Se trata de un libro de Charles Esdaile que se convertirá en un manual de consulta para los historiadores españoles. También es un documento polémico. La razón se debe a que a ciertos historiadores españoles podrá no gustarles determinadas interpretaciones de la historiografía británica. En el caso de otros libros, la justificación se apoyaba en que la bibliografía manejada por los británicos era exclusivamente inglesa, que faltaban fuentes españolas. Sin embargo en el caso de este libro, en que el empleo de fuentes españolas es más bien abrumador, será difícil recurrir a este tipo de argumentación. Al contrario, habrá que, no solo aceptar determinados criterios que, inicialmente, aparecen como muy negativos, sino profundizar en la razón de esta discrepancia. Pero la realidad se impone de forma implacable, solo tenemos que consultar los títulos del Archivo Histórico Nacional (ver en “Publicaciones” el libro “La Guerra de la Independencia en los archivos españoles”, “pulsar aquí” y con el buscador poner la palabra que nos interese) para comprobar, que hay hechos, como la “deserción” o el enfrentamiento entre las Juntas Provinciales, que aparecen, nos guste o no nos guste, de forma muy amplia y generalizada. Posiblemente a la historiografía española le haya faltado revisiones frecuentes de la Guerra de la Independencia a partir de un punto de vista global, desde el año 1975. La historia española parece seguir algo lastrada por todos los conceptos que se fueron escribiendo en el primer centenario, en 1908, cuando este centenario actuó como una especie de catalizador para rescribir una historia demasiado cargada de unos tintes que ahora se considerarían demasiado “nacionalistas”.. Lo mismo sucede con campañas o determinadas batallas. Las historias escritas en el reino Unido, por desgracia, no funcionaron como elemento compensador sino más bien como revulsivo en los historiadores españoles. El resultado ha sido, que durante mucho tiempo, el desencuentro ha sido un factor muy corriente entre los historiadores de ambos países. España no está actualmente situada en el grupo de los países “enfermos” de Europa, y por lo tanto, puede y debe, no solo afrontar, sino revisar y asumir determinados hechos históricos con un carácter más ponderado para colocarlos en su verdadero contexto.
http://www.adap.es/arapiles/bibliografi ... dLibro=413
Estracto del libro:
De lo que no cabe duda, a todo esto, es de que los más acendrados
esfuerzos de las guerrillas no eran suficientes para interrumpir el avance de
la ocupación francesa. Eso sí, la hacían más lenta: los guerrilleros
aragoneses y navarros mantuvieron tan ocupado a Suchet en el verano y el
otoño de 1809 que la marcha sobre Valencia que se suponía tendría lugar
tras la caída de Zaragoza hubo de ser pospuesta hasta el siguiente año, e
incluso entonces se inició con tropas tan escasas que hubo de ser
abandonada. Pese a todo, no pudo afirmarse de ningún territorio que hubiera
sido liberado sólo por guerrilleros: las partidas, carentes de artillería, no
podían abrir brecha en los muros o puertas de las fortificaciones
improvisadas en viejos castillos o monasterios en que se refugiaban las
guarniciones francesas al verse en dificultades (esto es, cuando no gozaban
de la protección de murallas de ciudades o de bastiones a la manera de
Vauban), y en pocas ocasiones dispusieron del tiempo necesario para
reducir por hambre un objetivo. Y mientras tanto, los franceses seguían
obteniendo ganancias significativas, derrotaban a los ejércitos españoles de
campaña, tomaban Gerona y ocupaban la totalidad de Andalucía.
Este aspecto era tan notoriamente cierto que, pese a la abundante
palabrería propagandística, se impuso la clara conciencia de que era una
futilidad confiar en los guerrilleros para la salvación de España. Tomemos a
modo de ejemplo un folleto publicado en Cádiz en 1810:
La insurrección de los pueblos es otro medio casi siempre ...
mucho más costoso que el de armas regulares, cuyas fuerzas en buena
hora la aumentarán aquéllos [los instrumentos], cuando estén
protegidos de algún ejército. De lo contrario, resultarán ventajas
momentáneas, vengadas luego con duros sacrificios ... ¿Pero se duda
aún que el reino va a perecer si no levantamos grandes ejércitos?
[Supongamos que] sea la España el sepulcro de veinte mil franceses
cada año ... Napoleón tiene forzosamente que subyugar la España o
perder su opinión [reputación] ... tranquilo el norte [Austria] no será
difícil que envíe ...cien mil hombres.28
Pero la disputa no terminaba aquí:
Se cree ... que nuestras armas no pueden medirse con las del
enemigo cuando ambas partes luchan en grandes combates. De aquí la
injusta consecuencia de no aumentarlos, el simple uso de partidas en
la defensa de los pueblos y finalmente el mezquino plan de una guerra
cuyo carácter exige, por el contrario, fuerzas muy respetables capaces
de imponerse al enemigo ... Es cierto que Madrid
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se defendió heroicamente por su propio vecindario y sabemos también
que La Mancha ha consumido muchos franceses sin auxilio de tropas.
Podrá añadirse la expulsión de ellos en Galicia con sólo el paisanaje y
sin embargo vemos que Madrid está ocupado por los enemigos, La
Mancha es realmente de ellos y Galicia volverá a serlo si no hay
gruesos ejércitos que lo impidan. Insensiblemente van ensanchando
sus dominios mientras nosotros celebramos el movimiento de un
pueblo o la acción de una guerrilla.29
En este aspecto, y dado que era comandante de las encomiadas
fuerzas de la Serranía de Ronda, son más interesantes las ideas de José
Serrano Valdenebro, que parafraseamos a continuación:
en estas montañas se hace la guerra a la manera de Viriato, pero no
cabe esperar resultados halagüeños. Un grupo de patriotas apostados
en montes casi inaccesibles pondrán en jaque a los soldados más
valientes. Pero cuando hayan de bajar a terrenos más accesibles la
situación cambia... ¿Cómo combatir en un terreno en que se puede ser
atacado por la infantería o arrollado por la caballería? Además los
campesinos son ... prácticamente incontrolables. Sus movimientos
carecen de unión o de regularidad. Lo que no es de extrañar, pues
éstas no están al alcance de tropas que no hayan sido adiestradas en la
disciplina más estricta ... Aunque son valientes para las emboscadas,
no entienden que en el campo de batalla el arma principal es el choque
de fuerzas ... Mientras las tropas no se den cuenta de que las batallas
se ganan con la espada y la bayoneta, no hay nada que hacer. Disparar
es quimérico. Como se consigue la victoria es acometiendo al enemigo
con unión y valor.30
Muchos observadores británicos compartían también tales dudas.
Citando a sir Thomas Graham:
Hay aspectos en que las consecuencias de esto son infinitas ...
que ha de haber ejércitos, pues por útiles e importantes que ... sean las
guerrillas, no son suficientes por mucho que se extiendan por todo el
país. Nunca podrán detener la marcha de una fuerza enemiga
considerable.
La Guerra de la Independencia. Una nueva historia
- Autor: Esdaile, Charles -Ilustrador:
- Editorial: Crítica
- Año: 2002
- Tema: Historia general
Os recomiendo que os lo compreis, ya teneis el enlace de la web para que veais la critica. Yo me lo he empezado a leer, y esta genial. Os ire contando cosillas.