La Pugna Continuación de "El Visitante"

[Domper]

Capítulo 32

De Globalpedia, la Enciclopedia Total.

Tras la batalla de Tikrit el general Alexander comenzó los preparativos para una nueva ofensiva que consiguiese expulsar definitivamente a los alemanes de Kirkuk y Mosul, sin considerar la amenaza que se gestaba en su flanco izquierdo.

Durante este tiempo el Panzerarmee Orient fue solucionando sus problemas de aprovisionamiento. Se mejoró la ruta ferroviaria de Alepo, fueron reparados los daños causados por los sabotajes y se mejoró la seguridad. Se duplicó la línea en algunos tramos, y en el resto se crearon puntos de cruce suplementarios que agilizaban el transporte ferroviario. Además la refinería de Kirkuk fue reparada casi por completo, lo que permitió que el abastecimiento de combustible fuese directo, y tan solo se precisó seguir trayendo desde Haifa la gasolina de aviación de alto octanaje. A pesar de todo el Panzerarmée Orient seguía siendo relativamente débil, pues tan solo disponía de tres divisiones acorazadas, que estaban aproximadamente a un 70% de sus efectivos, y tres de infantería, al 50% tras las pérdidas sufridas en Tikrit. Aunque se estaban incorporando reclutas sirios e iraquíes, la formación de los soldados árabes era deficiente y en diciembre de 1941 apenas componían el 10% de la infantería de Rommel.

A pesar de la creciente amenaza japonesa el general Alexander siguió demandando el envío a Irak de divisiones australianas, neozelandesas e hindúes. El ejército de la India se estaba expandiendo rápidamente. Se había autorizado la creación de otras nueve divisiones, tres de ellas acorazadas (32, 43 y 44 Divisiones acorazadas) y seis de infantería (20, 23, 25, 28, 34 y 36). Una división acorazada y cuatro de infantería fueron enviadas urgentemente desde la India, pero la mayor parte de su equipo procedía de almacenes y era excedente de la Primera Guerra Mundial. Las divisiones estaban escasamente instruidas, carecían casi por completo de armamento pesado y de carros de combate. Tan solo la 43ª División acorazada contaba con un batallón de tanques ligeros y otro de autoametralladoras. Las divisiones que se estaban organizando en la India estaban en peor situación, y apenas se había conseguido cubrir el 50% de sus plantillas. Además de las fuerzas hindúes llegaron a Basora una brigada neozelandesa y dos australianas, también carentes de equipo pesado que esperaban recibir en Irak. Los gobiernos de los dos dominios hicieron saber a Londres que no podrían enviar más tropas al escenario a causa del incremento de la tensión en el Pacífico.

Alexander exigió prioridad en los envíos de armamento norteamericano para reponer las pérdidas sufridas en las batallas de Habbaniya y de Tikrit —especialmente para la 31ª División Acorazada, casi destruida—, y para equipar a las nuevas formaciones. Sin embargo la larga ruta marítima y las demandas del ejército de Portugal retrasaron la llegada del equipo reclamado, por lo que en diciembre de 1941 el Noveno Ejército Británico aunque seguía siendo numéricamente superior a las fuerzas de Rommel, carecía de suficiente material blindado, y gran parte de sus formaciones tenían escaso entrenamiento.

[Domper]

Tilo Schroeder. Con Rommel en el Edén. Op. cit.

Los ingleses iban muy desencaminados si pensaban que con su ofensiva de Samarra habían conseguido bajarle los humos al general Rommel. Tras la ruptura del cerco de Tikrit y la destrucción de la 14ª División India, Rommel hubiese deseado aprovechar la ventaja conseguida y lanzarse inmediatamente al ataque. Sin embargo, el estado de nuestros suministros le aconsejó esperar: las existencias de combustible apenas llegaban al 10% de las que se consideraban necesarias para operaciones ofensivas —parece mentira combatiendo sobre un mar de petróleo—, y las de municiones no estaban mucho mejor. Aun así Rommel, que era todo ímpetu, quería pasar a la ofensiva, esperando suplir las necesidades de nuestras tropas capturando los suministros del enemigo; pero el coronel Von Tresckow consiguió disuadirle con un argumento que admitía escasa réplica: en los depósitos ingleses tal vez encontrásemos gasolina para nuestros tanques, pero no municiones para nuestros cañones. Sin municiones sería imposible conseguir una victoria decisiva: todo lo que lograríamos sería hacer retroceder a los británicos unos kilómetros ¿pero qué importancia tenía mover nuestras líneas desde Tikrit a Bagdad? Tomar la capital, desde luego, tendría gran valor propagandístico, pero implicaría una dura lucha en un terreno difícil para nuestros tanques —que eran nuestra mejor baza—, y probablemente acabaríamos por perder la ciudad con la siguiente contraofensiva británica.

Según Von Tresckow solo había tres objetivos en Irak que mereciesen la pena. Uno ya lo teníamos, y era el petróleo de Mosul. Otro, conseguir que el Sha de Persia se pusiese de nuestra parte; aunque no podíamos esperar que entrase en guerra contra los ingleses —pues Irán tenía una gran frontera abierta con la India y con Afganistán—, una neutralidad estricta sería muy perjudicial para los británicos, que dependían del Estrecho de Ormuz para mantener su ejército.

Pero estos dos, en realidad, eran objetivos menores. Aunque perdiésemos el petróleo de Mosul, los pozos de Egipto ya habían sido reparados y habían permitido paliar la penuria de carburante que habían estado pasando italianos y españoles. Además ya había empezado a manar el petróleo de los yacimientos libios; era cuestión de tiempo que la Unión Paneuropea consiguiese de Libia —y de Argelia, donde los franceses también habían iniciado prospecciones— todo el fuel que pudiese desear. Respecto al Sha, la amistad de un sátrapa oriental era más voluble que el viento, e incluso si se adhería a nosotros de corazón, corría el riesgo de ser destronado en uno de esos golpes palaciegos que tan bien sabían tramar los ingleses.

El principal objetivo en Irak, aquel por el que estábamos luchando en ese rincón dejado de la mano de Dios, era el ejército británico. Los ingleses habían acumulado una gran fuerza expedicionaria, con al menos doce divisiones que, según Inteligencia, estaban desmoralizadas, mal instruidas y peor equipadas. Cualquier retraso en lanzar nuestra ofensiva permitiría que los ingleses se entrenasen y se rearmasen. Sin embargo, teníamos que ser precavidos con nuestros movimientos, pues se trataba de una fuerza más numerosa que la nuestra, que incluso tenía más tanques —gracias a la ayuda norteamericana— y un ataque fallido solo serviría para mejorar la moral del enemigo y darles una experiencia que dificultaría nuevas operaciones. Además, desde Berlín le pidieron a Rommel que retrasara una vez más su ofensiva, para hacerla coincidir con los ataques que iban a sufrir los ingleses por todo el mundo.

Pedirle esperar a Rommel era como exigir a un león que se calmase. Parecía un tigre enjaulado, revisando una y otra vez los informes sobre la llegada de municiones, las reparaciones de la refinería de Kirkuk, el adiestramiento de los nuevos reclutas árabes o el estado de la “oruga perezosa”, el ferrocarril de Alepo, que por fin iba tomando ritmo. Una y otra vez salía para inspeccionar las tropas, viajando en coches ligeros sin escolta o en avionetas, corriendo unos riesgos que nos ponían los pelos de punta. El general solo se relajó —es un decir— cuando desde Berlín se le indicó que a partir del primero de diciembre tendría carta blanca.

[APVid]

A pesar de la creciente amenaza japonesa el general Alexander siguió demandando el envío a Irak de divisiones australianas, neozelandesas e hindúes.

Una duda ¿Hay algún tipo de puente aéreo con Chipre y Creta equivalente al de los italianos con Etiopia en la LTR?

[Domper]

Para eso se necesitan aviones, y el desastre sufrido por los ingleses en Palestina no habrá dejado muchos aparatos en el Mediterráneo. Tampoco habrá gasolina y, sobre todo ¿a dónde ir?

Saludos

[kaiser-1]

¿Alguien se atreve a aventurar una cifra de aviones necesarios para ese puente aéreo?. Tened en cuenta que en las bolsas de Demyansk y Kholm requirieron no sólo el envío al frente de cualquier avión capaz de transportar suministros (incluso se tuvo que recurrir a instructores y cadetes de las escuelas de vuelo de Ju-52). Sólo en Demyansk los alemanes perdieron 106 Ju-52, 17 He-111 y dos Ju-86 (en Kohlm se emplearon de forma masiva los planeadores DF-230 y Go-242) y a eso pesar de que apenas existía oposición aérea (La VVS soviética estaba en plena reorganización y casi todos los recursos estaban destinados a la gran contraofensiva de Moscú).

[APVid]

Se trata de vuelos de largo alcance no sobre el frente, como señale los italianos lo hicieron.

Es la única forma de llevar refuerzos y suministros desde Basora a esas islas.

Chipre canta mucho: los alemanes no están tan ciegos para no darse cuenta de que allí casi no hay fuerzas (por la documentacion capturada, los datos que obtengan de los turcos que comercian con la isla y del reconocimiento aéreo).
Si no se envían refuerzos y aviones, el desembarco de escasas tropas la capturara de inmediato.

[urquhart]

Hola a todos,

los italianos llegaron a bombardear Bahrein, partiendo desde el Dodecaneso

http://www.comandosupremo.com/manama.html/2

Pero fijaos, la carga era mínima, 1500 kg por aparato. Creo que un puente aéreo desde la misma Manama del relato a Chipre, sería inviable, además, los priemros vuelos podrían tener el éxito de la sorpresa, pero los posteriores serían interceptados.

Creo que Chipre y Creta, en la LTU son grandes POWs; otra cuestión es la oportunidad política que ofrecen.

Saludos

[APVid]

Los italianos usaron SM75, SM82 y SM83 para enlazar Libia y Etiopia.

Creo que Chipre y Creta, en la LTU son grandes POWs; otra cuestión es la oportunidad política que ofrecen.

Creta si, lo mejor es dejarla quieta; hay más de 42.000 soldados. Aunque la mayoría están desarmados y tropas de línea podrían ser solo 15.000. El problema es que sería unas nuevas Canarias porque la población se puede echar al monte. Es mejor dejarla quedar como hicieron los aliados.

Chipre en cambio tiene una pinta excelente: escasa guarnición británica, tropas chipriotas escasas y reclutadas con mucho recelo, población no leal, además de ser una isla muy grande. Ideal para prácticas de desembarco.

Pero en ambas los británicos están faltos de armamento y de suministros; en especial deben ir escasos de munición antiaérea y de combustible (a diferencia de Rabaul no hay unos enormes depósitos subterraneos) y repuestos para los pocos aviones. Creó que a estas alturas la defensa AA será casi nula.

[Domper]

¿De verdad crees que conviene dejar Creta en manos británicas? ¿Con sus excelentes puertos, aptos para submarinos? ¿Su importante guarnición que obliga a reforzar las defensas de las islas próximas? ¿Suponiendo una fuente de agitación para los Balcanes? ¿Pudiendo ser una base aérea desde la cual se puede atacar tanto Ploiesti como el transporte de petróleo por el Mediterráneo? Creta, estratégicamente, es más valiosa que Malta.

Lamentablemente a por Creta hay que ir sí o sí. Efectivamente será una campaña difícil. Habrá que ver como organizarla. Tal vez salga más adelante.

Saludos

[Domper]

En las dos semanas que quedaban el general estuvo completando los planes de la operación Frühapfel, “manzana temprana”.

Bagdad parecía un objetivo tentador: estaba cercana a nuestras líneas, su conquista tendría indudable efecto propagandístico y moral, y probablemente el enemigo lucharía por ella. Pero el general renunció a atacarla: la ciudad estaba en medio de una región cruzada por ríos y canales que era demasiado fácil de defender. La orilla izquierda del Tigris tampoco era el mejor lugar: entre los montes Zagros —que separan Irán de Irak— y el río Tigris hay una llanura que en las cercanías de Kirkuk, donde estaba el frente, era dura y apta para los carros de combate. Pero más allá estaba cortada por varios ríos que desde los citados montes llegan al Tigris, y finalmente acaba llevando a las marismas cercanas a Basora. Pero no todo eran desventajas: nuestras bases de Kirkuk y Mosul estaban próximas, los flancos quedarían protegidos a la derecha por el Tigris y a la izquierda por la frontera persa. Una vez rebasada Bagdad, podríamos cruzar el Tigris y cercar la capital, sin tener que luchar en acequias y lagunas. Además cualquier movimiento nuestro por la zona tendría gran repercusión en Teherán. De hecho, una ofensiva en ese sector sería lógica si nuestro objetivo fuese alejar a los británicos de Kirkuk y amenazar Bagdad.

Pero al general Rommel le importaba muy poco la capital, porque su intención era conseguir una victoria similar a las de Egipto o Suez: quería el premio grande, es decir, destruir todo el ejército inglés de Mesopotamia. Por eso el objetivo de Frühapfel no sería ni Bagdad ni Basora, sino Kuwait, para encerrar a todo el ejército inglés en Mesopotamia. Sin embargo, nos encontrábamos en una situación que se estaba convirtiendo en la norma: nuestras tropas eran inferiores a las del enemigo. Solo las superaban en entrenamiento y en movilidad, que se derrocharían en una batalla de posiciones.

Había un espacio ideal para esas operaciones fluidas que nos eran tan ventajosas, y que además nos permitiría cercar al enemigo: la orilla derecha del Éufrates. Aparentemente era mal sitio para atacar, ya que varios grandes lagos pantanosos dejaban estrechos pasos de tierras muy fértiles y por tanto cruzadas por multitud de canales, en los que se situaban varias ciudades. La base de Habbaniya se encontraba en una de esas franjas de tierra, y la 7ª Panzer había demostrado lo fácil que era defenderlas. Pero más allá de los lagos comenzaba el desierto arábigo, que allí se componía de grandes extensiones casi planas, con suelo firme o como mucho pedregoso, sin los grandes mares de arena que había en Arabia Saudí. La intención de Rommel era lanzar un “gancho de derecha” en el que nuestras tropas motorizadas se moverían por el desierto, rodeando los lagos, mientras los tanques seguirían la orilla del Éufrates. Cuando llegásemos a Kuwait la Luftwaffe podría impedir la navegación por el Golfo Pérsico igual que en su día había cerrado el Mar Rojo, y el ejército inglés quedaría atrapado. Sin embargo, los planes originales, que acumulaban polvo desde el verano, presuponían un ataque desde Kerbala, que nos había sido arrebatada en agosto. Iba a ser necesario rodear no solo los lagos Nazaj y Hammar, en el curso bajo del Éufrates, sino también el lago Razzaza en Kerbala, añadiendo 150 km a los 500 iniciales.

¿Avanzar 650 km frente a la oposición enemiga? Contado así, parecía de locos. Pero ese espacio amplio permitiría que nuestros tanques maniobrasen a su antojo y destruyesen a las escasas fuerzas móviles que le debían quedar a Alexander. Nuestra aviación podría actuar a placer contra un enemigo que no encontraría lugar donde esconderse. Al final, los ingleses tendrían que elegir entre salir a luchar al desierto con sus divisiones de infantería y los pocos tanques que les quedaban —ojalá—, retirarse apresuradamente hacia Basora para intentar reembarcar, o quedar atrapados en medio de un país hostil.

[Domper]

Lógicamente, nuestras operaciones más allá del Éufrates serían más sencillas si los ingleses no las esperaban, porque en el periodo de gracia que estaban teniendo entre los combates de Tikrit y la gran ofensiva de Rommel podrían fortificar el curso bajo del Éufrates y los accesos al Golfo, e incluso prepararse para la retirada. Había que convencer a los británicos de que nuestras intenciones eran otras, y para eso pensábamos aprovecharnos de su cortedad de miras.

Alexander ya había demostrado su miopía durante la batalla previa, cuando desaprovechó la ocasión para cortar el oleoducto de Kirkuk a Haifa. Seguramente esperaría de Rommel una ofensiva tan poco ambiciosa como las que él planeaba, y ya que resultaba evidente que el general inglés daba gran valor a la posesión de Bagdad ¿por qué no convencerle de que ese era nuestro objetivo real? Incluso tras la retirada tras la ofensiva de Tikrit la capital estaba a un par de días de marcha de nuestros tanques, ofreciéndose ante nuestros ojos como una manzana madura. Rommel creía que no iba costar mucho convencer a los ingleses de que ansiábamos tomarla. Tan solo sería necesario que fuesen ellos los que “descubriesen” nuestras intenciones.

Lo más fácil hubiese sido irle con el cuento a Rashid Alí; en cuestión de minutos nuestros planes llegarían al cuartel general de Alexander en Bagdad. Pero incluso a alguien tan obtuso como el general británico se le ocurriría que nadie sería tan tonto como para confiar ningún secreto a los iraquíes.

Para engañar a los británicos primero teníamos que conseguir que la añagaza fuese creíble. Por ello lo primero que hicimos fue diseñar la supuesta ofensiva: la operación Paradies —hasta tenía nombre— consistiría en un ataque por la orilla izquierda del Tigris. Partiendo de la carretera entre Bajii y Kirkuk, tenía que rodear Bagdad por el este, para luego cruzar el río al sur de la capital y completar el cerco. Las ventajas de una ofensiva de ese tipo ambos bandos las conocíamos, y se trataría de la operación que planearía un general cauteloso y mojigato como Alexander.

Se empezaron los preparativos para el ataque, acumulando suministros en Kirkuk y Bajii, mejorando los apartaderos ferroviarios y los caminos, y reuniendo los batallones de tanques de nuestras tres divisiones panzer —la 7ª, la 15ª y la 21ª—. Las divisiones 10ª y 21ª motorizadas relevaron a las tropas iraquíes en la primera línea, y efectuaron varios ataques de tanteo o para mejorar posiciones. El general Rommel, a su vez, hizo varias visitas de inspección en el área, dejándose ver todo lo que pudo, aunque esta vez intentó no correr demasiados riesgos: ya conocíamos la nueva afición de los ingleses de ir a por la cabeza. Todo se hizo como si fuesen los preparativos para una operación real: los movimientos de tropas o de provisiones se hacían por la noche, y los depósitos estaban muy bien camuflados, tanto que ni la Luftwaffe era capaz de distinguirlos, y era de suponer que la R.A.F. tampoco. Daba igual, porque nuestras tropas estaban rodeadas de nubes de arrapiezos pidiendo limosnas y golosinas, y estábamos seguros que muchos de ellos estaban a sueldo de los ingleses, que se felicitarían diciendo “esos tontos teutones pensaban que nos iban a engañar”.

La guinda la pondría el propio Rashid Alí. Le ocultamos nuestras intenciones y Rommel tal solo le dijo que estaba preparando un ataque para la segunda quincena de diciembre —dos semanas más tarde de nuestras intenciones reales—, para el que iba a necesitar muchos más reclutas iraquíes. Le dijo que necesitaba, si era posible, reclutas procedentes del sur de Bagdad. También le pidió mapas del todo el país —que el muy inútil aun no nos los había entregado, vaya aliado que teníamos—, y los del Estado Mayor recibimos instrucciones de molestar continuamente a nuestros colegas iraquíes con preguntas sobre si el desierto a la izquierda del Tigris era duro, pedregoso o arenoso, sobre el caudal de los ríos Al Uzym y Dilaya —ambos eran afluentes por la izquierda del Tigris—, los vados del río al sur de Bagdad, etcétera. Cuando nos preguntasen, diríamos que solo preguntábamos por si corríamos el riesgo de un ataque británico en esa región; pero no apartaríamos los ojos de esos mapas.

Mientras, el poderío de nuestras fuerzas aéreas se incrementaba: la mayor parte de los aviones del Mediterráneo y de Egipto —que los desagradecidos italianos se las arreglasen como pudiesen— fueron trasladados a bases en Siria y el norte de Irak, donde inmediatamente mostraron su poder: bombardeando las bases aéreas enemigas, interceptando sus aviones, especialmente los de reconocimiento, algo nada sencillo, y atacando todo lo que se moviese. Dificultar los movimientos británicos iba a ser lo más importante.

[APVid]

¿De verdad crees que conviene dejar Creta en manos británicas? ¿Con sus excelentes puertos, aptos para submarinos? ¿Su importante guarnición que obliga a reforzar las defensas de las islas próximas? ¿Suponiendo una fuente de agitación para los Balcanes? ¿Pudiendo ser una base aérea desde la cual se puede atacar tanto Ploiesti como el transporte de petróleo por el Mediterráneo? Creta, estratégicamente, es más valiosa que Malta.

No estoy de acuerdo. Creta no tiene capacidad de ser una base de ataque en este momento.

Primero la RAF en la isla ha sido aniquilada o reducida a la impotencia: sus campos están en el norte al alcance de bombardeos, no había reservas de combustible ni recambios para mantener operativas las unidades.
Así que tras más de 6 meses de asedio, con suerte podrían volar un par de Gladiator canibalizando al máximo el resto (y no olvidemos que el único bombardero disponible era el Blenheim).
La única forma de recibir lo que necesitan es por aire, pero si difícil es hacer llegar algo a Chipre, a Creta es casi imposible.


En segundo lugar la Royal, de nuevo es casi imposible que quede nada, los puertos aptos están al norte de la isla, al alcance de los bombardeos. En la LTR el plan era que entrasen en el Egeo de noche para patrullar y desembarcar suministros y saliesen de día para evitar los aviones.
Lo de base para submarinos no lo veo: no hay instalaciones, ni suministros (en especial carburante), y para que lleguen deben atravesar las barreras del Estrecho y Sicilia.
Así pues con mucha suerte pueden quedar un par de cañoneros en la isla, porque recordemos que la Royal salió del Mediterráneo y cualquier buque importante atraerá a los stukas y torpederos.


El ejército tampoco está en condiciones, solo cuenta como fuerzas operativas con parte de la 2ª División Neozelandesa, la 14º Brigada y la 19º Brigada australiana. El resto realmente no sabe luchar o carece de armamento o como los griegos tiene armas con más de 50 años.
Realizar operaciones con ellos intentando un desembarco en cayucos, cruzando un mar bajo control enemigo es suicida, un solo destructor haría una matanza (como en la LTR pero a la inversa).

Además el problema del armamento AA es grave, era escaso y en esos 6 meses su munición se debe haber agotado.


Por todo ello lo mejor es dejar Creta en paz como campo de prisioneros, pues son los británicos por prestigio los que intentarán costosas misiones de reaprovisionamiento sacrificando aviones y submarinos.

[Domper]

En estos momentos Creta no es una molestia, pues es cierto que está sumida en al impotencia. Pero ¿Y en el futuro? Existe la posibilidad de que la URSS entre en guerra e invada Turquía y los Balcanes, o que las operaciones en Irak salgan rana, o qué sé yo.

Además aunque en el momento actual Creta sea poco operativa, seguirá siendo un foco de insurrección. Por otra parte, hasta que no empiecen a producir los campos libios, está justo a caballo de las principales líneas de suministros de petróleo. Los ingleses tenían varios grandes submarinos, aptos para efectuar misiones de transporte (lo hicieron en la realidad yendo y viniendo a Malta), y el paso de Gibraltar, en la realidad, solo empezó a ser peligroso avanzado 1942. Los alemanes o italianos van por detrás en guerra antisubmarina, recordemos. Basta con que cada submarino que entre hunda un petrolero para que en no demasiado tiempo se plantee un buen problema.

Finalmente, mientras Creta siga en pie hay que mantener importantes fuerzas en el sur de Grecia y en el Dodecaneso, tanto terrestres como navales y aéreas. Delenda esse Creta.

Saludos

[kaiser-1]

Ya está dicho. Jano ha mostrado su fiero rostro y las puertas del Templo de Marte han sido abiertas. Delenda Creta est!
El cónsul ha hablado. Creta y todos los que se resistan conocerán el aterrador rostro de la guerra. ¿Veis lo que pasa por incordiar al Gran, Omnipotente y Sabio SH?

[urquhart]

Hola a todos,

los submarinos podrían suministrar muy poca cosa a Creta. Medicamentos, piezas de recambio esenciales, algún que otro especialista y poco más. Además necesitaría su propia capacidad de carga para almacenar combustible para el regreso a las Islas.

Respecto al paso del estrecho de Gibraltar y el Canal de Sicilia, es una probabilidad, pero de igual modo, supone un riesgo innecesario, la RN no podrá disponer de tantos hombres como en la LTR, deberán cubrir las bajas del Army, dadas las circustancias. Cualquier tripulación perdida se convertiría en una pérdida irreparable.

Si en la LTR los brits llegaron al final del pote en 1943, ahora llegarán antes; ya que hay operaciones que no fueron reales, y el 1st Canadian, algo me dice que dejará de ser una fuerza de combate tras Canarias y Portugal; por lo pronto, un Army Corps.

A la espera de Tio Joe; aunque no veo a la Flota del Mar Negro cruzando el Bósforo para socorrer a los brits. La Regia monta un barraje de subs frente al MAr de Mármara, y como en Gallipoli.

¿Caerá Creta? Carthago delenda est...Catón el Viejo