Estimado tocayo:
Las versiones que circulan sobre el apresamiento de la Reina María Isabel coinciden en el lamentable estado de la tripulación del buque, aunque no sé si eso fue absolutamente determinante, ya que la tripulación útil desembarcada en tierra opuso una seria resistencia a la toma de la fragata por las fuerzas chilenas. Lo que sí debió tener una gran importancia fue el conocimiento previo de la llegada del convoy y de las instrucciones del mismo por los chilenos, gracias a la defección de una de las tripulaciones del convoy y la aproximación a la fragata con banderas extranjeras en vez de mostrar el pabellón chileno.
En relación al estado del buque, es probable que la impresión de Blanco Encalada fuera positiva, puesto que indudablemente el apresamiento suponía un aporte importante para la flota chilena y me pregunto si él mismo quiso dar brillo a su triunfo alabando las condiciones de la fragata. La realidad es que las fuentes chilenas hablan de la suciedad e insalubridad de las cubiertas de los buques (Ver en Google Books "Biblioteca Ayacucho, Volumen 6,Número 1". pág. 374).
La realidad es que los barcos rusos llegaron a España en un estado lamentable y todo aquel que osó ponerlo en duda fue destituido y castigado severamente. El Ministro de Marina -que había sido ajeno a las negociaciones- recibió el mandato del Innombrable de aceptar los barcos y mandarlos a América de manera preferente a otros buques de la Armada sin más miramientos.
"...
te advierto, bajo tu responsabilidad, que cuando se hayan de emplear algunas de estas dos clases, sean éstas [Alejandro I, Fernando VII y Mercurio]
las preferidas"
El ministro hizo lo preceptivo por las Reales Ordenanzas; mandar inspeccionar los buques por una Junta compuesta de jefes de ingenieros y de comandantes de buques antes de asumir la responsabilidad de aceptarlo.
"...
previniendo en consecuencia que dispusiese se hiciese un prolijo reconocimiento por algunos Ingenieros de la Marina y por los maestros mayores de las ramas respectivas del arsenal, de los cascos de los navíos y fragatas indicados, de la especie y estado de su madera, del de la vida en que cada cual debía considerarse ... de sus arboladuras, velamen, artillería... cuyo examen debía
venir firmado, bajo su responsabilidad, por los ingenieros y maestros mayores... y autorizado bajo la firma de S.E."http://www.armada.mde.es/html/historiaarmada/tomo9/tomo_09_06.pdfCuando el ministro José Vázquez de Figueroa recibió el informe correspondiente de mano del Capitán General en Cádiz Baltasar Hidalgo de Cisneros -ex-virrey de la Plata, casualmente y que había escrito previamente que todo estaba bien- se lo presentó al Innombrable acompañado por el Capitán General en estos términos:
"
Ello fue que se dio tiempo suficiente para que Hidalgo de Cisneros me enviase los reconocimientos, hechos y firmados, que le había pedido. Y he aquí el desalentador balance: Habrá uno de ellos (buenos servidores del Rey) que crea que el mismo Cisneros, que tantos encomios me había hecho verbalmente y probablemente haría lo mismo al Rey, de los buques rusos, ponga bajo su firma, autorizando con su visto bueno y reforzando con él, el dictamen de los ingenieros y maestros mayores, que todos y cada uno de ellos estaban totalmente inútiles, más o menos podridos en sus cascos, con necesidades de jarcias ... en una palabra, incapaces de navegar, excepto una fragata que después nombró María Isabel y el navío Alejandro, que para ir a Barcelona a hacer el recibimiento de la Señora Infanta Doña Luisa Carlota, necesitaba un millón o millón y medio que se propuso para que pudiese hacer esta navegación"
"José Vázquez de Figueroa. Memorias", según se cita en el Cuaderno nº36 del Instituto de Historia y Cultura Naval "La escuadra rusa vendida por Alejandro I a Fernando VII en 1817"
http://www.armada.mde.es/ArmadaPortal/ShowBinaryServlet?nodePath=/BEA%20Repository/Desktops/Portal/ArmadaEspannola/Pages/mardigital_revistas/04_cuadernosIH/36_cuaderno36_es//archivoEntre lo malo, lo único salvable era la María Isabel, pero eso no significa que fuera un buen barco. Era nuevo, eso sí, como indica Blanco Encalada, pero tuvo la fortuna de no tener que hacer frente a buques auténticamente potentes y excelentes en su vida útil.
Saludos.