Continuemos...
OPERACIÓN NORTH STAR (2ª parte):
El día D+26, en plena noche, la TG-21.1 y la TG-21.3 entraron en el mar de Noruega. Ambas agrupaciones avanzaban a 20 nudos hacia el N. y hacia el E., respectivamente.
La TG-21.1 se dirigía hacia la isla de Jan Mayen, que rodearía por el O. antes de iniciar su aproximación al punto donde debía lanzar los aviones que tomarían parte en el ataque contra las bases de la península de Kola.
La TG-21.3 se dirígiría hacia el E. en la primera parte de su ruta, continuando luego hacia el N. en paralelo a la costa noruega, teniendo prevista su llegada al punto donde debía lanzar sus misiles Tomahawk casi en el momento en el que la TG-21.1 lanzara sus aviones de ataque. Todo el plan dependía de la sincronización.
La TG-21.2, por su parte, permaneció al S. de la Brecha G-I-UK, aguardando el momento de iniciar su función de "señuelo".
La ruta de los portaaviones bajo el mando de Keller era la mas peligrosa, pero en parte ayudaba a mitigar la posibilidad de ser detectados por los aviones de reconocimiento el hecho de que se encontrara en todo momento bajo la cobertura del E-3 Sentry que la USAF mantenía permanentemente en el aire al NE. de Islandia.
Las patrullas aéreas soviéticas, que se habían intensificado tras la destrucción de los satélites US-A, no se aventuraban hasta esas zonas, donde habían sido derribados varios Tu-16 y Tu-95 en las semanas anteriores por los F-15C que operaban desde Keflavik y que apoyaban las patrullas de los AWACS. Mientras tanto, los cazas F-14 y F-18 mantenían constantes patrullas, para el caso (no descartable en absoluto) de un ataque soviético.
La TG-21.1 navegaba en un completo "silencio electrónico" bajo una capa de nubes que desfogaba frecuentes chubascos. La meteorología no era buena en el mar de Noruega, pero se esperaba un breve periodo de buen tiempo sobre la península de Kola, lo cual favorecería los ataques aéreos. Pero en menos de 72 horas las nubes que acompañaban a la TG-21.1 cubrirían también la península de Kola.
Las siguientes 24 horas transcurrieron sin acontecimientos de mayor relevancia. En la madrugada del día D+28 la TG-21.1 se encontraba al oeste de la isla de Jan Mayen. En un par de meses sería imposible transitar por esa zona pues los hielos de la banquisa de hielo ártico llegarían practicamente hasta la isla. La fuerza naval rodeó la isla y puso rumbo al ENE. a 25 nudos. Quedaban poco mas de 12 horas para el punto de lanzamiento.
Para ayudar al tránsito de la TG-21.1 en la parte mas peligrosa de su trayecto, la TG-21.2 comenzó sus actividades. El "America", el "Forrestal" y su séquito de buques de escolta (entre los que se incluía el Grupo Alfa de la Armada Española) pusieron rumbo hacia el N. a 20 nudos de velocidad y rompieron el control de emisiones que habían mantenido hasta aquel momento.
Los radares de los E-2C Hawkeye, que se mantenían como solía ser habitual unas 100 millas por delante del grueso de la flota, abiertos 45º a cada lado del eje de avance, fueron detectadas inmediatamente por los aviones de reconocimiento, que se aproximaron a los aviones radar norteamericanos (manteniéndose fuera de su alcance) para fijar su posición.
Las informaciones llegaron rapidamente al Cuartel General de la Flota del Norte. Era el movimiento esperado. Los portaaviones norteamericanos se habían adentrado nuevamente en el Mar de Noruega y el almirante Chebrikov y su Estado Mayor comenzaron a planificar un ataque contra la fuerza enemiga.
A las 0200 ZULU del día D+28 los primeros bombarderos comenzaron a despegar de las bases aéreas de Severomorsk-1 y Olenegorsk. El cielo estaba despejado en la península de Kola y el despegue de los Tu-22M empleando el posquemador no pasó inadvertido a los satélites DSP. El despegue de una gran formación de aviones fue confirmado minutos después por el informe del "Narwhal", que había detectado emisiones de radio mientras la formación de bombarderos soviética se agrupaba sobre Murmansk.
Los almirantes Keller y Sampson recibieron la alerta de ataque pocos minutos después de que los satélites detectaran el despegue de los aviones soviéticos y obraron en consecuencia. Los portaaviones de la TG-21.1 y la TG-21.2 pusieron en el aire un mayor número de cazas y en el caso de la segunda agrupación prepararon una trampa para los soviéticos.
En la CIC del "Theodore Roosevelt" el almirante Keller estaba nervioso. Su agrupación se encontraba en EMCON A y si los soviéticos la habían localizado por algún medio y el ataque iba dirigido contra sus buques... la primera advertencia de que iban a atacarlos sería el radar de un Backfire o un Bear... que iría casi inmediatamente seguido del grito de "¡vampiros!".
Pero el engaño había funcionado, y el ataque soviético iba dirigido contra la TG-21.2. La mayor parte de los aviones de reconocimiento se habían desplazado hacia el sur en busca de posiciones desde las que señalar la situación exacta de los buques norteamericanos, que se encontraban (fiándose de las posiciones que habitualmente ocupaban sus E-2 con respecto a la flota) al unas 100 millas al S. del Circulo Polar Ártico y con rumbo hacia Bodo.
Chebrikov también ordenó a sus submarinos clase Oscar-II, dos de los cuales se encontraban patrullando 200 millas al SO. de la isla de los Osos, que se dirigieran hacia el S. para interceptar a los portaaviones norteamericanos, lo cual sin que Chebrikov lo supiera los alejaba de la ruta de la TG-21.1.
Según el plan del Estado Mayor de la Flota del Norte, se lanzaría un primer ataque contra los portaaviones empleando los bombarderos (espoleados por el éxito de la anterior confrontación, en la que el "Saratoga" había sido practicamente destruido). Al día siguiente, con los portaaviones mas cerca del Vestfjorden, que se suponía era el destino final de la fuerza naval aliada, se lanzaría un ataque combinado con los bombarderos y con los submarinos clase Oscar. El objetivo del primer ataque era no tanto destruir a los buques enemigos (aunque si se conseguía sería mucho mejor) como obligar a las fuerzas enemigas a gastar un buen número de sus misiles Phoenix y Standard para que el ataque del día siguiente fuera mucho mas efectivo.
La formación de ataque soviética, una vez mas al mando del capitán Boris Paulov, estaba integrada por 18 bombarderos Tu-16K y 36 Tu-22M. La fuerza de apoyo la formaban 8 Tu-95 (2 puestos de mando aerotransportados y 6 RT de reconocimiento) y otros 18 Tu-16P de guerra electrónica.
Nuevamente el plan incluía el uso de señuelos. Se volverían a emplear los KSR-2 (9 de los Tu-16 llevaban 2 cada uno) para simular una formación de bombarderos. Y otros 9 Tu-16 llevaban un sólo señuelo K-10S (un derivado del misil antibuque, ya anticuado, conocido por la OTAN como AS-2 Kipper). Los K-10S estaban equipados con potentes sistemas de interferencias que colaborarían a la hora de degradar la cobertura radar norteamericana (junto con los Tu-16P y los propios sistemas integrados en los bombarderos y en los mismos misiles).
Pero los norteamericanos tenían su propio plan. Tras recibir la alerta, la TG-21.2 puso en el aire un total de 32 F-14A Tomcat, practicamente todos los disponibles. Quedaron a bordo de los portaaviones 4 aparatos en alerta de 5 minutos y 8 mas en alerta de 15 minutos.
Apoyados por los A-6 Intruder y los A-7 Corsair, que configurados como cisternas complementaban a los KA-6D, los F-14 establecieron la patrulla exterior de cazas a 300 millas de distancia de la agrupación, en un arco de 90º centrado con el eje de la amenaza. Los E-2 Hawkeye se desplazaron mas hacia el N. de sus posiciones iniciales y orbitaban a 200 millas al N. y al NE. de la agrupación. Los F-18 del "America", un total de 16, formaron la patrulla interior (a 150 millas de distancia) y cubrieron además los flancos de la flota.
Mas cerca, a 100 millas del grueso, 2 EA-6B Prowler orbitaban a la espera de activar sus poderosos sistemas de interferencias electrónicas y tratar de impedir con ellos que los radares de búsqueda de los aviones soviéticos consiguieran localizar a la flota.
Para complicarles mas las cosas a los soviéticos, la TG-21.2 se dividió en dos grupos: los dos portaaviones, junto con 6 escoltas (incluidos los 2 cruceros AEGIS) y el Grupo Alfa español, se dirigieron hacia el S. a 25 nudos. Los cruceros "Dale" y "Josephus Daniels", acompañados por dos destructores, se dirigieron hacia el N. a casi 30 nudos para presentar un blanco a los bombarderos enemigos. Dos horas después de recibirse la alerta, y poco antes de que comenzara el ataque, la distancia entre ambos grupos sería de 100 millas.
Como en el anterior ataque lanzado al sur del Círculo Polar, los aviones de reconocimiento soviéticos fueron incapaces de penetrar la cobertura de los AWACS de la OTAN, que abarcaba el Mar de Noruega al completo de E. a O.
Los Tu-95RT, pese a volar a baja altura, no habían encontrado ningún hueco en la cobertura del radar enemigo. Los bombarderos deberían penetrar la patrulla exterior de cazas y localizar a los buques de la OTAN con sus propios radares de búsqueda, la opción mas arriesgada.
Pavlov decidió continuar adelante con el plan, pero en esta ocasión no enviaría a sus hombres al matadero (como en el primer enfrentamiento con los portaaviones enemigos). Si las cosas se ponían difíciles pese a la cantidad de interferencias electrónicas que se iban a desplegar, ordenaría una retirada para conservar sus fuerzas para el ataque del día siguiente.
Las horas se desgranaron lentamente para los contendientes de ambos bandos. Unos aguardaban en sus buques o volando en círculos en medio de la oscuridad de la noche y los otros avanzaban hacia el SE. La batalla estaba a punto de comenzar.
La primera señal de que el ataque se aproximaba fueron las interferencias electrónicas de los Tu-16P, que activaron sus sistemas de perturbación a mas de 300 millas de distancia de los Hawkeye. Los aviones de guerra electrónica formaban un amplio arco de casi 400 millas de radio con centro en la supuesta posición de la TG-21.2 (que en realidad ocupaba el grupo de señuelo) y que abarcaba desde el NNE. al ENE.
Algunos de los aviones de interferencia soviéticos estaban, sin saberlo, bastante cerca de los buques de la TG-21.1, que avanzaba todavía indetectada hacia la posición desde donde debía lanzar sus aviones de ataque. Los Tomcat del TR y el JFK estaban en el aire, pero una acción contra la fuerza de ataque soviética estaba descartada, a no ser que hubiera señales de que el ataque se dirigía contra la TG-21.1.
Entretanto, los E-2 del "Forrestal" y el "America" vieron como las ECM soviéticas degradaban sus radares. No podían detectar nada a mas de 150-200 millas de distancia (el alcance teórico del radar era de 350 millas).
Protegidos de una detección a larga distancia por los Tu-16P, los Tu-16K continuaron avanzando hacia el sur. Sus tripulaciones no estaban demasiado contentas por su labor secundaria de lanzadores de señuelos, pero sabían que era vital y aunque no lo admitieran sus veteranos Tu-16 eran demasiado vulnerables para enfrentarse cara a cara con los interceptores enemigos.
Desde una distancia de 300 millas al NE. de la posición supuesta de la flota enemiga (a 200 del E-2C mas cercano), 12 Tu-16K lanzaron un total de 18 señuelos KSR-2 y 3 de los mas sofisticados K-10S, equipados con equipos ECM.
En el otro eje de ataque, el real (directamente desde el N.), otros 6 Tu-16K lanzaron cada uno un K-10S. Tras ellos venían, volando a baja altura para mantenerse por debajo del horizonte del radar de los Hawkeye, los 36 Tu-22M, cada uno armado con un misil Kh-22.
Los primeros señuelos en activar sus ECM fueron los lanzados desde el NE., con la esperanza de atraer la atención de los cazas norteamericanos. Los controladores de los Hawkeye vieron como sus pantallas de radar se emborronaban todavía mas y enviaron a los 4 F-14 Tomcat de aquel sector a investigar, al mismo tiempo que se activaba el plan de defensa de la flota y los EA-6B que orbitaban 100 millas al norte de la posición del grupo de señuelo ponían en marcha sus sistemas de interferencia electrónica.
Los F-14 activaron sus radares AWG-9, que también se vieron afectados por las interferencias electrónicas, tanto las lejanas de los Tu-16P como las de acompañamiento de los drones K-10S. Finalmente, a poco mas de 30 millas de distancia, los radares de los F-14 localizaron a los señuelos KSR-2. Se encontraban a unas 150 millas de los Hawkeye y a 250 de la situación del grupo de señuelo (el grueso de la flota estaba 100 millas mas al sur).
Debido a la imposibilidad de efectuar una VID en mitad de la noche, los F-14 Tomcat comenzaron a lanzar sus misiles Phoenix contra los señuelos KSR-2. Otros 4 Tomcat convergieron hacia aquel sector y lanzaron mas Phoenix hasta que todos los señuelos habían sido destruidos... y los F-14 habían agotado sus misiles.
Mientras eso sucedía al NE., al N. los K-10S habían activado sus sistemas de interferencia electrónica. El radar de los Hawkeye se vio cegado también en aquel sector y los F-14 fueron enviados a investigar. Sus radares, también afectados por los dispositivos de guerra electrónica de los K-10S, no pudieron fijarse en los blancos hasta una distancia de 30 millas. Los Tomcat lanzaron misiles Phoenix en modo "home on jam" contra los 6 K-10S, que fueron destruidos.
Los Tu-22M, entretanto, acababan de activar sus posquemadores y ascendían rapidamente hasta una altitud desde la que los radares de ataque pudieran detectar a la TG-21.2. Tras la destrucción de los K-10S, y a medida que los Backfire dejaron atrás la barrera de protección electrónica de los Tu-16P, los bombarderos soviéticos aparecieron en las pantallas de radar de los Hawkeye. Pero había pocos Tomcat en ese sector (sólo 6) y además habían gastado ya la mitad de sus misiles Phoenix contra los señuelos.
Los 6 Tu-95RT, aprovechando el ruido de fondo electrónico, también habían tratado de penetrar la cobertura de radar enemiga y ascendían para emplear sus radares de búsqueda para situar a las fuerzas navales de la OTAN.
Pero en cuanto los tripulantes de los aviones soviéticos conectaron sus radares, se encontraron con su propia ración de guerra electrónica. Los sistemas de interferencia de los Prowler, situados entre los aviones soviéticos y los buques norteamericanos, cegaban los radares de búsqueda de superficie soviéticos, que no podían detectar a los buques de guerra del grupo que hacía de señuelo, ni mucho menos a los portaaviones de la TG-21.2, que se encontraban 100 millas mas al sur y fuera de su alcance.
Los Tomcat, guiados por los Hawkeye, se acercaban a velocidad supersónica a los bombarderos Tu-22M y a los aviones de reconocimiento. Los disparos de misiles Phoenix comenzaron, y aunque las contramedidas de los Bear y los Backfire degradaban el pK de los Phoenix muy por debajo del pretendido por la Hughes Company, 3 Tu-95RT y 5 Tu-22M fueron derribados.
En vista de que los radares soviéticos no eran capaces de detectar a larga distancia a la agrupación naval de la OTAN, y teniendo en cuenta que un intento de acercarse a la distancia suficiente para que los radares pudieran atravesar las contramedidas electrónicas era equivalente a un suicidio, el capitán Pavlov decidió abortar el ataque.
Los Tu-22M supervivientes lanzaron sus misiles Kh-22 hacia la posición supuesta de la TG-21.2 y dieron media vuelta, tratando de escapar de los Tomcat que se aproximaban para interceptarlos. Gracias a sus contramedidas electrónicas y a su gran velocidad, tan sólo un Tu-22M mas fue derribado.
Entretanto, los 31 Kh-22 lanzados realizaron sus trayectorias semi-balísticas, pero sin datos acerca de la posición de los buques enemigos, cayeron al mar a 20 millas de la posición del grupo de señuelo sin causar daño alguno.
En su avión de mando y control, el capitán Pavlov se lamentaba del fallo del plan e inmediatamente comenzó a pensar en tácticas para el día siguiente. Si los norteamericanos continuaban su rumbo hacia el N. de Noruega, la presencia de los SSGN y la posibilidad de un ataque con mas ejes, permitirían una repetición del éxito de dos semanas atrás. Pero lo que Pavlov no sabía en aquel momento era que la AV-MF estaba a punto de sufrir grandes pérdidas en las próximas horas...
Las siguientes horas transcurrieron sin mas acontecimientos. Los buques de la TG-21.1 y la TG-21.3 continuaban su tránsito hacia los puntos señalados en el plan de la operación NORTH STAR, cuya hora H para lanzar los ataques contra las bases en la península de Kola eran las 1500 ZULU.
Mientras en el Mar de Noruega tenía lugar el enfrentamiento entre la AV-MF y las fuerzas navales de la OTAN, los primeros bombarderos despegaban desde Barksdale AFB, en Louisiana, para una larga misión de mas de 20 horas en la que recorrerían mas de 8.000 millas nauticas. Se trataba de 6 B-52G de la 2nd BW que iban armados con 6 misiles AGM-86C cada uno. Los AGM-86C, misiles de crucero de gran precisión en los que se había reemplazado la cabeza nuclear por una cabeza convencional, eran una de las armas mas secretas del arsenal norteamericano (los tripulantes se referían jocosamente a ellos como "Secret Squirrels"), e iban a ser empleados para abrir un boquete en la cobertura de los radares soviéticos.
Horas después, 18 bombarderos B-52G despegaron desde las bases de Faiford, en el Reino Unido, y Morón de la Frontera, en España. La misión de estos sería bastante mas peligrosa que la de sus compañeros, pues atacarían una serie de bases aéreas con armamento convencional. Se esperaban pérdidas cuantiosas en la misión, pero el premio era dejar fuera de combate a la AV-MF.
El almirante Chebrikov, entretanto, preparaba el siguiente golpe de sus fuerzas contra los buques de guerra norteamericanos, previsto para esa misma noche. Los primeros aviones despegarían a las 2200. La TG-21.2 continuaba ejerciendo admirablemente su labor de señuelo, y los aviones de reconocimiento soviéticos, cada vez mas escasos debido a las pérdidas experimentadas en las 4 semanas de guerra, no prestaban la atención debida al sector por el que se acercaba la TG-21.1. Chebrikov, consciente de la escasez de aviones de reconocimiento en su zona, solicitó la transferencia de un escuadrón de Tu-16 de reconocimiento de la Flota del Pacífico (que también estaba haciendo frente a ataque puntuales de la TF-77 contra las Kuriles y la zona de Petropavlovsk), pero no llegarían a tiempo.
A las 1330 ZULU del día D+28, el "Theodore Roosevelt" y el "John F. Kennedy" comenzaron a lanzar los aparatos que participarían en el primer ataque de la Flota del Atlántico contra el territorio de la URSS.
La tarea de los aviones navales sería apoyar a los bombarderos B-52, que llevarían a cabo los ataques. No obstante, un contratiempo tuvo lugar casi en ese mismo momento en las peligrosas aguas al SO. de Bodo.
La TG-21.3 se estaba aproximando justo en el momento previsto a la posición desde la que el acorazado "New Jersey" y el crucero "Virginia" lanzarían sus misiles Tomahawk para unirse al ataque. Pero su ruta los llevó a pasar justo sobre el B-437, un submarino de la clase Kilo que montaba guardia en la entrada del Vestfjorden.
El capitán del B-437 guió su buque habilmente hasta el centro de la formación norteamericana y lanzó dos torpedos contra el "Virginia". El crucero de propulsión nuclear trató de huir, pero los torpedos lo alcanzaron y la nave se fue a pique, con los 8 misiles TLAM-D que debía lanzar contra objetivos en la península de Kola.
El B-437 tuvo que huir ante la furibunda reacción de los buques de escolta norteamericanos y no pudo continuar su ataque. La presa mayor, el "New Jersey", había escapado. Minutos después, el acorazado veterano de 3 guerras (4 contando la del Líbano) lanzó sus 32 misiles TLAM-D. El objetivo eran 4 posiciones de misiles antiaéreos situados en torno a las bases aéreas de Monchegorsk y Olenegorsk.
Minutos después, mientras los aviones navales y los B-52 se aproximaban a sus objetivos, 4 submarinos situados al N. el Mar de Barents ("Providence", "Pittsburgh", "Newport News" y "San Juan") lanzaron otros 60 misiles TLAM-D, que tenían como objetivo 6 posiciones SAM situadas en torno a Severomorsk.
Los B-52G que habían despegado desde Barksdale AFB 10 horas atrás lanzaron sus 36 AGM-86C desde un punto situado al oeste de las islas Svalbard.
Los 128 misiles (de los que algunos fallaron poco después del lanzamiento) se dirigieron hacia sus blancos. Debían alcanzarlos poco antes de la llegada de los aviones de combate.
El grupo de ataque conjuntos de las alas aéreas del TR y el JFK incluía 77 aviones: 16 A-6E Intruder armados con misiles HARM, 16 A-7E Corsair cargados de señuelos TALD (6 cada uno), 16 F-18C Hornet (armados con misiles Sparrow y Sidewinder), 8 F-14 Tomcat, 4 EA-6B Prowler, 16 cisternas (entre KA-6D y A-6 configurados para la tarea) y 1 E-2C Hawkeye.
La defensa antiaérea de la península de Kola estaba en manos de las fuerzas de la PV-O, que tenía bases de cazas en Afrikanda (Su-15), Monchegorsk (MiG-31) y Kilpyvr (Su-27). La VV-S tenía también escuadrones de caza desplegados en las 4 bases situadas alrededor de la ciudad de Kirovsk (que apoyaban las operaciones de las tropas terrestres en el N. de Noruega).
Una docena de cazas estaban permanentemente en vuelo sobre la zona, pero desgraciadamente no disponían de AWACS (la mayoría habían tenido que ser enviados a Alemania Oriental tras la destrucción de la práctica totalidad de los radares con base en tierra).
El E-2C conectó su radar y comenzó a orbitar unas 100 millas al N. del Cabo Norte. La formación de aviones navales se había dividido: 2 Prowler comenzaron a emitir interferencias electrónicas unas 150 millas al NO. de Murmansk, atrayendo inmediatamente la atención de los cazas soviéticos.
Casi al mismo tiempo, los A-7 lanzaron sus señuelos desde gran altura. Un total de 96 blancos se dirigían directamente hacia Murmansk desde el NO., y los cazas soviéticos (como les había sucedido a sus congéneres norteamericanos) no podían hacer otra cosa que reaccionar. Los que ya estaban en el aire comenzaron a disparar sus misiles contra los señuelos, inconscientes de que guiados por el E-2 los F-18 se aproximaban para tenderles una emboscada.
En el combate aéreo que vino a continuación, 8 cazas soviéticos fueron derribados por los F-18, que cortos de combustible se retiraron hacia la posición de partida (2 de ellos habían sido abatidos). Muchos señuelos continuaban volando y los cazas soviéticos que habían estado en alerta despegaron rapidamente de las bases de la PV-O y se dirigieron hacia el NO. para frenar el enorme "raid" ficticio.
Entretanto, la segunda formación de aviones navales y los B-52 se aproximaban a sus objetivos. Dos Prowler se elevaron unas 100 millas al N. de Murmansk y comenzaron a emitir interferencias. Los acompañaban 8 cazas Tomcat... mientras que los 16 A-6E Intruder, armado cada uno con 2 misiles AGM-88 HARM continuaron aproximándose en vuelo bajo.
Los B-52G, por su parte, se aproximaban por el NE. a la altura de las olas. Ellos eran los encargados de descargar el gran golpe. Los objetivos eran el complejo de bases aéreas de la AV-MF que rodeaba Severomorsk (conocidas por los occidentales como Severomorsk-1, 2 y 3), la base de la PV-O en Kilpyvr y la importante base de Olenegorsk, donde estaban desplegados 2 regimientos de bombarderos de la AV-MF.
Las primeras explosiones se produjeron por efecto de la salva de misiles de crucero. Las defensas antiaéreas estaban compuestas principalmente por baterías de misiles SA-2, SA-3 y SA-5 (aunque también había algunas de los mucho mas peligrosos SA-10). De los 6 radares de alerta temprana marcados como objetivos de los AGM-86C, 4 quedaron fuera de servicio y de las 10 baterías SAM, 8 fueron alcanzadas por misiles y 6 quedaron fuera de servicio por completo.
Inmediatamente después de la sorpresiva llegada de los misiles de crucero (que habían pasado inadvertidos debido a su vuelo rasante, al ruido electrónico generado por los Prowler y al caos general provocado por los señuelos) las baterías de misiles antiaéreos comenzaron a activarse por toda la península de Kola.
Era el momento de los A-6 Intruder, que comenzaron a lanzar sus misiles HARM contra las baterías que acababan de comenzar a emitir. Varios radares fueron destruidos y el caos aumentó entre las fuerzas defensivas soviéticas. Algunos cazas que acababan de despegar se dirigieron hacia el N., encontrándose con los F-14 Tomcat, que los atacaron protegidos por las interferencias de los Prowler. En el combate aéreo siguiente 10 cazas soviéticos fueron derribados a cambio de 3 F-14 Tomcat. 2 A-6 Intruder también fueron derribados en ese enfrentamiento.
Entonces llegaron los B-52G. Los enormes BUFF (Big Ugly Fat Fucker, "cariñoso" apodo de las tripulaciones a sus aparatos). Los bombarderos se aproximaban desde el NE. en grupos de 3 aviones. Cada grupo atacaría una de las bases (excepto la de Olenegorsk, que recibió las "atenciones" de 6 B-52G).
Los grupos atacantes estaban formados por un B-52G armado con 36 bombas de 1.000 libras que se encargaría de la pista de despegue de la base aérea, otro armado con 36 bombas de racimo CBU-87 que lanzaba sobre las zonas de dispersión y un tercero llevaba 36 CBU-105 (contenedores de minas). El objetivo era que las bases aéreas quedaran inactivas durante al menos un par de días y, sobre todo, destruir el mayor número de bombarderos posible.
El ataque fue un éxito (particularmente en Olenegorsk, donde 17 Tu-22M y 14 Tu-16K fueron destruidos), pero también fue costoso. 10 de los 18 B-52G fueron derribados en sus pasadas de bombardeo. 5 de ellos lo fueron por una batería de SA-10 situada en las cercanías de Severomorsk.
Cuando el ataque concluyó, la AV-MF había perdido 2/3 partes de sus bombarderos asignados a la Flota del Norte en los ataques contra Olenegorsk y Severomorsk-1 (donde fueron destruidos 16 Tu-22M). Los aviones navales, por su parte, apenas habían sufrido pérdidas (3 Tomcat, 2 Hornet, 2 Intruder y 1 Prowler, que sufrió un accidente al tratar de apontar en el JFK).
La primera ronda de ataques había concluido... pero la TG-22.2 se dirigía a 20 nudos hacia el N. para lanzar su propio ataque.
CONTINUARÁ...
Y recordad antes de ponerme "verde"

...
"Ésto es un relato de ficción sin pretensiones, no va a misa y cualquier parecido con la realidad sería pura coincidencia".