05/06/12.-En una entrevista concedida a Jineth Bedoya Lima, del diario El Tiempo, el mayor (r.) Juan Carlos Rodríguez Agudelo, que permanece recluido en la penitenciaría La Picota, reconoce los nexos de un sector de la oficialidad del ejército con las bandas sicariales y los carteles del paramilitarismo.
La información referida data de agosto del 2007, cuando quedó al descubierto los vinculos de militares con el jefe de seguridad del capo del narcotráfico, Diego León Montoya, ’Don Diego’.
Las autoridades señalaron como ficha clave al mayor retirado Juan Carlos Rodríguez Agudelo, un destacado hombre de las Fuerzas Especiales que salió de la institución en el 2005, pese a que tenía su hoja de vida llena de felicitaciones y condecoraciones.
Luego de una intensa persecución, la Policía lo capturó en febrero del 2008, pero siempre se negó a aceptar los delitos que lo incriminaban. Sin embargo, hace dos semanas, le confesó a la Fiscalía una serie de ilícitos que implican a varios integrantes de la Fuerza Pública y que están relacionados con la connivencia con los paramilitares y la ejecución de los llamados ’falsos positivos’.
El siguiente es el texto de la entrevista concedida por Rodríguez Agudelo, alias ’Zeus’.
Por: Jineth Bedoya
Subeditora de Justicia
El Tiempo
¿Cómo un hombre con su perfil de ’tropero’ termina así?
El accionar de la guerrilla se incrementó de tal forma que hubo unas alianzas con las autodefensas para que el Ejército pudiera obtener la información y así hacer las operaciones contra las guerrillas. Ese era el sistema de los años 94, 95. Esa alianza no se puede negar y Justicia y Paz la está sacando a flote. En medio de eso, yo me dejé envolver y empecé a tener nexos con las autodefensas desde el año 1999. (Siga este enlace para leer: Piden a la CPI investigar a mandos del Ejército por ’falsos positivos’).
¿Eran conductas individuales?
Era algo prácticamente impuesto. Los comandantes de compañía, estoy hablando de capitanes, mayores, tenientes, recibían guías de las autodefensas para ir a hacer operaciones en los departamentos de Antioquia, Meta, Caquetá… Era prácticamente impuesta esa alianza entre Ejército y autodefensas. El mal se combatió con un remedio que resultó ser igual de dañino a la enfermedad.
¿Cuándo empezaron las presiones por resultados?
Para explicarlo puedo decir que en el 95 las medallas de orden público las daban con dos muertos; en el 2004, ya era con diez, y uno como militar se sentía orgulloso de lucir medallas de orden público. El sistema me llevó a mantener ese prestigio en el Ejército y cometí errores: ejecuciones extrajudiciales y lo demás.
¿Cómo fue su primer contacto con las autodefensas?
En el Batallón Vargas, en el Meta. El coronel Pérez (comandante del batallón) me llevó a un pueblo que se llama El Dorado y me entregó un guía de las autodefensas, uniformado y con un fusil AK-47, para que hiciera una operación en El Castillo (Meta) para dar de baja al jefe de las milicias. Ahí empezaron mis nexos.
¿Y después?
Luego pasé a una unidad en Puerto Boyacá y ahí también había autodefensas y recibíamos guías que tenían la información sobre Farc y Eln. Como los superiores ya sabían que yo tenía el nexo, me buscaban para decirme que necesitaban resultados, que era buscar positivos y bajas.
¿Cuándo fue la primera vez que lo hizo?
En Puerto Asís (Putumayo) hice el contacto, me entregaron unos sujetos, supuestamente bandidos, y yo se los entregué en esa época al capitán Giraldo, que era compañero mío en la Brigada contra el Narcotráfico.
¿Con quién hizo el contacto?
Con los paramilitares ’Rafa Putumayo’, ’Caicedo’ y ’Paquita’. Pero hay algo, ahora otros paramilitares están negociando con la información y chantajean a los militares para “no hablar de ellos”. A mí ’Tomate’ (jefe ’para’ de Putumayo) me pidió 500 millones, pero no los tengo. Tengo mi verdad y ya se la di a la Fiscalía.
¿Por qué se dio esa alianza?
No se tenía ni el personal ni el material bélico para enfrentar a la guerrilla.
¿Hubo apoyo en todo el país?
Claro que sí. Es indiscutible y era una orden de comando: patrullaba un ’paraco’, un soldado, un ’paraco’, un soldado. Si no hubiera sido así, las Farc tendrían el poder en este momento. Se asesinó a mucha gente inocente.
En su caso, ¿cómo recibía las órdenes?
La más común era cuando uno reportaba por el radio: “mi general, tengo dos bajas y tres capturados”. Y la respuesta era: “ya mismo le mando el helicóptero con los del CTI para que hagan el levantamiento de las cinco bajas”. Era claro que había una orden de que a los tres capturados había que asesinarlos.
¿Qué comandantes daban este tipo de órdenes?
El general Mario Montoya era uno de los que promulgaban eso. Y él sabe que le conozco muchos pecados, pero yo tengo que asegurar mi vida, y así como él hay muchos. Primero, nos pidieron botellas de sangre, y terminamos en carrotanques de sangre. Si usted era un militar que no tenía muertos, estaba por fuera del sistema. Así que el capturado no valía.
¿Les exigían los muertos?
En las relaciones la pregunta era: “coronel, ¿cuántas bajas lleva?”. Cinco, mi general. Y le respondían: “¡Bien!” Y usted coronel, ¿cuántas lleva?”, “15 mi general”. “Bien, ese es el coronel que necesito, siga así”. Luego empezaban a ridiculizarlo a uno diciéndole que estuviera pendiente para recibir las marraneras en la escuela de logística.
¿El general Montoya sabía que usted tenía contacto con las autodefensas?
Si, claro. Adentro todo se conoce y se sabe perfectamente de dónde vienen los resultados buenos y malos. Además porque los jefes paramilitares daban el aval para los comandantes en las zonas. Tan sencillo como que la toma a la comuna 13 no hubiera sido posible sin la ayuda de las autodefensas. Eso fue una alianza de ’Don Berna’ con el general Montoya para poder hacer la operación Orión.
¿Por qué siempre estuvo en zona de influencia paramilitar?
Me ubicaron estratégicamente en unidades donde pudiera manejar los grupos de autodefensa. Decían que necesitaban un oficial berraco para enfrentar a la guerrilla, pero lo que necesitaban era el puente con los ’paras’ porque había otros que no se le medían a eso. Lo que yo estoy contando es una realidad. En muchas zonas entrábamos 500 militares y detrás venían los paramilitares ubicándose en puntos estratégicos.
¿Todos actuaban igual?
Muchas veces a coroneles los relevaron porque no quisieron o porque no tenían bajas. Hay muchos que tomaron el camino correcto y hoy son buenos oficiales. Hubo muchísimas operaciones limpias, pero también hubo operaciones extrajudiciales.
¿Cómo termina trabajando con un capo como ’Don Diego’?
Cuando estaba en Puerto Boyacá me abordó un señor del concejo que trabajaba con las autodefensas y me lo presentó. Diego León Montoya me prometió información para dar de baja a ’Jabón’ (Wílber Varela). De ahí en adelante le hicimos varias operaciones, pero a Varela lo protegía la Policía, entonces le bajamos el ritmo. ’Don Diego’ tenía simpatía entre las autodefensas y ellas lo cuidaban.
¿Cómo vinculó a otros militares con la red de ’Don Diego’?
Me aprovechaba de los militares, pero no les decía qué hacía o con quién estaba. Prácticamente me volví informante porque entregaba ubicación de la guerrilla y el Ejército daba los golpes. A otros sí les decía que estaba trabajando con ’Don Diego’, como el caso del mayor Gil y el sargento Porras. Ahí hay tres homicidios extrajudiciales por los que ellos tienen que responder y la Fiscalía lo sabe. Cuando entré a las filas de ’Don Diego’ me enteré de muchas cosas, como que había generales que trabajaban tanto para él, como para Varela.
Entonces, ¿por qué logran capturarlo?
Porque lo entregó un primo, su hombre de confianza. Yo no caí ahí porque a mí me avisaron desde Ejército en un mensaje de texto: “señor, pendiente que aquí hay un alboroto tremendo. Cambie de posición y duerma en carpa”. Yo me asusté y le avisé a ’Diego’, a ’Capachivo’, a la ’Camisa’, me escondí y al otro día vino la noticia de su captura.
¿Los ’paras’ le pagaron por sus servicios?
Jhon Freddy Bedoya, alias ’Pájaro’, me dio una empresa de seguridad por los servicios prestados. Yo los movilizaba o ayudaba para que se pudieran mover sin problema por las carreteras. Así que cuando me voy a retirar en el 2005, les digo que qué me voy a poner a hacer y él me dice que le están vendiendo una empresa de seguridad, que la coja y me ponga a trabajar ahí.
¿La empresa estaba a su nombre?
Buscamos unos testaferros:Francia Gómez, Evelyn Hernández y Martha Gómez y ellas empezaron a manejarla. La empresa la extendimos por todas las zonas donde estaban las autodefensas. Se expandió a La Guajira, Santa Marta, Aguachica, Puerto Boyacá, Caquetá, Putumayo, Nariño. La empresa trabajaba lícitamente, pero nació de recursos de las autodefensas.
¿Qué pasó con esa empresa?
La entregué a la fiscalía el pasado 30 de abril, además de apartamentos y otras propiedades. También le confesé a la Fiscalía otras cosas que hacen parte del proceso, como los negocios del coronel Parra, que compraba armamento para ’Los Machos’ (el ejército de ’Don Diego’). Yo le entregué todo eso a la Fiscalía porque entendí en la cárcel que eso era plata mal habida y eso tiene que servir para reparar a las víctimas.
’Zeus’ dice que aún hay verdades por contar
¿Qué está buscando con la confesión en la Fiscalía?
El perdón de la sociedad. El perdón de mi esposa, Andrea, y de mi hija, Ángeles, por el daño que les he causado, y decirles a los jueces que estoy arrepentido y por eso estoy entregando los bienes que tenía, además de las versiones de los homicidios que cometí, porque esos muertos representaron la gloria para el Ejército y eso está mal. Nosotros perdimos el rumbo y pensamos que, con obtener muertos, fueran inocentes o no, estábamos haciendo mucho y resulta que no. La justicia debe aclarar pronto muchos secretos que no se han contado.
Respuesta de Montoya
’Nunca estuve en una unidad con Rodríguez’
El excomandante del Ejército general (r. ) Mario Montoya Uribe le dijo a EL TIEMPO que en su carrera militar nunca tuvo bajo su mando directo al mayor Juan Carlos Rodríguez ni coincidieron en unidades militares.
“Siempre he estado dispuesto a acudir a la Fiscalía las veces que me ha requerido y esta no será la excepción. Mis actuaciones siempre fueron transparentes”, señaló el hombre, recordado por la operación Jaque.
El general Montoya tiene activas nueve investigaciones en la Fiscalía.