Alarma por siniestros de aeronaves de FF. AA.: 8 muertos en menos de 20 días
Es el segundo accidente de un Black Hawk de las Fuerzas Armadas en menos de 20 días. El 5 de febrero se accidentó uno del Ejército Nacional en zona rural de Unguía, Chocó.
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Fuentes de la Policía Nacional señalaron a EL TIEMPO que
la primera hipótesis que se maneja sobre el siniestro de este jueves es la incidencia de las
malas condiciones climáticas: “Había mucha niebla y eso habría obligado a volar por instrumentos. Esta situación no es la ideal, pues por las bajas alturas a las que normalmente se opera en helicópteros lo recomendado es tener la visión plena del entorno”.
Las aeronaves de la Policía Nacional –aviones y helicópteros– son sometidas con rigor a los procesos de mantenimiento y verificación de horas de vuelo por el Área de Aviación Policial adscrita a la Dirección Antinarcóticos, por lo que inicialmente se está descartando una falla en la máquina.
De hecho, por tratarse de avión de Estado, será la Oficina de Seguridad Aérea de la Aviación Policial la que adelante la investigación sobre las circunstancias de tiempo y modo del accidente. Es una dependencia que cuenta con un grupo de expertos que se ha capacitado tanto en Colombia como en el exterior bajo las máximos estándares. Y en caso de que se necesite apoyo de la empresa fabricante, Sikorsky Aircraft Corporation, de Estados Unidos, se hará la respectiva solicitud.
En el caso del accidente del helicóptero militar, la investigación aún está en pleno desarrollo. De nuevo, la primera hipótesis no apunta a una falla mecánica: la nave llevaba sobrepeso (transportaba víveres para las tropas), lo que sumado a dificultades en la ruta habría conducido a la pérdida de altura y, finalmente, al mortal accidente.
'Canibalización' de repuestos
El año pasado tampoco fue bueno para la aviación militar. El 19 de marzo se vino a tierra un helicóptero UH 1N, de matrícula EJC 4227, del Ejército Nacional, en Quibdó (Chocó). Sus cuatro ocupantes fallecieron.La investigación arrojó que fue falla de la máquina: se desprendió el rotor, lo que usualmente se asocia a la fatiga de elementos.
El 15 de octubre, un helicóptero M-17 del Ejército cayó sobre una vivienda en Anorí, Antioquia. Se reportaron 7 uniformados y 5 civiles heridos. La investigación arrojó que hubo exceso de peso.
Aunque las fuentes policiales y militares destacan el rigor de los mantenimientos y del entrenamiento de las tripulaciones, sí hay preocupación por los siniestros y se están intensificando los controles en las dos áreas.
Mucho más porque debido a la falta de repuestos hay varias líneas de naves de la Fuerza Pública que están siendo refaccionadas con repuestos desguazados. EL TIEMPO estableció que los MI-17 que se negociaron con Rusia entre 1996 y 2009 se quedaron sin refacciones por la guerra entre Rusia y Ucrania.
Con naves viejas, por lo que para mantenerlas en vuelo se realiza lo que en la jerga aeronáutica se llama ‘canibalización’ de los repuestos; es decir, sacan partes de las aeronaves que se quedan en tierra.
La misma situación se registra con los helicópteros
UH-1N y UH-1H, los Bell. Son de la guerra de Vietnam y plenamente refaccionados podrían tener vida útil hasta el 2030. Pero debido a problemas administrativos y de recursos para la adquisición de los repuestos se decidió sacar de operación uno o dos cada año y desguazarlos para reparar otras naves de la misma línea, pero menos antiguas.
Esta situación no se registra en la Policía Nacional, donde los helicópteros en vuelo han sido entregados repotenciados por Estados Unidos y son relativamente de nueva generación: Alfa o Lima.
De hecho, en septiembre del año pasado se entregaron tres de estas aeronaves a la Policía para fortalecer las operaciones contra el narcotráfico, así como para la protección del medioambiente y la seguridad rural.
Sobre los factores que han incidido en los accidentes de helicópteros de la Fuerza Pública, el coronel de la reserva activa de la Policía Jorge Mendoza, piloto instructor de helicópteros y administrador de mantenimiento aeronáutico, señaló a EL TIEMPO que en las investigaciones de seguridad aérea se tiene que determinar cuál fue el factor principal que llevó al siniestro.
“Es importante determinar las causas de los accidentes para mitigar o incluso eliminar esos factores de riesgo en el futuro”, aseguró Mendoza, quien añadió que desde que se “despega hay riesgos” y por ello la importancia de cumplir con todas las normas de seguridad y los protocolos de mantenimiento de las aeronaves de ala rotatoria.
https://www.eltiempo.com/justicia/inves ... ias-857831
Bueno, se empieza a poner el dedo en la llaga. Si es falta de mantenimiento, impericia, o lo que sea, que se sepa. Ya se habla de canibalización. que en los Mi-17 se entiende por la situación geopolítica por la guerra en Ucrania. Pero canibalizar los UH-1N y UH-1H, que puede que no sean nuevos, pero se consiguen los repuestos.. ya empieza a sonar raro. Igual, con los BH. Que se sepa si la razón por la que se caen sin estar en combate.
Como nota aparte, recuerdo que hasta hace unos pocos años, siempre veía los blackhawks volar en parejas. cuando veía uno, inmediatamente detrás se veía el otro, a veces unos segundos después. Ahora se ven solos. Me parece curioso, por decir lo menos. No sé si se deba a que antes se auto cuidaban de algún ataque en tierra y ya no. O simplemente que el nivel de operatividad es tal que ya no da para que vuelen en tandem.