Según los interlocutores de la presidente [Dilma], aunque se entiende que el episodio del espionaje estadounidense tenía fines económicos, estratégicamente, ha elegido para hacer frente a los dos asuntos - el espionaje y el comercio - de modo desconectado.
La única consecuencia económica del episodio, basándose en e la Presidente, debe estar en relación con el acuerdo de cooperación en materia de defensa, que implica la compra de 36 aviones de combate a los planes del Gobierno brasileño para cerrar el fin de reorganizar la FAB.
Dilma cree que para esta negociación, en la que aparecían las vides Boeing estadounidenses entre los favoritos, vale más el criterio de la "confianza mutua" entre los países, que las posibles ventajas técnicas de la modelo estadounidense F-18 Super Hornet. Esto se debe a que el objetivo de Brasil es lograr un acuerdo que implica la transferencia de tecnología y la cooperación a largo plazo.
La señal de que el gobierno brasileño ya no esta dispuesto a cerrar asociación con los Estados Unidos ya se ha indicado en un comunicado emitido tras la cancelación de la visita de Estado a los Estados Unidos Dilma el 23 de octubre.
http://www.defesaaereanaval.com.br/?p=29133
o sea SH: