuno, se desarrollaron en la siguiente forma:
A partir del 16 de junio tuvo lugar el llamado combate de "La Loma de los Árboles", fueron hostilizados todos los servicios de esta Posición, especialmente el de aguada y convoyes y aprovisionamiento desde Annual, lo que obligó a extremar la vigilancia y precauciones, pero sin que ello pudiera evitar que el día 17 de julio del mencionado año, al amanecer se encontrase la Posición cercada de numeroso enemigo procedente de la harca que al mando del cabecilla rebelde Abd-el-Krim "El Jatabi", hacía ya algún tiempo que se hallaba acampada en el poblado de Tensán, llamado Amesaure, a unos seis kilómetros de esta posición; dicho enemigo empezó a tirotear violentamente la posición e impidió que se hiciese la aguada, ya que se encontraba ésta a unos cuantos kilómetros, por lo que el Jefe de la circunscripción de Annual ordenó que se suspendiese, ya que desde este puesto se llevaría abundante aprovisionamiento de este líquido y demás elementos necesarios.
Durante todo el día continuó el violento tiroteo, ocasionando algunas bajas de tropa muertos y heridos, pudiendo citar entre los primeros al Sargento Armando Antón Cisneros.
A las dos de la tarde, salió abundante convoy de víveres y municiones de Annual llevando al mismo tiempo gran número de cubas que al pasar por el río se llenaron, con objeto de hacerlo llegar todo a nuestra posición. Protegía dicho convoy un Escuadrón de Regulares de Melilla, al mando del Capitán señor Cebollino, el cual encontró numeroso enemigo bien parapetado detrás de trincheras individuales, y como el camino intermedio entre Annual e Ygueriben está constituido por una serie de barrancadas que da lugar a una triple línea de alturas, hubo de realizar violentos esfuerzos para ir tomando esas alturas, lo que dió origen a que cuando quiso dar el último empuje para hacer entrar el convoy, estaba éste materialmente diezmado, con los mulos y la mayor parte de sus conductores muertos o malheridos y sin que a pesar del heroico comportamiento de este Capitán y del Escuadrón de su mando y de la protección que se le prestó desde la posición, especialmente con dos máquinas de ametralladoras que al mando del Teniente don Alfonso Galán Arrabal tomaron unas alturas próximas a la posición y desde ellas batió al enemigo de flanco, se pudiese evitar que casi de la totalidad del convoy quedase desparramado y en poder del enemigo.
Es digno de hacer notar el brillante comportamiento del Capitán señor Cebollino, el cual, con inminente riesgo de su vida y en brillante carga con sus regulares, atravesó las filas enemigas y llegó hasta la posición, debiendo añadir que oí repetidas veces decir al Jefe de la Posición, Comandante don Julio Benítez, que había de proponerles a sus superiores para la concesión del empleo por su bizarría y las dotes que demostró atravesando con escasas fuerzas las líneas enemigas en número considerablemente superior.
Durante toda la noche del día 17 continuó el tiroteo con el enemigo, el que reiterado intento en asaltar la posición, siendo briosamente rechazado por nuestras fuerzas, las cuales tuvieron seis bajas, de ellas tres muertos y otros tres heridos, los que hubieron de carecer de toda asistencia facultativa, ya que en la posición se carecía de médico y practicante y había escasísimos medicamentos en las bolsas sanitarias de las dos Compañías.
Como desde el primer momento faltó el agua, ya que diariamente se hacía la aguada para las necesidades del día, sin que existiera un depósito para tener un remanente con que poder atender a las necesidades en un caso de estos, se repartió media cuba de vinagre que existía en el repuesto de la posición y se puso especial cuidado en el consumo de municiones, dándose la orden terminante de no tirar más que a blanco seguro, y estableciose un servicio de contra-pasos.
El convoy a que alude, según manifestaciones de los Oficiales encargados de su conducción, Teniente de Artillería señor Nougués y Alférez de Intendencia señor Ruiz Osuna, salió muy mermado de Annual, pues cuando se hallaban cargando todos los elementos recibieron orden de suspender ésta y salir inmediatamente, dándose el caso lamentable que salieron varias cargas con leña y se quedaron olvidados material de repuesto para la sección de ametralladoras, y en el camino se perdieron las cargas de cartuchos de fusil y dos cajas con espoletas de artillería.
Las fuerzas de este convoy, compuesta de soldados de Artillería del Parque Móvil y de Intendencia, llegaron en su mayor parte heridos, y hubieron de quedarse en la posición según orden recibida de Annual, así como los mulos que llegaron; para que en el próximo día que llevarían nuevamente convoy regresaran; lo cual constituyó un estorbo para la defensa de la posición, por la ya dicha carencia de elementos sanitarios y agua.
Durante la mañana del día 18 y a primeras horas de la tarde continuó violento el fuego de fusil y el enemigo empezó a cañonear la posición, cuyos disparos al principio carecían de eficacia, pero lograron dar con la puntería y ocasionó su explosión algunas bajas, todas ellas de tropa; este tiroteo aumentó de intensidad hacia las cuatro de la tarde en que por las fuerzas de Annual se trataba nuevamente de hacer llegar el convoy, intento que no se pudo lograr por el violento esfuerzo del enemigo y su considerable superioridad sobre las fuerzas nuestras.
Especialmente hubo de recharzarse el empuje del enemigo en el sector E. de la posición, por su proximidad al parapeto, cubierto por unos grandes peñascos que había.
En esa tarde, además de siete bajas de tropa, de ellas tres muertos y los otros heridos, fue herido gravemente el Teniente don Julián Sierra Serrano, el cual hubo de dejar el mando de la primera Sección de la Segunda Compañía del primer Batallón del Regimiento Ceriñola, y herido levemente el Teniente que suscribe.
Durante la noche de este día arreció el fuego enemigo, el cual atacó la posición con granadas de mano, empleándose en rechazarlo las 50 de dotación que había en la posición. Puso especial intento el enemigo en asaltar la posición, llegando hasta las alambradas y dirigiéndose con palabras soeces e injuriosas a la oficialidad y prometiendo a la tropa que si desertaba de su puesto habían de ser puestos sanos y salvos en Melilla. La guarnición, con un excelente espíritu de sacrificio, contestó con descargas cerradas a la invitación de los moros y con ¡Vivas a España!, siendo digna de admiración la figura del Comandante don Julio Benítez, el cual, sin descanso dirigió la defensa, atendiendo a todos los frentes y elevando la moral de las tropas con su heroico ejemplo y sus palabras enérgicas de aliento, arengó varias veces a las tropas y su figura era admirada por todos los defensores, que desde el primer momento depositaron en él fe ciega por su bizarría.
La guarnición ocasionó al enemigo bastantes bajas vistas, pudiéndose citar el caso de que entre la alambrada y el parapeto quedaron muertos cuatro moros, que dirigieron sus esfuerzos a la batería de artillería que en la posición había.
Durante la noche, cuatro de los policías moros que había en la posición en número de seis y un cabo, fueron muertos defendiendo la cocina del campamento.
En ese día 18, como las bajas estaban sin enterrar, por ser de roca la posición, se intenta por el Teniente don Ovidio Rodríguez llevar a cabo esta sagrada misión fuera de la posición, protegiendo con su Sección este servicio, y apenas salieron de la alambrada, dirige el enemigo certero fuego contra ellos, ocasionándonos dos bajas más, por lo cual dásele la orden del Comandante de retirarse, logrando a pesar de ello enterrar el cadáver del Sargento Antón, muerto el primer día, y arreglar parte de la alambrada del sector N., la cual había sido derruida por los mulos al ser muertos, y ello facilitaba la aproximación del enemigo durante las noches, en sus intentos de asalto.
Frente a la posición había quedado un soldado de Regulares de Melilla mal herido el día anterior al tratar de hacer llegar el convoy y comprendiendo el señor Comandante era un deber el pago a su lealtad recogerle, ordenó al Oficial que suscribe para que acompañado de otro soldado y apelando a la astucia fuese recogido. Se presentó voluntario el soldado Julián Muñoz Contiñán, y entre ambos pudo ser recogido, así como su carabina y canana con algunos cartuchos, mereciendo por este hecho ambos la felicitación al frente de la Segunda Compañía del Jefe de la posición.
Como la sed continuara en aumento, se reparte entre la tropa las patatas que para la confección del rancho había, las cuales, machacadas con el pomo del cuchillo bayoneta, proporcionaban alivio a la abrasadora fiebre, la cual empezó a hacer bajas en la guarnición, unido esto al hedor de los cadáveres insepultos y mulos descompuestos.
A pesar de los reiterados esfuerzos del enemigo durante todo el día 19 por las fuerzas de Annual, durante todo ese día fue imposible el hacer llegar el convoy, por lo que la situación fue siendo cada vez más crítica, agravándose además por el calor sofocante que hacía, y que al número de bajas del fusil enemigo hubieron de añadirse las producidas por el agotamiento físico, empezando parte de la guarnición - los que menos resistían - las torturas de la sed, a beber cuantas substancias encontraban a mano, como tinta, agua de colonia y hasta orines.
El fuego continuó violento durante todo ese día, durante el cual un disparo enemigo inutilizó el heliógrafo, teniendo que apelar al aparato Mangin para no perder la comunicación heliógrafica con Annual.
La Artillería enemiga, compuesta de dos cañones establecidos en la loma de Amar-U-Said, a unos 1.300 metros de distancia al S. de la posición, continuó haciendo certeros blancos y destruyendo por efecto de un disparo parte del parapeto del sector NO.; también alcanzó uno de los disparos a cuatro cajas de municiones inutilizando casi la totalidad de su contenido , ya que solo quedaron aprovechables unos cuantos cargadores de cartuchos. Nuestra batería, que con sus escasas municiones se dedicaba a acallar los fuegos de la contraria, se ve en la imposibilidad de seguir haciendolo, por haberse agotado sus municiones.
De Annual se recibe el siguiente Heliógrafo:
"El Mando felicita a los heroicos defensores, alentándoles a seguir manteniendo la resistencia con ese admirable espíritu de sacrificio, que es la admiración y orgullo de sus compañeros de armas. Ya se hallan concentradas en Annual numerosas fuerzas que han de convoyar los socorros de que tan necesitada está la posición. Y tropas frescas para relevar a los heroicos defensores de Ygueriben, que tan ganado tienen el descanso. La Patria, atenta a vuestro gallardo gesto, sabrá pronto recompensar vuestros sacrificios."
Continuó durante la noche todo el fuego del enemigo, el cual hizo derroche y gran alarde de consumo de municiones, en su mayoría de "arbaia" y granadas de mano, poniendo especial intento en apoderarse de los cadáveres moros que aún quedaron entre la alambrada y el parapeto de la batería de artillería, que por permanecer muda creían indefensa. Hubo de reforzarse este frente con una Sección de Ceriñola, al mando del Alférez Villanova, y se le hicieron bastantes bajas que quedaron a nuestra vista.
Para apagar la sed de los soldados graves, se utilizan los últimos recursos que quedan, que son unos botes de tomate que el cantinero de la posición ofrece desinteresadamente, mas son escasos para tanto herido y enfermo.
Para hacer sostenible nuestra situación y no caer ante los reiterados intentos de asalto del enemigo, se les pide a las baterías de Annual que rodeen con una cortina de fuego la posición, lo cual hacen con precisión matemática.
Durante las primeras horas de la mañana cesa el fuego, lo cual se aprovecha para dar descanso a las fuerzas, aun sin alejarse del parapeto.
Amanece el día 20, durante el cual no se pudo hacer intento de convoy desde Annual a pesar de lo desesperada de nuestra situación, ya que esta situación hubo de atender a restablecer sus comunicaciones con retaguardia, pues empezaba a ser seriamente amenazada por el enemio, que empezaba a correrse, y no ser muy clara la situación política de las cábilas.
Aumentan las bajas en número considerable, tanto de heridos como de agotamiento, y las ametralladoras sucesivamente van dejando de funcionar por inutilización de sus piezas y falta de refrigeración.
La artillería enemiga, que continúa haciendo certeros disparos, produce gran número de bajas, ya que explotó una de sus granadas en la tienda dedicada a enfermería, muriendo casi la totalidad de los que allí había, cuyo número se elevaba a treinta y tantos. Escasamente se pueden cubrir todos los frentes por todos los cuales éramos atacados desesperadamente, creyendo el enemigo poder asaltar y tomar la posición, a pesar de que la mayor parte de los heridos, incluso muy graves, prestan el servicio de parapeto. Los Oficiales prestan también servicio de parapeto y especialmente el de contrapaco.
Desde Ygueriben se cursa por el Comandante Jefe el siguiente Heliograma:
"Tenemos muertos y heridos, carecemos de agua y de víveres en absoluto y la gente se ve precisada a permanecer día y noche en el parapeto para tener a raya al adversario, cada vez más numeroso. Las municiones, con avaricia escatimadas, empiezan a escasear, y para ahorrarlas aún más se hace preciso que las baterías de Annual batan durante la noche la loma espolón en que está enclavada la posición, para evitar las bajas que desde ella nos hacen."
De Annual se nos contesta con el siguiente despacho Heliógrafo:
"Héroes de Igueriben, tan alto poneis el nombre de España, resistid unas horas más. Lo exige el buen nombre de España."
Contestanto con este otro desde nuestra posición:
"los Heliogramas de V.E. han sido acogidos con vivas a España. Esta guarnición jura a su General que no se rendirá más que a la muerte."
Es herido por disparo enemigo el Teniente don Julio Bustamante, de Artillería, defendiendo la posición bravamente con sus artilleros la batería.
A últimas horas de la tarde el Jefe de la posición ordena transmitir el siguiente despacho:
"Es horrenda la sed; se han bebido la tinta, la colonia, los orines mezclados con azúcar. Se echan arenilla en la boca para provocar, en vano, la salibación. Los hombres se meten desnudos en los hoyos que se hacen para gustar el consuelo de la humedad. Se ahogan con el hedor de los cadáveres. La pestilencia y carencia de agua hacen mortales las heridas. Conclúyense las municiones."
Por la noche se rechaza en briosa resistencia el nuevo intento de asalto del enemigo, viéndonos atacados también con grandes piedras lanzadas con hondas.
Un moro enemigo se dirige a los defensores arrojando una carta de Abd-el-Krim en la cual se nos propone la rendición a cambio del armamento y batería, comprometiéndose a colocarnos a todos los defensores sanos y salvos en Annual. Se rechaza la intimación con un viva a España y una descarga. Se transmite la noticia a Annual, el cual contesta:
"Resistid esta noche, y mañana os juramos que sereis salvados, o todos quedaremos en el campo del honor."
También se nos comunica que estemos atentos a una partida que al mando de un Suboficial intenta, por medio de una estratagema, llegar hasta las inmediaciones del parapeto y arrojar algunas cantimploras con agua y coñac; transcurrió toda la noche sin que llegue el ansiado refuerzo.
Amanece el día 21 y de Annual se ponen en movimiento cuantas fuerzas había allí concentradas para, en desesperado esfuerzo, hacer llegar el convoy y recoger la exhausta guarnición. Nuestras bajas aumentan. Las municiones son escasísimas y en vista de que el convoy de Annual, a pesar de su titánico esfuerzo, no logra hacer llegar, se recibe orden del General en Jefe de iniciar la retirada, tratando de acogerse a las guerrillas de las fuerzas que intentaban llevar el convoy y ver el medio de salvar a aquellos, después de inutilizar y quemar todo el material de la posición. El cual se contesta con otro:
"Nunca esperé recibir de V.E. orden de evacuar esta posición, pero cumpliendo lo que en ella me ordena, en este momento, y como la tropa nata tiene que ver con los errores cometidos por el Mando, dispongo que empiece la retirada, cubriéndola y protegiéndola debidamente, pues la Oficialidad que integra esta posición, conscientes de su deber, sabremos morir como mueren los Oficiales españoles."
A las dos de la tarde se reparten las escasas municiones disponibles, unos veinte cartuchos por hombre, y se organiza la retirada, ya que las fuerzas de Annual comunican que ante la imposibilidad de llegar van a empezar su regreso.
Se transmite el último despacho, que decía:
"Sólo quedan doce disparos de cañón, que empezaremos a disparar para rechazar el asalto. Contadlos y al doce disparo hacer fuego sobre la posición, pues moros y españoles estaremos envueltos en la posición."
La retirada se organizó del siguiente modo:
Vanguardia al mando del Capitán Bulnes, el cual nuevamente toma el mando de su Compañía en el cual cesó por enfermedad grave producida por agotamiento.
Flanco derecho, una Sección al mando del Teniente que suscribe, con orden de tomar una altura próxima en la cual había de sostenerse hasta la total evacuación de la posición, incorporándose a la retaguardia.
Flanco izquierdo, al mando del Teniente don Alfonso Galán Arrabal, con la misma orden que el flanco derecho.
Grueso, al mando del Comandante, con los heridos y enfermos.
Retaguardia, al mando del Capitán de Artillería don Federico de la Paz Orduña.
Apenas se inició la evacuación, el enemigo en número considerable irrumpió en la posición, sucumbiendo casi la totalidad de las tropas en brillante empuje a la bayoneta y quedando únicamente unos cuantos a salvo, que lograron llegar a Annual, donde en su mayoría perecieron de cansancia y agotamiento aquella misma tarde, resultando inútiles cuantos esfuerzos se hicieron, y el que suscribe, que con otro soldado, cayeron heridos en poder del enemigo, donde permanecieron cautivos durante dieciocho meses.
El Comandante murió al frente de sus fuerzas, el cual no abandonó, a pesar de recibir gravísima herida en la cabeza, la cual le hizo rodar por tierra, rehaciéndose inmediatamente y conservando su admirable serenidad hasta que un nuevo disparo que hizo blanco en su corazón le hizo caer muerto.
El Teniente de Infantería Don Luis Casado Escudero
BIBLIOGRAFÍA:
Servicio Histórico Militar. Historia de las Campañas de Marruecos. Tomo III. Madrid, 1981. Páginas 639-643.
_________________
PARTE FORMULADO POR EL TENIENTE DE INFANTERÍA DON LUIS CASADO ESCUDERO, SUPERVIVIENTE DE LA POSICIÓN DE IGUERIBEN.
--------------------------------------------------------------------------------
.
Regimiento de Infantería de Toledo núm. 35.
Excmo. Sr.:
A V.E. da parte el Teniente que suscribe, como único Oficial superviviente de la Posición de Ygueriben en la Zona de Melilla, de que los hechos que en ella se realizaron, y que dieron como resultado la defensa y evacuación de ella, en el mes de julio de mil novecientos veintiuno, se desarrollaron en la siguiente forma:
A partir del 16 de junio tuvo lugar el llamado combate de "La Loma de los Árboles", fueron hostilizados todos los servicios de esta Posición, especialmente el de aguada y convoyes y aprovisionamiento desde Annual, lo que obligó a extremar la vigilancia y precauciones, pero sin que ello pudiera evitar que el día 17 de julio del mencionado año, al amanecer se encontrase la Posición cercada de numeroso enemigo procedente de la harca que al mando del cabecilla rebelde Abd-el-Krim "El Jatabi", hacía ya algún tiempo que se hallaba acampada en el poblado de Tensán, llamado Amesaure, a unos seis kilómetros de esta posición; dicho enemigo empezó a tirotear violentamente la posición e impidió que se hiciese la aguada, ya que se encontraba ésta a unos cuantos kilómetros, por lo que el Jefe de la circunscripción de Annual ordenó que se suspendiese, ya que desde este puesto se llevaría abundante aprovisionamiento de este líquido y demás elementos necesarios.
Durante todo el día continuó el violento tiroteo, ocasionando algunas bajas de tropa muertos y heridos, pudiendo citar entre los primeros al Sargento Armando Antón Cisneros.
A las dos de la tarde, salió abundante convoy de víveres y municiones de Annual llevando al mismo tiempo gran número de cubas que al pasar por el río se llenaron, con objeto de hacerlo llegar todo a nuestra posición. Protegía dicho convoy un Escuadrón de Regulares de Melilla, al mando del Capitán señor Cebollino, el cual encontró numeroso enemigo bien parapetado detrás de trincheras individuales, y como el camino intermedio entre Annual e Ygueriben está constituido por una serie de barrancadas que da lugar a una triple línea de alturas, hubo de realizar violentos esfuerzos para ir tomando esas alturas, lo que dió origen a que cuando quiso dar el último empuje para hacer entrar el convoy, estaba éste materialmente diezmado, con los mulos y la mayor parte de sus conductores muertos o malheridos y sin que a pesar del heroico comportamiento de este Capitán y del Escuadrón de su mando y de la protección que se le prestó desde la posición, especialmente con dos máquinas de ametralladoras que al mando del Teniente don Alfonso Galán Arrabal tomaron unas alturas próximas a la posición y desde ellas batió al enemigo de flanco, se pudiese evitar que casi de la totalidad del convoy quedase desparramado y en poder del enemigo.
Es digno de hacer notar el brillante comportamiento del Capitán señor Cebollino, el cual, con inminente riesgo de su vida y en brillante carga con sus regulares, atravesó las filas enemigas y llegó hasta la posición, debiendo añadir que oí repetidas veces decir al Jefe de la Posición, Comandante don Julio Benítez, que había de proponerles a sus superiores para la concesión del empleo por su bizarría y las dotes que demostró atravesando con escasas fuerzas las líneas enemigas en número considerablemente superior.
Durante toda la noche del día 17 continuó el tiroteo con el enemigo, el que reiterado intento en asaltar la posición, siendo briosamente rechazado por nuestras fuerzas, las cuales tuvieron seis bajas, de ellas tres muertos y otros tres heridos, los que hubieron de carecer de toda asistencia facultativa, ya que en la posición se carecía de médico y practicante y había escasísimos medicamentos en las bolsas sanitarias de las dos Compañías.
Como desde el primer momento faltó el agua, ya que diariamente se hacía la aguada para las necesidades del día, sin que existiera un depósito para tener un remanente con que poder atender a las necesidades en un caso de estos, se repartió media cuba de vinagre que existía en el repuesto de la posición y se puso especial cuidado en el consumo de municiones, dándose la orden terminante de no tirar más que a blanco seguro, y estableciose un servicio de contra-pasos.
El convoy a que alude, según manifestaciones de los Oficiales encargados de su conducción, Teniente de Artillería señor Nougués y Alférez de Intendencia señor Ruiz Osuna, salió muy mermado de Annual, pues cuando se hallaban cargando todos los elementos recibieron orden de suspender ésta y salir inmediatamente, dándose el caso lamentable que salieron varias cargas con leña y se quedaron olvidados material de repuesto para la sección de ametralladoras, y en el camino se perdieron las cargas de cartuchos de fusil y dos cajas con espoletas de artillería.
Las fuerzas de este convoy, compuesta de soldados de Artillería del Parque Móvil y de Intendencia, llegaron en su mayor parte heridos, y hubieron de quedarse en la posición según orden recibida de Annual, así como los mulos que llegaron; para que en el próximo día que llevarían nuevamente convoy regresaran; lo cual constituyó un estorbo para la defensa de la posición, por la ya dicha carencia de elementos sanitarios y agua.
Durante la mañana del día 18 y a primeras horas de la tarde continuó violento el fuego de fusil y el enemigo empezó a cañonear la posición, cuyos disparos al principio carecían de eficacia, pero lograron dar con la puntería y ocasionó su explosión algunas bajas, todas ellas de tropa; este tiroteo aumentó de intensidad hacia las cuatro de la tarde en que por las fuerzas de Annual se trataba nuevamente de hacer llegar el convoy, intento que no se pudo lograr por el violento esfuerzo del enemigo y su considerable superioridad sobre las fuerzas nuestras.
Especialmente hubo de recharzarse el empuje del enemigo en el sector E. de la posición, por su proximidad al parapeto, cubierto por unos grandes peñascos que había.
En esa tarde, además de siete bajas de tropa, de ellas tres muertos y los otros heridos, fue herido gravemente el Teniente don Julián Sierra Serrano, el cual hubo de dejar el mando de la primera Sección de la Segunda Compañía del primer Batallón del Regimiento Ceriñola, y herido levemente el Teniente que suscribe.
Durante la noche de este día arreció el fuego enemigo, el cual atacó la posición con granadas de mano, empleándose en rechazarlo las 50 de dotación que había en la posición. Puso especial intento el enemigo en asaltar la posición, llegando hasta las alambradas y dirigiéndose con palabras soeces e injuriosas a la oficialidad y prometiendo a la tropa que si desertaba de su puesto habían de ser puestos sanos y salvos en Melilla. La guarnición, con un excelente espíritu de sacrificio, contestó con descargas cerradas a la invitación de los moros y con ¡Vivas a España!, siendo digna de admiración la figura del Comandante don Julio Benítez, el cual, sin descanso dirigió la defensa, atendiendo a todos los frentes y elevando la moral de las tropas con su heroico ejemplo y sus palabras enérgicas de aliento, arengó varias veces a las tropas y su figura era admirada por todos los defensores, que desde el primer momento depositaron en él fe ciega por su bizarría.
La guarnición ocasionó al enemigo bastantes bajas vistas, pudiéndose citar el caso de que entre la alambrada y el parapeto quedaron muertos cuatro moros, que dirigieron sus esfuerzos a la batería de artillería que en la posición había.
Durante la noche, cuatro de los policías moros que había en la posición en número de seis y un cabo, fueron muertos defendiendo la cocina del campamento.
En ese día 18, como las bajas estaban sin enterrar, por ser de roca la posición, se intenta por el Teniente don Ovidio Rodríguez llevar a cabo esta sagrada misión fuera de la posición, protegiendo con su Sección este servicio, y apenas salieron de la alambrada, dirige el enemigo certero fuego contra ellos, ocasionándonos dos bajas más, por lo cual dásele la orden del Comandante de retirarse, logrando a pesar de ello enterrar el cadáver del Sargento Antón, muerto el primer día, y arreglar parte de la alambrada del sector N., la cual había sido derruida por los mulos al ser muertos, y ello facilitaba la aproximación del enemigo durante las noches, en sus intentos de asalto.
Frente a la posición había quedado un soldado de Regulares de Melilla mal herido el día anterior al tratar de hacer llegar el convoy y comprendiendo el señor Comandante era un deber el pago a su lealtad recogerle, ordenó al Oficial que suscribe para que acompañado de otro soldado y apelando a la astucia fuese recogido. Se presentó voluntario el soldado Julián Muñoz Contiñán, y entre ambos pudo ser recogido, así como su carabina y canana con algunos cartuchos, mereciendo por este hecho ambos la felicitación al frente de la Segunda Compañía del Jefe de la posición.
Como la sed continuara en aumento, se reparte entre la tropa las patatas que para la confección del rancho había, las cuales, machacadas con el pomo del cuchillo bayoneta, proporcionaban alivio a la abrasadora fiebre, la cual empezó a hacer bajas en la guarnición, unido esto al hedor de los cadáveres insepultos y mulos descompuestos.
A pesar de los reiterados esfuerzos del enemigo durante todo el día 19 por las fuerzas de Annual, durante todo ese día fue imposible el hacer llegar el convoy, por lo que la situación fue siendo cada vez más crítica, agravándose además por el calor sofocante que hacía, y que al número de bajas del fusil enemigo hubieron de añadirse las producidas por el agotamiento físico, empezando parte de la guarnición - los que menos resistían - las torturas de la sed, a beber cuantas substancias encontraban a mano, como tinta, agua de colonia y hasta orines.
El fuego continuó violento durante todo ese día, durante el cual un disparo enemigo inutilizó el heliógrafo, teniendo que apelar al aparato Mangin para no perder la comunicación heliógrafica con Annual.
La Artillería enemiga, compuesta de dos cañones establecidos en la loma de Amar-U-Said, a unos 1.300 metros de distancia al S. de la posición, continuó haciendo certeros blancos y destruyendo por efecto de un disparo parte del parapeto del sector NO.; también alcanzó uno de los disparos a cuatro cajas de municiones inutilizando casi la totalidad de su contenido , ya que solo quedaron aprovechables unos cuantos cargadores de cartuchos. Nuestra batería, que con sus escasas municiones se dedicaba a acallar los fuegos de la contraria, se ve en la imposibilidad de seguir haciendolo, por haberse agotado sus municiones.
De Annual se recibe el siguiente Heliógrafo:
"El Mando felicita a los heroicos defensores, alentándoles a seguir manteniendo la resistencia con ese admirable espíritu de sacrificio, que es la admiración y orgullo de sus compañeros de armas. Ya se hallan concentradas en Annual numerosas fuerzas que han de convoyar los socorros de que tan necesitada está la posición. Y tropas frescas para relevar a los heroicos defensores de Ygueriben, que tan ganado tienen el descanso. La Patria, atenta a vuestro gallardo gesto, sabrá pronto recompensar vuestros sacrificios."
Continuó durante la noche todo el fuego del enemigo, el cual hizo derroche y gran alarde de consumo de municiones, en su mayoría de "arbaia" y granadas de mano, poniendo especial intento en apoderarse de los cadáveres moros que aún quedaron entre la alambrada y el parapeto de la batería de artillería, que por permanecer muda creían indefensa. Hubo de reforzarse este frente con una Sección de Ceriñola, al mando del Alférez Villanova, y se le hicieron bastantes bajas que quedaron a nuestra vista.
Para apagar la sed de los soldados graves, se utilizan los últimos recursos que quedan, que son unos botes de tomate que el cantinero de la posición ofrece desinteresadamente, mas son escasos para tanto herido y enfermo.
Para hacer sostenible nuestra situación y no caer ante los reiterados intentos de asalto del enemigo, se les pide a las baterías de Annual que rodeen con una cortina de fuego la posición, lo cual hacen con precisión matemática.
Durante las primeras horas de la mañana cesa el fuego, lo cual se aprovecha para dar descanso a las fuerzas, aun sin alejarse del parapeto.
Amanece el día 20, durante el cual no se pudo hacer intento de convoy desde Annual a pesar de lo desesperada de nuestra situación, ya que esta situación hubo de atender a restablecer sus comunicaciones con retaguardia, pues empezaba a ser seriamente amenazada por el enemio, que empezaba a correrse, y no ser muy clara la situación política de las cábilas.
Aumentan las bajas en número considerable, tanto de heridos como de agotamiento, y las ametralladoras sucesivamente van dejando de funcionar por inutilización de sus piezas y falta de refrigeración.
La artillería enemiga, que continúa haciendo certeros disparos, produce gran número de bajas, ya que explotó una de sus granadas en la tienda dedicada a enfermería, muriendo casi la totalidad de los que allí había, cuyo número se elevaba a treinta y tantos. Escasamente se pueden cubrir todos los frentes por todos los cuales éramos atacados desesperadamente, creyendo el enemigo poder asaltar y tomar la posición, a pesar de que la mayor parte de los heridos, incluso muy graves, prestan el servicio de parapeto. Los Oficiales prestan también servicio de parapeto y especialmente el de contrapaco.
Desde Ygueriben se cursa por el Comandante Jefe el siguiente Heliograma:
"Tenemos muertos y heridos, carecemos de agua y de víveres en absoluto y la gente se ve precisada a permanecer día y noche en el parapeto para tener a raya al adversario, cada vez más numeroso. Las municiones, con avaricia escatimadas, empiezan a escasear, y para ahorrarlas aún más se hace preciso que las baterías de Annual batan durante la noche la loma espolón en que está enclavada la posición, para evitar las bajas que desde ella nos hacen."
De Annual se nos contesta con el siguiente despacho Heliógrafo:
"Héroes de Igueriben, tan alto poneis el nombre de España, resistid unas horas más. Lo exige el buen nombre de España."
Contestanto con este otro desde nuestra posición:
"los Heliogramas de V.E. han sido acogidos con vivas a España. Esta guarnición jura a su General que no se rendirá más que a la muerte."
Es herido por disparo enemigo el Teniente don Julio Bustamante, de Artillería, defendiendo la posición bravamente con sus artilleros la batería.
A últimas horas de la tarde el Jefe de la posición ordena transmitir el siguiente despacho:
"Es horrenda la sed; se han bebido la tinta, la colonia, los orines mezclados con azúcar. Se echan arenilla en la boca para provocar, en vano, la salibación. Los hombres se meten desnudos en los hoyos que se hacen para gustar el consuelo de la humedad. Se ahogan con el hedor de los cadáveres. La pestilencia y carencia de agua hacen mortales las heridas. Conclúyense las municiones."
Por la noche se rechaza en briosa resistencia el nuevo intento de asalto del enemigo, viéndonos atacados también con grandes piedras lanzadas con hondas.
Un moro enemigo se dirige a los defensores arrojando una carta de Abd-el-Krim en la cual se nos propone la rendición a cambio del armamento y batería, comprometiéndose a colocarnos a todos los defensores sanos y salvos en Annual. Se rechaza la intimación con un viva a España y una descarga. Se transmite la noticia a Annual, el cual contesta:
"Resistid esta noche, y mañana os juramos que sereis salvados, o todos quedaremos en el campo del honor."
También se nos comunica que estemos atentos a una partida que al mando de un Suboficial intenta, por medio de una estratagema, llegar hasta las inmediaciones del parapeto y arrojar algunas cantimploras con agua y coñac; transcurrió toda la noche sin que llegue el ansiado refuerzo.
Amanece el día 21 y de Annual se ponen en movimiento cuantas fuerzas había allí concentradas para, en desesperado esfuerzo, hacer llegar el convoy y recoger la exhausta guarnición. Nuestras bajas aumentan. Las municiones son escasísimas y en vista de que el convoy de Annual, a pesar de su titánico esfuerzo, no logra hacer llegar, se recibe orden del General en Jefe de iniciar la retirada, tratando de acogerse a las guerrillas de las fuerzas que intentaban llevar el convoy y ver el medio de salvar a aquellos, después de inutilizar y quemar todo el material de la posición. El cual se contesta con otro:
"Nunca esperé recibir de V.E. orden de evacuar esta posición, pero cumpliendo lo que en ella me ordena, en este momento, y como la tropa nata tiene que ver con los errores cometidos por el Mando, dispongo que empiece la retirada, cubriéndola y protegiéndola debidamente, pues la Oficialidad que integra esta posición, conscientes de su deber, sabremos morir como mueren los Oficiales españoles."
A las dos de la tarde se reparten las escasas municiones disponibles, unos veinte cartuchos por hombre, y se organiza la retirada, ya que las fuerzas de Annual comunican que ante la imposibilidad de llegar van a empezar su regreso.
Se transmite el último despacho, que decía:
"Sólo quedan doce disparos de cañón, que empezaremos a disparar para rechazar el asalto. Contadlos y al doce disparo hacer fuego sobre la posición, pues moros y españoles estaremos envueltos en la posición."
La retirada se organizó del siguiente modo:
Vanguardia al mando del Capitán Bulnes, el cual nuevamente toma el mando de su Compañía en el cual cesó por enfermedad grave producida por agotamiento.
Flanco derecho, una Sección al mando del Teniente que suscribe, con orden de tomar una altura próxima en la cual había de sostenerse hasta la total evacuación de la posición, incorporándose a la retaguardia.
Flanco izquierdo, al mando del Teniente don Alfonso Galán Arrabal, con la misma orden que el flanco derecho.
Grueso, al mando del Comandante, con los heridos y enfermos.
Retaguardia, al mando del Capitán de Artillería don Federico de la Paz Orduña.
Apenas se inició la evacuación, el enemigo en número considerable irrumpió en la posición, sucumbiendo casi la totalidad de las tropas en brillante empuje a la bayoneta y quedando únicamente unos cuantos a salvo, que lograron llegar a Annual, donde en su mayoría perecieron de cansancia y agotamiento aquella misma tarde, resultando inútiles cuantos esfuerzos se hicieron, y el que suscribe, que con otro soldado, cayeron heridos en poder del enemigo, donde permanecieron cautivos durante dieciocho meses.
El Comandante murió al frente de sus fuerzas, el cual no abandonó, a pesar de recibir gravísima herida en la cabeza, la cual le hizo rodar por tierra, rehaciéndose inmediatamente y conservando su admirable serenidad hasta que un nuevo disparo que hizo blanco en su corazón le hizo caer muerto.
El Teniente de Infantería Don Luis Casado Escudero
BIBLIOGRAFÍA:
Servicio Histórico Militar. Historia de las Campañas de Marruecos. Tomo III. Madrid, 1981. Páginas 639-643.
_________________
"Nunca la pluma embotó la espada".
-
- Sargento
- Mensajes: 250
- Registrado: 09 Abr 2004, 17:52
-
- Soldado Primero
- Mensajes: 93
- Registrado: 20 Jun 2003, 23:07
El pasado sábado (hoy no he podido por motivos de trabajo), estuve, un año más (¡¡¡y van 27!!!) , en Igueriben. Con varios amigos llegados de varios puntos de España brindamos con un magnífico Ribera de Duero por Julio Benitez y los suyos. Cayeron dos botellas, aunque parte del vino los vertimos en donde estuvo la tienda del comandante Benítez. Varios lugareños que habían subido flipaban al vernos allí en corro pronunciando las míticas palabras del último parte de Igueriben mientras brindabamos por su defensores.
Gracias a Juan, Salvador, Miguel (1), German, Antonio, Agustín, José María, Sergio y Miguel (2) por acompañarme en tan emotivo momento.
También estuvimos el viernes en Vélez de la Gomera, que pasado mañana cumple 500 años, Snada (donde se rindió Abd el Krim), Sidi Dris y Alhucemas. El sábado, además de en Igueriben, estuvimos en la zona sur, en Zoco el Telatza y Monte Arruit, donde por cierto, a base de fotos de la época creemos haber localizado el lugar donde estaba la entrada a la posición.
Gracias a Juan, Salvador, Miguel (1), German, Antonio, Agustín, José María, Sergio y Miguel (2) por acompañarme en tan emotivo momento.
También estuvimos el viernes en Vélez de la Gomera, que pasado mañana cumple 500 años, Snada (donde se rindió Abd el Krim), Sidi Dris y Alhucemas. El sábado, además de en Igueriben, estuvimos en la zona sur, en Zoco el Telatza y Monte Arruit, donde por cierto, a base de fotos de la época creemos haber localizado el lugar donde estaba la entrada a la posición.
-
- Sargento
- Mensajes: 206
- Registrado: 04 Sep 2007, 20:22
Me hubiera gustado brindar con vosotros por la memoria del comandante Benitez.
Vaya desde aquí mi homenaje y admiración, tanto a este sacrificado héroe, como a los que honrais la memoria de los caidos por España en las tierras del Rif y por mantener viva la llama de una memoria que cada vez es más débil.
Vaya desde aquí mi homenaje y admiración, tanto a este sacrificado héroe, como a los que honrais la memoria de los caidos por España en las tierras del Rif y por mantener viva la llama de una memoria que cada vez es más débil.
"Nunca la pluma embotó la espada".
-
- Recluta
- Mensajes: 1
- Registrado: 15 May 2011, 15:12
Hola, me llamo Rocio, soy Malagueña y tengo 27 años, auxiliar de enfermeria y escritora aficionada y por casualidades de la vida me encuentro aqui ahora, me hallaba buscando apellidos españoles, para unos personajes y sin saber muy bien porque he aparecido aqui al encontrar este enlace en Google. Da la casualidad de que he leido esta errata, en el google aun sin entrar a la pagina, asi que he entrado y he leido este hilo sobre la batalla de Igueriben, queria informaros aunque puede que sea una simple errata sin importancia, pero no quiero que este equivocado si es que la informacion esta sacada de otro lugar, para que se arregle si es asi, o informeis al lugar que corresponda, soy la Biznieta del Teniente Justo Sierra Serrano, he marcado la errata de Jesus Fidelis, su nombre no era Julian, si no "Justo".
La casa donde vivo, donde he crecido, fue entregada a mi bisabuela por el Rey alfonso XIII tras la muerte en el campo de batalla de mi bisabuelo.
me hubiera gustado haber podido conocerlo, o saber mas de él, pero la historia de mi familia es practicamente un caos
Gracias por este hilo y por no dejar que muera la historia
muchos jovenes deberian de aprender de estos viejos heroes
La casa donde vivo, donde he crecido, fue entregada a mi bisabuela por el Rey alfonso XIII tras la muerte en el campo de batalla de mi bisabuelo.
me hubiera gustado haber podido conocerlo, o saber mas de él, pero la historia de mi familia es practicamente un caos
Gracias por este hilo y por no dejar que muera la historia
muchos jovenes deberian de aprender de estos viejos heroes
JESUS FIDELIS escribió:En esa tarde, además de siete bajas de tropa, de ellas tres muertos y los otros heridos, fue herido gravemente el Teniente don Julián Sierra Serrano, el cual hubo de dejar el mando de la primera Sección de la Segunda Compañía del primer Batallón del Regimiento Ceriñola, y herido levemente el Teniente que suscribe.
Durante la noche de este día arreció el fuego enemigo, el cual atacó la posición con granadas de mano, empleándose en rechazarlo las 50 de dotación que había en la posición. Puso especial intento el enemigo en asaltar la posición, llegando hasta las alambradas y dirigiéndose con palabras soeces e injuriosas a la oficialidad y prometiendo a la tropa que si desertaba de su puesto habían de ser puestos sanos y salvos en Melilla. La guarnición, con un excelente espíritu de sacrificio, contestó con descargas cerradas a la invitación de los moros y con ¡Vivas a España!, siendo digna de admiración la figura del Comandante don Julio Benítez, el cual, sin descanso dirigió la defensa, atendiendo a todos los frentes y elevando la moral de las tropas con su heroico ejemplo y sus palabras enérgicas de aliento, arengó varias veces a las tropas y su figura era admirada por todos los defensores, que desde el primer momento depositaron en él fe ciega por su bizarría.
-
- Capitán
- Mensajes: 1335
- Registrado: 05 Abr 2005, 21:31
Cuantos españoles tan Heroicos, que dieron su vida por la patria, y que poco reconocimiento historico han tenido... Nuestra television española deberia rendir tributo como bien haceis aqui de estos militares con sus nombres y apellidos, en lugar de sufragar con nuestros impuestos revisiones historicas de dudosa objetividad y viciadas por el sectarismo politico, que destrozan el espiritu de reconciliacion nacional entre españoles...
Ojala Se hicieran series, documentales, y se enseñase esta historia Heroica como hacen en paises como Reino unido, USA o Francia, en lugar de ocultar estigmatizar y avergonzarse de nuestro pasado, por meros prejuicios artificiosos de caracter ideologico... Como si españa no llevase Siglos existiendo.
Ojala Se hicieran series, documentales, y se enseñase esta historia Heroica como hacen en paises como Reino unido, USA o Francia, en lugar de ocultar estigmatizar y avergonzarse de nuestro pasado, por meros prejuicios artificiosos de caracter ideologico... Como si españa no llevase Siglos existiendo.
- ZULU 031
- General de Ejército
- Mensajes: 14967
- Registrado: 17 Mar 2003, 12:45
- Ubicación: Península Independiente de La Magdalena - EXPAÑA
-
- Sargento Segundo
- Mensajes: 389
- Registrado: 24 Sep 2006, 00:29
Pero recordar que todo lo que sea por alabar nuestro pasado sea cercano o lejano huele a facha y en este pais todo lo que huela a facha no gusta aunque sea de hace 500 años
En otros paises lo hacen porque son motivo de ejemplo y admiracion, cuando una gran plaza a la Batalla de Lepanto, los ingleses tienen la de Trafalgar y nosotros ni eso, los franceses un arco del triunfo con las victorias de napoleon, cuando las nuestras en Bicoca, Bailen,....
No lo hacemos porque los politicos de hoy dia no tienen lo que tenian nuestros antepasados y ponerse la etiketa de facha seria de por vida
En otros paises lo hacen porque son motivo de ejemplo y admiracion, cuando una gran plaza a la Batalla de Lepanto, los ingleses tienen la de Trafalgar y nosotros ni eso, los franceses un arco del triunfo con las victorias de napoleon, cuando las nuestras en Bicoca, Bailen,....
No lo hacemos porque los politicos de hoy dia no tienen lo que tenian nuestros antepasados y ponerse la etiketa de facha seria de por vida
-
- Teniente Coronel
- Mensajes: 2246
- Registrado: 21 Nov 2008, 21:58
Articulo publicado hoy en El Faro de Ceuta/Melilla.
Igueriben: viaje a la gloria y el infierno del Ejército español en el Rif
La loma de los árboles era el camino que llevaba a la posición de Igueriben, cercada prácticamente por el enemigo desde el mismo momento en el que fue ubicada en lo alto de un promontorio .
La pista asciende suavemente por la conocida como loma de los árboles. Unos cuantos eucaliptos dan algo de sombra a ambos lados del camino. El campo aún verdea en esta primavera algo seca, según comentan los vecinos de la zona. La tranquilidad que se respira en este lugar es total, salpicada por una leve brisa que hace más llevadero el día. Un sol implacable nos acompaña durante el trayecto. Estamos en Annual y nadie diría que en este hermoso lugar se consumó una de las mayores tragedias del Ejército español en el siglo XX, en concreto en 1921.
Pero nuestro viaje pretende acercarnos algo más al comienzo del desastre y para ello hay dos puntos clave en el escenario que aparecen a la vista. Al fondo, algo lejos, el monte Abarrán y al otro extremo de la loma de los árboles, Igueriben, gloria e infierno a la vez y tumba de más de 300 personas un aciago 21 de julio de 1921.
Y es que la loma de los árboles era el camino que llevaba a la posición de Igueriben, cercada prácticamente por el enemigo desde el mismo momento en el que fue ubicada en lo alto de un promontorio pelado, en el fondo del valle de Annual, un ejercicio táctico que pretendía proteger el flanco sur del valle ante las previsibles embestidas de las tropas rifeñas, o tal vez no, pues algunos analistas estiman que esta posición carecía de sentido, pues se estableció pensando que nunca sería atacada.
En cualquier caso ya no puede hacerse nada al respecto. Tan sólo la historia y el recuerdo, perdido en la memoria, parecen haber hecho las paces con este lugar. Un infierno que pudo haberse evitado y que fue testigo de una de las acciones heroicas más comentadas a lo largo de estos años.
Pese a ello, el recorrido comenzó unas horas antes, en la localidad del Dar Drius. Desde aquí se desparramaban las diferentes posiciones españolas, pequeños puntos de control, con los que se pretendía vigilar los accesos al valle de Annual. En Drius no queda nada que recuerde a España con excepción de una decrépita iglesia, escondida entre un olivar cercano y sorpresa, un viejo cuartel de caballería en las afueras de éste inhóspito pueblo.
El acceso al valle de Annual se hace desde Ben Tieb, prácticamente en las faldas de la pequeña cordillera que separa esta localidad y las llanuras del Gareb de Annual.
Y es en la subida de las primeras estribaciones montañosas donde se ubicó la primera posición de control, Intermedia A. Tras ella vendrían otras más, la loma del morabo, Izzumar, de triste recuerdo al ser la zona más accesible para entrar y salir del valle de Annual y más tarde, otras dos posiciones más, Intermedia B y C. Todas ellas quedaron aisladas el 21 de julio de 1921, algunas de ellas unos días antes, como fue el caso de Igueriben.
Un paseo por la cima de estos dos promontorios desvela detalles poco conocidos al viajero que acceda al lugar. La primera pregunta es saber cómo es posible que en aquella loma se instalaran más de 300 personas, pues el espacio es mínimo.
El 7 de junio de 1921 se ocupó este pequeño emplazamiento. Fueron 354 efectivos militares, pertenecientes la mayoría al Regimiento de Ceriñola. Su nombre se cubrió de sangre en aquellos aciagos días.
Junto a ello, también se instaló una sección de ametralladoras, una batería de montaña, tres miembros del Cuerpo de Ingenieros y diez efectivos de la Policía Indígena. El destino estaba echado para estos hombres, cuyo sufrimiento quedó plasmado en un pequeño libro, escrito por el único oficial superviviente de aquel desastre, el teniente Luis Casado Escudero.
La subida a Igueriben no es pesada, pero entre la loma de los árboles y esta cima hay una serie de barrancos que hay que franquear. Uno no puede dejar de imaginar cómo sería el pasisaje en pleno verano. En Igueriben no había agua, otro de los problemas, y estaba rodeado de pequeños barrancos, buenos sitios para que se escondieran los rifeños.
Desde lo alto se divisa el valle de Annual, en dirección norte. Al fondo se ve la posición de Talilit y detrás de ella se percibe el mar. La frescura de la brisa llegaba de ahí, de las playas de Sidi Dris, aunque para los de Igueriben aquello no era más que un recuerdo lejano.
Al frente de Igueriben quedó un jóven comandante, Julio Benítez, malagueño. Una estatua honra su nombre en la capital de la Costa del Sol. Siempre le preocupó el problema de las aguadas aunque nadie pareció hacerle caso. Sin duda la tragedia comenzó a vislumbrarse de ese momento.
Los días pasaban en la posición más avanzada de las líneas españolas. Al fondo, en dirección sur, las estribaciones de la sierra de Tensaman oscurecían el horizonte.
Desde lo alto de Igueriben se percibe el peligro. Los primeros ataques no tardaron en comenzar y se irían agudizando con el paso de los días aunque lo peor estaba por llegar.
El desastre se presiente
La vista desde Igueriben es magnífica. La calma tan sólo se ve interrumpida por unos lejanos yu yus, cánticos de bodas en esta época del año. Se acerca el verano y las gentes de este lugar se preparan para festejar sus tradiciones. Sin embargo hay algo que sobrecoge en esta loma batida por el viento. Nada rompe el silencio en esta mañana soleada, si acaso el ruido de los propios pasos sobre la tierra, dura y seca.
El 17 de julio de 1921 las kábilas más importantes de la zona ya han tomado la determinación de atacar la posición con todas sus fuerzas. Beni Urriaguel, Tensaman y Bocoya se unen para masacrar a los españoles. La posición quedó aislada desde ese día y los intentos por socorrerla serán infructuosos. No hay nada que hacer ya, excepto luchar y morir, por España y el Ejército. La gloria y en infierno se dan la mano por primera vez después del desastre de Abarrán.
El 19 de julio se intentó por última vez socorrer la posición. Finalmente el alto mando desiste. Habrá que esperar al día 21, momento en que se intenta dominar sin éxito la loma de los árboles.
El teniente Casado Escudero escribirá más tarde la angustia de muchos de los defensores, “los heridos y enfermos claman agua, con voz que suena en nuestras almas con temblores de súplica”.
Tenía razón Benítez. A la dureza del enemigo se sumaron otras desgracias, entre ellas la ausencia de agua. Casado Escudero lo afirma así: “es horrenda la sed, se han bebido la tinta, el petróleo, la colonia y los orines mezclados con azucar. Se echan arenilla en la boca para provocar, en vano, la salivación. Los hombres se meten desnudos en los hoyos arenosos para gustar el consuelo de la humedad”.
La situación es desesperada y los muertos hacen insoportable la estancia en la posición. El ánimo desfallece. Benítez manda una retirada. Para ello establece un plan. Un grupo de efectivos saldrá a mano derecha a contener el ataque rifeño. El resto se retirarán como puedan. Al frente del pequeño grupo está Casado Escudero.
Antes de ello se manda un último mensaje al alto mando: “sólo quedan doce cargas de cañón, que empezaremos a disparar para rechazar el asalto. Contadlos y al duodécimo disparar fuego sobre nosotros, pues moros y españoles estaremos envueltos en la posición”. El plan se hace de esta forma. El resultado serán 34 supervivientes, entre ellos el teniente Casado Escudero, que será hecho preso por la tropas rifeñas después de ser herido.
Atardece sobre Igueriben y decidimos bajar pues hay que volver a Melilla. Al llegar a los vehículos un grupo de jóvenes rifeños nos ofrecen algunas balas que encontraron por la zona. Nos piden dinero por ellas.
Finalmente declinamos el ofrecimiento y nos vamos del lugar. La cordialidad reina en el pequeño aduar. Nos despedimos de Annual aunque no sin olvidar las palabras e impresiones de Casado Escudero cuando estuvo en Igueriben: “muere la tarde; la luz crepuscular adquiere un tono de un rojo intenso que transmite a las vecinas montañas, como si la naturaleza presagiara el triste fin que la fatalidad nos tenía reservado”.
http://www.elfarodigital.es/melilla/soc ... l-rif.html
Saludos
Igueriben: viaje a la gloria y el infierno del Ejército español en el Rif
La loma de los árboles era el camino que llevaba a la posición de Igueriben, cercada prácticamente por el enemigo desde el mismo momento en el que fue ubicada en lo alto de un promontorio .
La pista asciende suavemente por la conocida como loma de los árboles. Unos cuantos eucaliptos dan algo de sombra a ambos lados del camino. El campo aún verdea en esta primavera algo seca, según comentan los vecinos de la zona. La tranquilidad que se respira en este lugar es total, salpicada por una leve brisa que hace más llevadero el día. Un sol implacable nos acompaña durante el trayecto. Estamos en Annual y nadie diría que en este hermoso lugar se consumó una de las mayores tragedias del Ejército español en el siglo XX, en concreto en 1921.
Pero nuestro viaje pretende acercarnos algo más al comienzo del desastre y para ello hay dos puntos clave en el escenario que aparecen a la vista. Al fondo, algo lejos, el monte Abarrán y al otro extremo de la loma de los árboles, Igueriben, gloria e infierno a la vez y tumba de más de 300 personas un aciago 21 de julio de 1921.
Y es que la loma de los árboles era el camino que llevaba a la posición de Igueriben, cercada prácticamente por el enemigo desde el mismo momento en el que fue ubicada en lo alto de un promontorio pelado, en el fondo del valle de Annual, un ejercicio táctico que pretendía proteger el flanco sur del valle ante las previsibles embestidas de las tropas rifeñas, o tal vez no, pues algunos analistas estiman que esta posición carecía de sentido, pues se estableció pensando que nunca sería atacada.
En cualquier caso ya no puede hacerse nada al respecto. Tan sólo la historia y el recuerdo, perdido en la memoria, parecen haber hecho las paces con este lugar. Un infierno que pudo haberse evitado y que fue testigo de una de las acciones heroicas más comentadas a lo largo de estos años.
Pese a ello, el recorrido comenzó unas horas antes, en la localidad del Dar Drius. Desde aquí se desparramaban las diferentes posiciones españolas, pequeños puntos de control, con los que se pretendía vigilar los accesos al valle de Annual. En Drius no queda nada que recuerde a España con excepción de una decrépita iglesia, escondida entre un olivar cercano y sorpresa, un viejo cuartel de caballería en las afueras de éste inhóspito pueblo.
El acceso al valle de Annual se hace desde Ben Tieb, prácticamente en las faldas de la pequeña cordillera que separa esta localidad y las llanuras del Gareb de Annual.
Y es en la subida de las primeras estribaciones montañosas donde se ubicó la primera posición de control, Intermedia A. Tras ella vendrían otras más, la loma del morabo, Izzumar, de triste recuerdo al ser la zona más accesible para entrar y salir del valle de Annual y más tarde, otras dos posiciones más, Intermedia B y C. Todas ellas quedaron aisladas el 21 de julio de 1921, algunas de ellas unos días antes, como fue el caso de Igueriben.
Un paseo por la cima de estos dos promontorios desvela detalles poco conocidos al viajero que acceda al lugar. La primera pregunta es saber cómo es posible que en aquella loma se instalaran más de 300 personas, pues el espacio es mínimo.
El 7 de junio de 1921 se ocupó este pequeño emplazamiento. Fueron 354 efectivos militares, pertenecientes la mayoría al Regimiento de Ceriñola. Su nombre se cubrió de sangre en aquellos aciagos días.
Junto a ello, también se instaló una sección de ametralladoras, una batería de montaña, tres miembros del Cuerpo de Ingenieros y diez efectivos de la Policía Indígena. El destino estaba echado para estos hombres, cuyo sufrimiento quedó plasmado en un pequeño libro, escrito por el único oficial superviviente de aquel desastre, el teniente Luis Casado Escudero.
La subida a Igueriben no es pesada, pero entre la loma de los árboles y esta cima hay una serie de barrancos que hay que franquear. Uno no puede dejar de imaginar cómo sería el pasisaje en pleno verano. En Igueriben no había agua, otro de los problemas, y estaba rodeado de pequeños barrancos, buenos sitios para que se escondieran los rifeños.
Desde lo alto se divisa el valle de Annual, en dirección norte. Al fondo se ve la posición de Talilit y detrás de ella se percibe el mar. La frescura de la brisa llegaba de ahí, de las playas de Sidi Dris, aunque para los de Igueriben aquello no era más que un recuerdo lejano.
Al frente de Igueriben quedó un jóven comandante, Julio Benítez, malagueño. Una estatua honra su nombre en la capital de la Costa del Sol. Siempre le preocupó el problema de las aguadas aunque nadie pareció hacerle caso. Sin duda la tragedia comenzó a vislumbrarse de ese momento.
Los días pasaban en la posición más avanzada de las líneas españolas. Al fondo, en dirección sur, las estribaciones de la sierra de Tensaman oscurecían el horizonte.
Desde lo alto de Igueriben se percibe el peligro. Los primeros ataques no tardaron en comenzar y se irían agudizando con el paso de los días aunque lo peor estaba por llegar.
El desastre se presiente
La vista desde Igueriben es magnífica. La calma tan sólo se ve interrumpida por unos lejanos yu yus, cánticos de bodas en esta época del año. Se acerca el verano y las gentes de este lugar se preparan para festejar sus tradiciones. Sin embargo hay algo que sobrecoge en esta loma batida por el viento. Nada rompe el silencio en esta mañana soleada, si acaso el ruido de los propios pasos sobre la tierra, dura y seca.
El 17 de julio de 1921 las kábilas más importantes de la zona ya han tomado la determinación de atacar la posición con todas sus fuerzas. Beni Urriaguel, Tensaman y Bocoya se unen para masacrar a los españoles. La posición quedó aislada desde ese día y los intentos por socorrerla serán infructuosos. No hay nada que hacer ya, excepto luchar y morir, por España y el Ejército. La gloria y en infierno se dan la mano por primera vez después del desastre de Abarrán.
El 19 de julio se intentó por última vez socorrer la posición. Finalmente el alto mando desiste. Habrá que esperar al día 21, momento en que se intenta dominar sin éxito la loma de los árboles.
El teniente Casado Escudero escribirá más tarde la angustia de muchos de los defensores, “los heridos y enfermos claman agua, con voz que suena en nuestras almas con temblores de súplica”.
Tenía razón Benítez. A la dureza del enemigo se sumaron otras desgracias, entre ellas la ausencia de agua. Casado Escudero lo afirma así: “es horrenda la sed, se han bebido la tinta, el petróleo, la colonia y los orines mezclados con azucar. Se echan arenilla en la boca para provocar, en vano, la salivación. Los hombres se meten desnudos en los hoyos arenosos para gustar el consuelo de la humedad”.
La situación es desesperada y los muertos hacen insoportable la estancia en la posición. El ánimo desfallece. Benítez manda una retirada. Para ello establece un plan. Un grupo de efectivos saldrá a mano derecha a contener el ataque rifeño. El resto se retirarán como puedan. Al frente del pequeño grupo está Casado Escudero.
Antes de ello se manda un último mensaje al alto mando: “sólo quedan doce cargas de cañón, que empezaremos a disparar para rechazar el asalto. Contadlos y al duodécimo disparar fuego sobre nosotros, pues moros y españoles estaremos envueltos en la posición”. El plan se hace de esta forma. El resultado serán 34 supervivientes, entre ellos el teniente Casado Escudero, que será hecho preso por la tropas rifeñas después de ser herido.
Atardece sobre Igueriben y decidimos bajar pues hay que volver a Melilla. Al llegar a los vehículos un grupo de jóvenes rifeños nos ofrecen algunas balas que encontraron por la zona. Nos piden dinero por ellas.
Finalmente declinamos el ofrecimiento y nos vamos del lugar. La cordialidad reina en el pequeño aduar. Nos despedimos de Annual aunque no sin olvidar las palabras e impresiones de Casado Escudero cuando estuvo en Igueriben: “muere la tarde; la luz crepuscular adquiere un tono de un rojo intenso que transmite a las vecinas montañas, como si la naturaleza presagiara el triste fin que la fatalidad nos tenía reservado”.
http://www.elfarodigital.es/melilla/soc ... l-rif.html
Saludos
¿Quién está conectado?
Usuarios navegando por este Foro: ClaudeBot [Bot] y 3 invitados