Analisis y conclusiones (II): El aspecto estrategico
Vista desde un plano estratégico, la campaña de Noruega se saldó con un rotundo éxito para las armas alemanas. Recordemos que la campaña había sido encomendada por
Hitler a
Von Falkenhorst con el fin de lograr 3 objetivos básicos:
Asegurar el suministro de mineral de hierro sueco.
Controlar la costa noruega de cara a ulteriores acciones navales en el Atlántico y establecer bases para la
Kriegsmarine.
Asegurar el flanco norte defensivo del Reich frente a posibles intervenciones aliadas en el continente europeo.
Queda claro que, tras la capitulación de Noruego, los tres objetivos quedaron sobradamente cumplidos, mientras que los aliados, por su parte, no consiguieron ninguno de los propuestos por sus estados mayores. Para Francia, la campaña noruega no sirvió para distraer fuerzas alemanas ni retrasar el inicio de la ofensiva en Occidente. Y para Gran Bretaña, la derrota en Noruega significó un rotundo fracaso al no poder interferir las exportaciones suecas y, además, supuso la apertura de un nuevo y peligroso frente naval a cubrir por la
Royal Navy. Eso sin mencionar que la derrota (primero diplomática y después, militar) provocó una crisis política que les costó el puesto a los primeros ministros de ambas potencias aliadas.
Lo peor para la
Werhmacht, fueron sin duda, las severas pérdidas sufridas por la Kriegsmarine en el curso de la campaña. Dichas pérdidas incluyendo un crucero pesado (el
Blücher), dos cruceros ligeros, diez destructores, y seis submarinos. Sin embargo la disponibilidad de la costa noruega para las bases navales y de submarinos iba a ser muy valiosa para la
Kriegsmarine. En el periodo de 1941-42 los U-Boote con base en Noruega iban a convertirse en una auténtica pesadilla para los convoyes mercantes aliados que atravesaban el Ártico en dirección a
Murmansk. Por tanto, el éxito del
Ejercicio Weser fue bastante valioso desde el punto de vista estratégico y operacional también para la marina de guerra alemana.
Además, el costo en bajas humanas de la campaña de Noruega fue relativamente bajo para el Heer. Los alemanes pudieron dominar el pais a costa solo de unas 2.700 bajas, frente a las 1.300 de los noruegos, 4.400 de los británicos y 500 de los franceses. Queda claro, por tanto, que desde el punto de vista estratégico, las ganancias de la campaña noruega superaron con creces el coste de la misma. No es exagerado afirmar que fue una de las campañas más exitosas de la Werhmacht en toda la guerra.