Estimado agualongo:
agualongo escribió:...La República Dominicana ser reintegró a España en 1861
La verdad que ese es un capítulo sorprendente de nuestra historia y se llevó a cabo con un cruce de cartas y Reales Decreto llenos de frases rimbombantes y peloteo mutuo. Lo cuento:
El siglo XIX no empezó bien para los dominicanos; con Santo Domingo ocupado por los franceses. Luego con una revuelta españolista, seguida de una independencia e incorporación a la Gran Colombia que fue seguida con desidia por España. Inmediatamente después llegó una ocupación haitiana de 22 años y, finalmente, la independencia. Pedro Santana fue el primer presidente. Él -conservador- y los liberales se esforzaron en caer en manos de cualquier potencia occidental ya que consideraban que ésa era la única manera de absorber la liberalidad occidental y librarse del peligro haitiano.
Unos cuantos golpes de Estado después y fusilamientos varios hicieron que en 1861 fuera otra vez Santana quien gobernara el país. Envió emisarios a España para negociar una forma de protectorado. Sin embargo, realmente lo que quería él era la reunificación a cambio de grandes privilegios para la gente importante que le apoyara.
Los contactos se iniciaron así, con el :
"En la muy noble y muy leal ciudad de Santo Domingo á los 18 días del mes del Marzo del año de 1861. Nos los abajo firmados, reunidos en la sala del palacio de justicia de esta ciudad declaramos: que por nuestra libre y espontánea voluntad, en nuestro propio nombre y en el de los que nos ha conferido el poder de hacerlo, solemnemente proclamamos como Reina Señora á la excelsa Princesa Doña Isabel II en cuyas manos depositamos la soberanía que hasta ahora hemos ejercido como miembros de la República Dominicana. Declaramos igualmente que es nuestra libre y espontánea voluntad así como la del pueblo á quien por nuestra presencia en este lugar representamos, que todo el territorio de la República sea anejado á la Corona de Castilla á la que perteneció antes del Tratado de 18 de Febrero de 1855, en el que S.M. la Reina reconoció como Estado soberano al que hoy por espontánea voluntad de todos los pueblos, le devuelve esa soberanía y como va dicho, le reconoce como su legítima Soberana.
En fe de los cual firmamos y rubricamos con nuestra propias firmas.
Pedro Santana general..."
Isabel II se puso loca de contenta, claro. Se iniciaron las negociaciones de inclusión en las que España quería asegurarse de que era todo el pueblo dominicano quien quería la unión y los términos en los que quedaría el poder español y el de los "donantes". Finalmente, en la época del gobierno de O'Donnell, se emitió el Real Decreto de Aranjuez 19 de mayo de 1861, que se publicó el día siguiente. Es un Decreto divertidísimo, que se puede leer en la Gaceta de ese día (en
www.boe.es). Se empezaba con esta carta tan edulcorada:
"Señora: el pueblo que con el inmortal Colón levantó en La Española el estandarte de Castilla; el que más tarde reconquistó su antigua nacionalidad y devolvió á la Corona de España la perla de que le había privado el Tratado de Basilea; el que después fue arrancado, á su pesar, de los brazos de la patria que siempre había mirado como madre amorosa, para ser entregado a un yugo opresor que tomó á empeño destruirlo; el que con heroico valor sacudió ese yugo, y reconquistó su libertad é independencia; el que, en fin, os debió un lugar entre las naciones como Poder Soberano, viene hoy, Señora, a depositar en vuestras manos esa soberanía y á refundir en las libertados de vuestro pueblo las suyas propias.
...
Recibidlas, Señora; haced la felicidad de ese pueblo que tanto lo merece; obligadle á seguir bendiciendoos como lo hace, y llenaréis la única ambición del que es SEÑORA. De V.M. el más leal y amante de vuestros súbditos... Firmado Pedro Santana."
El Decreto continuaba con la exposición de motivos, también ampulosa a más no poder:
"Un acontecimiento fausto, altamente honroso para España, y pocas veces visto en la historia de los pueblos, ha ocurrido recientemente en una de las antiguas posesiones de la Monarquía. La Isla Española, la primera que ocupó el gran Colón, la predilecta de la inmortal Reina á cuya inspiración sublime se debió el descubrimiento de un Nuevo Mundo, dueña de su independencia, árbitra de sus destinos, invoca el nombre Augusto de España y pone á Vuestros Reales piés la misma soberanía que Vuestra Majestad reconoció hace pocos años...".
... Y se concluyó con un somero
"el territorio que antes constituía la República Dominicana queda incoporado a la Monarquía".
Pero los que Santana decía que era un sentimiento general de reincorporación no fue así. Entre el ansia de independencia dominicana inicial y las tonterías habituales del gobierno de Isabel II que acabaron con las ganas de volver a España por parte de los que estaban de acuerdo con la reincorporación, la broma personal de Santana nos costó unas 30.000 muertes entre nuestro ejército. Muchas más que la intervención en Marruecos, la guerra con Perú y Chile y la incursión en Indochina, la ocupación de Guinea y la intervención en México, todas juntas.
En 1865 se derogó el Real Decreto y nos fuimos de allí.
Saludos.
PD. Podéis leer una descripción amena de todo este episodio en:
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01371741344504955222257/210141_0005.pdf
PD2. No os fiéis de lo que digan las cartas almibaradas, que son peligrosas para los intereses nacionales.