Bueno, submarinos oceanográficos también hay, como nos enseñó desde nuestra más tierna infancia el inefable Cousteau
Toda la información que tengo del SSGT es en perfecto inglés de la Gran Bretaña, pero te cuento alguna cosilla.
El proyecto es de una firma de ingeniería naval inglesa de cierto renombre (BMT).
Básicamente se trata de un submarino bastante grandecito en términos convencionales (unas 4500 t en inmersión).
El trasto tiene su juego de baterías reglamentario, y acorde a sus dimensiones, para la navegación “rápida en inmersión”. Para navegación lenta pero duradera bajo el agua tiene una planta AIP a base de células de combustible “a la alemana”. Ambas alimentan el correspondiente motor eléctrico, relativamente potente, acorde una vez más a las dimensiones del animal. Hasta aquí nada especialmente novedoso.
La gracia viene en la planta generadora de electricidad. En lugar de los convencionales diesel que, en el mejor de los casos pueden funcionar a cota periscópica mediante el snorkel, dejándose normalmente para la navegación en superficie (y, por supuesto, recarga de las baterías), el SSGT lleva una pareja de túrbinas de gas instaladas en una vela diseñada al efecto. Se trata de unas túrbinas pequeñas, no mucho mayores de las que montan algunos helicópetos pesados, capaces de suministar unos 6 MW (por comparar, los 3 diesel del S80 darán 3,6 MW). Esta vela tiene un extremo bulboso que es donde van alojadas las TG de marras y está diseñada hidrodinámicamente para permitir que el buque navegue de forma eficiente con ella semisumergida (obviamente las turbinas de gas necesitan un aporte de aire importante). Si se quiere aumentar la discreción se puede recurrir a una especie de snorkel también dimensionado para poder aportar el fluido necesario (y expeler los gases de escape, obviamente).
De esta manera, con sus turbinas, el trasto se movería a velocidades de unos 20 n “semisumergido”. La discreción deja de ser total pero, por lo menos, puede acompañar a una agrupación naval allá a donde vaya (quedando tal vez disimulado entre los auténticos buques de superficie de la agrupación, bastante menos furtivos). En algún punto más o menos cerca de la zona de operaciones ya se sumerge y empieza a operar como cualquier otro SSK. Sus dimensiones le permiten llevar una reserva de armas superior a la de cualquier SSK actual y además puede llevar bastantes elementos de baterías y varios módulos AIP, de manera que, si no comparable a un SSN, si que sería teóricamente superior a un SSK convencional.
Como te puedes imaginar, el juguete de barato nada. Su ventaja es que es “políticamente correcto” y las tecnologías a emplear estan relativamente disponibles en el mercado. Eso si, hay que integrarlo y probarlo todo. La firma apuntaba unos optimistas 600-700 millones de euros por buque (imagino que incluyendo el desarrollo y construyendo por lomenos 3 ó 4). Comparados con los también optimistas 440 millones de los S80 son un piquillo más.
Como una imagen vale más que mil palabras:
Los "locos cacharros" de la firma BMT son unas de mis debilidades. Que lo disfrutes...