Reuters: Industrias chinas en Venezuela no arrancan
Venezuela, 23 junio 2015.- Hace cinco años que se comenzó a construir en Venezuela la fábrica de electrodomésticos de la empresa china Haier, pero aún no produjo ni un solo artefacto que llegara a las tiendas.
A pesar de todo, sus lavadoras y neveras son casi las únicas que se consiguen en Venezuela: vienen directo de China. Haier ha facturado unos 1.000 millones de dólares en el país por cerca de tres millones de electrodomésticos vendidos.
Hasta ahora el Gobierno en Caracas desembolsó 800 millones de dólares prestados por China para erigir la planta de Haier. Pero la fábrica todavía no despacha los primeros refrigeradores esperados hace tres años, según documentos oficiales.
Mientras la mayoría de las empresas extranjeras sufre por los controles cambiarios y la escasez de materias primas, firmas chinas como Haier están haciendo un gran negocio en Venezuela gracias a acuerdos bilaterales de cooperación que les dan acceso privilegiado a la economía y dejan los riesgos al Gobierno.
Haier aseguró a Reuters que su planta está lista para producir en masa, pero falta que otras instalaciones complementarias se pongan en marcha, sin dar mayores detalles.
"Si bien la cooperación en el país se inició a través de proyectos para vender electrodomésticos, esto se ha convertido en un compromiso más profundo para servir a nuestros clientes en Venezuela", dijo la empresa china.
Pero hasta ahora no ha sido tan profundo como se prometía. El gobierno socialista venezolano había dicho que su alianza con China sería motor de desarrollo e industrialización de un país cada vez más dependiente de las importaciones.
China -gracias a un esquema acordado por el fallecido presidente socialista Hugo Chávez hace 8 años- se ha convertido en el principal financista de Venezuela con préstamos por 50.000 millones de dólares que son pagados con petróleo. Y parte de ese dinero se destina a comprarle a la propia China.
El mecanismo garantiza a Venezuela efectivo y productos en medio de la recesión económica, pero a cambio otorga muchas ventajas a China.
RETRASOS
Decenas de documentos oficiales revisados por Reuters demuestran que el gobierno chino promovió la venta a Venezuela de productos y maquinaria de empresas de su país, incluso para algunas plantas que desde hace tiempo debieron haber encendido sus máquinas.
Por ejemplo, el fabricante de autobuses Yutong y la proveedora de maquinaria pesada XCMG aseguraron órdenes de compra por más de 1.100 millones de dólares entre el 2011 y el 2013 tras asociarse en fábricas que están en construcción.
Una calurosa tarde de julio del año pasado, el presidente Nicolás Maduro mostró en televisión las primeras excavaciones para instalar los cimientos de la futura planta de autobuses chinos Yutong, al oeste del país.
Mientras la cámara seguía al mandatario, reposaban detrás suyo decenas de ómnibus Yutong, que le costaron a Maduro -un ex chofer de autobús de 52 años- cerca de 353 millones de dólares, costeados con financiamiento chino, según reportes de la agencia de noticias oficial, AVN.
El presidente había dicho que la factoría de Yutong estaría lista en 15 meses. Pero cuando se cumplen 11 de ellos, los obreros dicen estar trabajando en levantar las estructuras de metal de los tres galpones y adecuar el terreno para construir las vías de acceso.
La empresa XCMG, que aún no decide dónde instalará su planta en el país, prefirió no hacer comentarios a Reuters. Yutong no respondió a una petición similar.
POCA INVERSIÓN
El Gobierno venezolano asegura que las inversiones chinas en Venezuela son un voto de confianza a su modelo socialista.
"Que la principal economía del mundo, diga y crea en nuestro país, tiene que ser motivo de orgullo", dijo a Reuters el ministro de Planificación venezolano Ricardo Menéndez, jefe de la comisión que hace seguimiento a los convenios con China.
Pero una revisión que hizo Reuters de documentos oficiales, que describen unos 200 proyectos apalancados por los convenios con China hasta julio de 2014, revela que rara vez las compañías de ese país invierten para entrar a operar en Venezuela.
Lo más habitual es que organismos estatales de Venezuela usen los fondos para construir plantas, acueductos o modernizar centrales azucareros, utilizando equipos y asesores que preferiblemente proporcionan empresas chinas.
"Un denominador común en todos los acuerdos de financiamiento con China es que los proyectos se ejecutan por empresas de ese país", dijo una fuente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que participa en las negociaciones para conseguir en Pekín un crédito especial de 5.000 millones de dólares para la industria.
Más allá de esos contratos, en nueve casos Reuters encontró que compañías chinas aceptaron ser socios en empresas mixtas, nunca en un rol mayoritario, en proyectos que recibieron apoyo del convenio binacional, como es el caso de Haier y Yutong.
El ministro Menéndez definió como "positivo" el resultado de estas empresas y cita como ejemplo las fábricas de celulares que se instalaron en alianza con Huawei y ZTE, que han ensamblado en el país millones de teléfonos móviles.
El ministerio de Industria no respondió a solicitud de más información sobre estas empresas mixtas.
"Se podría decir que la cooperación entre China y Venezuela en la práctica (...) ha dado buenos resultados", apuntó Lu Kang, un portavoz de la Cancillería de ese país, sin dar mayores detalles.
MERCADO CAUTIVO
"A la nevera de la casa se le dañó el motor y no hay repuestos para repararla. Así que vine a buscar una nevera de estas chinas", dijo Ivonne Terán, una jubilada de 59 años detrás de una cola de 50 personas que aguardaba entrar a una tienda que sólo exhibía cajas de la marca Haier al este de Caracas.
Como Terán, muchísimos venezolanos compran los productos chinos, que reinan en los anaqueles semivacíos de las tiendas.
Al aliarse con el gigante asiático, Venezuela no sólo consiguió mantener el flujo de los productos, también el necesario acceso al crédito en un momento complicado.
Wall Street ha encarecido el financiamiento para Venezuela por temores a un default, porque el país tiene que cancelar un 25 por ciento de sus vencimientos de deuda antes del 2018.
China, en cambio, ha seguido prestando en los últimos años más de 10.000 millones de dólares, fundamentales para el país que ha tenido problemas de liquidez tras el derrumbe del barril de crudo.
Y la potencia asiática anunció que seguirá haciendo aportes al fondo binacional que alimenta.
A cambio, Venezuela le envió 630.000 barriles por día (bpd) el año pasado, según indica la data oficial, y con parte de ese crudo que despachan ya canceló más de la mitad de los créditos.
Fue en 2007 cuando los socios acordaron la creación del Fondo China-Venezuela que se renueva cada tres años y al que el gigante de Asia ya prestó unos 30.000 millones de dólares a través de su Banco de Desarrollo (CDB). En el 2010, China aportó 20.000 millones de dólares adicionales a pagar en 10 años.
La mitad de ese crédito a largo plazo era en yuanes para financiar la importación de productos chinos a Venezuela.
http://www.notitarde.com/Economia/Reute ... 23/538350/