Crisis de la República romana
- reytuerto
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Crisis de la República romana
Y lo mejor de todo, es que ya esta predigerido!!!
La verdad nos hara libres
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Crisis de la República romana
¿Predigerido?
¿Te refieres a politiqueos y demás?, porque ahora nos viene Sulpicio Rufo.
¿Te refieres a politiqueos y demás?, porque ahora nos viene Sulpicio Rufo.
- reytuerto
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Crisis de la República romana
Salve, Valerio!
No, no. No es por eso. Es que esta bien explicado, no como cuando lees libros eruditos (incluyendo a Momsen, nombrado por ti) que te dejan la mar de interrogantes no resueltas.
Se que no te gustan hacer comparaciones, pero me es casi imposible dejar de comparar el momento apurado que tuvo la Republica Romana en el arranque de la 2da. guerra punica, y ahora, con una guerra en un escenario mas lejano con un adversario mayor de lo que creia (pensaba que el Ponto era una especie de satrapia secundaria, pero por lo que nos describes, era un reino bastante bien establecido, con un buen ejercito, e incluso, con dominios ultramarinos, bueno al otro lado del Mar Negro) y con una guerra interna, contra unos enemigos que pro lo menos son tan buenos combatientes como ellos mismos.
Que hubiese pasado de prosperar los italianos? porque no pareciese que pretendiesen hacer con Roma lo que los romanos hicieron con Alba Longa. Que tan buen general era Mitridates? Mientras se guerreaba en Italia, como estaba la situacion en el Senado? (es que al guerrear contra los italianos, pareciese que las facciones senatoriales hubiesen entrado en tregua). Saludos cordiales y gracias anticipadas.
No, no. No es por eso. Es que esta bien explicado, no como cuando lees libros eruditos (incluyendo a Momsen, nombrado por ti) que te dejan la mar de interrogantes no resueltas.
Se que no te gustan hacer comparaciones, pero me es casi imposible dejar de comparar el momento apurado que tuvo la Republica Romana en el arranque de la 2da. guerra punica, y ahora, con una guerra en un escenario mas lejano con un adversario mayor de lo que creia (pensaba que el Ponto era una especie de satrapia secundaria, pero por lo que nos describes, era un reino bastante bien establecido, con un buen ejercito, e incluso, con dominios ultramarinos, bueno al otro lado del Mar Negro) y con una guerra interna, contra unos enemigos que pro lo menos son tan buenos combatientes como ellos mismos.
Que hubiese pasado de prosperar los italianos? porque no pareciese que pretendiesen hacer con Roma lo que los romanos hicieron con Alba Longa. Que tan buen general era Mitridates? Mientras se guerreaba en Italia, como estaba la situacion en el Senado? (es que al guerrear contra los italianos, pareciese que las facciones senatoriales hubiesen entrado en tregua). Saludos cordiales y gracias anticipadas.
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Crisis de la República romana
No, a Mommsen no lo recomiendo. Lo he nombrado como la vía fácil de ciertos autores para ahorrarse analizar ellos mismos las fuentes. Y no son pocos. Eso sí, creen que quedan bien con frases del estilo "a pesar de lo que dice Mommsen" o "al contrario de lo que apunta Mommsen". Así quedan como más de 'historiografía moderna', pero se les ve el plumero por enmendarle la plana a un autor decimonónico sin comerlo ni beberlo. Quien dice Mommsen, dice Rostovtzeff u otros que sí se tomaron la molestia en analizar, interpretar y sintetizar las fuentes.
Esto te lo contesto con más tiempo y por partes. Sobre todo, gracias por recordarme que he pasado un tanto por alto la trayectoría de Mitrídates desde que llega al trono hasta su enfrentamiento con Roma.
Intentaré buscar un orden para responderte a todo.
Un saludo cordial.
Se que no te gustan hacer comparaciones, pero me es casi imposible dejar de comparar el momento apurado que tuvo la Republica Romana en el arranque de la 2da. guerra punica, y ahora, con una guerra en un escenario mas lejano con un adversario mayor de lo que creia (pensaba que el Ponto era una especie de satrapia secundaria, pero por lo que nos describes, era un reino bastante bien establecido, con un buen ejercito, e incluso, con dominios ultramarinos, bueno al otro lado del Mar Negro) y con una guerra interna, contra unos enemigos que pro lo menos son tan buenos combatientes como ellos mismos.
Que hubiese pasado de prosperar los italianos? porque no pareciese que pretendiesen hacer con Roma lo que los romanos hicieron con Alba Longa. Que tan buen general era Mitridates? Mientras se guerreaba en Italia, como estaba la situacion en el Senado? (es que al guerrear contra los italianos, pareciese que las facciones senatoriales hubiesen entrado en tregua). Saludos cordiales y gracias anticipadas
Esto te lo contesto con más tiempo y por partes. Sobre todo, gracias por recordarme que he pasado un tanto por alto la trayectoría de Mitrídates desde que llega al trono hasta su enfrentamiento con Roma.
Intentaré buscar un orden para responderte a todo.
Un saludo cordial.
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Crisis de la República romana
Estimado Reytuerto, vamos con la parte fácil.
Mitrídates V había apoyado a los romanos durante la 3ª Guerra Púnica:
"Lo cierto es que un rey del Ponto, Mitrídates Evérgetes, que fue el primer amigo de los romanos y les proporcionó algunas naves y una pequeña ayuda militar contra los cartagineses, invadió Capadocia como si se tratara de un país extranjero"
Apiano, Sobre Mitrídates 10
Sobre el padre de Mitrídates (ese Mitrídates V Evergetes) ya hablé en el llamado "Levantamiento de Aristónico". Recojo un párrafo:
crisis-de-la-republica-romana-t37134-45.html
La dinastía que reinaba en el Ponto siempre había mantenido tendencias expansionistas en Asia Menor, pero una vez heredado el Reino de Pérgamo por los romanos y fundada la provincia de Asia, Roma les había impuesto un freno. La ayuda que Mitrídates V Evergetes prestó a los romanos durante la rebelión de Aristónico le permitió hacerse con el territorio de la Gran Grigia (o Frigia Mayor), en el interior de Asia Menor, regalo que posteriormente sería revocado por el senado, tras el asesinato del rey, y anexionado a la provincia de Asia.
Tras una serie de vicisitudes poco conocidas (asesinatos, idas y venidas, acusaciones ...), llega al trono Mitrídates VI Eupator (o Mitrídates el Grande) que retoma la política expansionista de sus predecesores pero, claro, los reyes del Ponto habían tenido dos direcciones naturales que marcaban la geopolítica de su reino: al norte, el Mar Negro, y al oeste, la península de Anatolia. Sólo podía tomar una de ellas sin entrar en conflicto con Roma. Muy pronto se le va a presentar la ocasión de intervenir en el primero de estos escenarios gracias a la amenaza que, sobre los griegos del norte del Ponto Euxino, suponían los pueblos esteparios de sármatas y escitas.
"Cuando llegó después a la administración del reino (112-111), enseguida pensó no en gobernarlo, sino en engrandecerlo. En consecuencia, sometió con extraordinario éxito a los escitas, invencibles hasta entonces, que habían exterminado a Zopirión, capitán de Alejandro Magno, con treinta mil soldados, y a Ciro, rey de los persas, con doscientos mil soldados, y habían hecho huir a Filipo, rey de los macedonios. Entonces, habiéndose hecho más fuerte, se apoderó también del Ponto (el Ponto escita), y después de Capadocia"
Justino XXXVII 3, 2-4
Al parecer, la petición de ayuda partió de un rey del Bósforo llamado Pairisadès V.
"Este puerto forma con otro llamado Ctenunte un istmo de cuarenta estadios. Se trata del istmo por medio del cual queda unido el Pequeño Quersoneso, que, como hemos señalado, es una parte del Gran Quersoneso y alberga en su interior la ciudad denominada con el mismo nombre, Quersoneso.
Antiguamente esta ciudad (la llamada Que gozaba de autonomía, pero, tras ser saqueada por los bárbaros, se vio en la necesidad de acogerse a la protección de Mitridates Eupátor, cuando éste se encontraba dirigiendo una campaña contra los bárbaros que habitan por encima del istmo hasta el Borístenes y el Adriático. Ésta era preparatoria de la campaña contra los romanos. Así pues, aquél, alentado con estas esperanzas, envió un ejército a Quersoneso, a la vez que hacía la guerra a los escitas, a Escíloro y a sus hijos, congregados en tomo a Palaco, cuyo número, según Posidonio, ascendía a cincuenta mientras que, según Apolonides a ochenta. Al mismo tiempo también, no sólo subyugó a éstos por la fuerza, sino que además se erigió en señor del Bósforo, habiendo recibido el mando de un gustoso Parisades que era quien lo ostentaba. Así, desde entonces hasta la actualidad la ciudad de los quersonesitas debe obediencia a los reyes del Bósforo"
Estrabón VII, 4, 2-3
Los reinos del Quersoneso y del Bósforo Cimerio -en la península de Crimea y el estrecho de Kertsch, respectivamente- con su petición de ayuda, permitieron a Mitrídates anexionarse una extensa región en el norte del Mar Negro.
Para ir situando los nombres (a los colores ni caso):
La parte anexionada por Mitrídates, al oeste, alcanzaba hasta la antigua colonia griega de Olbia. El principal centro urbano era Panticapeon (Panticapea en el mapa).
Posteriormente, Mitrídates intentará establecer un territorio continuo entre la lejana provincia septentrional y el núcleo del reino del Ponto, mediante la anexión de la costa oriental del Mar Negro, que, sólo pudo cumplirse en parte con la incorporación de la Cólquida y la Pequeña Armenia.
Mitrídates V había apoyado a los romanos durante la 3ª Guerra Púnica:
"Lo cierto es que un rey del Ponto, Mitrídates Evérgetes, que fue el primer amigo de los romanos y les proporcionó algunas naves y una pequeña ayuda militar contra los cartagineses, invadió Capadocia como si se tratara de un país extranjero"
Apiano, Sobre Mitrídates 10
Sobre el padre de Mitrídates (ese Mitrídates V Evergetes) ya hablé en el llamado "Levantamiento de Aristónico". Recojo un párrafo:
Para concluir los sucesos de Pérgamo, comentar que los tesoros legados por Atalo III fueron llevados a Roma. Al haber muerto el cónsul Perpenna y no poder celebrar el triunfo, por orden del senado, Aristónico fue estrangulado en la cárcel (su fin hubiera sido el mismo en caso de haberse celebrado el triunfo). En cuanto a Manio Aquilio (sería cónsul al año siguiente) fue acusado, y escandalosamente absuelto, por haberse dejado sobornar por Mitrídates del Ponto (Mitrídates V Evergetes) para recibir la Gran Frigia. Ello provocaría la Lex de Asia de Caio Graco, que dejaría abierta la provincia a la codicia de los publicani
crisis-de-la-republica-romana-t37134-45.html
La dinastía que reinaba en el Ponto siempre había mantenido tendencias expansionistas en Asia Menor, pero una vez heredado el Reino de Pérgamo por los romanos y fundada la provincia de Asia, Roma les había impuesto un freno. La ayuda que Mitrídates V Evergetes prestó a los romanos durante la rebelión de Aristónico le permitió hacerse con el territorio de la Gran Grigia (o Frigia Mayor), en el interior de Asia Menor, regalo que posteriormente sería revocado por el senado, tras el asesinato del rey, y anexionado a la provincia de Asia.
Tras una serie de vicisitudes poco conocidas (asesinatos, idas y venidas, acusaciones ...), llega al trono Mitrídates VI Eupator (o Mitrídates el Grande) que retoma la política expansionista de sus predecesores pero, claro, los reyes del Ponto habían tenido dos direcciones naturales que marcaban la geopolítica de su reino: al norte, el Mar Negro, y al oeste, la península de Anatolia. Sólo podía tomar una de ellas sin entrar en conflicto con Roma. Muy pronto se le va a presentar la ocasión de intervenir en el primero de estos escenarios gracias a la amenaza que, sobre los griegos del norte del Ponto Euxino, suponían los pueblos esteparios de sármatas y escitas.
"Cuando llegó después a la administración del reino (112-111), enseguida pensó no en gobernarlo, sino en engrandecerlo. En consecuencia, sometió con extraordinario éxito a los escitas, invencibles hasta entonces, que habían exterminado a Zopirión, capitán de Alejandro Magno, con treinta mil soldados, y a Ciro, rey de los persas, con doscientos mil soldados, y habían hecho huir a Filipo, rey de los macedonios. Entonces, habiéndose hecho más fuerte, se apoderó también del Ponto (el Ponto escita), y después de Capadocia"
Justino XXXVII 3, 2-4
Al parecer, la petición de ayuda partió de un rey del Bósforo llamado Pairisadès V.
"Este puerto forma con otro llamado Ctenunte un istmo de cuarenta estadios. Se trata del istmo por medio del cual queda unido el Pequeño Quersoneso, que, como hemos señalado, es una parte del Gran Quersoneso y alberga en su interior la ciudad denominada con el mismo nombre, Quersoneso.
Antiguamente esta ciudad (la llamada Que gozaba de autonomía, pero, tras ser saqueada por los bárbaros, se vio en la necesidad de acogerse a la protección de Mitridates Eupátor, cuando éste se encontraba dirigiendo una campaña contra los bárbaros que habitan por encima del istmo hasta el Borístenes y el Adriático. Ésta era preparatoria de la campaña contra los romanos. Así pues, aquél, alentado con estas esperanzas, envió un ejército a Quersoneso, a la vez que hacía la guerra a los escitas, a Escíloro y a sus hijos, congregados en tomo a Palaco, cuyo número, según Posidonio, ascendía a cincuenta mientras que, según Apolonides a ochenta. Al mismo tiempo también, no sólo subyugó a éstos por la fuerza, sino que además se erigió en señor del Bósforo, habiendo recibido el mando de un gustoso Parisades que era quien lo ostentaba. Así, desde entonces hasta la actualidad la ciudad de los quersonesitas debe obediencia a los reyes del Bósforo"
Estrabón VII, 4, 2-3
Los reinos del Quersoneso y del Bósforo Cimerio -en la península de Crimea y el estrecho de Kertsch, respectivamente- con su petición de ayuda, permitieron a Mitrídates anexionarse una extensa región en el norte del Mar Negro.
Para ir situando los nombres (a los colores ni caso):
La parte anexionada por Mitrídates, al oeste, alcanzaba hasta la antigua colonia griega de Olbia. El principal centro urbano era Panticapeon (Panticapea en el mapa).
Posteriormente, Mitrídates intentará establecer un territorio continuo entre la lejana provincia septentrional y el núcleo del reino del Ponto, mediante la anexión de la costa oriental del Mar Negro, que, sólo pudo cumplirse en parte con la incorporación de la Cólquida y la Pequeña Armenia.
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Pero evidentemente, la dirección fundamental de la política exterior de Mitrídates apuntaba a occidente. La política expansionista al norte del Mar Negro le había proporcionado al rey gran riqueza de cereal y plata,toda vez que adquiría una valiosa abundancia de excelentes guerreros.
La inestabilidad política de Anatolia auguraban una acción provechosa. Solo el reino de Bitinia, en la costa meridional del Mar Negro, gobernado por Nicómedes, suponía un obstáculo apreciable (a excepción de la provincia romana de Asia, claro está). La desafortunada explotación de los recursos por parte de Roma (como ya vimos en su momento) había generado cierto malestar en la zona; estos resentimientos podían ser aprovechados por Mitrídates. Pero, en principio, las intenciones del rey no iban tan lejos puesto que, entre la provincia romana y su reino habían vastas extensiones gobernadas por dinastas locales que parecían de fácil adquisición, para lo que el rey contaba con la ayuda de Bitinia. Mitrídates y Nicómedes, una ve que se pusieron de acuerdo, conquistaron y se repartieron Paflagonia y parte de Galacia, y para ello aprovecharon la guerra que Roma estaba manteniendo en África contra Jugurta, además de las incursiones de cimbrios y teutones en la Galia; es por esto que la orden emanada desde Roma de que estos monarcas abandonaran los territorios conquistados no surtió efecto.
La unión de Mitrídates y Nicómedes no podía durar mucho dado sus intereses encontrados. Nicómedes intetó adelantarse en Capadocia en donde el matrimonio con la regente Laodice le dio la posesión del reino. Mitrídates, en una acción violenta, expulsó al matrimonio y entronizó a un hijo suyo.
A mediados de los 90, una vez medio aclarado el panorama, los romanos exigieron la evacuación de Paflagonia y Capadocia, entronizando en este último reino a un protegido extranjero, Ariobarzanes.
Los tira y afloja que vinieron a continuación ya han sido comentados.
No es que no me guste, es que no tiene comparación alguna. Otra cosa habría sido que Mitrídates hubiera actuado al inicio de la Guerra Social, la cual, en estos momentos, prácticamente está dominada (aunque aun no ha acabado). Y que mejor que tener al adversario alejado y no, como Aníbal, ante las puertas de Roma.
Dije que lo de Mitrídates era la parte fácil, pues ésta es la difícil, aunque rápida de contestar. ¿Qué hubiera pasado?, pues no lo se.
Evidentemente hubo una especie de "tregua" pero esto lo veremos en el balance de la guerra de los aliados, que todavía queda bastante por contar (se intentará ser breve) hasta el inicio de la guerra, propiamente hablando, contra Mitrídates.
Un saludo cordial.
La inestabilidad política de Anatolia auguraban una acción provechosa. Solo el reino de Bitinia, en la costa meridional del Mar Negro, gobernado por Nicómedes, suponía un obstáculo apreciable (a excepción de la provincia romana de Asia, claro está). La desafortunada explotación de los recursos por parte de Roma (como ya vimos en su momento) había generado cierto malestar en la zona; estos resentimientos podían ser aprovechados por Mitrídates. Pero, en principio, las intenciones del rey no iban tan lejos puesto que, entre la provincia romana y su reino habían vastas extensiones gobernadas por dinastas locales que parecían de fácil adquisición, para lo que el rey contaba con la ayuda de Bitinia. Mitrídates y Nicómedes, una ve que se pusieron de acuerdo, conquistaron y se repartieron Paflagonia y parte de Galacia, y para ello aprovecharon la guerra que Roma estaba manteniendo en África contra Jugurta, además de las incursiones de cimbrios y teutones en la Galia; es por esto que la orden emanada desde Roma de que estos monarcas abandonaran los territorios conquistados no surtió efecto.
La unión de Mitrídates y Nicómedes no podía durar mucho dado sus intereses encontrados. Nicómedes intetó adelantarse en Capadocia en donde el matrimonio con la regente Laodice le dio la posesión del reino. Mitrídates, en una acción violenta, expulsó al matrimonio y entronizó a un hijo suyo.
A mediados de los 90, una vez medio aclarado el panorama, los romanos exigieron la evacuación de Paflagonia y Capadocia, entronizando en este último reino a un protegido extranjero, Ariobarzanes.
Los tira y afloja que vinieron a continuación ya han sido comentados.
Se que no te gustan hacer comparaciones, pero me es casi imposible dejar de comparar el momento apurado que tuvo la Republica Romana en el arranque de la 2da. guerra punica, y ahora, con una guerra en un escenario mas lejano con un adversario mayor de lo que creia (pensaba que el Ponto era una especie de satrapia secundaria, pero por lo que nos describes, era un reino bastante bien establecido, con un buen ejercito, e incluso, con dominios ultramarinos, bueno al otro lado del Mar Negro) y con una guerra interna, contra unos enemigos que pro lo menos son tan buenos combatientes como ellos mismos
No es que no me guste, es que no tiene comparación alguna. Otra cosa habría sido que Mitrídates hubiera actuado al inicio de la Guerra Social, la cual, en estos momentos, prácticamente está dominada (aunque aun no ha acabado). Y que mejor que tener al adversario alejado y no, como Aníbal, ante las puertas de Roma.
Que hubiese pasado de prosperar los italianos? porque no pareciese que pretendiesen hacer con Roma lo que los romanos hicieron con Alba Longa
Dije que lo de Mitrídates era la parte fácil, pues ésta es la difícil, aunque rápida de contestar. ¿Qué hubiera pasado?, pues no lo se.
Mientras se guerreaba en Italia, como estaba la situacion en el Senado? (es que al guerrear contra los italianos, pareciese que las facciones senatoriales hubiesen entrado en tregua).
Evidentemente hubo una especie de "tregua" pero esto lo veremos en el balance de la guerra de los aliados, que todavía queda bastante por contar (se intentará ser breve) hasta el inicio de la guerra, propiamente hablando, contra Mitrídates.
Un saludo cordial.
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Estado de la guerra en Italia antes de las elecciones consulares
En el invierno de 89/88, los sublebados, después de tantas derrotas, trataron de reorganizarse nombrando comandante supremo al marso Popedio Silón, asistido por cuatro legados, representantes de samnitas y lucanos, las dos únicas comunidades que todavía continuaban resistiendo.
"Siendo, por tanto, más débiles y reducidos en número, ya que los marsos y otras naciones vecinas se habían pasado a los romanos, acordaron abandonar Corfinium y se trasladaron a Aesernia, una ciudad samnita, al mando de cinco comandantes, de los cuales hicieron a Quinto Popedio el jefe de todos. Con el consentimiento de los otros comandantes, Popedio movilizó un ejército que, con los antiguos combatientes, ascedía a treinta mil hombres
Y, además, se pudieron reunir otros veinte mil infantes y mil jinetes por la manumisión de esclavos, a los que se tuvo que armar de forma apresurada"
Diodoro Sículo XXXVII 2, 9-10
El antes extenso frente quedaba ahora reducido a dos focos principales apoyados en la posesión de sendas plazas fuertes, Aesernia (en el Apenino) y Nola (en la Campania). Sila había dejado asegurado el asedio de esta última plaza antes de partir para Roma para presentarse al consulado; mientras, Pompeyo reducía los últimos focos del frente septentrional, permaneciendo estacionado en el Piceno en previsión de cualquier rebrote de la rebelión.
En el invierno de 89/88, los sublebados, después de tantas derrotas, trataron de reorganizarse nombrando comandante supremo al marso Popedio Silón, asistido por cuatro legados, representantes de samnitas y lucanos, las dos únicas comunidades que todavía continuaban resistiendo.
"Siendo, por tanto, más débiles y reducidos en número, ya que los marsos y otras naciones vecinas se habían pasado a los romanos, acordaron abandonar Corfinium y se trasladaron a Aesernia, una ciudad samnita, al mando de cinco comandantes, de los cuales hicieron a Quinto Popedio el jefe de todos. Con el consentimiento de los otros comandantes, Popedio movilizó un ejército que, con los antiguos combatientes, ascedía a treinta mil hombres
Y, además, se pudieron reunir otros veinte mil infantes y mil jinetes por la manumisión de esclavos, a los que se tuvo que armar de forma apresurada"
Diodoro Sículo XXXVII 2, 9-10
El antes extenso frente quedaba ahora reducido a dos focos principales apoyados en la posesión de sendas plazas fuertes, Aesernia (en el Apenino) y Nola (en la Campania). Sila había dejado asegurado el asedio de esta última plaza antes de partir para Roma para presentarse al consulado; mientras, Pompeyo reducía los últimos focos del frente septentrional, permaneciendo estacionado en el Piceno en previsión de cualquier rebrote de la rebelión.
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Inciso
Antes de pasar al año siguiente, quiero comentar ciertas cosas. Lo dejaba para el final de la guerra pero creo que es mejor dejarlo claro ahora:
Estimado Reytuerto, a esto te respondí:
Vamos a ello intentando, como dije, ser breve.
Esta guerra trajo una serie de consecuencias. Para empezar, ese senado que mencionas salió reforzado. Al igual que sucedió durante la IIª Guerra Púnica, la situación apurada en la que se vio Roma supuso un reforzamiento senatorial, al que se tuvieron que someter tanto las luchas internas de las facciones como aquellos que estaban interesados en debilitar a esos grupos oligárquicos.
Por otro lado, ya hemos visto esa Lex Plautia:
Pero ahora viene algo que hace que ese reforzamiento del senado como colectivo sea algo irrelevante. Esto sería un apartado llamado:
Las clientelas militares
La peligrosidad que suponía la rebelión de los aliados hizo que el estado diera, llamémoslo, carta blanca a los comandantes militares a la hora de tomar cualquier iniciativa que supusiera una resolución rápida de la apurada situación inicial (en plena extensión de la sublevación). La gran variedad de frentes vino a aumentar esa independencia que tuvieron que tomar los comandantes para la conducción de la guerra.
Resumiendo:
- Mario creó el ejército profesional
- La guerra contra los aliados generará los ejércitos clientelares.
Comenzando por Mario, como ya vimos, consideró a sus veteranos como una fuerza política (una clientela fiel), un grupo de ciudadanos con cuyo voto podía contar. Pero este tipo de soldado creado por el mismo Mario, antes que ciudadano, era sobre todo un soldado al que el oficio de la guerra debía proporcionarle un retiro en la vida civil.
Mario abrió las puertas del ejército a los capite censi, que fueron progresivamente sustituyendo al soldado ciudadano propietario. Evidentemente estos soldados iban a mantenerse fieles a quien les proporcionara los beneficios más inmediatos. Mario los vio como ciudadanos, otros los vieron como soldados, vamos, que además de contar con sus votos contaron también, llegado el caso, con sus espadas.
Hemos visto como Cneo Pompeyo Estrabón, oriundo y propietario de extensas posesiones del Piceno, ha operado de forma independiente en el frente septentrional y es de allí de donde ha reclutado gran parte de su ejército; por algo fue elegido para la zona, recordemos:
crisis-de-la-republica-romana-t37134-330.html
Todo el tiempo que Pompeyo ha estado a cargo del frente septentrional no ha hecho más que reforzar la lealtad personal de su ejército, pero no sólo entre sus antiguos clientes de la región sino entre los mismos aliados a los que tuvo la potestad de concederles a título individual la ciudadanía. Valga el ejemplo puesto:
Y así se podía seguir hablando de cómo Pompeyo reforzó sus lazos clientelares con sus soldados, pero lo dejo estar aquí (en aras de la brevedad), puesto que no va a ser Pompeyo el primero en volver a sus legiones contra el estado.
Pd: Lo dejaba para el balance de la guerra pero, visto que ya estoy entrando con Mitrídates, mejor ahora.
Un saludo cordial.
Antes de pasar al año siguiente, quiero comentar ciertas cosas. Lo dejaba para el final de la guerra pero creo que es mejor dejarlo claro ahora:
reytuerto escribió:Mientras se guerreaba en Italia, como estaba la situacion en el Senado? (es que al guerrear contra los italianos, pareciese que las facciones senatoriales hubiesen entrado en tregua)
Estimado Reytuerto, a esto te respondí:
Evidentemente hubo una especie de "tregua" pero esto lo veremos en el balance de la guerra de los aliados, que todavía queda bastante por contar (se intentará ser breve) hasta el inicio de la guerra, propiamente hablando, contra Mitrídates.
Vamos a ello intentando, como dije, ser breve.
Esta guerra trajo una serie de consecuencias. Para empezar, ese senado que mencionas salió reforzado. Al igual que sucedió durante la IIª Guerra Púnica, la situación apurada en la que se vio Roma supuso un reforzamiento senatorial, al que se tuvieron que someter tanto las luchas internas de las facciones como aquellos que estaban interesados en debilitar a esos grupos oligárquicos.
Por otro lado, ya hemos visto esa Lex Plautia:
Según esta Lex Plautia (o Plotia), la selección de los jurados se transfería a las tribus, con independencia de que sus candidatos pertenecieran o no al orden ecuestre; cada tribu elegiría 15 miembros, y de ellos serían sacados a suerte los jurados que conformarían los correspondientes tribunales.
• Resumiendo, las 35 tribus elegirían un total de 525 candidatos (15 cada una). De este modo la oligarquía senatorial le arrebataba los tribunales a los caballeros puesto que contaba con recursos para conseguir que la mayor parte de esos candidatos fueran individuos pertenecientes al orden senatorial.
Pero ahora viene algo que hace que ese reforzamiento del senado como colectivo sea algo irrelevante. Esto sería un apartado llamado:
Las clientelas militares
La peligrosidad que suponía la rebelión de los aliados hizo que el estado diera, llamémoslo, carta blanca a los comandantes militares a la hora de tomar cualquier iniciativa que supusiera una resolución rápida de la apurada situación inicial (en plena extensión de la sublevación). La gran variedad de frentes vino a aumentar esa independencia que tuvieron que tomar los comandantes para la conducción de la guerra.
Resumiendo:
- Mario creó el ejército profesional
- La guerra contra los aliados generará los ejércitos clientelares.
Comenzando por Mario, como ya vimos, consideró a sus veteranos como una fuerza política (una clientela fiel), un grupo de ciudadanos con cuyo voto podía contar. Pero este tipo de soldado creado por el mismo Mario, antes que ciudadano, era sobre todo un soldado al que el oficio de la guerra debía proporcionarle un retiro en la vida civil.
Mario abrió las puertas del ejército a los capite censi, que fueron progresivamente sustituyendo al soldado ciudadano propietario. Evidentemente estos soldados iban a mantenerse fieles a quien les proporcionara los beneficios más inmediatos. Mario los vio como ciudadanos, otros los vieron como soldados, vamos, que además de contar con sus votos contaron también, llegado el caso, con sus espadas.
Hemos visto como Cneo Pompeyo Estrabón, oriundo y propietario de extensas posesiones del Piceno, ha operado de forma independiente en el frente septentrional y es de allí de donde ha reclutado gran parte de su ejército; por algo fue elegido para la zona, recordemos:
A Cneo Pompeyo Estrabón, al contar con fuertes lazos de clientela en el Piceno, se le encomendó, por mandato del senado, el asedio de Asculum.
crisis-de-la-republica-romana-t37134-330.html
Todo el tiempo que Pompeyo ha estado a cargo del frente septentrional no ha hecho más que reforzar la lealtad personal de su ejército, pero no sólo entre sus antiguos clientes de la región sino entre los mismos aliados a los que tuvo la potestad de concederles a título individual la ciudadanía. Valga el ejemplo puesto:
Pompeyo (en virtud de la Lex Iulia) lo hará en el 89 con la llamada Turma Salluitana:
Cn. Pompeius Sex. f. imperator | virtutis
caussa | equites Hispanos ceives [Romanos fecit in
castr]eis apud Asculum a. d. XIV k. dec. | ex lege
Iulia
in consilio [fuerunt :
Turma Sallvitana
Cn. Pompeius Sex. f. imperator | virtutis caussa turmam | Sallvitanam donavit in | castreis apud Asculum | cornuculo et patella, torque, | armilla, palereis ; et frumentum | duplex
Y así se podía seguir hablando de cómo Pompeyo reforzó sus lazos clientelares con sus soldados, pero lo dejo estar aquí (en aras de la brevedad), puesto que no va a ser Pompeyo el primero en volver a sus legiones contra el estado.
Pd: Lo dejaba para el balance de la guerra pero, visto que ya estoy entrando con Mitrídates, mejor ahora.
Un saludo cordial.
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88
Entran en funciones los cónsules Lucio Cornelio Sila y Quinto Pompeyo Rufo
FC:
L. Cornelius [L.f. P.n. Sulla], Q. Pompeius [Q.f. . . Rufus]
El ejército que Quinto Popedio Silón había logrado reunir es derrotado mientras que Metelo, lugarteniente de Pompeyo emprende una campaña relámpago en Apulia.
"Viniendo (Popedio Silón) a la batalla con los romanos, cuyo comandante era Mamerco, mató a algunos de ellos, pero perdió más de seis mil de sus propios hombres. Casi al mismo tiempo Metelo capturó la importante ciudad de Venosa en Apulia, en donde se guarnecía gran número de soldados, e hizo más de tres mil prisioneros"
Diodoro Sículo XXXVII Frag. 2, 10
A continuación de ese párrafo, Diodoro narra que los rebeldes solicitaron la ayuda de Mitrídates:
"Y ahora los romanos prevalecieron cada día más y más en contra de sus enemigos; por lo que los italianos enviaron emisarios a Mitrídates, rey del Ponto, que tenía entonces un ejército excelente y bien equipado, para rogarle que marchara a Italia con su ejército, para oponerse a los romanos; le dijeron que el poder romano podría ser fácilmente roto. Mitrídates contestó que marcharía a Italia tan pronto como hubiera sometido Asia, tarea en la que se encontraba en esos momentos. Por tanto, los rebeldes se sientieron frustrados en sus esperanzas de asistencia inmediata y de la entrega de dinero; estaban desanimados porque no quedaban más que unos pocos samnitas junto con los sabelios de Nola, y también Lamponio y Clepitio, que mandaban a los lucanos"
Diodoro Sículo XXXVII Frag. 2, 11
Entran en funciones los cónsules Lucio Cornelio Sila y Quinto Pompeyo Rufo
FC:
L. Cornelius [L.f. P.n. Sulla], Q. Pompeius [Q.f. . . Rufus]
El ejército que Quinto Popedio Silón había logrado reunir es derrotado mientras que Metelo, lugarteniente de Pompeyo emprende una campaña relámpago en Apulia.
"Viniendo (Popedio Silón) a la batalla con los romanos, cuyo comandante era Mamerco, mató a algunos de ellos, pero perdió más de seis mil de sus propios hombres. Casi al mismo tiempo Metelo capturó la importante ciudad de Venosa en Apulia, en donde se guarnecía gran número de soldados, e hizo más de tres mil prisioneros"
Diodoro Sículo XXXVII Frag. 2, 10
A continuación de ese párrafo, Diodoro narra que los rebeldes solicitaron la ayuda de Mitrídates:
"Y ahora los romanos prevalecieron cada día más y más en contra de sus enemigos; por lo que los italianos enviaron emisarios a Mitrídates, rey del Ponto, que tenía entonces un ejército excelente y bien equipado, para rogarle que marchara a Italia con su ejército, para oponerse a los romanos; le dijeron que el poder romano podría ser fácilmente roto. Mitrídates contestó que marcharía a Italia tan pronto como hubiera sometido Asia, tarea en la que se encontraba en esos momentos. Por tanto, los rebeldes se sientieron frustrados en sus esperanzas de asistencia inmediata y de la entrega de dinero; estaban desanimados porque no quedaban más que unos pocos samnitas junto con los sabelios de Nola, y también Lamponio y Clepitio, que mandaban a los lucanos"
Diodoro Sículo XXXVII Frag. 2, 11
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Crisis de la República romana
Nueva victoria de Mitrídates
Tras haber sido derrotado Nicómedes en las cercanías del río Amnias, se repliega hacia el campamento de Manio Aquilio.
"Nicomedes, ahora, acampó junto a Manio y Mitrídates subió al monte Escóroba [•] que es el límite entre los bitinios y la tierra del Ponto. Un cuerpo de tropas de vanguardia de este último, integrado por cien jinetes sármatas, se topó casualmente con ochocientos jinetes de Nicomedes e hizo prisioneros a algunos de ellos, y de nuevo, Mitrídates permitió a éstos retornar con provisiones a sus lugares de origen. Neoptólemo y Nemanes se encontraron con Manio, cuando huía, en los alrededores de la fortaleza de Protopaquio hacia la hora séptima, una vez que Nicomedes se había marchado ya al lado de Casio, y lo obligaron a luchar. Tenía cuatro mil jinetes y diez veces este número de soldados de infantería. Ellos mataron a unos diez mil de sus hombres y cogieron trescientos prisioneros, a los que, de manera similar, Mitrídates, cuando los llevaron a su presencia, dejó ir libres, ganándose así el favor popular entre sus enemigos. Fue capturado también el campamento de Manio y éste, huyendo hasta el río Sangario, lo atravesó al llegar la noche y se puso a salvo en Pérgamo. Casio, Nicomedes y los demás embajadores romanos que estaban presentes trasladaron el campamento a la Cabeza del León, que es una plaza fuerte de Frigia perfectamente protegida. En este lugar se dedicaron a entrenar a la muchedumbre recién reclutada de artesanos, campesinos y particulares, y reclutaron nuevas gentes entre los frigios. Pero, como unos y otros se mostraban reacios para la milicia, desistieron de conducir al combate a unos hombres ineptos para la guerra y, tras licenciarlos, se retiraron: Casio con su ejército a Apamea, Nicomedes a Pérgamo y Mancino hacia Rodas. Cuando los que ocupaban la boca del Ponto se enteraron de estos sucesos, se dispersaron y entregaron a Mitrídates los estrechos pónticos y todas las naves que tenían
Apiano, Sobre Mitrídates 19
[•] El monte Escóroba se suele identificar con el Hippyas, mencionado por Plinio en su HN, el actual Kaplandede Dağı:
http://www.haritatr.com/harita/Kaplandede-Dagi/48997
Sobre el ejército de Aquilio:
"Por esto vence sin gran esfuerzo a Aquilio y a Maltino, dotados de un ejército de soldados de Asia, y, después de ponerlos en fuga al mismo tiempo que a Nicomedes, es acogido con gran simpatía por las ciudades"
Justino XXXVIII, 3, 8
Tras haber sido derrotado Nicómedes en las cercanías del río Amnias, se repliega hacia el campamento de Manio Aquilio.
"Nicomedes, ahora, acampó junto a Manio y Mitrídates subió al monte Escóroba [•] que es el límite entre los bitinios y la tierra del Ponto. Un cuerpo de tropas de vanguardia de este último, integrado por cien jinetes sármatas, se topó casualmente con ochocientos jinetes de Nicomedes e hizo prisioneros a algunos de ellos, y de nuevo, Mitrídates permitió a éstos retornar con provisiones a sus lugares de origen. Neoptólemo y Nemanes se encontraron con Manio, cuando huía, en los alrededores de la fortaleza de Protopaquio hacia la hora séptima, una vez que Nicomedes se había marchado ya al lado de Casio, y lo obligaron a luchar. Tenía cuatro mil jinetes y diez veces este número de soldados de infantería. Ellos mataron a unos diez mil de sus hombres y cogieron trescientos prisioneros, a los que, de manera similar, Mitrídates, cuando los llevaron a su presencia, dejó ir libres, ganándose así el favor popular entre sus enemigos. Fue capturado también el campamento de Manio y éste, huyendo hasta el río Sangario, lo atravesó al llegar la noche y se puso a salvo en Pérgamo. Casio, Nicomedes y los demás embajadores romanos que estaban presentes trasladaron el campamento a la Cabeza del León, que es una plaza fuerte de Frigia perfectamente protegida. En este lugar se dedicaron a entrenar a la muchedumbre recién reclutada de artesanos, campesinos y particulares, y reclutaron nuevas gentes entre los frigios. Pero, como unos y otros se mostraban reacios para la milicia, desistieron de conducir al combate a unos hombres ineptos para la guerra y, tras licenciarlos, se retiraron: Casio con su ejército a Apamea, Nicomedes a Pérgamo y Mancino hacia Rodas. Cuando los que ocupaban la boca del Ponto se enteraron de estos sucesos, se dispersaron y entregaron a Mitrídates los estrechos pónticos y todas las naves que tenían
Apiano, Sobre Mitrídates 19
[•] El monte Escóroba se suele identificar con el Hippyas, mencionado por Plinio en su HN, el actual Kaplandede Dağı:
http://www.haritatr.com/harita/Kaplandede-Dagi/48997
Sobre el ejército de Aquilio:
"Por esto vence sin gran esfuerzo a Aquilio y a Maltino, dotados de un ejército de soldados de Asia, y, después de ponerlos en fuga al mismo tiempo que a Nicomedes, es acogido con gran simpatía por las ciudades"
Justino XXXVIII, 3, 8
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Crisis de la República romana
Fin de la Guerra Social
"También los marsos, derrotados en varios combates por los legados Lucio Cinna y Cecilio Pío, comenzaron a pedir la paz"
• Lucio Cornelio Cinna, el que sería cuatro veces cónsul (87-84), y Quinto Cecilio Metelo Pío, que sería cónsul en el 80
"A su vez los itálicos fueron aplastados por Mamerco Emilio, cayendo en la batalla el general de los marsos Silón Popedio, responsable de aquella revuelta"
Periochae LXXVI
• Mamerco Emilio Lépido Liviano era, probablemente, legado de Quinto Cecilio Metelo Pío
La incursión de Metelo en la Apulia acabo prácticamente con la guerra:
"Cecilio Metelo, su sucesor en el mando (de Cosconio), invadió la Apulia y venció también a los yapigios. Popedio, otro de los generales sublevados, perdió la vida en esta acción y los demás se pasaron, en grupos, a Cecilio. Estos fueron los acontecimientos en Italia relativos a la Guerra Social, que alcanzó sobre todo su máximo apogeo hasta que toda Italia accedió a la ciudadanía romana, con excepción en un principio de los lucanos y los samnitas; pues, me parece que éstos obtuvieron también después lo que deseaban"
Apiano Guerras civiles I, 53
La admisisión de los aliados al cuerpo cívico romano se hizo de manera lenta y progresiva por medio de sucesivos senatus consulta.
Apiano parece desconocer la situación de samnitas y lucanos. Prácticamente derrotados, mantuvieron algunos focos bien localizados en los que los romanos efectuarían operaciones de policía.
Nota: Faltan muchos detalles sueltos que se tardaría bastante en intentar encajarlos en su marco cronológico y geográfico. He dado los acontecimientos más importantes intentando que siguieran una cierta sucesión, más o menos, coherente. Esta guerra es para eternizarse y queda mucho tema por delante.
Únicamente resta dar una visión de la situación en la que quedó Roma tras esta contienda y como se integró a esos aliados en la civitas populi Romani.
"También los marsos, derrotados en varios combates por los legados Lucio Cinna y Cecilio Pío, comenzaron a pedir la paz"
• Lucio Cornelio Cinna, el que sería cuatro veces cónsul (87-84), y Quinto Cecilio Metelo Pío, que sería cónsul en el 80
"A su vez los itálicos fueron aplastados por Mamerco Emilio, cayendo en la batalla el general de los marsos Silón Popedio, responsable de aquella revuelta"
Periochae LXXVI
• Mamerco Emilio Lépido Liviano era, probablemente, legado de Quinto Cecilio Metelo Pío
La incursión de Metelo en la Apulia acabo prácticamente con la guerra:
"Cecilio Metelo, su sucesor en el mando (de Cosconio), invadió la Apulia y venció también a los yapigios. Popedio, otro de los generales sublevados, perdió la vida en esta acción y los demás se pasaron, en grupos, a Cecilio. Estos fueron los acontecimientos en Italia relativos a la Guerra Social, que alcanzó sobre todo su máximo apogeo hasta que toda Italia accedió a la ciudadanía romana, con excepción en un principio de los lucanos y los samnitas; pues, me parece que éstos obtuvieron también después lo que deseaban"
Apiano Guerras civiles I, 53
La admisisión de los aliados al cuerpo cívico romano se hizo de manera lenta y progresiva por medio de sucesivos senatus consulta.
Apiano parece desconocer la situación de samnitas y lucanos. Prácticamente derrotados, mantuvieron algunos focos bien localizados en los que los romanos efectuarían operaciones de policía.
Nota: Faltan muchos detalles sueltos que se tardaría bastante en intentar encajarlos en su marco cronológico y geográfico. He dado los acontecimientos más importantes intentando que siguieran una cierta sucesión, más o menos, coherente. Esta guerra es para eternizarse y queda mucho tema por delante.
Únicamente resta dar una visión de la situación en la que quedó Roma tras esta contienda y como se integró a esos aliados en la civitas populi Romani.
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Crisis de la República romana
Devastación de Italia - Crisis financiera
"Desde que las acciones humanas se han registrado para la memoria eterna de la historia, la guerra más grande que conocemos es la Guerra Marsica, que lleva el nombre de los marsos. Esta guerra, de hecho, superó a todas las que la precedieron, tanto en la valentía de los líderes como en la grandeza de sus hazañas"
Diodoro Sículo XXXVII Frag. 1
"que no sé yo si no habrá sido (la Guerra Social) más funesta para la propia tierra de Italia que las civiles"
Plinio el Viejo HN II, 83, 199
"Ni el saqueo de Aníbal ni el de Pirro fue tan considerable"
Lucio Anneo Floro II, 6, 11
"Por estar, en efecto, totalmente exhausto en esta época el tesoro público y faltar dinero para el pago del trigo, fueron vendidos, por imperativos de la necesidad, los lugares públicos que, alrededor del Capitolio, habían sido entregados en propiedad a los pontífices, augures, decénviros y flámines; y se consiguió suficiente cantidadde dinero para socorrer temporalmente la escasez. Y es que en aquella época, mientras se amontonaban por todas partes en el interior de la ciudad las riquezas arrancadas de todas las ciudades destruidas y de todos los terrenos despojados, la propia Roma, al apremiar la vergüenza de la escasez, subastaba sus principales propiedades. Por lo cual, que Roma recuerde ahora aquellos sus tiempos en que, como si fuese un vientre insaciable que lo traga todo y que está siempre hambriento, ella misma, más pobre que todas las ciudades a las que empobrecía, nada tenía, a pesar de que no dejaba a aquéllas nada, y se veía empujada por los estímulos del hambre a continuar las turbulentas guerras"
Orosio V, 18, 27-29
La primera repercusión de la rebelión itálica, por haber tenido su escenario en Italia, se hizo evidente en el plano económico. La destrucción de ciudades y de campos de cultivo, sumado a los elevados costes de las operaciones llevadas a cabo, al tiempo que arruinaron a los particulares, privaron al estado de los ingresos impositivos. La disminución del dinero en circulación, signo evidente de la crisis financiera, va a verse reflejado principalmente en el campo privado, en un creciente aumento de las deudas (recuérdese el asesinato, el año anterior, del pretor Aulo Sempronio Aselión), consecuencia de la inseguridad en el mercado de crédito.
"Desde que las acciones humanas se han registrado para la memoria eterna de la historia, la guerra más grande que conocemos es la Guerra Marsica, que lleva el nombre de los marsos. Esta guerra, de hecho, superó a todas las que la precedieron, tanto en la valentía de los líderes como en la grandeza de sus hazañas"
Diodoro Sículo XXXVII Frag. 1
"que no sé yo si no habrá sido (la Guerra Social) más funesta para la propia tierra de Italia que las civiles"
Plinio el Viejo HN II, 83, 199
"Ni el saqueo de Aníbal ni el de Pirro fue tan considerable"
Lucio Anneo Floro II, 6, 11
"Por estar, en efecto, totalmente exhausto en esta época el tesoro público y faltar dinero para el pago del trigo, fueron vendidos, por imperativos de la necesidad, los lugares públicos que, alrededor del Capitolio, habían sido entregados en propiedad a los pontífices, augures, decénviros y flámines; y se consiguió suficiente cantidadde dinero para socorrer temporalmente la escasez. Y es que en aquella época, mientras se amontonaban por todas partes en el interior de la ciudad las riquezas arrancadas de todas las ciudades destruidas y de todos los terrenos despojados, la propia Roma, al apremiar la vergüenza de la escasez, subastaba sus principales propiedades. Por lo cual, que Roma recuerde ahora aquellos sus tiempos en que, como si fuese un vientre insaciable que lo traga todo y que está siempre hambriento, ella misma, más pobre que todas las ciudades a las que empobrecía, nada tenía, a pesar de que no dejaba a aquéllas nada, y se veía empujada por los estímulos del hambre a continuar las turbulentas guerras"
Orosio V, 18, 27-29
La primera repercusión de la rebelión itálica, por haber tenido su escenario en Italia, se hizo evidente en el plano económico. La destrucción de ciudades y de campos de cultivo, sumado a los elevados costes de las operaciones llevadas a cabo, al tiempo que arruinaron a los particulares, privaron al estado de los ingresos impositivos. La disminución del dinero en circulación, signo evidente de la crisis financiera, va a verse reflejado principalmente en el campo privado, en un creciente aumento de las deudas (recuérdese el asesinato, el año anterior, del pretor Aulo Sempronio Aselión), consecuencia de la inseguridad en el mercado de crédito.
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Crisis de la República romana
Municipalización de Italia
Para dejar medio zanjado este asunto de los aliados, decir que la guerra no marcó el final del problema, sino que fue, más bien, el inicio de la solución. Las leyes y decretos de los años 90 y 89 acabaron con con las categorías jurídicas de los ciudadanos itálicos (a excepción de algunos focos rebeldes samnitas y lucanos). El territorio itálico al sur del Po se igualó jurídicamente, y sus habitantes fueron, al menos teóricamente, provistos de las mismas prerrogativas políticas: el ámbito estatal romano se identificaba con el de Italia.
A partir de estos momentos, las comunidades aliadas van a empezar a abandonar sus sistemas de organización para adaptarse a Roma. La concesión de la ciudadanía romana no sólo va a transformar la categoría jurídica de los aliados, sino también la de las comunidades en la que estos estaban integrados, que pasaban a ser municipia civium Romanorum, y como tales, con las características de estos centros urbanos.
Resumiendo, la primera consecuencia trascendental de la guerra es la municipalización de Italia (unificación de la administración).
Evidentemente, esta igualdad, al no desarrollarse ningún sistema de representación que permitiese a las comunidades itálicas estar presentes en las tareas políticas del estado, no se vio reflejada en la práctica (por eso he dicho "al menos teóricamente"). La asamblea popular no es un órgano verdaderamente representativo del cuerpo cívico romano, sino apenas de la plebs urbana. La duplicación de éste (se estima que el número de ciudadanos pasó de c. 450.000 a casi 950.000) minimizó aun más el papel de las asambleas.
Por otro lado, sí que se creaba una nueva distinción entre antiguos y nuevos ciudadanos. La confinación de estos en un reducido número de tribus, al margen de las treinta y cinco tradicionales (al parecer se crearon dos nuevas para tales efectos), fue un intento de la oligarquía de prevenir su influencia dentro de las asambleas, dándoles un poder de voto meramente simbólico.
La mayor parte de ciudadanos, imposibilitados de ejercer sus derechos políticos, se van a distanciar de los problemas estatales para interesarse únicamente en los privilegios económicos y sociales que emanaban de su condición jurídico-política. Es decir, mientras se les fuera garantizado el bienestar económico y la posición social, hablando llanamente, les daba absolutamente igual quien detentara el poder. Algunos autores ven en esto el allanamiento del camino a la restricción del poder en manos restringidas.
Si el peligro exterior se logró conjurar con la legislación de 90-89, se va a generar un grave problema de política doméstica, deteriorando de forma innecesaria la ya, de por sí, inestable situación interna.
Para dejar medio zanjado este asunto de los aliados, decir que la guerra no marcó el final del problema, sino que fue, más bien, el inicio de la solución. Las leyes y decretos de los años 90 y 89 acabaron con con las categorías jurídicas de los ciudadanos itálicos (a excepción de algunos focos rebeldes samnitas y lucanos). El territorio itálico al sur del Po se igualó jurídicamente, y sus habitantes fueron, al menos teóricamente, provistos de las mismas prerrogativas políticas: el ámbito estatal romano se identificaba con el de Italia.
A partir de estos momentos, las comunidades aliadas van a empezar a abandonar sus sistemas de organización para adaptarse a Roma. La concesión de la ciudadanía romana no sólo va a transformar la categoría jurídica de los aliados, sino también la de las comunidades en la que estos estaban integrados, que pasaban a ser municipia civium Romanorum, y como tales, con las características de estos centros urbanos.
Resumiendo, la primera consecuencia trascendental de la guerra es la municipalización de Italia (unificación de la administración).
Evidentemente, esta igualdad, al no desarrollarse ningún sistema de representación que permitiese a las comunidades itálicas estar presentes en las tareas políticas del estado, no se vio reflejada en la práctica (por eso he dicho "al menos teóricamente"). La asamblea popular no es un órgano verdaderamente representativo del cuerpo cívico romano, sino apenas de la plebs urbana. La duplicación de éste (se estima que el número de ciudadanos pasó de c. 450.000 a casi 950.000) minimizó aun más el papel de las asambleas.
Por otro lado, sí que se creaba una nueva distinción entre antiguos y nuevos ciudadanos. La confinación de estos en un reducido número de tribus, al margen de las treinta y cinco tradicionales (al parecer se crearon dos nuevas para tales efectos), fue un intento de la oligarquía de prevenir su influencia dentro de las asambleas, dándoles un poder de voto meramente simbólico.
La mayor parte de ciudadanos, imposibilitados de ejercer sus derechos políticos, se van a distanciar de los problemas estatales para interesarse únicamente en los privilegios económicos y sociales que emanaban de su condición jurídico-política. Es decir, mientras se les fuera garantizado el bienestar económico y la posición social, hablando llanamente, les daba absolutamente igual quien detentara el poder. Algunos autores ven en esto el allanamiento del camino a la restricción del poder en manos restringidas.
Si el peligro exterior se logró conjurar con la legislación de 90-89, se va a generar un grave problema de política doméstica, deteriorando de forma innecesaria la ya, de por sí, inestable situación interna.
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Crisis de la República romana
Publio Sulpicio Rufo
El tribunado de Publio Sulpicio Rufo, pese a su trascendencia, no ha sido valorado de una manera uniforme debido al carácter de la transmisión documental, la cual hace un tanto difícil (algunos autores emplean el término "imposible") crear una imagen objetiva de la actividad del tribuno al estar las fuentes influenciadas por las "Memorias" de Sila.
Publio Sulpicio Rufo nació alrededor del 124 y tuvo su primera aparición dentro de la escena política en el 96, la cual es narrada por Cicerón:
"Y para empezar con alguien de nuestro entorno, a este Sulpicio que veis aquí lo oí por primera vez en una causa de poca monta, cuando era un jovencito, con voz, planta, gestos y demás cualidades adecuadas para este oficio del que estamos tratando, mas con un modo de hablar rápido y apresurado, atribuible a su carácter, y de verbo apasionado y un tanto abundante en exceso, cosa propia de la edad. Pero en mi fuero interno no lo rechacé; pues deseo que en el joven se manifieste la facundia, pues así como en las vides es más fácil recortar lo que se ha extendido en demasía que, cuando la cepa es floja, hacer crecer sarmientos nuevos recavándolas, de igual modo prefiero que en el joven haya de donde podar, pues no puede haber jugo duradero donde la madurez se ha alcanzado con demasiada rapidez.
Al punto, pues, le vi la casta, y sin perder tiempo le exhorté a que considerase que el foro era la escuela donde aprender y que eligiese el maestro que quisiera; si me hacía caso, a Lucio Craso. Él lo cogió al vuelo y me aseguró que así lo haría y además añadió sin duda por amabilidad que yo también sería su maestro. Apenas había transcurrido un año de haberle hablado y aconsejado cuando ese que veis acusó a Caio Norbano [•], actuando yo en la defensa. Resulta increíble la diferencia que a mi juicio había entre el de entonces y el de un año antes. Bien es verdad que su natural le inducía al famoso estilo de Craso, brillante y majestuoso, pero ello sólo no hubiera podido bastarle si no hubiese persistido en imitarle con idéntico entusiasmo, si no se hubiese acostumbrado a hablar como si estuviese viendo a Craso con sus cinco sentidos"
Cicerón, El Orador II, 88, 89
[•] Caio Norbano Balbo es el que llevó a a Quinto Servilio Cepión ante los tribunales acusándolo de alta traición (perduellio) cuando éste perdió todo su ejército frente a los cimbrios. Publio Sulpicio Rufo acusaría, a su vez, al año siguiente (94) a Norbano por su actuación como tribuno de la plebe en 103.
En el 90 y el 89, Sulpicio participó en la guerra contra los aliados obteniendo sendas victorias sobre pelignos y marrucinos (no voy a repetir los textos en los que, por cierto, tuve que hacer un inciso sobre la identidad del Sulpicio que derrotó a los pelignos).
http://www.militar.org.ua/foro/crisis-d ... 4-330.html
Y llegamos a las elecciones para el año 88. Caio Julio César Estrabón pretendió alcanzar el consulado sin haber ejercido previamente la pretura, a lo que Sulpicio Rufo se opuso.
- Ese enlace de la innombrable está en francés porque en castellano e inglés aparece más de un disparate, como no, aunque lo pongo más que nada para saber quién era el personaje.
En resumen, y para no llenar esto de textos, se puede decir que Sulpicio Rufo fue discípulo de Licinio Craso y amigo de Livio Druso (el tribuno). Sus comienzos políticos lo hicieron acercarse a la factio del clan Metelo, el cual buscaba el predominio de la nobilitas. El propio Sila, casado con una Cecilia Metela (justo en el 88), no era ajeno a esta factio. Sulpicio, en consecuencia, va a iniciar su tribunado de la plebe como elemento, llamémoslo, filosenatorial y de acuerdo con los dos cónsules (Lucio Cornelio Sila y Quinto Pompeyo Rufo), ambos optimates.
Pocos meses después de iniciar su magistratura entró en estrecha colaboración con Mario y con un determinado grupo de equites, lo que hizo que se enemistara violentamente con ambos cónsules y con el senado. Las razones de ese cambio hay que buscarlas en los acontecimientos que se dieron en ese breve espacio de tiempo (cosa que, como adelanté al principio, va a ser un tanto difícil).
Nota: Ciertamente, los últimos meses del 89 y los primeros del 88 dan para hablar largo y tendido. Posiblemente omita voluntariamente (de hecho, ya ha sido así en aras de evitar tostones innecesarios) o se me pase por alto más de un detalle, cosa que ya ha sucedido, por ejemplo, en las elecciones para este año 88; me he dado cuenta al hablar de la candidatura de César Estrabón. De ser algo fundamental, lo editaré en su post correspondiente e indicándolo si así lo hiciera.
El tribunado de Publio Sulpicio Rufo, pese a su trascendencia, no ha sido valorado de una manera uniforme debido al carácter de la transmisión documental, la cual hace un tanto difícil (algunos autores emplean el término "imposible") crear una imagen objetiva de la actividad del tribuno al estar las fuentes influenciadas por las "Memorias" de Sila.
Publio Sulpicio Rufo nació alrededor del 124 y tuvo su primera aparición dentro de la escena política en el 96, la cual es narrada por Cicerón:
"Y para empezar con alguien de nuestro entorno, a este Sulpicio que veis aquí lo oí por primera vez en una causa de poca monta, cuando era un jovencito, con voz, planta, gestos y demás cualidades adecuadas para este oficio del que estamos tratando, mas con un modo de hablar rápido y apresurado, atribuible a su carácter, y de verbo apasionado y un tanto abundante en exceso, cosa propia de la edad. Pero en mi fuero interno no lo rechacé; pues deseo que en el joven se manifieste la facundia, pues así como en las vides es más fácil recortar lo que se ha extendido en demasía que, cuando la cepa es floja, hacer crecer sarmientos nuevos recavándolas, de igual modo prefiero que en el joven haya de donde podar, pues no puede haber jugo duradero donde la madurez se ha alcanzado con demasiada rapidez.
Al punto, pues, le vi la casta, y sin perder tiempo le exhorté a que considerase que el foro era la escuela donde aprender y que eligiese el maestro que quisiera; si me hacía caso, a Lucio Craso. Él lo cogió al vuelo y me aseguró que así lo haría y además añadió sin duda por amabilidad que yo también sería su maestro. Apenas había transcurrido un año de haberle hablado y aconsejado cuando ese que veis acusó a Caio Norbano [•], actuando yo en la defensa. Resulta increíble la diferencia que a mi juicio había entre el de entonces y el de un año antes. Bien es verdad que su natural le inducía al famoso estilo de Craso, brillante y majestuoso, pero ello sólo no hubiera podido bastarle si no hubiese persistido en imitarle con idéntico entusiasmo, si no se hubiese acostumbrado a hablar como si estuviese viendo a Craso con sus cinco sentidos"
Cicerón, El Orador II, 88, 89
[•] Caio Norbano Balbo es el que llevó a a Quinto Servilio Cepión ante los tribunales acusándolo de alta traición (perduellio) cuando éste perdió todo su ejército frente a los cimbrios. Publio Sulpicio Rufo acusaría, a su vez, al año siguiente (94) a Norbano por su actuación como tribuno de la plebe en 103.
En el 90 y el 89, Sulpicio participó en la guerra contra los aliados obteniendo sendas victorias sobre pelignos y marrucinos (no voy a repetir los textos en los que, por cierto, tuve que hacer un inciso sobre la identidad del Sulpicio que derrotó a los pelignos).
http://www.militar.org.ua/foro/crisis-d ... 4-330.html
Y llegamos a las elecciones para el año 88. Caio Julio César Estrabón pretendió alcanzar el consulado sin haber ejercido previamente la pretura, a lo que Sulpicio Rufo se opuso.
- Ese enlace de la innombrable está en francés porque en castellano e inglés aparece más de un disparate, como no, aunque lo pongo más que nada para saber quién era el personaje.
En resumen, y para no llenar esto de textos, se puede decir que Sulpicio Rufo fue discípulo de Licinio Craso y amigo de Livio Druso (el tribuno). Sus comienzos políticos lo hicieron acercarse a la factio del clan Metelo, el cual buscaba el predominio de la nobilitas. El propio Sila, casado con una Cecilia Metela (justo en el 88), no era ajeno a esta factio. Sulpicio, en consecuencia, va a iniciar su tribunado de la plebe como elemento, llamémoslo, filosenatorial y de acuerdo con los dos cónsules (Lucio Cornelio Sila y Quinto Pompeyo Rufo), ambos optimates.
Pocos meses después de iniciar su magistratura entró en estrecha colaboración con Mario y con un determinado grupo de equites, lo que hizo que se enemistara violentamente con ambos cónsules y con el senado. Las razones de ese cambio hay que buscarlas en los acontecimientos que se dieron en ese breve espacio de tiempo (cosa que, como adelanté al principio, va a ser un tanto difícil).
Nota: Ciertamente, los últimos meses del 89 y los primeros del 88 dan para hablar largo y tendido. Posiblemente omita voluntariamente (de hecho, ya ha sido así en aras de evitar tostones innecesarios) o se me pase por alto más de un detalle, cosa que ya ha sucedido, por ejemplo, en las elecciones para este año 88; me he dado cuenta al hablar de la candidatura de César Estrabón. De ser algo fundamental, lo editaré en su post correspondiente e indicándolo si así lo hiciera.
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Crisis de la República romana
Avance de Mitrídates
"Este último, después de haberse apoderado, de un solo golpe, de todo el reino de Nicomedes, lo recorrió y arregló los asuntos de las ciudades. Luego, invadió Frigia y se hospedó en un albergue de Alejandro, por considerar que era un buen augurio hospedarse donde lo había hecho Alejandro. Recorrió también en triunfo el resto de Frigia, Misia y aquellas partes de Asia que habían sido ganadas recientemente por los romanos y, enviando embajadas a los países vecinos, sometió Licia, Panfilia y los demás territorios hasta Jonia. A los laodicenses, que habitaban junto al río Lico y que aún se resistían —pues el general romano Quinto Opio había penetrado en la ciudad con jinetes y la defendía—, les dijo por boca de un heraldo, ante sus murallas, que el rey Mitrídates les prometía la inmunidad si le entregaban a Opio. Y ellos, después de escuchar su proclama, dejaron marchar indemnes a los mercenarios de Opio, pero condujeron a éste ante Mitrídates, precedido de sus lictores, en son de burla. Mitrídates no le causó daño alguno, sino que lo llevó por todas partes sin ponerle ataduras, mostrando a un general romano como su prisionero.
No mucho tiempo después, cogió prisionero a Manio Aquilio, máximo responsable de la embajada y de esta guerra, y lo llevó atado sobre un asno, proclamando, ante todos los que lo veían, que se trataba de Manio, y finalmente, en Pérgamo vertió oro fundido sobre su boca para censurar a los romanos su venalidad. Tras designar sátrapas para varios pueblos, prosiguió su con alegría por todos. Los efesios incluso destruyeron las estatuas romanas que había entre ellos, por lo que no mucho después sufrieron un castigo. A su regreso de Jonia, se apoderó de Estratonicea, le impuso una multa e introdujo una guarnición en la ciudad. En ella vio a una joven de gran belleza y la añadió a su lista de esposas. Su nombre, si alguien tiene curiosidad por conocerlo, era Mónima, la hija de Filopemen. A aquellos de los magnesios, paflagonios y licios que se oponían todavía, los combatió por medio de sus generales"
Apiano, Sobre Mitrídates 20 - 21
Según Apiano, es en estos momentos cuando se decide declararle la guerra a Mitrídates:
Primera Guerra Mitridática
"Así estaban los asuntos de Mitrídates. En cuanto a los romanos, tan pronto como se enteraron de su primer ataque y de la invasión de Asia, decretaron hacerle la guerra, aunque estaban ocupados con inacabables revueltas en la ciudad y con una difícil guerra interna, al haberse rebelado Italia casi entera de manera gradual. Cuando los cónsules echaron las suertes, le tocó a Cornelio Sila el gobierno de Asia y combatir contra Mitrídates; pero, como no podían asignarle cantidad alguna de dinero, decretaron que fueran vendidos todos los objetos valiosos que el rey Numa Pompilio había consagrado para los ritos solemnes de los dioses. Tan grande era entonces la penuria en toda clase de recursos y su ambición por todo. Algunos de estos tesoros fueron vendidos de inmediato y arrojaron un peso de nueve mil libras de oro, las únicas que entregaron para una guerra tan importante"
Sobre Mitrídates 22
"Este último, después de haberse apoderado, de un solo golpe, de todo el reino de Nicomedes, lo recorrió y arregló los asuntos de las ciudades. Luego, invadió Frigia y se hospedó en un albergue de Alejandro, por considerar que era un buen augurio hospedarse donde lo había hecho Alejandro. Recorrió también en triunfo el resto de Frigia, Misia y aquellas partes de Asia que habían sido ganadas recientemente por los romanos y, enviando embajadas a los países vecinos, sometió Licia, Panfilia y los demás territorios hasta Jonia. A los laodicenses, que habitaban junto al río Lico y que aún se resistían —pues el general romano Quinto Opio había penetrado en la ciudad con jinetes y la defendía—, les dijo por boca de un heraldo, ante sus murallas, que el rey Mitrídates les prometía la inmunidad si le entregaban a Opio. Y ellos, después de escuchar su proclama, dejaron marchar indemnes a los mercenarios de Opio, pero condujeron a éste ante Mitrídates, precedido de sus lictores, en son de burla. Mitrídates no le causó daño alguno, sino que lo llevó por todas partes sin ponerle ataduras, mostrando a un general romano como su prisionero.
No mucho tiempo después, cogió prisionero a Manio Aquilio, máximo responsable de la embajada y de esta guerra, y lo llevó atado sobre un asno, proclamando, ante todos los que lo veían, que se trataba de Manio, y finalmente, en Pérgamo vertió oro fundido sobre su boca para censurar a los romanos su venalidad. Tras designar sátrapas para varios pueblos, prosiguió su con alegría por todos. Los efesios incluso destruyeron las estatuas romanas que había entre ellos, por lo que no mucho después sufrieron un castigo. A su regreso de Jonia, se apoderó de Estratonicea, le impuso una multa e introdujo una guarnición en la ciudad. En ella vio a una joven de gran belleza y la añadió a su lista de esposas. Su nombre, si alguien tiene curiosidad por conocerlo, era Mónima, la hija de Filopemen. A aquellos de los magnesios, paflagonios y licios que se oponían todavía, los combatió por medio de sus generales"
Apiano, Sobre Mitrídates 20 - 21
Según Apiano, es en estos momentos cuando se decide declararle la guerra a Mitrídates:
Primera Guerra Mitridática
"Así estaban los asuntos de Mitrídates. En cuanto a los romanos, tan pronto como se enteraron de su primer ataque y de la invasión de Asia, decretaron hacerle la guerra, aunque estaban ocupados con inacabables revueltas en la ciudad y con una difícil guerra interna, al haberse rebelado Italia casi entera de manera gradual. Cuando los cónsules echaron las suertes, le tocó a Cornelio Sila el gobierno de Asia y combatir contra Mitrídates; pero, como no podían asignarle cantidad alguna de dinero, decretaron que fueran vendidos todos los objetos valiosos que el rey Numa Pompilio había consagrado para los ritos solemnes de los dioses. Tan grande era entonces la penuria en toda clase de recursos y su ambición por todo. Algunos de estos tesoros fueron vendidos de inmediato y arrojaron un peso de nueve mil libras de oro, las únicas que entregaron para una guerra tan importante"
Sobre Mitrídates 22
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