Cifras oficiales en el 34 día de la cuarentena obligatoria:
14,420 casos positivos, de los cuales 7,983 casos fueron detectados mediante pruebas moleculares y 6,487 mediante pruebas rápidas, en total se registraron 921 casos en las últimas 24 horas.
1,268 pacientes hospitalizados.
117 Pacientes en UCI
348 fallecidos.
https://diariocorreo.pe/peru/se-eleva-a ... a-noticia/
Tal y como se puede apreciar en la nota periodística, Vizcarra no tiene pelos en la lengua para admitir la cruda realidad que se vive en el sector salud, producto de casi cuarenta años de abandono e insuficiente inversión en infraestructura...
“Nuestro sistema de salud es deficiente. No de ahora, desde antes. Tenemos que corregirlo. Si ya era deficiente, obviamente con esta pandemia salen a la luz las deficiencias, pero tenemos que corregirlas a futuro para que no ocurran más”, sostuvo el jefe de Estado.
Como dijimos, Vizcarra ya tiene la partida política ganada, pues sobre su ineptitud e incapacidad como gobernante, está tendiendo una salvadora cortina de humo el COVID-19 y las consecuencias económicas y sociales que traerá para nuestro país.
Por ello es que le es políticamente conveniente anunciar las cifras más crudas y hablar de un sistema sanitario olvidado por décadas, para que los incautos crean que es un héroe que se enfrenta a la peor adversidad....
Por ello es que la prensa, inclusive la que se beneficia de la publicidad estatal, no se calla nada, los posts enviados por amigos colombianos, chilenos y chilenófilos, citando noticias relacionadas con un país en vías de desarrollo como el Perú, son totalmente ciertos y creo que ningún peruano se atrevería a negarlos.
Luego del oscurantismo que se vivió en la época de Fujimori y de Montesinos, el ciudadano peruano se ha vuelto muy desconfiado, ya no es fácil contarle cuentos porque finalmente todo se va a saber, tarde o temprano.
En nuestro país, esconder la basura bajo la alfombra no funciona, en primer lugar porque ningún peruano en su sano juicio va a creer que aquí todo es color de rosa, muy distinto a otras realidades en las que a los nuevos ricos les colocaron el "pico en el ojo" y les hicieron creer que vivían en el paraíso, hasta que la alfombra estalló y la podredumbre les embarró la cara.
Así estamos señores, es la cruda realidad y tal vez se vengan cosas peores.
Saludos.