SEELOWE IX
Tras haber transcurrido 20 días desde el inicio de Seelowe la situación empezaba a decantarse hacia el lado alemán. Con el sistema radar inutilizado o tomado por los comandos alemanes, el bombardeo naval previo a la invasión había volado la mayor parte de los escasos fortines blindados, y las pocas baterías costeras construidas por los británicos, así como había destruido la mayor parte de las minas y alambradas de las playas. Al cesar el bombardeo naval y llegar la primera oleada a las playas había tenido lugar un bombardeo aéreo sobre las trincheras de las primeras líneas que acabó con la vida de cientos de defensores, que murieron abrasados en sus puestos. Al llegar las barcazas a las playas, y aunque los defensores británicos sometieron a los atacantes a un feroz fuego, los invasores conseguirían romper las defensas enemigas mediante una combinación de lanzallamas y cargas explosivas que apoyadas por el fuego defensivo de las barcazas, sirvió para superar a los británicos.
Tras avanzar varios kilómetros, siempre apoyados por el fuego naval que destruyo algunos contragolpes tempranos organizados por los británicos, las fuerzas germanas se atrincheraron en posiciones ventajosas previamente estudiadas, pues sabían que al día siguiente carecerían tanto de apoyo aéreo como naval. Allí esperarían el desenlace de la batalla del canal, tras ellos equipos de zapadores empezaron a construir y reparar aeródromos y puertos menores, mientras en varios de los grandes puertos que habían quedado en la zona invadida, otras fuerzas trataban de someter a los defensores británicos. Tras 15 días de combates las 14 divisiones iniciales habían sufrido más de 80.000 bajas, entre ellas 20.000 muertos, y tan solo gracias al constante flujo de refuerzos lograron mantener su eficacia en el combate.
A mediados de julio, las líneas alemanas se extendían desde Exmouth, a Exeter, por el oeste, desde esta a Salisbury, Crawley, y Ashford por el norte, y de allí a Herne bay en el este. Un amplio territorio en el que estaban asentadas 24 divisiones germanas.
Tras la batalla del canal, en la que la FC había quedado sumamente dañada, la aparición de la escuadra de cruceros pesados y del Tirpitz, concedió a los alemanes una nueva supremacía sobre el canal, que ya fue incontestable a partir de ese momento. En el que 2 BB, y 5 CA se enseñorearon de las aguas del canal apoyados por 22 DD, y 18 DE, operando tras las barreras de minas, tanto anti superficie como antisubmarinos, tendidas por los minadores en ambos extremos del área de operaciones.
En los aires por su parte la Luftwaffe había combatido duramente contra la RAF, ganando la partida tras diez días de operaciones, aunque no sin perder más de 400 bombarderos y 700 cazas.
El ejército británico también había sido muy maltrecho en los combates, pues las 5 divisiones situadas en primera línea de las playas habían sufrido fuertes bajas frente a los bombardeos navales y aéreos, antes de ser rechazadas por el asalto anfibio. Mientras otras 22 divisiones, 16 de ellas en el contraataque inicial del día 30, habían sufrido fuertes bajas en sucesivos ataques contra las líneas alemanas, que a pesar de su inferioridad demostraron una gran maestría táctica en operaciones combinadas de defensa empleando sus panzer para efectuar rápidos contragolpes que desbarataron los ataques británicos. Así los británicos perdieron más de 900 carros de combate frente a los 500 carros alemanes, la mayoría de ellos panzer II, que sin embargo, gracias a haber quedado en zonas bajo control alemán, serían paulatinamente reparados en gran numero.
Especialmente decepcionantes fueron los covenanter, de los que un batallón completo se rindió casi sin lucha al ser sometido al fuego de morteros durante su avance. Tras capturar a las tripulaciones los alemanes certificaron deshidratación y quemaduras graves en los conductores, principalmente por haber sido zarandeados en sus puestos por las explosiones de los morteros. Cuando estos carros fueron analizados semanas después por técnicos alemanes, fueron desechados de inmediato.
La Royal Navy también había tenido una actuación destacada, y de no ser por la participación de las más de 100 piezas de artillería de costa de gran calibre situadas por los alemanes en el paso de Calais, podría haberse hecho con el control del canal aunque no sin dificultades, dejando aisladas a las fuerzas de la primera oleada. Sin embargo habían sufrido un daño brutal, acusando la pérdida 4 BB, 14 cruceros y de más de 70 destructores en la batalla del canal. Mientras en días sucesivos perderían otros 11 destructores, 1 crucero pesado y 7 submarinos en sus intentos de destruir los convoyes de suministros alemanes durante incursiones nocturnas. Aunque antes de la llegada del Tirpitz y los CA y DD también lograrían numerosos éxitos, principalmente contra los transportes de tropas y buques de apoyo principalmente, hundiendo o dañando 5 destructores adaptados, 8 Bous antisubmarinos y destruyendo las baterías flotantes Niobe, y Ariadne.
La RAF era la que había quedado peor parada de todas las fuerzas británicas, pues a los considerables daños recibidos por sus unidades de bombarderos en sus ataques de los meses anteriores a Ferrol, y de los cazas en los bombardeos de precisión alemanes y en los combates durante las operaciones de limpieza del canal. Se sumaron los efectos de la perdida de la red de radar, que les impidió actuar de forma coordinada contra las incursiones de bombarderos alemanes, y del bombardeo naval contra sus aeródromos avanzados, que destruyo numerosos aviones provocando el caos y retrasando su respuesta. Además habían recibido numerosas bajas en sus intentos de atacar a la flota combinada durante el día 29 de junio, ya que esta siempre estuvo protegida por cientos de cazas que en una eficaz rotación acabaron con muchos de los atacantes, tanto cazas como bombarderos. Mientras el día 30 sus ataques acusaron la presencia de numerosos cañones antiaéreos alemanes en la costa*, que se cobraron un alto tributo durante sus operaciones de ataque a la flota combinada o de apoyo a su propia flota.
Toda una obra de arte militar
Particularmente dolorosas fueron las pérdidas de cientos de tripulaciones y pilotos veteranos al actuar siempre sobre zonas bajo control enemigo, así como la captura por parte alemanas de sus importantes industrias de Southampton, que a pesar de la destrucción previa a la retirada, pusieron bajo control alemán decenas de motores y células de aviones como el Spitfire, o el Hurricane y de importante maquinaria.
Mientras tanto en el Atlántico norte los submarinos germano-italianos continuaban sus ataques, participando los cruceros italianos en una nueva incursión sobre dos nuevos convoyes los días 7 y 9 de julio, en los que destruyeron varias motonaves que transportaban importantes abastecimientos militares desde EEUU, incluyendo aviones y artillería. Un tercer ataque llevado a cabo el día 13 de julio finalizo prematuramente cuando el SS-165 Bonita torpedeo al Trieste, dañándolo seriamente y obligando a la cancelación del ataque. Sin embargo este mismo submarino fue atacado y hundido 3 horas después por 4 destructores españoles, que tras la finta de las Azores estaban trasladándose a Islandia. El resto de la escuadra participo al mismo tiempo en un ataque contra el convoy británico, capturando 7 naves, cargadas con aviones P-39, y P-40, 45 cañones antiaéreos Bofors, 30 carros M3 Lee, y 60 cañones de 75 y 105mm. En Islandia, esta flotilla formada por el Méndez Núñez y 7 destructores actuaría de escolta de varios convoyes de suministros entre Noruega y la isla, permitiendo la llegada de importantes cantidades de armamento, equipos y suministros durante los dos meses siguientes. La tripulación de uno de los destructores recogió materiales que identificaban al sumergible como una nave de la US Navy, pero tratando de evitar la guerra no se hizo público el descubrimiento.
La pérdida del submarino norteamericano sería catalogada como accidente por colisión en las cercanías de Norfolk 25 días después, pues el gobierno norteamericano no podía arriesgarse a hacer pública su implicación militar en la contienda europea. En su propio país la opinión pública permanecía dividida, por un lado quienes ansiaban acudir en apoyo de UK en número creciente, en el otro extremo simpatizantes alemanes y un cada vez mayor número de personas que creían que la guerra estaba ya por finalizar con UK derrotada, y en el centro, una inmensa mayoría de gente a quien la guerra en Europa era indiferente y quedaba muy lejos. El propio gobierno maniobraba para tratar de conseguir implicar a su país en la guerra, pero el número de escépticos aun era demasiado alto y no podían lograrse suficientes apoyos, sobre todo cuando la causa británica empezó a considerarse perdida tras la ofensiva de finales de julio, a pesar de ello envió suministros en gran cantidad priorizando el rearme británico a su propio equipamiento.
Mucho más al sur, en pleno desierto, Rommel aprovecho la debilidad británica y lanzo un duro ataque el día 14 de julio, empleando para ello la 7ª división panzer y la 5ª ligera, así como las divisiones italianas Ariete y Trento.
* Cada CdE desembarco un batallón Flak, además muchas de las barcazas iban equipadas con cañones de 88mm (Siebel Fahre, y MFP), y en caso de ser dañadas en las playas se desmotarían sus cañones y se utilizarían en la defensa.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.