Parece un paso lógico ¿no? De hecho, los obuses navales, tal vez, fueron la última oportunidad de la Armada Española, poco antes de la catástrofe de las guerras napoleónicas. De la misma manera. Napoleón no hizo caso de las propuestas de Paixhans.
Con todo, hay que tener en cuenta que a mediados del XIX coexistieron dos tipos de cañones navales: el tradicional (como el de 68 libras, de 203 mm y 14 calibres) y los «bomberos» de calibre mayor pero que disparaban con cargas menores y velocidad inicial más baja. Aun así, también el 68 libras podía disparar proyectiles explosivos, con la ventaja de al tener velocidad inicial menor, poder perforar el maderamen (e incluso el blindaje si era ligero); a cambio, sus proyectiles eran mucho menos efectivos, como se apreció en la Guerra del Pacífico (tras la cual las fragatas blindadas españolas fueron rearmadas).
El problema, obviamente, era montar cañones tan potentes en un barco que a lo sumo llegaría a las 1.500 Tn. Es un desplazamiento bastante grande pero no inusitado, que en la época napoleónica las grandes fragatas británicas pasaban las 1.000 Tn, y monstruos como las primeras fragatas estadounidenses pasaban de 2.000 (gracias a la construcción con vigas diagonales que permitía diseñar cascos alargados con suficiente rigidez). Originalmente, esas fragatas montaban cañones de 24 libras, pero en reformas posteriores, barcos de similar porte los llevaron mucho mayores, y el Kearsage (el que hundió al CSS Alabama en Cherburgo), con sus 1.500 Tn de desplazamiento, llevaba dos cañones de 280 mm y cuatro de 32 libras.
Es de suponer que en el diseño de esas fragatas se habrá tenido en cuenta montar cañones pesados, e incluso se habrá implementado algún sistema primitivo de absorción del retroceso como los empleados a mitades del XIX.
Por otra parte, nótese que las fragatas están atacando la popa de los galeones enemigos gracias a su ventaja en velocidad, maniobrabilidad, y estar a barlovento. Las popas de los barcos de esa época eran muy débiles (nada parecido a las «murallas de madera» de los costados, que es cuestionable que un proyectil explosivo pueda atravesar sin desintegrarse) y las balas que las atraviesen recorrerán el interior del barco, donde no había otros obstáculos que los cañones. Las baterías, con sus cargas de pólvora preparadas, resultaban especialmente vulnerables a las explosiones, Aparte que el fósforo ya se conocía. Sé del peligro que tiene llevarlo a bordo, pero es la manera más sencilla de diseñar proyectiles explosivo – incendiarios.
Para acabar, en la realidad, la primera vez que se emplearon los Paixhans en combate (en la batalla de Sinope, entre rusos y turcos, el resultado fue demoledor, y la flota turca fue aniquilada.
Hay más cosas que no se describen. Por ejemplo, un problema que se encontraron los diseñadores fue el de las mechas (pues las espoletas de contacto son muy complejas), pero en la Guerra de Sucesión se empleaban métodos sencillos y eficaces: una mecha rápida en espiral, con una cubierta de metal blando, con los alcances grabados. El artillero la perforaba con un punzón para al distancia elegida antes de cargar el proyectil (que llevaba un sueco de madera para obturar y para evitar un encendido prematuro de la mecha) y así la bomba estallaba más o menos donde se quería, proyectando metralla (o fósforo) sobre el enemigo. De nuevo, es la típica idea tonta cuyo conocimiento permite evitar decenios de ensayos.
Saludos