Te equivocas, no todo es color de rosas sobretodo cuando se busca el beneficio economico entre la superpotencia la la UE.
Irán: La discordia entre EE.UU. y la Unión Eeuropea
La investigadora y periodista Michelle Brand da elementos de juicio alternativos al análisis generalmente superficial que hace la prensa occidental sobre el tema iraní. Más allá de que todas las guerras son producto de la irracionalidad humana, hay una racionalización que cada una de las partes realiza y que, basada en una lógica económica y política, adquiere sentido para quien defiende esa posición. Para Brand, el litigio con Irán y los amenazantes tambores de guerra que suenan en su derredor no tienen que ver con el tema del enriquecimiento de uranio que lleva adelante el Gobierno de Teherán ni con el acceso inmediato al petróleo iraní sino con impedir que sus rivales obtengan, a largo plazo, fácil acceso a los recursos naturales de esa región y un grado de influencia que excluiría a los EE.UU. La pregunta natural a formularse es ¿quiénes son esos rivales? No lo son los 'terroristas', quienes encarnan la personificación del mal como pobre justificativo ante una opinión pública cada vez menos dispuesta a creer en las mentiras que se fabrican en la Casa Blanca, en el Pentágono o en El departamento de Estado. Los 'rivales' a los que apunta EE.UU. son la Unión Europea (UE), China y Rusia, los tres con enormes intereses materiales y estratégicos en la antigua Persia.
Las sanciones contra Irán no son las que pretendía Washington pues, en realidad, el resto de los países quiere evitarlas más allá de lo que digan los europeos en su discurso oficial. Dice Brand: "Lejos de ser genuinos 'aliados', EE.UU. y la UE se sonríen rechinando los dientes. La evidencia de ello es la escasa información presentada por la prensa internacional. El famoso 'acercamiento', después de la pelea por Irak en 2002-2003, es solo cosmético. Proviene del hecho de que el fiasco iraquí obligó a EE.UU. a una pose de 'diplomacia' en el segundo período de Bush. Europa lo sabe, y solo está predispuesta a mostrarse acomodaticia desde una posición realzada de poder. No anula sus divergencias más profundas. En las ininterrumpidas negociaciones de la UE con Irán desde 2003, Europa (es decir, los E-3, actuando en nombre de Europa: Alemania, Francia y Gran Bretaña) ha trabajado para lograr un acuerdo diplomático que permita una apertura ulterior y, sobre todo, la garantía de relaciones económicas con Irán. EE.UU., por otra parte, ha trabajado para sabotear este proceso".
"Tanto Europa como EE.UU. quieren 'regímenes amistosos' en los Estados del Golfo, con el fin de tener acceso preferencial a sus recursos y, si es posible, regímenes que acepten los términos fijados por sus 'amigos' occidentales bajo los cuales se abran sus mercados. La insurgencia iraquí ha impedido que EE.UU. implante uno de esos regímenes 'amigos' en Irak y, como resultado, EE.UU. carece, con la excepción de Israel, de un punto de apoyo sólido en la región. Pero incluso si no puede afianzarse en Irak, mientras mantenga inestable la región para inversiones y comercio, militar o económicamente, excluye también a sus rivales. Lo último que EE.UU. desea junto a su colonia en llamas es una economía iraní estable y creciente cuyos contratos de inversión y energía estén en manos europeas, rusas y chinas".
"Las sanciones impuestas a Irán por EE.UU. tienen, ante todo, el propósito de hacer que su economía sea inaccesible a sus rivales y, por lo tanto, que la presencia de Estados Unidos sea necesaria como guardián para su desarrollo".
"Si EE.UU. no tiene éxito con un "cambio de régimen" y con la instalación de un gobierno amigo en Irán, dispuesto a otorgarle privilegios a largo plazo por sobre otros países, por lo menos quiere dificultar, sino imposibilitar, que sus rivales establezcan una relación segura con Irán. Parece dispuesto a hacerlo incluso si significa provocar un incendio en la región, si no se puede salir con la suya mediante sanciones. Cuando EE.UU. habla de "aislar" a Irán, su propósito es mantenerlo alejado de Europa, Rusia y China. El camino para aislar a Irán de estos últimos es la imposición de sanciones multilaterales. El término "aislamiento" no es de los que utilizan los europeos en su proceso de negociación; más bien, repiten que hay que dejar las puertas abiertas.
Los neoconservadores de EE.UU. creen que las sanciones financieras paralizarán la economía iraní lo suficiente como para provocar un cambio de régimen. Mientras tanto, aludiendo a "la otra opción", así como reforzando sus barcos de guerra en el Golfo, EE.UU. mantiene la presión necesaria para que el esfuerzo sea verosímil, tanto para Irán como para sus rivales. Aunque esto explica la postura contradictoria, no hay que suponer que EE.UU. no vaya a atacar; solo que su objetivo inmediato parece ser aislar económicamente a Irán, llevando a sus "aliados" a implementar sanciones más allá de las medidas adoptadas por el Consejo de Seguridad. La estrategia usamericana es volátil, como un matón desesperado que va perdiendo y que amenaza con una violencia irracional, y es precisamente esta volatilidad la que mantiene a raya a sus rivales. Un ataque contra Bushehr o Natanz iría acompañado por ataques contra la infraestructura iraní, dificultando considerablemente las cosas para los intereses europeos, chinos y rusos. Esa estrategia esquizofrénica por lo menos posterga efectivamente sus inversiones, que de otra manera aumentarían constantemente".
Otra prueba de la diferencia de intereses diplomáticamente disfrazada entre EE.UU. y la UE son las declaraciones de un alto funcionario de EE.UU. quien afirmó: "Estamos diciendo a los europeos que tienen que ir mucho más allá de lo que han hecho para maximizar la presión sobre Irán. La reacción europea en el lado económico ha sido bastante débil". Para aumentarla, EE.UU. trabaja con el fin de que sus leyes sean vinculantes para países rivales. No obstante ello los ministros de exteriores europeos decidieron implementar solo las sanciones ligeras votadas por el Consejo de Seguridad, a pesar de la presión gringa de ir más lejos. Y en un documento obtenido por AFP el 13 de febrero, se solicitó a los 27 países miembro de la UE "que consideren cómo atraer a Irán para que vuelva a la mesa de negociación después del colapso de las conversaciones del año pasado por la negativa de la república islámica de suspender el enriquecimiento de uranio. Afirman que la UE debe continuar con su enfoque actual: agitar la zanahoria de incentivos políticos y comerciales en las negociaciones mientras se sigue adelante con las medidas de la ONU".
"Para comprender con más profundidad las contradicciones aparentes en la postura de Europa, propugnando sanciones que no desea, es necesario ahondar las profundidades de su insinceridad y considerar su proceso de negociaciones con Irán. En el momento de la invasión de Irak por EE.UU., y la pérdida de Irak para los inversionistas franceses y otros, así como su pérdida para Europa como fuente de futuros recursos energéticos, la UE tomó una iniciativa agresiva para llevar a Irán a una cooperación económica, política y posiblemente militar privilegiada. Este esfuerzo diplomático, emprendido en el contexto de ofrecer a Irán "incentivos" para renunciar a su programa nuclear, se proponía dar a Europa un acceso preferencial a su mercado, su fuerza laboral y, especialmente, a su petróleo y gas. La oferta final de agosto de 2005, rechazada como "insultante" por Irán (la que, según funcionarios europeos, fue "muy generosa"), había sido negociada durante los meses de la suspensión voluntaria del enriquecimiento de uranio por Irán. El país árabe dejó claro a los E-3 (Alemania, Francia y Gran Bretaña), cuando rechazó su primera oferta, que cualquier acuerdo depende en última instancia de que se obtengan las "garantías de seguridad" de EE.UU. que necesita. En otras palabras, quiere una promesa oficial de que EE.UU. no invadirá Irán, que reconocerá y dejará en paz al actual régimen, y que no tratará de meterse con sus fronteras. Si estos temores no fueran justificados, considerando su ubicación entre Irak y Afganistán, los E-3 podrían haber ido más lejos con su oferta original. Este hecho en sí va lejos para entender por qué EE.UU. no puede permitirse el abandono de la opción militar. Necesita justificar esos temores, ya que desea sabotear, a cualquier precio, el intento europeo de un acercamiento con Irán".
Los europeos llevaron a EE.UU. a la mesa de negociación, y ello permitió que la UE mostrara a Irán que podía obtener resultados. Sin embargo, las condiciones impuestas por EE.UU. fueron inaceptables para Irán. Pretendían que suspendieran el enriquecimiento de uranio sin poner por escrito su compromiso de no atacar el país.
Dice Brand: "Involucraba su suspensión casi indefinida del enriquecimiento y no incluía ninguna promesa de seguridad. Aunque EE.UU. también saboteó este esfuerzo europeo, su propia debilidad se hace evidente en el hecho de que el documento no contenía ningún 'garrote' concreto aplicable si pasaba el plazo para la suspensión del enriquecimiento y que, cuando esto sucedió, los europeos siguieron negociando con Irán durante otras cinco semanas. Chirac sugirió que las negociaciones podrían comenzar sin suspender el enriquecimiento. Irán propuso que Francia podría supervisar sus instalaciones nucleares con el fin de verificar su naturaleza pacífica, como un camino para romper el impasse debido a la insistencia de EE.UU. en la suspensión como condición previa para las conversaciones".
EE.UU. no quiere un arreglo que disminuya su protagonismo en la región, y muchos seres humanos morirán si decide llevar su obstinación adelante.
El tema euros se relaciona y tiene que ver mucho con la tematica de las diferencias entre USA e Iran.