Los Panzer alemanes: detrás del mito
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
OBERTURA
El 22 de junio las avanzadas soviéticas llevaron a cabo varias operaciones de reconocimiento en fuerza para tantear la situación en la primera línea del frente y tomar posiciones de cara al asalto. La actividad fue especialmente intensa en el sector situado al Este de Vitebsk, donde las posiciones del III PzArm formaban una protuberancia tentadoramente vulnerable.
Al caer la noche la VVS empezó a ablandar los puntos fuertes, los puestos de mando y las líneas de comunicaciones. A las 5 de la mañana del día 23 de junio, tres años después del comienzo de Barbarossa, la artillería anunció el comienzo de la batalla.
La aviación no pudo ofrecer demasiado apoyo a las tropas ya que la mañana se levantó cubierta de niebla, pero la barrera artillera que cayó sobre las tropas del general Reinhardt fue dolorosamente eficaz. Las posiciones más adelantadas fueron barridos y el LIII Cuerpo (ID 206ª y 246ª, LufDiv 4ª y 6ª) quedó prácticamente aislado en torno a Vitebsk. Su jefe, el general Gollwitzer, solicitó inmediatamente permiso a Reinhardt para sacar de ahí a sus tropas. 30 km al Sur, la 299ª InfDiv fue destruida en las primera horas de lucha dejando un enorme boquete en las líneas del III PzArm.
Las comunicaciones con Vitebsk se mantuvieron gracias a la resistencia de la 197ª InfDiv, y el flanco sur del PzArm quedó cubierto por la 256ª, pero la línea de defensa había quedado reducida a un castillo de naipes que podía desmoronarse en cualquier instante. Los informes indicaban que además de las fuerzas que estaban atacando las posiciones germanas, había importantes movimientos enemigos por el flanco norte: la amenaza de un cerco sobre el LIII cuerpo se estaba haciendo ominosamente sólida a medida que pasaban las horas.Reinhardt decidió reagrupar sus fuerzas al Oeste de Vitebsk, tras el río Dvina, pero la respuesta del OKW no se hizo esperar: la Fortaleza de Vitebsk debía sostenerse a toda costa y el III PzArm no podía ceder ni una pulgada de terreno.
El IV Ejército, al noroeste de Minsk, logró frenar la primera acometida: esta agrupación ocupaba posiciones muy bien preparadas y contaba con bastante equipamiento pesado. Su flanco norte estaba cubierto por la 78ª StDiv, que contaba con un sturmAbt completo y una compañía de cazacarros Nashorn. Frente a Orsha estaba la 25ª PzGrDiv, que igualmente disponía de un SturmAbt. Además el 501 SpzAbt entró de inmediato en acción en apoyo de estas divisiones y tanto los Tiger como los cazacarros impusieron su ley contra las columnas acorazadas enemigas. Sin apoyo de los carros, el avance de los Guardias se volvió agónico. Sin embargo no había más reservas en la zona, así que si la línea cedía la situación del IV se volvería desesperada.
En el centro del dispositivo soviético el II Frente de Bielorrusia debía esperar a que sus vecinos se abrieran camino, así que sus tropas se limitaron a hacer algunos tanteos hacia Mogilev. Su artillería, no obstante, dedicó el día a machacar concienzudamente las posiciones enemigas, rivalizando con los cazabombarderos que, aprovechando una mejoría local del tiempo, se emplearon a fondo.
Rokossovski se encontró con más problemas, ya que la disposición de las defensas alemanas, que gravitaban en torno a Bobruisk, le obligaron a preparar un doble ataque envolvente en vez de concentrar su fuerza en un sólo punto. El asalto principal por el flanco Sur se aplazó 24 horas. Fue una decisión sensata ya que las últimas lluvias habían empantanado aún más el terreno (no olvidemos la cercanía de las marismas de Pripyat) y un avance precipitado hubiera degenerado en un enorme caos. Stavka aceptó el cambio de planes de Rokossovski, considerando que su apreciación de la situación sería correcta. Una notable diferencia respecto al modo de actuar soviético tres años atrás.
El OKW, en cambio, no consideraba que los informes que recibían de Bielorrusia merecieran demasiada atención. Las peticiones de retirada de Reinhardt confirmaron una vez más la desconfianza de Hitler en los generales, y aunque estaba previsto que un SpzAbt del GrE NU se incorporara en esas fechas al Grupo Centro no se aceleró su movimiento. El Cuartel General estaba convencido de que los ataques del día 23 eran tan sólo un ardid para que debilitaran a las fuerzas de Model en favor de las de Busch. El engaño soviético estaba pagando sus dividendos.
El 22 de junio las avanzadas soviéticas llevaron a cabo varias operaciones de reconocimiento en fuerza para tantear la situación en la primera línea del frente y tomar posiciones de cara al asalto. La actividad fue especialmente intensa en el sector situado al Este de Vitebsk, donde las posiciones del III PzArm formaban una protuberancia tentadoramente vulnerable.
Al caer la noche la VVS empezó a ablandar los puntos fuertes, los puestos de mando y las líneas de comunicaciones. A las 5 de la mañana del día 23 de junio, tres años después del comienzo de Barbarossa, la artillería anunció el comienzo de la batalla.
La aviación no pudo ofrecer demasiado apoyo a las tropas ya que la mañana se levantó cubierta de niebla, pero la barrera artillera que cayó sobre las tropas del general Reinhardt fue dolorosamente eficaz. Las posiciones más adelantadas fueron barridos y el LIII Cuerpo (ID 206ª y 246ª, LufDiv 4ª y 6ª) quedó prácticamente aislado en torno a Vitebsk. Su jefe, el general Gollwitzer, solicitó inmediatamente permiso a Reinhardt para sacar de ahí a sus tropas. 30 km al Sur, la 299ª InfDiv fue destruida en las primera horas de lucha dejando un enorme boquete en las líneas del III PzArm.
Las comunicaciones con Vitebsk se mantuvieron gracias a la resistencia de la 197ª InfDiv, y el flanco sur del PzArm quedó cubierto por la 256ª, pero la línea de defensa había quedado reducida a un castillo de naipes que podía desmoronarse en cualquier instante. Los informes indicaban que además de las fuerzas que estaban atacando las posiciones germanas, había importantes movimientos enemigos por el flanco norte: la amenaza de un cerco sobre el LIII cuerpo se estaba haciendo ominosamente sólida a medida que pasaban las horas.Reinhardt decidió reagrupar sus fuerzas al Oeste de Vitebsk, tras el río Dvina, pero la respuesta del OKW no se hizo esperar: la Fortaleza de Vitebsk debía sostenerse a toda costa y el III PzArm no podía ceder ni una pulgada de terreno.
El IV Ejército, al noroeste de Minsk, logró frenar la primera acometida: esta agrupación ocupaba posiciones muy bien preparadas y contaba con bastante equipamiento pesado. Su flanco norte estaba cubierto por la 78ª StDiv, que contaba con un sturmAbt completo y una compañía de cazacarros Nashorn. Frente a Orsha estaba la 25ª PzGrDiv, que igualmente disponía de un SturmAbt. Además el 501 SpzAbt entró de inmediato en acción en apoyo de estas divisiones y tanto los Tiger como los cazacarros impusieron su ley contra las columnas acorazadas enemigas. Sin apoyo de los carros, el avance de los Guardias se volvió agónico. Sin embargo no había más reservas en la zona, así que si la línea cedía la situación del IV se volvería desesperada.
En el centro del dispositivo soviético el II Frente de Bielorrusia debía esperar a que sus vecinos se abrieran camino, así que sus tropas se limitaron a hacer algunos tanteos hacia Mogilev. Su artillería, no obstante, dedicó el día a machacar concienzudamente las posiciones enemigas, rivalizando con los cazabombarderos que, aprovechando una mejoría local del tiempo, se emplearon a fondo.
Rokossovski se encontró con más problemas, ya que la disposición de las defensas alemanas, que gravitaban en torno a Bobruisk, le obligaron a preparar un doble ataque envolvente en vez de concentrar su fuerza en un sólo punto. El asalto principal por el flanco Sur se aplazó 24 horas. Fue una decisión sensata ya que las últimas lluvias habían empantanado aún más el terreno (no olvidemos la cercanía de las marismas de Pripyat) y un avance precipitado hubiera degenerado en un enorme caos. Stavka aceptó el cambio de planes de Rokossovski, considerando que su apreciación de la situación sería correcta. Una notable diferencia respecto al modo de actuar soviético tres años atrás.
El OKW, en cambio, no consideraba que los informes que recibían de Bielorrusia merecieran demasiada atención. Las peticiones de retirada de Reinhardt confirmaron una vez más la desconfianza de Hitler en los generales, y aunque estaba previsto que un SpzAbt del GrE NU se incorporara en esas fechas al Grupo Centro no se aceleró su movimiento. El Cuartel General estaba convencido de que los ataques del día 23 eran tan sólo un ardid para que debilitaran a las fuerzas de Model en favor de las de Busch. El engaño soviético estaba pagando sus dividendos.
Última edición por japa el 13 Sep 2008, 18:28, editado 1 vez en total.
-
- General de Brigada
- Mensajes: 4956
- Registrado: 19 Jul 2006, 14:46
japa escribió:La plantilla de 9600 parece ser la estándar, al menos en la segund parte de la guerra, cuando el ER se reconstruye. Probablemente se trataba de hacer unidades con unas dimensiones más manejables, para ganar flexibilidad (creo recordar que la división triangular estadounidense también fue aligerándose en los años de la guerra fría)
No se donde leí que la adopcion de la estructura pentomica es de los años cincuenta, poco duró pues en el US ARMY la anterior.
S2
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
No recuerdo bien las fechas porque lo lei hace la torta de años, en la revista Ejército (creo), pero al parecer el US Army mantuvo la tendencia de divisiones de gran tamaño hasta los años 70, momento en que empezaron a plantearse una estructura más liviana. Aún así la división estadounidense sigue siendo una unidad de gran tamaño en comparación con una soviética o rusa, ya que estas oscilan entre los 10000 y 12000 hombres y las USA oscilan entre 10 y 18000 hombres. No obstante es posible que esa diferencia se deba más a una mayor necesidad de personal especializado para el soporte tecnológico, que es bastante mayor en el US Army
-
- General de Brigada
- Mensajes: 4385
- Registrado: 23 Ago 2003, 18:19
- Ubicación: Oxfordshire, RU
No obstante es posible que esa diferencia se deba más a una mayor necesidad de personal especializado para el soporte tecnológico, que es bastante mayor en el US Army
En un especial de "Defensa" sobre el ejército rojo (ER) se comparaba el % de tropas destinada a soporte en una división del ER y otra americana. La diferencia era enorme, una tenía la impresión de que los soviéticos vivían de lo que encontraban.
Probablemente se trataba de hacer unidades con unas dimensiones más manejables, para ganar flexibilidad
Esto también se hizo en 1941 con los cuerpos mecanizados: se disolvieron al ser demasiado complicados de utilizar y coordinar.
El dominio del aire estaba garantizado por cinco Ejércitos Aéreos: la VVS disponía de 2300 cazas, 1700 cazabombarderos y 2100 bombarderos medios y ligeros.
Hace poco compré el libro "Bagration to Berlin: The Final Air Battles in the East 1944-1945", de Christer Bergstrom. Una excelente obra que recomiendo. En 1943 la VVS no habia sufrido -por primera vez en la guerra- perdidas masivas que obligasen a forzar la entrada de pilotos poco entrenados, por lo que el nivel medio subió. Gunther Rall, que pasó una temporada en el frente occidental antes de volver a Rusia, lo comenta en sus memorias.
Algunos testimonios alemanes de Bagration dan una imagen dantesca sobre el efecto de la aviación soviética. Un voluntario de la 14 Waffen SS cuenta que a medida que se acercaban al frente -en medio de ataques aéreos y artilleros- veian a soldados desorientados, llorando, en completo pánico y aturdidos por la ofensiva soviética. En fin, algo que no beneficiaba a la moral de las tropas.
Japa, los comentarios de Manteuffel sobre los IS-2 y T-34-85, vienen de sus memorias? se pueden encontrar en algún sitio?
Saludos.
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
CRISIS
La noche del 23 al 24 las vanguardias del I Frente Báltico y el III de Bielorrusia convergieron sobre el Dvina, 40 km al oeste de Vitebsk y al mediodía el VI Ejército de Guardias atravesó el río. La 246ª IDiv trató de cortar las líneas soviéticas pero fue rechazada con grandes pérdidas. Finalmente Hitler autorizó la retirada del LIII Cuerpo, pero ordenó que la 206ª IDiv permaneciera en Vitebsk, pese a las airadas protestas de Reinhardt y Gollwitzer.
Con las posiciones al norte aseguradas, Bagramyan ordenó al I Cuerpo Acorazado que penetrara hacia el Oeste. Chernyakovsky, en cambio, retuvo al V Acorazado de Guardias ya que en su flanco sur la 78ª StDiv y la 256ª IDiv seguían resistiendo.
La situación de estas unidades iba a hacerse insostenible: una unidad de reconocimiento de la 1ª división de Guardias encontró un paso entre ambas divisiones, por unas marismas que los alemanes consideraban impenetrables. Chernyakovsky cambió su dispositivo y lanzó por ahí al II Cuerpo Acorazado. El frente del IV Ejército empezó a desintegrarse
Zakharov decidió no esperar más y sus tropas atravesaron sin dificultades las posiciones de la 337ª IDiv. Luego avanzaron hacia Mogilev mientras los alemanes se retiraban en desorden. No obstante la 18ª PzGrDiv y la 12ª IDiv se sostuvieron al sur de la brecha.
El I Frente de Bielorrusia también se puso en marcha. El III Ejército del general Gorbatov se abrió paso por el flanco norte y formó una cuña entre el IX y IV ejércitos alemanes. Jordan envió inmediatamente su única reserva, la 20ª PzDiv, a cortar la penetración enemiga.
Cuando los panzer tomaron contacto con el enemigo llegaron nuevas órdenes. El LXV Ejército al mando del general Batov rompió al sur de Bobruisk y Rokossovski mandó por el boquete al I Cuerpo Acorazado de Guardias. Jordan ordenó a la 20ª que rompiera el contacto con el enemigo y se desplazara hacia el Sur para hacer frente a la nueva amenaza. El PzAbt dejó atrás una compañía como apoyo de la 134ª IDiv y se puso en marcha.
Mover un batallón acorazado por unos caminos cubiertos de barro y llenos de personal en retirada no hizo demasiado por mejorar la situación de los alemanes. La división requirió más de diez horas para llegar a Slobodka, donde entró en combate sobre las 6 de la madrugada. Entretanto la situación al norte de Bobruisk se deterioraba a pasos agigantados.
El OKW seguía considerando que la batalla en Bielorrusia era tan solo una serie de combates locales, pero aceleró el traslado del 507 SpzAbt y ordenó al 505 que también se pusiera en marcha; adicionalmente se planificó el envío de dos de las PzDiv de Model. En cualquier caso estos refuerzos tenían por delante un largo camino, así que el GrE Centro tendría que sostenerse con sus propios medios.
Si podía.
La noche del 23 al 24 las vanguardias del I Frente Báltico y el III de Bielorrusia convergieron sobre el Dvina, 40 km al oeste de Vitebsk y al mediodía el VI Ejército de Guardias atravesó el río. La 246ª IDiv trató de cortar las líneas soviéticas pero fue rechazada con grandes pérdidas. Finalmente Hitler autorizó la retirada del LIII Cuerpo, pero ordenó que la 206ª IDiv permaneciera en Vitebsk, pese a las airadas protestas de Reinhardt y Gollwitzer.
Con las posiciones al norte aseguradas, Bagramyan ordenó al I Cuerpo Acorazado que penetrara hacia el Oeste. Chernyakovsky, en cambio, retuvo al V Acorazado de Guardias ya que en su flanco sur la 78ª StDiv y la 256ª IDiv seguían resistiendo.
La situación de estas unidades iba a hacerse insostenible: una unidad de reconocimiento de la 1ª división de Guardias encontró un paso entre ambas divisiones, por unas marismas que los alemanes consideraban impenetrables. Chernyakovsky cambió su dispositivo y lanzó por ahí al II Cuerpo Acorazado. El frente del IV Ejército empezó a desintegrarse
Zakharov decidió no esperar más y sus tropas atravesaron sin dificultades las posiciones de la 337ª IDiv. Luego avanzaron hacia Mogilev mientras los alemanes se retiraban en desorden. No obstante la 18ª PzGrDiv y la 12ª IDiv se sostuvieron al sur de la brecha.
El I Frente de Bielorrusia también se puso en marcha. El III Ejército del general Gorbatov se abrió paso por el flanco norte y formó una cuña entre el IX y IV ejércitos alemanes. Jordan envió inmediatamente su única reserva, la 20ª PzDiv, a cortar la penetración enemiga.
Cuando los panzer tomaron contacto con el enemigo llegaron nuevas órdenes. El LXV Ejército al mando del general Batov rompió al sur de Bobruisk y Rokossovski mandó por el boquete al I Cuerpo Acorazado de Guardias. Jordan ordenó a la 20ª que rompiera el contacto con el enemigo y se desplazara hacia el Sur para hacer frente a la nueva amenaza. El PzAbt dejó atrás una compañía como apoyo de la 134ª IDiv y se puso en marcha.
Mover un batallón acorazado por unos caminos cubiertos de barro y llenos de personal en retirada no hizo demasiado por mejorar la situación de los alemanes. La división requirió más de diez horas para llegar a Slobodka, donde entró en combate sobre las 6 de la madrugada. Entretanto la situación al norte de Bobruisk se deterioraba a pasos agigantados.
El OKW seguía considerando que la batalla en Bielorrusia era tan solo una serie de combates locales, pero aceleró el traslado del 507 SpzAbt y ordenó al 505 que también se pusiera en marcha; adicionalmente se planificó el envío de dos de las PzDiv de Model. En cualquier caso estos refuerzos tenían por delante un largo camino, así que el GrE Centro tendría que sostenerse con sus propios medios.
Si podía.
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
CERCO
La 4ª LD trató de abrir un corredor hacia el Sureste para evacuar las fuerzas de Gollwitzer, pero era demasiado tarde: durante la mañana del día 25 fue rodeada y casi aniquilada. El cerco del LIII Ejército era un hecho.
Reinhardt no tenía fuerzas suficientes como para tratar de forzar el paso hasta los cercados, ya que todo el sector se estaba viniendo abajo. La Luftwaffe trató de enviar suministros y evacuar a los heridos, pero la caza soviética barrió a los alemanes del cielo. La situación de las tropas en Vitebsk se volvió más desesperada a medida que pasaban las horas y los soviéticos consolidaban sus líneas.
La situación al Sur no era mucho mejor. Ante la amenaza de verse envueltos, el 4º empezó a replegarse hacia el Dnieper. El OKW prohibió de inmediato cualquier movimiento pero al caer la tarde Hitler aceptó el hecho consumado. Sin embargo exigió que se mantuviera la FesterPlatz de Orsha. El avance del II Acorazado de Guardias dejó atrás la población. Sus defensores estaban condenados.
La 12ª IDiv era la única fuerza que aún ofrecía resistencia en el sector central, pero recibió órdenes de romper el contacto y reforzar a la guarnición de Mogilev. Sin obstáculos, el II Frente de Bielorrusia avanzó hacia la plaza.
La 20ª PzDiv desperdició el primer día de combates durante su traslado y cuando inició su contraataque el I Cuerpo Acorazado estaba ya desplegado y alerta. La lucha arreció durante toda la mañana, pero era imposible contener al enemigo en esas condiciones y a mediodía sólo quedaban operativos la mitad de los carros. Por su parte la penetración soviética al norte del sector amenazaba con envolver Bobruisk en cualquier momento, así que Jordan pidió permiso para sacar al 9º Ejército de la trampa y retirarse hasta la línea del Berezina. Busch, que veía en peligro su cabeza tras los repliegues del III PzArm y el IV Ejército, le prohibió tajantemente cualquier movimiento.
Las cuatro Fortalezas del sector se convirtieron en otras tantas ratoneras para sus guarniciones. Adicionalmente, al concentrarse las tropas que se retiraban de la primera línea en las poblaciones, el frente se convirtió en un enorme coladero.
La 4ª LD trató de abrir un corredor hacia el Sureste para evacuar las fuerzas de Gollwitzer, pero era demasiado tarde: durante la mañana del día 25 fue rodeada y casi aniquilada. El cerco del LIII Ejército era un hecho.
Reinhardt no tenía fuerzas suficientes como para tratar de forzar el paso hasta los cercados, ya que todo el sector se estaba viniendo abajo. La Luftwaffe trató de enviar suministros y evacuar a los heridos, pero la caza soviética barrió a los alemanes del cielo. La situación de las tropas en Vitebsk se volvió más desesperada a medida que pasaban las horas y los soviéticos consolidaban sus líneas.
La situación al Sur no era mucho mejor. Ante la amenaza de verse envueltos, el 4º empezó a replegarse hacia el Dnieper. El OKW prohibió de inmediato cualquier movimiento pero al caer la tarde Hitler aceptó el hecho consumado. Sin embargo exigió que se mantuviera la FesterPlatz de Orsha. El avance del II Acorazado de Guardias dejó atrás la población. Sus defensores estaban condenados.
La 12ª IDiv era la única fuerza que aún ofrecía resistencia en el sector central, pero recibió órdenes de romper el contacto y reforzar a la guarnición de Mogilev. Sin obstáculos, el II Frente de Bielorrusia avanzó hacia la plaza.
La 20ª PzDiv desperdició el primer día de combates durante su traslado y cuando inició su contraataque el I Cuerpo Acorazado estaba ya desplegado y alerta. La lucha arreció durante toda la mañana, pero era imposible contener al enemigo en esas condiciones y a mediodía sólo quedaban operativos la mitad de los carros. Por su parte la penetración soviética al norte del sector amenazaba con envolver Bobruisk en cualquier momento, así que Jordan pidió permiso para sacar al 9º Ejército de la trampa y retirarse hasta la línea del Berezina. Busch, que veía en peligro su cabeza tras los repliegues del III PzArm y el IV Ejército, le prohibió tajantemente cualquier movimiento.
Las cuatro Fortalezas del sector se convirtieron en otras tantas ratoneras para sus guarniciones. Adicionalmente, al concentrarse las tropas que se retiraban de la primera línea en las poblaciones, el frente se convirtió en un enorme coladero.
Última edición por japa el 15 Sep 2008, 02:33, editado 1 vez en total.
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
HUNDIMIENTO
El general Gollwitzer no estaba dispuesto a dejar abandonada a su gente, dijeran lo que dijeran Hitler o Busch, así que se preparó para sacar de Vitebsk a todo el mundo, si es que no era demasiado tarde. El 26 dio las órdenes para la ruptura: la 246ª IDiv y los restos de la 6ª LDiv empezarían a moverse hacia el Oeste mientras él permanecía en la ciudad junto a la 206ª IDiv, sosteniendo la retaguardia y distrayendo al enemigo. En cuanto cayera la noche abandonarían la Fortaleza con la mayor discreción posible para alejarse todo lo posible antes de que los soviéticos se dieran cuenta.
Por desgracia la salida de las tropas degeneró en un caos cuando los equipos de demolición iniciaron la voladura de todas las estructuras siguiendo las órdenes de Tierra Quemada. Gollwitzer lo había prohibido para no llamar la atención, pero carecía de autoridad sobre la gente de los ferrocarriles o la Organización Todt. La ciudad empezó a arder por los cuatro costados, delatando la fuga de los alemanes
Para empeorar las cosas los artificieros volaron los puentes sobre el Dvina, incluyendo los que debía cruzar la 246ª, que quedó atrapada en la orilla oriental del río. La 6ª no corrió mejor suerte ya que fue aniquilada al tratar de atravesar las líneas enemigas. Sólo la 206 logró salir de Vitebsk en buen orden.
Escapar era otro asunto. Gollwitzer condujo la retirada durante la noche del 26 al 27 pero con una fuerza tan limitada era imposible romper el cerco. Las tropas se dispersaron en pequeños grupos para infiltrarse, pero fue inútil: los bosques hervían de partisanos. Apenas unos centenares de soldados lograron reunirse con el III PzArm: era todo lo que quedaba del LIII Ejército
Las tropas atrapadas en Orsha estaban incluso en peor situación, ya que eran demasiado pocos como para intentar escapar. La ciudad cayó esa misma noche: nadie logró salir.
El II Frente de Bielorrusia atravesó a mediodía el Dnieper, embolsando las posiciones de Mogilev. Esa noche empezó el asalto a las posiciones alemanas en la ciudad. El 27 la 12ª IDiv logró salir del cerco y junto a los restos del XXXIX PzKopr se dirigieron hacia Minsk.
En el sector sur el OKW ordenó que todas las tropas disponibles se concentraran en Brobruisk. Muchos no lo lograron y casi 40000 hombres quedaron cercados en campo abierto y fueron machacados sin piedad por la artillería del I Frente. Con las mayoría del IX Ejército atrapado en la ciudad, Rokossovski tenía el camino libre.
Jordan acudió al Cuartel General junto al mariscal Busch para tratar de convencer al Führer de que le permitiera sacar a sus fuerzas del cepo, pero fue inútil: fue cesado en el mando, al igual que el jefe del GrE Centro. El mariscal Model recibió la orden de dirigirse de inmediato a Minsk y hacerse cargo de la situación.
Hitler había comprendido por fin que el GrE Centro se enfrentaba a una ofensiva en toda regla. Varias unidades acorazadas estaban ya en camino para restablecer la situación, pero era demasiado tarde: el frente se había desintegrado.
El general Gollwitzer no estaba dispuesto a dejar abandonada a su gente, dijeran lo que dijeran Hitler o Busch, así que se preparó para sacar de Vitebsk a todo el mundo, si es que no era demasiado tarde. El 26 dio las órdenes para la ruptura: la 246ª IDiv y los restos de la 6ª LDiv empezarían a moverse hacia el Oeste mientras él permanecía en la ciudad junto a la 206ª IDiv, sosteniendo la retaguardia y distrayendo al enemigo. En cuanto cayera la noche abandonarían la Fortaleza con la mayor discreción posible para alejarse todo lo posible antes de que los soviéticos se dieran cuenta.
Por desgracia la salida de las tropas degeneró en un caos cuando los equipos de demolición iniciaron la voladura de todas las estructuras siguiendo las órdenes de Tierra Quemada. Gollwitzer lo había prohibido para no llamar la atención, pero carecía de autoridad sobre la gente de los ferrocarriles o la Organización Todt. La ciudad empezó a arder por los cuatro costados, delatando la fuga de los alemanes
Para empeorar las cosas los artificieros volaron los puentes sobre el Dvina, incluyendo los que debía cruzar la 246ª, que quedó atrapada en la orilla oriental del río. La 6ª no corrió mejor suerte ya que fue aniquilada al tratar de atravesar las líneas enemigas. Sólo la 206 logró salir de Vitebsk en buen orden.
Escapar era otro asunto. Gollwitzer condujo la retirada durante la noche del 26 al 27 pero con una fuerza tan limitada era imposible romper el cerco. Las tropas se dispersaron en pequeños grupos para infiltrarse, pero fue inútil: los bosques hervían de partisanos. Apenas unos centenares de soldados lograron reunirse con el III PzArm: era todo lo que quedaba del LIII Ejército
Las tropas atrapadas en Orsha estaban incluso en peor situación, ya que eran demasiado pocos como para intentar escapar. La ciudad cayó esa misma noche: nadie logró salir.
El II Frente de Bielorrusia atravesó a mediodía el Dnieper, embolsando las posiciones de Mogilev. Esa noche empezó el asalto a las posiciones alemanas en la ciudad. El 27 la 12ª IDiv logró salir del cerco y junto a los restos del XXXIX PzKopr se dirigieron hacia Minsk.
En el sector sur el OKW ordenó que todas las tropas disponibles se concentraran en Brobruisk. Muchos no lo lograron y casi 40000 hombres quedaron cercados en campo abierto y fueron machacados sin piedad por la artillería del I Frente. Con las mayoría del IX Ejército atrapado en la ciudad, Rokossovski tenía el camino libre.
Jordan acudió al Cuartel General junto al mariscal Busch para tratar de convencer al Führer de que le permitiera sacar a sus fuerzas del cepo, pero fue inútil: fue cesado en el mando, al igual que el jefe del GrE Centro. El mariscal Model recibió la orden de dirigirse de inmediato a Minsk y hacerse cargo de la situación.
Hitler había comprendido por fin que el GrE Centro se enfrentaba a una ofensiva en toda regla. Varias unidades acorazadas estaban ya en camino para restablecer la situación, pero era demasiado tarde: el frente se había desintegrado.
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
LLEGAN LOS PANZER
Donde antes estaban las líneas del GrE Centro ahora sólo quedaba un enorme agujero, en el que luchaban a la desesperada los restos de la 78ª StDiv y las IDiv 299 y 252. Las ID 14ª, 197ª, 206ª, 226ª y 256ª, y las LDiv 4ª y 6ª habían desaparecido. El resto de las tropas estaban cercadas o trataban de escapar de la zona bajo el fuego de los cazabombarderos Shturmovik: una vez eliminada la escasa oposición de la Luftwaffe, los pilotos soviéticos se encontraron con un magnífico polígono de tiro.
El nudo en torno a Mogilev quedó definitivamente sellado y el II Frente de Bielorrusia empezó a empujar a los restos del IV Ejército hacia el Oeste, aumentando aún más el caos en las líneas alemanas. La FesterPlatz cayó al final de la tarde.
En las carreteras se mezclaban los funcionarios del partido, el personal de servicios, la sanidad y las tropas. Las escenas de histeria se repetían en cada cruce o puente, formando embudos y aglomeraciones sobre las que caían las bombas y la artillería. Y por esas rutas atestadas tenían que pasar ahora los refuerzos que por fin estaban llegando a la zona.
La 5ª PzDiv fue enviada al sector central. Esta unidad era una de las fuerzas más potentes del Frente Oriental, ya que alineaba 70 Pz V y 55 Pz IV; además se le sumó como complemento el 505 SpzAbt con 29 Tiger I. Ambas unidades venían del GrE NU. Las primeras tropas desembarcaron en Borisov: los Tiger y el batallón de ingenieros tomaron posiciones en el Berezina dando cobertura a la masa de hombres desesperados que trataban de cruzar los puentes. El resto de la división desembarcó entre Borisov y Minsk, desplegándose para hacer frente a la fuerza de explotación del III Frente de Bielorrusia, el V Ejército Acorazado de Guardias, que venía en ruta de colisión hacia los carros de la 5ª.
La 12ª PzDiv, del GrE Norte, fue enviada en ayuda del IX Ejército. Su misión era abrir una ruta hasta Brobuisk para liberar al IX Ejército, pero carecía de fuerza para ello. La división estaba en fase de reconstrucción tras los combates de febrero contra el Frente de Leningrado. Un PzAbt estaba en Alemania reequipándose y el otro y sólo disponía de 44 Pz III y Pz IV. En esas condiciones fue una hazaña que sus carros lograran llegar hasta la orilla del Svisloch, a 20 km de la bolsa. Dentro, la situación de los cercados empeoraba por horas bajo el fuego de la artillería pesada y la aviación enemiga.
Hitler esperaba milagros de su mariscal favorito, pero con unas fuerzas tan reducidas a su disposición Model no podía aspirar más que a salvar Minsk, y eso siendo muy optimistas.
Donde antes estaban las líneas del GrE Centro ahora sólo quedaba un enorme agujero, en el que luchaban a la desesperada los restos de la 78ª StDiv y las IDiv 299 y 252. Las ID 14ª, 197ª, 206ª, 226ª y 256ª, y las LDiv 4ª y 6ª habían desaparecido. El resto de las tropas estaban cercadas o trataban de escapar de la zona bajo el fuego de los cazabombarderos Shturmovik: una vez eliminada la escasa oposición de la Luftwaffe, los pilotos soviéticos se encontraron con un magnífico polígono de tiro.
El nudo en torno a Mogilev quedó definitivamente sellado y el II Frente de Bielorrusia empezó a empujar a los restos del IV Ejército hacia el Oeste, aumentando aún más el caos en las líneas alemanas. La FesterPlatz cayó al final de la tarde.
En las carreteras se mezclaban los funcionarios del partido, el personal de servicios, la sanidad y las tropas. Las escenas de histeria se repetían en cada cruce o puente, formando embudos y aglomeraciones sobre las que caían las bombas y la artillería. Y por esas rutas atestadas tenían que pasar ahora los refuerzos que por fin estaban llegando a la zona.
La 5ª PzDiv fue enviada al sector central. Esta unidad era una de las fuerzas más potentes del Frente Oriental, ya que alineaba 70 Pz V y 55 Pz IV; además se le sumó como complemento el 505 SpzAbt con 29 Tiger I. Ambas unidades venían del GrE NU. Las primeras tropas desembarcaron en Borisov: los Tiger y el batallón de ingenieros tomaron posiciones en el Berezina dando cobertura a la masa de hombres desesperados que trataban de cruzar los puentes. El resto de la división desembarcó entre Borisov y Minsk, desplegándose para hacer frente a la fuerza de explotación del III Frente de Bielorrusia, el V Ejército Acorazado de Guardias, que venía en ruta de colisión hacia los carros de la 5ª.
La 12ª PzDiv, del GrE Norte, fue enviada en ayuda del IX Ejército. Su misión era abrir una ruta hasta Brobuisk para liberar al IX Ejército, pero carecía de fuerza para ello. La división estaba en fase de reconstrucción tras los combates de febrero contra el Frente de Leningrado. Un PzAbt estaba en Alemania reequipándose y el otro y sólo disponía de 44 Pz III y Pz IV. En esas condiciones fue una hazaña que sus carros lograran llegar hasta la orilla del Svisloch, a 20 km de la bolsa. Dentro, la situación de los cercados empeoraba por horas bajo el fuego de la artillería pesada y la aviación enemiga.
Hitler esperaba milagros de su mariscal favorito, pero con unas fuerzas tan reducidas a su disposición Model no podía aspirar más que a salvar Minsk, y eso siendo muy optimistas.
-
- Coronel
- Mensajes: 3266
- Registrado: 30 May 2006, 14:42
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
COLISIÓN
Minsk quedaba ahora en el centro de un cepo que se cerraba con alarmante rapidez. La única fuerza que todavía combatía en el Este era el conjunto de tropas atrapadas en Brobruisk. De acuerdo a la intuición de Hitler, Rokossovski debería estar entretenido concentrando sus mejores tropas alrededor de la ciudad, pero la realidad se empeñaba en desmentir las ideas del Führer. Por supuesto algunas tropas sostenían el cerco, pero sus fuerzas de explotación estaban tomando posiciones para ponerse en marcha de inmediato, encabezados por el Cuerpo de Caballería de Guardias del general del general Pliyev y el I Cuerpo Acorazado de Guardias. Los primeros tenían la misión de penetrar hacia Baranovichi, al sureste de Minsk, para cortar las líneas de retaguardia alemanas. Los otros tenían una cita en Minsk y ya llevaban demasiado retraso.
La 5ª PzDiv se desplegó entre el 27 y el 28 en el enorme boquete que se había abierto entre los restos del III PzArm y el IV Ejército. Sus tropas tomaron posiciones en medio de la marea de fugitivos aterrados que trataba de alcanzar Minsk, un espectáculo que no debió elevar demasiado su moral. La avanzada divisionaria estaba formada por los Tiger del 505, el batallón de reconocimiento y el de ingenieros: esta formación se puso en marcha a primera hora de la mañana el día 28.
Los primeros combates tuvieron lugar por la tarde a unos 40 km al este de Borisov, en el apeadero de Krupki. Allí los Tiger se encontraron con las unidades de reconocimiento del III Cuerpo Acorazado de Guardias. Estas tropas, curiosamente, iban equipados con carros
estadounidenses M-4A2, un modelo muy apreciado por los soviéticos por su gran fiabilidad mecánica, de ahí que se le empleara en las puntas de marcha.
Si los rusos conocían la leyenda de los cinco Sherman, no dieron muestras de darle mucho crédito, porque se lanzaron a la batalla sin amilanarse. Tras un durísimo combate la estación cayó esa noche en sus mano. A la mañana siguiente los guardias se lanzaron hacia Borisov para tratar de tomar los puentes sobre el Berezina antes de que los alemanes los volaran.
Mientras tenía lugar ese combate, las tropas cercadas en Brobruisk intentaron salir de la trampa. Los últimos carros de la 20ª PzDiv encabezaron la marcha, atravesando las líneas soviéticas al norte del cerco. Su objetivo era alcanzar las posiciones de la 12ª PzDiv.
La mañana del 29 los fugitivos fueron descubiertos en campo abierto. Unos 15000 hombres agotados y con la moral por los suelos lograron llegar hasta el Svisloch: era todo lo que quedaba del IX Ejército. Tras reunir a todos los fugados la 12ª se retiró hacia el Oeste.
Esa misma mañana los carristas del III Cuerpo Acorazado se enzarzaron con los panzerPioneer mientras más al norte la vanguardia de Rotmistrov (el III Cuerpo de Caballería de Guardias, del general Oslikovskiy) cruzaban el Berezina y establecían una cabeza de puente a la altura de Rudnia. Poco después el XXIX Cuerpo Acorazado hizo lo mismo más al Sur, en Studenka.
Las cabezas de puente fueron contenidas por un contraataque del batallón de reconocimiento de la 5ª PzDiv. Una agrupación del V Acorazado de Guardias se dirigió hacia el noroeste para rodear el perímetro alemán en torno a Minsk. Al mismo tiempo el 31 PzGrReg atacó una nueva penetración del XI Ejército de Guardias soviética en Kostritsa, a pocos kilómetros de Borisov. Para el mediodía los pasos del Berezina que aún estaban en manos alemanas estaban rodeados por los carros soviéticos, con lo que las últimas rutas de escape quedaron cortadas. Miles de soldados del IV Ejército quedaron atrapados en la orilla oriental.
Model llegó el 29 a Minsk, encontrándose con una situación desesperada. Brobruisk cayó esa noche mientras las tropas de Pliyev rebasaban Slutsk, casi 90 km al Oeste. La 12ª PzDiv recibió la orden de atacar esa penetración cuanto antes. La 4ª PzDiv y la 28ª JDiv fueron puestas en alerta para reforzar el flanco meridional.
Tras volar los puentes los alemanes se retiraron a Borisov con la esperanza de ganar algo de tiempo mientras el enemigo forzaba el paso. Fue en vano, ya que durante la noche los soviéticos tantearon todos los posibles puntos de paso y la mañana del 30 el río se convirtió en un hervidero de ivanes. Las tropas del XI de Guardias cruzaron al sur de Studenka y un poco más al norte lo hicieron los carros del III Cuerpo Mecanizado de Guardias. El XI de Guardias lo hizo al sur de Borisov, pese a la oposición de cinco regimientos policiales de las SS, y más al Sur el XXXI Ejército pasó el río por la propia ciudad de Berezino. Y no sólo estaban los cruces principales: a todo lo largo del río había tropas cruzando por medios improvisados: balsas, barcas, neumáticos…
La 5ª PzDiv no podía lidiar a la vez contra una cantidad semejante de cruces. La Luftwaffe lanzó todos los aviones que le quedaban en un desesperado intento de destruir los puentes usados por los soviéticos: el puente de Borisov, el mayor de todos, fue volado justo cuando una columna de Guardias lo atravesaba. Todo era en vano: al mediodía la propia Borisov estaba rodeada y tras una lucha desesperada los supervivientes se retiraron hacia Minsk. El contraataque de la 5ª PzDiv había fracasado antes de empezar.
La carrera hacia el Berezina había concluido; la mitad oriental de Bielorrusia estaba de nuevo en manos soviéticas. Pero aún faltaba el premio principal: Minsk.
Minsk quedaba ahora en el centro de un cepo que se cerraba con alarmante rapidez. La única fuerza que todavía combatía en el Este era el conjunto de tropas atrapadas en Brobruisk. De acuerdo a la intuición de Hitler, Rokossovski debería estar entretenido concentrando sus mejores tropas alrededor de la ciudad, pero la realidad se empeñaba en desmentir las ideas del Führer. Por supuesto algunas tropas sostenían el cerco, pero sus fuerzas de explotación estaban tomando posiciones para ponerse en marcha de inmediato, encabezados por el Cuerpo de Caballería de Guardias del general del general Pliyev y el I Cuerpo Acorazado de Guardias. Los primeros tenían la misión de penetrar hacia Baranovichi, al sureste de Minsk, para cortar las líneas de retaguardia alemanas. Los otros tenían una cita en Minsk y ya llevaban demasiado retraso.
La 5ª PzDiv se desplegó entre el 27 y el 28 en el enorme boquete que se había abierto entre los restos del III PzArm y el IV Ejército. Sus tropas tomaron posiciones en medio de la marea de fugitivos aterrados que trataba de alcanzar Minsk, un espectáculo que no debió elevar demasiado su moral. La avanzada divisionaria estaba formada por los Tiger del 505, el batallón de reconocimiento y el de ingenieros: esta formación se puso en marcha a primera hora de la mañana el día 28.
Los primeros combates tuvieron lugar por la tarde a unos 40 km al este de Borisov, en el apeadero de Krupki. Allí los Tiger se encontraron con las unidades de reconocimiento del III Cuerpo Acorazado de Guardias. Estas tropas, curiosamente, iban equipados con carros
estadounidenses M-4A2, un modelo muy apreciado por los soviéticos por su gran fiabilidad mecánica, de ahí que se le empleara en las puntas de marcha.
Si los rusos conocían la leyenda de los cinco Sherman, no dieron muestras de darle mucho crédito, porque se lanzaron a la batalla sin amilanarse. Tras un durísimo combate la estación cayó esa noche en sus mano. A la mañana siguiente los guardias se lanzaron hacia Borisov para tratar de tomar los puentes sobre el Berezina antes de que los alemanes los volaran.
Mientras tenía lugar ese combate, las tropas cercadas en Brobruisk intentaron salir de la trampa. Los últimos carros de la 20ª PzDiv encabezaron la marcha, atravesando las líneas soviéticas al norte del cerco. Su objetivo era alcanzar las posiciones de la 12ª PzDiv.
La mañana del 29 los fugitivos fueron descubiertos en campo abierto. Unos 15000 hombres agotados y con la moral por los suelos lograron llegar hasta el Svisloch: era todo lo que quedaba del IX Ejército. Tras reunir a todos los fugados la 12ª se retiró hacia el Oeste.
Esa misma mañana los carristas del III Cuerpo Acorazado se enzarzaron con los panzerPioneer mientras más al norte la vanguardia de Rotmistrov (el III Cuerpo de Caballería de Guardias, del general Oslikovskiy) cruzaban el Berezina y establecían una cabeza de puente a la altura de Rudnia. Poco después el XXIX Cuerpo Acorazado hizo lo mismo más al Sur, en Studenka.
Las cabezas de puente fueron contenidas por un contraataque del batallón de reconocimiento de la 5ª PzDiv. Una agrupación del V Acorazado de Guardias se dirigió hacia el noroeste para rodear el perímetro alemán en torno a Minsk. Al mismo tiempo el 31 PzGrReg atacó una nueva penetración del XI Ejército de Guardias soviética en Kostritsa, a pocos kilómetros de Borisov. Para el mediodía los pasos del Berezina que aún estaban en manos alemanas estaban rodeados por los carros soviéticos, con lo que las últimas rutas de escape quedaron cortadas. Miles de soldados del IV Ejército quedaron atrapados en la orilla oriental.
Model llegó el 29 a Minsk, encontrándose con una situación desesperada. Brobruisk cayó esa noche mientras las tropas de Pliyev rebasaban Slutsk, casi 90 km al Oeste. La 12ª PzDiv recibió la orden de atacar esa penetración cuanto antes. La 4ª PzDiv y la 28ª JDiv fueron puestas en alerta para reforzar el flanco meridional.
Tras volar los puentes los alemanes se retiraron a Borisov con la esperanza de ganar algo de tiempo mientras el enemigo forzaba el paso. Fue en vano, ya que durante la noche los soviéticos tantearon todos los posibles puntos de paso y la mañana del 30 el río se convirtió en un hervidero de ivanes. Las tropas del XI de Guardias cruzaron al sur de Studenka y un poco más al norte lo hicieron los carros del III Cuerpo Mecanizado de Guardias. El XI de Guardias lo hizo al sur de Borisov, pese a la oposición de cinco regimientos policiales de las SS, y más al Sur el XXXI Ejército pasó el río por la propia ciudad de Berezino. Y no sólo estaban los cruces principales: a todo lo largo del río había tropas cruzando por medios improvisados: balsas, barcas, neumáticos…
La 5ª PzDiv no podía lidiar a la vez contra una cantidad semejante de cruces. La Luftwaffe lanzó todos los aviones que le quedaban en un desesperado intento de destruir los puentes usados por los soviéticos: el puente de Borisov, el mayor de todos, fue volado justo cuando una columna de Guardias lo atravesaba. Todo era en vano: al mediodía la propia Borisov estaba rodeada y tras una lucha desesperada los supervivientes se retiraron hacia Minsk. El contraataque de la 5ª PzDiv había fracasado antes de empezar.
La carrera hacia el Berezina había concluido; la mitad oriental de Bielorrusia estaba de nuevo en manos soviéticas. Pero aún faltaba el premio principal: Minsk.
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
MINSK
Mientras los soviéticos aseguraban Borisov la 5ª PzDiv tomó posiciones a lo largo de la ruta hacia Minsk con la intención de retrasar todo lo posible el avance del II Cuerpo Acorazado, mientras el 31 PzGr y dos compañías del 505 se situaban al norte de la ciudad para evitar que Rotmistrov les flanqueara
La FesterPlatz Minsk apenas existía de nombre ya que su guarnición consistía en personal de servicios, fuerzas policiales y soldados alistados entre la masa de refugiados, muchos de ellos heridos. No había posiciones defensivas ni artillería. La única esperanza de Model era contener el avance de los carros enemigos hasta la llegada de refuerzos. Por supuesto Hitler decidió que perder la ciudad sería un desprestigio ante sus aliados finlandeses y ordenó la consabida resistencia a toda costa.
El 1 de julio la agrupación enviada hacia el norte entró en combate en Plestchenitsy, interceptando la penetración del III Cuerpo Mecanizado de Guardias, reforzado por el XXIX Cuerpo Acorazado. Esta formación trataba de alcanzar Molodechno, 60 km al noroeste de Minsk, para cortar las comunicaciones de Minsk con el GrE Norte. La línea férrea que circulaba de ahí a la capital era vital para la recepción de refuerzos (estaban llegando las IDiv 170ª y 221ª, más un SturmAbt adicional).
El contraataque acorazado logró frenar la acometida soviética e impidió que la avanzada del V Acorazado envolviera la retaguardia alemana. Al mismo tiempo el III Cuerpo Acorazado de Guardias lanzó un ataque frontal contra la ciudad desde Borisov. Este asalto fue igualmente rechazado por los panzergrenadier de la 5ª.
La situación, aparentemente, estaba en tablas, pero una sola PzDiv no podía cubrir todo el frente. El II Cuerpo Acorazado de Guardias forzó el paso del río esa misma mañana en Murovo, al sur de Borisov, y se encontró con un grupo partisano. Los guerrilleros les informaron de que que la parte meridional de la ciudad apenas estaba defendida. Inmediatamente la 4ª Brigada Acorazada de Guardias se lanzó hacia adelante, atravesando las líneas alemanas sin mirar a sus flancos.
La noche del 1 al 2 de julio Hitler autorizó la salda del personal administrativo y los heridos, justo por las líneas de ferrocarril que la 5ª PzDiv había salvado unas horas antes. A lo largo del día 2 la 4ª Brigada siguió su carrera trazando un arco hacia la retaguardia de Minsk mientras el II Cuerpo le seguía ensanchando la brecha. La madrugada del día 3 los soviéticos alcanzaron las afueras de Minsk y al romper el día los T-34, cargados de fusileros, se lanzaron directamente contra el centro de la ciudad.
Hacia el mediodía el I Cuerpo Acorazado de Guardias se unió a la lucha en la ciudad. El I Frente de Bielorrusia había perdido la carrera por apenas unas horas. Pero al margen del honor por la entrada en Minsk, que indiscutiblemente recayó sobre el III Frente, el primer objetivo de Bagration se había cumplido: la tenaza se había cerrado
Todavía algunas tropas lograron salir del colosal cepo de Bielorrusia, como los restos del 501 SpzAbt (apenas una compañía de Tiger) que logró alcanzar las líneas alemanas el día 2, pero había sonado la Hora del Juicio para el IV Ejército.
Mientras los soviéticos aseguraban Borisov la 5ª PzDiv tomó posiciones a lo largo de la ruta hacia Minsk con la intención de retrasar todo lo posible el avance del II Cuerpo Acorazado, mientras el 31 PzGr y dos compañías del 505 se situaban al norte de la ciudad para evitar que Rotmistrov les flanqueara
La FesterPlatz Minsk apenas existía de nombre ya que su guarnición consistía en personal de servicios, fuerzas policiales y soldados alistados entre la masa de refugiados, muchos de ellos heridos. No había posiciones defensivas ni artillería. La única esperanza de Model era contener el avance de los carros enemigos hasta la llegada de refuerzos. Por supuesto Hitler decidió que perder la ciudad sería un desprestigio ante sus aliados finlandeses y ordenó la consabida resistencia a toda costa.
El 1 de julio la agrupación enviada hacia el norte entró en combate en Plestchenitsy, interceptando la penetración del III Cuerpo Mecanizado de Guardias, reforzado por el XXIX Cuerpo Acorazado. Esta formación trataba de alcanzar Molodechno, 60 km al noroeste de Minsk, para cortar las comunicaciones de Minsk con el GrE Norte. La línea férrea que circulaba de ahí a la capital era vital para la recepción de refuerzos (estaban llegando las IDiv 170ª y 221ª, más un SturmAbt adicional).
El contraataque acorazado logró frenar la acometida soviética e impidió que la avanzada del V Acorazado envolviera la retaguardia alemana. Al mismo tiempo el III Cuerpo Acorazado de Guardias lanzó un ataque frontal contra la ciudad desde Borisov. Este asalto fue igualmente rechazado por los panzergrenadier de la 5ª.
La situación, aparentemente, estaba en tablas, pero una sola PzDiv no podía cubrir todo el frente. El II Cuerpo Acorazado de Guardias forzó el paso del río esa misma mañana en Murovo, al sur de Borisov, y se encontró con un grupo partisano. Los guerrilleros les informaron de que que la parte meridional de la ciudad apenas estaba defendida. Inmediatamente la 4ª Brigada Acorazada de Guardias se lanzó hacia adelante, atravesando las líneas alemanas sin mirar a sus flancos.
La noche del 1 al 2 de julio Hitler autorizó la salda del personal administrativo y los heridos, justo por las líneas de ferrocarril que la 5ª PzDiv había salvado unas horas antes. A lo largo del día 2 la 4ª Brigada siguió su carrera trazando un arco hacia la retaguardia de Minsk mientras el II Cuerpo le seguía ensanchando la brecha. La madrugada del día 3 los soviéticos alcanzaron las afueras de Minsk y al romper el día los T-34, cargados de fusileros, se lanzaron directamente contra el centro de la ciudad.
Hacia el mediodía el I Cuerpo Acorazado de Guardias se unió a la lucha en la ciudad. El I Frente de Bielorrusia había perdido la carrera por apenas unas horas. Pero al margen del honor por la entrada en Minsk, que indiscutiblemente recayó sobre el III Frente, el primer objetivo de Bagration se había cumplido: la tenaza se había cerrado
Todavía algunas tropas lograron salir del colosal cepo de Bielorrusia, como los restos del 501 SpzAbt (apenas una compañía de Tiger) que logró alcanzar las líneas alemanas el día 2, pero había sonado la Hora del Juicio para el IV Ejército.
Última edición por japa el 17 Sep 2008, 00:23, editado 1 vez en total.
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
japa escribió:MINSK
Mientras los soviéticos aseguraban Borisov la 5ª PzDiv tomó posiciones a lo largo de la ruta hacia Minsk con la intención de retrasar todo lo posible el avance del II Cuerpo Acorazado, mientras el 31 PzGr y dos compañías del 505 se situaban al norte de la ciudad para evitar que Rotmistrov les flanqueara
La FesterPlatz Minsk apenas existía de nombre ya que su guarnición consistía en personal de escalón, fuerzas policiales y soldados alistados entre la masa de refugiados, muchos de ellos heridos. No había posiciones defensivas ni artillería. La única esperanza de Model era contener el avance de los carros enemigos hasta la llegada de refuerzos. Por supuesto Hitler decidió que perder la ciudad sería un desprestigio ante sus aliados finlandeses y ordenó la consabida resistencia a toda costa.
El 1 de julio la agrupación enviada hacia el norte entró en combate en Plestchenitsy, interceptando la penetración del III Cuerpo Mecanizado de Guardias, reforzado por el XXIX Cuerpo Acorazado. Esta formación trataba de alcanzar Molodechno, 60 km al noroeste de Minsk, para cortar las comunicaciones de Minsk con el GrE Norte. La línea férrea que circulaba de ahí a la capital era vital para la recepción de refuerzos (estaban llegando las IDiv 170ª y 221ª, más un SturmAbt adicional).
El contraataque acorazado logró frenar la acometida soviética e impidió que la avanzada del V Acorazado envolviera la retaguardia alemana. Al mismo tiempo el III Cuerpo Acorazado de Guardias lanzó un ataque frontal contra la ciudad desde Borisov. Este asalto fue igualmente rechazado por los panzergrenadier de la 5ª.
La situación, aparentemente, estaba en tablas, pero una sola PzDiv no podía cubrir todo el frente. El II Cuerpo Acorazado de Guardias forzó el paso del río esa misma mañana en Murovo, al sur de Borisov, y se encontró con un grupo partisano. Los guerrilleros les informaron de que que la parte meridional de la ciudad apenas estaba defendida. Inmediatamente la 4ª Brigada Acorazada de Guardias se lanzó hacia adelante, atravesando las líneas alemanas sin mirar a sus flancos.
La noche del 1 al 2 de julio Hitler autorizó la salda del personal administrativo y los heridos, justo por las vlíneas de ferrocarril que la 5ª PzDiv había salvado unas horas antes. A lo largo del día 2 la 4ª Brigada siguió su carrera trazando un arco hacia la retaguardia de Minsk mientras el II Cuerpo le seguía ensanchando la brecha. La madrugada del día 3 los soviéticos alcanzaron las afueras de Minsk y al romper el día los T-34, cargados de fusileros, se lanzaron directamente contra el centro de la ciudad.
Hacia el mediodía el I Cuerpo Acorazado de Guardias se unió a la lucha en la ciudad. El I Frente de Bielorrusia había perdido la carrera por apenas unas horas. Pero al margen del honor por la entrada en Minsk, que indiscutiblemente recayó sobre el III Frente, el primer objetivo de Bagration se había cumplido: la tenaza se había cerrado
Todavía algunas tropas lograron salir del colosal cepo de Bielorrusia, como los restos del 501 SpzAbt (apenas una compañía de Tiger) que logró alcanzar las líneas alemanas el día 2, pero para la mayor parte del IV Ejército y buena parte del III PzArm había sonado la Hora del Juicio.
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
EXTERMINIO
De haberse iniciado la retirada cuando lo solicitaron los jefes de los diversos ejércitos que formaban el GrE Centro es posible que la mayor parte de las fuerzas alemanas en Bielorrusia hubieran logrado sobrevivir. No fue el caso: Hitler aceptó las retiradas a regañadientes, de forma parcial y siempre con condicionantes, insistiendo en que importantes contingentes permanecieran en las fortalezas. Los resultados de todas esas dilaciones no se hicieron esperar: EL día 28 ya había sido eliminada la mayor parte del III PzArm y la casi totalidad del IX Ejército por el empeño del OKW en sostener Vitebsk y Brobruisk, y el 3 de mayo, cuando los soviéticos cerraron el cerco en Minsk, una gran parte del IV Ejército estaba al Este del Berezina.
A la hora de tomar decisiones el mariscal Busch decidió poner la integridad de su cabeza por encima de la vida de sus hombres, y aceptó sumisamente todas y cada una de las irracionalidades que se le exigieron desde el cuartel del Führer. El desastre hubiera sido completo de no ser porque los generales en el frente optaron por la desobediencia y comenzaron los repliegues antes de que fuera demasiado tarde. Y aún así el Grupo Centro fue prácticamente borrado del mapa.
A partir del tercer día de combates las columnas soviéticas rebasaron a gran velocidad a las tropas del IV Ejército que trataban de retirarse ordenadamente. Desde el día 28 la retirada se convirtió en una huida a cualquier precio. La situación pronto degeneró en el caos ya que al igual que en el flanco norte las demoliciones se realizaron sin orden ni concierto, y las escasas rutas aún disponibles desaparecieron bajo las oleadas de fugitivos.
Tanto la 5ª PzDiv, apoyada por el 505 SpzAbt, como la 12ª, reforzada por el 507, lucharon contra toda esperanza tratando de mantener abiertas algunas rutas de escape. En esos combates se destruyeron centenares de carros enemigos, pero una vez consolidado el cerco ambas formaciones recibieron la orden de asegurar los cruces ferroviarios de Molodechno y Baranovichi. Para empeorar aún más las cosas, el OKW dirigió a todas las fuerzas que se retiraban hacia Minsk, justo donde se iba a concentrar el principal esfuerzo de la ofensiva.
Los alemanes invirtieron todo su aliento en alcanzar el Berezina, pero las tropas que lograron cruzarlo se encontraron con que el frente alemán se había desplazado aún más hacia el Oeste. Se suponía que la Luftwaffe debería abastecer a los dos grandes núcleos que aún mantenían alguna coherencia (los restos del XXXIX PzKorp y una amalgama del XII y XXVII Cuerpos) pero los cielos pertenecían a Iván. Sin suministros, la capacidad de combate de esas fuerzas se redujo a pasos agigantados.
El XII Cuerpo logró llegar hasta Smolivichi, apenas a 12 km de la capital, con las IDiv 31ª, 57ª, 267ª y los restos de la 25ª PGDiv, la 78ª StDiv y la 260ª IDiv. La 286ª SD, que estaba destinada como reserva en el sector central, fue destruida en Orsha. Estas seis divisiones trataron de abrirse paso en pequeños grupos, pero apenas unos centenares de soldados lograron alcanzar las líneas amigas.
El XXXIX PzKorp tuvo un poco más de suerte, ya que varios núcleos divisionarios lograron escapar de la trampa. Aún así sus cuatro divisiones (12ª, 31ª, 110ª y 337ª) fueron duramente diezmadas y quedaron fuera de combate. Los restos de estas unidades sirvieron de base para reconstituirlas parcialmente, en algunos casos como JDiv.
Las tropas que trataron de infiltrarse en pequeños grupos fueron prácticamente aniquiladas en los bosques. Los Ubbermensch dedicaron tres largos años a enseñar concienzudamente a la población de Bielorrusia cuál era su sitio en el Nuevo Orden nazi, y los partisanos se cobraron con creces la deuda: hubo casos puntuales de oficiales que fueron respetados para entregarlos al ejército, ya que podían ser valiosas fuentes de información, pero casi todos los alemanes que cayeron en manos de los guerrilleros fueros ejecutados sin miramientos, y probablemente muchos no tuvieron una muerte rápida. Hubo bastantes fugitivos que optaron por suicidarse y los que sobrevivieron a las primeras semanas de la lucha deambularon por los bosques hasta morir agotados o entregarse.
Las fuerzas que se rindieron a las tropas regulares tuvieron en general más suerte. Los que murieron en las siguientes semanas lo fueron más por agotamiento que por los malos tratos, ya que tuvieron que recorrer cientos de kilómetros a pie por un territorio devastado. Por desgracia os soviéticos no habían estimado bien el volumen de prisioneros que iban a conseguir y la alimentación y cuidados médicos fueron escasos. Los hombres que no podían seguir la marcha fueron generalmente ejecutados y sólo se restableció la normalidad cuando llegaron a los campos situados tras la línea de partida de la ofensiva.
Las pérdidas sufridas por los alemanes en poco más de una semana de combates fueron asombrosas: 350000 bajas, entre los que se cuentan 30000 caídos en combate, 150000 prisioneros (de los que más o menos la mitad logró sobrevivir) y casi 160000 desaparecidos, cuyos cuerpos se pudrieron en agujeros sin nombre por toda Bielorrusia.
17 divisiones fueron aniquiladas. Otras 13 divisiones quedaron reducidas a meros esqueletos. Se perdió todo el equipamiento pesado, trenes, cantidades ingentes de munición, combustible y provisiones… y los recursos mineros y agrarios de Bielorrusia.
El propio Hitler hizo un resumen muy elocuente de lo sucedido en la reunión de la Wolfschanze del 31 de agosto: Cuando vino el mariscal Model, el Grupo de Ejércitos Centro era un agujero.
Era la mayor derrota sufrida jamás por Alemania, y la tormenta sólo había empezado.
De haberse iniciado la retirada cuando lo solicitaron los jefes de los diversos ejércitos que formaban el GrE Centro es posible que la mayor parte de las fuerzas alemanas en Bielorrusia hubieran logrado sobrevivir. No fue el caso: Hitler aceptó las retiradas a regañadientes, de forma parcial y siempre con condicionantes, insistiendo en que importantes contingentes permanecieran en las fortalezas. Los resultados de todas esas dilaciones no se hicieron esperar: EL día 28 ya había sido eliminada la mayor parte del III PzArm y la casi totalidad del IX Ejército por el empeño del OKW en sostener Vitebsk y Brobruisk, y el 3 de mayo, cuando los soviéticos cerraron el cerco en Minsk, una gran parte del IV Ejército estaba al Este del Berezina.
A la hora de tomar decisiones el mariscal Busch decidió poner la integridad de su cabeza por encima de la vida de sus hombres, y aceptó sumisamente todas y cada una de las irracionalidades que se le exigieron desde el cuartel del Führer. El desastre hubiera sido completo de no ser porque los generales en el frente optaron por la desobediencia y comenzaron los repliegues antes de que fuera demasiado tarde. Y aún así el Grupo Centro fue prácticamente borrado del mapa.
A partir del tercer día de combates las columnas soviéticas rebasaron a gran velocidad a las tropas del IV Ejército que trataban de retirarse ordenadamente. Desde el día 28 la retirada se convirtió en una huida a cualquier precio. La situación pronto degeneró en el caos ya que al igual que en el flanco norte las demoliciones se realizaron sin orden ni concierto, y las escasas rutas aún disponibles desaparecieron bajo las oleadas de fugitivos.
Tanto la 5ª PzDiv, apoyada por el 505 SpzAbt, como la 12ª, reforzada por el 507, lucharon contra toda esperanza tratando de mantener abiertas algunas rutas de escape. En esos combates se destruyeron centenares de carros enemigos, pero una vez consolidado el cerco ambas formaciones recibieron la orden de asegurar los cruces ferroviarios de Molodechno y Baranovichi. Para empeorar aún más las cosas, el OKW dirigió a todas las fuerzas que se retiraban hacia Minsk, justo donde se iba a concentrar el principal esfuerzo de la ofensiva.
Los alemanes invirtieron todo su aliento en alcanzar el Berezina, pero las tropas que lograron cruzarlo se encontraron con que el frente alemán se había desplazado aún más hacia el Oeste. Se suponía que la Luftwaffe debería abastecer a los dos grandes núcleos que aún mantenían alguna coherencia (los restos del XXXIX PzKorp y una amalgama del XII y XXVII Cuerpos) pero los cielos pertenecían a Iván. Sin suministros, la capacidad de combate de esas fuerzas se redujo a pasos agigantados.
El XII Cuerpo logró llegar hasta Smolivichi, apenas a 12 km de la capital, con las IDiv 31ª, 57ª, 267ª y los restos de la 25ª PGDiv, la 78ª StDiv y la 260ª IDiv. La 286ª SD, que estaba destinada como reserva en el sector central, fue destruida en Orsha. Estas seis divisiones trataron de abrirse paso en pequeños grupos, pero apenas unos centenares de soldados lograron alcanzar las líneas amigas.
El XXXIX PzKorp tuvo un poco más de suerte, ya que varios núcleos divisionarios lograron escapar de la trampa. Aún así sus cuatro divisiones (12ª, 31ª, 110ª y 337ª) fueron duramente diezmadas y quedaron fuera de combate. Los restos de estas unidades sirvieron de base para reconstituirlas parcialmente, en algunos casos como JDiv.
Las tropas que trataron de infiltrarse en pequeños grupos fueron prácticamente aniquiladas en los bosques. Los Ubbermensch dedicaron tres largos años a enseñar concienzudamente a la población de Bielorrusia cuál era su sitio en el Nuevo Orden nazi, y los partisanos se cobraron con creces la deuda: hubo casos puntuales de oficiales que fueron respetados para entregarlos al ejército, ya que podían ser valiosas fuentes de información, pero casi todos los alemanes que cayeron en manos de los guerrilleros fueros ejecutados sin miramientos, y probablemente muchos no tuvieron una muerte rápida. Hubo bastantes fugitivos que optaron por suicidarse y los que sobrevivieron a las primeras semanas de la lucha deambularon por los bosques hasta morir agotados o entregarse.
Las fuerzas que se rindieron a las tropas regulares tuvieron en general más suerte. Los que murieron en las siguientes semanas lo fueron más por agotamiento que por los malos tratos, ya que tuvieron que recorrer cientos de kilómetros a pie por un territorio devastado. Por desgracia os soviéticos no habían estimado bien el volumen de prisioneros que iban a conseguir y la alimentación y cuidados médicos fueron escasos. Los hombres que no podían seguir la marcha fueron generalmente ejecutados y sólo se restableció la normalidad cuando llegaron a los campos situados tras la línea de partida de la ofensiva.
Las pérdidas sufridas por los alemanes en poco más de una semana de combates fueron asombrosas: 350000 bajas, entre los que se cuentan 30000 caídos en combate, 150000 prisioneros (de los que más o menos la mitad logró sobrevivir) y casi 160000 desaparecidos, cuyos cuerpos se pudrieron en agujeros sin nombre por toda Bielorrusia.
17 divisiones fueron aniquiladas. Otras 13 divisiones quedaron reducidas a meros esqueletos. Se perdió todo el equipamiento pesado, trenes, cantidades ingentes de munición, combustible y provisiones… y los recursos mineros y agrarios de Bielorrusia.
El propio Hitler hizo un resumen muy elocuente de lo sucedido en la reunión de la Wolfschanze del 31 de agosto: Cuando vino el mariscal Model, el Grupo de Ejércitos Centro era un agujero.
Era la mayor derrota sufrida jamás por Alemania, y la tormenta sólo había empezado.
¿Quién está conectado?
Usuarios navegando por este Foro: Google Adsense [Bot] y 1 invitado