Von Kleist escribió:
Retomando el hilo, últimamente algo abandonado.
Cierto. Últimamente voy fatal de tiempo
Otro aspecto interesante que comenta Suvorov es el relativo al desmantelamiento entre 1939-40 de la oficiosamente denominada "Linea Stalin" la linea de fortificaciones discontinuas que comenzó a construirse en la década de los 30 en la frontera occidental de la URRS. Respecto a esto, Suvorov comenta:
(...)
Lo que traducido dice:
La línea de Stalin era multiprósito. Podía ser utilizada para defender el país o bien podía servir como trampolín para el ataque. Por tanto, se dejaron anchos pasillos entre las regiones fortificadas para permitir el paso de la masa de las tropas soviéticas en su marcha hacia el oeste. Después de que la frontera hubiera sido desplazada doscientos kilómetros hacia el oeste, la línea de Stalin perdió totalmente su importancia como trampolín fortificado de cara a una futura agresión; y una vez que se firmó el pacto Molotov-Ribbentrop, Stalin no tenía intención de pensar en términos defensivos.
Esta es la razón por la cual la línea fue desmontada e inutilizada después. Se interponia en el camino de esa gran masa de tropas que en secreto tenían la vista fija en la frontera alemana. También obstaculizaría el proceso de proveer al ejército rojo de millones de toneladas de munición, suministros de alimentos y aprovisionarlo de combustible que necesitaría en su campaña victoriosa de "liberación". Los pasillos entre las zonas fortificadas eran perfectamente adecuados para las necesidades militares y económicas en tiempo de paz, pero en el curso de una guerra, el flujo de envíos de suministros tendría que ser divididos en millares de pequeñas columnas, de modo que fueran invulnerables a la reacción enemiga. Eso selló el destino de la ya redundante línea.
Hombre, pues una vez más Suvorov hace gala de su ignorancia. Pero vayamos por partes
una vez que se firmó el pacto Molotov-Ribbentrop, Stalin no tenía intención de pensar en términos defensivos.
Esta afirmación no se corresponde con la realidad.
No sé en el caso concreto de Stalin, pero David Glantz, en su
Stumbling Colossus, sí nos informa de que en invierno de 1940-1941 tanto los Distritos Militares Occidental y de Kiev entregaron sendos planes defensivos teniendo en cuenta el nuevo trazado de las fronteras occidentales, pero la conformación de nuevas unidades conllevó su reelaboración, no siendo presentados estas nuevos esbozos preliminares
hasta mayo y junio de 1941. Como lo previsto era elaborar el plan defensivo general de los sectores fronterizos una vez presentados los de cada Distrito Militar, el Estado Mayor General no había iniciado aún ningún trabajo con tal fin (ver GLANTZ, 1998: 95-97).
Por otra parte, en esta obra Glantz también incluye en su Apéndice B una transcripción completa de ese esbozo presentado por el Distrito Militar Especial del Báltico al Comisariado de Defensa el 14-V-1941 (ver GLANTZ, 1998: 270-288).
Así que eso que la URSS no tenía nada preparado para defenderse, sólo preveyendo atacar no se corresponde con la evidencia presente en los testimonios documentales
Los pasillos entre las zonas fortificadas eran perfectamente adecuados para las necesidades militares y económicas en tiempo de paz, pero en el curso de una guerra, el flujo de envíos de suministros tendría que ser divididos en millares de pequeñas columnas, de modo que fueran invulnerables a la reacción enemiga. Eso selló el destino de la ya redundante línea.
A parte de no aportar ningún dato concreto como podrían ser fechas en que se ejecutaron esas medidas o datos similares, Suvorov-Rezhun parece no caer en la cuenta o no saber o ignorar deliberadamente que para la primavera de 1941, el ancho de vía de las líneas ferroviarias de los territorios polacos anexionados en septiembre de 1939 aún continuaba siendo el ancho europeo, no habiendo tenido lugar aún su modificación al ancho de vía ruso. Eso suponía que en las antiguas estaciones fronterizas aún se debía de llevarse a cabo el cambio de vagones con ancho ruso a vagones con ancho polaco, generando los lógicos retrasos, además de crear cuellos de botella en la red de suministros soviética que entonces dependía completamente del transporte ferroviario.
Glantz nos informa que dada esta dificultad, la previsión había sido crear nuevos depósitos en los territorios anexionados para aprovisionar a las tropas estacionadas en estos, pero dichos trabajos se ejecutaron con enorme lentitud. Además, su disposición improvisada era muy vulnerable a ataques aéreos y terrestres (GLANTZ, 1998: 87).
En esta situación, resulta del todo insostenible defender que los soviéticos, para junio de 1941, ya tuviesen completados sus preparativos para una supuesta ofensiva hacia Occidente, tal y como defiende Suvorov
Un saludo,
GLANTZ, David M. (1998). Stumbling Colossus. The Red Army on the Eve of World War, University Press of Kansas, Lawrence, KS. XVIII y 374 páginas.