Los Mitos de la Guerra del Pacífico (Chile - Perú)
- Fulvio Boni
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Testimonio del coronel Víctor Miguel Valle Riestra sobre la destrucción de Chorrillos
Dispersa en las calles de Chorrillos la soldadesca chilena, asaltó las pulperías y despacho de licores entre el diluvio de balas que se cruzaban en todas direcciones. Las pipas de vinos eran desfondadas á culatazos; los piscos rotos a balazos; las botellas descogolladas al golpe seco del corvo, tinto en sangre enemiga... y amiga; y pocos minutos después 1.400 chilenos estaban borrachos en las calles del Versalles peruano, siendo la oficialidad impotente para contener el desborde, que, repito, era más espantoso que una derrota. En esta, la mancomunidad de la desgracia y de los peligros une a los hombres, pero lo que pasaba en Chorrillos, había relajado, olvidado y atropellado toda subordinación. El “delirium tremes” dominó al ejército invasor por completo.
Muertos, fusilados y asesinados, los cholos peruanos, el instinto sanguinario de los rotos buscó nuevas víctimas, y los extranjeros, principalmente los italianos, fueron exterminados. Muchos de estos habían quedado en Chorrillos guardando sus intereses, pero todos fueron fusilados ¿Cómo comenzaron tales asesinatos con personas que no habían tomado la menor parte en el combate?
En la calle del Tren, un despacho fue asaltado y los chilenos trataron de insultar a la esposa del italiano que custodiaba el negocio. Este se interpuso como era su deber y la quiso arrancar del poder de los soldados, pero hicieron fuego sobre aquel infeliz y una bala puso fin a sus días. ¿Qué fue de la infeliz mujer? Hay cosas que dan asco referirlas. Insultada, maltratada, disputada a golpes, dejó de existir; ¡y su cadáver seguía siendo profanado por aquellas bestias del instinto!
Las pocas mujeres que quedaron en Chorrillos, fueron víctimas de los más inicuos crímenes, y esto a la luz del día, sin el menor recato, en plena vía pública. Y cuando la bestia dominaba al hombre en aquellas fieras armadas, las balas de sus rifles atravesando al rival y a la mujer disputada, les daba campo para arrojar a un lado el cadáver del primero y profanar el de la segunda.
Un italiano entre otros muchos, fue hecho prisionero, si se puede, en este caso, emplear la palabra. El pobre hombre lleno de miedo les halagaba su amor propio temeroso de que hicieran con él lo que habían hecho con sus paisanos. Era el desgraciado la befa de los guardianes. Uno le daba un golpe con la culata del rifle.
• Ande niño no má pa que coma pronto mancarroni, le decían.
Otro con la bayoneta lo iba punzando, y por último, el que estaba a su espalda se lanzó contra el infeliz y rodeándolo con los brazos por la cintura, le introdujo en el estómago un corvo vaciándole el vientre.
Un grito italiano y las carcajadas de los rotos se escucharon. Estas hicieron grato espectáculo de tan espantoso hecho.
• ¡Guatita con porotos niños!, decían en su sanguinaria burla.
El doctor Mac Lean, médico inglés y padre de una numerosa familia, nacida en Tacna, vivía en Chorrillos, en un rancho en la calle de Lima. La casa tenía una inmensa bandera inglesa, sobre la puerta, el escudo de aquella nación y en el muro, en una plancha de zinc, con los colores ingleses, se leía, PROPIEDAD INGLESA.
Este rancho, verdadero palacio, fue invadido por los chilenos, el respetable anciano se creía seguro bajo su bandera patria y protestó, pero fue insultado, golpeado, mientras los rotos se lanzaron al saqueo de despensa y muebles.
• ¡Mire padre eterno, le decían aludiendo a su blanca y poblada barba, nos ise donde están las chauchas porque si no lo fusilamos en seguidita no má¡
El Doctor Mac Lean trató de salir llegando a conseguirlo hasta la reja de hierro, pero allí lo alcanzó un disparo que instantáneamente lo mató. Pocos minutos después ardía el rancho regado, por completo de kerosene.
La crápula, a las cinco de la tarde, hacía, entre los invasores, sus terribles efectos.
Los niños estaban de remolienda, como ellos decían. Entre los muertos y heridos rodaban los borrachos, con esa... embrutecida y sanguinaria del chileno. Los gemidos y gritos, pidiendo socorro, de los heridos, se mezclaban con las blasfemias y cantos obscenos de los borrachos. Las coplas de la monótona chilena, se escuchaban al mismo tiempo que las oraciones de los moribundos.
Y la remolienda seguía in crecendo; ya no existía disciplina; ya no se conocían ni entre ellos. Una botella para vaciarla, una mujer, viva o muerta, una lata de kerosene para incendiar los palacios de Chorrillos, eran disputados á bala o á corvo.
No se cansaban de matar, cuando ya no había cholos peruanos ni bachiches ni gringos, se mataban entre sí, se quemaban como ratas.
El rancho, o mejor dicho el palacio que, en la calle del Tren, posee la familia Pflücker fue el teatro de espantosas escenas. Algo muy codiciable debieron encontrar ahí los rotos, puesto que como fieras, se disputaron el botín. Se dividieron en dos bandos y la más numerosa arrojó afuera a la menor. Pero ésta buscó refuerzo, y ya fuerte, atacó la casa, trabándose un serio combate entre chilenos; pero viendo los asaltantes que sus paisanos no cedían, resolvieron incendiar el rancho, y así se realizó, puesto que en pocos instantes las llamas rodearon a los que estaban dentro.
Trataron estos de salir, pero se les recibió a balazos, se les cazaba, apenas asomaban la cabeza.
Un jefe chileno, un sargento mayor, llegó a tales momentos y al presenciar lo que pasaba creyó que sus soldados sufrían un error. No comprendía que entre chilenos se matasen.
• Niños, les gritó, lanzando sus caballos entre los asaltantes, miren que los de la casa son chilenos. No hagan fuego, déjenlos salir. • Mi jiefe, le contestó uno, déjenos no má que pa eso somos tantos.
El mayor chileno dio órdenes de suspender los fuegos.
• Mire, señor patroncito, váyase no má – le repusieron en son de amenaza.
Pero el jefe chileno quería imponerse y llevar al orden a sus soldados. Estos montaron en cólera.
• Mire el futre, le dijeron, ya pué abrirse á lo largo.
Y lanzando una palabra peculiar del chileno, uno de ellos hizo fuego sobre el sargento mayor, matándolo en el acto.
Los de la casa fueron todos quemados vivos. Eran chilenos contra chilenos.
¿Para qué seguir relatando más? Cansa el espíritu, lo enferma el recuerdo de tales hechos.
El desorden de los chilenos intimidó á generales, á los jefes y oficiales. Se vieron impotentes para tal desmoralización, se encontraron amenazados de muerte por su mismo ejército.
El jefe ú oficial que intentara contener a sus soldados, era victimado sin compasión. Había que dejarles que incendiaran el último rancho, que se consumiera la última botella de licor.
La Reserva que fuera de Chorrillos tenían los chilenos, también se desbandaba. No podían los rotos permanecer arma al brazo cuando tan cerca tenían la remolienda, es decir, el saqueo, el incendio y el licor. Los centinelas abandonaban sus puestos.
El ejército chileno no existía. Era una manada de fieras embrutecidas que rodaban por el suelo como odras llenas de alcohol.
Por la noche, las llamas subían al cielo, rugían, lo devoraban todo. La gran hoguera alumbraba las más espantosas escenas que recuerda la historia de América.
Y allá, en Miraflores, doce mil hombres armados, valientes y resueltos, esperando una orden, animados del deseo de combatir, enfurecidos con el espectáculo del mundo de ese Chorrillos que tanto amaban, en donde se habían anidado sus ilusiones de juventud, de amor y de sueños de gloria.
Allá en ese Miraflores, doce mil hombres que amaban a la Patria, que tenían a sus espaldas, hogares que defender, afecciones sagradas que salvar; doce mil hombres que lanzadas sobre Chorrillos no hubieran tenido que hacer otra cosa que aplastar con las culatas de sus rifles los cráneos de veinte mil borrachos...
- GRUMO
- Mariscal de Campo
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- Registrado: 14 Ago 2005, 06:32
El opusculo creo que se llama "Como fué aquello", y has hecho una trascripción
Por ello, la propaganda es un arma que emplean los beligerantes.. Y el hecho de ser peruano, no me exime de analizar este opusculo, al igual que se pueden analizar la propaganad venga de donde venga.
Pasemos entonces
Es un hecho que los chilenos entraron a Chorrillos, y que saquearon este balneario. Y eso era lo normal en ese momento de la historia. Recordemos las imagenes de la guerra de secesión americana.
LO que los oficiales chilenos trataban de evitar era la desbandada general producto de las bebidas alcohólicas que existían en los solares. Vale la pena indicar que habian bodegas de vino en lo que es ahora la avenida escuela Militar.
Y, los pormenores como detallan la tragedia de la guerra, es mas que por el valor histórico. tratar de exacerbar pasiones.
La guerra es muerte, destrucción, es donde sale lo peor y lo mejor del ser humano. Un asesino de niños es capaz de dar la vida para proteger la vida de otros niños. Y eso es lo trágico.
La historia es reflexión. Lo que es exacerbación no es historia,es solo propaganda
Grumo
Por ello, la propaganda es un arma que emplean los beligerantes.. Y el hecho de ser peruano, no me exime de analizar este opusculo, al igual que se pueden analizar la propaganad venga de donde venga.
Pasemos entonces
Es un hecho que los chilenos entraron a Chorrillos, y que saquearon este balneario. Y eso era lo normal en ese momento de la historia. Recordemos las imagenes de la guerra de secesión americana.
LO que los oficiales chilenos trataban de evitar era la desbandada general producto de las bebidas alcohólicas que existían en los solares. Vale la pena indicar que habian bodegas de vino en lo que es ahora la avenida escuela Militar.
Y, los pormenores como detallan la tragedia de la guerra, es mas que por el valor histórico. tratar de exacerbar pasiones.
La guerra es muerte, destrucción, es donde sale lo peor y lo mejor del ser humano. Un asesino de niños es capaz de dar la vida para proteger la vida de otros niños. Y eso es lo trágico.
La historia es reflexión. Lo que es exacerbación no es historia,es solo propaganda
Grumo
¡Somos o no pilotos de combate!.... ya, que nos den otra misión y salimos 3 o 4 fierros, rasanteamos hasta donde podamos y si nos van tumbando.... nos tumbaron pues.... pero por lo menos uno llega y rompe.... así no regresemos los demás.... total para eso nos hemos formado, para eso estamos preparados, y si vamos a morir.... bueno nos inmolamos por la patria, es la oportunidad de demostrar lo que somos y valemos”. Coronel FAP Marco Antonio Schenone Oliva , piloto muerto en el Cenepa
- SPUTNIK
- Teniente
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- Registrado: 31 May 2004, 22:32
GRUMO escribió:El opusculo creo que se llama "Como fué aquello", y has hecho una trascripción
Por ello, la propaganda es un arma que emplean los beligerantes.. Y el hecho de ser peruano, no me exime de analizar este opusculo, al igual que se pueden analizar la propaganad venga de donde venga.
Pasemos entonces
Es un hecho que los chilenos entraron a Chorrillos, y que saquearon este balneario. Y eso era lo normal en ese momento de la historia. Recordemos las imagenes de la guerra de secesión americana.
LO que los oficiales chilenos trataban de evitar era la desbandada general producto de las bebidas alcohólicas que existían en los solares. Vale la pena indicar que habian bodegas de vino en lo que es ahora la avenida escuela Militar.
Y, los pormenores como detallan la tragedia de la guerra, es mas que por el valor histórico. tratar de exacerbar pasiones.
La guerra es muerte, destrucción, es donde sale lo peor y lo mejor del ser humano. Un asesino de niños es capaz de dar la vida para proteger la vida de otros niños. Y eso es lo trágico.
La historia es reflexión. Lo que es exacerbación no es historia,es solo propaganda
Grumo
Buen comentario estimado Grumo
Saludos
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- Recluta
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- Registrado: 24 Abr 2011, 21:47
Si ese testimonio lo consideras anacrónico o que ya no se debe de mencionar, tal vez el de los 13 mártires de la Garibaldi te conmueva en algo. El 13 de Enero de 1881 trece bomberos italianos estaban apagando incendios en Chorrillos. En esos excesos de la guerra que no tienen nombre, los bomberos fueron tomados prisioneros por los chilenos y llevados a fusilar a un paredon. Los italianos argumentaron que ellos auxiliban heridos sin distincion de pais. No valieron razones. El lider de los bomberos italianos antes de la descarga final grito: Fratellis: VIVA LA ITALIA VIVA EL PERU.
GRUMO escribió:El opusculo creo que se llama "Como fué aquello", y has hecho una trascripción
Por ello, la propaganda es un arma que emplean los beligerantes.. Y el hecho de ser peruano, no me exime de analizar este opusculo, al igual que se pueden analizar la propaganad venga de donde venga.
Pasemos entonces
Es un hecho que los chilenos entraron a Chorrillos, y que saquearon este balneario. Y eso era lo normal en ese momento de la historia. Recordemos las imagenes de la guerra de secesión americana.
LO que los oficiales chilenos trataban de evitar era la desbandada general producto de las bebidas alcohólicas que existían en los solares. Vale la pena indicar que habian bodegas de vino en lo que es ahora la avenida escuela Militar.
Y, los pormenores como detallan la tragedia de la guerra, es mas que por el valor histórico. tratar de exacerbar pasiones.
La guerra es muerte, destrucción, es donde sale lo peor y lo mejor del ser humano. Un asesino de niños es capaz de dar la vida para proteger la vida de otros niños. Y eso es lo trágico.
La historia es reflexión. Lo que es exacerbación no es historia,es solo propaganda
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- Recluta
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- Registrado: 24 Abr 2011, 21:47
Los 13 mártires de la Garibaldi
En el año 1872, a los nueve días del mes de Octubre, un coronel del ejercito peruano, el Sr. Domingo Ayarza, tuvo la feliz idea de convocar a los italianos residentes en esta localidad, para hacerles entrega de una bomba a brazos contra incendios, que el gobierno le había remitido, para que mediante un concurso se formara una compañía de Bomberos Voluntarios.
Todos los italianos de chorrillos respondieron presurosos a la llamada y el resultado no se hizo esperar fundándose la compañía un día del 13 de octubre de 1872.
Tal era el hombre que acudiendo a la llamada del Gobierno, convocaba a los italianos residentes en chorrillos para entregarles una bomba a brazos contra incendio, la cual había de servir de base para el equipo completo, con que en breve contaría la institución, que tomaba el nombre de Garibaldi, en homenaje al ínclito soldado veterano indiscutible de las campañas sostenidas por la unidad italiana.
En funciones la Bomba, sus componentes procedieron a elegir la primera Junta Directiva, a cuyo frente se puso un hombre emprendedor, artista de vocación, honrado a carta cabal, de fortuna, con verdadero cariño a chorrillos y todo lo que el pudiera relacionarse, y con una hoja de servicios brillante, prestados en las campañas por la independencia de Italia: Don Ulderico Tenderini .
Tal fue la iniciación de las labores de la Bomba, que continuaron en forma infatigable, salvando cuánto obstáculo pudiera presentarse, hasta que vino la fatídica Guerra del pacífico a ensombrecerlo todo.
Por eso, cuando el 13 y 14 de Enero de 1881, chorrillos quedó convertido en un hacinamiento de escombros y cenizas. Los Bomberos de la Garibaldi, acudieron presurosos a combatir el fuego, pero las autoridades de ocupación que no entendían nada de principios humanitarios aniquilaron el poder de respuesta bomberil de la Compañía.
Es así como compañía italiana de bomberos Garibaldi perdió todo su material y fueron fusilados trece de sus miembros en el puesto de deber el 13 de enero de 1881 y fueron Adolfo Sánchez, Polo Menéndez y José Donaire los que desterraron de los escombros y muladares los despojos de nuestros compatriotas, habrá de recodar siempre los nombres de los mártires que fueron:
ENRICO NERINI
PAOLO MARZANO
EGIDIO VALENTINI
GIOVANNI OGNIO
GIUSEPPE ORENGO
ANGELO CIPOLLINI
GIO BATTA LEONARDI
LORENZO ASTRANA
FILIPPO BARGNA
ANGELO DESCALZI
GIOVANNI PALI
LUCA CHIAPPE
PAOLO RISSO
En el año 1872, a los nueve días del mes de Octubre, un coronel del ejercito peruano, el Sr. Domingo Ayarza, tuvo la feliz idea de convocar a los italianos residentes en esta localidad, para hacerles entrega de una bomba a brazos contra incendios, que el gobierno le había remitido, para que mediante un concurso se formara una compañía de Bomberos Voluntarios.
Todos los italianos de chorrillos respondieron presurosos a la llamada y el resultado no se hizo esperar fundándose la compañía un día del 13 de octubre de 1872.
Tal era el hombre que acudiendo a la llamada del Gobierno, convocaba a los italianos residentes en chorrillos para entregarles una bomba a brazos contra incendio, la cual había de servir de base para el equipo completo, con que en breve contaría la institución, que tomaba el nombre de Garibaldi, en homenaje al ínclito soldado veterano indiscutible de las campañas sostenidas por la unidad italiana.
En funciones la Bomba, sus componentes procedieron a elegir la primera Junta Directiva, a cuyo frente se puso un hombre emprendedor, artista de vocación, honrado a carta cabal, de fortuna, con verdadero cariño a chorrillos y todo lo que el pudiera relacionarse, y con una hoja de servicios brillante, prestados en las campañas por la independencia de Italia: Don Ulderico Tenderini .
Tal fue la iniciación de las labores de la Bomba, que continuaron en forma infatigable, salvando cuánto obstáculo pudiera presentarse, hasta que vino la fatídica Guerra del pacífico a ensombrecerlo todo.
Por eso, cuando el 13 y 14 de Enero de 1881, chorrillos quedó convertido en un hacinamiento de escombros y cenizas. Los Bomberos de la Garibaldi, acudieron presurosos a combatir el fuego, pero las autoridades de ocupación que no entendían nada de principios humanitarios aniquilaron el poder de respuesta bomberil de la Compañía.
Es así como compañía italiana de bomberos Garibaldi perdió todo su material y fueron fusilados trece de sus miembros en el puesto de deber el 13 de enero de 1881 y fueron Adolfo Sánchez, Polo Menéndez y José Donaire los que desterraron de los escombros y muladares los despojos de nuestros compatriotas, habrá de recodar siempre los nombres de los mártires que fueron:
ENRICO NERINI
PAOLO MARZANO
EGIDIO VALENTINI
GIOVANNI OGNIO
GIUSEPPE ORENGO
ANGELO CIPOLLINI
GIO BATTA LEONARDI
LORENZO ASTRANA
FILIPPO BARGNA
ANGELO DESCALZI
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LUCA CHIAPPE
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- GRUMO
- Mariscal de Campo
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- Registrado: 14 Ago 2005, 06:32
Estimado amigo
No considero nada de lo que escribiste como anacrónico. Simplemente lo pongo en su real contexto.
Una cosa es la historia y otra la exacerbación de pasiones frente a la historia. Y contra eso es mi esfuerzo.
¿Habrà escuchado el Coronel el diálogo de la forma como lo enuncias?
Nada es bueno en abosluto, nada es malo en absoluto.
Lo de los bomberos de Garibaldi fué un error mayúsculo por parte del ejército invasor. Esto luego motivó que la colonia extranjera se tuviese temor y no se entro a Lima a sangre y fuego, como era normal en ese momento especìfico de la Historia.
Para concluir
Soy peruano, pero considerame un ciudadano del mundo y mi única lealtad es con la verdad de los hechos. Si eso te molesta o te disgusta, lo lamento, pero esa es mi posición. Por mas que este dispuesto a dar todo por la gloria de mi patria, en ello no incluyo la manipulación para mirar a otro lado, cuando indagamos y nos damos cuenta que los verdaderos culpables de la derrota fueron los mismos peruanos. Una plutocracia generada en la sangre de los peruanos, Y sigue pasando lo mismo, aunque ahora el mensaje chauvinista tiende a ser mas discreto
Saludos cordiales
Grumo
No considero nada de lo que escribiste como anacrónico. Simplemente lo pongo en su real contexto.
Una cosa es la historia y otra la exacerbación de pasiones frente a la historia. Y contra eso es mi esfuerzo.
¿Habrà escuchado el Coronel el diálogo de la forma como lo enuncias?
Nada es bueno en abosluto, nada es malo en absoluto.
Lo de los bomberos de Garibaldi fué un error mayúsculo por parte del ejército invasor. Esto luego motivó que la colonia extranjera se tuviese temor y no se entro a Lima a sangre y fuego, como era normal en ese momento especìfico de la Historia.
Para concluir
Soy peruano, pero considerame un ciudadano del mundo y mi única lealtad es con la verdad de los hechos. Si eso te molesta o te disgusta, lo lamento, pero esa es mi posición. Por mas que este dispuesto a dar todo por la gloria de mi patria, en ello no incluyo la manipulación para mirar a otro lado, cuando indagamos y nos damos cuenta que los verdaderos culpables de la derrota fueron los mismos peruanos. Una plutocracia generada en la sangre de los peruanos, Y sigue pasando lo mismo, aunque ahora el mensaje chauvinista tiende a ser mas discreto
Saludos cordiales
Grumo
¡Somos o no pilotos de combate!.... ya, que nos den otra misión y salimos 3 o 4 fierros, rasanteamos hasta donde podamos y si nos van tumbando.... nos tumbaron pues.... pero por lo menos uno llega y rompe.... así no regresemos los demás.... total para eso nos hemos formado, para eso estamos preparados, y si vamos a morir.... bueno nos inmolamos por la patria, es la oportunidad de demostrar lo que somos y valemos”. Coronel FAP Marco Antonio Schenone Oliva , piloto muerto en el Cenepa
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- Recluta
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Su alturada respuesta no puede ser respondida de otra manera que con el debido respeto. Estoy en mucho de acuerdo con sus conclusiones, sin embargo creo un deber dejar sentada la verdad o por lo menos la parte de los agredidos, ya que he notado que con las años los agresores han ido tergiversando la verdad de los hechos y en este mismo foro he leído mentiras como que el Perú agredió a Chile o que el Perú de declaró la guerra, o que Patricio Javier de los Dolores Lynch Solo de Zaldívar fue un buen administrador del erario público peruano. Solo puedo agregar que investigando la historia, las atrocidades chilenas cometidas en el Perú solo pueden ser comparadas, años después con las de los turcos contra los armenios, de los nazis contra los polacos, los japoneses en China, los serbios contra los bosnios y los soviéticos contra su propio pueblo.
GRUMO escribió:Estimado amigo
No considero nada de lo que escribiste como anacrónico. Simplemente lo pongo en su real contexto.
Una cosa es la historia y otra la exacerbación de pasiones frente a la historia. Y contra eso es mi esfuerzo.
¿Habrà escuchado el Coronel el diálogo de la forma como lo enuncias?
Nada es bueno en abosluto, nada es malo en absoluto.
Lo de los bomberos de Garibaldi fué un error mayúsculo por parte del ejército invasor. Esto luego motivó que la colonia extranjera se tuviese temor y no se entro a Lima a sangre y fuego, como era normal en ese momento especìfico de la Historia.
Para concluir
Soy peruano, pero considerame un ciudadano del mundo y mi única lealtad es con la verdad de los hechos. Si eso te molesta o te disgusta, lo lamento, pero esa es mi posición. Por mas que este dispuesto a dar todo por la gloria de mi patria, en ello no incluyo la manipulación para mirar a otro lado, cuando indagamos y nos damos cuenta que los verdaderos culpables de la derrota fueron los mismos peruanos. Una plutocracia generada en la sangre de los peruanos, Y sigue pasando lo mismo, aunque ahora el mensaje chauvinista tiende a ser mas discreto
Saludos cordiales
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- Recluta
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- Registrado: 24 Abr 2011, 21:47
Para que no se olvide: la Biblioteca Nacional y la Guerra de 1879 *
(...)Como es conocido, consumada la ocupación del sur del Perú en junio de 1880, el Ejército chileno se alistó para emprender lo que consideraba debía asegurar su victoria final en el conflicto: la campaña de Lima. En diciembre de 1880, el ejército invasor desembarcó al sur de Lima y, después de derrotar a las fuerzas peruanas en las batallas de San Juan y Miraflores (15 y 17 de enero de 1881, respectivamente), ocupó la capital e inició el sistemático saqueo de sus establecimientos administrativos y culturales. “Fue la Biblioteca uno de los lugares que más despertó la codicia de los vencedores”, escribió el viajero alemán Ernest Middendorf, testigo de excepción de lo sucedido durante la ocupación chilena de Lima.1
Ocupado el edificio de la biblioteca por soldados y oficiales, varios capellanes del Ejército del sur acudieron a su director, Manuel Odriozola, para conocerla. Odriozola creyó en sus buenas intenciones y les enseñó las obras de mayor valor que existían en los estantes. Los visitantes tomaron notas de ellas y se despidieron, ofreciendo volver al día siguiente. El anciano bibliotecario cerró las puertas y se retiró a su vivienda, ubicada en el mismo edificio. Mas al día siguiente, Odriozola notó que habían desaparecido de sus estantes las mismas obras, tan admiradas y codiciadas por los visitantes de la víspera. Confundido, el Director dio parte de lo sucedido a las autoridades chilenas que ocupaban la biblioteca. Ellas le dijeron que habían visto sacar muchos libros y conducirlos en carretas, pero tan públicamente que no les llamó la atención.
Días después del primer robo, se presentó en el mismo local el coronel Pedro Lagos, acompañado de sus edecanes y otros ciudadanos chilenos. Recorrieron los estantes y separaron las obras que les interesaron; terminada la selección, Lagos ordenó que le llevaran todos los libros escogidos. Odriozola solicitó un recibo y se le respondió que pronto se mandaría pedir las llaves para que entregara todo. Cosa que, en efecto, sucedió al día siguiente. En una carta fechada el 10 de marzo de 1881 dirigida al señor Christiancy, ministro de los Estados Unidos en el Perú, Odriozola denunció así el saqueo: “el 26 de febrero se me exigió la entrega de las llaves de la Biblioteca, dándose principio al más escandaloso y arbitrario despojo. Los libros son llevados en carretas, y entiendo que se les embarca con destino a Santiago. La Biblioteca, para decirlo todo, ha sido entrada a saco, como si los libros representaran material de guerra”.2 De nada valió la carta de Odriozola, porque el robo continuó, como lo relata Ricardo Palma en una carta a Nicolás de Piérola el 5 de abril de 1881.3
Un mes después, el 12 de mayo, Patricio Lynch devolvió al presidente provisorio, García Calderón, las llaves de la biblioteca. Sin embargo, esta situación duró poco tiempo. El 28 de junio, Lynch volvió a tomar posesión del edificio para convertir sus salones en cuadras del batallón “Curicó”, como sostiene Palma.4
Los testimonios de Odriozola y Palma son confirmados por Middendorf. Según este último, las autoridades de ocupación recibieron la orden de llevar a Chile todos los libros de valor. “Aunque los chilenos, por regla general, carecían de escrúpulos en sus saqueos, el despojo de la Biblioteca se efectuó secretamente”, escribió el mismo autor.5 Middendorf había consultado sus libros antes de la ocupación y luego obtuvo de las autoridades chilenas, gracias a la gestión del ministro alemán, el permiso para continuar sus estudios. No obstante contar con la autorización, el acceso le fue negado. Recién en su tercer intento logró volver a ingresar a la biblioteca para ser testigo del desastre. A ambos lados de la entrada encontró cientos de cajones de madera vacíos para transportar libros. Un día, aprovechando que la puerta estaba abierta, ingresó y observó “los armarios y los estantes vacíos y dondequiera, desparramados, por el suelo [...] montones de libros medio destrozados. Los soldados los vendían a los pulperos, y estos durante semanas envolvían los paquetes en hojas arrancadas de los infolios de los Padres de la Iglesia”.6 En suma, muchos libros no solo fueron extraídos, sino además mutilados.
El saqueo de la Biblioteca Nacional en 1881 fue un hecho doloroso y desconocerlo es irresponsable. Aun más, tratar de minimizarlo, como se hizo en el año 2002, aduciendo que fueron pocos los libros extraídos y que el presidente Santa María, a petición de Palma, “los envió de vuelta”, es faltar a la verdad. Ciertamente, algunos libros volvieron, pero no todos. Yo personalmente he constatado la existencia de libros de nuestra antigua biblioteca en su similar de Santiago. Son numerosos los ejemplares de los siglos XVI, XVII y XVIII que aún portan el sello de la Biblioteca de Lima. (...)
* Tomado de un artículo de Pedro Guibovich Pérez
(...)Como es conocido, consumada la ocupación del sur del Perú en junio de 1880, el Ejército chileno se alistó para emprender lo que consideraba debía asegurar su victoria final en el conflicto: la campaña de Lima. En diciembre de 1880, el ejército invasor desembarcó al sur de Lima y, después de derrotar a las fuerzas peruanas en las batallas de San Juan y Miraflores (15 y 17 de enero de 1881, respectivamente), ocupó la capital e inició el sistemático saqueo de sus establecimientos administrativos y culturales. “Fue la Biblioteca uno de los lugares que más despertó la codicia de los vencedores”, escribió el viajero alemán Ernest Middendorf, testigo de excepción de lo sucedido durante la ocupación chilena de Lima.1
Ocupado el edificio de la biblioteca por soldados y oficiales, varios capellanes del Ejército del sur acudieron a su director, Manuel Odriozola, para conocerla. Odriozola creyó en sus buenas intenciones y les enseñó las obras de mayor valor que existían en los estantes. Los visitantes tomaron notas de ellas y se despidieron, ofreciendo volver al día siguiente. El anciano bibliotecario cerró las puertas y se retiró a su vivienda, ubicada en el mismo edificio. Mas al día siguiente, Odriozola notó que habían desaparecido de sus estantes las mismas obras, tan admiradas y codiciadas por los visitantes de la víspera. Confundido, el Director dio parte de lo sucedido a las autoridades chilenas que ocupaban la biblioteca. Ellas le dijeron que habían visto sacar muchos libros y conducirlos en carretas, pero tan públicamente que no les llamó la atención.
Días después del primer robo, se presentó en el mismo local el coronel Pedro Lagos, acompañado de sus edecanes y otros ciudadanos chilenos. Recorrieron los estantes y separaron las obras que les interesaron; terminada la selección, Lagos ordenó que le llevaran todos los libros escogidos. Odriozola solicitó un recibo y se le respondió que pronto se mandaría pedir las llaves para que entregara todo. Cosa que, en efecto, sucedió al día siguiente. En una carta fechada el 10 de marzo de 1881 dirigida al señor Christiancy, ministro de los Estados Unidos en el Perú, Odriozola denunció así el saqueo: “el 26 de febrero se me exigió la entrega de las llaves de la Biblioteca, dándose principio al más escandaloso y arbitrario despojo. Los libros son llevados en carretas, y entiendo que se les embarca con destino a Santiago. La Biblioteca, para decirlo todo, ha sido entrada a saco, como si los libros representaran material de guerra”.2 De nada valió la carta de Odriozola, porque el robo continuó, como lo relata Ricardo Palma en una carta a Nicolás de Piérola el 5 de abril de 1881.3
Un mes después, el 12 de mayo, Patricio Lynch devolvió al presidente provisorio, García Calderón, las llaves de la biblioteca. Sin embargo, esta situación duró poco tiempo. El 28 de junio, Lynch volvió a tomar posesión del edificio para convertir sus salones en cuadras del batallón “Curicó”, como sostiene Palma.4
Los testimonios de Odriozola y Palma son confirmados por Middendorf. Según este último, las autoridades de ocupación recibieron la orden de llevar a Chile todos los libros de valor. “Aunque los chilenos, por regla general, carecían de escrúpulos en sus saqueos, el despojo de la Biblioteca se efectuó secretamente”, escribió el mismo autor.5 Middendorf había consultado sus libros antes de la ocupación y luego obtuvo de las autoridades chilenas, gracias a la gestión del ministro alemán, el permiso para continuar sus estudios. No obstante contar con la autorización, el acceso le fue negado. Recién en su tercer intento logró volver a ingresar a la biblioteca para ser testigo del desastre. A ambos lados de la entrada encontró cientos de cajones de madera vacíos para transportar libros. Un día, aprovechando que la puerta estaba abierta, ingresó y observó “los armarios y los estantes vacíos y dondequiera, desparramados, por el suelo [...] montones de libros medio destrozados. Los soldados los vendían a los pulperos, y estos durante semanas envolvían los paquetes en hojas arrancadas de los infolios de los Padres de la Iglesia”.6 En suma, muchos libros no solo fueron extraídos, sino además mutilados.
El saqueo de la Biblioteca Nacional en 1881 fue un hecho doloroso y desconocerlo es irresponsable. Aun más, tratar de minimizarlo, como se hizo en el año 2002, aduciendo que fueron pocos los libros extraídos y que el presidente Santa María, a petición de Palma, “los envió de vuelta”, es faltar a la verdad. Ciertamente, algunos libros volvieron, pero no todos. Yo personalmente he constatado la existencia de libros de nuestra antigua biblioteca en su similar de Santiago. Son numerosos los ejemplares de los siglos XVI, XVII y XVIII que aún portan el sello de la Biblioteca de Lima. (...)
* Tomado de un artículo de Pedro Guibovich Pérez
- gato_verde
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Yacumama escribió:Su alturada respuesta no puede ser respondida de otra manera que con el debido respeto. Estoy en mucho de acuerdo con sus conclusiones, sin embargo creo un deber dejar sentada la verdad o por lo menos la parte de los agredidos, ya que he notado que con las años los agresores han ido tergiversando la verdad de los hechos y en este mismo foro he leído mentiras como que el Perú agredió a Chile o que el Perú de declaró la guerra, o que Patricio Javier de los Dolores Lynch Solo de Zaldívar fue un buen administrador del erario público peruano. Solo puedo agregar que investigando la historia, las atrocidades chilenas cometidas en el Perú solo pueden ser comparadas, años después con las de los turcos contra los armenios, de los nazis contra los polacos, los japoneses en China, los serbios contra los bosnios y los soviéticos contra su propio pueblo.
Estimado Yacumama
En primer lugar, seguir hablando de "agresores" en el siglo XXI es un poco anacrónico. Si te refieres a la historiografía chilena, naturalmente tiene diferencias con la peruana, y para eso justamente es útil el foro, para ir despejando la verdad histórica de las propagandas y mitos, que las hay de los dos lados.
En cuanto a la comparación que haces de la ocupación chilena de parte del territorio peruano en la Guerra del Pacífico, con lo que hicieron los turcos, los nazis y los japoneses, es absolutamente desproporcionada. No se niega que se cometieran abusos y crímenes, pero de ahí a pretender que eso hayan sido campañas genocidas planificadas como las que mencionas, cae a la altura de la propaganda intencionada para crear animosidades.
Un saludo.
La paciencia es la fortaleza del debil, la impaciencia es la debilidad del fuerte
- GRUMO
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Estimados amigos
La guerra es destrucción y muerte, en lo que llamo la cuspide de la estupidez humana.
Siempre en la ucronía, de haber salido vencedores nosotros ¿acaso no hubiesemos hecho lo mismo?
Es que en ese momento especìfico de la historia, lo que vemos como salvajismo, era lo normal en las guerras. Quizas en 200 años verán nuestros conflictos igual de salvajes, cuando es facil apretar un botón y con una bomba de neutrones simplemente matar gente y dejar todo en pie.
No veamos con ojos del siglo XXI la realidad del siglo XIX. Pero así como trato de entender la guerra, no dejo de ver las atrocidades que se hicieron en el valle del Mantaro. Hasta la entrada a Lima, honor y gloria al vencedor que ganó la guerra por ser mejor. Pero lo que hicieron en el valle del manatro, no el ejercito chileno sino delincuentes vestidos con su uniforme, merece mas de una condena.
Sobre la Biblioteca Nacional, no es nada frente a los saqueos de los prusianos en París...Es la guerra amigo, nada mas, tampoco nada menos
Grumo
La guerra es destrucción y muerte, en lo que llamo la cuspide de la estupidez humana.
Siempre en la ucronía, de haber salido vencedores nosotros ¿acaso no hubiesemos hecho lo mismo?
Es que en ese momento especìfico de la historia, lo que vemos como salvajismo, era lo normal en las guerras. Quizas en 200 años verán nuestros conflictos igual de salvajes, cuando es facil apretar un botón y con una bomba de neutrones simplemente matar gente y dejar todo en pie.
No veamos con ojos del siglo XXI la realidad del siglo XIX. Pero así como trato de entender la guerra, no dejo de ver las atrocidades que se hicieron en el valle del Mantaro. Hasta la entrada a Lima, honor y gloria al vencedor que ganó la guerra por ser mejor. Pero lo que hicieron en el valle del manatro, no el ejercito chileno sino delincuentes vestidos con su uniforme, merece mas de una condena.
Sobre la Biblioteca Nacional, no es nada frente a los saqueos de los prusianos en París...Es la guerra amigo, nada mas, tampoco nada menos
Grumo
¡Somos o no pilotos de combate!.... ya, que nos den otra misión y salimos 3 o 4 fierros, rasanteamos hasta donde podamos y si nos van tumbando.... nos tumbaron pues.... pero por lo menos uno llega y rompe.... así no regresemos los demás.... total para eso nos hemos formado, para eso estamos preparados, y si vamos a morir.... bueno nos inmolamos por la patria, es la oportunidad de demostrar lo que somos y valemos”. Coronel FAP Marco Antonio Schenone Oliva , piloto muerto en el Cenepa
- gato_verde
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Estimado GRUMO, coincido plenamente en todo lo que dices.
La guerra del pacífico, queda al igual que todas las guerras del mundo dentro del conjunto de la "cúspide de la estupidez humana" como asertadamente le llamas tú.
Respecto de las atrocidades que mencionas del Valle del Mantaro, por lo que logro entender haces alusión a la campaña de la sierra o breña. Al respecto, al igual que tú deploro la delincuencia, en los casos en que la hubo, y condeno los excesos vengan del lado que sea. A pesar de ello creo que muchos hombres de los que participaron en lo que mencionas, (sin intención de justificarlos), pero tal vez haciendo el esfuerzo de mirarlos según el modo de entender actual, se podría inferir que en algunos casos se trataba de gente enferma por la fatiga de guerra, traumatizados, embrutecidos etc. Después de todo, parte de ellos ya habían soportado varios años de lucha en el desierto en lugares inhóspitos, lejos de su gente, de sus casas, habían participado de no pocas batallas muy sangrientas, de mucho estrés etc. Y creo (insisto sin ánimo de justificar), que semejantes vivencias pueden convertir en bestias a los mas tranquilos hombres. Esto incrementado por el hecho de que en el siglo XIX, los soldados no contaban con psicólogos, tampoco su nivel educativo era muy alto, la disciplina era muy recia y cualquier acto compasivo con el enemigo, entre los soldados, podía ser visto como debilidad.
Un saludo.
La guerra del pacífico, queda al igual que todas las guerras del mundo dentro del conjunto de la "cúspide de la estupidez humana" como asertadamente le llamas tú.
Respecto de las atrocidades que mencionas del Valle del Mantaro, por lo que logro entender haces alusión a la campaña de la sierra o breña. Al respecto, al igual que tú deploro la delincuencia, en los casos en que la hubo, y condeno los excesos vengan del lado que sea. A pesar de ello creo que muchos hombres de los que participaron en lo que mencionas, (sin intención de justificarlos), pero tal vez haciendo el esfuerzo de mirarlos según el modo de entender actual, se podría inferir que en algunos casos se trataba de gente enferma por la fatiga de guerra, traumatizados, embrutecidos etc. Después de todo, parte de ellos ya habían soportado varios años de lucha en el desierto en lugares inhóspitos, lejos de su gente, de sus casas, habían participado de no pocas batallas muy sangrientas, de mucho estrés etc. Y creo (insisto sin ánimo de justificar), que semejantes vivencias pueden convertir en bestias a los mas tranquilos hombres. Esto incrementado por el hecho de que en el siglo XIX, los soldados no contaban con psicólogos, tampoco su nivel educativo era muy alto, la disciplina era muy recia y cualquier acto compasivo con el enemigo, entre los soldados, podía ser visto como debilidad.
Un saludo.
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gato_verde escribió:Estimado GRUMO, coincido plenamente en todo lo que dices.
La guerra del pacífico, queda al igual que todas las guerras del mundo dentro del conjunto de la "cúspide de la estupidez humana" como asertadamente le llamas tú.
Respecto de las atrocidades que mencionas del Valle del Mantaro, por lo que logro entender haces alusión a la campaña de la sierra o breña. Al respecto, al igual que tú deploro la delincuencia, en los casos en que la hubo, y condeno los excesos vengan del lado que sea. A pesar de ello creo que muchos hombres de los que participaron en lo que mencionas, (sin intención de justificarlos), pero tal vez haciendo el esfuerzo de mirarlos según el modo de entender actual, se podría inferir que en algunos casos se trataba de gente enferma por la fatiga de guerra, traumatizados, embrutecidos etc. Después de todo, parte de ellos ya habían soportado varios años de lucha en el desierto en lugares inhóspitos, lejos de su gente, de sus casas, habían participado de no pocas batallas muy sangrientas, de mucho estrés etc. Y creo (insisto sin ánimo de justificar), que semejantes vivencias pueden convertir en bestias a los mas tranquilos hombres. Esto incrementado por el hecho de que en el siglo XIX, los soldados no contaban con psicólogos, tampoco su nivel educativo era muy alto, la disciplina era muy recia y cualquier acto compasivo con el enemigo, entre los soldados, podía ser visto como debilidad.
Un saludo.
Estimado amigo
No he dejado a entender claramente mi posición, por ello pido las disculpas del caso.
Desde el desembarco de Pisagua hasta la entrada a Lima, el ejercito chileno se comportò como unejèrcito en guerra en el siglo XIX. La subida a huevos y corvo del Atacama en Los Ângeles tiene tanta validez como las siete oleadas de la infanterìa chilena en Marcavilca, durante la Batalla de San Juan.El concepeto estratègico de desembarcar en la caleta de Ite, cortar en dos a la fuerza peruana,y luego hacer pinzas sobre Tacna y despues sobre Arica, dan una clara demostraciòn del porquè vencieron, fueron mejores, mas preparados y mejor motivados. Solo puedo decir de la situaciòn peruana que quien la mejor la describe es Gonzales Prada.
La entrada a Lima fue el corolario de una eficiente Campaña
Cuando Caceres se fué a la Sierra, las fuerzas chilenas adelantaron partidas de soldados (caballerìa), que a gran distancia de sus cuarteles generales o de sus comandos, hacía trabajos de exploración para conocer al enemigo.
Y aqui hago el deslinde estimado amigo. Perú perdió la guerra por se una nacion escindida, de corruptelas, sin nocion de nacionalidad, sin objetivos claros y las FAS solo eran los defensores de una plutocracia que se cebó con el auge del guano.
Y la sierra no estaba exenta de esto, aunado con un latifundismo salvaje y relaciones señor-siervo. El indio peruano tenia mayor lealtad al hacendado que al Perú, quienes inclusive hacian sus propios papel moneda.
No voy a entrar a detalles. Pero el accionar de estos delincuentes disfrazados con un uniforme que se llevó con honor en toda la guerra, hizo que los campesinos del ande se uniesen frente a un enemigo comùn
Por ello, en la experiencia de haber caminado durante muchos años por la Breña Peruana, de haber recorrido por razopnes de trabajo las rutas de Cáceres, tengo plenas razones para hacer este deslinde, al beber de las fuentes de la tradición oral, de los vestigios y del folklore regional
No culpa al Ejercito vencedor de la GdP. Mi condena es a esos individuos
Saludos cordiales
Grumo
¡Somos o no pilotos de combate!.... ya, que nos den otra misión y salimos 3 o 4 fierros, rasanteamos hasta donde podamos y si nos van tumbando.... nos tumbaron pues.... pero por lo menos uno llega y rompe.... así no regresemos los demás.... total para eso nos hemos formado, para eso estamos preparados, y si vamos a morir.... bueno nos inmolamos por la patria, es la oportunidad de demostrar lo que somos y valemos”. Coronel FAP Marco Antonio Schenone Oliva , piloto muerto en el Cenepa
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Gato_verde, soy nuevo en este foro en cuanto a intervenciones, aunque como lector lo sigo hace un par de años. Debo reconocer que podemos discrepar pero que será con altura.
La ocupación de Lima fue terrible, se cobraban cupos a los comerciantes y gente acaudalada, se saquearon iglesias, la universidad de San Marcos, los archivos etc. Había un patíbulo permanente donde se fusilaba a civiles, etc. Las mujeres que salían solas eran violadas... En la sierra hubo regiones enteras despobladas por años porque todos sus habitantes, principalmente campesinos fueron masacrados.
Lo que si debo reconocer que las atrocidades también se dieron en Chile. En la guerra civil de 1891 hubo fusilamiento de civiles y de heridos,así como salvajes descuartizamientos de oficiales; una crueldad no vista desde la edad media europea. En 1907 el ejército chileno asesinó a mansalva a entre 2 000 y 3 000 obreros salitreros chilenos, peruanos y bolivianos en defensa de las empresas británicas que dominaban el negocio del "oro blanco". No mencionaré lo que hubo a partir de 1973... para muestra el asesinato del general Prats y su esposa.
Lo curioso es que personajes considerados como asesinos y saqueadores por nosotros (Lynch, Baquedano) son heroes en Chile.
Saludos.
La ocupación de Lima fue terrible, se cobraban cupos a los comerciantes y gente acaudalada, se saquearon iglesias, la universidad de San Marcos, los archivos etc. Había un patíbulo permanente donde se fusilaba a civiles, etc. Las mujeres que salían solas eran violadas... En la sierra hubo regiones enteras despobladas por años porque todos sus habitantes, principalmente campesinos fueron masacrados.
Lo que si debo reconocer que las atrocidades también se dieron en Chile. En la guerra civil de 1891 hubo fusilamiento de civiles y de heridos,así como salvajes descuartizamientos de oficiales; una crueldad no vista desde la edad media europea. En 1907 el ejército chileno asesinó a mansalva a entre 2 000 y 3 000 obreros salitreros chilenos, peruanos y bolivianos en defensa de las empresas británicas que dominaban el negocio del "oro blanco". No mencionaré lo que hubo a partir de 1973... para muestra el asesinato del general Prats y su esposa.
Lo curioso es que personajes considerados como asesinos y saqueadores por nosotros (Lynch, Baquedano) son heroes en Chile.
Saludos.
gato_verde escribió:Yacumama escribió:Su alturada respuesta no puede ser respondida de otra manera que con el debido respeto. Estoy en mucho de acuerdo con sus conclusiones, sin embargo creo un deber dejar sentada la verdad o por lo menos la parte de los agredidos, ya que he notado que con las años los agresores han ido tergiversando la verdad de los hechos y en este mismo foro he leído mentiras como que el Perú agredió a Chile o que el Perú de declaró la guerra, o que Patricio Javier de los Dolores Lynch Solo de Zaldívar fue un buen administrador del erario público peruano. Solo puedo agregar que investigando la historia, las atrocidades chilenas cometidas en el Perú solo pueden ser comparadas, años después con las de los turcos contra los armenios, de los nazis contra los polacos, los japoneses en China, los serbios contra los bosnios y los soviéticos contra su propio pueblo.
Estimado Yacumama
En primer lugar, seguir hablando de "agresores" en el siglo XXI es un poco anacrónico. Si te refieres a la historiografía chilena, naturalmente tiene diferencias con la peruana, y para eso justamente es útil el foro, para ir despejando la verdad histórica de las propagandas y mitos, que las hay de los dos lados.
En cuanto a la comparación que haces de la ocupación chilena de parte del territorio peruano en la Guerra del Pacífico, con lo que hicieron los turcos, los nazis y los japoneses, es absolutamente desproporcionada. No se niega que se cometieran abusos y crímenes, pero de ahí a pretender que eso hayan sido campañas genocidas planificadas como las que mencionas, cae a la altura de la propaganda intencionada para crear animosidades.
Un saludo.
- gato_verde
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- Registrado: 18 Nov 2008, 22:48
Estimado Yacumama
Antes que nada, te doy la bienvenida al foro, y por supuesto podemos llegar a discrepancias o concordancias, a veces fuertes, pero siempre manteniendo la altura y la buena conversación. Ese es el espíritu del foro.
En relación a lo que dices, de la "brutalidad chilena", es mi pensar (en esto concuerdo con el estimado GRUMO) que así es la guerra. En cualquier guerra de la historia, verás crímenes y abusos por parte de los vencedores, independientemente de si te agradan (los vencedores) o no. Incluso, en la actualidad habrás visto los abusos en Abu Grahib en la guerra de Irak. Por tanto, no se trata de una característica particular del "chilenus malus" ... si no lo crees, revisa un poco de lo que pasó en la "guerra de la triple alianza", guerra sudamericana donde los chilenos no tuvieron nada que ver.
Respecto a nuestros héroes Lynch y Baquedano, la verdad debo investigar más ya que muchos de los abusos que mencionas los desconozco, razón por la cual te agradecería si pudieras señalar alguna fuente a la que se pueda recurrir o que pudieras mencionar para saber más al respecto. No obstante aun el heroísmo es subjetivo, ya que no hay nadie perfecto, y va a depender mucho de la posición que tengamos al momento de analizarlo... ahí tienes a Che Guevara que para muchos es un héroe sin embargo también podemos considerarlo un asesino... por tanto hay que considerar eso con objetividad.
Saludos cordiales.
Antes que nada, te doy la bienvenida al foro, y por supuesto podemos llegar a discrepancias o concordancias, a veces fuertes, pero siempre manteniendo la altura y la buena conversación. Ese es el espíritu del foro.
En relación a lo que dices, de la "brutalidad chilena", es mi pensar (en esto concuerdo con el estimado GRUMO) que así es la guerra. En cualquier guerra de la historia, verás crímenes y abusos por parte de los vencedores, independientemente de si te agradan (los vencedores) o no. Incluso, en la actualidad habrás visto los abusos en Abu Grahib en la guerra de Irak. Por tanto, no se trata de una característica particular del "chilenus malus" ... si no lo crees, revisa un poco de lo que pasó en la "guerra de la triple alianza", guerra sudamericana donde los chilenos no tuvieron nada que ver.
Respecto a nuestros héroes Lynch y Baquedano, la verdad debo investigar más ya que muchos de los abusos que mencionas los desconozco, razón por la cual te agradecería si pudieras señalar alguna fuente a la que se pueda recurrir o que pudieras mencionar para saber más al respecto. No obstante aun el heroísmo es subjetivo, ya que no hay nadie perfecto, y va a depender mucho de la posición que tengamos al momento de analizarlo... ahí tienes a Che Guevara que para muchos es un héroe sin embargo también podemos considerarlo un asesino... por tanto hay que considerar eso con objetividad.
Saludos cordiales.
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