Lo que los helicópteros fueron para la guerra de Vietnam, los UAVs van a ser para la guerra de Afganistán, un arma crucial en el arsenal de las fuerzas estadounidenses y un símbolo de tecnología avanzada que se enfrenta a una resistencia obstinada. UCAVs como el Predator y el Reaper pueden atacar al enemigo sin poner a su piloto en peligro. Son especialmente útiles para asesinatos, como el de Sheikh Mansoor, el líder de al-Qaeda en el Waziristán del Norte, al que se eliminó con un misil Hellfire lanzado por un UCAV. El asesinato de “objetivos de alto valor” como Mansoor, conllevan un dilema moral. Los daños colaterales son algo aceptado en el calor del combate, pero el ataque preciso y premeditado de objetivos que pueden albergar civiles es una cosa distinta, especialmente cuando el operador que controla la acción está en el otro lado del mundo, a salvo de cualquier un daño o represalia inmediata. Puede tomas decisiones de una manera totalmente distinta a las que tomaría un mando en el frente.

Un MQ-9 Reaper vuelve de una misión en Afganistán
Ronald Arkin de la Escuela de Informática Interactiva del Instituto de Tecnología de Georgia propone que el mismo UCAV participe en la decisión sobre si atacar o no. El programa de conciencia que Arkin y sus colegas ha desarrollado se llama Arquitectura Ética. Puede que funcione mejor que la conciencia de un humano, ya que opera más rápido y con mucha más información, y también puede aprender. El programa entenderá los efectos de las distintas armas que porta el UCAV, con una conexión GPS y a la red de información global del Pentágono, una base de datos que contiene, entre otras cosas, la posición de edificios en los teatros de guerra y lo que se sabe sobre su uso. Después de cada ataque el programa añadiría a su base de datos la información sobre los daños ocasionados, incluyendo daños colaterales a otros edificios cercanos, así como información de tropas cercanas y otros UAVs y satélites sobre los efectos del ataque. Con toda esta información puede comparar los efectos previstos del ataque con los actuales, y ajustar predicciones futuras para evitar alcanzar mezquitas o cementerios cercanos a un objetivo. Por supuesto esta conciencia solo podría recomendar si atacar o no, y cómo y con qué, pero sus decisiones podrían ser ignoradas por los operadores con el permiso de un superior. Al menos haría pensar al operador dos veces antes de apretar el botón de disparo.
Fuente: http://www.economist.com/science-techno ... d=15814399
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