Saludos,
JESUS FIDELIS
cambio de mentalidad, primero de los jueces, segundo de los políticos y por supuesto de los periodistas, que al fin y al cabo son los que manejan la "opinión pública", para nuestra desgracia.
Yo diría que primero de los políticos. Al fin y al cabo son los políticos en el Parlamento quienes tienen el poder legislativo, es decir, elaborar y dictar las leyes. Los jueces las aplican, pero no tienen nada que decir en cuanto a su redacción.
Vamos, que si el Parlamento publica una ley "X" el juez tiene que aplicar "X". A los jueces (o futuros jueces) más valdría empezar desde los estudiantes de Derecho.
Vas por el mundo y la policía "acojona", y hablo de la policía de París, o de Alemania y aqui se le rién hasta los niños de instituto.
Uhmm...
... Sí...pero no.
Yo no lo veo tan radical. Digamos que no tengo una visión tan en blanco y negro. Me explico, y pongo ejemplos vividos en primera persona.
Que la policía española (todos los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado) es, en general, más suave en el trato con el delincuente es cierto.
Entre otras cosas porque, al menos hasta ahora, el prototipo de delincuente en España solía ser menos violento y agresivo que en Francia por ejemplo, donde la posesión de armas de fuego entre los delincuentes o las agresiones de éstos a la policía antes de dejarse ser arrestados eran muchísimo más frecuentes.
La cosa ha cambiado en España los últimos años y ésa es la cuestión, que la policía debe hacer frente a otro carácter de la delincuencia y aún está en ese tránsito, muy cohibida tanto por la legislación española como por la propia sociedad que tiene tristes recuerdos aún recientes de una policía "demasiado suelta de mano".
Con todo, no estoy tan seguro de que en otros países la simple dureza policial consiga más respeto.
El respeto es otra cosa además de eso.
Ejemplos. El citado de Francia, quizás una de las policías más duras de Europa en el trato pero que curiosamente sufría también uno de los índices más altos de agresiones y lesiones.
O Inglaterra, donde el simple hecho de sacar no ya el arma de fuego, la simple defensa era un fracaso del agente.
A nuestro favor, sorprendería la fama de eficientes y duras que tienen nuestras unidades de intervención policial (los antidisturbios). Donde hasta entre los
hooligans ingleses se habla de (textualmente) "habitual brutalidad y dureza de la policía española".
En fin, que ni tanto... ni tan calvo.