Me temo amigo Karel, que no puedo compartir tu punto de vista
Pero mirando los mapas provinciales, se ve claramente que la diferencia es tan, pero tan nimia, que no cabe lugar a errores de ninguna clase como para afirmar lo que dice usted de que fue el doble
Pués sí, precisamente el métod provincia a provincia y basado en las actas de defunciones (todo lo que no sea aportado mediante documento o resto humano no deja de ser un vulgar cuento chino, de esos que cuentas los Tussell o los Preston) fue empleado por vez primera en España por el historiador y militar Ramón Salas Larrazábal (Las Pérdidas de la Guerra, editorial Planeta, 1977).
En ella, no con palabrería barata de teleprogre, sino con DOCUMENTOS DE DEFUNCIÓN, se establece que el TERROR ROJO empleó su mayor brutalidad y represión en las provincias de Madrid (la que más asesinatos en valores absolutos tuvo de todas las provincias españolas durante la guerra), Barcelona, Valencia, Jaén, Toledo, Málaga, Córdoba y Ciudad Real, mientras las provincias donde mayor se acentuó el TERROR BLANCO, fueron, por éste orden, Córdoba, Málaga, Zaragoza, Badajoz, Valencia, Barcelona, Madrid, Sevilla y Granada. Los muertos en combate entre ambos bandos fueron de 138.888 muertos (ACTA DE DEFUNCIÓN POR MEDIO), las víctimas del TERROR ROJO fueron de 71.744 asesinados (nombres y apellidos con sus respectivas ACTAS de por medio) y por el TERROR BLANCO fueron un total de 35.021 asesinados (nombre y apellido de por Medio con sus respectivas ACTAS).
A esta cifra de 35.000 asesinados, los historiadores socialistas (Preston y Tussell que sin explicar jamás sus fuentes) dan cifras tan graciosamente ridículas, si no fueran trágicas, de hasta 200.000 fusilados, en un libro de la ESO, se dice que los blancos fusilaron a 500.000 personas
más sensatos, para abultar las cifras del TERROR BLANCO añaden los fusilados durante la postguerra, un total de 22.641, lo que no puede hacerse bajo ningún concepto, por la sencilla razón de que los ROJOS no pudieron reprimir tras la guerra porque, entre otras cosas, la perdieron.
Por cierto, que si los blancos mataron a Lorca, los rojos asesinaron a Maeztu y a Muñoz Seca...
En total, entre rojos y blancos, excluyendo las víctimas de combate y bombardeo o enfermedades,
fueron ASESINADOS 52 de cada 1000 españoles :oops: una cifra que convierte a la Colombia de los noventa o a la Iraq actual en un agradable y divertido patio de colegio, y es que, reconozco, o Karlovi, que los españoles, ya seamos blancos o rojos, somos muy muy muy brutos cuando nuestra pasión nos desborda... y me temo, que estamos condenados a repetirlo.
Saludos