Las guerras más olvidadas
- tercioidiaquez
- Mariscal de Campo
- Mensajes: 19467
- Registrado: 20 Ago 2005, 16:59
- Ubicación: En Empel, pasando frio.
-
- Sargento Primero
- Mensajes: 423
- Registrado: 25 Feb 2006, 13:30
Saludos Templario:
Referente a tu post sobre la casa de Berwick decirte que tienes razón y ampliarte datos.
El titulo de duque de Berwick es doble ya que por un lado es título ingles creado por Jacobo II de Inglaterra en 1688 y por otro es reconocido como título español con grandeza por Real Orden con fecha del 13 de diciembre de 1707. De esta forma tenemos dos títulos de igual nombre pero diferente origen y regidos por distinta legislación. La legislación inglesa, excepto en algunos casos marcados por carta de creación o por sucesión escocesa, es rigurosamente agnaticia por lo que en caso de no haber sucesion masculina pasa al propincuo varon de la familia, " civilisimo". La legislación española reconoce la sucesión de la mujer en defecto de descendencia masculina y no entro en los cambios que se estan llevando a cabo actualmente.
Por ello Cayetana Fitz-James Stuard heredó el título español de Berwick, pero no el ingles ni el resto de los titulos ingleses que le acompañan. estos son conde de Tinmouth y baron de Bosworth. estos fueron heredados por el familiar varon mas cercano a la linea principal, su primo el Duque de Peñaranda de Duero.
Saludos
Referente a tu post sobre la casa de Berwick decirte que tienes razón y ampliarte datos.
El titulo de duque de Berwick es doble ya que por un lado es título ingles creado por Jacobo II de Inglaterra en 1688 y por otro es reconocido como título español con grandeza por Real Orden con fecha del 13 de diciembre de 1707. De esta forma tenemos dos títulos de igual nombre pero diferente origen y regidos por distinta legislación. La legislación inglesa, excepto en algunos casos marcados por carta de creación o por sucesión escocesa, es rigurosamente agnaticia por lo que en caso de no haber sucesion masculina pasa al propincuo varon de la familia, " civilisimo". La legislación española reconoce la sucesión de la mujer en defecto de descendencia masculina y no entro en los cambios que se estan llevando a cabo actualmente.
Por ello Cayetana Fitz-James Stuard heredó el título español de Berwick, pero no el ingles ni el resto de los titulos ingleses que le acompañan. estos son conde de Tinmouth y baron de Bosworth. estos fueron heredados por el familiar varon mas cercano a la linea principal, su primo el Duque de Peñaranda de Duero.
Saludos
-
- Teniente
- Mensajes: 989
- Registrado: 30 Oct 2003, 03:28
- Ubicación: Quilpué, Chile
japa escribió:Otro desconocido conflicto (al menos en occidente) fue el intento japonés de conquistar y someter Corea con vistas a extenderse luego por China… a finales del S. XV, bajo el gobierno de Totoyomi no Hideyoshi. Si bien las tropas del Taiko lograron dominar la península se vieron incapaces de avanzar hacia el interior de Chian y el conflicto terminó con un tratado que de facto establecía un protectorado japonés sobre Corea que se extinguió tras la muerte de Hideyoshi.
Holas
Fue a finales del siglo XVI. Moriría en 1598 y con él el intento de conquistar Corea e invadir China.
Como datos freaks, Toyotomi Hideyoshi adoptó el título de Taiko en vez del de Shogún debido a que venía de la clase plebeya, distinguiéndose de su mentor y antecesor, Oda Nobunaga. Hideyoshi impuso, además, la norma de que sólo los samurais podían llevar katana y wakisashi a la vez (espadas larga y corta).
Saludos
-
- Teniente
- Mensajes: 989
- Registrado: 30 Oct 2003, 03:28
- Ubicación: Quilpué, Chile
kaesar escribió:Otra guerra extraña y olvidada en America del sur e incluso en mi Patria es la guerra que se llevo a cabo en el siglo XVIII ( no se la fecha exacta) entre Argentina y bolivia, donde se disputaron la region de Tarija, actual provincia Boliviana y una de las zonas con mas recursos mineros y de extraccion de gas. la derrota se debio principalmente a la imposibilidad que tenia el Estado Argentino de financiar la guerra, puesto que estaba destruida por la anarquia y las luchas internas.
Esta guerra ocurrió en 1837-38 (técnicamente hasta 1839), cuando el gobernante argentino Juan Manuel de Rosas declaró la guerra al protector de la confederación Perú-Boliviana, Andrés de Santa Cruz, en una suerte de alianza con Chile, que se encontraba en estado de guerra con la Confederación desde 1836. Sin embargo, Rosas dejó las operaciones a la suerte de los jefes militares de la región noroccidental (Salta y Jujuy principalmente). Con un ejército limitado y nula cooperación desde Buenos Aires, las fuerzas argentinas fueron derrotadas en en los combates de Iruya y Montenegro por las fuerzas bolivianas mandadas por el general de origen alemán Otto Felipe Braun.
Saludos
-
- Soldado Primero
- Mensajes: 54
- Registrado: 14 Oct 2006, 05:49
- Ubicación: Fortin General Paz
- El Templario
- Alférez
- Mensajes: 711
- Registrado: 26 Sep 2006, 14:43
La Guerra Contra la Confederación Peruano – Boliviana
(1837-1839)
El 19 de mayo de 1837 el entonces encargado del manejo de las relaciones exteriores de la Confederación Argentina, Juan Manuel de Rosas declaró la guerra a la Confederación Peruano-Boliviana, comenzando el conflicto con dicha confederación. Se trató de una reacción originada como consecuencia de las agresiones que el Mariscal Santa Cruz, dictador de Perú y Bolivia, venía ejerciendo sobre territorio argentino.
Las causas de la guerra
Terminada la guerra de independencia, Bolivia se separó del Perú y se proclamó como república independiente en 1825. A este hecho siguió, en ambos Estados, un período de guerras civiles entre diferentes grupos que se disputaban el poder. Tras una larga lucha en 1836 el Mariscal Andrés de Santa Cruz, viejo guerrero del ejército de Bolívar y dictador de Bolivia, tomó el control del Perú decretando la unión entre ambas repúblicas. Nació así la Confederación Peruano-Boliviana que fue reconocida por la mayoría de los gobiernos de Europa y América.
Andrés de Santa Cruz buscaba la formación de una confederación de repúblicas americanas y continuó su proceso de expansión hacia el sur, comenzando sus fuerzas a incursionar sobre el norte de Argentina y Chile lo que motivó las protestas de ambos gobiernos a pesar de lo cual continuaron las incursiones. A su vez estableció contactos con Fructuoso Rivera, presidente de la Banda Oriental y enemigo de Rosas. Su plan consistía en fomentar el desorden en las provincias del norte a la vez que Rivera lo hacía en las de la Mesopotamia, tras lo cual - bajo el pretexto de razones de orden y humanidad - colocarían estas provincias bajo su protección. Santa Cruz también dio amplio apoyo a los emigrados unitarios que desde el territorio boliviano realizaban ataques a los gobernadores federales de las provincias del norte lo que motivó nuevamente las protestas de la Confederación Argentina.
Ya en 1834 Santa Cruz había prestado auxilios a una incursión del coronel unitario Javier López sobre el norte que culminó con su derrota de Chiflón. En 1835 se produjo otro ataque de López desde Bolivia pero fue nuevamente derrotado, en este caso en la batalla de Monte Grande. Ese mismo año Felipe Figueroa, con fuerzas organizadas en Bolivia, invadió la provincia de Catamarca. Al año siguiente Mariano Vásquez atacó con fuerzas bolivianas los poblados de Talina, Tupiza y La Puna. También dio apoyo a una expedición organizada en Perú al mando del general Freyre que se proponía derrocar al gobierno de Chile, pero fue interceptada por una incursión de naves chilenas sobre el puerto de El Callao. Al reiterarse las agresiones, los gobiernos de Argentina y Chile comenzaron los contactos para el establecimiento de una alianza en contra de Santa Cruz. Esta nunca llegó a materializarse por escrito pero sí de palabra. El 11 de noviembre de 1836 Chile declaró la guerra a la Confederación Peruano-Boliviana. Argentina hizo lo propio el 19 de mayo del año siguiente.
Las fuerzas opuestas
La Confederación Argentina
(Tomando el año 1838 como base para describir el estado de las fuerzas opuestas, momento álgido de la campaña,ya que se debe tener en cuenta que la composición de las mismas fue variando con el paso del tiempo).
Rosas nombró como comandante del ejército nacional en el norte al general Alejandro Heredia, caudillo de Tucumán y una de las figuras de mayor influencia en la zona tras la muerte de Facundo Quiroga. Las fuerzas a cargo de Heredia eran muy limitadas por lo que debió comenzar a organizarlas por su propia cuenta, aunque solicitó auxilios a Buenos Aires. Rosas envió importantes cantidades de pertrechos entre los que se contaban: 500 carabinas, 900 fusiles, 700 sables, 3.500 piedras de fusil y unos 54.500 cartuchos. A su vez las provincias del norte y el litoral aportaron más armas y soldados con lo que se logró poner en pie una fuerza de unos 3.500 hombres que para 1838 quedó organizada en tres divisiones.
La primera a cargo del gobernador de Salta, General Pablo Alemán. Estaba compuesta de la siguiente manera: 2 regimientos y dos escuadrones de caballería, los primeros eran el “Coraceros de la Confederación Argentina” y “Lanceros de Salta” y los segundos el “Dragones de Jujuy” y el “Restaurador de Aguilar” y 5 regimientos de infantería, el 1 y 2 de milicias de Jujuy y el 6, 9 y 10 de milicias de Salta. En total unos 1.000 hombres.
La segunda división era mandada por el General Manuel Virto y la formaban: 2 regimientos y 4 escuadrones de caballería los primeros eran el “Restauradores” y el 3 de milicias y los segundos eran el “Coraceros de la Guardia”, el de granaderos, el de guías y el de lanceros. A estas unidades se sumaban dos batallones de infantería, el “Libertad” y el de “Cazadores”. En total unos 1.500 hombres.
La tercera división la formaban 1.000 hombres con 2 piezas de artillería, agrupados en las siguientes unidades: 4 regimientos y 2 escuadrones de caballería, los “Coraceros de la Muerte”, “De Rifles”, “Coraceros Argentinos”, 11 de milicias, 4 de milicias y “Granaderos de Santa Bárbara”. A ellos se sumaban dos batallones de infantería, el “Defensores” y el "Voltígeros”. La división estaba a cargo del General Gregorio Paz.
El armamento lo componían fusiles de chispa de 16mm con bayoneta con un alcance eficaz de 200 metros y máximo de entre 400 y 500 metros. Se sumaban las carabinas con un alcance algo menor al de los fusiles, sables, pistolas y lanzas. La artillería fue muy poco usada debido a que se operaba en un terreno que en general era montañoso por lo que no convenía el cargar con pesadas piezas, a lo sumo se llevaban culebrinas o morteros. En esta época, en Argentina la caballería se organizaba en regimientos compuestos de cuatro escuadrones cada uno, aunque en la guerra contra la Confederación formada por Perú y Bolivia tenían solamente dos.
La infantería argentina solía organizarse en regimientos compuestos a su vez por dos o más batallones divididos en compañías. El número de hombres variaba según la disponibilidad de efectivos. A su vez solía dividirse a la infantería en las unidades de línea (combatían en orden cerrado) y en las de ligera que combatían en orden disperso, lo que se llama comúnmente a manera de “guerrillas”.
La Confederación Peruano-Boliviana
En ese caso lamentablemente es menor la información de la que se dispone. El grueso del ejército de la Confederación, unos 5.000 hombres, se encontraba en el propio territorio del Perú presto a enfrentar el ataque de las fuerzas chilenas que desembarcarían allí. A esta fuerza se la conoció como “fuerza norte”. Sobre la frontera con Argentina, Santa Cruz ubicó a unos 2.000 - 4.000 hombres (las cifras son muy variables) al mando del General Felipe Braun con el objetivo de mantener a raya a las fuerzas argentinas hasta que el grueso del ejército derrotara a las unidades chilenas.
Para 1838 las fuerzas de Santa Cruz se componían de 4 batallones de infantería, los 2, 5, 6 y 8 con 300, 380, 700 y 600 hombres respectivamente; 4 escuadrones de caballería 2 de ellos de cazadores, 1 de coraceros y 1 de guías y una brigada de artillería con 4 piezas al mando del comandante García. El armamento de estas unidades era muy similar al de las argentinas.
En lo que se refiere al entrenamiento hay que destacar que era mejor el de las unidades ubicadas en Bolivia. Santa Cruz se había preocupado desde el principio de su gestión de fortalecer al ejército para utilizarlo como principal argumento de su proyecto de expansión. Por ello, contó con una gran ventaja a nivel militar con respecto a sus enemigos durante la guerra: mientras él pudo concentrar todas sus fuerzas contra Chile y Argentina, las fuerzas de la Confederación Argentina no pudieron hacer lo mismo. Esto se debió a que a la vez que se producía la guerra con Bolivia y Perú la Argentina debió enfrentarse al bloqueo y los ataques de Francia, a la campaña de las fuerzas unitarias en el litoral y a la revolución de los hacendados del sur de Buenos Aires por lo que no se pudo emplear el ejército nacional en su totalidad en el norte.
Situación inicial
Para 1837 Alejandro Heredia se encontraba en Tucumán preparando el grueso del ejército para comenzar las operaciones sobre la frontera. Heredia había encargado al general Pablo Alemán la cobertura de la frontera mientras él completaba el entrenamiento de las fuerzas argentinas. Alemán apenas desplegó unos 380 hombres dispersos en diversas localidades de la frontera que quedó en un estado de suma vulnerabilidad. Por otra parte la preparación del ejército se demoró demasiado por lo que la iniciativa de la guerra quedó inicialmente en manos de los bolivianos.
El general Felipe Braun había recibido órdenes de Santa Cruz de mantenerse a la defensiva hasta que él pudiera derrotar a las fuerzas chilenas, pero al ver la inactividad de las fuerzas argentinas decidió atacar la frontera argentina. Braun intentaría hacer retroceder a las fuerzas enemigas hacia el sur con el objetivo de asegurar la frontera.
La posición de Braun se vio favorecida por la demora en el inicio de la invasión chilena al Perú. Dicha demora se debió al alzamiento de las tropas del coronel Vidaurre, en Quillota, y el asesinato de Diego Portales, ministro chileno.
La invasión de Braun al norte argentino
Aprovechando la inactividad de las fuerzas argentinas el general Felipe Braun concentró sus fuerzas en Tupiza y a fines de agosto de 1837 avanzó hacia el sur para invadir el norte argentino entrando por Jujuy. El 28 de agosto de 1837 una columna compuesta por unos 100 hombres ingresó por La Quiaca al poblado de Cochinoca reduciendo a las autoridades de La Puna y al destacamento de la zona. La segunda de las columnas, ubicada al oeste de la primera, tomó los poblados de Santa Victoria e Iruya tras rendir a las fuerzas de dudosa lealtad al mando del coronel Manuel Sevilla. De esta manera quedó el camino abierto hacia Jujuy. Ambas columnas se reunieron en la quebrada de Humahuaca el 11 de septiembre.
Alejandro Heredia recibió la noticia de estos movimientos el día 9 de septiembre, por lo que tardó en reaccionar. Envió a su hermano Felipe con la vanguardia del ejército compuesta por un escuadrón del regimiento “Restauradores a Caballo”, otro del “Cristinos de la Guardia”, un escuadrón de milicia y una compañía de tiradores como refuerzo, en total 400 hombres. El 12 de septiembre la vanguardia argentina llegó a unos 500 metros al sur del poblado de Humahuaca y fue recibida por los disparos de una avanzada boliviana a la que dispersó rápidamente, comenzando de esta manera el combate de Humahuaca.
Por las características del terreno, montañoso, las fuerzas de Heredia no pudieron flanquear a los bolivianos, por lo que las atacaron frontalmente. Tras varias cargas, los bolivianos retrocedieron siendo perseguidos por los soldados argentinos. La persecución se detuvo por el descubrimiento de una considerable fuerza enemiga ubicada más al norte. Se trataba de una columna dirigida por el teniente coronel Campero y que había sido mandada por Braun para permitir la retirada de sus fuerzas ya que en ese momento creyó erróneamente que las fuerzas argentinas eran el ejército completo y no, como en realidad ocurría, simplemente la reducida fuerza de vanguardia.
Felipe Heredia continuó el avance al día siguiente y el 13 de septiembre se encontró nuevamente con las fuerzas de Braun que se habían atrincherado en las alturas de Santa Bárbara. Para atacar la posición Heredia dividió a sus tropas en dos columnas, la derecha quedó formada por un escuadrón del “Cristinos de la Guardia”, otro del de milicias y la compañía de tiradores. La columna de la izquierda se formó con un escuadrón del “Restauradores”. Sorpresivamente el teniente coronel Benito Macías, comandante del “Restauradores”, ordenó a su escuadrón cargar sin recibir orden previa de Heredia. Viendo esta situación Felipe Heredia ordenó al escuadrón del “Cristinos de la Guardia” cargar inmediatamente. Este escuadrón fracasó en su carga, pero las fuerzas argentinas se reorganizaron y volvieron a cargar logrando hacer retroceder a los bolivianos que se retiraron hacia el norte. Ante la proximidad de nuevas fuerzas enemigas Heredia no continuó la persecución.
El 11 de diciembre un destacamento de soldados argentinos al mando del capitán Aramayo sorprendió a una fuera boliviana al mando del comandante Calqui en Tres Cruces, tomando varios prisioneros, armas y ganado. Las acciones a menor escala continuaron y el 2 de febrero de 1838 otro destacamento al mando del capitán Gutiérrez tomó prisioneros a 10 soldados bolivianos en la zona de Rincón de las Casillas, al sur de Negra Muerta. El destacamento argentino se encaminó a Negra Muerta para esperar la llegada de una columna enviada por Braun y emboscarla. Allí, mediante un brillante ardid, Gutiérrez logró que en medio de la oscuridad dos destacamentos bolivianos se confundieran y, creyendo que se trataba del enemigo, abrieran fuego uno sobre el otro, prolongándose el enfrentamiento hasta que se dieron cuenta del error cometido. A pesar de las victorias obtenidas, Alejandro Heredia no pudo emplear a las fuerzas argentinas en una invasión a Bolivia debido a una serie de sublevaciones producidas en las provincias del norte.
Derrota chilena y retirada argentina
Mientras se desarrollaban estos enfrentamientos en el norte argentino, Chile lanzó una expedición sobre la costa del Perú a las órdenes del Almirante Blanco Encalada.
Los chilenos desembarcaron y establecieron un gobierno provisional en Arequipa tras lo cual avanzaron al norte por terreno desértico. Las enfermedades, la sed y las epidemias mermaron mucho a los 4.000 hombres de esta expedición. Santa Cruz lo sabía y con el grueso del ejército de la Confederación Peruano-Boliviana marchó para enfrentar a Blanco Encalada. El almirante chileno viéndose en una completa inferioridad de condiciones, se rindió firmando la paz de Paucarpata por la cual Chile quedó momentáneamente fuera de la guerra. Heredia se enteró de este hecho en enero de 1838 y comprendió la gravedad de la situación ya que ahora se presentaba el peligro de que Santa Cruz decidiera avanzar con todo su ejército sobre el norte argentino. Aprovechando esto, Braun volvió a avanzar sobre el norte argentino y a su vez Heredia retrocedió concentrado al ejército en Itaimari y Hornillos.
Las fuerzas argentinas, a pesar de la peligrosa situación, emprendieron algunas acciones menores contra los bolivianos. El coronel Paz logró tomar San Antonio de los Cobres, el coronel Mateo Ríos avanzó desde Orán hacia Iruya y el teniente coronel Baca hostilizó a los bolivianos. La acción combinada de estas fuerzas obligó a Braun a retroceder.
La situación nuevamente se tornó favorable a las fuerzas argentinas ya que el gobierno chileno rechazó el acuerdo de Paucarpata y comenzó a preparan una nueva expedición sobre el Perú, por lo que Santa Cruz no pudo mandar al grueso de sus tropas contra la Confederación Argentina. El general Heredia no se mostraba demasiado activo lo que motivó las quejas de Chile. Heredia ofreció su renuncia pero fue rechazada por Rosas y le ordenó la preparación de una expedición para atacar a los bolivianos.
Campaña de Alejandro Heredia
Con sus fuerzas ya reorganizadas, el general Alejandro Heredia se dispuso a tomar la ofensiva contra las tropas de Braun. A tal fin organizó al ejército del norte en tres divisiones. La primera de ellas quedó al mando del coronel Manuel Virto con unos 1.200-1.500 hombres y tenía como misión el avanzar hacia las montañas de Iruya para atacar al grueso del ejército boliviano por la retaguardia e impedir su retirada. La segunda división estaba compuesta por 1.000 hombres al mando del general Gregorio Paz y debía ocupar la frontera con Tarija y amenazar la ciudad de Chuquisaca. La tercera división al mando Pablo Alemán permanecería a retaguardia de las otras divisiones para actuar como reserva.
La vanguardia de la división del general Gregorio Paz inició la marcha el 27 de mayo de 1838 con el coronel Mateo Ríos al frente. A los dos días atacó a una avanzada boliviana que se había ubicado en el pueblo de Carapari. El comandante de la guarnición, Cuellas, se mostró dispuesto a rendirse pero explicó que debía convencer a sus oficiales que se encontraban acampados en Zapatera. Estos no accedieron a rendirse por lo que Paz decidió atacarlos. A tal efecto dividió a sus fuerzas en dos columnas. La primera de ellas al mando del coronel Mateo Ríos avanzó por el camino de Itau, la segunda al mando de Paz lo hizo por el camino de Saladillo.
La vanguardia boliviana fue atacada por una compañía de tiradores y 15 hombres del regimiento “Coraceros Argentinos”, por lo que comenzó a retirarse. Fue entonces cuando el teniente coronel Bárcena avanzó con una compañía de tiradores y la mitad del escuadrón “Granaderos de Santa Bárbara” para cortarles el paso. Mientras se producía la persecución, que se prolongó unos 20 km., un escuadrón al mando del comandante Cuellas desertó y se unió a las fuerzas argentinas. La columna del general Paz siguió avanzando y el 8 de junio de 1838 derrotó a una avanzada boliviana en San Diego. En esta acción participaron la segunda compañía de granaderos, 15 tiradores del regimiento “Coraceros Argentinos” y una compañía del batallón “Defensores”.
Cerca de la localidad de El Pajonal el general Gregorio Paz destacó al teniente coronel Ubiens con 200 hombres para que se ubicara a retaguardia del enemigo y cortara su retirada, pero los bolivianos observaron la maniobra se retiraron logrando eludir el cerco. La división continuó el avance llegando a las proximidades de Tarija pero al aproximarse notó la presencia de una fuerza enemiga de considerable tamaño, por lo que Paz decidió retroceder el 24 de junio.
Durante la retirada las fuerzas argentinas fueron derrotadas en Cuesta de Cayambuyo, y continuamente hostilizadas por los bolivianos, sufrieron fuertes pérdidas. A la vez que se desarrollaban estas acciones, la columna del coronel Virto también participaba en las operaciones. Esta columna había partido el 5 de junio de 1838 de San Andrés con rumbo a Abra de Zenta. En el camino se reunieron con las tropas enviadas desde Jujuy al mando del coronel Iriarte.
El 11 de junio la división se encontraba cerca de la población de Iruya, donde las tropas de Braun se habían atrincherado fuertemente. Al frente de la vanguardia marchaba el coronel Rivas para tomar las alturas ocupadas por el enemigo. La compañía de “Voltígeros” del capitán Lorenzo Alvarez atacó la población con gran determinación pero fracasó. Virto mandó en repetidas oportunidades sus fuerzas contra el dispositivo boliviano pero no logró doblegarlo. Como último intento mandó la reserva pero aún así no pudo seguir avanzando por lo que debió retroceder.
El 22 de agosto de 1838 el general Heredia ordenó la retirada de las fuerzas argentinas tras haber fracasado las columnas en cumplir con los objetivos asignados.
El 12 de noviembre de 1838 estalló en el noroeste argentino la rebelión, dando comienzo a lo que se llamó la “Coalición del Norte”. Ese día el general Alejandro Heredia fue asesinado por una partida de rebeldes, por lo que las acciones se vieron nuevamente detenidas.
El fin de la guerra
El 20 de enero de 1839 las fuerzas chilenas desembarcadas en el Perú al mando del general Manuel Bulnes, y se enfrentaron al ejército del general Andrés de Santa Cruz en Yungay. Tras cinco horas de duros combates, las fuerzas de la Confederación Peruano-Boliviana fueron completamente derrotadas.
Tras la batalla la confederación se disolvió, y el general Velasco fue elegido como nuevo presidente de Bolivia.
Las nuevas autoridades mostraron buena voluntad con respecto al problema originado años antes con Argentina por la disputa en torno a la posesión de la provincia de Tarija. El gobierno argentino podría haber aprovechado la situación de encontrarse como vencedor para ocupar la disputada provincia, pero no lo hizo. Juan Manuel de Rosas consideró que lo correcto era que la cuestión debía ser decidida por los habitantes de la zona. Se realizó una consulta y Tarija se incorporó a Bolivia.
El 26 de abril de 1839 el gobierno argentino dio oficialmente por terminada la guerra.
Como balance de la misma se puede decir que si bien la Argentina no logró victorias decisivas durante su desarrollo, sí se logró algo que fue fundamental para la nación: Se pudieron desbaratar los planes de Santa Cruz de anexionar a la Confederación Peruano-Boliviana las provincias del noroeste, por lo que se logró mantener la integridad territorial y la soberanía de la Argentina.
Este hecho es más destacable si tenemos en cuenta que por esos días la Confederación Argentina debió enfrentarse también con otra agresión desde el exterior, el bloqueo de Francia. Este fue apoyado por numerosos movimientos internos encabezados por los unitarios que no mostraron el menos escrúpulo –salvo excepciones como el caso de Martiniano Chilavert- a la hora de intentar derrocar a Rosas, aunque fuera con armas y dinero francés.
Saludos
(1837-1839)
El 19 de mayo de 1837 el entonces encargado del manejo de las relaciones exteriores de la Confederación Argentina, Juan Manuel de Rosas declaró la guerra a la Confederación Peruano-Boliviana, comenzando el conflicto con dicha confederación. Se trató de una reacción originada como consecuencia de las agresiones que el Mariscal Santa Cruz, dictador de Perú y Bolivia, venía ejerciendo sobre territorio argentino.
Las causas de la guerra
Terminada la guerra de independencia, Bolivia se separó del Perú y se proclamó como república independiente en 1825. A este hecho siguió, en ambos Estados, un período de guerras civiles entre diferentes grupos que se disputaban el poder. Tras una larga lucha en 1836 el Mariscal Andrés de Santa Cruz, viejo guerrero del ejército de Bolívar y dictador de Bolivia, tomó el control del Perú decretando la unión entre ambas repúblicas. Nació así la Confederación Peruano-Boliviana que fue reconocida por la mayoría de los gobiernos de Europa y América.
Andrés de Santa Cruz buscaba la formación de una confederación de repúblicas americanas y continuó su proceso de expansión hacia el sur, comenzando sus fuerzas a incursionar sobre el norte de Argentina y Chile lo que motivó las protestas de ambos gobiernos a pesar de lo cual continuaron las incursiones. A su vez estableció contactos con Fructuoso Rivera, presidente de la Banda Oriental y enemigo de Rosas. Su plan consistía en fomentar el desorden en las provincias del norte a la vez que Rivera lo hacía en las de la Mesopotamia, tras lo cual - bajo el pretexto de razones de orden y humanidad - colocarían estas provincias bajo su protección. Santa Cruz también dio amplio apoyo a los emigrados unitarios que desde el territorio boliviano realizaban ataques a los gobernadores federales de las provincias del norte lo que motivó nuevamente las protestas de la Confederación Argentina.
Ya en 1834 Santa Cruz había prestado auxilios a una incursión del coronel unitario Javier López sobre el norte que culminó con su derrota de Chiflón. En 1835 se produjo otro ataque de López desde Bolivia pero fue nuevamente derrotado, en este caso en la batalla de Monte Grande. Ese mismo año Felipe Figueroa, con fuerzas organizadas en Bolivia, invadió la provincia de Catamarca. Al año siguiente Mariano Vásquez atacó con fuerzas bolivianas los poblados de Talina, Tupiza y La Puna. También dio apoyo a una expedición organizada en Perú al mando del general Freyre que se proponía derrocar al gobierno de Chile, pero fue interceptada por una incursión de naves chilenas sobre el puerto de El Callao. Al reiterarse las agresiones, los gobiernos de Argentina y Chile comenzaron los contactos para el establecimiento de una alianza en contra de Santa Cruz. Esta nunca llegó a materializarse por escrito pero sí de palabra. El 11 de noviembre de 1836 Chile declaró la guerra a la Confederación Peruano-Boliviana. Argentina hizo lo propio el 19 de mayo del año siguiente.
Las fuerzas opuestas
La Confederación Argentina
(Tomando el año 1838 como base para describir el estado de las fuerzas opuestas, momento álgido de la campaña,ya que se debe tener en cuenta que la composición de las mismas fue variando con el paso del tiempo).
Rosas nombró como comandante del ejército nacional en el norte al general Alejandro Heredia, caudillo de Tucumán y una de las figuras de mayor influencia en la zona tras la muerte de Facundo Quiroga. Las fuerzas a cargo de Heredia eran muy limitadas por lo que debió comenzar a organizarlas por su propia cuenta, aunque solicitó auxilios a Buenos Aires. Rosas envió importantes cantidades de pertrechos entre los que se contaban: 500 carabinas, 900 fusiles, 700 sables, 3.500 piedras de fusil y unos 54.500 cartuchos. A su vez las provincias del norte y el litoral aportaron más armas y soldados con lo que se logró poner en pie una fuerza de unos 3.500 hombres que para 1838 quedó organizada en tres divisiones.
La primera a cargo del gobernador de Salta, General Pablo Alemán. Estaba compuesta de la siguiente manera: 2 regimientos y dos escuadrones de caballería, los primeros eran el “Coraceros de la Confederación Argentina” y “Lanceros de Salta” y los segundos el “Dragones de Jujuy” y el “Restaurador de Aguilar” y 5 regimientos de infantería, el 1 y 2 de milicias de Jujuy y el 6, 9 y 10 de milicias de Salta. En total unos 1.000 hombres.
La segunda división era mandada por el General Manuel Virto y la formaban: 2 regimientos y 4 escuadrones de caballería los primeros eran el “Restauradores” y el 3 de milicias y los segundos eran el “Coraceros de la Guardia”, el de granaderos, el de guías y el de lanceros. A estas unidades se sumaban dos batallones de infantería, el “Libertad” y el de “Cazadores”. En total unos 1.500 hombres.
La tercera división la formaban 1.000 hombres con 2 piezas de artillería, agrupados en las siguientes unidades: 4 regimientos y 2 escuadrones de caballería, los “Coraceros de la Muerte”, “De Rifles”, “Coraceros Argentinos”, 11 de milicias, 4 de milicias y “Granaderos de Santa Bárbara”. A ellos se sumaban dos batallones de infantería, el “Defensores” y el "Voltígeros”. La división estaba a cargo del General Gregorio Paz.
El armamento lo componían fusiles de chispa de 16mm con bayoneta con un alcance eficaz de 200 metros y máximo de entre 400 y 500 metros. Se sumaban las carabinas con un alcance algo menor al de los fusiles, sables, pistolas y lanzas. La artillería fue muy poco usada debido a que se operaba en un terreno que en general era montañoso por lo que no convenía el cargar con pesadas piezas, a lo sumo se llevaban culebrinas o morteros. En esta época, en Argentina la caballería se organizaba en regimientos compuestos de cuatro escuadrones cada uno, aunque en la guerra contra la Confederación formada por Perú y Bolivia tenían solamente dos.
La infantería argentina solía organizarse en regimientos compuestos a su vez por dos o más batallones divididos en compañías. El número de hombres variaba según la disponibilidad de efectivos. A su vez solía dividirse a la infantería en las unidades de línea (combatían en orden cerrado) y en las de ligera que combatían en orden disperso, lo que se llama comúnmente a manera de “guerrillas”.
La Confederación Peruano-Boliviana
En ese caso lamentablemente es menor la información de la que se dispone. El grueso del ejército de la Confederación, unos 5.000 hombres, se encontraba en el propio territorio del Perú presto a enfrentar el ataque de las fuerzas chilenas que desembarcarían allí. A esta fuerza se la conoció como “fuerza norte”. Sobre la frontera con Argentina, Santa Cruz ubicó a unos 2.000 - 4.000 hombres (las cifras son muy variables) al mando del General Felipe Braun con el objetivo de mantener a raya a las fuerzas argentinas hasta que el grueso del ejército derrotara a las unidades chilenas.
Para 1838 las fuerzas de Santa Cruz se componían de 4 batallones de infantería, los 2, 5, 6 y 8 con 300, 380, 700 y 600 hombres respectivamente; 4 escuadrones de caballería 2 de ellos de cazadores, 1 de coraceros y 1 de guías y una brigada de artillería con 4 piezas al mando del comandante García. El armamento de estas unidades era muy similar al de las argentinas.
En lo que se refiere al entrenamiento hay que destacar que era mejor el de las unidades ubicadas en Bolivia. Santa Cruz se había preocupado desde el principio de su gestión de fortalecer al ejército para utilizarlo como principal argumento de su proyecto de expansión. Por ello, contó con una gran ventaja a nivel militar con respecto a sus enemigos durante la guerra: mientras él pudo concentrar todas sus fuerzas contra Chile y Argentina, las fuerzas de la Confederación Argentina no pudieron hacer lo mismo. Esto se debió a que a la vez que se producía la guerra con Bolivia y Perú la Argentina debió enfrentarse al bloqueo y los ataques de Francia, a la campaña de las fuerzas unitarias en el litoral y a la revolución de los hacendados del sur de Buenos Aires por lo que no se pudo emplear el ejército nacional en su totalidad en el norte.
Situación inicial
Para 1837 Alejandro Heredia se encontraba en Tucumán preparando el grueso del ejército para comenzar las operaciones sobre la frontera. Heredia había encargado al general Pablo Alemán la cobertura de la frontera mientras él completaba el entrenamiento de las fuerzas argentinas. Alemán apenas desplegó unos 380 hombres dispersos en diversas localidades de la frontera que quedó en un estado de suma vulnerabilidad. Por otra parte la preparación del ejército se demoró demasiado por lo que la iniciativa de la guerra quedó inicialmente en manos de los bolivianos.
El general Felipe Braun había recibido órdenes de Santa Cruz de mantenerse a la defensiva hasta que él pudiera derrotar a las fuerzas chilenas, pero al ver la inactividad de las fuerzas argentinas decidió atacar la frontera argentina. Braun intentaría hacer retroceder a las fuerzas enemigas hacia el sur con el objetivo de asegurar la frontera.
La posición de Braun se vio favorecida por la demora en el inicio de la invasión chilena al Perú. Dicha demora se debió al alzamiento de las tropas del coronel Vidaurre, en Quillota, y el asesinato de Diego Portales, ministro chileno.
La invasión de Braun al norte argentino
Aprovechando la inactividad de las fuerzas argentinas el general Felipe Braun concentró sus fuerzas en Tupiza y a fines de agosto de 1837 avanzó hacia el sur para invadir el norte argentino entrando por Jujuy. El 28 de agosto de 1837 una columna compuesta por unos 100 hombres ingresó por La Quiaca al poblado de Cochinoca reduciendo a las autoridades de La Puna y al destacamento de la zona. La segunda de las columnas, ubicada al oeste de la primera, tomó los poblados de Santa Victoria e Iruya tras rendir a las fuerzas de dudosa lealtad al mando del coronel Manuel Sevilla. De esta manera quedó el camino abierto hacia Jujuy. Ambas columnas se reunieron en la quebrada de Humahuaca el 11 de septiembre.
Alejandro Heredia recibió la noticia de estos movimientos el día 9 de septiembre, por lo que tardó en reaccionar. Envió a su hermano Felipe con la vanguardia del ejército compuesta por un escuadrón del regimiento “Restauradores a Caballo”, otro del “Cristinos de la Guardia”, un escuadrón de milicia y una compañía de tiradores como refuerzo, en total 400 hombres. El 12 de septiembre la vanguardia argentina llegó a unos 500 metros al sur del poblado de Humahuaca y fue recibida por los disparos de una avanzada boliviana a la que dispersó rápidamente, comenzando de esta manera el combate de Humahuaca.
Por las características del terreno, montañoso, las fuerzas de Heredia no pudieron flanquear a los bolivianos, por lo que las atacaron frontalmente. Tras varias cargas, los bolivianos retrocedieron siendo perseguidos por los soldados argentinos. La persecución se detuvo por el descubrimiento de una considerable fuerza enemiga ubicada más al norte. Se trataba de una columna dirigida por el teniente coronel Campero y que había sido mandada por Braun para permitir la retirada de sus fuerzas ya que en ese momento creyó erróneamente que las fuerzas argentinas eran el ejército completo y no, como en realidad ocurría, simplemente la reducida fuerza de vanguardia.
Felipe Heredia continuó el avance al día siguiente y el 13 de septiembre se encontró nuevamente con las fuerzas de Braun que se habían atrincherado en las alturas de Santa Bárbara. Para atacar la posición Heredia dividió a sus tropas en dos columnas, la derecha quedó formada por un escuadrón del “Cristinos de la Guardia”, otro del de milicias y la compañía de tiradores. La columna de la izquierda se formó con un escuadrón del “Restauradores”. Sorpresivamente el teniente coronel Benito Macías, comandante del “Restauradores”, ordenó a su escuadrón cargar sin recibir orden previa de Heredia. Viendo esta situación Felipe Heredia ordenó al escuadrón del “Cristinos de la Guardia” cargar inmediatamente. Este escuadrón fracasó en su carga, pero las fuerzas argentinas se reorganizaron y volvieron a cargar logrando hacer retroceder a los bolivianos que se retiraron hacia el norte. Ante la proximidad de nuevas fuerzas enemigas Heredia no continuó la persecución.
El 11 de diciembre un destacamento de soldados argentinos al mando del capitán Aramayo sorprendió a una fuera boliviana al mando del comandante Calqui en Tres Cruces, tomando varios prisioneros, armas y ganado. Las acciones a menor escala continuaron y el 2 de febrero de 1838 otro destacamento al mando del capitán Gutiérrez tomó prisioneros a 10 soldados bolivianos en la zona de Rincón de las Casillas, al sur de Negra Muerta. El destacamento argentino se encaminó a Negra Muerta para esperar la llegada de una columna enviada por Braun y emboscarla. Allí, mediante un brillante ardid, Gutiérrez logró que en medio de la oscuridad dos destacamentos bolivianos se confundieran y, creyendo que se trataba del enemigo, abrieran fuego uno sobre el otro, prolongándose el enfrentamiento hasta que se dieron cuenta del error cometido. A pesar de las victorias obtenidas, Alejandro Heredia no pudo emplear a las fuerzas argentinas en una invasión a Bolivia debido a una serie de sublevaciones producidas en las provincias del norte.
Derrota chilena y retirada argentina
Mientras se desarrollaban estos enfrentamientos en el norte argentino, Chile lanzó una expedición sobre la costa del Perú a las órdenes del Almirante Blanco Encalada.
Los chilenos desembarcaron y establecieron un gobierno provisional en Arequipa tras lo cual avanzaron al norte por terreno desértico. Las enfermedades, la sed y las epidemias mermaron mucho a los 4.000 hombres de esta expedición. Santa Cruz lo sabía y con el grueso del ejército de la Confederación Peruano-Boliviana marchó para enfrentar a Blanco Encalada. El almirante chileno viéndose en una completa inferioridad de condiciones, se rindió firmando la paz de Paucarpata por la cual Chile quedó momentáneamente fuera de la guerra. Heredia se enteró de este hecho en enero de 1838 y comprendió la gravedad de la situación ya que ahora se presentaba el peligro de que Santa Cruz decidiera avanzar con todo su ejército sobre el norte argentino. Aprovechando esto, Braun volvió a avanzar sobre el norte argentino y a su vez Heredia retrocedió concentrado al ejército en Itaimari y Hornillos.
Las fuerzas argentinas, a pesar de la peligrosa situación, emprendieron algunas acciones menores contra los bolivianos. El coronel Paz logró tomar San Antonio de los Cobres, el coronel Mateo Ríos avanzó desde Orán hacia Iruya y el teniente coronel Baca hostilizó a los bolivianos. La acción combinada de estas fuerzas obligó a Braun a retroceder.
La situación nuevamente se tornó favorable a las fuerzas argentinas ya que el gobierno chileno rechazó el acuerdo de Paucarpata y comenzó a preparan una nueva expedición sobre el Perú, por lo que Santa Cruz no pudo mandar al grueso de sus tropas contra la Confederación Argentina. El general Heredia no se mostraba demasiado activo lo que motivó las quejas de Chile. Heredia ofreció su renuncia pero fue rechazada por Rosas y le ordenó la preparación de una expedición para atacar a los bolivianos.
Campaña de Alejandro Heredia
Con sus fuerzas ya reorganizadas, el general Alejandro Heredia se dispuso a tomar la ofensiva contra las tropas de Braun. A tal fin organizó al ejército del norte en tres divisiones. La primera de ellas quedó al mando del coronel Manuel Virto con unos 1.200-1.500 hombres y tenía como misión el avanzar hacia las montañas de Iruya para atacar al grueso del ejército boliviano por la retaguardia e impedir su retirada. La segunda división estaba compuesta por 1.000 hombres al mando del general Gregorio Paz y debía ocupar la frontera con Tarija y amenazar la ciudad de Chuquisaca. La tercera división al mando Pablo Alemán permanecería a retaguardia de las otras divisiones para actuar como reserva.
La vanguardia de la división del general Gregorio Paz inició la marcha el 27 de mayo de 1838 con el coronel Mateo Ríos al frente. A los dos días atacó a una avanzada boliviana que se había ubicado en el pueblo de Carapari. El comandante de la guarnición, Cuellas, se mostró dispuesto a rendirse pero explicó que debía convencer a sus oficiales que se encontraban acampados en Zapatera. Estos no accedieron a rendirse por lo que Paz decidió atacarlos. A tal efecto dividió a sus fuerzas en dos columnas. La primera de ellas al mando del coronel Mateo Ríos avanzó por el camino de Itau, la segunda al mando de Paz lo hizo por el camino de Saladillo.
La vanguardia boliviana fue atacada por una compañía de tiradores y 15 hombres del regimiento “Coraceros Argentinos”, por lo que comenzó a retirarse. Fue entonces cuando el teniente coronel Bárcena avanzó con una compañía de tiradores y la mitad del escuadrón “Granaderos de Santa Bárbara” para cortarles el paso. Mientras se producía la persecución, que se prolongó unos 20 km., un escuadrón al mando del comandante Cuellas desertó y se unió a las fuerzas argentinas. La columna del general Paz siguió avanzando y el 8 de junio de 1838 derrotó a una avanzada boliviana en San Diego. En esta acción participaron la segunda compañía de granaderos, 15 tiradores del regimiento “Coraceros Argentinos” y una compañía del batallón “Defensores”.
Cerca de la localidad de El Pajonal el general Gregorio Paz destacó al teniente coronel Ubiens con 200 hombres para que se ubicara a retaguardia del enemigo y cortara su retirada, pero los bolivianos observaron la maniobra se retiraron logrando eludir el cerco. La división continuó el avance llegando a las proximidades de Tarija pero al aproximarse notó la presencia de una fuerza enemiga de considerable tamaño, por lo que Paz decidió retroceder el 24 de junio.
Durante la retirada las fuerzas argentinas fueron derrotadas en Cuesta de Cayambuyo, y continuamente hostilizadas por los bolivianos, sufrieron fuertes pérdidas. A la vez que se desarrollaban estas acciones, la columna del coronel Virto también participaba en las operaciones. Esta columna había partido el 5 de junio de 1838 de San Andrés con rumbo a Abra de Zenta. En el camino se reunieron con las tropas enviadas desde Jujuy al mando del coronel Iriarte.
El 11 de junio la división se encontraba cerca de la población de Iruya, donde las tropas de Braun se habían atrincherado fuertemente. Al frente de la vanguardia marchaba el coronel Rivas para tomar las alturas ocupadas por el enemigo. La compañía de “Voltígeros” del capitán Lorenzo Alvarez atacó la población con gran determinación pero fracasó. Virto mandó en repetidas oportunidades sus fuerzas contra el dispositivo boliviano pero no logró doblegarlo. Como último intento mandó la reserva pero aún así no pudo seguir avanzando por lo que debió retroceder.
El 22 de agosto de 1838 el general Heredia ordenó la retirada de las fuerzas argentinas tras haber fracasado las columnas en cumplir con los objetivos asignados.
El 12 de noviembre de 1838 estalló en el noroeste argentino la rebelión, dando comienzo a lo que se llamó la “Coalición del Norte”. Ese día el general Alejandro Heredia fue asesinado por una partida de rebeldes, por lo que las acciones se vieron nuevamente detenidas.
El fin de la guerra
El 20 de enero de 1839 las fuerzas chilenas desembarcadas en el Perú al mando del general Manuel Bulnes, y se enfrentaron al ejército del general Andrés de Santa Cruz en Yungay. Tras cinco horas de duros combates, las fuerzas de la Confederación Peruano-Boliviana fueron completamente derrotadas.
Tras la batalla la confederación se disolvió, y el general Velasco fue elegido como nuevo presidente de Bolivia.
Las nuevas autoridades mostraron buena voluntad con respecto al problema originado años antes con Argentina por la disputa en torno a la posesión de la provincia de Tarija. El gobierno argentino podría haber aprovechado la situación de encontrarse como vencedor para ocupar la disputada provincia, pero no lo hizo. Juan Manuel de Rosas consideró que lo correcto era que la cuestión debía ser decidida por los habitantes de la zona. Se realizó una consulta y Tarija se incorporó a Bolivia.
El 26 de abril de 1839 el gobierno argentino dio oficialmente por terminada la guerra.
Como balance de la misma se puede decir que si bien la Argentina no logró victorias decisivas durante su desarrollo, sí se logró algo que fue fundamental para la nación: Se pudieron desbaratar los planes de Santa Cruz de anexionar a la Confederación Peruano-Boliviana las provincias del noroeste, por lo que se logró mantener la integridad territorial y la soberanía de la Argentina.
Este hecho es más destacable si tenemos en cuenta que por esos días la Confederación Argentina debió enfrentarse también con otra agresión desde el exterior, el bloqueo de Francia. Este fue apoyado por numerosos movimientos internos encabezados por los unitarios que no mostraron el menos escrúpulo –salvo excepciones como el caso de Martiniano Chilavert- a la hora de intentar derrocar a Rosas, aunque fuera con armas y dinero francés.
Saludos
"IN HOC SIGNO TUETUR PIUS, IN HOC SIGNO VINCITUR INIMICUS"
-
- Sargento
- Mensajes: 249
- Registrado: 05 Sep 2006, 14:30
El Templario escribió:[
Derrota chilena y retirada argentina
Mientras se desarrollaban estos enfrentamientos en el norte argentino, Chile lanzó una expedición sobre la costa del Perú a las órdenes del Almirante Blanco Encalada.
Los chilenos desembarcaron y establecieron un gobierno provisional en Arequipa tras lo cual avanzaron al norte por terreno desértico. Las enfermedades, la sed y las epidemias mermaron mucho a los 4.000 hombres de esta expedición. Santa Cruz lo sabía y con el grueso del ejército de la Confederación Peruano-Boliviana marchó para enfrentar a Blanco Encalada. El almirante chileno viéndose en una completa inferioridad de condiciones, se rindió firmando la paz de Paucarpata por la cual Chile quedó momentáneamente fuera de la guerra.
Es exactamente al reves, DERROTA ARGENTINA Y RETIRADA CHILENA
Hay mucha diferencia entre "cese de hostilidades" y rendicion, la division chilena volvio con armas y banderas, Santa Cruz, se comprometio a pagar la deuda peruana de la Independencia con Chile, y Blanco Encalada, se compremetia a devolver la Escuadra Confederada, capturada en su totalidad por Chile.
La Division chilena era de poco mas de 3.000 hombres, Santa Cruz, engaño a Blanco Encalada, mandandole mensajes de que la Campaña se decidiria en un solo combate con fuerzas escogidas (que hueon Blanco Encalada).
saludos
- GRUMO
- Mariscal de Campo
- Mensajes: 12509
- Registrado: 14 Ago 2005, 06:32
¡Somos o no pilotos de combate!.... ya, que nos den otra misión y salimos 3 o 4 fierros, rasanteamos hasta donde podamos y si nos van tumbando.... nos tumbaron pues.... pero por lo menos uno llega y rompe.... así no regresemos los demás.... total para eso nos hemos formado, para eso estamos preparados, y si vamos a morir.... bueno nos inmolamos por la patria, es la oportunidad de demostrar lo que somos y valemos”. Coronel FAP Marco Antonio Schenone Oliva , piloto muerto en el Cenepa
-
- Capitán
- Mensajes: 1359
- Registrado: 04 Abr 2005, 05:15
- Ubicación: En todas partes
El Templario escribió:en la guerra contra la Confederación formada por Perú y Bolivia
........................
El 20 de enero de 1839 las fuerzas chilenas desembarcadas en el Perú al mando del general Manuel Bulnes, y se enfrentaron al ejército del general Andrés de Santa Cruz en Yungay. Tras cinco horas de duros combates, las fuerzas de la Confederación Peruano-Boliviana fueron completamente derrotadas.
Correcciones. El ejercito de la Confederacion Peru-Boliviana no estaba conformado por el ejercito peruano y por el ejercito boliviano, se trataba de una virtual guerra entre caudillos. En la situacion previa a la batalla de Yungay el ejercito Restaurador estaba formado por tropas peruanas leales a Agustin Gamarra y chilenas al mando de Bulnes quien tenia el comando de la expedicion, el ejercito de la Confederacion estaba formado por tropas peruanas y bolivianas al mando del general Santa Cruz. Durante la batalla de Yungay que marco el final de la Confederacion las tropas Restauradoras sumaban aproximadamente 6000 hombres de las cuales a grosso modo la mitad eran peruanas y la mitad chilenas, un numero similar de combatientes tenia el ejercito de la Confederacion. En la batalla de Yungay tuvo destacada participacion Ramon Castilla que a la postre seria presidente del Peru. En el siguiente link de la Universidad de San Marcos se pueden encontrar 3 versiones de la batalla de Yungay, la version chilena, la version peruana gamarrista y la version santacrucista.
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualda ... yungay.pdf
Si quieren detalles de toda la guerra de la Confederacion aqui hay 2 tomos de la historia peruana en inicios de la republica
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualda ... ion_Repub/
saludos
-
- Sargento
- Mensajes: 249
- Registrado: 05 Sep 2006, 14:30
Gilgamesh escribió:El Templario escribió:en la guerra contra la Confederación formada por Perú y Bolivia
........................
El 20 de enero de 1839 las fuerzas chilenas desembarcadas en el Perú al mando del general Manuel Bulnes, y se enfrentaron al ejército del general Andrés de Santa Cruz en Yungay. Tras cinco horas de duros combates, las fuerzas de la Confederación Peruano-Boliviana fueron completamente derrotadas.
Correcciones. El ejercito de la Confederacion Peru-Boliviana no estaba conformado por el ejercito peruano y por el ejercito boliviano, se trataba de una virtual guerra entre caudillos. En la situacion previa a la batalla de Yungay el ejercito Restaurador estaba formado por tropas peruanas leales a Agustin Gamarra y chilenas al mando de Bulnes quien tenia el comando de la expedicion, el ejercito de la Confederacion estaba formado por tropas peruanas y bolivianas al mando del general Santa Cruz. Durante la batalla de Yungay que marco el final de la Confederacion las tropas Restauradoras sumaban aproximadamente 6000 hombres de las cuales a grosso modo la mitad eran peruanas y la mitad chilenas, un numero similar de combatientes tenia el ejercito de la Confederacion. En la batalla de Yungay tuvo destacada participacion Ramon Castilla que a la postre seria presidente del Peru. En el siguiente link de la Universidad de San Marcos se pueden encontrar 3 versiones de la batalla de Yungay, la version chilena, la version peruana gamarrista y la version santacrucista.
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualda ... yungay.pdf
Si quieren detalles de toda la guerra de la Confederacion aqui hay 2 tomos de la historia peruana en inicios de la republica
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualda ... ion_Repub/
saludos
Casi Correcto
El Ejercito chileno en Yungay era en su gran mayoria chileno, y no mitad y mitad.
Ejercito Restaurador en Yungay
Batallon "Portales"
Batallon "Valparaiso"
Batallon "Carampangue"
Batallon "Colchagua"
Batallon "Valdivia"
Batallon "Aconcagua"
Batallon "Santiago"
Caballeria
Regimiento "Granaderos"
Regimiento "Cazadores"
Regimiento "Carabineros a Caballo"
Fuerzas Peruanas del Ejercito Restaurador (700 hombres)
Batallon "Huaylas"
Batallon "Cazadores del Perú"
Escuadron "Lanceros"
--------------------------------------------------------------------
Ejercito Peruano-Boliviano o Confederado
Divison Boliviana (Izquierda)
Batallon Nº 1 de Bolivia
Batallon Nº 2 de Bolivia
Batallon Nº 3 de Bolivia
Batallon Nº 4 de Bolivia
Cerros Punyan y Pan de Azucar
2 Batallones de Cazadores, , al mando de Quiroz (no puedo encontrar sus nombres, solo se refieren a ellos como "Cazadores Bolivianos")
Divison Peruana (Derecha)
Batallon "Ayacucho"
Batallon "Pichincha"
Batallon "Arequipa"
Batallon "Cazadores del Centro"
Caballeria Confederada
Regimiento "Escolta"
Regimiento "Lanceros"
No pongo la artilleria de ningun bando.
-------------------------------------------------------------------------
Gilgamesh escribió:En la batalla de Yungay tuvo destacada participacion Ramon Castilla que a la postre seria presidente del Peru.
Seguramente te refieres a la carga de caballeria, donde esta DEMASIADA tergiversada la historia, porque el Coronel don Fernando Baquedano (padre de Manuel Baquedano) era el Comandante de la Caballeria y fue el, quien cargo contra las lineas confederadas, decidiendo la Batalla.
En este momento de angustia Bulnes pasa el río Ancachs a la cabeza del Valparaíso, del Santiago y la mitad del Huaylas y con ellos detiene a los bolivianos vencedores el tiempo suficiente para que recobren aliento los vencidos.
Corre al lugar en que la caballería contempla desesperada aquel preludio de derrota y poniéndose a su frente se arroja de un salto a la barranca de Ancachs para flanquear por la izquierda la línea boliviana. No concluye de organizarse en la orilla opuesta el primer escuadrón de Caballería que salva la barranca, cuando el coronel Baquedano se lanza a la carga contra toda la mole de la caballería boliviana. Se cuenta que el Gral. Cruz no pudiendo impedir ese acto de heroica desesperación se cubre la cara para no ver el sacrificio de esos hombres.
El escuadrón es destrozado, pero, Baquedano, herido retrocede pero para cargar de nuevo con 5 escuadrones. En esta carga Baquedano arroja la caballería boliviana sobre las líneas de su infantería.
En una tercera carga de la caballería en maza, Baquedano parte las filas de esa infantería y enfurecidos los caballos como los hombres van a estrellarse a las reservas de Santa Cruz.
Vueltos a sus trincheras los bolivianos intentan aun resistir en ellas, pero son dispersados a la bayoneta en una carga final. Allí quedan de los bolivianos 2 generales y 1400 hombres muertos: 3 generales, 9 coroneles, 155 oficiales, y 1600 soldados prisioneros, 7 banderas, toda su artillería, 2500 fusiles, todo el material de su ejercito y hasta la correspondencia privada de Santa Cruz.
Bulnes cuenta 1300 muertos, en el mismo campo de batalla, el presidente Gamarra del Perú confiere a Bulnes él titulo de Gran Mariscal de Ancachs.
"Historia de Chile" Carlos Fredes Aliaga
saludos
- El Templario
- Alférez
- Mensajes: 711
- Registrado: 26 Sep 2006, 14:43
Me alegro que los estimados foristas del otro lado del Atlántico tomasen el relevo para hablar con más detalle de esta guerra... sólo espero no haber levantado ampollas al utilizar palabras como "derrota" o "retirada", ya que esa no era la intención del post.
Saludos
Saludos
"IN HOC SIGNO TUETUR PIUS, IN HOC SIGNO VINCITUR INIMICUS"
- GRUMO
- Mariscal de Campo
- Mensajes: 12509
- Registrado: 14 Ago 2005, 06:32
Nunca amigo templario
Lastimosamente, existen un inusitado interes de una sola persona por negar al perú cualquier cosa . Estas posiciones chauvinistas e infantiles perjudican un amplio dialogo.
Sobre la Confederación
Esta nació muerta. No existía ninguna noción de nacionalidad global, menos podria existir una nocion de nacionalidad regional. Esto trajop consigo una lucha caudillista.
En un momento, escribo de memoria, y agradecere a algun forista chilenome aclare el panorama, parece que Portales fue quine veia en la Confederacion un peligro geopolítico para Chile. Estaba en su derecho entonces hacer quebrar la Confederación, aprate que por si misma habria colapsado.
Una Fuerza Armada mejor cohesionada, abastecida y preparada se enfrento a las tropas confederadas. Bien para Chile, que en un momento aglutinó las espranzaS de muchos peruanos que veian un verdadero peligro en esta Confederación. Tratar de minimizar la participación peruana en favor de Chile, no es lo mas adecuado, pues da una impresión equivoca del momento histórico que se vivía.
Para los foristas de otros lares, en el Perú existe un procer importante, el Mariscal Ramonc Castilla, conocido como elñ caballero de la Ley. Sin embargo, en un momento combatión conjuntamente con las tropas chilenas. Esto da una clara impresión del momento de confusión y anarquía que se vivía
Chile vención en estas guerras y destruyo la Confederación. Es motivo de otro topic ir hacia la ucronía de una Confederación triunfante
Siempre, sin rencor y con amistad
Grumo
Lastimosamente, existen un inusitado interes de una sola persona por negar al perú cualquier cosa . Estas posiciones chauvinistas e infantiles perjudican un amplio dialogo.
Sobre la Confederación
Esta nació muerta. No existía ninguna noción de nacionalidad global, menos podria existir una nocion de nacionalidad regional. Esto trajop consigo una lucha caudillista.
En un momento, escribo de memoria, y agradecere a algun forista chilenome aclare el panorama, parece que Portales fue quine veia en la Confederacion un peligro geopolítico para Chile. Estaba en su derecho entonces hacer quebrar la Confederación, aprate que por si misma habria colapsado.
Una Fuerza Armada mejor cohesionada, abastecida y preparada se enfrento a las tropas confederadas. Bien para Chile, que en un momento aglutinó las espranzaS de muchos peruanos que veian un verdadero peligro en esta Confederación. Tratar de minimizar la participación peruana en favor de Chile, no es lo mas adecuado, pues da una impresión equivoca del momento histórico que se vivía.
Para los foristas de otros lares, en el Perú existe un procer importante, el Mariscal Ramonc Castilla, conocido como elñ caballero de la Ley. Sin embargo, en un momento combatión conjuntamente con las tropas chilenas. Esto da una clara impresión del momento de confusión y anarquía que se vivía
Chile vención en estas guerras y destruyo la Confederación. Es motivo de otro topic ir hacia la ucronía de una Confederación triunfante
Siempre, sin rencor y con amistad
Grumo
¡Somos o no pilotos de combate!.... ya, que nos den otra misión y salimos 3 o 4 fierros, rasanteamos hasta donde podamos y si nos van tumbando.... nos tumbaron pues.... pero por lo menos uno llega y rompe.... así no regresemos los demás.... total para eso nos hemos formado, para eso estamos preparados, y si vamos a morir.... bueno nos inmolamos por la patria, es la oportunidad de demostrar lo que somos y valemos”. Coronel FAP Marco Antonio Schenone Oliva , piloto muerto en el Cenepa
-
- Sargento
- Mensajes: 249
- Registrado: 05 Sep 2006, 14:30
Mensajes enviados desde Yungay a Chile, el 20 de Enero de 1839
-------------------------------------------------------------------------
Primer Parte de la Batalla llegado a Chile
Señor ministro de estado i del despacho de la guerra de la repulica de chile.
¡viva chile!
Campo sobre yungay 20 de enero 1839
Sobre el campo de batalla en que he vencido completamente al enemigo en fuerza de seis mil hombres mandado por el mismo santa-cruz, solo tengo tiempo para decir a v. S. Que la confederacion ha quedado disuelta de hecho en cinco horas de un combate reñidísimo i sangriento i que los valientes que tengo el honor de mandar, i cuyo heroísmo no tiene ejemplo.
Manuel Bulnes
----------------------------------------------------------------------
Carta personal, Bulnes al Presidente Prieto
señor don joaquin prieto.
Campo de batalla, enero 20.
Amado primo:
son ias 4 de la tarde de este día, a cuya hora soi vencedor sobre el ejercito de santa-cruz, de tal modo que le puedo asegurar a ud. Que la campaña es terminada: como que luego, luego le notificare a ud. Do sus pormenores. Urriola adelantara este conocimiento. Prepárese ud. Para dispensar premios a un ejercito que por su valor sin igual i moralidad sin ejemplo. Siempre, siempre de ud.
Manuel Bulnes
--------------------------------------------------------------------------------
Felecitaciones de Gamarra a l Presidente Prieto (los destacados son mios)
Excmo. Señor presidente don joaquin prieto
yuingay , enero 20 de 1839.
Mi respetable amigo:
Al fin hemos triunfado completamente sobre el ejercito de santa-cruz, compuesto de 6,000 hombres. El heroico ejercito chileno, nuestro jeneroso auxiliar, se ha llenado de gloria. Cinco horas de combate encarnizado, venciendo posiciones inaccesibles, han probado que el soldado chileno es el mas valiente del mundo. Felicito, pues, a ud. I felicito a la nación chilena por tan feliz suceso, i doi a ud. Las gracias por sus esfuerzos distinguidos para esta lucha a nombre de la nación peruana, que ya es independiente. Del mismo campo de batalla saluda a ud. Su mas fiel amigo.
Agustin gamarra.
---------------------------------------------------------------------------
PREMIOS Y AGRADECIMIENTOS DEL CONGRESO PERUANO AL EJERCITO DE CHILE
"Puedo asegurar señores, que jamas hablaremos de la republica de chile, de su gobierno y de su ejercito, de un modo que llene dignamente los deberes de la amistad y de la gratitud. Los esfuerzos y la decision de este pueblo heroico por la causa del perú, la lealtad de su presidente, el valor de su ejercito y marina, son superiores sin exageracion. Todos honran a su patria, todos han trabajado a porfia por la nuestra, y son eminentemente acreederos a nuestro eterno reconocimiento"
el mismo congreso decreto una accion de gracias a la republica de chile "por sus eminentes servicios al perú y a las nuevas republicas de america, en la guerra contra el conquistador santa cruz"
otro decreto del 5 de noviembre, dispuso que se distribuyesen $500.000 al ejercito y a la escuadra de chile, como muestra de reconocimiento, y que el gobierno presentase a nombre del perú, al presidente de chile, don joaquin prieto, "un medallon de oro de doce lineas de diametro en medio de dos palmas de diamantes y de cuatro estandartes de chile y del perú, colocados alternativamente bajo de una corona civica de brillantes". La leyenda del anverso seria "el perú a su fiel aliado", y la del reverso "su constancia coronada por la victoria de ancash". Se acordo , tambien obsequiar a bulnes "una espada de oro guarnecida de brillantes, con las armas de ambas republicas grabadas en el puño, y la leyenda " el perú, al general bulnes, vencedor de ancash"
----------------------------------------------------------------------------
SALUDOS
pd:
-------------------------------------------------------------------------
Primer Parte de la Batalla llegado a Chile
Señor ministro de estado i del despacho de la guerra de la repulica de chile.
¡viva chile!
Campo sobre yungay 20 de enero 1839
Sobre el campo de batalla en que he vencido completamente al enemigo en fuerza de seis mil hombres mandado por el mismo santa-cruz, solo tengo tiempo para decir a v. S. Que la confederacion ha quedado disuelta de hecho en cinco horas de un combate reñidísimo i sangriento i que los valientes que tengo el honor de mandar, i cuyo heroísmo no tiene ejemplo.
Manuel Bulnes
----------------------------------------------------------------------
Carta personal, Bulnes al Presidente Prieto
señor don joaquin prieto.
Campo de batalla, enero 20.
Amado primo:
son ias 4 de la tarde de este día, a cuya hora soi vencedor sobre el ejercito de santa-cruz, de tal modo que le puedo asegurar a ud. Que la campaña es terminada: como que luego, luego le notificare a ud. Do sus pormenores. Urriola adelantara este conocimiento. Prepárese ud. Para dispensar premios a un ejercito que por su valor sin igual i moralidad sin ejemplo. Siempre, siempre de ud.
Manuel Bulnes
--------------------------------------------------------------------------------
Felecitaciones de Gamarra a l Presidente Prieto (los destacados son mios)
Excmo. Señor presidente don joaquin prieto
yuingay , enero 20 de 1839.
Mi respetable amigo:
Al fin hemos triunfado completamente sobre el ejercito de santa-cruz, compuesto de 6,000 hombres. El heroico ejercito chileno, nuestro jeneroso auxiliar, se ha llenado de gloria. Cinco horas de combate encarnizado, venciendo posiciones inaccesibles, han probado que el soldado chileno es el mas valiente del mundo. Felicito, pues, a ud. I felicito a la nación chilena por tan feliz suceso, i doi a ud. Las gracias por sus esfuerzos distinguidos para esta lucha a nombre de la nación peruana, que ya es independiente. Del mismo campo de batalla saluda a ud. Su mas fiel amigo.
Agustin gamarra.
---------------------------------------------------------------------------
PREMIOS Y AGRADECIMIENTOS DEL CONGRESO PERUANO AL EJERCITO DE CHILE
"Puedo asegurar señores, que jamas hablaremos de la republica de chile, de su gobierno y de su ejercito, de un modo que llene dignamente los deberes de la amistad y de la gratitud. Los esfuerzos y la decision de este pueblo heroico por la causa del perú, la lealtad de su presidente, el valor de su ejercito y marina, son superiores sin exageracion. Todos honran a su patria, todos han trabajado a porfia por la nuestra, y son eminentemente acreederos a nuestro eterno reconocimiento"
el mismo congreso decreto una accion de gracias a la republica de chile "por sus eminentes servicios al perú y a las nuevas republicas de america, en la guerra contra el conquistador santa cruz"
otro decreto del 5 de noviembre, dispuso que se distribuyesen $500.000 al ejercito y a la escuadra de chile, como muestra de reconocimiento, y que el gobierno presentase a nombre del perú, al presidente de chile, don joaquin prieto, "un medallon de oro de doce lineas de diametro en medio de dos palmas de diamantes y de cuatro estandartes de chile y del perú, colocados alternativamente bajo de una corona civica de brillantes". La leyenda del anverso seria "el perú a su fiel aliado", y la del reverso "su constancia coronada por la victoria de ancash". Se acordo , tambien obsequiar a bulnes "una espada de oro guarnecida de brillantes, con las armas de ambas republicas grabadas en el puño, y la leyenda " el perú, al general bulnes, vencedor de ancash"
----------------------------------------------------------------------------
SALUDOS
pd:
-
- Capitán
- Mensajes: 1359
- Registrado: 04 Abr 2005, 05:15
- Ubicación: En todas partes
Ramón Castilla no solo combatio al lado de las tropas Restauradoras, su carrera militar la comenzó en las filas del ejército español, en lucha contra las fuerzas independentistas mandadas por el general argentino José de San Martín. En 1817 fue hecho prisionero, pero consiguió escapar y regresó a Perú. En 1822, ante el cariz que tomaban los acontecimientos, Ramón Castilla decidió abandonar el ejército español y ofrecer sus servicios al general San Martín. Poco después, en 1824, ingresó en el ejército de Simón Bolívar, a cuyas órdenes participó en la batalla de Ayacucho, por la que Perú consiguió la independencia.
Estimado Endemoniado, haz el favor de poner las cifras de soldados que componian el ejercito restaurador en Yungay, segun tus fuentes. Confirmaré lo que he leido, de que el ejercito Restaurador estaba compuesto por 2500 chilenos y 3000 peruanos.
Respecto a la version del protagonismo de Castilla, prefiero citar las fuentes para que los lectores interesados saquen sus propias conclusiones. Es evidente que si hasta ahora no se llegan a acuerdos sobre los hechos historicos de conflictos mas recientes mas dificultoso es establecer los hechos que realmente sucedieron en la Batalla de Yungay que sucedio hace casi 168 años. No me cabe duda que los soldados chilenos actuaron a la altura de las circunstancias.
saludos
Estimado Endemoniado, haz el favor de poner las cifras de soldados que componian el ejercito restaurador en Yungay, segun tus fuentes. Confirmaré lo que he leido, de que el ejercito Restaurador estaba compuesto por 2500 chilenos y 3000 peruanos.
Respecto a la version del protagonismo de Castilla, prefiero citar las fuentes para que los lectores interesados saquen sus propias conclusiones. Es evidente que si hasta ahora no se llegan a acuerdos sobre los hechos historicos de conflictos mas recientes mas dificultoso es establecer los hechos que realmente sucedieron en la Batalla de Yungay que sucedio hace casi 168 años. No me cabe duda que los soldados chilenos actuaron a la altura de las circunstancias.
saludos
¿Quién está conectado?
Usuarios navegando por este Foro: ClaudeBot [Bot] y 0 invitados