huarlot escribió:Me gustaria poner varios a puntes de lo que a puesto Capitan rojillo: Sobre la batalla de Samar.
Capitan rojillo escribió:Pero la "Rengo Kantai" todavía era una flota de temer, y se estaba preparando para aprovechar su última gran oportunidad, Soemu Toyoda esbozó el plan de defensa de Filipinas (Plan Sho); éste demostraba claramente la falta de esperanzas en el futuro que invadía al Alto Mando Imperial
Otro apunte es que en el trascurso de la batalla los destructores americanos contaban con una ventaja que no tenia los japoneses que era la direccion de tiro electronica y x radar mientra que los japones la hacian manual x eso los destructores americanos se pudieron acercar tanto a la flota japonesa a tiro de sus torpedos
Disculpa que te contradiga, pero esto de lo de tiro electronico y radar, no les significaba mucho a los japos, en la batalla de Kolombangara, a pesar de la tecnologia a favor de los americanos, sufrieron reveses en esta batalla.
Los japoeneses tenian un buque el Jitsu que estaba provisto de un equipo que permitía detectar los radares estadounidenses y dar su demora.
El 13 de Junio de 1943 los sistemas japoneses antirradar detectaron a la fuerza estadounidenses e Izaki ordenó a cuatro destructores de transporte que se retiraran pegados a la costa mientras él avanzaba contra el enemigo. Los radares estadounidenses descubrieron a los buques japoneses a medianoche y, tras ordenar formar línea de batalla, se dirigieron contra la fuerza de Izaki.
A la una de la madrugada los centinelas de un destructor americano divisaron a la fuerza japonesa que, a su vez, detectó a los buques estadounidenses. Los japoneses comenzaron a lanzar los torpedos a medida que llegaban al punto de giro y se alejaban a recargar. Casi simultáneamente, los destructores estadounidenses hicieron lo mismo. El comandante americano esperó a que la distancia disminuyese a a una distancia de 9000 metros para abrir fuego porque sus radares permitían, a esa distancia, controlar mejor el tiro. Para desgracia del contralmirante Izaki cometió un error. Inexplicablemente, encendió sus reflectores y pronto se abatió sobre el Jintsu una lluvia de fuego que lo dejó inutilizado y al garete. El destructor Mikazuki se quedó para apoyarle mientras los otros buques japoneses se retiraban hacia el norte a recargar torpedos.
En el transcurso del cañoneo, el crucero Leander, de la marina neozelandesa, recibió un impacto de torpedo en las máquinas y quedó al garete. Ainsworth, el comandante estadounidense, ordenó a cuatro destructores perseguir a los destructores japoneses. Escarmentado por anteriores combates, donde los buques americanos disparaban a cualquier cosa que apareciera por delante de ellos en sus radares, el comandante de la flotilla de destructores pidió a Ainsworth que no dispararan sobre ellos. Ainsworth dio su palabra. Primer error, para desgracia de los estadounidenses, los japoneses se refugiaron en una tormenta y, en 18 minutos, recargaron sus torpedos. Como los radares sufrían interferencias por las tormentas, los destructores Yukikaze, Hamakaze, Hayanami y Yugure pudieron avanzar hacia los confiados norteamericanos que no paraban de cañonear los restos del Jintsu que acabó hundiéndose con su almirante y la mayoría de su dotación.
El destructor Mikazuki, viendo la imposibilidad de ayudar al moribundo Jintsu, se retiró aprovechando la confusión del combate. Cuando a 21000 metros los radares estadounidenses detectaron a cuatro buques que avanzaban hacia ellos, creyeron que se trataba de los cuatro destructores americanos. Cometiendo un segundo error. Antes de abrir fuego, el almirante americano ordenó disparar proyectiles iluminantes para comprobar el contacto, sólo para descubrir que los buques iluminados se retiraban a toda máquina después de haber lanzado todos sus torpedos. Sabiendo ya que tales navíos eran japoneses, Ainsworth ordenó abrir fuego en el mismo momento en que los torpedos japoneses alcanzaban a sus buques. En una demoledora sucesión fueron alcanzados el Sant Louis, el Honolulu y el destructor Gwin que, partido en dos, se hundió. Otros dos destructores, al maniobrar para esquivar torpedos, se abordaron causándose graves averías mientras los buques japoneses se retiraban intactos hacia sus bases. la Rengo Kantai había demostrado su superioridad en el combate nocturno a pesar de los radares y la tecnologia electronica de tiro que poseian los buques americanos.
"La guerra es una matanza entre personas que no se conocen, para provecho de personas que sí se conocen, pero que no se matan”. decía Paul Valery.