What if: Imaginemos un Barbarroja en 2 etapas
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- General de Brigada
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What if: Imaginemos un Barbarroja en 2 etapas
Lo que viene a continuación es MUY importante para mi What IF
Los primeros ataques soviéticos contra el Grupo de Ejércitos Centro fueron ejecutados por el Frente Occidental, ahora bajo el mando del ubicuo General Zhukov.
Planificado para que el asalto hubiera comenzado solamente a finales de noviembre, los preparativos estaban lejos de estar completos cuando la contraofensiva comenzó.
Presten atención a las fechas: El documento habla de “Finales de noviembre” y el parata yo lo hago a fines de octubre. Por lo tanto tengo un mes para armar las defensas).
Aunque nueve nuevos ejércitos rusos estaban concentrados alrededor de Moscú, las fuerzas de asalto también incluían muchas divisiones enviadas directamente al ataque tras semanas de fuertes combates defensivos. Excepto algunas unidades siberianas, las recién desplegadas formaciones estaban generalmente bajas de efectivos, pobremente entrenadas y carecían de equipo. (Es decir que las divisiones soviéticas ERAN DÉBILES),
El reconstruido Décimo Ejército Soviético, por ejemplo, no tenía tanques ni artillería pesada y estaba escaso de armas de infantería, equipos de comunicaciones, de ingenieros y de transporte. Aunque el Décimo Ejército nominalmente comprendía diez divisiones, sus efectivos totales, incluyendo tropas del cuartel general y de apoyo, apenas sumaban 80.000 hombres. La escasez de municiones también afligieron a las unidades de Zhukov, con muchas unidades solamente teniendo bastantes reservas para aprovisionar a sus elementos principales de asalto. (Mal equipadas, mal entrenadas, faltas de municiones y artillería y sin tanques. MÁS CLARO IMPOSIBLE)
Las grandes formaciones móviles eran virtualmente inexistentes; por ejemplo, las fuerzas del Frente Occidental incluían solamente tres divisiones de tanques, dos de las cuales casi no tenían tanques.
La mayoría de los tanques disponibles estaban en cambio dispersados entre quince pequeñas brigadas de tanques, teniendo cada una unos efectivos establecidos de solamente cuarenta y seis máquinas. (Tanques escasos y dispersos en un frente muy amplio),
Estos problemas fueron complicados por el liderazgo amateur y la defectuosa doctrina. En vez de concentrar fuerzas sobre estrechos sectores de penetración, los inexpertos comandantes y estados mayores soviéticos asignaron amplios frentes de ataque (de nueve a catorce kilómetros) a cada división de fusileros por el método simple de “distribuir fuerzas y equipo uniformemente a lo largo de todo el frente”. (Comandantes inexpertos y torpe distribución de Fuerzas)
El Mariscal S. I. Bogdanov, recordando sus experiencias en la contraofensiva de Moscú, anotó una deficiencia similar al utilizar las escasas fuerzas de tanques soviéticas, a saber, “la tendencia a distribuir tanques igualmente entre unidades de fusileros... lo cual eliminó la posibilidad de su congregación sobre las principales rutas de avance”. Además, los tanques soviéticos repartidos solamente en un papel de apoyo a la infantería. “Todos los tanques”, continuaba Bogdanov, “que estaban a la disposición del mando, fueron asignados a las fuerzas de fusileros y operaron directamente con ellos o en estrecha coordinación táctica con ellas”. Estos errores diluyeron aún más el poder de combate soviético y debilitó la capacidad rusa para golpear rápidamente en la retaguardia enemiga con importantes fuerzas móviles. (Fuerzas de tanques desperdigadas y diluidas en un ancho frente)
Sin embargo, los ejércitos del Frente Occidental de Zhukov poseían más que suficiente fuerza bruta para abrumar las débiles líneas alemanas frente a Moscú. Lo hicieron con una notable carencia de fineza, sin embargo, a menudo embistiendo directamente contra las débiles posiciones alemanas cuando existían amplias oportunidades de infiltrar y flanquear a los invasores.
Como un analista soviético criticó, “Aunque el enemigo [alemán] estaba construyendo su defensa sobre centros de resistencia y a una leve profundidad (3-5 kilómetros), y había buenas oportunidades de moverse en torno a sus puntos fuertes, nuestras unidades muy frecuentemente realizaban asaltos frontales contra el enemigo”. Cuando las penetraciones eran logradas, los avances consiguientes se deshacían tímidamente mientras los comandantes soviéticos miraban temerosamente sus flancos en busca de respuestas alemanas inexistentes.
Los torpes intentos del Ejército Rojo de rodear formaciones alemanas se cerraron muy a menudo sobre el aire. Impaciente ante estos errores, el General Zhukov emitió una concisa directriz a los comandantes del Frente Occidental el 9 de diciembre, censurando los derrochadores ataques frontales como “medidas operacionales negativas que juegan a favor del enemigo”, Zhukov ordenó a sus subordinados que evitaran más “ataques frontales contra los reforzados centros de resistencia” y urgió, en lugar de ello, que los puntos fuertes alemanes fueran sobrepasados completamente. Los sobrepasados puntos fuertes alemanes serían, con esperanza, aislados por el avance soviético y luego entonces reducidos por los siguientes escalones. Para dar velocidad y profundidad a sus puntas de lanza, Zhukov también ordenó la formación de destacamentos especiales de persecución compuestos por tanques, caballería y tropas esquiadoras.
Aunque estas medidas aumentaron el ritmo del avance ruso, no lograron aumentar apreciablemente la bolsa de unidades alemanas atrapadas e incluso pudo haber ayudado a salvarse a algunas fuerzas alemanas en retirada de la destrucción. Como se ha mencionado anteriormente, las unidades alemanas cambiaron a los métodos defensivos de puntos fuertes durante este caótico período de retirada. Estos puntos fuertes congregó los escasos recursos alemanes de un modo que el difuso despliegue soviético no hizo, por lo tanto, reducir la relativa vulnerabilidad táctica alemana. La Directiva de Frente de Zhukov del 9 de diciembre prohibió a las divisiones rusas que rompieran estos centros de resistencia con asaltos directos, incluso aunque las fuerzas del Ejército Rojo ciertamente podían haber logrado esto en muchos casos. De acuerdo con las instrucciones de Zhukov, las fuerzas rusas intentaron, en lugar de ello, atrapar a los alemanes en retirada por maniobra profunda.
En esta fase de la guerra, sin embargo, el Ejército Rojo ni poseía la habilidad, ni la experiencia, ni (excepto algunos grupos de persecución) la movilidad para cumplir estas operaciones resueltamente y con eficacia. (No poseían ni la HABILIDAD, EXPERIENCIA Y MOVILIDAD para cumplir su tarea. MÁS CLARO IMPOSIBLE).
Muchísimas veces, las divisiones alemanas esquivarían los supuestos envolvimientos o, cuando estaban aparentemente atrapadas, se abrirían paso a través de los torpes cercos. Incluso los lustrosos grupos de persecución de Zhukov fracasaron en aislar a las fuerzas alemanas. Estos destacamentos móviles –a menudo actuando con fuerzas aerotransportadas soviéticas- provocaban la alarma en las áreas de retaguardia alemanas, pero la caballería y las tropas esquiadoras rusas estaban generalmente demasiado ligeramente armadas para hacer más que emboscar o acosar a las formaciones de combate alemanas.
Ligeramente armadas, mal dirigidas y con poca logística.
Continuará
Los primeros ataques soviéticos contra el Grupo de Ejércitos Centro fueron ejecutados por el Frente Occidental, ahora bajo el mando del ubicuo General Zhukov.
Planificado para que el asalto hubiera comenzado solamente a finales de noviembre, los preparativos estaban lejos de estar completos cuando la contraofensiva comenzó.
Presten atención a las fechas: El documento habla de “Finales de noviembre” y el parata yo lo hago a fines de octubre. Por lo tanto tengo un mes para armar las defensas).
Aunque nueve nuevos ejércitos rusos estaban concentrados alrededor de Moscú, las fuerzas de asalto también incluían muchas divisiones enviadas directamente al ataque tras semanas de fuertes combates defensivos. Excepto algunas unidades siberianas, las recién desplegadas formaciones estaban generalmente bajas de efectivos, pobremente entrenadas y carecían de equipo. (Es decir que las divisiones soviéticas ERAN DÉBILES),
El reconstruido Décimo Ejército Soviético, por ejemplo, no tenía tanques ni artillería pesada y estaba escaso de armas de infantería, equipos de comunicaciones, de ingenieros y de transporte. Aunque el Décimo Ejército nominalmente comprendía diez divisiones, sus efectivos totales, incluyendo tropas del cuartel general y de apoyo, apenas sumaban 80.000 hombres. La escasez de municiones también afligieron a las unidades de Zhukov, con muchas unidades solamente teniendo bastantes reservas para aprovisionar a sus elementos principales de asalto. (Mal equipadas, mal entrenadas, faltas de municiones y artillería y sin tanques. MÁS CLARO IMPOSIBLE)
Las grandes formaciones móviles eran virtualmente inexistentes; por ejemplo, las fuerzas del Frente Occidental incluían solamente tres divisiones de tanques, dos de las cuales casi no tenían tanques.
La mayoría de los tanques disponibles estaban en cambio dispersados entre quince pequeñas brigadas de tanques, teniendo cada una unos efectivos establecidos de solamente cuarenta y seis máquinas. (Tanques escasos y dispersos en un frente muy amplio),
Estos problemas fueron complicados por el liderazgo amateur y la defectuosa doctrina. En vez de concentrar fuerzas sobre estrechos sectores de penetración, los inexpertos comandantes y estados mayores soviéticos asignaron amplios frentes de ataque (de nueve a catorce kilómetros) a cada división de fusileros por el método simple de “distribuir fuerzas y equipo uniformemente a lo largo de todo el frente”. (Comandantes inexpertos y torpe distribución de Fuerzas)
El Mariscal S. I. Bogdanov, recordando sus experiencias en la contraofensiva de Moscú, anotó una deficiencia similar al utilizar las escasas fuerzas de tanques soviéticas, a saber, “la tendencia a distribuir tanques igualmente entre unidades de fusileros... lo cual eliminó la posibilidad de su congregación sobre las principales rutas de avance”. Además, los tanques soviéticos repartidos solamente en un papel de apoyo a la infantería. “Todos los tanques”, continuaba Bogdanov, “que estaban a la disposición del mando, fueron asignados a las fuerzas de fusileros y operaron directamente con ellos o en estrecha coordinación táctica con ellas”. Estos errores diluyeron aún más el poder de combate soviético y debilitó la capacidad rusa para golpear rápidamente en la retaguardia enemiga con importantes fuerzas móviles. (Fuerzas de tanques desperdigadas y diluidas en un ancho frente)
Sin embargo, los ejércitos del Frente Occidental de Zhukov poseían más que suficiente fuerza bruta para abrumar las débiles líneas alemanas frente a Moscú. Lo hicieron con una notable carencia de fineza, sin embargo, a menudo embistiendo directamente contra las débiles posiciones alemanas cuando existían amplias oportunidades de infiltrar y flanquear a los invasores.
Como un analista soviético criticó, “Aunque el enemigo [alemán] estaba construyendo su defensa sobre centros de resistencia y a una leve profundidad (3-5 kilómetros), y había buenas oportunidades de moverse en torno a sus puntos fuertes, nuestras unidades muy frecuentemente realizaban asaltos frontales contra el enemigo”. Cuando las penetraciones eran logradas, los avances consiguientes se deshacían tímidamente mientras los comandantes soviéticos miraban temerosamente sus flancos en busca de respuestas alemanas inexistentes.
Los torpes intentos del Ejército Rojo de rodear formaciones alemanas se cerraron muy a menudo sobre el aire. Impaciente ante estos errores, el General Zhukov emitió una concisa directriz a los comandantes del Frente Occidental el 9 de diciembre, censurando los derrochadores ataques frontales como “medidas operacionales negativas que juegan a favor del enemigo”, Zhukov ordenó a sus subordinados que evitaran más “ataques frontales contra los reforzados centros de resistencia” y urgió, en lugar de ello, que los puntos fuertes alemanes fueran sobrepasados completamente. Los sobrepasados puntos fuertes alemanes serían, con esperanza, aislados por el avance soviético y luego entonces reducidos por los siguientes escalones. Para dar velocidad y profundidad a sus puntas de lanza, Zhukov también ordenó la formación de destacamentos especiales de persecución compuestos por tanques, caballería y tropas esquiadoras.
Aunque estas medidas aumentaron el ritmo del avance ruso, no lograron aumentar apreciablemente la bolsa de unidades alemanas atrapadas e incluso pudo haber ayudado a salvarse a algunas fuerzas alemanas en retirada de la destrucción. Como se ha mencionado anteriormente, las unidades alemanas cambiaron a los métodos defensivos de puntos fuertes durante este caótico período de retirada. Estos puntos fuertes congregó los escasos recursos alemanes de un modo que el difuso despliegue soviético no hizo, por lo tanto, reducir la relativa vulnerabilidad táctica alemana. La Directiva de Frente de Zhukov del 9 de diciembre prohibió a las divisiones rusas que rompieran estos centros de resistencia con asaltos directos, incluso aunque las fuerzas del Ejército Rojo ciertamente podían haber logrado esto en muchos casos. De acuerdo con las instrucciones de Zhukov, las fuerzas rusas intentaron, en lugar de ello, atrapar a los alemanes en retirada por maniobra profunda.
En esta fase de la guerra, sin embargo, el Ejército Rojo ni poseía la habilidad, ni la experiencia, ni (excepto algunos grupos de persecución) la movilidad para cumplir estas operaciones resueltamente y con eficacia. (No poseían ni la HABILIDAD, EXPERIENCIA Y MOVILIDAD para cumplir su tarea. MÁS CLARO IMPOSIBLE).
Muchísimas veces, las divisiones alemanas esquivarían los supuestos envolvimientos o, cuando estaban aparentemente atrapadas, se abrirían paso a través de los torpes cercos. Incluso los lustrosos grupos de persecución de Zhukov fracasaron en aislar a las fuerzas alemanas. Estos destacamentos móviles –a menudo actuando con fuerzas aerotransportadas soviéticas- provocaban la alarma en las áreas de retaguardia alemanas, pero la caballería y las tropas esquiadoras rusas estaban generalmente demasiado ligeramente armadas para hacer más que emboscar o acosar a las formaciones de combate alemanas.
Ligeramente armadas, mal dirigidas y con poca logística.
Continuará
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What if: Imaginemos un Barbarroja en 2 etapas
Lo que sigue a continuación es CLAVE:
Cuando Hitler ordenó a los ejércitos alemanes que resistieran el 16 de diciembre, los avances de apertura soviéticos habían ya gastado mucha de su energía ofensiva.
INCREIBLE!!! En 10 días el avance soviético ya había perdido empuje. Los fallos en la planificación soviética, problemas de logística y la falta de recursos y tropa bien entrenada le habían quitado fuerza. Fue necesaria una reagrupación para reiniciar la ofensiva después de Navidad. Dicha ofensiva también perdió empuje. Y fue necesaria una tercer pausa operacional, para recién a mediados de Enero de 1942 reiniciar una tercer ofensiva.
Evidentemente a medida que el tiempo pasaba y los soviéticos se alejaban de sus puntos logísticos y de abastecimiento, se les iba complicando la cosa. Con los alemanes era lo contrario: A medida que pasaban los días su resistencia se endurecía, gracias a que se había superado el shock y el trauma de la dura contraofensiva soviética, se habían recibido refuerzos y la logística había mejorado
Lo que viene a continuación es MUY IMPORTANTE porque viene directamente de “Las Memorias de Zhukov”, y nos permite entender la naturaleza de la ofensiva, cuales eran sus verdaderos alcances y cómo se sorprendieron los mandos rusos al encontrarse con una Wehrmacht en descomposición:
Los ataques iniciales rusos habían sido planeados, como Zhukov después explicó, simplemente como medidas locales para obtener espacio de maniobra delante de Moscú.
La casi total disolución del frente del Grupo de Ejércitos Centro excedió las proyecciones más optimistas del Alto Mando Soviético. Habiendo planeado para un tipo de batalla más superficial y fijo, [u]los rusos fueron incapaces de sostener sus ataques de largo alcance con suministros, reemplazos y unidades de refresco. Al contrario, la fuerza ofensiva rusa disminuyó drásticamente cuando las divisiones del Ejército Rojo se movían lejos de sus bases de suministro alrededor de Moscú.
Por consiguiente, las dogmáticas directivas de Hitler de ninguna retirada, emitidas en un momento cuando algunas unidades soviéticas estaban ya operando entre 50 y 100 millas de sus líneas de partida, actuó como una probabilidad mucho mayor de un éxito al menos temporal de lo que otra manera hubiese sido el caso.
Es decir analicemos lo que nos dice Timothy Wray:
1) La contraofensiva soviética NO FUE PLANIFICADA para destruir al GEC, sino que perseguía objetivos menos ambiciosos.
2) La debilidad de la Wehrmacht debido a lo desgastada que estaban sus divisiones, a la fatiga del landser y al frío, FACILITARON EL ÉXITO RUSO.
3) Ese éxito NO ESPERADO, envalentonó a Stalin quien ordenó perseguir a las divisiones en desbandada y ordenó objetivos mucho más ambiciosos.
4) Pero una vez que las divisiones rusas se alejaron entre 50 y 100 millas de los centros de aprovisionamiento, la logística se tensionó y la ofensiva perdió eficacia.
5) Ese defecto coincidió con las tácticas de PUNTO FUERTE, lo que resultó fortuito.
6) A esa fortuna habría que sumarle que las divisiones rusas estaban mal entrenadas, pobremente equipadas, pésimamente dirigidas y con la logística extendida.
7) Para fines de diciembre la ofensiva rusa ya se había agotado. Lo que siguió en enero y febrero fue tan sólo capricho de Stalin que lo único que consiguió fue desgastar más a sus pobres divisiones, lo que le otorgó a los alemanes algunos contraataques exitosos.
Por lo tanto el documento de Timothy Wray refuerza mi teoría y me brinda un fundamento muy fuerte que avala lo conveniente de mi decisión de hacer el PARATE Y PASAR A CUARTELES DE INVIERNO.
En mi “Historia Alternativa” La ofensiva Rusa no va a tener tanto éxito por la sencilla razón que se va a encontrar con un dispositivo defensivo muy fuerte, estratégicamente armado, con divisiones alemanas más fuertes, descansadas y abrigadas, con una defensa elástica que respeta la Doctrina Alemana y con los Panzer en la retaguardia para aplastar sin piedad cualquier penetración soviética.
La información que me da Timothy Wray es fundamental e inapelable y me da la razón de que lo mejor era hacer el parate a fines de octubre y que los beneficios que se iban a obtener con esa inteligente decisión serían ENORMES.
Continuará.
Cuando Hitler ordenó a los ejércitos alemanes que resistieran el 16 de diciembre, los avances de apertura soviéticos habían ya gastado mucha de su energía ofensiva.
INCREIBLE!!! En 10 días el avance soviético ya había perdido empuje. Los fallos en la planificación soviética, problemas de logística y la falta de recursos y tropa bien entrenada le habían quitado fuerza. Fue necesaria una reagrupación para reiniciar la ofensiva después de Navidad. Dicha ofensiva también perdió empuje. Y fue necesaria una tercer pausa operacional, para recién a mediados de Enero de 1942 reiniciar una tercer ofensiva.
Evidentemente a medida que el tiempo pasaba y los soviéticos se alejaban de sus puntos logísticos y de abastecimiento, se les iba complicando la cosa. Con los alemanes era lo contrario: A medida que pasaban los días su resistencia se endurecía, gracias a que se había superado el shock y el trauma de la dura contraofensiva soviética, se habían recibido refuerzos y la logística había mejorado
Lo que viene a continuación es MUY IMPORTANTE porque viene directamente de “Las Memorias de Zhukov”, y nos permite entender la naturaleza de la ofensiva, cuales eran sus verdaderos alcances y cómo se sorprendieron los mandos rusos al encontrarse con una Wehrmacht en descomposición:
Los ataques iniciales rusos habían sido planeados, como Zhukov después explicó, simplemente como medidas locales para obtener espacio de maniobra delante de Moscú.
La casi total disolución del frente del Grupo de Ejércitos Centro excedió las proyecciones más optimistas del Alto Mando Soviético. Habiendo planeado para un tipo de batalla más superficial y fijo, [u]los rusos fueron incapaces de sostener sus ataques de largo alcance con suministros, reemplazos y unidades de refresco. Al contrario, la fuerza ofensiva rusa disminuyó drásticamente cuando las divisiones del Ejército Rojo se movían lejos de sus bases de suministro alrededor de Moscú.
Por consiguiente, las dogmáticas directivas de Hitler de ninguna retirada, emitidas en un momento cuando algunas unidades soviéticas estaban ya operando entre 50 y 100 millas de sus líneas de partida, actuó como una probabilidad mucho mayor de un éxito al menos temporal de lo que otra manera hubiese sido el caso.
Es decir analicemos lo que nos dice Timothy Wray:
1) La contraofensiva soviética NO FUE PLANIFICADA para destruir al GEC, sino que perseguía objetivos menos ambiciosos.
2) La debilidad de la Wehrmacht debido a lo desgastada que estaban sus divisiones, a la fatiga del landser y al frío, FACILITARON EL ÉXITO RUSO.
3) Ese éxito NO ESPERADO, envalentonó a Stalin quien ordenó perseguir a las divisiones en desbandada y ordenó objetivos mucho más ambiciosos.
4) Pero una vez que las divisiones rusas se alejaron entre 50 y 100 millas de los centros de aprovisionamiento, la logística se tensionó y la ofensiva perdió eficacia.
5) Ese defecto coincidió con las tácticas de PUNTO FUERTE, lo que resultó fortuito.
6) A esa fortuna habría que sumarle que las divisiones rusas estaban mal entrenadas, pobremente equipadas, pésimamente dirigidas y con la logística extendida.
7) Para fines de diciembre la ofensiva rusa ya se había agotado. Lo que siguió en enero y febrero fue tan sólo capricho de Stalin que lo único que consiguió fue desgastar más a sus pobres divisiones, lo que le otorgó a los alemanes algunos contraataques exitosos.
Por lo tanto el documento de Timothy Wray refuerza mi teoría y me brinda un fundamento muy fuerte que avala lo conveniente de mi decisión de hacer el PARATE Y PASAR A CUARTELES DE INVIERNO.
En mi “Historia Alternativa” La ofensiva Rusa no va a tener tanto éxito por la sencilla razón que se va a encontrar con un dispositivo defensivo muy fuerte, estratégicamente armado, con divisiones alemanas más fuertes, descansadas y abrigadas, con una defensa elástica que respeta la Doctrina Alemana y con los Panzer en la retaguardia para aplastar sin piedad cualquier penetración soviética.
La información que me da Timothy Wray es fundamental e inapelable y me da la razón de que lo mejor era hacer el parate a fines de octubre y que los beneficios que se iban a obtener con esa inteligente decisión serían ENORMES.
Continuará.
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FALLAS Y ERRORES EN LA OFENSIVA SOVIÉTICA
En un curioso paralelo con las acciones de mando de Hitler, el líder soviético José Stalin asumió el control personal sobre la dirección estratégica de las operaciones rusas a finales de diciembre. En Moscú, Stalin vio en el sorprendente temprano éxito del Ejército Rojo las hechuras de una contraofensiva incluso más grande para aplastar a los invasores y ganar la guerra de un golpe. Impeliendo a los refuerzos rusos hacia delante según como podían ser reunidos, Stalin bosquejó su nueva visión para esta segunda fase de la contraofensiva soviética. Los Frentes Leningrado, Volkhov y Noroeste golpearían el frente del Grupo de Ejércitos Norte y levantarían el asedio de Leningrado. Los Frentes Kalinin, Oeste y Bryansk aniquilarían al Grupo de Ejércitos Centro mediante un colosal doble envolvimiento. En el sur, los Frentes Sudoeste y Sur Soviéticos aplastarían al Grupo de Ejércitos Sur mientras que el Frente Cáucaso emprendería desembarcos anfibios para recuperar Crimea.
Esta avalancha del Ejército Rojo cayó sobre los alemanes durante las dos primeras semanas de enero, comenzando así la segunda fase de la campaña de invierno. Como durante la primera fase, las acciones defensivas alemanas se beneficiaron de los problemas ofensivos soviéticos.
Un defecto fundamental en la nueva operación soviético era el concepto estratégico en sí mismo. Mientras que los contraataques de la primera etapa habían sido demasiado cautelosos, los objetivos de la segunda fase eran demasiados ambiciosos y excedían enormemente lo que podía ser hecho con los recursos del Ejército Rojo. Los ejércitos soviéticos atacantes lograron penetrar el cinturón de puntos fuertes alemanes en varías áreas, pero una vez en la retaguardia alemana, los soviéticos no conservaron suficiente fuerza o ímpetu para lograr una victoria decisiva. Stalin había ignorado voluntariamente las sugerencias de Zhukov y de otros generales soviéticos de que los éxitos operativos decisivos requerían menos grandes objetivos y una mayor concentración de poder atacante. En lugar de ello, Stalin insistió en que la oportunidad había llegado para comenzar “la total destrucción de las fuerzas hitlerianas en el año 1942”.
La ventaja para las operaciones defensivas alemanas de esta falta conceptual era profunda. Careciendo de las reservas necesarias para asegurar la derrota de grandes penetraciones, los ejércitos alemanes se libraron de cercos decisivos y de posibles aniquilaciones por la disipación del poder de combate soviético. Tras penetrar la corteza de puntos fuertes alemanes, los ataques rusos finalmente se pararon solos por falta de sustento.
En varias ocasiones, grandes formaciones soviéticas se quedaron inmovilizadas en la retaguardia alemana, marchitándose lentamente hasta ser eliminadas por los refuerzos alemanes.
(Una vez más nos brinda información que refuerza la Teoría de que la ofensiva rusa era débil, estaba mal planificada y dirigida y que tan sólo fue exitoso por la debilidad alemana, PERO NO POR MÉRITO PROPIO)
Por ejemplo, el Segundo Ejército de Choque Soviético, mandado por el General A. A. Vlasov, cortó la retaguardia del Dieciocho Ejército Alemán en enero solamente para quedar atollado allí, en los bosques y pantanos. Sin suministros ni refuerzos, las nueve divisiones de Vlasov y varias brigadas independientes permanecieron inmovilizadas en la retaguardia alemana hasta finalmente capitular en junio de 1942. Igualmente, el Treinta y Tres Ejército Soviético y un grupo operativo móvil especial compuesto por el reforzado I Cuerpo de Caballería de la Guardia del General P. A. Belov golpeó profundamente en los centros vitales del Grupo de Ejércitos Centro cerca de Vyazma solamente para ser varado allí cuando las tropas alemanas bloquearon la llegada de fuerzas de apoyo rusas. Un destino similar aconteció al Veinte y Nueve Ejército Ruso cerca de Rzhev. En estos y otros casos, la dispersión del poder de combate soviético en persecución de los grandiosos objetivos de Stalin evitó el refuerzo o rescate de las fuerzas abandonadas a su suerte.
(Esta fue la triste celebre ofensiva de Lubyan, que terminó en un sangriento fracaso. Vlasov fue capturado y terminó sirviendo a los alemanes, manejando un ejército ruso formado por casi medio millón de hombres).
Continuará.
En un curioso paralelo con las acciones de mando de Hitler, el líder soviético José Stalin asumió el control personal sobre la dirección estratégica de las operaciones rusas a finales de diciembre. En Moscú, Stalin vio en el sorprendente temprano éxito del Ejército Rojo las hechuras de una contraofensiva incluso más grande para aplastar a los invasores y ganar la guerra de un golpe. Impeliendo a los refuerzos rusos hacia delante según como podían ser reunidos, Stalin bosquejó su nueva visión para esta segunda fase de la contraofensiva soviética. Los Frentes Leningrado, Volkhov y Noroeste golpearían el frente del Grupo de Ejércitos Norte y levantarían el asedio de Leningrado. Los Frentes Kalinin, Oeste y Bryansk aniquilarían al Grupo de Ejércitos Centro mediante un colosal doble envolvimiento. En el sur, los Frentes Sudoeste y Sur Soviéticos aplastarían al Grupo de Ejércitos Sur mientras que el Frente Cáucaso emprendería desembarcos anfibios para recuperar Crimea.
Esta avalancha del Ejército Rojo cayó sobre los alemanes durante las dos primeras semanas de enero, comenzando así la segunda fase de la campaña de invierno. Como durante la primera fase, las acciones defensivas alemanas se beneficiaron de los problemas ofensivos soviéticos.
Un defecto fundamental en la nueva operación soviético era el concepto estratégico en sí mismo. Mientras que los contraataques de la primera etapa habían sido demasiado cautelosos, los objetivos de la segunda fase eran demasiados ambiciosos y excedían enormemente lo que podía ser hecho con los recursos del Ejército Rojo. Los ejércitos soviéticos atacantes lograron penetrar el cinturón de puntos fuertes alemanes en varías áreas, pero una vez en la retaguardia alemana, los soviéticos no conservaron suficiente fuerza o ímpetu para lograr una victoria decisiva. Stalin había ignorado voluntariamente las sugerencias de Zhukov y de otros generales soviéticos de que los éxitos operativos decisivos requerían menos grandes objetivos y una mayor concentración de poder atacante. En lugar de ello, Stalin insistió en que la oportunidad había llegado para comenzar “la total destrucción de las fuerzas hitlerianas en el año 1942”.
La ventaja para las operaciones defensivas alemanas de esta falta conceptual era profunda. Careciendo de las reservas necesarias para asegurar la derrota de grandes penetraciones, los ejércitos alemanes se libraron de cercos decisivos y de posibles aniquilaciones por la disipación del poder de combate soviético. Tras penetrar la corteza de puntos fuertes alemanes, los ataques rusos finalmente se pararon solos por falta de sustento.
En varias ocasiones, grandes formaciones soviéticas se quedaron inmovilizadas en la retaguardia alemana, marchitándose lentamente hasta ser eliminadas por los refuerzos alemanes.
(Una vez más nos brinda información que refuerza la Teoría de que la ofensiva rusa era débil, estaba mal planificada y dirigida y que tan sólo fue exitoso por la debilidad alemana, PERO NO POR MÉRITO PROPIO)
Por ejemplo, el Segundo Ejército de Choque Soviético, mandado por el General A. A. Vlasov, cortó la retaguardia del Dieciocho Ejército Alemán en enero solamente para quedar atollado allí, en los bosques y pantanos. Sin suministros ni refuerzos, las nueve divisiones de Vlasov y varias brigadas independientes permanecieron inmovilizadas en la retaguardia alemana hasta finalmente capitular en junio de 1942. Igualmente, el Treinta y Tres Ejército Soviético y un grupo operativo móvil especial compuesto por el reforzado I Cuerpo de Caballería de la Guardia del General P. A. Belov golpeó profundamente en los centros vitales del Grupo de Ejércitos Centro cerca de Vyazma solamente para ser varado allí cuando las tropas alemanas bloquearon la llegada de fuerzas de apoyo rusas. Un destino similar aconteció al Veinte y Nueve Ejército Ruso cerca de Rzhev. En estos y otros casos, la dispersión del poder de combate soviético en persecución de los grandiosos objetivos de Stalin evitó el refuerzo o rescate de las fuerzas abandonadas a su suerte.
(Esta fue la triste celebre ofensiva de Lubyan, que terminó en un sangriento fracaso. Vlasov fue capturado y terminó sirviendo a los alemanes, manejando un ejército ruso formado por casi medio millón de hombres).
Continuará.
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LOS PROBLEMAS DE LOGÍSTICA Y DEL CLIMA TAMBIÉN SON PARA LOS RUSOS
La logística también obstaculizó las operaciones soviéticas en beneficio de los alemanes. En su impaciencia por explotar los éxitos de diciembre, Stalin ordenó que comenzara la oleada de ofensivas de enero antes de que hubieran sido hechos adecuados preparativos logísticos. Zhukov más tarde se quejó sin rodeos que, como resultado, “las exigencias [logísticas] de las fuerzas armadas no pudieron ser reunidas como la situación y las misiones actuales demandaban”. Para enfatizar este punto, el comandante del Frente Occidental recitó sus propios problemas de suministro de municiones:
La situación del suministro de municiones era especialmente mala. Así, fuera de los suministros de municiones planeados para los primeros diez días de enero, el Frente realmente recibió: proyectiles de mortero de 82 mm, 1%; proyectiles de artillería, 20- 30%. Durante todo enero: proyectiles de mortero de 50 mm, 2,7%; proyectiles de 120 mm, 36%; proyectiles de 82 mm, 55%; proyectiles de artillería, 44%. El plan de febrero no fue mejorado. De 316 vagones de munición programados para los primeros diez días, ninguno fue recibido.
La escasez general de munición de artillería afectó directamente al fracaso del Ejército Rojo para aplastar al sistema de puntos fuertes alemán. Debido a que los defensores alemanes estimaban que la artillería soviética era una amenaza extremadamente peligrosa para sus puntos fuertes, los alemanes tomaron tantas medidas como fueron posibles para dispersar sus posiciones defensivas y reducir la efectividad del fuego ruso. Con todo, que muchos puntos fuertes alemanes no se convirtieran en fatales “trampas humanas” provino del hecho de que, en general, “la preparación artillera [soviética] era breve...debido a la escasez de munición, y era de poca efectividad”. Las unidades de Zhukov, por ejemplo, estaban limitadas a disparar solamente de uno a dos proyectiles por cañón y por día durante sus renovados avances ofensivos. En un informe a Stalin del 14 de febrero, Zhukov se quejaba de que “como muestra la experiencia de combate, la escasez de munición nos impide lanzar ataques de artillería. Como resultado, los sistemas de fuego enemigos no son suprimidos y nuestras unidades, atacando posiciones enemigas insuficientemente neutralizadas, sufren bajas muy grandes sin lograr el éxito apropiado”.
El libro de Thymoti Wray sigue brindándome información muy rica para fundamentar mi What IF y encontrar las soluciones a mi estrategia:
Las tácticas equivocadas también minaron la efectividad de la artillería soviética. Conforme a los defectuosos manuales tácticos de preguerra, los artilleros del Ejército Rojo distribuyeron sus piezas tan uniformemente como era posible a lo largo del frente, una práctica que impedía la acumulación de fuego contra puntos fuertes independientes.
Además, las unidades de artillería rusas frecuentemente se situaban demasiado lejos en la retaguardia para poder proporcionar fuego de apoyo continuo a las unidades atacantes que luchaban por abrirse paso a través de una serie de puntos fuertes. En cambio, según el General de Artillería F. Samsonov “la artillería a menudo limitaba sus operaciones solamente a la preparación artillera para un ataque. Todo esto ralentizaba el ataque, a menudo llevaba a la disminución del ataque, y limitaba la profundidad de la operación”.
Estos problemas de la artillería eran sintomáticos de la carencia general de coordinación de armas combinadas soviética durante este período. Los tanques atacantes rusos a menudo dejaban atrás a su infantería acompañante, dejando al ataque de la infantería estancarse delante de los obstáculos alemanes y del fuego de armas portátiles mientras los tanques se movían por delante de los puntos fuertes alemanes. En consecuencia, los blindados soviéticos, desprovistos de su protección de infantería, eran más vulnerables a las medidas antitanques alemanas. Ocasionalmente, los tanques soviéticos se detendrían a plena vista de los artilleros alemanes y esperarían hasta que los soldados de infantería rusos asignados pudieran alcanzarles, o los tanques darían media vuelta y desandarían su camino pasando por las posiciones alemanes en busca de sus soldados de a píe de apoyo.
Estas medidas erróneas hicieron el juego a los equipos antitanque alemanes. Como consecuencia de la confusión general y la falta de cooperación táctica entre artillería, infantería y fuerzas blindadas, los comandantes soviéticos reconocieron la vulnerabilidad de sus propios asaltos al contraataque alemán.
Ciertamente, el uso alemán de tácticas de puntos fuertes cazó sin piedad sobre estos errores soviéticos: las concentraciones de fuego alemán separaban a tanques e infantería, los cañones antitanques situados en profundidad a lo largo de la red de puntos fuertes liquidaban a los desprotegidos blindados rusos, y las cuidadosamente economizadas reservas alemanas –maniobrando sin temor a la interferencia de la artillería soviética- daban el golpe de gracia contraatacando a los aturdidos restos de cualquier ataque del Ejército Rojo.
EXCELENTE INFORMACIÓN Y UNA BRILLANTE TÉCNICA DEFENSIVA. No voy a dudar en aplicarla en mi What IF.
La logística también obstaculizó las operaciones soviéticas en beneficio de los alemanes. En su impaciencia por explotar los éxitos de diciembre, Stalin ordenó que comenzara la oleada de ofensivas de enero antes de que hubieran sido hechos adecuados preparativos logísticos. Zhukov más tarde se quejó sin rodeos que, como resultado, “las exigencias [logísticas] de las fuerzas armadas no pudieron ser reunidas como la situación y las misiones actuales demandaban”. Para enfatizar este punto, el comandante del Frente Occidental recitó sus propios problemas de suministro de municiones:
La situación del suministro de municiones era especialmente mala. Así, fuera de los suministros de municiones planeados para los primeros diez días de enero, el Frente realmente recibió: proyectiles de mortero de 82 mm, 1%; proyectiles de artillería, 20- 30%. Durante todo enero: proyectiles de mortero de 50 mm, 2,7%; proyectiles de 120 mm, 36%; proyectiles de 82 mm, 55%; proyectiles de artillería, 44%. El plan de febrero no fue mejorado. De 316 vagones de munición programados para los primeros diez días, ninguno fue recibido.
La escasez general de munición de artillería afectó directamente al fracaso del Ejército Rojo para aplastar al sistema de puntos fuertes alemán. Debido a que los defensores alemanes estimaban que la artillería soviética era una amenaza extremadamente peligrosa para sus puntos fuertes, los alemanes tomaron tantas medidas como fueron posibles para dispersar sus posiciones defensivas y reducir la efectividad del fuego ruso. Con todo, que muchos puntos fuertes alemanes no se convirtieran en fatales “trampas humanas” provino del hecho de que, en general, “la preparación artillera [soviética] era breve...debido a la escasez de munición, y era de poca efectividad”. Las unidades de Zhukov, por ejemplo, estaban limitadas a disparar solamente de uno a dos proyectiles por cañón y por día durante sus renovados avances ofensivos. En un informe a Stalin del 14 de febrero, Zhukov se quejaba de que “como muestra la experiencia de combate, la escasez de munición nos impide lanzar ataques de artillería. Como resultado, los sistemas de fuego enemigos no son suprimidos y nuestras unidades, atacando posiciones enemigas insuficientemente neutralizadas, sufren bajas muy grandes sin lograr el éxito apropiado”.
El libro de Thymoti Wray sigue brindándome información muy rica para fundamentar mi What IF y encontrar las soluciones a mi estrategia:
Las tácticas equivocadas también minaron la efectividad de la artillería soviética. Conforme a los defectuosos manuales tácticos de preguerra, los artilleros del Ejército Rojo distribuyeron sus piezas tan uniformemente como era posible a lo largo del frente, una práctica que impedía la acumulación de fuego contra puntos fuertes independientes.
Además, las unidades de artillería rusas frecuentemente se situaban demasiado lejos en la retaguardia para poder proporcionar fuego de apoyo continuo a las unidades atacantes que luchaban por abrirse paso a través de una serie de puntos fuertes. En cambio, según el General de Artillería F. Samsonov “la artillería a menudo limitaba sus operaciones solamente a la preparación artillera para un ataque. Todo esto ralentizaba el ataque, a menudo llevaba a la disminución del ataque, y limitaba la profundidad de la operación”.
Estos problemas de la artillería eran sintomáticos de la carencia general de coordinación de armas combinadas soviética durante este período. Los tanques atacantes rusos a menudo dejaban atrás a su infantería acompañante, dejando al ataque de la infantería estancarse delante de los obstáculos alemanes y del fuego de armas portátiles mientras los tanques se movían por delante de los puntos fuertes alemanes. En consecuencia, los blindados soviéticos, desprovistos de su protección de infantería, eran más vulnerables a las medidas antitanques alemanas. Ocasionalmente, los tanques soviéticos se detendrían a plena vista de los artilleros alemanes y esperarían hasta que los soldados de infantería rusos asignados pudieran alcanzarles, o los tanques darían media vuelta y desandarían su camino pasando por las posiciones alemanes en busca de sus soldados de a píe de apoyo.
Estas medidas erróneas hicieron el juego a los equipos antitanque alemanes. Como consecuencia de la confusión general y la falta de cooperación táctica entre artillería, infantería y fuerzas blindadas, los comandantes soviéticos reconocieron la vulnerabilidad de sus propios asaltos al contraataque alemán.
Ciertamente, el uso alemán de tácticas de puntos fuertes cazó sin piedad sobre estos errores soviéticos: las concentraciones de fuego alemán separaban a tanques e infantería, los cañones antitanques situados en profundidad a lo largo de la red de puntos fuertes liquidaban a los desprotegidos blindados rusos, y las cuidadosamente economizadas reservas alemanas –maniobrando sin temor a la interferencia de la artillería soviética- daban el golpe de gracia contraatacando a los aturdidos restos de cualquier ataque del Ejército Rojo.
EXCELENTE INFORMACIÓN Y UNA BRILLANTE TÉCNICA DEFENSIVA. No voy a dudar en aplicarla en mi What IF.
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TÁCTICAS ARTILLERAS.
La escasez general de munición de artillería afectó directamente al fracaso del Ejército Rojo para aplastar al sistema de puntos fuertes alemán. Debido a que los defensores alemanes estimaban que la artillería soviética era una amenaza extremadamente peligrosa para sus puntos fuertes, los alemanes tomaron tantas medidas como fueron posibles para dispersar sus posiciones defensivas y reducir la efectividad del fuego ruso. Con todo, que muchos puntos fuertes alemanes no se convirtieran en fatales “trampas humanas” provino del hecho de que, en general, “la preparación artillera [soviética] era breve...debido a la escasez de munición, y era de poca efectividad”.
Las unidades de Zhukov, por ejemplo, estaban limitadas a disparar solamente de uno a dos proyectiles por cañón y por día durante sus renovados avances ofensivos. En un informe a Stalin del 14 de febrero, Zhukov se quejaba de que “como muestra la experiencia de combate, la escasez de munición nos impide lanzar ataques de artillería. Como resultado, los sistemas de fuego enemigos no son suprimidos y nuestras unidades, atacando posiciones enemigas insuficientemente neutralizadas, sufren bajas muy grandes sin lograr el éxito apropiado”.
Las tácticas equivocadas también minaron la efectividad de la artillería soviética. Conforme a los defectuosos manuales tácticos de preguerra, los artilleros del Ejército Rojo distribuyeron sus piezas tan uniformemente como era posible a lo largo del frente, una práctica que impedía la acumulación de fuego contra puntos fuertes independientes.
Además, las unidades de artillería rusas frecuentemente se situaban demasiado lejos en la retaguardia para poder proporcionar fuego de apoyo continuo a las unidades atacantes que luchaban por abrirse paso a través de una serie de puntos fuertes. En cambio, según el General de Artillería F. Samsonov “la artillería a menudo limitaba sus operaciones solamente a la preparación artillera para un ataque. Todo esto ralentizaba el ataque, a menudo llevaba a la disminución del ataque, y limitaba la profundidad de la operación”.
Estos problemas de la artillería eran sintomáticos de la carencia general de coordinación de armas combinadas soviética durante este período. Los tanques atacantes rusos a menudo dejaban atrás a su infantería acompañante, dejando al ataque de la infantería estancarse delante de los obstáculos alemanes y del fuego de armas portátiles mientras los tanques se movían por delante de los puntos fuertes alemanes. En consecuencia, los blindados soviéticos, desprovistos de su protección de infantería, eran más vulnerables a las medidas antitanques alemanas. Ocasionalmente, los tanques soviéticos se detendrían a plena vista de los artilleros alemanes y esperarían hasta que los soldados de infantería rusos asignados pudieran alcanzarles, o los tanques darían media vuelta y desandarían su camino pasando por las posiciones alemanes en busca de sus soldados de a píe de apoyo.
Estas medidas hicieron el juego a los equipos antitanque alemanes. Como consecuencia de la confusión general y la falta de cooperación táctica entre artillería, infantería y fuerzas blindadas, los comandantes soviéticos reconocieron la vulnerabilidad de sus propios asaltos al contraataque alemán.
Más y más información que demuestra que la ofensiva soviética era débil, mal dirigida y mal planificada. Sin embargo en mi What IF cuando esa ofensiva mal ejecutada y con problemas logísticos choque contra mis defensas mejor plantadas que en la “Historia Verdadera”, se va a desintegrar.
Más adelante Timothy Wray nos dice:
Aunque fracasando en provocar un colapso general alemán, estos profundos avances acobardaron al mando alemán. Cuando las fuerzas soviéticas tantearon hacia las bases de suministro y las líneas ferroviarias de comunicación del Grupo de Ejércitos Centro a mediados de enero, la estrategia de resistir a todo coste alemana se convirtió en cada vez menos sostenible. Cerca de la desesperación, el General Halder escribió el 14 de enero que el mando intransigente del Führer “solamente [podría] llevar a la aniquilación del Ejército”. Al día siguiente, no obstante, Hitler se aplacó autorizando una tardía retirada general del Grupo de Ejércitos Centro hacia una “línea de invierno” que iba desde Yukhnov hasta Rzhev.
En mi What IF hasta allí va a llegar mi ofensiva y luego armaré defensas y pasaré a cuarteles de invierno. Para que se hagan una idea habría que extenderla hacia los altos del Valdai al Norte y hacia Kaluga, Mtesk y Kursk en el Sur.
Continuará.
La escasez general de munición de artillería afectó directamente al fracaso del Ejército Rojo para aplastar al sistema de puntos fuertes alemán. Debido a que los defensores alemanes estimaban que la artillería soviética era una amenaza extremadamente peligrosa para sus puntos fuertes, los alemanes tomaron tantas medidas como fueron posibles para dispersar sus posiciones defensivas y reducir la efectividad del fuego ruso. Con todo, que muchos puntos fuertes alemanes no se convirtieran en fatales “trampas humanas” provino del hecho de que, en general, “la preparación artillera [soviética] era breve...debido a la escasez de munición, y era de poca efectividad”.
Las unidades de Zhukov, por ejemplo, estaban limitadas a disparar solamente de uno a dos proyectiles por cañón y por día durante sus renovados avances ofensivos. En un informe a Stalin del 14 de febrero, Zhukov se quejaba de que “como muestra la experiencia de combate, la escasez de munición nos impide lanzar ataques de artillería. Como resultado, los sistemas de fuego enemigos no son suprimidos y nuestras unidades, atacando posiciones enemigas insuficientemente neutralizadas, sufren bajas muy grandes sin lograr el éxito apropiado”.
Las tácticas equivocadas también minaron la efectividad de la artillería soviética. Conforme a los defectuosos manuales tácticos de preguerra, los artilleros del Ejército Rojo distribuyeron sus piezas tan uniformemente como era posible a lo largo del frente, una práctica que impedía la acumulación de fuego contra puntos fuertes independientes.
Además, las unidades de artillería rusas frecuentemente se situaban demasiado lejos en la retaguardia para poder proporcionar fuego de apoyo continuo a las unidades atacantes que luchaban por abrirse paso a través de una serie de puntos fuertes. En cambio, según el General de Artillería F. Samsonov “la artillería a menudo limitaba sus operaciones solamente a la preparación artillera para un ataque. Todo esto ralentizaba el ataque, a menudo llevaba a la disminución del ataque, y limitaba la profundidad de la operación”.
Estos problemas de la artillería eran sintomáticos de la carencia general de coordinación de armas combinadas soviética durante este período. Los tanques atacantes rusos a menudo dejaban atrás a su infantería acompañante, dejando al ataque de la infantería estancarse delante de los obstáculos alemanes y del fuego de armas portátiles mientras los tanques se movían por delante de los puntos fuertes alemanes. En consecuencia, los blindados soviéticos, desprovistos de su protección de infantería, eran más vulnerables a las medidas antitanques alemanas. Ocasionalmente, los tanques soviéticos se detendrían a plena vista de los artilleros alemanes y esperarían hasta que los soldados de infantería rusos asignados pudieran alcanzarles, o los tanques darían media vuelta y desandarían su camino pasando por las posiciones alemanes en busca de sus soldados de a píe de apoyo.
Estas medidas hicieron el juego a los equipos antitanque alemanes. Como consecuencia de la confusión general y la falta de cooperación táctica entre artillería, infantería y fuerzas blindadas, los comandantes soviéticos reconocieron la vulnerabilidad de sus propios asaltos al contraataque alemán.
Más y más información que demuestra que la ofensiva soviética era débil, mal dirigida y mal planificada. Sin embargo en mi What IF cuando esa ofensiva mal ejecutada y con problemas logísticos choque contra mis defensas mejor plantadas que en la “Historia Verdadera”, se va a desintegrar.
Más adelante Timothy Wray nos dice:
Aunque fracasando en provocar un colapso general alemán, estos profundos avances acobardaron al mando alemán. Cuando las fuerzas soviéticas tantearon hacia las bases de suministro y las líneas ferroviarias de comunicación del Grupo de Ejércitos Centro a mediados de enero, la estrategia de resistir a todo coste alemana se convirtió en cada vez menos sostenible. Cerca de la desesperación, el General Halder escribió el 14 de enero que el mando intransigente del Führer “solamente [podría] llevar a la aniquilación del Ejército”. Al día siguiente, no obstante, Hitler se aplacó autorizando una tardía retirada general del Grupo de Ejércitos Centro hacia una “línea de invierno” que iba desde Yukhnov hasta Rzhev.
En mi What IF hasta allí va a llegar mi ofensiva y luego armaré defensas y pasaré a cuarteles de invierno. Para que se hagan una idea habría que extenderla hacia los altos del Valdai al Norte y hacia Kaluga, Mtesk y Kursk en el Sur.
Continuará.
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CONCLUSIONES SOBRE LA EFECTIVIDAD DE LOS PUNTOS FUERTES
Los informes de combate alemanes también generaron mucho interés en el sistema defensivo de puntos fuertes. Las evaluaciones escogidas por el Cuarto Ejército Panzer contenían agudas diferencias de opinión sobre este punto. La 252 División descartaba los métodos de puntos fuertes, argumentando que “los puntos fuertes en pueblos no [han] resultado ser efectivos en la defensa. Tras un corto bombardeo concentrado [sufren] bajas elevadas. Una línea defensiva continua [era] en todo caso superior al estilo de despliegue en puntos fuertes”. La 252 División rechazaba las supuestas ventajas del punto fuerte, indicando que “las experiencias con la defensa de puntos fuertes fue turbia... No se impedía la infiltración de fuerzas enemigas, especialmente de noche. Esto [la defensa de punto fuerte] costó sangre y efectivos considerables para destruir las penetraciones enemigas mediante contraataques”. Otras evaluaciones eran menos duras, concediendo el valor de los puntos fuertes como una medida oportuna. Aunque expresando una fuerte preferencia por una defensa lineal doctrinal en profundidad, el XX Cuerpo reconoció de mala gana la importancia de los puntos fuertes bajo ciertas condiciones: “Una línea defensiva continua es acertada y adecuada. Una defensa de estilo punto fuerte puede ser necesaria cuando se dispone de fuerzas insuficientes para un frente continuo. Solamente es tolerable por un tiempo limitado como una emergencia oportuna”.
Aunque ninguna unidad sugería una adopción general de las medidas defensivas del punto fuerte sobre el sistema de la Defensa Elástica, el amplio uso de los puntos fuertes aparentemente demandaba un estudio más estrecho. El General Halder, por lo tanto, decidió una investigación formal en la cuestión del punto fuerte. El 6 de agosto de 1942, el jefe del Estado Mayor ordenó una encuesta en las unidades de primera línea sobre la concisa pregunta, “¿Puntos fuertes o defensa lineal continua?”. El propósito de este estudio no era alcanzar un consenso; más bien, debía buscar información del valor doctrinal desde tantas fuentes diferentes como fuera posible. El Cuarto Ejército, por ejemplo, propuso respuestas que fueron preparadas por cada cuerpo subordinado y comandante de división así como también por la mayoría de los comandantes de regimiento y batallón.
Las monografías devueltas como resultado de la encuesta del General Halder proporcionaron una cuidadosa evaluación crítica de las tácticas defensivas alemanas durante el invierno anterior. En la práctica, todas las unidades alemanas habían transigido los métodos doctrinales de la Defensa Elástica en cierta medida, y la mayoría de las divisiones habían experimentado al menos con medidas de punto fuerte. En sus informes, los comandantes inspeccionados argumentaron los méritos relativos del sistema de puntos fuertes e intentaron definir con precisión sus ventajas, desventajas y la conveniencia para el empleo defensivo general.
De forma previsible, las ventajas más comúnmente citadas eran las obvias de refugio y concentración de recursos limitados. Sin embargo, varios oficiales veteranos también indicaron otros beneficios menos obvios del combate en puntos fuertes. Las unidades dispuestas en puntos fuertes estaban más fácilmente controladas que aquellas formadas en una defensa linear, simplificando así los problemas de mando de los escasos oficiales y suboficiales restantes. Dentro de los puntos fuertes, escribió el comandante del 289 Regimiento de Infantería, incluso los soldados mal entrenados pueden ser mantenidos bajo el estrecho control de sus jefes menores. Igualmente, el jefe del estado mayor del Segundo Ejército consideró los puntos fuertes beneficiosos para la disciplina y el entrenamiento, una cuestión vital ya que “el estado de entrenamiento de las tropas y la calidad de los jefes menores de infantería han declinado notablemente”.
Los puntos fuertes también reforzaron la hundida moral y la combatividad de los soldados: las tropas diseminadas en una defensa linear tendían a percibirse como combatientes solitarios y a menudo eran menos firmes bajo el fuego que los que combatían en la estrecha compañía de guarniciones de punto fuerte. En cuanto a esto, la 331 División expresó preocupación sobre su creciente número de jóvenes e inexpertos reemplazos.
Frente a estas ventajas, los oficiales alemanes enumeraron los serios problemas que, por su experiencia, habían asistido al uso de puntos fuertes. Los puntos fuertes individuales invitaban al aislamiento y a la destrucción minuciosamente por fuerzas soviéticas superiores. Ya que los puntos fuertes separados habían sido incapaces de asegurar el frente alemán contra las penetraciones enemigas, potentes fuerzas rusas habían frecuentemente logrado abrirse paso entre los puntos fuertes y profundizar en la retaguardia alemana. También, partidas de infiltración soviéticas más pequeñas habían hecho estragos a lo largo del área defensiva alemana. Debido a la falta de dirección doctrinal, el uso de tácticas no estándar de puntos fuertes por algunas divisiones había expuesto involuntariamente los flancos de formaciones próximas desplegadas en una defensa linear.
En mi What IF habrá un sistema mixto, ya que los Puntos fuertes van a estar interconectados entre sí por trincheras y detrás van a estar una defensa elástica en profundidad con los Panzer como una reserva estratégica. Es decir que las penetraciones que los rusos consigan entre dos Puntos fuertes se va a encontrar con los Panzer que acuden a taponar la penetración. Esto va a evitar que los puntos fuertes sean rodeados y aniquilados.
Cabe recordar que la línea de mi frente tendrá 200km menos, ya que JAMÁS el 2° ejército Panzer de Guderian va a ser enviado hacia Tula, sino que va a subir a Kaluga. Mientras que el 3°ejército Panzer jamás va a subir hasta Kalinin, sino sólo hasta Rzhev.
Aparte voy a tener 4 ventajas:
- Más soldados (Porque no voy a desgastar mis divisiones en la 2da. etapa de Taifún y porque ya van a haber llegado las 9 divisiones desde Francia)
- Mejor logística (No porque haya mejorado mucho la logística, sino porque me ahorro toda la logística que se malgastó en la ofensiva entre el 15 de Noviembre y el 5 de Diciembre)
- Mejores defensas (Porque mis divisiones no están desguarnecidas y a la ofensiva, sino porque desde hace 3 semanas están protegidas y descansadas en defensas bien armadas y en profundidad).
- Con las divisiones Panzer en la retaguardia, respetando la "Doctrina Defensiva Alemana".
Continuará.
Los informes de combate alemanes también generaron mucho interés en el sistema defensivo de puntos fuertes. Las evaluaciones escogidas por el Cuarto Ejército Panzer contenían agudas diferencias de opinión sobre este punto. La 252 División descartaba los métodos de puntos fuertes, argumentando que “los puntos fuertes en pueblos no [han] resultado ser efectivos en la defensa. Tras un corto bombardeo concentrado [sufren] bajas elevadas. Una línea defensiva continua [era] en todo caso superior al estilo de despliegue en puntos fuertes”. La 252 División rechazaba las supuestas ventajas del punto fuerte, indicando que “las experiencias con la defensa de puntos fuertes fue turbia... No se impedía la infiltración de fuerzas enemigas, especialmente de noche. Esto [la defensa de punto fuerte] costó sangre y efectivos considerables para destruir las penetraciones enemigas mediante contraataques”. Otras evaluaciones eran menos duras, concediendo el valor de los puntos fuertes como una medida oportuna. Aunque expresando una fuerte preferencia por una defensa lineal doctrinal en profundidad, el XX Cuerpo reconoció de mala gana la importancia de los puntos fuertes bajo ciertas condiciones: “Una línea defensiva continua es acertada y adecuada. Una defensa de estilo punto fuerte puede ser necesaria cuando se dispone de fuerzas insuficientes para un frente continuo. Solamente es tolerable por un tiempo limitado como una emergencia oportuna”.
Aunque ninguna unidad sugería una adopción general de las medidas defensivas del punto fuerte sobre el sistema de la Defensa Elástica, el amplio uso de los puntos fuertes aparentemente demandaba un estudio más estrecho. El General Halder, por lo tanto, decidió una investigación formal en la cuestión del punto fuerte. El 6 de agosto de 1942, el jefe del Estado Mayor ordenó una encuesta en las unidades de primera línea sobre la concisa pregunta, “¿Puntos fuertes o defensa lineal continua?”. El propósito de este estudio no era alcanzar un consenso; más bien, debía buscar información del valor doctrinal desde tantas fuentes diferentes como fuera posible. El Cuarto Ejército, por ejemplo, propuso respuestas que fueron preparadas por cada cuerpo subordinado y comandante de división así como también por la mayoría de los comandantes de regimiento y batallón.
Las monografías devueltas como resultado de la encuesta del General Halder proporcionaron una cuidadosa evaluación crítica de las tácticas defensivas alemanas durante el invierno anterior. En la práctica, todas las unidades alemanas habían transigido los métodos doctrinales de la Defensa Elástica en cierta medida, y la mayoría de las divisiones habían experimentado al menos con medidas de punto fuerte. En sus informes, los comandantes inspeccionados argumentaron los méritos relativos del sistema de puntos fuertes e intentaron definir con precisión sus ventajas, desventajas y la conveniencia para el empleo defensivo general.
De forma previsible, las ventajas más comúnmente citadas eran las obvias de refugio y concentración de recursos limitados. Sin embargo, varios oficiales veteranos también indicaron otros beneficios menos obvios del combate en puntos fuertes. Las unidades dispuestas en puntos fuertes estaban más fácilmente controladas que aquellas formadas en una defensa linear, simplificando así los problemas de mando de los escasos oficiales y suboficiales restantes. Dentro de los puntos fuertes, escribió el comandante del 289 Regimiento de Infantería, incluso los soldados mal entrenados pueden ser mantenidos bajo el estrecho control de sus jefes menores. Igualmente, el jefe del estado mayor del Segundo Ejército consideró los puntos fuertes beneficiosos para la disciplina y el entrenamiento, una cuestión vital ya que “el estado de entrenamiento de las tropas y la calidad de los jefes menores de infantería han declinado notablemente”.
Los puntos fuertes también reforzaron la hundida moral y la combatividad de los soldados: las tropas diseminadas en una defensa linear tendían a percibirse como combatientes solitarios y a menudo eran menos firmes bajo el fuego que los que combatían en la estrecha compañía de guarniciones de punto fuerte. En cuanto a esto, la 331 División expresó preocupación sobre su creciente número de jóvenes e inexpertos reemplazos.
Frente a estas ventajas, los oficiales alemanes enumeraron los serios problemas que, por su experiencia, habían asistido al uso de puntos fuertes. Los puntos fuertes individuales invitaban al aislamiento y a la destrucción minuciosamente por fuerzas soviéticas superiores. Ya que los puntos fuertes separados habían sido incapaces de asegurar el frente alemán contra las penetraciones enemigas, potentes fuerzas rusas habían frecuentemente logrado abrirse paso entre los puntos fuertes y profundizar en la retaguardia alemana. También, partidas de infiltración soviéticas más pequeñas habían hecho estragos a lo largo del área defensiva alemana. Debido a la falta de dirección doctrinal, el uso de tácticas no estándar de puntos fuertes por algunas divisiones había expuesto involuntariamente los flancos de formaciones próximas desplegadas en una defensa linear.
En mi What IF habrá un sistema mixto, ya que los Puntos fuertes van a estar interconectados entre sí por trincheras y detrás van a estar una defensa elástica en profundidad con los Panzer como una reserva estratégica. Es decir que las penetraciones que los rusos consigan entre dos Puntos fuertes se va a encontrar con los Panzer que acuden a taponar la penetración. Esto va a evitar que los puntos fuertes sean rodeados y aniquilados.
Cabe recordar que la línea de mi frente tendrá 200km menos, ya que JAMÁS el 2° ejército Panzer de Guderian va a ser enviado hacia Tula, sino que va a subir a Kaluga. Mientras que el 3°ejército Panzer jamás va a subir hasta Kalinin, sino sólo hasta Rzhev.
Aparte voy a tener 4 ventajas:
- Más soldados (Porque no voy a desgastar mis divisiones en la 2da. etapa de Taifún y porque ya van a haber llegado las 9 divisiones desde Francia)
- Mejor logística (No porque haya mejorado mucho la logística, sino porque me ahorro toda la logística que se malgastó en la ofensiva entre el 15 de Noviembre y el 5 de Diciembre)
- Mejores defensas (Porque mis divisiones no están desguarnecidas y a la ofensiva, sino porque desde hace 3 semanas están protegidas y descansadas en defensas bien armadas y en profundidad).
- Con las divisiones Panzer en la retaguardia, respetando la "Doctrina Defensiva Alemana".
Continuará.
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Aunque los oficiales alemanes también pusieron reparos a su propio empleo ocasional de defensas lineales, los fallos generalmente eran atribuidos a los insuficientes recursos (sectores excesivamente amplios, falta de profundidad, indisponibilidad de reservas móviles). Sin embargo, las críticas sistemática del estilo de defensa de puntos fuertes indicaban defectos inherentes y fundamentales en el concepto de punto fuerte.
Los puntos fuertes, en la opinión de los comandantes alemanes, siempre estarían sujetos al aislamiento, y las fuerzas soviéticas siempre podrían forzar el paso entre puntos fuertes, incluso si los alemanes dispusieran de grandes fuerzas. Estos defectos pusieron en duda la predicción de Hitler de que el mero control de pueblos y cruces de carreteras detendrían el ímpetu ofensivo soviético. Como un informe divisionario expuso con delicadeza, esta contención permaneció “improbada en la práctica”.
Por consiguiente, el sentimiento oficial alemán corrió fuertemente contra una confianza general en las defensas de punto fuerte. Para la mayoría de los comandantes de campo alemanes, el sistema de punto fuerte permaneció como una emergencia oportuna incitada por las excepcionales condiciones de la campaña de invierno de 1941-42. En sus respuestas a la pregunta de Halder, muchos jefes rápidamente indicaron que, cuando las condiciones de combate lo hubieron permitido, sus unidades habían abandonado su confianza exclusiva sobre los puntos fuertes en favor de métodos más tradicionales. Como un comandante de batallón explico: “Excepto como bajo las especiales condiciones reinantes durante la campaña de invierno de 1941-42, debe rechazarse el sistema de punto fuerte y afanarse por una HKL [línea principal de resistencia] continua. El sistema de punto fuerte solamente puede ser una medida de emergencia por tiempo escaso, y debe formar el entramado para una línea continua como fue el caso durante el invierno”.
Algunos comandantes de unidad, aunque firmes en su respaldo de una defensa ortodoxa en profundidad, expresaron su intención de incorporar algunos puntos fuertes en cualquier futuro sistema defensivo. Con el paso del invierno, las divisiones alemanes en el Frente del Este comenzaron a organizar sus posiciones, ayudadas por la llegada de divisiones de refresco y un chorreo de reemplazos. Cuando esto sucedió, las líneas alemanes cada vez más se parecieron a la Defensa Elástica prescrita en el Truppenführung. Dentro de esta floreciente defensa en profundidad, los puntos fuertes fueron ocasionalmente retenidos como puestos avanzados de combate o, más comúnmente, como reductos dentro de la profundidad de la zona principal de batalla.
En contraste con los puntos fuertes del invierno, sin embargo, estas posiciones eran generalmente más pequeñas y estaban tejidas en el sistema defensivo con trincheras de conexión. [/i]
(EXACTAMENTE así va a ser MI SISTEMA DEFENSIVO, con la gran VENTAJA QUE VOY A TENER UNA RESERVA OPERATIVA Y LOS PANZER PARA TAPONAR PENETRACIONES)
Continuará.
Los puntos fuertes, en la opinión de los comandantes alemanes, siempre estarían sujetos al aislamiento, y las fuerzas soviéticas siempre podrían forzar el paso entre puntos fuertes, incluso si los alemanes dispusieran de grandes fuerzas. Estos defectos pusieron en duda la predicción de Hitler de que el mero control de pueblos y cruces de carreteras detendrían el ímpetu ofensivo soviético. Como un informe divisionario expuso con delicadeza, esta contención permaneció “improbada en la práctica”.
Por consiguiente, el sentimiento oficial alemán corrió fuertemente contra una confianza general en las defensas de punto fuerte. Para la mayoría de los comandantes de campo alemanes, el sistema de punto fuerte permaneció como una emergencia oportuna incitada por las excepcionales condiciones de la campaña de invierno de 1941-42. En sus respuestas a la pregunta de Halder, muchos jefes rápidamente indicaron que, cuando las condiciones de combate lo hubieron permitido, sus unidades habían abandonado su confianza exclusiva sobre los puntos fuertes en favor de métodos más tradicionales. Como un comandante de batallón explico: “Excepto como bajo las especiales condiciones reinantes durante la campaña de invierno de 1941-42, debe rechazarse el sistema de punto fuerte y afanarse por una HKL [línea principal de resistencia] continua. El sistema de punto fuerte solamente puede ser una medida de emergencia por tiempo escaso, y debe formar el entramado para una línea continua como fue el caso durante el invierno”.
Algunos comandantes de unidad, aunque firmes en su respaldo de una defensa ortodoxa en profundidad, expresaron su intención de incorporar algunos puntos fuertes en cualquier futuro sistema defensivo. Con el paso del invierno, las divisiones alemanes en el Frente del Este comenzaron a organizar sus posiciones, ayudadas por la llegada de divisiones de refresco y un chorreo de reemplazos. Cuando esto sucedió, las líneas alemanes cada vez más se parecieron a la Defensa Elástica prescrita en el Truppenführung. Dentro de esta floreciente defensa en profundidad, los puntos fuertes fueron ocasionalmente retenidos como puestos avanzados de combate o, más comúnmente, como reductos dentro de la profundidad de la zona principal de batalla.
En contraste con los puntos fuertes del invierno, sin embargo, estas posiciones eran generalmente más pequeñas y estaban tejidas en el sistema defensivo con trincheras de conexión. [/i]
(EXACTAMENTE así va a ser MI SISTEMA DEFENSIVO, con la gran VENTAJA QUE VOY A TENER UNA RESERVA OPERATIVA Y LOS PANZER PARA TAPONAR PENETRACIONES)
Continuará.
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TÁCTICA DEFENSIVA DE LOS PANZER.
IMPORTANCIA DE TENER LOS PANZER EN RETAGUARDIA
En las duras batallas defensivas el ejército Don en enero de 1943, las fuerzas blindadas alemanas complementaban la defensa de vanguardia de la infantería. La movilidad de estas formaciones permitía a los comandantes lanzarlas al campo de batalla, arrojando su peso en las crisis en desarrollo. La escasez de estas fuerzas, sin embargo, impidieron su empleo en una defensa móvil general. Para apuntalar los sectores amenazados, el contraataque permaneció siendo la misión más común para los blindados. Adicionalmente, los tanques y la infantería mecanizada alemanes formaron retaguardias ideales, permitiendo a otras unidades menos móviles retirarse o reagruparse cuando era necesario. La movilidad de retaguardia resultó ser tan crucial durante las fluidas batallas en enero y febrero que algunas divisiones regulares de infantería incluso prepararon sus propios contingentes motorizados incautando todos los vehícu-los a motor disponibles para utilizarlos como transportes de tropas. Como ejemplo, la 294 División de Infantería del Destacamento de Ejército Hollidt formó tal unidad móvil en torno a varios cañones antiaéreos autopropulsados de 20 y 88 mm y utilizó este grupo compuesto casi exclusi-vamente como una fuerza de cobertura de vanguardia o de retaguardia durante aquellas batallas defensivas de la división.
Las formaciones panzer también asestaron ataques de desgaste sobre áreas de reunión enemigas, comprando tiempo hasta que otras fuerzas alemanas pudieran redesplegarse o atrincherarse. A comienzo de enero, por ejemplo, la 17 División Panzer triunfó espectacularmente con un ataque así. Apoyado por un regimiento de infantería, el General von Senger atacó con su débil batallón de tanques una concentración de asalto soviética, destruyendo veintiún tanques y veinticinco cañones antitanques enemigos frente a la pérdida de solamente tres panzer antes de retirarse.
Al emprender tal acometida, el comandante de división resistió cualquier tentación de distribuir sus tanques para la protección de su infantería, o incluso de conservarlas como fuerza de contraataque contra penetraciones rusas. Arriesgándolas en una operación [ofensiva] de gran alcance... no solamente las hizo indisponible para la defensa del amenazado sector sur de la división sino que también aceptaba el peligro de ser aislada completamente... Pero su peligro fue recompensado. Tomando la iniciativa, pudo inflingir fuertes bajas a los rusos a un pequeño coste, desorganizando los preparativos ofensivos soviéticos, y obteniendo tiempo valioso para su división y para el frente de todo el ejército.
Tal calculada intrepidez utilizando fuerzas móviles fue posible debido a los superiores entrenamiento y liderazgo alemanes. Como recordó un oficial alemán:
- “La superioridad alemana en este momento no yacía primordialmente en su equipamiento sino en sus patrones de entrenamiento. El entrenamiento de las dotaciones de tanques nunca cesó, incluso en combate. En la 17 División Panzer la práctica era sostener una crítica después de cada enfrentamiento, en la cual los éxitos y los fallos eran discutidos, lo mismo como después en los ejercicios de tiempo de paz”.
Igualmente importante eran la agresividad, imaginación y flexibilidad de los líderes alemanes. Comentando las operaciones de sus improvisadas retaguardias móviles, el informe después de acción de la 294 División explicó que “la elección de un líder era especialmente importante” ya que tales unidades “no eran dirigidas de acuerdo a los manuales de campaña o incluso según cualquier esquema fijo”.
El método defensivo alemán fue así realmente una mezcla de técnicas tácticas. Lo que separa a estas batallas de otras fue el estilo de control de Manstein. Lo que Manstein hizo –y lo que Hitler, como regla general, no hizo- fue proporcionar una firme guía operacional a sus subordinados y luego permitir a esos comandantes utilizar sus fuerzas y el terreno para la máxima ventaja. Las duramente presionadas fuerzas de infantería , a menudo compuestas de unidades parcheadas apresuradamente reunidas sin ningún entrenamiento real de unidad, fueron mejor empleadas en defensas estáticas desde posiciones preparadas.
Los grupos móviles panzer y motorizados asestaron contraataques repentinos para ayudar a sostener las defensas de la infantería y, ocasionalmente, mantuvieron al enemigo fuera de balance con ataques preventivos. Si las posiciones principales de la infantería llegaban a ser engullidas, los panzer y la infantería mecanizada ayudaban a las fuerzas más lentas a retirarse.
Las formaciones móviles también libraron acciones dilatorias mientras las posiciones principales subsiguientes estaban siendo organizadas. Las grandes líneas defensivas eran diseñadas con bastante anticipación, permitiendo a las unidades hacer planes deliberados para sus retiradas. (Esta práctica sola añadió considerable coherencia a las operaciones alemanas. Hitler usualmente aplazaba las decisiones sobre permitir retiradas hasta que, cuando finalmente las ordenaba, las retiradas tenían que ser hechas confusamente para impedir cercos). Por ejemplo, combatiendo en su retirada desde el Chir al Donets en enero, durante una distancia de apenas 100 millas, el Destacamento de Ejército Hollidt ocupó no menos de nueve líneas defensivas intermedias. Su movimiento desde el Donets hasta el Mius en febrero siguió el mismo patrón.
En contraste a los métodos defensivos alemanes preferidos, estas batallas fueron libradas casi enteramente sin profundidad táctica. Ciertamente, la fluidez de las batallas en el sur de Rusia descendió, en gran parte, por la incapacidad alemana de absorber los ataques rusos en sucesivas zonas defensivas. Careciendo de fuerzas para establecer una defensa profundamente escalonada, los alemanes en lugar de ello combinaron maniobra –incluyendo ataques relámpagos y retiradas- con una tenaz defensa posicional para dar profundidad artificial al campo de batalla. De este modo, los alemanes pudieron frenar los principales ataques soviéticos, impidiendo penetraciones catastróficas mientras todavía preservaban la integridad y la libertad de acción de sus propias fuerzas.
Más claro, imposible.
Aquí finaliza este Post sobre el análisis más relevante de la "Doctrina defensiva Alemana".
Toda esta invalorable e importante información será debidamente usada en el desarrollo de mi What IF.
Saludos.
Fuente de todo el análisis: https://www.yumpu.com/es/document/view/ ... o-durante-
PD: Deseo aclarar que dicho enlace fue encontrado por Valerio, pero el documento es el mismo que yo poseo.
IMPORTANCIA DE TENER LOS PANZER EN RETAGUARDIA
En las duras batallas defensivas el ejército Don en enero de 1943, las fuerzas blindadas alemanas complementaban la defensa de vanguardia de la infantería. La movilidad de estas formaciones permitía a los comandantes lanzarlas al campo de batalla, arrojando su peso en las crisis en desarrollo. La escasez de estas fuerzas, sin embargo, impidieron su empleo en una defensa móvil general. Para apuntalar los sectores amenazados, el contraataque permaneció siendo la misión más común para los blindados. Adicionalmente, los tanques y la infantería mecanizada alemanes formaron retaguardias ideales, permitiendo a otras unidades menos móviles retirarse o reagruparse cuando era necesario. La movilidad de retaguardia resultó ser tan crucial durante las fluidas batallas en enero y febrero que algunas divisiones regulares de infantería incluso prepararon sus propios contingentes motorizados incautando todos los vehícu-los a motor disponibles para utilizarlos como transportes de tropas. Como ejemplo, la 294 División de Infantería del Destacamento de Ejército Hollidt formó tal unidad móvil en torno a varios cañones antiaéreos autopropulsados de 20 y 88 mm y utilizó este grupo compuesto casi exclusi-vamente como una fuerza de cobertura de vanguardia o de retaguardia durante aquellas batallas defensivas de la división.
Las formaciones panzer también asestaron ataques de desgaste sobre áreas de reunión enemigas, comprando tiempo hasta que otras fuerzas alemanas pudieran redesplegarse o atrincherarse. A comienzo de enero, por ejemplo, la 17 División Panzer triunfó espectacularmente con un ataque así. Apoyado por un regimiento de infantería, el General von Senger atacó con su débil batallón de tanques una concentración de asalto soviética, destruyendo veintiún tanques y veinticinco cañones antitanques enemigos frente a la pérdida de solamente tres panzer antes de retirarse.
Al emprender tal acometida, el comandante de división resistió cualquier tentación de distribuir sus tanques para la protección de su infantería, o incluso de conservarlas como fuerza de contraataque contra penetraciones rusas. Arriesgándolas en una operación [ofensiva] de gran alcance... no solamente las hizo indisponible para la defensa del amenazado sector sur de la división sino que también aceptaba el peligro de ser aislada completamente... Pero su peligro fue recompensado. Tomando la iniciativa, pudo inflingir fuertes bajas a los rusos a un pequeño coste, desorganizando los preparativos ofensivos soviéticos, y obteniendo tiempo valioso para su división y para el frente de todo el ejército.
Tal calculada intrepidez utilizando fuerzas móviles fue posible debido a los superiores entrenamiento y liderazgo alemanes. Como recordó un oficial alemán:
- “La superioridad alemana en este momento no yacía primordialmente en su equipamiento sino en sus patrones de entrenamiento. El entrenamiento de las dotaciones de tanques nunca cesó, incluso en combate. En la 17 División Panzer la práctica era sostener una crítica después de cada enfrentamiento, en la cual los éxitos y los fallos eran discutidos, lo mismo como después en los ejercicios de tiempo de paz”.
Igualmente importante eran la agresividad, imaginación y flexibilidad de los líderes alemanes. Comentando las operaciones de sus improvisadas retaguardias móviles, el informe después de acción de la 294 División explicó que “la elección de un líder era especialmente importante” ya que tales unidades “no eran dirigidas de acuerdo a los manuales de campaña o incluso según cualquier esquema fijo”.
El método defensivo alemán fue así realmente una mezcla de técnicas tácticas. Lo que separa a estas batallas de otras fue el estilo de control de Manstein. Lo que Manstein hizo –y lo que Hitler, como regla general, no hizo- fue proporcionar una firme guía operacional a sus subordinados y luego permitir a esos comandantes utilizar sus fuerzas y el terreno para la máxima ventaja. Las duramente presionadas fuerzas de infantería , a menudo compuestas de unidades parcheadas apresuradamente reunidas sin ningún entrenamiento real de unidad, fueron mejor empleadas en defensas estáticas desde posiciones preparadas.
Los grupos móviles panzer y motorizados asestaron contraataques repentinos para ayudar a sostener las defensas de la infantería y, ocasionalmente, mantuvieron al enemigo fuera de balance con ataques preventivos. Si las posiciones principales de la infantería llegaban a ser engullidas, los panzer y la infantería mecanizada ayudaban a las fuerzas más lentas a retirarse.
Las formaciones móviles también libraron acciones dilatorias mientras las posiciones principales subsiguientes estaban siendo organizadas. Las grandes líneas defensivas eran diseñadas con bastante anticipación, permitiendo a las unidades hacer planes deliberados para sus retiradas. (Esta práctica sola añadió considerable coherencia a las operaciones alemanas. Hitler usualmente aplazaba las decisiones sobre permitir retiradas hasta que, cuando finalmente las ordenaba, las retiradas tenían que ser hechas confusamente para impedir cercos). Por ejemplo, combatiendo en su retirada desde el Chir al Donets en enero, durante una distancia de apenas 100 millas, el Destacamento de Ejército Hollidt ocupó no menos de nueve líneas defensivas intermedias. Su movimiento desde el Donets hasta el Mius en febrero siguió el mismo patrón.
En contraste a los métodos defensivos alemanes preferidos, estas batallas fueron libradas casi enteramente sin profundidad táctica. Ciertamente, la fluidez de las batallas en el sur de Rusia descendió, en gran parte, por la incapacidad alemana de absorber los ataques rusos en sucesivas zonas defensivas. Careciendo de fuerzas para establecer una defensa profundamente escalonada, los alemanes en lugar de ello combinaron maniobra –incluyendo ataques relámpagos y retiradas- con una tenaz defensa posicional para dar profundidad artificial al campo de batalla. De este modo, los alemanes pudieron frenar los principales ataques soviéticos, impidiendo penetraciones catastróficas mientras todavía preservaban la integridad y la libertad de acción de sus propias fuerzas.
Más claro, imposible.
Aquí finaliza este Post sobre el análisis más relevante de la "Doctrina defensiva Alemana".
Toda esta invalorable e importante información será debidamente usada en el desarrollo de mi What IF.
Saludos.
Fuente de todo el análisis: https://www.yumpu.com/es/document/view/ ... o-durante-
PD: Deseo aclarar que dicho enlace fue encontrado por Valerio, pero el documento es el mismo que yo poseo.
-
- General de Brigada
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What if: Imaginemos un Barbarroja en 2 etapas
Una vez analizada la “Doctrina defensiva Alemana” retomemos donde quedamos.
Hitler se había reunido con sus generales y les había explicado cómo se iba a implementar el sistema defensivo Alemán y qué tácticas se usarían, aplicando un sistema mixto de “Punto fuerte” con “Defensa elástica. (Deberían ir a la página 183 para leer mi explicación sobre la táctica a emplear.)
Cientos de puntos fuertes se prepararían debidamente en ciudades y poblados y dichos “Puntos fuertes se unirían entre sí con “Defensas elásticas.”
Cada defensa elástica contaría con 3 batallones de infantería y un batallón de Panzers. Un batallón de infantería estaría en la vanguardia y 2 en la retaguardia. Para evitar el cansancio y la fatiga, cada 2 o 3 días los batallónes serían relevados y llevados a la retaguardia para descansar, y alimentarlos.
La artillería se reglaría y se la ubicaría detrás de cada “Punto Fuerte” para castigar cualquier ofensiva o penetración soviética.
Una vez finalizada mi explicación, el general Von Bock se levantaría de su silla y expondría sus dudas:
- Evidentemente su interpretación de la situación es correcta, Mein Führer, y la táctica que propone es la más conveniente. Pero yo haría dos cuestionamientos:
1) Los puntos fuertes serían susceptibles de ser atacados por artillería.
2) Las divisiones están muy desgastadas, algunas por debajo del 50% de su capacidad combativa. Por lo tanto un batallón tiene unos 300 o 400 soldados.
Es decir que los 3 batallones de infantería que usted propone ubicarlos en cada defensa elástica equivaldrían a un Regimiento en la “Teoría”, pero en la práctica tan sólo representan medio regimiento con suerte.
Puede ser una fuerza aceptable para contener el ataque soviético, pero creo que es una fuerza muy pobre para contraatacar.
Yo le contestaré:
- Tiene razón. Pero se está olvidando del batallón de Tanques y del apoyo concentrado de la artillería.
Aparte, los rusos también están desgastados y sus divisiones de infantería representan la mitad de hombres que nuestras divisiones.
Y debe tener en cuenta lo siguiente:
- En la defensiva nuestras tácticas superiores, nuestros soldados entrenados y nuestros oficiales altamente calificados van a tener la ventaja.
Medio regimiento de infantería va a rendir mucho más a la “Defensiva” que a la “Ofensiva”.
También he ordenado traer 9 divisiones desde Francia nada más que para el GEC, mientras que 6 divisiones más serán distribuidas en el GEN y el GES.
Esas 15 divisiones en total van a reforzar todo el Frente.
Escéptico, Ritter Von Leeb manifestará:
- Pero es muy poco para las terribles bajas que hemos sufrido. Tan sólo en el sector de Leningrado mis divisiones están sufriendo duras bajas y las necesidades de oficiales y suboficiales en acuciante
Von Rundstedt intervendrá para afirmar:
- Coincido con mi colega Von Leeb. El GES ha sufrido la baja de más de 1.000 oficiales, 3.000 suboficiales y casi 100.000 bajas entre muertos, heridos y desparecidos.
Para tranquilizarlos, les diré:
- Entiendo perfectamente sus reclamos, angustias y necesidades, pero lamentablemente es todo lo que puedo ofrecer.
Insisto con que los rusos están muy debilitados y que sus ofensivas son torpes. Por eso nuestros soldados se van a agigantar en la “Defensiva” y van a propinarle duras bajas al enemigo.
Lo hemos visto en estos 4 meses de combate cómo sus ofensivas se han desintegrado contra nuestras expertas divisiones.
Durante todo Julio y Agosto atacaron una y otra vez contra el GEC, con contraofensivas torpes, mal planificadas, atacando en forma absurda y obcecada contra puntos fuertes bien defendidos.
Miles de soldados rusos han muerto ante una MG34. Y con torpeza los oficiales rusos han vuelto a atacar la misma posición, de la misma manera, sin hacer un reconocimiento, sin cambiar sus tácticas, demostrando una torpeza supina.
Von Kluge intervendrá:
- Eso es muy cierto. Pero el enemigo también aprende. Aparte la situación en noviembre es muy distinta a la de Agosto
Yo le contestaré:
- Eso es muy cierto. Pero también lo es para los soviéticos. Han perdido en las bolsas de Viazma-Briansk-Kaluga-Rzehv y Volokolamnsk casi 1.000.000 de soldados. Tan sólo en el Kessel de Viazma hemos capturado más de medio millón de soldados.
Todos menearán la cabeza, no muy conformes.
Para tranquilizarlos yo les diré:
- Aparte tengo espías que me han brindado información muy precisa del dispositivo ruso, de los planes de su contraataque y hasta poseo mapas con la disposición de sus ejércitos y los vectores de sus ataques.
Así que esa gran ventaja nos otorga un “Plus” y una diferencia enorme y nos va a permitir maximizar nuestro rendimiento y darle un uso inteligente a nuestras tropas.[/i]
Continuará.
Hitler se había reunido con sus generales y les había explicado cómo se iba a implementar el sistema defensivo Alemán y qué tácticas se usarían, aplicando un sistema mixto de “Punto fuerte” con “Defensa elástica. (Deberían ir a la página 183 para leer mi explicación sobre la táctica a emplear.)
Cientos de puntos fuertes se prepararían debidamente en ciudades y poblados y dichos “Puntos fuertes se unirían entre sí con “Defensas elásticas.”
Cada defensa elástica contaría con 3 batallones de infantería y un batallón de Panzers. Un batallón de infantería estaría en la vanguardia y 2 en la retaguardia. Para evitar el cansancio y la fatiga, cada 2 o 3 días los batallónes serían relevados y llevados a la retaguardia para descansar, y alimentarlos.
La artillería se reglaría y se la ubicaría detrás de cada “Punto Fuerte” para castigar cualquier ofensiva o penetración soviética.
Una vez finalizada mi explicación, el general Von Bock se levantaría de su silla y expondría sus dudas:
- Evidentemente su interpretación de la situación es correcta, Mein Führer, y la táctica que propone es la más conveniente. Pero yo haría dos cuestionamientos:
1) Los puntos fuertes serían susceptibles de ser atacados por artillería.
2) Las divisiones están muy desgastadas, algunas por debajo del 50% de su capacidad combativa. Por lo tanto un batallón tiene unos 300 o 400 soldados.
Es decir que los 3 batallones de infantería que usted propone ubicarlos en cada defensa elástica equivaldrían a un Regimiento en la “Teoría”, pero en la práctica tan sólo representan medio regimiento con suerte.
Puede ser una fuerza aceptable para contener el ataque soviético, pero creo que es una fuerza muy pobre para contraatacar.
Yo le contestaré:
- Tiene razón. Pero se está olvidando del batallón de Tanques y del apoyo concentrado de la artillería.
Aparte, los rusos también están desgastados y sus divisiones de infantería representan la mitad de hombres que nuestras divisiones.
Y debe tener en cuenta lo siguiente:
- En la defensiva nuestras tácticas superiores, nuestros soldados entrenados y nuestros oficiales altamente calificados van a tener la ventaja.
Medio regimiento de infantería va a rendir mucho más a la “Defensiva” que a la “Ofensiva”.
También he ordenado traer 9 divisiones desde Francia nada más que para el GEC, mientras que 6 divisiones más serán distribuidas en el GEN y el GES.
Esas 15 divisiones en total van a reforzar todo el Frente.
Escéptico, Ritter Von Leeb manifestará:
- Pero es muy poco para las terribles bajas que hemos sufrido. Tan sólo en el sector de Leningrado mis divisiones están sufriendo duras bajas y las necesidades de oficiales y suboficiales en acuciante
Von Rundstedt intervendrá para afirmar:
- Coincido con mi colega Von Leeb. El GES ha sufrido la baja de más de 1.000 oficiales, 3.000 suboficiales y casi 100.000 bajas entre muertos, heridos y desparecidos.
Para tranquilizarlos, les diré:
- Entiendo perfectamente sus reclamos, angustias y necesidades, pero lamentablemente es todo lo que puedo ofrecer.
Insisto con que los rusos están muy debilitados y que sus ofensivas son torpes. Por eso nuestros soldados se van a agigantar en la “Defensiva” y van a propinarle duras bajas al enemigo.
Lo hemos visto en estos 4 meses de combate cómo sus ofensivas se han desintegrado contra nuestras expertas divisiones.
Durante todo Julio y Agosto atacaron una y otra vez contra el GEC, con contraofensivas torpes, mal planificadas, atacando en forma absurda y obcecada contra puntos fuertes bien defendidos.
Miles de soldados rusos han muerto ante una MG34. Y con torpeza los oficiales rusos han vuelto a atacar la misma posición, de la misma manera, sin hacer un reconocimiento, sin cambiar sus tácticas, demostrando una torpeza supina.
Von Kluge intervendrá:
- Eso es muy cierto. Pero el enemigo también aprende. Aparte la situación en noviembre es muy distinta a la de Agosto
Yo le contestaré:
- Eso es muy cierto. Pero también lo es para los soviéticos. Han perdido en las bolsas de Viazma-Briansk-Kaluga-Rzehv y Volokolamnsk casi 1.000.000 de soldados. Tan sólo en el Kessel de Viazma hemos capturado más de medio millón de soldados.
Todos menearán la cabeza, no muy conformes.
Para tranquilizarlos yo les diré:
- Aparte tengo espías que me han brindado información muy precisa del dispositivo ruso, de los planes de su contraataque y hasta poseo mapas con la disposición de sus ejércitos y los vectores de sus ataques.
Así que esa gran ventaja nos otorga un “Plus” y una diferencia enorme y nos va a permitir maximizar nuestro rendimiento y darle un uso inteligente a nuestras tropas.[/i]
Continuará.
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Al escuchar la palabra “espía” los generales se sentirán más reconfortados.
Para terminar de convencerlos yo les diré:
- Hemos preparados unos mapas y planos con todo el dispositivo ruso, la ubicación de sus divisiones y sus vectores de ataque.
Halder les hará entrega a cada general dichos mapas para que en base a esa valiosa información, ustedes puedan armar sus defensas.
Recuerden que es importante que a sus subordinados no les digan absolutamente nada de que vamos a pasar a “Cuarteles de Invierno”. Sólo los generales de división deben saber que no vamos a atacar y que Moscú va a quedar para 1942.
Los Jefes de regimiento hasta el soldado más raso se les debe decir que el “Parate” es tan sólo momentáneo y que estamos juntando refuerzos venidos de Francia para atacar contra Moscú a más tardar el 20 de Noviembre.
Está claro!!! – diré en voz alta.
Todos asentirán.
Yo les diré:
- Los refuerzos de Francia ya están llegando. Y a ropa de invierno, los lubricantes para ametralladoras y cañones, las raquetas y esquís de nieve ya están llegando y para mediados de noviembre ya todos los soldados estarán debidamente abrigados.
El edecán de Von Rundstedt me dirá:
- Muchas de nuestras divisiones ya han recibido ropa de invierno, pero la mayoría está formada por abrigos civiles, sacones e inclusiva abrigos de pieles de mujeres.
Mis soldados parecen civiles y hasta mujeres coquetas. El uniforme y los blasones desaparecieron y cuesta reconocerlos.
Varios reirán por lo bajo.
En tono grave les diré:
- Es lo que hay. Goebbels hizo el mayor esfuerzo para recolectar todo lo posible.
La situación es gravísima. La Wehrmacht ha sufrido bajas terribles y ustedes son conscientes de eso.
Debemos actuar con heterodoxia, con desesperación, improvisando medidas para poder salvarnos de la desintegración.
Yo no sé si son conscientes de lo grave de la situación y de lo mal que estamos. Por lo tanto no es momento de reclamar uniformes o perder tiempo en detalles, sino es momento de coraje, de improvisaciones, de defendernos con uñas y dientes, de tratar de salvar el pellejo.
Los soldados rusos también están vestidos con ropa de campesinos o civiles, tienen el mismo frío y padecen el mismo clima. Comen una vez por día, carecen de servicio médico y sufren de las mismas penurias. Son tratados como perros por sus oficiales y a pesar de estar mal dirigidos y armados, pelean como salvajes, con una crueldad y un derroche de sangre que nunca se ha visto en el campo de batalla.
Por lo tanto si ellos son crueles, nosotros seremos el doble de crueles. Si ellos arman divisiones Ad Hoc, nosotros haremos lo mismo. Si ellos no pierden tiempo ni recursos en fabricar uniformes militares, nosotros haremos lo mismo. Si ellos dedican cada tornillo, cada obrero y cada plancha de acero, nosotros haremos lo mismo. Y si ellos pelean como gato "Panza arriba", nosotros haremos lo mismo.
Debemos pagarle con la misma moneda, pelear bajo sus mismas tácticas y ser tan brutales como ellos. No podemos perder el tiempo en detalles como la ropa de invierno o respetar la "Convención de Ginebra", cuando ellos no toman prisioneros y matan a nuestros soldados sin piedad.
Por lo tanto, dejen de quejarse por detalles nimios y pongan su mejor esfuerzo, astucia y coraje. Si logramos contener la contraofensiva rusa, en 1942 tendremos una chance de ganar la guerrra.
Si no lo hacemos, Alemania será derrotada.
Se producirá un gélido silencio.
Continuará.
Para terminar de convencerlos yo les diré:
- Hemos preparados unos mapas y planos con todo el dispositivo ruso, la ubicación de sus divisiones y sus vectores de ataque.
Halder les hará entrega a cada general dichos mapas para que en base a esa valiosa información, ustedes puedan armar sus defensas.
Recuerden que es importante que a sus subordinados no les digan absolutamente nada de que vamos a pasar a “Cuarteles de Invierno”. Sólo los generales de división deben saber que no vamos a atacar y que Moscú va a quedar para 1942.
Los Jefes de regimiento hasta el soldado más raso se les debe decir que el “Parate” es tan sólo momentáneo y que estamos juntando refuerzos venidos de Francia para atacar contra Moscú a más tardar el 20 de Noviembre.
Está claro!!! – diré en voz alta.
Todos asentirán.
Yo les diré:
- Los refuerzos de Francia ya están llegando. Y a ropa de invierno, los lubricantes para ametralladoras y cañones, las raquetas y esquís de nieve ya están llegando y para mediados de noviembre ya todos los soldados estarán debidamente abrigados.
El edecán de Von Rundstedt me dirá:
- Muchas de nuestras divisiones ya han recibido ropa de invierno, pero la mayoría está formada por abrigos civiles, sacones e inclusiva abrigos de pieles de mujeres.
Mis soldados parecen civiles y hasta mujeres coquetas. El uniforme y los blasones desaparecieron y cuesta reconocerlos.
Varios reirán por lo bajo.
En tono grave les diré:
- Es lo que hay. Goebbels hizo el mayor esfuerzo para recolectar todo lo posible.
La situación es gravísima. La Wehrmacht ha sufrido bajas terribles y ustedes son conscientes de eso.
Debemos actuar con heterodoxia, con desesperación, improvisando medidas para poder salvarnos de la desintegración.
Yo no sé si son conscientes de lo grave de la situación y de lo mal que estamos. Por lo tanto no es momento de reclamar uniformes o perder tiempo en detalles, sino es momento de coraje, de improvisaciones, de defendernos con uñas y dientes, de tratar de salvar el pellejo.
Los soldados rusos también están vestidos con ropa de campesinos o civiles, tienen el mismo frío y padecen el mismo clima. Comen una vez por día, carecen de servicio médico y sufren de las mismas penurias. Son tratados como perros por sus oficiales y a pesar de estar mal dirigidos y armados, pelean como salvajes, con una crueldad y un derroche de sangre que nunca se ha visto en el campo de batalla.
Por lo tanto si ellos son crueles, nosotros seremos el doble de crueles. Si ellos arman divisiones Ad Hoc, nosotros haremos lo mismo. Si ellos no pierden tiempo ni recursos en fabricar uniformes militares, nosotros haremos lo mismo. Si ellos dedican cada tornillo, cada obrero y cada plancha de acero, nosotros haremos lo mismo. Y si ellos pelean como gato "Panza arriba", nosotros haremos lo mismo.
Debemos pagarle con la misma moneda, pelear bajo sus mismas tácticas y ser tan brutales como ellos. No podemos perder el tiempo en detalles como la ropa de invierno o respetar la "Convención de Ginebra", cuando ellos no toman prisioneros y matan a nuestros soldados sin piedad.
Por lo tanto, dejen de quejarse por detalles nimios y pongan su mejor esfuerzo, astucia y coraje. Si logramos contener la contraofensiva rusa, en 1942 tendremos una chance de ganar la guerrra.
Si no lo hacemos, Alemania será derrotada.
Se producirá un gélido silencio.
Continuará.
Última edición por Super Mario el 27 Mar 2015, 03:58, editado 1 vez en total.
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Incómodos ante mi sentencia y lo grave de la situación, Guderian intervendrá:
- Es muy cierto lo que dice. Debemos ser pragmáticos y recurrir a nuestra imaginación en esta grave adversidad.
Por lo tanto concuerdo de que dejemos de quejarnos y pongamos todo nuestro ingenio militar en proteger a nuestras divisiones lo mejor posible.
Pero yo tengo un reparo con respecto a su técnica defensiva y consiste en que no concuerdo con que las divisiones Panzer se desintegren en batallones,
- ¿Por qué? – le preguntaré yo.
- Porque eso nos va a quitar capacidad ofensiva, ya que las divisiones Panzer perderán su potencia ofensiva -.
Molesto, le responderé:
- Estimado Guderian, olvídese de la ofensiva para 1941. Por lo tanto los Panzer serán usados exclusivamente para defender el terreno.
Obviamente que no seré tan torpe de usarlo en posiciones fijas del frente, sino en la retaguardia.
Por lo tanto el tanque se usará en una táctica “Defensiva-Ofensiva”.
Sus amados Panzer seguirán sirviendo en la ofensiva, pero en esta caso serán en contraofensivas acotadas contra las penetraciones rusas, en la retaguardia para evitar su destrucción en la línea del Frente.
Lo que quiero hacer con los Panzer es respetar la “Doctrina defensiva alemana” en donde los tanques se usarán si bien en tareas Defensivas, su uso será a en “Contraofensivas”
¿Se entiende?
- Perfectamente.
Según cálculos de Halder hay unos 60 batallones de panzer que reunén a unos 1.200 tanques. Separados por 10 kilómetros entre batallón y batallón, se podrá cubrir unos 600 kilómetros de Frente. A eso hay que sumarle unos 100 puntos fuertes.
- Pero el frente de los altos del Valdai a Kursk es de 800 kilómetros – dirá Hoth.
- Y bueno, lamentablemente es lo que hay. Más no puedo hacer.
Contamos con la ventaja de la información que me brindó el espía y con el XXXIX Panzer Korps que va a oficiar de reserva operativa como bombero que va a ir de un lado al otro para socorrer en los puntos álgidos.
Todos menearan las cabeza, no muy conformes.
Yo les diré:
- Confinen en nuestras mejores técnicas, armas y soldados.
Les prometo que de estas vamos a salir victoriosos y le vamos a propinar una paliza a los rusos.
Nuestras batallas defensivas serán de una defensa activa, bien organizada en la profundidad de la zona defensiva y utilizando todos los medios concebibles para improvisar potencia de combate, puede evitar una completa penetración enemiga. Una defensa deber ser conducida ofensivamente incluso en la profundidad de la zona defensiva con objeto de debilitar a las fuerzas enemigas en el grado máximo posible. Y para ello es necesario que dividamos las divisiones Panzer en esos 60 batallones
Nuestra defensa elástica, nuestra profundidad táctica y la movilidad de nuestros panzer nos dará una gran ventaja.
Otra técnica para dar profundidad a la defensa alemana será situar armas pesadas (obuses ligeros de “infantería”, cañones antitanque, cañones antiaéreos, piezas de artillería) y observadores de artillería en profundidad tras los puntos fuertes avanzados.
Las fuerzas enemigas penetrando más allá de la línea de puntos fuertes podían así ser continuamente combatidas por el fuego directo e indirecto desde una profundidad considerable.
La rápida concentración de toda la artillería sobre el esfuerzo principal enemigo es decisiva”. Para ese fin, las divisiones alemanas integraban meticulosamente los fuegos de todas las principales armas de fuego directo e indirecto (incluyendo morteros de infantería y ametralladoras pesadas), así como también el fuego de las unidades vecinas, en un solo plan de fuego divisionario.
Este plan de fuego preparado de antemano será luego ejecutado por orden de comandantes designados de primera línea por lo que las tropas rusas atacantes serán repentinamente destrozadas por andanadas simultáneas de artillería concentrada y el fuego de armas portátiles.
Apoyemonos en nuestros conceptos doctrinales:
• Utilización de la profundidad.
• Aprovechamiento del terreno.
• Potencia de fuego.
• Contraataques contundentes, valientes y feroces.
• Movilidad de los Panzer
E insisto:
- No les digan absolutamente nada a sus subordinados de que vamos a hacer el “Parate” y pasar a “Cuarteles de Invierno”.
Debe ser un secreto.
Mucha suerte generales y pongan de ustedes su mayor esfuerzo, arrojo, creatividad, valentía y estrategia.
Yo me encargaré de recorrer personalmente la línea del frente por dos motivos:
1) Estimular y arengar a la tropa.
2) Controlar que las tareas defensivas se lleven a cabo según lo planificado.
Saludos y suerte.
Los generales se retirarán conformes, cada uno con una carpeta bajo el brazo en donde figuran los mapas, la distribución de los ejércitos, la ubicación de las divisiones soviéticas y sus vectores de ataque. Información invalorable que les permitirá armar sus defensas, ubicar sus soldados, definir la estrategia a seguir y neutralizar la contraofensiva rusa.
- Es muy cierto lo que dice. Debemos ser pragmáticos y recurrir a nuestra imaginación en esta grave adversidad.
Por lo tanto concuerdo de que dejemos de quejarnos y pongamos todo nuestro ingenio militar en proteger a nuestras divisiones lo mejor posible.
Pero yo tengo un reparo con respecto a su técnica defensiva y consiste en que no concuerdo con que las divisiones Panzer se desintegren en batallones,
- ¿Por qué? – le preguntaré yo.
- Porque eso nos va a quitar capacidad ofensiva, ya que las divisiones Panzer perderán su potencia ofensiva -.
Molesto, le responderé:
- Estimado Guderian, olvídese de la ofensiva para 1941. Por lo tanto los Panzer serán usados exclusivamente para defender el terreno.
Obviamente que no seré tan torpe de usarlo en posiciones fijas del frente, sino en la retaguardia.
Por lo tanto el tanque se usará en una táctica “Defensiva-Ofensiva”.
Sus amados Panzer seguirán sirviendo en la ofensiva, pero en esta caso serán en contraofensivas acotadas contra las penetraciones rusas, en la retaguardia para evitar su destrucción en la línea del Frente.
Lo que quiero hacer con los Panzer es respetar la “Doctrina defensiva alemana” en donde los tanques se usarán si bien en tareas Defensivas, su uso será a en “Contraofensivas”
¿Se entiende?
- Perfectamente.
Según cálculos de Halder hay unos 60 batallones de panzer que reunén a unos 1.200 tanques. Separados por 10 kilómetros entre batallón y batallón, se podrá cubrir unos 600 kilómetros de Frente. A eso hay que sumarle unos 100 puntos fuertes.
- Pero el frente de los altos del Valdai a Kursk es de 800 kilómetros – dirá Hoth.
- Y bueno, lamentablemente es lo que hay. Más no puedo hacer.
Contamos con la ventaja de la información que me brindó el espía y con el XXXIX Panzer Korps que va a oficiar de reserva operativa como bombero que va a ir de un lado al otro para socorrer en los puntos álgidos.
Todos menearan las cabeza, no muy conformes.
Yo les diré:
- Confinen en nuestras mejores técnicas, armas y soldados.
Les prometo que de estas vamos a salir victoriosos y le vamos a propinar una paliza a los rusos.
Nuestras batallas defensivas serán de una defensa activa, bien organizada en la profundidad de la zona defensiva y utilizando todos los medios concebibles para improvisar potencia de combate, puede evitar una completa penetración enemiga. Una defensa deber ser conducida ofensivamente incluso en la profundidad de la zona defensiva con objeto de debilitar a las fuerzas enemigas en el grado máximo posible. Y para ello es necesario que dividamos las divisiones Panzer en esos 60 batallones
Nuestra defensa elástica, nuestra profundidad táctica y la movilidad de nuestros panzer nos dará una gran ventaja.
Otra técnica para dar profundidad a la defensa alemana será situar armas pesadas (obuses ligeros de “infantería”, cañones antitanque, cañones antiaéreos, piezas de artillería) y observadores de artillería en profundidad tras los puntos fuertes avanzados.
Las fuerzas enemigas penetrando más allá de la línea de puntos fuertes podían así ser continuamente combatidas por el fuego directo e indirecto desde una profundidad considerable.
La rápida concentración de toda la artillería sobre el esfuerzo principal enemigo es decisiva”. Para ese fin, las divisiones alemanas integraban meticulosamente los fuegos de todas las principales armas de fuego directo e indirecto (incluyendo morteros de infantería y ametralladoras pesadas), así como también el fuego de las unidades vecinas, en un solo plan de fuego divisionario.
Este plan de fuego preparado de antemano será luego ejecutado por orden de comandantes designados de primera línea por lo que las tropas rusas atacantes serán repentinamente destrozadas por andanadas simultáneas de artillería concentrada y el fuego de armas portátiles.
Apoyemonos en nuestros conceptos doctrinales:
• Utilización de la profundidad.
• Aprovechamiento del terreno.
• Potencia de fuego.
• Contraataques contundentes, valientes y feroces.
• Movilidad de los Panzer
E insisto:
- No les digan absolutamente nada a sus subordinados de que vamos a hacer el “Parate” y pasar a “Cuarteles de Invierno”.
Debe ser un secreto.
Mucha suerte generales y pongan de ustedes su mayor esfuerzo, arrojo, creatividad, valentía y estrategia.
Yo me encargaré de recorrer personalmente la línea del frente por dos motivos:
1) Estimular y arengar a la tropa.
2) Controlar que las tareas defensivas se lleven a cabo según lo planificado.
Saludos y suerte.
Los generales se retirarán conformes, cada uno con una carpeta bajo el brazo en donde figuran los mapas, la distribución de los ejércitos, la ubicación de las divisiones soviéticas y sus vectores de ataque. Información invalorable que les permitirá armar sus defensas, ubicar sus soldados, definir la estrategia a seguir y neutralizar la contraofensiva rusa.
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What if: Imaginemos un Barbarroja en 2 etapas
Me había perdido y no había leído un detalle clave: lo de disgregar las divisiones acorazadas.
Lo siento, pero eso es un error gravísimo. Las formaciones acorazadas, en principio, deben intentar operar siempre a la ofensiva , e incluso cuando luchan a la defensiva, deben hacerlo con flexibilidad, no estáticamente ni pegadas al terreno.
Por otra parte, hay que suponer que por torpe que sea el atacante, siempre conseguirá la superioridad local y la sorpresa táctica. Si no lo hace, será por torpeza, peor no se puede planificar sin considerar el peor caso. Eso quiere decir que, antes o después, conseguirán romper el frente.
Al fraccionar las formaciones acorazadas, se consigue tener por todas partes reservas locales en forma de batallones acorazados que son buena receta contra esas rupturas, pero el problema es que esas formaciones resultan muy débiles. Un batallón Panzer un poco disminuido tal vez tenga solo veinte o treinta carros, sin artillería ni infantería, y un error (caer inadvertidamente en una emboscada antitanque) puede anularlos. Si esos batallones fracasan en contener la ofensiva, el frente entero puede desmoronarse, porque no se dispone de otra fuerza acorazada: el resto de las formaciones acorazadas tendrán que conseguir retirarse de su sector (que probablemente también esté siendo atacado), reagruparse, y contraatacar, teniendo además el problema de las pésimas comunicaciones soviéticas.
Otro problema es que al dispersar los tanques se complica enormemente su mantenimiento: no olvides que se necesitan talleres, repuestos especializados, etcétera, y a más fraccionamiento, mayor esfuerzo logístico y mayor demanda de personal.
Hay que hacer justamente lo contrario: mantener los carros en formaciones de tamaño medio. Tal vez un tamaño razonable sea en cuerpos de ejército de dos divisiones acorazadas y una o dos de infantería (a poder ser motorizadas o parcialmente motorizadas). Esas formaciones tendrían que poder actuar en los puntos atacados en 24 – 48 horas. La ventaja, además, es que de ser precisas masas mayores de carros, es mucho más fácil trasladar esos cuerpos de reserva al punto donde sean precisos.
Tan solo sería aceptable mantener reservas locales con carros si el ejército tiene tantos tanques que pueda formar al mismo tiempo batallones de apoyo para las divisiones de infantería, y al mismo tiempo una masa acorazada. Eso sería muy deseable, y de hecho el ejército norteamericano de 1944 estaba organizado así. Pero no olvides que una división norteamericana de 1944 equivalía a un cuerpo Panzer alemán (tanto en soldados como en tanques, y además tenía más artillería). Dudo mucho que las medidas industriales fuesen capaces de proporcionar suficientes tanques en los pocos meses que quedan de 1941, y tampoco daría tiempo para entrenar dotaciones.
Otro detalle: no tiene sentido mantener formaciones disminuidas, ya que esas unidades son muy débiles en fuerza combativa (en fusileros) pero los servicios (intendencia, etcétera) siguen siendo los mismos. Es mucho mejor que un sector sea defendido por un regimiento al completo, que por tres regimientos muy disminuidos. Por eso, aunque duela, lo que hay que hacer con las unidades que se trasladen desde Francia es disolverlas y usar sus efectivos como reemplazos, para reponer en lo posible las plantillas.
Más: lo de que la artillería enemiga bombardee los “puntos fuertes” no tiene sentido, porque realmente deben ser “zonas fuertes”, que tengan suficiente espacio para poder desplegar reservas, es decir, de decenas de kilómetros. Encerarse en un bastión con un perímetro de tres o cuatro kilómetros es suicida, aunque uno tenga todo el VI Ejército: una máxima de la SGM fue que el enemigo siempre tendría suficiente potencia de fuego.
De la misma forma, lo de los planes de fuego está muy bien (y tonto sería el comandante que no los hiciese), pero eso solo sirve para una defensa estática, precisamente el tipo de batalla que los alemanes no debían combatir. Debe dejarse que cada comandante organice el frente como le parezca y no inmiscuirse con ellos. Eso sí, los mandos deben mantener el control e inspeccionar a sus subordinados, que siempre hay por ahí “garbanzos negros” o gente con ideas originales. El EM de las grandes unidades debe preocuparse más en como apoyar a sus unidades más pequeñas y en cómo actuar ante crisis.
Siento decir esto, pero estás cometiendo muchos de los errores de Hitler: tienes que dejar actuar a los comandantes. Si no te fías de ellos, los relevas. Pero hay que darles libertad de acción.
Saludos
P.D.: justo ahora acabo de colgar una entrada en mi historia sobre las reformas en el arma acorazada. Es un escenario diferente, se tiene un poco más de tiempo, pero aun así verás que las medidas tomadas son muy conservadores. Y eso que no me he metido con el desdoblamiento de las divisiones panzer.
Lo siento, pero eso es un error gravísimo. Las formaciones acorazadas, en principio, deben intentar operar siempre a la ofensiva , e incluso cuando luchan a la defensiva, deben hacerlo con flexibilidad, no estáticamente ni pegadas al terreno.
Por otra parte, hay que suponer que por torpe que sea el atacante, siempre conseguirá la superioridad local y la sorpresa táctica. Si no lo hace, será por torpeza, peor no se puede planificar sin considerar el peor caso. Eso quiere decir que, antes o después, conseguirán romper el frente.
Al fraccionar las formaciones acorazadas, se consigue tener por todas partes reservas locales en forma de batallones acorazados que son buena receta contra esas rupturas, pero el problema es que esas formaciones resultan muy débiles. Un batallón Panzer un poco disminuido tal vez tenga solo veinte o treinta carros, sin artillería ni infantería, y un error (caer inadvertidamente en una emboscada antitanque) puede anularlos. Si esos batallones fracasan en contener la ofensiva, el frente entero puede desmoronarse, porque no se dispone de otra fuerza acorazada: el resto de las formaciones acorazadas tendrán que conseguir retirarse de su sector (que probablemente también esté siendo atacado), reagruparse, y contraatacar, teniendo además el problema de las pésimas comunicaciones soviéticas.
Otro problema es que al dispersar los tanques se complica enormemente su mantenimiento: no olvides que se necesitan talleres, repuestos especializados, etcétera, y a más fraccionamiento, mayor esfuerzo logístico y mayor demanda de personal.
Hay que hacer justamente lo contrario: mantener los carros en formaciones de tamaño medio. Tal vez un tamaño razonable sea en cuerpos de ejército de dos divisiones acorazadas y una o dos de infantería (a poder ser motorizadas o parcialmente motorizadas). Esas formaciones tendrían que poder actuar en los puntos atacados en 24 – 48 horas. La ventaja, además, es que de ser precisas masas mayores de carros, es mucho más fácil trasladar esos cuerpos de reserva al punto donde sean precisos.
Tan solo sería aceptable mantener reservas locales con carros si el ejército tiene tantos tanques que pueda formar al mismo tiempo batallones de apoyo para las divisiones de infantería, y al mismo tiempo una masa acorazada. Eso sería muy deseable, y de hecho el ejército norteamericano de 1944 estaba organizado así. Pero no olvides que una división norteamericana de 1944 equivalía a un cuerpo Panzer alemán (tanto en soldados como en tanques, y además tenía más artillería). Dudo mucho que las medidas industriales fuesen capaces de proporcionar suficientes tanques en los pocos meses que quedan de 1941, y tampoco daría tiempo para entrenar dotaciones.
Otro detalle: no tiene sentido mantener formaciones disminuidas, ya que esas unidades son muy débiles en fuerza combativa (en fusileros) pero los servicios (intendencia, etcétera) siguen siendo los mismos. Es mucho mejor que un sector sea defendido por un regimiento al completo, que por tres regimientos muy disminuidos. Por eso, aunque duela, lo que hay que hacer con las unidades que se trasladen desde Francia es disolverlas y usar sus efectivos como reemplazos, para reponer en lo posible las plantillas.
Más: lo de que la artillería enemiga bombardee los “puntos fuertes” no tiene sentido, porque realmente deben ser “zonas fuertes”, que tengan suficiente espacio para poder desplegar reservas, es decir, de decenas de kilómetros. Encerarse en un bastión con un perímetro de tres o cuatro kilómetros es suicida, aunque uno tenga todo el VI Ejército: una máxima de la SGM fue que el enemigo siempre tendría suficiente potencia de fuego.
De la misma forma, lo de los planes de fuego está muy bien (y tonto sería el comandante que no los hiciese), pero eso solo sirve para una defensa estática, precisamente el tipo de batalla que los alemanes no debían combatir. Debe dejarse que cada comandante organice el frente como le parezca y no inmiscuirse con ellos. Eso sí, los mandos deben mantener el control e inspeccionar a sus subordinados, que siempre hay por ahí “garbanzos negros” o gente con ideas originales. El EM de las grandes unidades debe preocuparse más en como apoyar a sus unidades más pequeñas y en cómo actuar ante crisis.
Siento decir esto, pero estás cometiendo muchos de los errores de Hitler: tienes que dejar actuar a los comandantes. Si no te fías de ellos, los relevas. Pero hay que darles libertad de acción.
Saludos
P.D.: justo ahora acabo de colgar una entrada en mi historia sobre las reformas en el arma acorazada. Es un escenario diferente, se tiene un poco más de tiempo, pero aun así verás que las medidas tomadas son muy conservadores. Y eso que no me he metido con el desdoblamiento de las divisiones panzer.
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Domper escribió:Me había perdido y no había leído un detalle clave: lo de disgregar las divisiones acorazadas.
Lo siento, pero eso es un error gravísimo. Las formaciones acorazadas, en principio, deben intentar operar siempre a la ofensiva , e incluso cuando luchan a la defensiva, deben hacerlo con flexibilidad, no estáticamente ni pegadas al terreno.
Eso es a la ofensiva, pero no a la defensiva.
Por supuesto que lo mejor tanto en la ofensiva como a la defensiva es tener la división completa porque su concentración representa un mayor poder de fuego y mayor pegada. (Inclusive en la "Ofensiva" es un grave error dividir la división Panzer)
Pero convengamos que para fines de Noviembre de 1941 tanto alemanes como rusos estaban con la "Lengua afuera" y sus divisiones no estaban al completo, sino al 50%.
En el caso de los rusos era peor, ya que encima que no estaban al completo, estaban armadas "Ad Hoc", sin la cantidad de oficiales necesaria, ni artillería regimental, ni antitanque, ni siquiera tenían uniformes. (ni hablar de antiaérea).
Así como eran bajados del tren, eran enviados al frente a pelear. (Ya conté la anécdota de que a los soldados capturados en enero de 1942 les preguntaban el nombre de sus oficiales o a qué división o regimiento pertenecía y los soldados no tenían idea ni quién era el jefe de su batallón. Eran milicias populares reclutadas a veces a la fuerza de poblados agrícolas de la "Rusia profunda" que ni siquiera sabían leer ni escribir).
Lee por favor lo que transcribí sobre los "Fallos en la contraofensiva rusa", esta misma página.
Domper escribió:Por otra parte, hay que suponer que por torpe que sea el atacante, siempre conseguirá la superioridad local y la sorpresa táctica. Si no lo hace, será por torpeza, peor no se puede planificar sin considerar el peor caso. Eso quiere decir que, antes o después, conseguirán romper el frente.
Yo no cometí el error de aplicar la estrategia de Hitler de "A pie firme", sino implementé una "Defensa elástica", combinada con "Puntos Fuertes".
Mi "Defensa elástica" posee tan sólo un batallón de infantería en la línea del frente y tres batallones en la retaguardia distribuidos en profundidad (de los cuales 2 son de infantería y uno de Panzer).
Por lo tanto la superioridad local y sorpresa táctica que los rusos van a tener en un primer momento, va a ser "Puro Humo", ante un sólo batallón.
Esa sorpresa táctica, se va a perder en la profundidad del terreno que yo uso a mi favor. Una vez que avanzaron 10 kilómetros y su artillería quedó retrasada, mis 3 batallones le van a caer como "Perros rabiosos". (En eso consiste la "Base Doctrinal" de la Defensa elástica).
E insisto que encima ante tropas mal entrenadas, armadas y dirigidas.
Lee por favor el Post el último Post de la página 184, donde se sacan las siguientes conclusiones:
• Las divisiones soviéticas ERAN DÉBILES
• Estaban mal equipadas, mal entrenadas, faltas de municiones y artillería y sin tanques de apoyo
• Los Tanques eran escasos y dispersos en un frente muy amplio.
• Comandantes inexpertos y torpe distribución de Fuerzas.
• Fuerzas de tanques desperdigadas y diluidas en un ancho frente.
• Los oficiales del ejército rojo no poseían ni la HABILIDAD, EXPERIENCIA Y MOVILIDAD para cumplir su tarea.
Domper escribió:Al fraccionar las formaciones acorazadas, se consigue tener por todas partes reservas locales en forma de batallones acorazados que son buena receta contra esas rupturas, pero el problema es que esas formaciones resultan muy débiles.
Ubícate en la "Coyuntura" de Noviembre y Diciembre de 1941.
La fragmentación de las divisiones Panzer en batallones es extremadamente necesaria para la "Defensiva", no para la "Ofensiva".
Aparte te estas olvidando de los 2 batallones de infantería, lo cual formaría un "KampfGruppe" equivalente a un Regimiento, en un frente de 10 kilómetros!!!.
Es una fuerza considerable y más aún en Diciembre de 1941.
Ten en cuenta que en la "Historia Verdadera" un batallón cubría unos 10 kilómetros. Pero en mi HA hay 3 batallones, el TRIPLE!!
Encima en la "Historia Verdadera" las divisiones alemanas estaban "A la Ofensiva", sin defensas armadas, muertas de frío y hambre, disgregadas y dispersadas, con los tanques congelados y sin suficientes municiones, en un frente muy ancho.
Pero en mi HA sucede todo lo contrario, a saber:
- Mi Frente es más compacto y tiene unos 200 kilómetros menos.
- Las divisiones están "A la Defensiva", bien abrigadas y en bunkers armados.
- La artillería está reglada y se ha hecho acopio de municiones.
- Los tanques están a la retaguardia.
- Se recibió lubricantes, anticongelantes, ropa de invierno etc.
- Poseo 9 divisiones (81 batallones!!!) más que gracias al "Diario de Mañana" fueron traídas desde Francia con suficiente antelación.
- Conozco el dispositivo ruso y sus vectores de ataque.
Debes tener en cuenta todo eso, estimado Domper. No analizar los hechos como si estuviéramos en el verano de 1943 y los rusos fueran a romper el frente y avanzar cientos de kilómetros. Porque visto con esa perspectiva por supuesto que 3 batallones debilitados parecen poco. Pero no lo eran en diciembre de 1941.
Continuará.
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Insisto en que dispersar las formaciones acorazadas es un error muy serio. Si el enemigo es torpe, mejor todavía disponer de fuerzas acorazadas potentes: los contraataques de divisiones o mejor aun cuerpos de ejército acorazados pueden convertir reveses locales en derrotas catastróficas.
Ten en cuenta que un contraataque bien dirigido tras conseguir rechazar una ofensiva enemiga (o sin rechazarla, para embolsar a los atacantes) no solo acaba con los reclutas, sino que también destruye unidades mucho más valiosas como las de artillería. Sin embargo esos contraataques no pueden ser llevados a cabo por formaciones pequeñas (de batallón para abajo).
Hay una salvedad: basar la defensa no tanto en formaciones estáticas de infantería sino en grupos de infantería mecanizada y carros de combate, que apoyándose en poscioens fijas puedan llevar al límite la defensa elástica. La ventaja de dispositivos de ese tipo (que fueron usados por los norteamericanos en las Ardenas, por ejemplo, y que fueron llevados al límite por los israelíes) es que ahorran mucha sangre.
Por poner un ejemplo: es de una guerra posterior, de acuerdo, pero la mayor parte de las armas usadas fueron del final de la SGM o desarrolladas inmediatamente después (salvo los misiles y los aviones). En el Golán en 1973, los sirios atacaron con 100.000 hombres (y 3.000 tanques, que se dice pronto). Las defensas israelíes, sobre el papel, eran ridículas: 180 tanques y 3.000 hombres, la mayor parte tanquistas, artilleros o personal de apoyo a los tanques, con apenas 400 infantes. Pues bien, en el bombardeo inicial sirio (con 188 baterías de artillería) solo se perdió un tanque y media docena de jefes de carro. El ataque aéreo inicial (por 50 MiG) no causó ni una sola baja. En los días siguientes los israelíes no solo consiguieron detener la ofensiva siria, sino que cuando se recibieron refuerzos contraatacaron, llegando hasta las afueras de Damasco. En quince días de batalla continua Israel tuvo 772 muertos y 2.453 heridos. Como comparación, en El Alamein, a pesar de tener los defensores mucho s más tanques de lo habitual en el Eje, y enfrentados a un ataque similar (con más infantería pero los mismos cañones y muchísimos menos tanques) el Eje tuvo 30.000 bajas.
Es decir, que si los alemanes consiguiesen crear fuerzas muy mecanizadas podrían resistir con bajas relativamente escasas. Pero eso no quita la necesidad de fuerzas acorazadas importantes tanto para estabilizar crisis como para contraatacar. En cualquier caso, en seis meses no da para construir la porrada de vehículos blindados (por lo menos 10.000) que se necesitarían para una defensa de ese tipo.
De los batallones debilitados, te recuerdo que las bajas en las unidades de infantería se concentran en los fusileros. Un regimiento con un 40% de bajas se queda casi sin infantería, y tiene que desplegar como tales a soldados valiosos y que no tienen preparación para ello. Si se disuelven unidades para completar plantillas, se consiguen formaciones que con el mismo número de soldados son mucho más potentes, y que pueden defender el mismo frente o incluso mayor.
Para acabar, confiar en la torpeza rusa no es buena receta. Existía, como vamos a negarlo, pero suponer que el enemigo es tonto es la mejor garantía para el desastre. Por ejemplo, el ataque de Lyuban acabó como un desastre soviético, pero estuvo muy cerca de llegar al Báltico y hacer que se derrumbase todo el frente norte: hubo un momento en que las “pinzas” soviéticas estuvieron a menos de 5 km de cercar a medio cuerpo de ejército alemán.
Saludos
Ten en cuenta que un contraataque bien dirigido tras conseguir rechazar una ofensiva enemiga (o sin rechazarla, para embolsar a los atacantes) no solo acaba con los reclutas, sino que también destruye unidades mucho más valiosas como las de artillería. Sin embargo esos contraataques no pueden ser llevados a cabo por formaciones pequeñas (de batallón para abajo).
Hay una salvedad: basar la defensa no tanto en formaciones estáticas de infantería sino en grupos de infantería mecanizada y carros de combate, que apoyándose en poscioens fijas puedan llevar al límite la defensa elástica. La ventaja de dispositivos de ese tipo (que fueron usados por los norteamericanos en las Ardenas, por ejemplo, y que fueron llevados al límite por los israelíes) es que ahorran mucha sangre.
Por poner un ejemplo: es de una guerra posterior, de acuerdo, pero la mayor parte de las armas usadas fueron del final de la SGM o desarrolladas inmediatamente después (salvo los misiles y los aviones). En el Golán en 1973, los sirios atacaron con 100.000 hombres (y 3.000 tanques, que se dice pronto). Las defensas israelíes, sobre el papel, eran ridículas: 180 tanques y 3.000 hombres, la mayor parte tanquistas, artilleros o personal de apoyo a los tanques, con apenas 400 infantes. Pues bien, en el bombardeo inicial sirio (con 188 baterías de artillería) solo se perdió un tanque y media docena de jefes de carro. El ataque aéreo inicial (por 50 MiG) no causó ni una sola baja. En los días siguientes los israelíes no solo consiguieron detener la ofensiva siria, sino que cuando se recibieron refuerzos contraatacaron, llegando hasta las afueras de Damasco. En quince días de batalla continua Israel tuvo 772 muertos y 2.453 heridos. Como comparación, en El Alamein, a pesar de tener los defensores mucho s más tanques de lo habitual en el Eje, y enfrentados a un ataque similar (con más infantería pero los mismos cañones y muchísimos menos tanques) el Eje tuvo 30.000 bajas.
Es decir, que si los alemanes consiguiesen crear fuerzas muy mecanizadas podrían resistir con bajas relativamente escasas. Pero eso no quita la necesidad de fuerzas acorazadas importantes tanto para estabilizar crisis como para contraatacar. En cualquier caso, en seis meses no da para construir la porrada de vehículos blindados (por lo menos 10.000) que se necesitarían para una defensa de ese tipo.
De los batallones debilitados, te recuerdo que las bajas en las unidades de infantería se concentran en los fusileros. Un regimiento con un 40% de bajas se queda casi sin infantería, y tiene que desplegar como tales a soldados valiosos y que no tienen preparación para ello. Si se disuelven unidades para completar plantillas, se consiguen formaciones que con el mismo número de soldados son mucho más potentes, y que pueden defender el mismo frente o incluso mayor.
Para acabar, confiar en la torpeza rusa no es buena receta. Existía, como vamos a negarlo, pero suponer que el enemigo es tonto es la mejor garantía para el desastre. Por ejemplo, el ataque de Lyuban acabó como un desastre soviético, pero estuvo muy cerca de llegar al Báltico y hacer que se derrumbase todo el frente norte: hubo un momento en que las “pinzas” soviéticas estuvieron a menos de 5 km de cercar a medio cuerpo de ejército alemán.
Saludos
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Domper escribió:Un batallón Panzer un poco disminuido tal vez tenga solo veinte o treinta carros, sin artillería ni infantería, y un error (caer inadvertidamente en una emboscada antitanque) puede anularlos.
¿Cómo sin artillería y sin infantería?.
Te equivocas, es un kampfgruppe formado por 2 batallones de infantería, más un batallón de tanques, más su correspondiente artillería regimental.
No viste mi esquema en la página 183.
Te lo repito:
Aparte no entiendo lo de ”Emboscada antitanque”
Te equivocas por 3 motivos:
1) Yo no soy el que estoy atacando, sino los rusos son los que atacan y yo los espero con una ”Emboscada antitanque”
2) En Diciembre de 1941 los rusos tenían muy pocos antitanques y una vez que la infantería avanzó 10 o 20 kilómetros, los antitanques quedaron muy atrás, hundidos en la espesa nieve.
3) Insisto que estamos en Noviembre-Diciembre de 1941, en pleno invierno, rodeados de nieve y con divisiones rusas armadas a las apuradas “Ad Hoc”. Ubícate en ese tiempo y lugar, y en esa “Coyuntura”, pero no cometas el error de hacerme un planteo “Teórico”.
Domper escribió:Si esos batallones fracasan en contener la ofensiva, el frente entero puede desmoronarse, porque no se dispone de otra fuerza acorazada: el resto de las formaciones acorazadas tendrán que conseguir retirarse de su sector (que probablemente también esté siendo atacado), reagruparse, y contraatacar, teniendo además el problema de las pésimas comunicaciones soviéticas.
Por favor estimado Domper, recuerda cómo fue la contraofensiva soviética, en qué situación estaba el Ejército Rojo y por sobre todas las cosas recuerda cómo estaba la Wehrmacht en diciembre de 1941.
Analiza el estado de las divisiones alemanas, el problema de la falta de ropa de invierno, los graves problemas de logística, los tanques expuestos en la primera línea batalla, con sus motores congelados, los soldados muertos de hambre y frío a la intemperie en un paisaje helado.
Y por sobre todas las cosas: SIN NI UNA RESERVA!!!
Luego analiza la situación de mi HA.
Es diametralmente opuesta!!!
Encima tengo al XXXIX Panzer Korps con 6 divisiones (formado por 2 Panzer, 2 mecanizadas y 2 de infantería) como una reserva operativa muy importante, que en la "Historia Verdadera" se había malgastado y desperdiciado en la ofensiva Tijvin/Volhov.
Por supuesto que el frente se va a romper en muchos lugares y en algunos los rusos tendrán más éxito que en otros. Pero no cometas de imaginarte un “Bragation” en diciembre de 1941.
Pero tampoco mi defensa va a ser tan dura como en “Marte”.
Los rusos van a avanzar, pero mucho menos que en la “Historia Verdadera”.
Aclaración 1: Cuando leas mi Contraofensiva soviética, verás que los rusos tienen un relativo éxito al principio, pero a costa de grandes pérdidas. Y lo que yo persigo es eso. Debilitar aún más a los ejércitos soviéticos para que en 1942 mi ofensiva final tenga menos resistencia y los rusos hayan sufrido más bajas.
Aclaración 2: Inclusive les tiendo una trampa para que avancen más en el centro y no en las Alas. Cuando en la “Historia Verdadera fue al revés, ya que avanzaron más en las Alas y quedó metido como un dedo (o península) en el dispositivo ruso del sector Olenino-Rzehv, Sychevka. Pero en mi HA es al revés, porque avanza en el centro y se forma como una especie de Bahía o mandíbula, cuyo extremo Norte es Rzehv y el Sur es Belev.
Esa mandíbula en el verano de 1942 se va a cerrar, con dos ataques similares del 3º y 4º Ejército Panzer, reproduciendo la misma estrategia usada en la bolsa de Viazma un año antes.
Ya lo verás, estimado Domper, ya lo verás, porque los mapas que tengo son muy claros al respecto, tanto de la contraofensiva rusa como de mi ofensiva de Verano de 1942.
Saludos.
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