Bien, tras unos días de trabajo y trescando por Montserrat, prosigo
El primer libro de Suvorov no apareció en el vacío absoluto, ni mucho menos. Ya desde junio de 1941, el propio Adolf Hitler justificó el inicio de Barbarroja aduciendo que la Wehrmacht había emprendido un ataque preventivo contra la URSS. Tras 1945, esta tesis fue también aducida por los abogados defensores de los encausados en el famoso Tribunal de Nuremberg (1945-1946) y, posteriormente, aún seguiría manejada por cierta historiografía alemana de tendencia conservadora y con el ánimo evidente de blanquear la memoria del III Reich en Alemania Occidental, que usualmente se ha conocido bajo la etiqueta de "revisionista".
El ejemplo más reciente antes de la publicación de
Icebreaker fue el de Joachim Hofmann, quién en 1983 ya había defendido tesis similares en un artículo publicado entonces.
Antes de 1988, sólo había aparecido publicado un libro del filósofo austríaco Ernst Topitsch -
Stalins Krieg. Die sowjetische Langzeitstrategie gegen den Westen als rationale Machtpolitik (1985, existe una traducción al inglés de 1987)-, quién -sin emplear ningún tipo de fuente- afirmó que Stalin había maquinado todo el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial entre septiembre de 1939 y junio de 1941 para, a continuación, preparar el terreno para ultimar los preparativos para ejecutar una ofensiva general contra el Occidente capitalista, planeando llegar hasta las playas del Golfo de Vizcaya, en el marco de una especie de plan maestro de Stalin para dominar bajo su puño toda la masa continental euroasiática. En esa situación, Hitler habría iniciado Barbarroja en un desesperado intento para salvar a Occidente de la -tan aterradora como supuesta- amenaza que se avecinaba mediante su
Präventivkrieg.
Respondiendo aquí a jmfer, al menos Pío Moa emplea algún testimonio y bibliografía y, en cambio, no nutre sus libros exclusivamente con fantasías dignas de las novelas de Tom Clancy
Aquí debo matizar un dato que había aportado en un post anterior. La edición en inglés de 1990 del libro de Suvorov no fue la primera, ya que en 1988 había publicado su obra en Francia y en ruso -
Ledokol: Kto nachal vtoruiu voinu? (1988)-, siendo traducida la obra al alemán en 1989.
En 1991, Hoffmann publicó un nuevo artículo defendiendo nuevamente esta tesis, publicando en 1995 un libro que prometía ser una "obra definitiva" sobre esta cuestión desde el punto de vista revisionista -hay que decir que Hoffmann es de los pocos historiadores alemanes que ha tratado sobre esta cuestión que lee ruso (SCHMIDER, 1997: 186). Pero cuando lo hizo, apenas le dedicó a la cuestión 47 páginas -de un total de 336- en su
Stalins Vernichtungskrieg 1941-1945. Klaus Schmider comentó de esta obra que las expectativas despertadas se verían defraudadas, ya que apenas sólo vuelve a repetir lo afirmado en los artículos que había publicado anteriormente, insistiendo en las tesis de la
Präventivkrieg.
Por último, quedan dos obras reseñables. Una, es la publicada poco antes por Werner Maser -
Der Wortbruch. Hitler, Stalin und der Zweite Weltkrieg (1994)-, que no deja de ser un plagio descarado de los artículos de Hoffmann y del libro de Suvorov-Rezun (ver comentarios en SCHMIDER, 1997: 185-186). La otra es el
Unternehmen Barbarossa. Deutsche und sowjetische Angriffspläne 1940/41 (1995) de Walter Post, quién defendió las tesis en favor de la guerra preventiva hitleriana de verano de 1941 aduciendo los testimonios presentes en los interrogatorios efectuados por los aliados occidentales en 1945 a -entre otros- Gerd von Runstedt, Alfred Jodl y Hermann Goering, además de citar algunos fragmentos dispersos del Diario de Franz Halder. Creo que no merece más comentarios la cosa
Finalmente, también cabe reseñar que esta polémica saltó a la prensa alemana por estos mismos años, mereciendo esta discusión a aparecer en la portada del conocido semanario
Der Spiegel en 1996. Las tesis revisionistas de la
Präventivkrieg tuvieron bastante éxito a inicios de la década de 1990, siendo los libros de Suvorov auténticos éxitos de ventas en Alemania. Incluso se llegó a publicar un artículo en el prestigioso periódico
Frankfürter Allgemeine Zeitung donde se afirmaba que las tesis de la guerra preventiva del III Reich contra la URSS habían ganado crédito gracias a los datos aportados por Suvorov (ver ULDRICKS, 1999: 633).
En un próximo post hablaré de los ecos de la obra de Suvorov en EEUU y en Rusia, añadiendo que también existió cierto debate en Israel -aunque carezco de referencia concreta alguna respecto a este último país. Posteriormente, espero poder comentar, como mínimo, algunos de los documentos más importantes sobre los que ha pivotado el debate: el discurso de Stalin del 5-V-1941 y el plan presentado por Timoshenko y Zhukov a Stalin el 15-V-1941, además de hablar sobre las relaciones diplomáticas nazi-soviéticas mantenidas durante el periodo 1939-1941.
Un saludo,