La Infantería de Marina Española

Los infantes de marina españoles. Información sobre el cuerpo, historia, material, armamento. El Tercio de Armada (TEAR), la BRIMAR y la FGNE.
AFOCES
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Camas separadas.

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CAMAS CON SEPARACION

Como todos los años, por estas fechas, estoy preparando el Camino de Santiago – que hago siempre que puedo en el mes de mayo - . Entre mis preparativos están las lecturas, sobre el acontecimiento, que disfruto tanto como la misma realización del Camino. Y estaba en un tema que me recordó algo curioso – que había leído hacía mucho tiempo - de la vida de nuestros antiguos infantes de marina. Después de mucho “investigar”, hace un par de semanas encontré lo que buscaba, pero lo dejé hasta hoy para que coincidiese con el aniversario.

Pues resulta que, en el Camino de Santiago, para socorrer a los peregrinos enfermos había unos establecimientos a lo largo de la ruta. Los hospitales no eran instituciones asistenciales destinadas a toda la población, sino centros para ejercer las obras de misericordia con los peregrinos necesitados. En los hospitales existían habitaciones separadas para hombres y mujeres e incluso, dicen algunos cronistas, para aquellos que roncaban. En cada cama dormía más de una persona, del mismo sexo, como era norma en la época. :confuso: (Continuo un poco más con estas curiosidades aunque , como referencia, solo vale lo subrayado). No era costumbre dar de comer en los hospitales. Una de las excepciones documentada es el hospital del Rey de Burgos que, a finales del siglo XV, daba como ración a cada peregrino un kilo de pan, un litro de vino, un potaje de legumbres y carne o pescado en época de cuaresma (¡¡No estaba mal eh!!). No es extraño que las estancias permitidas fuese solo de uno o dos días – excepto para los enfermos – y, para evitar la picaresca, hubo hospitales que marcaban los días de estancia con muescas en el bordón...

Bueno pues ... “Tal día como hoy del año 1767, por Real Orden de 30.04, se estableció que cada individuo de Batallones tuviese una cama con separación. Los Sargentos la gozaban desde 1.763”.

Es decir que nuestros aguerridos y fieros antepasados dormían “juntitos”, aunque supongo que no tanto como los peregrinos del siglo X.


(Anímo a los que no hayan disfrutado del Camino a que lo hagan. No se arrepentirán)

UN ABRAZO.


AFOCES
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El combate en galeras.

Mensaje por AFOCES »

EL COMBATE EN GALERAS

España, en el siglo XVI, tenía dos tipos de marina : la marina de galeras en el Mediterráneo y la marina de galeones en el Atlántico. Eran dos marinas totalmente diferentes entre si, tanto en la jerga marinera que empleaban, en la forma de navegar y en las cualidades del personal que exigían para el manejo de los barcos y para el combate. “En la marina de galeras todo era más austero, funcional... y poco higiénico. Dícese que las galeras de noche, se detectaban por el olor, mal olor, a más de 4.000 metros” (General de IM Alaez)

La galera, en aguas calmas, y cuando la artillería no se había desarrollado presentaba ventajas para el combate. Era rápida, con baja silueta y podía maniobrar con facilidad con los remeros (chusma). Los cañones, fijos a proa, podían lanzar una andanada que hacía el efecto del espolón de las antiguas y magníficas trirremes griegas pero, la verdadera potencia de combate (fuego y choque) era proporcionado por los arcabuces y el asalto de la infantería embarcada. La potencia de combate de la galera, sin infantería, era prácticamente nula.

En la galera había un jefe de guarnición - capitán si embarcaba una compañía - que, teóricamente, estaba subordinado al capitán de la galera pero, la realidad, es que se generaban continuas situaciones conflictivas entre los dos mandos. Los arcabuceros, en la práctica, eran una “artillería ligera” que actuaba por el fuego desde las falcas entre los remos y, después, realizaba el abordaje desde una pequeña plataforma de la arrumbada. En general una mitad de la fuerza realizaba el asalto que era apoyada por el fuego de la otra mitad. La fuerza de asalto a su vez se dividía en dos mitades : la fuerza de choque, que tomaba como “base de partida” la arrumbada de la galera enemiga y desde allí proteger el “avance” de la reserva. La fuerza de guarnición, para la defensa de la nave, se dividía en vanguardia (que defendía el tercio delantero de la nave, cubriendo la arrumbada, la crujía y los corredores laterales), batalla ( cubría el centro de la nave; allí combatió Cervantes en la galera “Marquesa”), retaguardia (defendía el tercio de popa) y socorro (reserva que se mantenía bajo cubierta).

El combate

· El soldado de galeras intervenía en los dos cometidos del combate : abordaje y defensa de la nave. Al avistarse la galera, o escuadra enemiga, se daba la alarma, todos los infantes acudían a tomar las armas y ocupaban los lugares asignados en el plan de combate rápidamente, en silencio y con disciplina, ya que se trataba de un movimiento repetidamente ensayado en prácticas y ejercicios.

· Se distribuía la munición, la pólvora y la mecha; se establecían depósitos de munición, en lugares protegidos y cubiertos por lonas embreadas, y se cubrían los puestos de contraincendios con cubos y baldes de agua. El capellán incitaba a la reconciliación con Dios y al deber de defender las armas del rey y, después, se retiraba a su puesto; el médico hacía lo propio en espera de que les llevasen los heridos y moribundos. Tras la arenga del capitán de la galera, y de su jefe natural, unos infantes permanecían guardando sus puestos y otros colaboraban con la marinería en el gran esfuerzo de maniobra para obtener una posición favorable para el abordaje. Todos ayudaban al cómitre para sacar el máximo rendimiento de los forzados.

· Los infantes, iniciado el fuego artillero, actúan como sirvientes de las piezas, retiran a los heridos, apagan fuegos y remedian daños. Conforme se aproximan a las naves enemigas vuelven a sus puestos de combate, preferentemente, en las arrumbadas, corredores, fogón y esquife, todos lugares de cierta altura. La galera bien enviste a otra de proa o, a veces, se abarloa amura contra amura y, mientras, la artillería y los arcabuces actúan a corta distancia. El trozo de abordaje toma sus elementos de protección (petos, capacetes y rodelas) y las armas de combate (espadas, partesanas y medias picas) y se sitúan a proa. El ataque se cubre por el fuego mientras la galera se traba, con la enemiga, con cadenas destinadas a ese fin. El grupo de abordaje toma la arrumbada y la crujía enemiga y luego sigue adelante en un combata cuerpo a cuerpo, hasta la derrota del oponente. :!: :!: ¡¡Valientes eran, caramba, nuestros infantes, porque el combate era terrible y las bajas enormes!! :!: :!: . Por ejemplo en la batalla de Lepanto (7 de octubre de 1571):

· <<<< Flota de la Liga : Intervinieron.- 208 galeras y otro buques con 12.920 marineros,42.500 remeros, 28.000 infantes (Bajas :7.656 muertos y cerca de 8.000 heridos) .

· <<<< Flota Turca : Intervinieron.- cerca de 260 galeras con 13.000 marineros, 41.000 remeros, 34.000 soldados( Bajas :20.000/30.000 muertos y heridos)

· En los grandes combates de escuadras, con frecuencia, las naves capitanas entablaban un combate singular, recibiendo continuamente refuerzos de las demás galeras. Los españoles – que lucharon, en muchas ocasiones, contra turcos y berberiscos - estaban mejor dotados de armas de fuego, pero tenían que soportar verdaderas nubes de saetas.

El inmortal Cervantes que fue soldado de marina, en su curioso “Discurso de las armas y de las letras”, después de expresar los grandes peligros a que se expone el que sigue la profesión de las armas, con respecto al combate en galeras, dice : “ y si este parece pequeño peligro, veamos si le iguala o hace ventaja el de envestirse dos galeras por la proa en mitad del mar espacioso, las cuales enclavijadas y trabadas no le queda al soldado más espacio del que conceden dos pies de tabla de espolón, y con todo eso, viendo que tiene delante de si tantos ministros de la muerte que le amenazan, cuantos cañones de artillería se asestan de la parte contraria, que no distan de su cuerpo una lanza, y viendo que al primer descuido de los pies, iría a visitar los profundos senos de Neptuno, y con todo esto, con intrépida razón, llevado de la honra que le incita, se pone a ser blanco de tanta arcabucería, y procura pasar por tan estrecho paso al bajel contrario; y lo que es más de admirar que apenas uno ha caído donde no se podrá levantar hasta el fin del mundo, cuando otro ocupa su mesmo lugar; y si éste también cae al mar, que como a enemigo le aguarda, otro y otro le suceden, sin dar tiempo al tiempo de sus muertes; valentía y atrevimiento el mayor que se puede hallar en todos los trances de la guerra”

Referencias : (1) .- Historia de la Infantería de Marina española (Generales de IM Rivas Fabal y Aláez). (2).- La Infantería de marina Española. Historia y Fuentes( Hugo O’Donnell y Duque de Estrada) y (3).- Historia de la Infantería de Marina. (R. Rodríguez Delgado).

SALUDOS


Esteban
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Mensaje por Esteban »

Saltando un poco en el tiempo...una pequña investigación sobre el origen de los oficiales especialistas en carros de combate en la Infantería de Marina llevó no a la época del Grupo Especial....ni siquiera a la Guerra Civil, sino a...¡1929!

En el Diario Oficial de Marina nº 42 de 1929 publica una Real Orden, firmada el 12 de febrero de 1929 por la cual se nombran a cinco tenientes de IM para ir a realizar el curso de carros de combate ligeros (renault FT17) anunciado en una circular del Ministerio del Ejército de 9 de enero de 1929 con duración entre los días 15 de marzo y 15 de mayo de ese año en las instalaciones de la Escuela Central de Tiro del Ejército de Tierra.

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Estos pioneros eran los TTEs ENRIQUE PAZ PICACHO, GERARDO BARRIO PAVIA, MARCIANO GUTIERREZ GUTIERREZ, FERNANDO DE LA CRUZ LACACCI.

Aunque los documentos del Viso del Marqués son incompletos, consta en al menos un caso que el curso se acabó con aprovechamiento; el 18 de mayo de 1929 El Tcol Valentín González Celaya, jefe de estudios de la 3ª sección de la Escuela Central de Tiro del ET, cuyo director era el coronel d. Miguel Abrial Cantó, certifica que el TTE FERNANDO DE LA CRUZ LACACCI había aprobado el curso, de forma que el certificado de suficiencia se le remite el 25 de mayo de ese mismo año. Este teniente, a la vista de los documentos del Viso, llegó de teniente coronel a ser ayudante del AJEMA en 1948.

Otro hallazgo histórico. El primer vehículo documentado en la IM. De nuevo rebuscando y rebuscando, aparece lo siguiente.

Real orden de 12.02.1926 (de Diario Oficial de Marina nº 66 de 1926, pp.511-514)

“...relaciones del material de carruajes automóviles” (...) “procederse a la instalación de las chapas reglamentarias que a cada carruaje se asigna en estas relaciones”, es decir, el inventario total de vehículos de motor de la Armada en el momento en que decide distinguirlos poniéndoles, por primera vez, matrículas.

Los 21 camiones pertenecían a cinco fabricantes distintos y, aparentemente, sumaban 9 modelos en total. Las 19 camionetas eran todas Ford (aparentemente con seis motores distintos; acaso algunas fuesen iguales que el único modelo de Ford listado como camión) y un tipo de FIAT.

En todos aparece una columna “servicio que presta”, y sólo hay TRES asignados a la Infantería de Marina. Son los siguientes (transcribo literalmente todos los datos que aparecen):

nº del motor (coche Ford, 20 H.P. 8.343.713) Departto. servicio que presta: Cádiz (Cuartel de Infantería de Marina) matrícula (A.N.M.-S.F.-22)

camioneta Ford, (20 H.P. 2.555.887) Ferrol Segundo Regimiento de Infantería de Marina A.N.M.F.-11,

camioneta Ford, 22 H.P. 8.329.500 Cartagena Necesidades del tercer regimiento de Infantería de Marina A.N.M.C.-30

Pero recién en 1908, Henry Ford pudo cumplir su sueño: "Poder crear un coche para la multitud, un coche que cualquier persona con un salario medio pudiera comprar".

Ese año salió al mercado el Ford T (20 HP y una velocidad máxima de 65 km/h), despojado de cualquier tipo de lujos y pensado como un vehículo que no implicara grandes problemas de mantenimiento o de reparación.

El Ford T (conocido también como Tim Lizzy) salió al mercado con un precio de 850 dólares, llegando a reducirse hasta 250 dólares al perfeccionarse el nuevo sistema de producción, inventado por Ford y basado en la cadena de montaje. Ford aplicó este método en 1913, lo cual implicó la fabricación de largas series de vehículos homogéneos, a los que se les podía intercambiar las piezas. Esto le permitió alcanzar una alta división del trabajo, reducir el precio de sus productos y generar más consumo. El creador de la marca del óvalo fue el primero en poner en marcha esta práctica, que dio por resultado ganancias millonarias a la compañía. El Ford T se fabricó hasta 1927.

Preguntando en el servicio de documentación de Ford sobre qué modelo era en concreto (, Runabout, Sedan, Fordor Sedan, Tudor Sedan...) , me comentaron lo siguiente:

Motor number 8343713 would have been built on September 7, 1923. Given Ford's model year started on August 1 -- this vehicle would have likely been classified as a 1924 model. Unfortunately, the records we have do not give us the body style. Regarding 2555887 and 8329500, the records indicate the engines were built on Feb 28, 1918 and Sep 4, 1923, respectively.

It is likely the 1924 model was a roadster or a touring car. The roadster sold for $US 260 and the touring, $US 290.

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Más investigaciones; la primera prueba documental de un vehículo portametralladoras de la IM aparece en una colección de fotos del 18 de julio de 1936 en San Fernando, cuando el Tercio del Sur ocupó el ayuntamiento. Aparece un camión en cuya caja se había motado una ametralladora hotckiss. En cuanto al primer blindado en si, los diarios de operaciones del Tercio del Sur recogen un parte del Ejército del general Varela, donde se habla de una acción protagonizada por un "blindado de marina", aunque no se ha podido profundizar la información por falta de datos, aunque se presume que sería un camión blindado como los que se pusieron de moda a principios de la guerra civil.


Manuel
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HIM

Mensaje por Manuel »

Hola. El tema me parece fenomenal. ¿Qué libros conocéis que hablen de la Historia de la IM? Os propongo hacer una lista aquí. Si sabéis de alguno que se venda, mejor:
“La Armada Española” Editorial San Martín. Asamblea de Capitanes de Yate - 1978.
“Historia de la Infantería de Marina Española” Tomos I y II. Editorial Naval. José Enrique Rivas Fabal. 1967 – 1970 – 1985.


AFOCES
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Bajas en Combate.

Mensaje por AFOCES »

BAJAS EN COMBATE

El Cuerpo de Infantería de Marina, por estas fechas del año 1865, tenía una Fuerza muy importante destacada en Cuba y Santo Domingo. Eran éstas, zonas de combate donde nuestros antecesores se batían, con gran heroismo, cumpliendo los cometidos que su Patria les había asignado.

La "Gaceta de Madrid", de este día del año 1865, publica las bajas de los Batallones de Infantería de Marina en esas zonas de combate habidas durante el segundo semestre de 1.864 y que se distribuían así : correspondientes al Primer Batallón : 68 bajas; 79 al Segundo: 4 al Tercero;3 al Cuarto; 40 al quinto y 26 al Sexto. Lo que totalizaban 220 bajas.

GLORIA A NUESTROS HEROES


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El Combate : Desde las Galeras a las Buques de línea.

Mensaje por AFOCES »

EL COMBATE : DESDE LAS GALERAS A LOS BUQUES DE LINEA

Las flotas, durante mucho tiempo, combatieron influidas por los modos de luchar de los ejércitos terrestres. Aún en la batalla de Lepanto (1571) el combate fue una aproximación de flotas de galeras para terminar en un combate cuerpo a cuerpo (abordaje). Es decir, para exponerlo brevemente - aunque quizás con poco rigor - los buques, aún en el siglo XVI, eran transportes de tropas o plataformas artilladas que puestas "en paralelo" con otras se cañoneaban, y el combate finalizaba con un "combate terrestre" sobre la cubierta de las naves.

Los grandes galeones se prestaban más a la defensa que las galeras, con sus grandes estructuras como el castillo de proa y el alcázar de popa - cuyos propios nombres muestran su carácter defensivo - con las cofas armadas y parapetadas y con altas vergas que proporcionaban una excelente posición a los francotiradores.

Paulatinamente los buques se van dotando de más cañones y el duelo artillero, destinado más que nada a inmovilizar el buque enemigo desarbolándolo, era mucho más largo, pero no decisivo salvo a corta distancia, buscándose ante todo la ocupación y presa enemiga mediante el abordaje. “Por lo general nuestros enemigos ingleses y holandeses eran superiores en artillado, pero muy inferiores al abordaje en el que la tropa de Marina llevaba la mayor parte del esfuerzo; por ello la táctica seguida en todos los combates era la de “venir a las manos” - es decir, abordar con suficiente cobertura, “y unos tirando siempre de arcabuzazos y los demás subiendo a escala vista, caiga el que cayere, muera el que muriere” - el mismo sistema que se pretendería seguir en los combates del Canal de la Mancha en 1588, con motivo de la Jornada de Inglaterra, en el convencimiento, reconocido por los mismos ingleses, de que “en esto siempre les tenemos ventaja” (1)

A mediados del siglo XVII, las marinas de guerra adoptan la disposición de línea de combate, como medio de afrontar las batallas, lo que supone un cambio táctico que da nombre a los buques : los “buques o navíos de línea”. Las innovaciones técnicas permiten barcos más grandes y mejor artillados y, a finales del siglo XVII, el buque era ya un arma muy eficiente que, con un medio de propulsión tan económico como la vela, podía navegar durante muchos meses con todo lo que necesitaba su tripulación, pues podía almacenar abastecimientos suficientes para más de 800 hombres, durante cuatro meses y suficiente munición para realizar un crucero de tres años. La organización interior era avanzadísima, pues incluía: centro de mando, equipos de maniobra, de control de daños – carpintería -, artilleros, bomberos, infantes, areneros, cocineros, cirujanos ... el mantenimiento de velas, carpintería y cordaje se llevaba a cabo en la mar. Los navíos de línea eran la fuerza principal de una escuadra: navíos de 1ª clase (98/120 cañones); de 2ª clase ( 74/98 cañones) y de 3ª clase (60/74 cañones)

EL COMBATE

El potencial ofensivo de un buque de línea era asombroso a pesar de que sólo disparaba por un costado. El poder de fuego se puede comprender correctamente si se compara con el de los ejércitos terrestres de la época:


· >>>El ejército napoleónico (batalla de Waterloo en 1815) incluía: 366 cañones de 6 a 12 libras que exigía para manejarlos 9.000 artilleros y 5000 caballos para transportar piezas, tren de municiones y abastecimientos.
· >>>La flota - de 27 buques - de Nelson (Trafalgar en 1805), de la que existen datos fiables, montaba nada menos que 2.232 cañones, de los que el más ligero era de 12 libras y el más pesado de 68 libras. La dotación era de 12 hombres cada dos cañones - uno a babor y otro a estribor (sólo disparaba uno a la vez) - o sea, 14.000 hombres para toda la flota.

Es decir, la flota de Nelson disponía de una artillería seis veces más potente que el ejército de Napoleón. Si la artillería de la flota inglesa tuviese que ser transportada por tierra exigiría 50.000 hombres, 30.000 caballos, 300 toneladas de pienso y 75 de alimentos. Merece destacarse que había buques, en esa época, que eran auténticos colosos y, entre ellos, destacaba el español “Santísima Trinidad” que era el más grande y bello de la época. Montaba 140/136 cañones de calibres 36, 24 y 12 libras. Es decir, más de cuatro regimientos terrestres de artillería y 1/3 de la artillería del ejército de Napoleón en Waterloo.


Los combates - en los que los buques se cañoneaban hasta terminar en el abordaje - eran realmente dramáticos y desarrollados con una valentía y bravura difícilmente superables. Las granadas "macizas" producían la rotura de mástiles, aparejos - o la muerte - ... pero lo más peligroso es que originaban miles de astillas que actuaban como verdaderas cuchillas. Un buque raramente se hundía - salvo por impactos bajo la línea de flotación - por lo que el combate era hasta la extinción. Era normal que los buques puestos en paralelo, uno contra el otro, recibiesen tres o cuatro andanadas, con más de 70 cañones, antes del abordaje. El cañoneo era de tal intensidad que los marinos permanecían prácticamente sordos durante varios días.

El abordaje era terrible, con empleo de mosquetes, pistolas, picas y cuchillos y el combate era tan sangriento que era preciso que se echase arena sobre las cubiertas para evitar resbalar en los "ríos de sangre" que se producían, pues el número de bajas era muy elevado. En la batalla de Trafalgar (27 navíos de línea ingleses y 33 franco- españoles) se produjeron las siguientes bajas: Inglesas (449 muertos y 1214 heridos); españoles (1025 muertos y 1383 heridos) y franceses (2218 muertos y 1155 heridos. Las tripulaciones se batieron con auténtica heroicidad de manera que en algunas ocasiones ni siquiera quedó un oficial en pie para que rindiera el navío.

Los infantes de marina participaron en este tipo de combates que de manera tan sucinta se ha tratado de describir. En efecto, el artículo 6 de las Ordenanzas de la Armada, de 24 de enero de 1633, dice : “ que los galeones y navíos propios se han de tripular y armar con 16 marineros por cada 100 Tm y la infantería se ha de repartir a razón de 26 por cada 100Tm y de 28 en las naves capitanas, almirantes y navíos de 200 Tm abajo” . Más tarde el Reglamento de Guarnición de Navíos de 1803 efectúa la siguiente correspondencia entre cañones y guarnición de infantería de marina: Buque de 80/130 cañones :200 infantes; buque de 74 cañones : 170; de 60/64 : 150; de 42 cañones 84; de 40 cañones : 64 y de 34 cañones : 56 infantes.

Los infantes de marina Martín Alvarez (San Vicente), Pablo Morillo (Tolón, San Vicente, Trafalgar), Pío y Pérez de los Ríos (Trafalgar..) y miles de héroes más, lucharon en este ambiente cubriéndose de gloria, dando lo mejor de si mismos en defensa de la Patria, y produciendo ”Hojas de Servicios” tan extraordinarias como la del teniente Pérz de los Rios, ejemplo de la vida de un infante de marina de la época (2).

Referencias :
(1)Hugo O’Donnell y Duque de Estrada. La Infantería de Marina Española. Historia y Fuentes. Editado por la Empresa Nacional Bazán.
(2).- Ver Lectura sobre Pío de los Rios publicada, en este mismo tema, el 25/3/2007


Nota para Manuel : Te recomiendo el libro de la referencia (1). La relación bibliográfica, que incluye, es realmente generosa.

SALUDOS.


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Infante de Marina Pablo Morillo.

Mensaje por AFOCES »

LA ASOMBROSA HOJA DE SERVICIOS DE UN INFANTE DE MARINA

GENERAL PABLO MORILLO.

La vida de este infante de marina tiene un cierto paralelismo con la del sargento de Infantería de marina D. José Enrique Varela Iglesias que, ingresó en el ejército de tierra y por sus méritos, fue recompensado con dos Laureadas, fue capitán general y Ministro del Ejército (1). La analogía consiste en que ambos, después de ser infantes de marina, sirvieron en el ejército de tierra, donde pudieron desarrollar todas sus aptitudes y demostrar su extraordinaria valía que les fue reconocida y recompensada. Debo decir, antes de seguir adelante, que trataré de resumir esta página, aunque tengo la convicción de que el infante de marina Morillo es merecedor de cuantas se le quieran dedicar.

Pablo Morillo nació en Fuentesecas (Zamora) el 5 de Mayo de 1778 – aunque algunos de sus biógrafos aseguran que era gallego -.Pertenecía a una familia muy humilde y cuando niño fue pastor. El 15/3/1791, a los 13 años, sienta plaza como soldado de infantería de marina en Toro, donde a la sazón había una comisión para el reclutamiento de personal para el Cuerpo. A poco de ingresar embarca y asiste al combate de Tolón, contra los republicanos franceses. Posteriormente embarca en el navío “San Isidro” y participa en el combate naval del cabo de San Vicente - junto con su compañero Martín Alvarez - donde fue hecho prisionero. Libertado embarca nuevamente y, aun como soldado, toma parte en el combate naval de Trafalgar en el que sufre, como su compañero Pérez de los Ríos, varias heridas.( P. delos Ríos apareció, en este mismo Tema, el 25/3/07)

En el Cuerpo de Infantería de Marina, donde Morillo destacó en todo momento, sirvió con los grados de soldado, cabo y sargento. Participa en muchas campañas, distinguiéndose especialmente en el combate de Tolón y, más aun, en los del Cabo de San Vicente y Trafalgar en los que, además de recibir varias heridas, salvó con peligro de su vida una bandera que había caído al mar. Pronto por sus méritos asciende a cabo y sargento de Infantería de Marina y toma parte muy activa en la guerra de la Independencia y en la rendición de la escuadra de Rosily (1808), acreditando en todo momento sus excepcionales dotes militares.

El batallón, en el que servía Morillo, formó parte del ejército de Castaños en la Guerra de la Independencia contra los franceses, y en la que las unidades de Infantería de Marina se empeñaron tan valerosamente. El sargento Morillo fue ascendido por su brillante conducta - en la batalla de Bailén y en el mismo campo de batalla - a alférez de Infantería de marina y pasa, entonces, a formar parte del ejército de tierra. Tenía 30 años (1808) y no era más que teniente, aunque antes de cumplir los 40 había de alcanzar los más elevados grados de la milicia.

En la guerra contra el francés tuvo primero el mando de una guerrilla, en la provincia de Murcia, después pasó a Galicia y tales proezas llevó a cabo, que en 1809 se le dio el empleo efectivo de coronel – por sus méritos en la defensa de Vigo y Puente de Sampayo - de modo que en un año obtuvo 4 ascensos. En 1811 era ya general y, sirviendo a las ordenes del general Castaños, recibió el mando de un ejército y la misión de ocupar Valencia de Alcántara, que llevó a cabo con tanta audacia como rapidez. El 28 de Octubre del mismo año contribuyó eficazmente a la brillante victoria de Arroyo de los Molinos, en la que los franceses fueron perseguidos por Morillo hasta el puerto de las Quebradas. En 1812 derrotó a fuerzas invasoras en varios puntos de La Mancha y, ese mismo año, ascendió a general de división.

En Mayo de 1813 se incorporó al ejército anglo-hispano de Wellington y, el mismo mes, infligió una sangrienta derrota a los franceses a orillas del Tormes. Finalizada la batalla de Vitoria era teniente general y uno de los caudillos más reputados de nuestro ejército. Terminó brillantemente la campaña, con el ejército de lord Wellington en el que fue uno de sus mejores generales.

El rey - conociendo sus méritos personales y su tino y acierto para la dirección de las tropas - le dio el mando de un ejército por consejo del general Castaños. La expedición fue dirigida a combatir a los rebeldes de América en el Virreinato de Nueva Granada, donde se le conoce como “el Pacificador”. En 1815 embarcó para nuestros antiguos dominios, donde llevó a cabo una campaña heroica y brillantísima, bien que manchada por algunos actos de crueldad (3) (4). Es curioso que en esta campaña, y entre las fuerzas que mandaba, se incluían unidades de Marina. Con diversas alternativas se sostuvo en América hasta que se firmó la tregua de Trujillo (26 Noviembre de 1820). Fue admirable, como dice un escritor francés:

>>> “...la habilidad con que supo mantenerse durante cinco años en el corazón de un país enemigo, a la cabeza de un pequeño número de hombres, separado de España por vastos mares y recibiendo muy escasos socorros”.

Al regresar a España (1820) , se le conceden los títulos de Conde de Cartagena y marqués de la Puerta. Pero no terminan ahí sus hechos. Al iniciarse en España el movimiento constitucional abrazó primero la causa absolutista – y fue designado gobernador militar de Madrid - y después la causa constitucional - y nombrado capitán general de Madrid -. El 4 de Febrero de 1822 salvó de una muerte cierta al conde de Toreno y a Martínez de la Rosa – ambos fueron jefes de Gobierno (2) – que al salir del Congreso fueron acometidos por un grupo de exaltados, que se retiró por la actitud firme y decidida de Morillo. Cuando se produjo la llamada “expedición de los 100.000 hijos de San Luis”(1823) – con el Gobierno establecido en Cádiz – Morillo se hallaba en Lugo y fue puesto al frente del 4º cuerpo de ejército. El general Morillo protestó de la destitución del rey, se negó a reconocer el Gobierno nombrado por las Cortes y organizó una Junta gubernativa en Galicia. A mediados de 1823 reconoció el Gobierno absolutista de Madrid, pero a causa de su conducta equívoca, no logró inspirar confianza a nadie. Al regresar Fernando VII se vio obligado, por sus inclinaciones liberales, a emigrar a Francia, volviendo a España en 1832 para encargarse de la Capitanía General de Galicia. Al iniciarse la guerra carlista mandó un ejército contra los partidarios de don Carlos y poco después se trasladó a las aguas de Bareges donde falleció - el 27 de julio de 1837 - a los 59 años y después de 46 de interrumpidos y brillantes servicios (17 como infante de marina y 19 en el ejército como oficial superior y general).

Y esta es la vida de un bravo infante de marina – similar en sacrificio a la de la mayoría, de nuestros antepasados de la época, aunque no con tanta notoriedad - que llegó desde soldado a capitán general. Fue Morillo soldado de marina en Tolón, en San Vicente y en Trafalgar; alférez en Bailén, coronel en Sampayo y general en Venezuela.

>>> ”El teniente general don Pablo Morillo, marqués de la Puerta y conde de Cartagena, uno de los militares más conspícuos de la primera mitad del siglo XIX, conquistador de Cartagena de Indias y vencedor de Simón Bolívar, en Puente y en Cachiri, y su perseguidor constante hasta la tregua de Trujillo de 26 de noviembre de 1820; liberal, exiliado y posteriormente capitán general de Galicia en 1832, se había iniciado en la carrera de las armas alistándose, con solo trece años, en una bandera de recluta de los Batallones de Marina, asistiendo como soldado primero, y como cabo y sargento después, al sitio de Tolón de 1793, a la campaña de Cataluña en los dos años siguientes, al combate del cabo de San Vicente de 1797 y a la batalla de Trafalgar de 1805 donde resultó herido. En Bailén (1808), donde la tropa de Marina destacó luciendo por primera vez banderas bicolores, había merecido ascender a oficial por méritos de guerra” (5).

Notas y Referencias:

(1).- Boletín de la EAIM. Junio 02. Articulo del comandante de la Guardia Civil Núñez Calvo.
(2).- El conde de Toreno fue el que trajo a España un contingente de la legión extranjera francesa. (Página 178) (3).
(3).- “La herencia de un Imperio roto. Fernando Olivié. Veintiuno colección Fundación “Cánovas del Castillo”. Madrid. 1999. “ Al volver al trono Fernando VII, una expedición de 10.000 hombres al mando del general Morillo (la primera y única fuerza militar importante que se envió a América) reconquistó Nueva Granada” (página 86). “ En vez de enviar a América a diplomáticos y hombres de estado – que tampoco había muchos - Fernando VII y su gobierno enviaron a Morillo con 10.000 soldados, pero hasta la misma elección fue un error. Distinguido en la Guerra de la Independencia, en la que fue uno de los mejores generales de Wellington, Morillo era un ordenancista. En Venezuela, donde desembarcó primero y donde existían las circunstancias que le autorizaban a ser duro, no lo fue. En Colombia, donde no había motivos para extremar la dureza…… la extremó”. (página 92).
(4).- Dejó varios escritos algunos, como los siguientes, parece que están dirigidos a justificar algunas críticas recibidas: (a) ”Manifiesto que hace a la nación española el teniente general don Pablo Morillo, conde de Cartagena, marqués de la Puerta y general en jefe del ejército expedicionario de Costa Firme, con motivo de las calumnias e imputaciones atroces y falsas publicaciones contra su persona el 21 y 28 del mes de Abril último en la “Gaceta de la Isla de León”, bajo nombre de Enrique Samoyar (Caracas s.f. Y Madrid 1821); (b) Contestación del teniente general don Pablo Morillo al dictamen que sobre su conducta militar en los primeros días de Julio ha presentado a las actuales Cortes extraordinarias la mayoría de la comisión de medidas (Madrid 1823) y (c) Memorias relativas a los principales acontecimientos de las campañas de América (Paris 1826).
(5).- La infantería de Marina Española. Historia y Fuentes. EN BAZAN. Hugo O’Donnell y Duque de Estrada. (1999).


[color=green]SALUDOS Y ¡¡ GLORIA A NUESTROS HEROES!!.


j.
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Mensaje por j. »

Imagen
Pablo Morillo y Morillo, conde de Cartagena de Indias alias El Pacificador


AFOCES
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Efemérides.(Glez Barba)

Mensaje por AFOCES »

La Real Ordenanza de la Armada de esta fecha del año 1632, en su artículo 189 dice :"y declaro que servir en la guerra se entiende donde hay Tercios de Infantería de Marina o compañia formada por ellos, en sus escuadras de galeras o baxeles de alto bordo, los cuales guarnecen de puerto y de pelear" y..."el oficio que hasta aquí han tenido de guardar la chusma lo han de hacer ahora los marineros, como se acostumbra en mis plazas de Nápoles y Sicilia".

SALUDOS


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Efemérides.(Glez Barba.

Mensaje por AFOCES »

Tal día como hoy del año 1633, las fuerzas de Infantería de Marina de nuestros Tercios de Galeras del Marqués de Cadereyte, a bordo de 55 buques, atacaron y desalojaron a los holandades de la isla de San Martín, en las Antillas. Desembarcaron 1300 infantes de marina y dos piezas de Artillería, estructuradas sus fuerzas en dos Coronelías, al mando de D. Lope de Hoces y D. Nicolás de Maribradi. Después de atravesar una selva impenetrable, y peligrosos terrenos pantanosos, y a pesar de la heroica defensa del Gobernador holandés, nuestras tropas ocuparon el fuerte tras sanguinario combate. En la acción Don Lope de Hoces recibió un arcabuzazo en el brazo, del que quedó manco.

Saludos


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Panteón de Marinos Iluustres.

Mensaje por AFOCES »

TTE IM PEREZ DE LOS RIOS

Tal día como hoy del año 1892, una R.O: rezaba así :”Deseando SM la Reina Regente dar una prueba de aprecio a la Marina y honrar a los individuos de ella que han contribuido a realzar su gloria, derramando su sangre en aras de la Patria, en nombre de su augusto hijo, el Rey D. Alfonso XIII, se ha servido disponer que los restos mortales del finado Teniente de Infantería de Marina, D. Tomás Pío Pérez de los Ríos, que denodadamente se batió en la defensa de Orán, batalla de Trafalgar y rendición de la escuadra francesa del General Roselly, y que hoy yacen en Badajoz, sean trasladados al Panteón de Marinos Ilustres de San Carlos, lamentando que el estado de penuria del Tesoro impida dedicar a esto cantidad alguna, debiendo sufragar los gastos que se originen la familia del interesado”.

Pero la familia, pobre y sin recursos, no pudo dar cumplimiento a tan honorífica disposición. Hubiese sido el primer infante de marina enterrado en el Panteón. (En este mismo Tema, el 25 de marzo, se publicó un trabajo sobre la vida del Teniente Pérez de los Ríos. En el se pueden ver las circuntancias que lo impidieron así como la hoja de servicios de Pío y sus méritos para merecerlo).

SALUDOS


AFOCES
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Clases de Mancha para la Infantería de Marina.

Siempre supe que la Legión tenía el merecido privilegio – como tiene otros – de desfilar a 160 pasos por minuto. Y siempre me preguntaba por qué la Infantería de Marina no tenía una regulación semejante. Pues resulta que el Cuerpo por una Real Orden - muy estudiada y detallada - disfruta de una cadencia superior aunque, hay que reconocer, solo en cortas distancias. En efecto :

Tal día como hoy, 13 de julio del año 1861, una Real Orden determinaba que :”... luego de los estudios teóricos de los conocimientos del cuerpo humano y los datos prácticos referentes a diversos ejércitos europeos, se adopta para la infantería de Marina las siguientes clases de marchas : Marcha ordinaria, de 116 pasos por minuto y cada paso de 65 cm. Marcha lenta de 76 pasos por minuto y cada paso de 65 cm., a emplear solo en procesiones y en otros actos solemnes. Marcha ligera, al paso gimnástico de 180 pasos por minuto, no debiéndose recorrer de este modo sino distancias menores de 500 metros”.

Como veis la historia, muchas veces, nos proporciona hechos graciosos.

UNA SONRISA
:lol: :lol:


AFOCES
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Clases de Marcha para la IM.

Mensaje por AFOCES »

Un error involuntario me obliga a hacer una rectificación:

En Marcha lenta cada paso será de 55cm.
Perdón por el error.

SALUDOS. Otra :lol:


kulghan
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Mensaje por kulghan »

Eso no sera el tipico paso ligero de toda la vida?


Em cago en lo cargol i en la colometa de la pau en creu sofregida en ceba

Lo cartanya 2007
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El reclutamiento.

Mensaje por AFOCES »

EL RECLUTAMIENTO DE LOS ANTIGUOS INFANTES DE MARINA

Un buque de la Armada tenía una dotación que estaba constituida por la tripulación y la guarnición; ambos grupos se mantenían distintos y, por eso, comían y dormían separados. La tripulación era la “gente de mar”, responsable de la maniobra marinera – aunque colaborasen, cuando era necesario, “gente de la guarnición” - . La guarnición era la unidad de infantería de marina que realizaban los servicios de armas y constituían la fuerza de desembarco. También era la fuerza en la que se apoyaban los oficiales del buque para mantener la disciplina. Quizás por esta razón, el soldado gozaba a bordo de más consideración que el marinero, ya que es ... “criado del rey” y profesional de la más noble de las actividades... “incluso los que carecen de graduación o ventaja alguna reciben el tratamiento de “señor soldado” por parte del vulgo”.

“La táctica naval de entonces exigía una fuerza numerosa de infantería de marina en los buques, siendo por lo general, en los navíos, como en las galeras, superior a la marinería. Había, además, otra razón poderosa, y es que siendo la tripulación un conjunto abigarrado de vagos y delincuentes, fruto del consorcio de los enganchados por despótica leva y de los condenados a galeras, se hacía más necesario el soldado, que era el representante genuino del orden, la subordinación y la disciplina". (8)

Ya en 1568 Don Juan de Austria informaba a Felipe II sobre la necesidad de contar con tropa acostumbrada a la navegación continuada, a desplazarse con desenvoltura a bordo, que supiese nadar y añadía :” Así como el soldado de mar se ha de ejercitar diferentemente del de tierra, tiene necesidad de muchas cosas que el otro puede carecer y al contrario. Porque la vida a bordo es totalmente distinta a la vida en compañía y el soldado de Marina tiene uso de las viandas que se acostumbran sobre el mar porque la diferencia que hay de ellas a las de tierra no le cause enfermedad, como es muy ordinario...”

Cuando en una escuadra había escasez de tropa era preciso su recluta. Había varios sistemas : La leva de voluntarios – que era la normal y preferida -, la leva forzosa, y la recluta de vagos levas para la tierra de ociosos” – que era menos empleada -. Las escuadras recibían, además, personal condenado a servir como soldados “sin sueldo en la tropa de armadas y escuadras, que chancillerías y tribunales imponían, debiendo el reo costearse su propia ración a no ser pobre declarado”. El número de tropa alcanzado por el método de recluta forzada no fue despreciable especialmente en las galeras, pero precisó un rígido control que evitara los abusos; por ello instruye Felipe II a don Juan de Austria en vísperas de Lepanto : “han de tener cuidado nuestros Oficiales de asentar en sus libros el día que se presentaren con sus sentencias y del tiempo que sirvieren, que ha de ser todo aquel porque fueren condenados y no permitir que se ausenten y dejen de servir conforme a lo contenido en sus sentencias”. Las movilizaciones forzosas de vagabundos parece que se pusieron en práctica a partir de 1620 “Destinándose los alguaciles... a recoger a los bagantes para aplicarlos a las dichas levas”.

El procedimiento de recluta normal era sencillo y el número a captar fácil de prever, pues los efectivos de tropas de las escuadras eran relativamente fijas, variando solo con motivo de la creación de nuevas agrupaciones navales... por tanto las necesidades de personal se reducía a cubrir las vacantes que se producían. “Cada escuadra realiza su propia recluta siendo normalmente las propias bases el banderín de enganche y la zona de procedencia de los mozos, el litoral próximo, ya que con frecuencia eran familiares, amigos o paisanos de otros soldados. Las tropas para las flotas atlánticas se reclutaban en zonas litorales, especialmente del norte de España, donde las entidades regionales se comprometían a proporcionar un número determinado de soldados... El soldado de marina se obtiene, pues en medios ya habituados al mar, en familias de marineros y pescadores. La Carrera de Indias parece tener más aliciente para los andaluces no solo costeros sino de poblaciones del interior... la flota de Galeones se nutre de gente del Sur; las Galeras de España del litoral mediterráneo y las escuadras italianas de sus poblaciones marítimas. Sin embargo en algunas ocasiones la leva se hacía en cualquier parte”. El criterio del momento para el soldado ideal eran las siguientes: “ Ojos vivos y despiertos, cabeza derecha, pecho alto, espaldas anchas, brazos largos, dedos fuertes, vientre pequeño, muslos gruesos, piernas delgadas y pies enjutos... No debían ser asentados sin ser probados primero en la carrera, el salto y la lucha” (1)
Toda nueva leva venía precedida por una orden del rey, o consejos competentes de su orden, que informaba a las autoridades de la campaña a emprender. Se nombraban capitanes con el cometido de reclutar y comisarios con los de proponer los lugares concretos, itinerarios de marcha de cada compañía de reclutamiento - para evitar interferencias entre los diferentes reclutadores -, lugares de alojamiento... Se emitían ordenes de asistencia a las autoridades locales. Los oficiales reclutadores recibían una “patente” - despacho real de capitán con mando mientras durase la comisión – que venía acompañado de la “conducta” para recibir un sueldo proporcional al número de gente a reclutar. También en la propia conducta, o documento aparte, se daba toda clase de información como itinerarios, ciudades a visitar... y el plazo exacto de presentación en el puerto base.

Llegado el reclutador a un lugar, y después de presentar sus ordenes a las autoridades locales, elegía un lugar destacado (plaza o iglesia mayor) y allí en el mejor lugar enarbolaba la bandera de leva, escogida por el propio capitán pero con las características propias de las unidades marítimas.:”Hecha la necesaria publicidad de abrirse el enganche con el tremolar de la bandera sujeta por el alférez con una sola mano... y redoblando los tambores “a furia”, se iban presentando los voluntarios y manifestando su deseo de enrolarse....”. No se podían asentar ni mozos menores de 20 años, ni “viejos” sin especificar edad (2), ni frailes y clérigos, ni criados sin permiso de sus amos, tampoco los que se sospechase pretendían quedarse en las Indias, ni enfermos contagiosos especialmente los aquejados de lepra y epilepsia, aunque “no se alegaban razones de efectividad sino económicos” : “porque se han visto algunos que solo las asientan para curarse a costa de mi Hazienda”. Como cosa curiosa había prohibición de admitir para soldados de Mar “ a los que no fuesen naturales destos reinos” (1)

Tras el alistamiento se le proporcionaba normalmente, a cada soldado, 10 días de paga. En el libro de la compañía se asentaban nombres, características físicas, edad, vecindad y nombres de los padres. En el libro se incluía el concepto de pago : arcabucero, piquero... Realizada la recluta, la compañía se dirigía hacia el lugar de reunión o hacia el puerto de embarque donde se le dotaba de armamento y vestuario. Y un detalle curioso para evitar la “pillería” :

>>> “El banderín de enganche para las tropas del Mar Océano no se abría cuando las compañías estaban desembarcadas y alojadas en el presidio de Cádiz, por temor a que gentes del vecindario se alistasen para luego desaparecer y ocultarse cuando correspondiese embarcar”.

Referencias y Notas :

1.-La Infantería de Marina Española. Historia y Fuentes. Hugo O’Donnell y Duque de Estrada.
2.- La Instrucción para la Armada de Galeones de 1573 imponía que sus soldados no fuesen menores de 20 años ni mayores de 50. Las Ordenanzas del Océano de 1633 exigían 18 años y “fuerza necesaria para manejar un arcabuz”. Sin embargo, en esto de la edad debía haber excepciones, pues ya conocemos a Morillo que ingresó a edad muy temprana.
3.- Tercios de España. La Infantería Legendaria. Martínez Lainez y Sánchez de Toca. EDAF
4.- Historia de la Infantería de Marina .Rivas Fabal. Editorial Naval.1967.
5.- Las necesidades de tropa de infantería de marina eran muy importantes. El general Alaez (Historia de la Infantería de Marina. Editorial Naval. Tomo I) dice : El Reglamento de Guarnición de Navíos de 1808 efectúa la siguiente correspondencia entre cañones y guarnición de infantería de Marina : Buque de 80/130 cañones : 200 hombres;74 cañones : 170 h; 60/64 cañones : 150 h;54 cañones : 112 h; 42 cañones : 84 h; 40 cañones: 64 y 34 cañones : 56 h.
6.- En el mismo sentido se expresa Don Miguel Alía Plana.(Tesis sobre : La Armada y la Enseñanza Naval (1700/1840) en sus Documentos...) “... En un navío de 74 cañones y en tiempo de paz solían embarcar de 100 a 120 soldados de marina (una compañía), subiendo a unos 200 en un tres puentes, aunque en tiempo de guerra se aumentaba a casi el doble su número. En los buques menores también había guarnición, consistiendo por ejemplo en medio centenar de soldados de infantería, en tiempo de guerra, para una fragata de 36 cañones. Por ejemplo en la de la fragata de S.M. Astrea de 36 cañones, mandada en 1771 por don José de Córdova encontramos un total de 232 plazas divididas en tripulación: 22 oficiales de mar, 40 artilleros, 46 marineros, 32 grumetes, 9 pajes y 15 criados, que hacían un total de 164 plazas. Y como guarnición 2 sargentos, 1 tambor, 2 cabos y 42 soldados de infantería de batallones de marina más 1 condestable, 1 cabo y 6 artilleros de las brigadas de artillería de marina, que hacían un total de 55 hombres”.
7.- En la época de su mayor apogeo, en 1786, la Armada llegó a tener 12 batallones de marina con más de 12.000 hombres, a los que se añadieron unidades del Ejército, para ser utilizados como infantería de marina, ya que la cantidad de infantes requeridos, en tiempo de guerra, para guarnecer tantísimos buques de la Armada hicieron recurrir al Ejército para este cometido. Algo que por otra parte era normal en todas las marinas de la época, incluida la Royal Navy. Hoy en día varios regimientos del Ejército de tierra lucen símbolos - como anclas en sus escudos - como muestra de este pasado marino. Los Artículos 12.º y 13.º, título II tratado V de las Ordenanzas Navales de 1748 incluían esta posibilidad:“Si se destinare regimiento o batallón entero del Ejército a servir en la Armada, en sus bajeles o arsenales, desde el día en que tome posesión de este destino hasta en el que cese, dependerá de la Jurisdicción de Marina, del mismo modo que depende de la del Ejército la tropa de Marina empleada fuera de las capitales de los Departamentos”(6)
8.- Historia de la Infantería de Marina. R. Rodríguez Delgado. Comandante de IM. Andujar. 1927


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