reytuerto escribió:Estimados foristas:
Estimado 7mo:
Ya que me has aludido casi directamente ("...españoles, peruanos y argentinos...juntos. contra mi...") , en términos bastante errados, estoy obligado a hacer una rectificación:
1. No estoy en contra de ti, ni mucho menos de tu país. Estoy a favor de una historia desprejuiciada y de un etnocentrismo miope.
2. Tu argumentación es -en este tema- feble. Te basas en cartas, pinturas y poemas y peor aún, juegos de ordenador. Tu metodología en la investigación histórica es deficiente. Te basas en historiadores extraordinariamente parcializados. Desconoces fuentes peruanas... y a veces mientes (o te mienten tus fuentes). Por favor recuerda que hacer historia no es escribir odas pindáricas.
3. Finalmente, aunque respeto tu nacionalismo, creo que estas viendo las cosas con paranoia e inmadurez. Nadie conspira contra ti, yo no he conversado con ningún otro forista para atacarte o denostar a Chile... pero sí, he de confesar (tal como se lo digo a Wilson Abott o su actual encarnación) que tu posición victimista de agredir verbalmente y cuando te responden lapidariamente, alegar ser atacado y en cargamontón, es una posición cuando menos cuestionable.
Que chusto....
reytuerto escribió:Dices que los testigos presenciales en La concepción eran un español y 2 italianos. Yo hice el IR en San Lorenzo (en ese entonces anexo de Apata) mientras y amigo lo hizo en Ocopa (el pueblo y convento que están justo después de Concepción). He pedido información de allí a raíz de la conversación mantenida acerca del mismo tema y resulta que los primeros extranjeros llegados a Concepción fue un comerciante y su mujer en 1921 japoneses!
Repito, esta es una foto de San Lorenzo de 1988:
Y vuelvo a contar la anécdota (transcripción): "Hice el internado rural a 2 horas y media en bicicleta de Concepción, en un pueblo que era en la epoca de la GdP un anexo de Apata (de donde provenían algunos irregulares del EP en dicha batalla), San Lorenzo. Un día, cuando voy al anexo de Casacancha, una señora le pregunta a la enfermera por el "doctor gringuito" y me puse contento porque pensé que un amigo judío askenazi (ahora en Minnesotta) que hacía el rural en Apata me había venido a visitar, ¡cual será mi sorpresa cuando el supuesto gringuito era yo! (y te aseguro que de gringo yo tengo lo que Cassius Clay tiene de finlandés)". Así estaban las cosas a 100 años de la guerra, imagínate como era en 1882.
No me extraña...seguramente los habran matado y comido, como tenian costumbre.....o los chilenos sufrian de aluciones masivas...
Conferenciaron que al dia siguente mandar una comicion abuscar cholos ala campiña paque ballan cargandos los heridos o enfermos cuatro soldados armados pacada camilla dia 10 de julio de 1882 alas 8 ½ a.m. trajeron la comicion mas de ochenta cholos Serranos para cargar los heridos i custudiados por soldados ala 1 ½ de la tarde salimos en marcha a la Concepción el 2º de linea ibamos ala vanguardia llegamos alas 6 de la tarde ala dentrada del Pueblo la concepción mi coronel Canto sesosprendio que todas las abitaciones estaban serrada ino sebeia un ser viviente iso aser alto la marcha i que cargaramos el rifle Comblain iso abanzar alos carabineros de yungay aser un Reconocimiento ala plaza ante de un minuto llegó un ayudante de campo la plaza se encuentra un cuadro Horroroso de muertos en tonse abanzamos i los impusimos abian perecidos Toda la 4ª compañía del Batallon Chacabuco 6º de Linea esos valientes se 77 Hombres se batieron hasta quemar el ultimo cartucho contra 2,000 cholos Serranos bien armados los chilenos peliaron del 9 hasta el dia 10 de julio de 1882 los 77 Chacabucanos nose rindieron jamas menos entregar sus armas un corneta una mujer chilena con una guagua de pocos meses estaban traspasados con balas iflechas ilanzas estas victimas se encontraron enel medio de los cadaves mi coronel Canto iso poner abanzadas por las cuatros salidas del pueblo la Concepción luego descubrieron dos hombres estranjeros arriba de una galeria de vidrios quedaban al lado del cuartel del chacabuco estos extranjeros mi coronel le dio orden de rendición dijieron ellos estamos rendidos los estranjeros eran comerciantes enese pueblo estaban establesidos mas de 6 meses ellos relataron los hechos que abian vistos esa sospresa de los peruanos los cholos bajaron de los cerros al pueblo alas 11 55 a.m. el dia 9 de julio 1882 alas 12 del dia ronpieron los fuegos los cholos Serranos los dos estranjeros dijieron la valentia de los 77 Chacabucanos Chilenos el capitan Carrera Pinto le ordeno alos Oficiales Clases i Soldados no hai que rendirse nunca quemar hasta el Ultimos cartuchos i atacar ala Bayoneta calada el capitan Carrera le ordenaba al corneta tocar fuego imas fuego no hai que bolver atras jamas no abandonar la plaza i morir peliando cinco Chilenos quedaban enel cuartel peliaban como unos Leones sin abandonar el cuartel un soldado de los cinco chilenos se subio arriba del techo iclavo el hasta de Bandera tricolor chilenos queno dejara de flamiar la vandera el enemigo Insendio el cuartel estaba al lado de la Iglecia se 77 hombres chilenos se batieron contra 2,000 cholos Serranos mi coronel Canto ordeno alos Doctores Sirujanos que sacaran los corazones alos balientes Oficiales de la 4ª Compañia del Batallon Chacabuco 6º de Linea estos corazones fueron colocados en un frasco en alcohol pa traerlos a chile i la demas victimas que perecieron enel combate fueron sepurtados al dia siguiente ordeno mi coronel Canto que Insendiaramos el pueblo la Concepcion i fuera reducido azeniza alas 11 a.m. estaba todo terminado enel mismo dia seguimos en marcha ajauja llegamos en la noche illegamos al pueblo de Talma alas 6 a.m.
MARCOS IBARRA DIAZ, soldado del 2º de Linea.
“La división entró a La Concepción como a las 11 A.M., del 10, estando ya ocupada esa plaza desde momentos antes por el Chacabuco 6º. de Línea, que había llegado cuando sólo hacía poco más de una hora que se había concluido el combate por el exterminio completo de la compañía que allí sucumbió. El aspecto que presentaba el Cuartel era lúgubre y muy conmovedor, porque sólo quedaban montones de cadáveres de ambos combatientes, y el hacinamiento humeante aún de los escombros del cuartel que había sido consumido por el fuego”.
“Se comprende la precipitación con que el enemigo debe haber emprendido la fuga, que no tuvo tiempo para apoderarse de la bandera que flameaba aún en la puerta del cuartel, y que viéndola yo desde la casa en que me desmonté ordené a mis ayudantes Bisivinger y Larenas que me la fueran a traer, lo que se ejecutó poniéndole con lápiz rojo y en la estrella de la bandera, la fecha del día y la firmó Bisivinger”.
“Yo llegué a la casa de Don Luis M. Duarte situada en la misma plaza donde estaba el cuartel y donde acostumbraba a alojar. Esta casa como todas las de la población estaba desierta, pues sus habitantes habían huido en todas direcciones refugiándose la gente visible al convento de Ocopa que distaba más o menos una legua”.
“Ordené que como el cuartel está colindante con la iglesia se hiciese dentro de ella una fosa conveniente para enterrar a los oficiales y a la tropa que cupiesen y en seguida que se pegase fuego a la iglesia para que los escombros salvaguardasen la profanación de sus cadáveres. Todo lo cual se ejecutó anunciándoselo al Comandante Pinto Agüero, que había ordenado sacar los corazones de los cuatro oficiales y ponerlos en un frasco con alcohol para tener un recuerdo de esos héroes”.
“Seguimos la marcha al día siguiente a las 8 de la mañana, no sin ordenar antes al Capitán de bagajes Don Feliciano Encina y otros agentes, que una vez salido el ejército me encendiesen fuego por los cuatro lados de la población para dar un castigo verdaderamente salvaje, por los actos de verdadero salvajismo que habían cometido, pues, repito que hasta este momento en que escribo me da enfriamiento al cuerpo y temblores de nervios, al recordar los hechos brutales ejecutados con los cadáveres de los chilenos allí sacrificados”.
“En la casa del señor Duarte, en donde yo estuve en el pueblo de Concepción, me refirió un sirviente de nacionalidad española, y que era el único habitante que cuidaba la casa, que el combate había empezado a las 2 ½ de la tarde del día 9 por dos batallones perfectamente armados que arreaban a más de dos mil indígenas para obligarlos a atacar el cuartel. La tropa se defendía heroicamente disparando sus armas con mucha calma y había veces que una misma bala tendía a dos o tres individuos. Que en la noche no cesaron de atacar el cuartel, tomando posesión de la torre de la iglesia la tropa enemiga que venía con rifles y de donde hacían a los chilenos gran número de bajas. Vino el día 10 y tan pronto aclaró, y como no podían penetrar el cuartel, encendieron fuego por dos partes, auxiliándose con estopa mojada en parafina y con lo que se consiguió realmente que el fuego consumiese el edificio del cuartel”.
“Como a las 9 de la mañana del día 10 no quedaban sino el subteniente de la Cruz y cuatro soldados que defendieron la entrada al recinto del ya quemado cuartel. Se notó a esa hora que ya habían agotado todas sus municiones porque no hacían ningún disparo, y entonces algunas voces peruanas que conocían perfectamente al oficial, le gritaban: “¡Subteniente de la Cruz: ríndase hijito. No tiene para qué morir!”. A lo cual él les contestaba: “¡Los chilenos no se rinden jamás!”. Y volviéndose a su tropa le preguntaba: “¿Es verdad muchachos?”. Los soldados contestaban afirmativamente y entonces el oficial les mandaba calar la bayoneta y se iban furiosos contra las masas indígenas. De suerte, pues, que ya fatigados tuvieron que rendir su vida, quedando algunos clavados en las lanzas de los salvajes y al subteniente Cruz se le aplicó un tiro por la espalda. Me comunicó el español que cuando no podían hacer rendirse al subteniente Cruz hicieron llegar hasta el cuartel y acompañada de una mujer a una jovencita a quien el oficial saludaba siempre con cariño para que fuese a rogarle que se rindiese y el oficial la rechazó indignado”.
“ Los últimos dos soldados que escaparon después de la muerte de Cruz se refugiaron en el atrio de la iglesia y allí se les notó que hablaban. Luego se abrocharon el uniforme, se pusieron el barbiquejo y se lanzaron y se lanzaron sobre la turba para morir rifle en mano”.
Coronel Estanislao del Canto
reytuerto escribió:Ahora, las historia chilena sin capitulaciones, es otra mentira: Paucarpata. Y las entradas en Lima: La primera como parte de la fuerza trinacional chileno-argentino-peruana, la segunda casi recibidos como libertadores (recuerda que Lima, al ser la capital del estado nor-peruano, veía la preponderancia de A. de Santa Cruz, casi como el descuartizamiento de la mitad sur del país) y la tercera, la autentica entrada en Lima, por las tropas victoriosas del Gral. Baquedano. Cuando cuentes la historia, hazlo completamente, que a veces medias verdades parecen medias mentiras.
Ya te respondio GMSA...pero me asalta una duda R.Tuerto...cuando dices Paucarpata no te refieres al Tratado de Paucarpata del 24 de Octubre de 1883, entre el General Velazquez y las autoridades de Arequipa, aunque talvez lo concoes mejor como la "La Rendicion Humillante de Arequipa" .
Veamos las entradas del Ejercito de Chile a Lima.
1820.-
Mando: Jose de San Martin.
Grado: Capitan General del Ejercito de Chile.
Los batallones 2, 4 y 5 de gran figuración en la Campaña Libertadora, pertenecían al Ejército de Chile, al paso que el 7, 8 y 11 eran del Ejército de los Andes, pero en estas unidades más de la mitad de los soldados eran chilenos que vestían el uniforme de los Andes. Según las listas de revistas y el Estado de Fuerza del 15 de julio de 1820 el ejército contaba con 296 oficiales de los cuales el 40% eran trasandinos y 4.118 soldados, de los cuales 642 eran de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
1838.-
Mando: Manuel Bulnes Prieto.
Grado: General de Division del Ejercito de Chile.
En la Batalla de Portada de Guias, en la muralla de Lima, el Ejercito"Siempre Vencedor y Jamas Vencido" de Chile, destrozo a las fuerzas peruanas y ocupo Lima. En esta Batalla fueron dispersados las siguentes fuerzas peruanas.
Batallon 2º de Ayacucho
Batallon de la Legion
Batallon Nº 4
Batallon Serenos
Regimiento Caballeria Husares de Junin.
1881.-
Mando: General de Division Manuel Baquedano Gonzalez
Grado: General de Division del Ejercito de Chile
A pesar de todo, el bizarro ejército chileno siguió avanzando impávido, sin que le detuvieran las inmejorables posiciones de los contrarios, ni las trincheras, ni las minas ni el fuego terrible de la artillería, que diezmaba sus filas; venció al enemigo en Chorrillos, le deshizo en Miraflores, y el 17 de Enero de 1881 los heraldos anunciaron al Perú desde las más altas torres de Lima que la ciudad de los Virreyes estaba bajo las garras del cóndor.
Soldados:
Ha llegado, por fin, la hora por tanto tiempo anhelada, de ir a buscar a nuestros enemigos en su propio suelo. Tres veces las huestes de Chile lo han pisado como libertadores; hoy vamos a pisarlo como castigadores de una negra alevosía.
Tomando por debilidad nuestro espíritu benévolo y conciliador, creyendo que nuestra fecunda y larga paz, solo interrumpida para proteger su existencia de pueblo independiente, hubiera enervado nuestro brazo, el ingrato Perú se ligaba tenebrosamente para atentar a nuestros derechos y seguridad.
Soldados:
Que los que nos han obligado a soltar los instrumentos de trabajo para empuñar el sable y el fusil, conozcan luego, que si nuestro brazo tiene suficiente poder para arrancar los tesoros a las entrañas de la tierra y dar vida a los desiertos, lo tiene mucho más aún para batir a los enemigos de Chile.
Marchemos a llevar la guerra y sus tremendas consecuencias a los violadores de nuestro derecho, a los confiscadores de las propiedades de nuestros conciudadanos, a los que han expulsado y maltratado los enérgicos e inteligentes trabajadores que daban vida a sus ciudades y existencia a sus industrias; a los desapiadados perseguidores de las mujeres y niños, porque tenían la gloria de ser chilenos. Que caiga sobre ellos el castigo que merecen!
Soldados:
¡La hora de los combates ha sonado!
Vuestros varoniles pechos palpitarán pronto en las grandes emociones de los guerreros cuando se ven frente a frente de los enemigos de su patria.
Sé bien lo que puedo esperar de vosotros, que con admirable constancia, moralidad y disciplina, habéis soportado los rigores de la enseñanza militar; sé bien que no necesito recomendaros el valor y sacrificio, porque conozco que la divisa de nuestra Patria “vencer o morir”, está esculpida en vuestros corazones.
¡Soldados!
¡A los combates! Que vuestros hechos engrandezcan el nombre de Chile y lo hagan temido de sus enemigos.
Vuestro General,
Erasmo Escala
Erasmo Escala, ya contaba 3 entradas a Lima antes de 1881, la otra es la de 1823, cuando un nuevo Ejercito Chileno ocupo Lima al mando del General Francisco Antonio Pinto.
Por el bien de tu pais, no nos obliguen a entrar a Lima por 4 vez...
Señores incásicos: el Cóndor tiene desde 1884, plegadas sus alas y desde las níveas cumbres andinas en que reposa, vigila con ojo avizor, vuestros valles, hondonadas y campiñas; su vista prodigiosa, escudriña el inmenso horizonte del Pacífico, cuna de su gloria y tumba bendita de sus héroes; ante su potente videncia nada escapa, que bien divisa a Lima, Cuzco, Arequipa, Ayacucho, Trujillo y Callao, Donde victorioso siempre posó su conquistadora planta la raza de Lautaro.
¡Por Dios, no levantéis su vuelo, ni quebrantéis su reposo, porque si mi patria clava de nuevo en Lima su pendón, no habrá poder humano que de ahí lo arranque!
Nicanor Molinare
saludos