Los Panzer alemanes: detrás del mito

[japa]

Las PzDIv nacieron para romper el frente, envolver al enemigo y aniquilarle. Y lo hacían muy bien. Pero nadie pensé en lo que vendría después.

Sin embargo, puede que el error más decisivo de todos fuera, precisamente, el único que la PanzerWaffe no podía enmendar, ya que no era suyo.

En los años decisivos de la formación de la LuftWaffe, Goering y sus acólitos siguieron los preceptos doctrinales de Guilio Douhet. Este autor, entre otras cosas, preconizaba que la superioridad aérea se conseguía destruyendo los aeródromos y la industria aeronáutica del enemigo, relegando a los cazas a la misión de escoltar a los bombarderos. Por ello los planificadores, como Erns Udet, la mano derecha del ReichsMarshall, consideraron que el arma de caza era secundaria, y no se le dio importancia hasta que fue demasiado tarde.

Una serie de factores políticos llevaron a despreciar igualmente el desarrollo de verdaderos bombarderos estratégicos, grandes cuatrimotores capaces de atacar el corazón industrial del enemigo, centrando todo el esfuerzo aéreo en el apoyo en el campo de batalla y la retaguardia inmediata, es decir, en garantizar (de nuevo) la victoria tactica. Cuando esto no bastó para conseguir la derrota británica, la LuftWaffe simplemente no tuvo capacidad para destruir la industria británica y, cuando los cazas de la RAF ganaron el espacio aéreo sobre los panzer en África, tampoco había suficientes cazas para disputarles el cielo. La misma falta de cazas supuso que el bombardeo estratégico aliado casi acogotó a la industria alemana antes de Normandía, e hizo imposible cualquier atisbo de ofensiva acorazada en Francia en 1944.

¿Recordamos la promesa de 1000 cazas a reacción sobre normandía? Los carristas germanos hubieran dado lo que fuera por ver aunque solo fuera un caza alemán de cuando en cuando. En el este se logró sostener la situación durante un poco más de tiempo, por las tremendas bajas sufridas por la aviación soviética al comienzo de la guerra, pero en el verano del 43 el cielo se volvió rojo, y ya nunca cambió de color.

Sin cazas, los panzer no sólo no podían combatir. Ni siquiera podían desplazarse sin ser descubiertos y sufrir ataque tras ataque. Con las lineas logísticas sometidas siempre a bombardeo no era posible recibir suministros o reemplazos. Sin apoyo aéreo no era posible quebrar las defensas del enemigo y sin observación tampoco era posible conocer sus movimientos. Y con la industria aplastada, día sí, día también, desde el aire, llegó un momento en que la gasolina o los repuestos eran un tesoro.

Los Panzer fueron vencidos, finalmente, desde el aire. Su derrota no se fraguó durante la guerra, en los estados mayores enemigos, sino 10 años atrás, en los despachos de Goering y sus subordinados.

[japa]

LA SOMBRA MÁS NEGRA

No es posible completar una historia de la PanzerWaffe sin mencionar la parte más sucia de esa historia. Hemos mencionado de pasada algunos de los crímenes en que se vieron envueltas las tropas acorazadas, como la miserable actuación de la división Das Reich en Francia o las ejecuciones de prisioneros por parte de las tropas de Peiper en las Ardenas. Puede dar la impresión de que sólo los carristas de la Orden Negra estuvieron implicados en desmanes, pero es una imagen falsa.

Las matanzas en Italia, Francia y los Paises Bajos llaman mucho la atención porque hasta las fases finales de la guerra la población de Europa occidental no sufrió demasiado bajo el régimen alemán. Después de todo sus habitantes, salvo los judíos y los gitanos, tenían un lugar en el futuro soñado por los nazis. Igualmente destacan las ejecuciones de prisioneros aliados porque son la excepción, no la regla. En el frente occidental, salvo excepciones puntuales, se aplicaron las normas de la convencion de Ginebra. Sin embargo esos actos, puntuales al oeste de Alemania, eran lo cotidiano en Europa Oriental.

Cuando las tropas de Hausser retomaron Jarkov en 1943 masacraron a miles de heridos soviéticos hospitalizados en la zona. Las atrocidades cometidas en la retaguardia oriental multiplican por mil la matanza de Odadour. Regiones enteras fueron devastadas, pueblos enteros barridos de la faz de la tierra como represalia por los ataques partisanos. Y nadie protestó, como sí hizo Rommel en el caso francés, porque los eslavos no eran sino ganado para los ocupantes.

Eso se aplicaba a cualquier desmán cometido por soldados alemanes. No había consecuencias disciplinarias para el saqueo, el asesinato, el maltrato o las violaciones, salvo que algún mando puntilloso quisiera castigar a un soldado por ensuciar su pureza aria con una mujer de raza inferior, en cuyo caso bastaba con matar a la victima para solucionar el problema. Y, dado que podían hacer lo que quisieran, impunemente, los alemanes lo hicieron todo. Absolutamente todo. Y no los miembros de las unidades de exterminio, o las tropas Waffen: todos. La leyenda de la Wermatch de las manos blancas hace mucho que se fue por el desagüe.

[japa]

Hay que decir, no obstante, que en general las tropas acorazadas no participaron demasiado en los desmanes. No porque tuvieran una mayor humanidad, sino porque, siendo tropas mecanizadas, no eran empleadas como unidades de guarnición en el frente, ni se encargaban de tareas de seguridad en retaguardia. Otra cosa es en el campo de batalla, ya que, por ejemplo, participaron activamente en la deportación masiva de la población ucraniana durante la huida hacia el Dnieper, y la ejecución de prisioneros estaba a la orden del día.

Lo mismo puede aplicarse a las tropas panzer de las Waffen, y multiplicado, ya que unidades como la Totenkopf, formada con guardias de campos de concentración, se enorgullecían de su ferocidad . Aún así, estas divisiones mantuvieron, en general, un comportamiento más disciplinado que otras tropas de las SS, que, sobre todo en los dos años finales de la guerra, se comportaban como bandas de saqueadores uniformados.

Donde no hay paliativos es en el comportamiento moral de los mandos. Hemos visto nombres gloriosos en estas páginas, pero la mayoría están cubiertos de basura y sólo la llegada de la Guerra Fría y la necesidad de enterrar rápidamente el pasado de los generales germanos ha llevado a esconder sus crímenes. No los de los mandos intermedios, que combatieron con dignidad (hay casos de corrupción muy evidentes, como el del general Von Feuchtinger, pero no son la norma) sino los grandes nombres como Guderian, Kluge, Manstein... que fueron cómplices indisimulados del nazismo y sacaron un jugoso rendimiento a su pleitesía frente a Hitler. Y no sólo en cuanto a prestigio, honores e influencia, sino en forma de gabelas de todo tipo, incluyendo contundentes sumas de dinero.

Guderian dejó bien probada su bajeza moral en 1944, tras el atentado de junio, exigiendo castigos ejemplares, apoyando la persecución de los militares desafectos al régimen y aplaudiendo ostentosamente la farsa judicial y las ejecuciones vergonzantes, ajenas a la legislación civil y militar de Alemania. Por comparación, hombres como Dietrich, que nunca renegaron de su ideario nazi, demostraron mucha más dignidad y entereza.

Todos esos gerifaltes firmaron, apoyaron y distribuyeron la infame Orden de Comisarios de 1941, y ni uno sólo de ellos presentó la más mínima objeción, ni les tembló la mano a la hora de ordenar represalias y destrucción cuando la guerra ya estaba más que perdida. Y, pese a su supuesto valor, ninguno de ellos tuvo la entereza necesaria para acortar la guerra, aparejando meses de dolor y miseria al pueblo que decían defender.

El mariscal Model, al menos, tuvo la suficiente dignidad como para morir junto con su ejército. Sus colegas prefirieron fingirse sordos, ciegos y mudos, como si hubiera habido dos guerras y ellos no se hubieran percatado más que de la mitad.

[japa]

No quisiera despedir esta narración sin añadir una valoración estrictamente personal. Como tal, es rebatible.

Las hazañas de los carristas germanos y sus jefes son asombrosas. Su habilidad, voluntad y valor les llevaron tan cerca de la victoria que sólo sus hazañas al tratar de frenar la marea que aplastó Alemania pueden hacer palidecer los laureles de sus días de gloria. En los momentos de mayor adversidad sacaron lo mejor de sí mismos y se sobrepusieron a situaciones que habrían puesto de rodillas a ejércitos mucho más numerosos y mejor pertrechados.

Sus cabalgadas, del Atlántico al Cáucaso, de De Libia a Egipto, fascinan a cualquier lector desapasionado. Sus máquinas cautivan la imaginación y sus nombres resuenan a medio siglo de distancia.

Toda esa gloria militar, empero, se sustenta sobre un charco de heces.

Los panzer no fueron a la guerra para salvar a Alemania de ningún peligro, sino para esclavizar al resto de Europa. Sí, en los últimos años, fueron el último escudo de su pueblo contra la venganza de sus enemigos, pero esa venganza era más que legítima. Ni una sola nación agredió a Alemania: todas fueron agredidas y, salvo Gran Bretaña, todas fueron pisoteadas.

No habia ningún motivo real para la guerra: Europa fue convertida en un cementerio por el solo capricho de un hombre, y los carristas, al igual que todos los soldados alemanes, aplaudieron a ese hombre y confiaron ciegamente en sus promesas.

La PanzerWaffe no juró lealtad hasta la muerte a Alemania, ni al pueblo alemán, ni a las leyes alemanas. Juraron por el nombre de Adolf Hitler, arrasaron y destruyeron en nombre de Adolf Hitler y, hasta el final, cumplieron las órdenes de un miserable que ni siquiera consideraba a su pueblo digno de sobrevivirle.

Nadie forzó a los militares alemanes a prestar ese juramento. Lo hicieron por propia iniciativa, un regalo de absoluta sumisión. Ese juramento lo ensucia todo, y les hace cómplices, quieran o no, de sus crímenes. De todos sus crímenes. Convierte su lucha en una triste farsa y reduce sus proclamas de honor a palabras vacías.

[japa]

Y ahora sí, esto es todo amigos.

[J.MOVADO]

Gracias Japa por tus magníficas aportaciones.

Como bien dices son opiniones. La parte «aria» creo que no gusta a casi nadie, pero justo es reconocer la parte ideológica negativa, aislada durante todo el hilo.

Creo que a nadie le gusta que esto se acabe y me atrevo modestamente a pedirte que sigas este hilo con aportaciones de donde derivaron las Panzer después de la guerra, al menos en los primeros años. Por supuesto siempre que te sea posible.

Muchas gracias por tus aportaciones y esfuerzo personal. Un placer leerte.

[ACB, el Mutie]

Enhorabuena por esta más que interesante lectura.

Saludos

[tercioidiaquez]

Gracias por uno de los hilos mas brillantes no solo del foro, sino de internet.

[flanker33]

Japa, solo agradecerle todo el esfuerzo y el trabajo que le habrá supuesto la realización de este interesantisimo hilo, para que los aquí presentes nos hayamos informado más y mejor a lo largo del tiempo que ha durado el mismo, de un tema tan complejo y amplio. Un saludo.

[Luis M. García]

Bueno Japa, ya te dí la enhorabuena por adelantado, pero te la reitero; con estos últimos posts has acabado de poner la guinda al pastel.

Ha sido muy ilustrativo y entretenido leer tu gran trabajo, a lo que contribuye no poco tu buen estilo.

Felicidades.

[cmerinog]

Me sumo también al agradecimiento por este tan interesante hilo, que por si mismo compilado daría para crear un libro, publicarlo, y yo comprarlo, no tenga ninguna duda de ello :)

Saludos desde Asturias :)

[urquhart]

Hola a todos,

poco más se puede añadir a lo anteriormente expresado por Tercio, Flanker, Luis, Movado, cmerinog.

Felicidades, y gracias, por tu tiempo y compartirlo con nosotros.

[Takao]

Felicidades por el excelente hilo y todos los asiduos lectores que lo han seguido durante años

[Arandruno]

Gracias enorme Japa.

Lo único que se puede agregar es ¡QUÉ LÁSTIMA QUE LLEGÓ EL FIN!

Me uno al pedido de que si se puede, continúes con derivaciones después de la guerra.

[japa]

No, lo siento pero esto se acaba aquí, estoy más que saturado y he estado a punto de tirar la toalla cien veces. Demasiado tiempo, demasiadas fuentes, demasiado trabajo. Ni un panzer más.