El General Batista y el Ejército cubano

[vedado1974]

Batista y su ejército estaban destinados a perder, ante todo porque ni él ni sus generales se tomaron la guerra en serio. En un inicio, cuando aún podían imponerse por la fuerza contra el pequeño contingente de rebeldes que se les oponía, cometieron el grave error de subestimarlos. Aquella frase de "Con el Ejército todo, contra el Ejército nada", los ensoberbecía y les hacía creerse invencibles, porque todo el ejército estaba con Batista. Pero pronto se vio muy bien que ese ejército no sabía pelear, y mucho menos contra guerrillas que empleaban la guerra asimétrica. Cuando los rebeldes atacaban una población ocupada por el ejército batistiano, los soldados invariablemente hacían lo mismo: se atrincheraban en el interior del cuartel, dejándole todo el resto del territorio a los rebeldes. De nada les servía entonces a los soldados disponer de innumerables balas y las mejores armas. Los rebeldes los sitiaban y ahorraban balas disparando contra los soldados acuartelados solo las balas esenciales para mantenerlos inmovilizados, tratando de que cada bala disparada pusiera fuera de combate a un enemigo. Los casquitos (soldados de Batista) entonces les disparaban interminables ráfagas de ametralladora y fusilería, sin saber siquiera contra quienes disparaban, pues los rebeldes se mantenían lo más ocultos posible de modo de sufrir las menos bajas posibles. Finalmente, a los soldados encerrados en el cuartel la situación terminaba por hacérseles insostenible, ya sin víveres y sin balas y con la moral por el suelo. Y como los rebeldes tomaron la política de hacerles prisioneros respetándoles la vida, pues los batistianos preferían rendirse sin pelear más. Añádase a esto que salvo contadas excepciones, la mayoría de los altos oficiales del ejército eran sumamente corruptos (como lo era el propio presidente Batista) y procuraban enriquecerse robándose el presupuesto destinado a mantener al ejército y alimentar a los soldados, lo que disminuía aún más la moral de estos últimos. Y aún más la disminuía el saberse odiados por todo el pueblo, pues el ejército no pocas veces cometía abusos y asesinatos contra los civiles.
Por todo ello, el ejército de batista estaba destinado a perder, al propio tiempo que Batista no estaba dispuesto a luchar hasta el fin, y tan pronto comprendió que todo estaba perdido para él, se montó en un avión junto a sus más allegados y con los millones robados a la República huyó del país, con lo que sus subordinados que quedaron en Cuba ya no fueron capaces de sostener la guerra contra los rebeldes ni un día más.

Perfectamente explicado