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Batalla de Bailén 1808: La primera derrota |
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La Rendición de Bailén. José Casado del Alisal. Museo del Prado |
Los jinetes, apoyados por jinetes voluntarios, intentan sorprender el flanco francés pero son descubiertos y obligados a huir. Mientras, los franceses asaltan el puente, tras un intenso tiroteo.
Los batallones españoles luchan bien pero los civiles, huyen en su mayoría. La mayoría de los soldados españoles, logran retirarse en buen orden. Las bajas entre los civiles voluntarios son grandes.
Tras esto, unos emisarios franceses se dirigen a la ciudad de Córdoba e intiman la rendición. Se producen algunos disparos sobre los franceses y a continuación se produce el asalto a la ciudad.
La excusa de los disparos, sirve para dar inicio a una orgía desenfrenada. Lo que durante varios días ocurrió en la ciudad andaluza es algo que hoy no puede ser imaginado. Las tropelías que cometieron los franceses, despiertan en todos los españoles una sed de venganza, que hará imposible el tránsito de mensajeros o de pequeños grupos de soldados por todo el camino, desde Andalucía a Madrid.
La Junta de Sevilla, alertada por la proximidad francesa, apremia a Castaños y a otras Juntas. Así, Castaños, comienza la organización del Ejército de Andalucía, integrando unos 5000 voluntarios en los batallones españoles. Esta será una de las claves de la victoria española. No se crean muchas unidades exclusivamente formadas de voluntarios, sino que al usarse para completar a unidades de línea, estas sabrán aguantar bien los embates enemigos. Este ejemplo no se llevaría a cabo en gran parte de la contienda, lo que daría lugar a unidades formadas casi exclusivamente por gente con muy poca instrucción, que en multitud de combates, arrastrarán hacia la derrota a las unidades regulares.
La Junta de Granada, ante la llamada de la de Sevilla, organiza otro ejército, con las tropas y voluntarios de Granada y Málaga, y prometen su envío al ejército de Castaños.
Lentamente, Castaños llega a Utrera, donde se forma y organiza el ejército. Se crean 3 Divisiones y una cuarta de reserva, la más fuerte de todas.
Mientras, la escuadra francesa en Cádiz,
se rinde y ante la situación general de sublevación, se envía
desde Toledo la División Vedel y posteriormente la División
Gobert, aunque esta última con la misión de mantener seguras
las comunicaciones con Madrid para cubrir la retirada de Dupont. Esto obligará
al General Gobert a dejar guarniciones por todo el camino Real, con
lo que solo un regimiento de infantería y 800 coraceros se incorporaran
posteriormente al ejército de Dupont.
La Ofensiva
Española
Se elabora el plan español. La 1 división,
de Reding, cruzará el Guadalquivir por Menjibar (zona más
al este del despliegue), se dirigirá a Bailén y se unirá
con la 2 División, las dos juntas atacarán a Dupont por la
espalda.
La 2 División, del Coupigny, cruzará por Villanueva, (entre Menjibar y Andujar, donde se encuentra Dupont), se unirá a Reding y atacarán a Dupont.
La 3 División y la Reserva, harán demostraciones en Andujar y fijarán a Dupont.
Plan en teoría muy sencillo pero que no oculta que al separar al ejército, los franceses podrían batirlo por separado, si no se obra con gran coordinación. En toda Europa estaban de moda las amplias maniobras envolventes que habían llevado a cabo los ejércitos franceses y se intentaban llevar a cabo de manera similar. Pero el ejército francés había desarrollado una manera rápida y ágil de combatir, donde la coordinación entre las distintas fuerzas era el objetivo a lograr. El resto de ejércitos europeos, entre ellos el español, adoleciendo de un mando mucho más rígido, no podía aspirar a unos niveles de movilidad estratégica comparables.
Los españoles creen que en Menjíbar tan solo hay un destacamento, pero en realidad, allí se encuentra toda la División de Vedel (7000 hombres) contra 9000 españoles de la 1ª División.
También se crean dos columnas volantes, una por cada flanco, que deben hostigar a los franceses.
Reding intenta cruzar el río, pero ante la aparición de la División Vedel, se para y no se compromete a fondo.
Coupigny, intenta lo mismo, pero dos batallones franceses son enviados por Dupont para impedir el paso. Ante esa "amenaza" (2 batallones contra 13 batallones españoles) y al no ver llegar a Reding, tampoco intenta forzar el paso.
La 3ª División si logra fijar a Dupont en Andujar, donde se libran algunas escaramuzas, con el Guadalquivir de por medio. Es la única parte del plan que ha salido bien, pero ahora el ejército español está dividido.
Dupont, obsesionado con su posición en Andujar, llama a Vedel, que abandona Menjíbar, dejando dos batallones en el río y a la División Gobert (3 batallones y 400 coraceros, el resto de los coraceros están con Dupont) en Bailén.
Al día siguiente (16 de julio), Reding, ve que Vedel se ha ido, pide refuerzos a Coupigny y cruza por dos puntos el Guadalquivir. Los franceses se retiran, ante el mayor número de los españoles, hostigados por la caballería y piden ayuda a Gobert.
Este sale con sus fuerzas de Bailén, contacta con los dos batallones y despliega. Son unos 3000 franceses contra 9000 españoles. Reding, espera que cruce toda su División y ataca a los franceses.
La caballería española carga y son contracargados por los coraceros.
Estos derrotan a la caballería española, pero sufren bajas, especialmente por el III batallón de la guardia Walona, en una de sus mejores actuaciones de toda la guerra.
Los españoles siguen atacando y los franceses se van replegando hacia Bailén sin dejar de combatir.
Finaliza el día y Reding, a la vista de Bailén, achacando al cansancio de sus tropas y posiblemente temeroso que vuelva Vedel, desiste de su ataque y se vuelve hacia su posición de partida, cruza el Guadalquivir y se refugia en Menjíbar donde descansa todo el día 17.
Los restos de la División Gobert, ahora bajo el mando de Dufour, al ver retirarse a los españoles, abandonan el campo y se retiran en dirección a Despeñaperros, auténtica obsesión de todos los franceses, pues no quieren ni imaginar el quedar aislados en Andalucía, rodeados de guerrilleros y de un ejército español delante.
Cuando a Dupont le llega la noticia del combate, incluida la muerte de Gobert, antiguo amigo suyo, se da cuenta de lo peligroso de su situación y vuelve a ordenar a Vedel, que persiga a Reding y acaba con sus fuerzas.
Vedel obedece y se encamina de nuevo hacia Bailén, donde sorprendentemente ve que no la han ocupado los españoles.
Y aquí se decide toda la campaña de Andalucía, con noticias que le dan los paisanos de la zona, le indican que los españoles se han dirigido en dirección de Despeñaperros. De nuevo el temor a quedar copados en el sur, incide en las decisiones. Vedel toma rumbo de Despeñaperros, persiguiendo a un ejército que no está en esa dirección.
¿Qué ocurrió realmente? O los paisanos engañaron a Vedel, que no parece probable, pues uno de ellos, incluso describió un uniforme de un regimiento de Dragones o efectivamente vieron fuerzas partir en esa dirección, puede que pertenecientes a una de las columnas volantes que se encargaban de hostigar a los franceses o a una partida de guerrilleros.
Nunca se sabrá exactamente la razón, pero el caso es que Vedel, informa a Dupont, que confirma su razonamiento y comienza a alejarse de Bailén.
Así, el día 18, sabiendo que Vedel parte hacia Despeñaperros, las divisiones de Reding y de Coupigny, se instalan en Bailén para poder cumplir su parte del plan, atacar a Dupont por la espalda. Este se ha arrepentido de permanecer en Andujar y decide abandonarla, cree que en Bailén como mucho hay un pequeño destacamento. El mismo día 18 logra engañar a Castaños y parte de Andujar sin que los españoles se den cuenta. El día anterior manda aviso a Vedel que vuelva sobre sus pasos. Se dirige hacia Bailén donde piensa arrollar el destacamento que guarniciona el pueblo y seguir hacia Despeñaperros para unirse con Vedel, pero en el pueblo jienense ya están las dos divisiones españolas.
Todo está preparado para la histórica
batalla.
La batalla
de Bailén
Unidos Reding y Coupigny, Dupont marcha hacia
ellos.
Hasta ahora la historia nos ha contado que ambos ejércitos libraron un combate de encuentro, pero recientes estudios, avalan la idea que los españoles se habían asentado en defensiva esperando al ataque francés. El despliegue defensivo que adopta Reding desde un principio parece indicar que conocía el movimiento de Dupont.
Para asegurar su retaguardia, coloca a mas de 3000 hombres en dirección a Despeñaperros (no participaran en la batalla) y manda patrullas de caballería en misión de reconocimiento para confirmar si Vedel, sigue camino de Despeñaperros. El reconocimiento revela que Vedel sigue su marcha, ajeno a la batalla que se avecina, pero por si acaso deja esa fuerte retaguardia.
Mientras, por la noche, las avanzadillas de Dupont contactan con los españoles. Dupont había dicho que podía acabar con 40000 españoles, sin disciplina y sin entrenamiento. Los cálculos más objetivos, cifran a los españoles en unos 12000 y a los franceses en 9000. Muy alejados de la disparidad de cifras que historiadores ingleses, franceses (e incluso españoles) dan, citando una enorme superioridad española, para explicar el porqué de la derrota francesa.
Durante toda la noche se suceden amagos entre las caballerías y los piquetes de infantería.
Reding despliega las dos divisiones formando un semicírculo, ambos extremos en alto, en el flanco izquierdo español en el cerro Haza Walona y el derecho en el cerro Valentín. En el centro del semicírculo, en el fondo del valle, Bailén, donde se asienta una poderosa batería española de a 12", reforzada por infantería y caballería cerrando el paso.
Dupont, asombrado de encontrar un ejército en vez de una guarnición, intenta romper el frente pero ve que no es posible hasta que llegue todo su Cuerpo.
Con sus primeras fuerzas ya desplegadas, intenta acabar con el flanco izquierdo español, el cerro Haza Walona, que domina el camino que lleva a Bailén.
Un primer tanteo es rechazado con facilidad, dando ánimos a los defensores españoles. A continuación se lanza a la brigada suiza, anteriormente al servicio español. Estos, que durante toda la campaña han desertado a la menor oportunidad, no se empeñan con mucha eficacia y son rechazados (no cambian de bando como ha dicho la historia a ver suizos en el bando español). Rechazados los dos primeros ataques, Dupont lanza su mejor arma, la caballería pesada.
Unos 800 dragones y 150 coraceros que valientemente cargan y rompen la línea española. El coronel, y varios oficiales y granaderos del Regimiento Jaén, mueren intentando defender las dos banderas del Regimiento, pero los franceses las capturan. Con todo, los jinetes franceses sufren bastantes bajas. El flanco parece estar roto, pero algunos infantes y zapadores, junto con un piquete de caballería del España. También la oportuna llegada del regimiento Suizo Reding 3 al servicio de España que se enfrenta al Reding 2, al servicio de los franceses, logra que los franceses no puedan desbordar el flanco. Los jinetes franceses bajan el cerro, según algunos autores reciben fuego de flanco de la batería central española. El caso es que las fuerzas francesas se retiran, los suizos tras no haber hecho mucho y los jinetes franceses, llenos de moral que entregan las banderas a Dupont.
Tras el combate en el flanco, las columnas francesas se preparan para asaltar el centro. Se entabla un duelo artillero, en el que la mayor calidad y calibre español se impone, más de 14 piezas francesas son desmontadas por los artilleros españoles que comienzan a batir a las columnas. Son las seis de la mañana, todavía no ha aparecido el sol en su plenitud, pero ya se adivina que el día va a ser caluroso.
Los Regimiento de Borbón y Farnesio (este ultimo con unos ciento de garrochistas) cargan. Los franceses aguantan como pueden la carga de la caballería y retroceden. Los garrochistas, sin orden ni instrucción pero con valor, siguen adelante cuando se da la orden de alto y de replegarse a las líneas españolas. Los voluntarios se pierden entre los infantes franceses, sobreviviendo tan solo una cuarta parte.
Los jinetes españoles (unos 600) mientras acosan a los franceses, reciben la carga de los Dragones y coraceros. Al mando del General Prive, valientemente se lanzan a otra carga. El combate es muy duro, y los españoles, retroceden perseguidos por los jinetes galos, llegando hasta la batería española. Allí, los artilleros, jinetes e infantes que guardan la batería combaten cuerpo a cuerpo contra los dragones y coraceros.
La mitad de los jinetes franceses es baja en este durísimo combate, que sin apoyo de la infantería debe retroceder.
Dupont ha organizado ya dos fuertes ataques contra la línea española, y a pesar de haber logrado dos momentos de crisis los españoles han aguantado.
Son las ocho de la mañana, y ya se nota el calor que castiga sin misericordia a los combatientes.
Los paisanos de Bailén se dirigen valientemente andando por el campo de batalla a la posición central española para dar agua a los soldados, que en un terreno abierto, sin sombra ni protección han aguantado el duro asalto francés.
Tras estos combates, el ala derecha española recibe la orden de avanzar para amenazar el camino Real, en el que se encuentra el centro del ejército francés.
Se produce intercambios de disparos entre las dos infanterías. El regimiento de Las Órdenes Militares se adelanta, junto con un escuadrón de Olivenza y recibe la carga de 900 Cazadores de la brigada Dupre. Los españoles sufren mas de 300 bajas, pero llega en su ayuda uno de los batallones de élite del ejército español durante toda la guerra, el 3º batallón del Regimiento de las Reales Guardias Walonas, que dispara a los dragones causándole muchas bajas.
La situación se estabiliza en la línea, Órdenes Militares huye y los oficiales intentan recuperar a sus tropas.
Son las 10, el calor es ya agobiante, el polvo, el humo de los disparos, causa una sed enorme a las tropas. Ha habido combates en toda la línea, la mejor arma francesa, su caballería pesada no ha roto las líneas, los españoles no han cedido un solo metro, y Dupont sabe que antes o después Castaños llegará por detrás ¿o llegará antes Vedel?
Así Dupont ordena un nuevo ataque por el centro, las columnas francesas asaltan pero son recibidas por la batería española y los infantes, que descargan un mortífero fuego sobre el enemigo que cede el terreno y retroceden en desorden. Los cazadores que le quedan a Dupre, unos 200 intentan cubrir su retirada. En esta acción, el valiente General francés es alcanzado y muere, será enterrado en una ermita a las afueras del pueblo.
Son casi las doce, Dupont está desesperado, saca unidades de todos los sitios y acude a la unidad más potente que no ha intervenido, los Marinos de la Guardia, unidad considerada de élite. 300 de ellos participaran en el asalto, ya que 100 quedan con unos granaderos cubriendo el puente de Rumblar para cubrir la posible llegada de Castaños.
La mayoría de los suizos "españoles" ha desertado, así que junta a todas las fuerzas posibles, unos 3300 hombres y arenga a sus tropas, les enseña las banderas capturadas y le dice a sus Generales "Hay que morir o vencer" a lo que le responden, "Lo primero es probable, lo segundo imposible".
Las columnas avanzan, ya no queda caballería para apoyarles, la temperatura pasa los 40º, el polvo y el humo cubre algo su avance, pero la artillería española destroza sus líneas, y junto con el fuego graneado de los batallones españoles hace imposible el asalto. Llegan a 50 pasos de los cañones pero los infantes franceses ceden, Dupont es herido y los soldados huyen a buscar refugio en los olivos. Son las doce y media, y se oyen cañonazos en la retaguardia francesa, llega la 3ª División española.
Los españoles han derrotado por primera vez al ejército imperial francés.
Una vez conocida por Dupont la llegada de más españoles, envía un mensajero para negociar. Y mas que pedir "exige", paso hasta Despeñaperros con sus tropas y mantener su botín y armamento. Curiosamente, Castaños accede pero al descubrir en un mensaje capturado, órdenes desde Madrid en las que le ordenaba a Dupont regresar a la capital, se da cuenta que no puede conceder algo tan ventajoso.
En medio de las negociaciones llega Vedel que por su posición en el terreno no ve a todo el ejército español. Al recibir noticias de la derrota francesa no quiere creerlo y ataca unas lomas en las que soldados españoles están (literalmente) echándose la siesta confiados en la victoria.
El Irlanda y el Órdenes Militares son los que reciben el asalto sufriendo bastantes bajas y cediendo terreno, pero se recuperan y logran recuperar la posición. En medio del combate llega un mensajero de Dupont que ordena parar el ataque.
Vedel no puede creerlo. Los españoles amenazan
con atacar a las tropas de Dupont pues consideran que Leval ha roto las
negociaciones.
Este piensa en retirarse hacia Castilla pero
finalmente Dupont le ordena permanecer con sus tropas y finalmente se incluyen
en la rendición.
Todo el ejército es hecho prisionero, se garantiza el traslado de las tropas a Cádiz y de allí transporte por barcos ingleses hasta Francia. Como es sabido esto no se cumplirá, entre otros por el gobernador militar de Cádiz y por los ingleses que no aceptan trasladarlos. El destino de los franceses, es conocido, los pontones de Cádiz, los más afortunados a Canarias y el infierno de Cabrera.
La noticia de la victoria significó la
retirada francesa y la posterior llegada de Napoleón. Su repercusión
en Europa fue algo que no es imaginable hoy en día. Se criticó
mucho la decisión de no perseguir a los franceses tras la victoria
y aún habría muchas batallas y muchas derrotas, muchos morirían
todavía. La independencia de España todavía debería
esperar hasta 1814, Bailén caería en poder de los franceses,
Cádiz sería sitiado y los peores momentos todavía
estaban por llegar, pero ese caluroso día de Julio de 1808, los
soldados españoles habían logrado infringir la primera derrota
al ejército de Napoleón. Podían estar orgullosos de
lo que habían logrado.
Estructura de las fuerzas españolas:
Estructura Ejército de Andalucía |
Estructura 1° División |
Estructura 2° y 3° Divisiones |
Estructura 4° División y Columna volante de Cruz Mourgeon |
Estructura de las fuerzas francesas:
Estructura 2° Cuerpo de la Gironda |
Estructura 1°, 2° y 3° Divisiones |
Estructura División Suiza |
Bibliografía
- Bailén 1.808, el águila derrotada.
Francisco Vela.
- Campañas de la caballería española.
J. Albi. L. Stampa.
- El ejército de los borbones, tomo V.
M. Gómez Ruiz. V. Juanola.
- Revista �Wargames, Soldados y Estrategia.�
- La úlcera española. Gates.
- Episodios Nacionales. B. P. Galdos.
- Revista Dragona, diversos números.
-Texto e imágenes del autor.
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