El General Más Brillante de la Historia

Los conflictos armados en la historia de la Humanidad. Los éjércitos del Mundo, sus jefes, estrategias y armamentos, desde la Antiguedad hasta 1939.

¿Quien considera usted que es el General mas brillante?

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brenan
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Re: Mi mejor general...

Mensaje por brenan »

Sniper82 escribió:Creo que no se le considera lo suficiente... pero el mariscal Zhukov es el mejor... nunca ha sido derrotado y derrotó a los mejores generales alemanes... ahhh y tomó berlín.... fue la mano derecha de stalin durante la guerra..... las principales batallas de la segunda del frente oriental tienen su impronta.... además el solo derrotó mas tropas que ningún otro general en la guerra....
Quien diga lo contrario está... :shot: :lol: :lol: así que :conf:
Sniper82


Pues yo me buscaria la vida para no estar a las ordenes de un c^brºn :risa2: como ese


De noche todos los gatos son pardos. Menos los negros, que no se ven
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capricornio
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Mensaje por capricornio »

Varias páginas atrás ha salido la cuestión de Aníbal, sus éxitos y su grandeza. Sin discutir esta y su capacidad como gran táctico, y sin quitar un ápice del mérito de sostener 16 años la guerra en Italia, creo que es bueno recordar sus derrotas durante la guerra. Vaya por delante que la única batalla campal en la que sufre una derrota total es Zama y en el resto de encuentros desfavorables en los que obtiene un resultado negativo, este lo es en pequeña o mediana magnitud y siempre visto desde las fuentes historiográficas romanas. Pero creo interesante recordar que durante la guerra no solo fracasa en los asaltos y sitios de ciudades, sino también sufre reveses en batallas campales.
A continuación hago una reseña por años de estos encuentros saldados con su derrota o al menos en los que no logra su objetivo. Puede que el resultado de alguno sea discutible.

217
-Asalto nocturno a fortificación cercana a Placentia tras la batalla de Trebia y choque al día siguiente con la caballería y avanzadas del ejército romano de Sempronio donde Aníbal es herido y ordena retirada.
-Batalla campal con 12.000 infantes y 5.000 jinetes junto a Placentia frente al cónsul Sempronio con los restos de su hueste de Cannas. Repelido hasta su campamento y contraataque durante la retirada romana con caballería que le permite desquitarse. Bajas no muy elevadas en ambos bandos.
-Asalto Spoletium: Rechazado al asaltar esa ciudad.
-Paso Tarracina: Fracaso en su primer intento de romper el cerco del Ager Falernus en dirección a Casilinum
-Geronium (Apulia): El Maestro de caballería Minucio Rufo derrota a Aníbal gracias a la irrupción de los aliados samnitas de Numerio Décimo que llegan desde Bovianum, huyendo de la zona y siendo diezmado en su huída, abandonando dos campamentos.
-2ª Batalla de Geronium (Apulia): Tras la emboscada al ejército de Munucio Rufo, la irrupción de Fabio Máximo con el suyo lo pone en fuga.

216
- Asalto de Neápolis: Marco Junio Silano rechaza a Aníbal en su intento de toma de esta ciudad tras un éxito previo de su caballería.
-1ª Batalla de Nola: Marcelo ordena una salida de sus tropas cuando Aníbal se acerca con su maquinaria de asalto, pese a que conocedor de una conspiración dentro de la misma debe dejar parte de sus efectivos custodiando el tren de suministros, las puertas y los muros. Sorprende a Aníbal en su salida por la puerta principal y al final lo pone en fuga con la salida por las puertas laterales.

215
-Asalto de Cumas: Aníbal es rechazado por Sempronio Graco que de nuevo lo sorprende con una salida de tropas desde la ciudad que diezma a los atacantes y destruye su maquinaria de asalto, en concreto una torre.
-2ª Batalla de Nola: Marcelo asola la campiña campana y Aníbal pide refuerzos del ejército traido por Bomílcar que le son conducidos por Hannón hasta la zona incluyendo elefantes para sitiar la ciudad. Tras rodearla se incia una batalla campal a las puertas de la ciudad interrumpida por una tormenta que provoca el repliegue de ambos bandos. Cuando tras tres días de lluvia Aníbal ordena a parte de sus tropas ir a rapiñar, Marcelo saca a las suyas y las dirige en orden de batalla contra el campamento de Aníbal. Aníbal opone las tropas que tiene y es obligado a volver a él ante las cuantiosas bajas que incluirían 6 elefantes y 5.000 hombres. Al día siguiente sufre la deserción de 1.300 jinetes númidas. Aníbal levanta el sitio.

214
-Asalto Puteoli: Aníbal fracasa en el intento de asalto de esta ciudad y se retira al tercer día.
-3ª Batalla de Nola: Enterado Marcelo de la marcha de Aníbal hacia Nola, sale con 6.000 hombres y 300 jintes de su campamento de Suésula y consigue entrar a la ciudad antes de que el cartaginés se presente. Una vez allí Marcelo saca a Cayo Claudio Nerón de noche con la caballería pensando en sorprender al día siguiente por la espalda a Aníbal cuando inicien la batalla campal frente a la ciudad. Nerón no logra localizar a los púnicos que vienen en camino y cuando al día siguiente empieza la batalla él no llega a estar presente. Pese a ello los hombres de Marcelo consiguen empujar a los cartagineses a su campamento causándoles muchas bajas, pero sin poder sorprenderlos por la espalda. Ante el nuevo fracaso Aníbal se retira.

212
-Fracaso del sitio a la ciudadela de Tarento: Aníbal intenta tomar la ciudadela fracasando en el intento.
-Fracaso de sitio de Brindisi: Tras el fiasco de Tarento se dirige a Brindisi donde tampoco consigue que la ciudad caiga.

211
-2ª Batalla de Capua: Aníbal trata de romper el cerco con empalizada de los cónsules romanos sobre la capital campana. Él por el exterior y Hannón y Boáster desde la ciudad atacan a los dos ejércitos consulares. Apio Caludio Pulcro defiende el espacio entre la empalizada y la ciudad y consigue repeler a los atacantes empujándolos hasta las puertas de la misma, aunque es herido gravemente. Heridas que le provocarán la muerte días después. Por el exterior Aníbal consigue romper la linea romana del otro cónsul, Quinto Fulvio Flaco, colando entre dos legiones romanas un pequeño contingente de infantería junto a varios elefantes. Esta avanzadilla llega hasta el campamento romano el cual trata de tomar siendo repelida con grandes bajas para ambos bandos. Rechazado en el campamento y sin poder conectar con su avanzadilla con el resto de hombres enzarzados con el grueso de tropas romanas, ordena la retirada. Habría tenido hasta 8.000 muertos en el combate en el anillo exterior y unos 3.000 en el interior.
-Porta Colina: Pequeño encuentro de caballerías en que los númidas son rechazados por la salida de la caballería romana por la Porta Colina
-Asalto de Rhegium: Aníbal llega inesperadamente hasta sus puertas con sus tropas pero no logra tomarla.

210
-Numistro: Batalla campal en las proximidades de esta población donde ambos contendientes combaten todo el día hasta la caída de la oscuridad. Aníbal se retira al día siguiente.
-Escaramuzas en Venusio: Tras el combate anterior Marcelo persigue a Aníbal produciéndose choques entre la vanguardia romana y retaguardia cartaginesa de escasa magnitud que provoca que el púnico se repliegue a Apulia

209
-Canusio: Tras el invierno Marcelo encuentra a Aníbal intentando tomar la ciudad de Canusio. La llegada de los romanos fuerza a Aníbal a levantar el campamento pues no está en un lugar apropiado. Marcelo lo persigue produciéndose escaramuzas y finalmente se produce el choque cuando Aníbal trata de montar su nuevo campamento. Los romanos se lanzan contra él combatiendo todo el día, retirándose ambos contendientes sin que nadie haya llevado ventaja. Al día siguiente vuelven a ofrecer batalla los romanos y Aníbal acepta el envite imponiéndose a Marcelo y causándoles numerosas bajas en una legión que estaba siendo empujada y a la cual trata de relevar en mitad del combate con malos resultados y 2.000 muertos. Replegados a su campamento, Marcelo al día siguiente vuelve a ofrecer batalla siendo aceptada por Aníbal. Aprovechando la carga de los elefantes, los romanos los espantan contra sus propias lineas y contraatacan abriendo una brecha y provocando el pánico en los cartagineses que retroceden en desorden. Marcelo aprovecha y lanza a su caballería dándoles caza antes de que lleguen. Dos elefantes mueren en la puerta de su campamento y bloquean la entrada, lo que ralentiza la entrada de los púnicos al mismo, facilitando que la infantería romana llegue hasta dicha puerta y masacre a los rezagados. Aníbal pierde unos 8.000 hombres y 5 elefantes frente a 3.000 los romanos. Aníbal levanta esa noche su campamento y huye al Brucio.

208
-Salapia: Tras la muerte de Marcelo en la emboscada de Venusio Aníbal intenta aprovecharse del anillo del cónsul para tomar Salapia con una falsa carta. Conocida en la ciudad ya la muerte del cónsul gracias a los mensajeros enviados por el mortalmente herido colega de consulado Crispino, les tienden una trampa. Cuando han penetrado por la puerta unos 600 latinos aliados de Aníbal, esta se cierra sin permitirles la huida y son aniquilados. Aníbal se retira de la zona.

207
-Emboscada en la campiña de Larinum: Cayo Hostilio Túbulo con el ejército consular de Crispino y a la espera de la llegada del nuevo cónsul Cayo Claudio Nerón, sorprende en esta zona del sur de Italia próxima a los Salentinos, al ejército de Aníbal en marcha sin las debidas precauciones y lanza contra él a su infantería ligera y la caballería causándole cerca de 4.000 bajas. Ante el temor de que a Cayo Hostilio Túbulo se una el ejército del pretor en Tarento Quinto Claudio Flamino, Aníbal huye al Brucio.
-2ª Batalla de Grumentum: Tras recoger a las tropas de diversas guarniciones, Aníbal se dirige a Lucania y acampa en las cercanías de esta localidad. Nerón llega a la zona desde Venusio y rehusa darle batalla durante varios días, pero una noche ordena a varios manípulos emboscarse tras una colina cercana y al día siguiente saca a sus tropas. Aníbal acepta el envite. Apenas empieza a sacar a sus hombres de modo poco diligente, un tribuno romano carga con la caballería contra los que acaban de salir causando estragos. A este le sigue la infantería que choca contra los enemigos. Aníbal se repone y consigue formar su linea. El combate se generaliza y se lucha relativamente cerca del camapamento cartaginés. En ese momento cargan los manípulos emboscados por el lateral derecho de la linea romana provocando el pánico entre los púnicos que retornan al campamento siendo empujados por las tropas con las que combaten, los emboscados por el flanco y la caballería que ha sido lanzada contra los que huyen. Las pérdidas se elevarían a unos 8.000 cartagineses, 700 prisioneros y 6 elefantes contra 500 muertos del bando romano.
-Venusio: Aníbal se dirige a Venusio y es seguido por Nerón que de nuevo le plantea batalla, siendo derrotado el cartaginés y teniendo 2.000 muertos.

205
-Locri: Pactada la traición con los romanos, estos ocupan una de las dos ciudadelas. Aníbal se presenta en la zona y es rechazado en su primer intento de tomar la ciudad, resultando casi alcanzado por un escorpión cuando se aproxima a sus muros para inspeccionarlos. Enterado Escipión, de la venida de Aníbal, sale desde Mesina con refuerzos y entra esa misma noche en la ciudad pasando inadvertido. Al día siguiente, cuando los hombres de Aníbal han preparado material de asalto se dirigen contra los muros. En ese momento Escipión ordena la salida de sus hombres sorprendiendo a los atacantes a los que causa 200 muertos. Aníbal sospechando la presencia del cónsul se retira de la zona.

204
-Crotona: En las cercanías de esta ciudad del Brucio, Aníbal, tras haber mantenido no demasiado lejos de allí un combate casual con el cónsul Sempronio Tuditano en el cual salió victorioso causando 1.200 bajas a su rival, se enfrenta esta vez a los dos ejércitos consulares juntos, saliendo derrotado con 4.000 muertos y 300 prisioneros.

203
-Crotona: Posible derrota en batalla campal con el cónsul Cneo Servilio Cepión con 5.000 muertos púnicos. Puesta en duda por Livio.

202
-Zama: Batalla campal que se salda con la derrota total y definitiva de Aníbal.


En mi opinión Escipión está por encima de él por varios motivos. Para empezar no creo que los recursos tácticos vistos a lo largo de la guerra fuesen innovaciones no puestas en práctica antes. Sencillamente este conflicto es de los más documentados de la antigüedad y por ello conocemos más datos que de otros. El formar la caballería en las alas tampoco fue un invento de Aníbal, aunque el púnico se mostrase como un experto en el manejo de la misma y en su empleo como elemento decisivo para envolver al enemigo por la espalda. Igualmente se mostró experto en la emboscada con resultados espectaculares tanto en batalla campal (Trebia, Tresimeno, Umbría, Herdonea) como en celadas contra mandos romanos. Escipión también demuestra iniciativas propias a nivel táctico como su formación en columnas para eludir los elefantes en Zama, o el empleo de las cornetas con el mismo fin. Muy probablemente no fuesen invento suyo pues desde Pirro los ejércitos romanos ya enfrentaban elefantes y algo habían aprendido. Livio menciona muchos encuentros con presencia de elefantes tanto en Hispania como en Italia durante toda la guerra (a Italia llegan en las expediciones de Bomílcar, Asdrúbal Barca y el refuerzo recibido por Magón Barca en Liguria, aparte de los que trae Aníbal y emplea en Trebia). En muchos de ellos cuenta como las bestias se vuelven contra su propio bando e incluso como Asdrúbal Barca había dotado a sus guías con una especie de clavo y maza para matarlos y evitar que se revolviesen contra sus propias tropas. La virtud de estos generales radica en saber poner en práctica las tácticas que muy probablemente ya eran conocidas, en los momentos necesarios, consiguiendo engañar al enemigo en múltiples ocasiones. Otra innovación de Escipión muy probablemente copiada de Lucio Marcio y la batalla librada al norte del Ebro tras los desastres de Cástulo e Ilorci, es la quema nocturna de campamentos enemigos. Gracias a eso consigue salvar una peligrosa situación en torno a su posición de Castra Cornelia, cercana a Útica.
Aníbal por su parte, en su escape del Ager Falernus copia parcialmente la táctica que se cuenta que le costó la vida a su padre en Hispania.
¿En qué reside la superioridad de Escipión?
En la selección de objetivos estratégicos. En Hispania lo primero que hace nada más llegar es privar a sus enemigos de la fidelidad de sus aliados y de parte de su tesoro tomando la capital Carthago Nova y liberando a los rehenes. Sólo con ese golpe consigue ganarse la fidelidad de todo el Levante, el norte del Ebro en pleno y parte de la Oretania volviendo a situar el frente de guerra en la actual provincia de Jaén, tal cual lo dejaran dos años antes su padre y su tío.
En los asaltos y sitios a ciudades. Escipión utiliza la información antes de dar un golpe y consigue tomar al asalto todas las ciudades que ataca. Tan solo Útica se le resiste y debe sitiarla durante cerca de dos años, pero finalmente cae. Y no sólo eso, sino que su sitio no le impide proseguir sus operaciones en el teatro de guerra. Ciudad que atacaba, ciudad que caía (Carthago Nova, Orongis, Carmo, Iliturgis, Locri, Útica). Sin duda el golpe de Carthago Nova, aunque no muy fuertemente defendida, es espectacular. Aníbal sin embargo tiene un porcentaje de éxito muchísimo menor, predominando los fracasos y sobre todo cosechando éxitos basados primordialmente en la traición. Esta inferioridad púnica en la técnica del asalto queda de manifiesto de manera patente y muy probablemente fue la causa de no atacar Roma. Aníbal tras la experiencia saguntina y el fracaso ante Placentia debió de reflexionar acerca de sus carencias en esta materia. Es significativo en la relación anterior, la cantidad de veces que los romanos sorprendían a las tropas de Aníbal que asaltaban los muros, con salidas por las puertas de la ciudad que desbarataban su maquinaria de asalto y le diezmaban sus hombres. El fracaso en la ciudadela de Tarento es el mejor ejemplo de su ineficacia en este arte de la guerra.
La rapidez en el desplazamiento. Escipión, independientemente de que se le de crédito o no a lo escrito por diversos historiadores sobre las distancias recorridas en el tiempo que citan, es capaz de moverse con la velocidad necesaria para sorprender a sus enemigos, lo que se ve en Carthago Nova, Baecula o el refuerzo de Locri. Aníbal sin embargo llega tarde a Nola, Neápolis, Salapia, y la propia Roma, dando tiempo a los defensores a que reaccionen.
Saber vencer y saber aprovechar sus victorias. Parafraseando a Maharbal, Aníbal es capaz de cosechar tres años de éxitos continuos destruyendo ejércitos consulares uno detrás de otro y llevando a los supervivientes por las cimas de las colinas. No sólo eso, tras Cannas logra rebelar al 75% del sur de Italia y dejar a los romanos sin ejército en la Galia tras el desastre de Rávena en la selva litana y la pérdida del cónsul Lucio Postumio y todo su ejército. Y pese a ello no es capaz de dar el golpe de gracia. Escipión en dos años desde que desembarca en África, es capaz de conseguir la victoria definitiva que pone a Carthago a sus pies pidiendo la paz.
Estratégicamente es también Escipión el que se da cuenta que hay que llevar la guerra a África pues en el Brucio, donde abundan las montañas y bosques, terreno poco favorable para las batallas campales, Aníbal lleva cuatro años moviéndose sin poder ser aniquilado por los sucesivos cónsules que operan en la zona, siguiendo el estilo de su padre Amílcar en la primera guerra púnica en Sicilia. En contraposición, por el bando cartaginés, los sucesivos intentos de Asdrúbal y Magón de abrir un frente por el norte de Italia se saldan en fracaso. Fracaso además un tanto absurdo estratégicamente, pues si el objetivo final era unirse con su hermano en el Sur, cuanto más fácil hubiese sido enviar una flota a Aníbal directamente como hicieran con Bomílcar, y que con este, él con su consabida habilidad se movise por la zona de Italia que estimase pertinente. Una extraña manera de hacer llegar refuerzos por el camino más largo.
Otro aspecto interesante es el rendimiento de la infantería púnica. Los romanos hacían levas todos los años para completar sus ejércitos o renovarlos cuando eran destruidos. Sin embargo y pese a la bisoñez de parte de sus tropas, la infantería púnica no se mostró superior en toda la guerra y fueron sus victorias cimentadas principalmente en la caballería. En Zama se alude a que tuvo mucho peso en la derrota el aproximadamente tercio de tropas recién reclutadas en Carthago bajo mando de Aníbal, aunque inicialmente tenía superioridad numérica en infantería. Cabe contraponer ante eso como la infantería romana en Trebia, pese a ser reclutada ese año, fue capaz de combatir tras cruzar un río con agua casi helada y romper la linea enemiga y escapar de la aniquilación total cuando estaban cercados. Y no se puede olvidar que el resto de tropas de Aníbal en Zama eran veteranas (tanto las de Magón como las suyas propias). Es reseñable que pese a los 17 años de guerra con los romanos, los cartagineses en general y Aníbal en particular, no consiguiese alcanzar el nivel combativo de la infantería romana.
Al igual que Fabio Máximo contemporizó la guerra hasta que se pudiesen rehacer los ejércitos, Aníbal debiera haber hecho lo mismo hasta la llegada de más contingentes de caballería con los que combatir a Escipión, y no lo hizo. Sin duda su tremenda masa de elefantes (la mayor de toda la guerra con 80 bestias), su superior número de infantes, su autoconfianza en sus veteranos y su propia soberbia le llevaron a aceptar una batalla que al final le fue adversa con inferioridad de caballería.
Es curioso que incluso en la elección del escenario fue más inteligente Escipión, asegurándose las reservas de agua. Y en cuanto a tropas, al contrario que otros ejércitos romanos derrotados por Aníbal, en este caso era parejo en número con una entidad próxima a la de un ejército consular.
Y a nivel político, si los Barca tuvieron rivales en el Senado cartaginés que se preguntaban si todas sus victorias habían llevado parejas peticiones de paz o rendición de los romanos, no fueron menos enconados los de Escipión en Roma, que trataron de ningunearle su mandato en Hispania y dificultarle su plan de pasar a África.

Por último es interesante recordar la conversación entre Aníbal y Escipión tras Zama en la que tras ser preguntado por Escipión sobre quienes eran a su juicio los tres mejores generales de la Historia, el norteafricano le responde que primero Alejandro, luego Pirro y el tercero él mismo. Ante lo que el romano le inquiere que donde se situaría si le hubiese derrotado en la llanura de Zama, respondiendo el púnico que entonces él sería el más grande (como Rocío Jurado pero en masculino).

Un saludo


Roy
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Mensaje por Roy »

Vaya trabajazo te has currado, capricornio. Impresionante. Mis felicitaciones y muchas gracias por la información.


Isocrates
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Mensaje por Isocrates »

capricornio escribió:Varias páginas atrás ha salido la cuestión de Aníbal, sus éxitos y su grandeza. Sin discutir esta y su capacidad como gran táctico, y sin quitar un ápice del mérito de sostener 16 años la guerra en Italia, creo que es bueno recordar sus derrotas durante la guerra. Vaya por delante que la única batalla campal en la que sufre una derrota total es Zama y en el resto de encuentros desfavorables en los que obtiene un resultado negativo, este lo es en pequeña o mediana magnitud y siempre visto desde las fuentes historiográficas romanas. Pero creo interesante recordar que durante la guerra no solo fracasa en los asaltos y sitios de ciudades, sino también sufre reveses en batallas campales.
A continuación hago una reseña por años de estos encuentros saldados con su derrota o al menos en los que no logra su objetivo. Puede que el resultado de alguno sea discutible.

217
-Asalto nocturno a fortificación cercana a Placentia tras la batalla de Trebia y choque al día siguiente con la caballería y avanzadas del ejército romano de Sempronio donde Aníbal es herido y ordena retirada.
-Batalla campal con 12.000 infantes y 5.000 jinetes junto a Placentia frente al cónsul Sempronio con los restos de su hueste de Cannas. Repelido hasta su campamento y contraataque durante la retirada romana con caballería que le permite desquitarse. Bajas no muy elevadas en ambos bandos.
-Asalto Spoletium: Rechazado al asaltar esa ciudad.
-Paso Tarracina: Fracaso en su primer intento de romper el cerco del Ager Falernus en dirección a Casilinum
-Geronium (Apulia): El Maestro de caballería Minucio Rufo derrota a Aníbal gracias a la irrupción de los aliados samnitas de Numerio Décimo que llegan desde Bovianum, huyendo de la zona y siendo diezmado en su huída, abandonando dos campamentos.
-2ª Batalla de Geronium (Apulia): Tras la emboscada al ejército de Munucio Rufo, la irrupción de Fabio Máximo con el suyo lo pone en fuga.


Vayamos paso por paso.

- El intento de asalto nocturno se vuelve imposible al ser descubiertos, y Anibal se retira, no por ser derrotado en batalla campal alguna, sino porque no tenía intención de librar ninguna batalla en absoluto. Fue a intentar un golpe de mano, es descubierto antes de poder realizarlo y se va

- La batalla campal con 12.000 infantes y 5.000 jinetes contra Sempronio a las afueras de Placencia parece bastante improbable. No solo es que Polibio no diga nada de ella -ni de la anterior- sino que señala claramente que Sempronio intentó hacer llegar a Roma noticias falsas sobre la batalla de Trebia, ocultando su derrota. Parece probable que esa no fuera la única noticia falsa que le mantuvo ocupado.

Por lo demás, la situación que describe Livio es absurda. Anibal, con solo una fracción de su ejército, ofrece batalla campal a los romanos mientras el resto de sus tropas están quien-sabe-donde haciendo dios-sabe-qué.

- El primer intento de romper el cerco del Ager Falernus no es más que un tanteo de infantería ligera y caballería sin que se produjera ninguna batalla campal -¡cómo iba a haberla si los romanos no pensaban moverse un centímetro de su ventajosa posición!-


- En Geronioum Rufo no derrota Anibal. El propio Livio dice que "algunos autores" lo cuentan, aunque no es la versión que él proporciona. Por otro lado, es evidente que el ejercito de Anibal no tuvo 6.000 bajas en estos momentos -6.000 muertes más los heridos que proporcionalmente corresponderían habrían dejado al ejercito púnico en una situación operativamente complicada. Sin embargo, poco después demostró estar en espléndida forma al casi aniquilar a las tropas de Rufo

- Segunda batalla de Geronium. Una vez más, Anibal no es derrotado. Atrae al un ejercito romano a una batalla en la que está cerca de aniquilarlo y cuando otro ejército romano se acerca, se retira. En ningún modo es derrotado en batalla campal.

Ya seguiremos


Those heroes that shed their blood and lost their lives... You are now lying in the soil of a friendly country. Therefore rest in peace. There is no difference between the Johnnies and the Mehmets to us where they lie side by side now here in this country of ours...
capricornio
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Mensaje por capricornio »

:oops: Gracias por tus palabras Roy.

El problema de las fuentes antiguas es que siempre albergan espacios de debate sobre su credibilidad e interpretación de los hechos que cuentan.
En la narración del ataque nocturno a la fortificación se cita expresamente que al amanecer del día siguiente los efectivos de Aníbal chocan con la caballería y velites de Sempronio resultando herido Aníbal. Algo independiente del combate que tiene lugar después junto a Placencia. Entre ambos se produce la toma de Victumviae por los púnicos. Y en ella se cita expresamente como un escaso número de efectivos cartagineses apresa a un superior contingente de romanos.
En principio el combate con Sempronio puede ser o no, pero creo que porque Polibio no lo mencione no es razón suficiente, pues ignoramos las fuentes de uno y otro en su totalidad y ninguno de ellos es contemporáneo a los hechos. A priori Polibio, historiador no romano, pudo "beber" de fuentes cartaginesas pues su "mecenas" Escipión Emiliano fue el conquistador de Cartago, y parece que le facilitó el acceso a los autores púnicos, lo cual le confiere unas fuentes de información muy importantes. Pero ignoramos si otros autores tuvieron acceso a las mismas o noticias sobre su contenido de uno u otro modo. Esta no es la única discrepancia o ausencia de datos que confrontar con Livio y no por ello se puede descartar lo que este último diga. Si extendiéramos ese razonamiento, sólo valdría lo que diga Polibio. Personalmente, veo más discutible que la existencia del combate en si, el hecho de si Aníbal no le volvió a tender una trampa y retrocedió a propósito. Por la descripción parece que Sempronio llega aparentemente victorioso hasta el campamento enemigo y cuando retorna le cae encima la caballería enemiga y se produce la salida de la infantería del campamento cartaginés, desencadenándose un duro combate interrumpido por la oscuridad. El número de bajas parece ser escaso, pero Livio alude a que aunque pierden menos tropas, la "calidad" de las romanas entre las que habría 5 tribunos militares romanos y 3 aliados, es superior. Inventar algo tiene sentido con el fin de glorificar, pero narrar algo de resultado tan dudoso no parece que magnifique mucho la causa romana.
Por otro lado, el general cartaginés posee inteligencia en la zona de sus aliados galos, luego no se le debe escapar la magnitud de los efectivos romanos. Hay una mención a que todos los huidos de Trebia no podían ser abastecidos en Placentia por lo que los restos de uno de los ejercitos consulares se dirigen a Cremona y los del otro quedan en Placentia. Si tenemos en cuenta la merma sufrida por las bajas de la batalla y el reparto de supervivientes, probablemente no eran superiores en número a la cifra que da Livio.

El hecho de que Aníbal separe sus tropas no lo veo en principio ni mucho menos inverosímil pues más adelante lo hizo cediendo efectivos a Hannón para que desempeñase campañas en solitario (en Apulia o reforzando Capua). Además, la descripción de los 12.000 peones y 5.000 caballeros corresponde con la formación que Aníbal saca al campo de batalla el día antes de que se produzca el combate y es el hecho que provoca que Sempronio salga y acampe a escasa distancia del camapamento de Aníbal, situado a unas diez millas de la ciudad. Pero el día del combate no está claro lo que realmente saca Aníbal. A tenor del desarrollo del combate y el contraataque cartaginés hasta pudiera parecer un cebo de Aníbal para animar a salir a su rival No obstante reitero, como dije en el post previo, que las fuentes antiguas se prestan a la discusión. Y en el tema de los muertos, el propio Livio en numerosas ocasiones pone en duda ciertas cifras. En general creo que están algo hinchadas, pero no creo que sean desorbitantes. Hay casos y casos. Sin ánimo de polemizar, creo que todo lo relativo a cifras es debatible.

En la mención al combate de Tarracina que he hecho no he dicho que se trate de una batalla campal.
Imagino que la mención inicial de mi post a que también resulta derrotado en batallas campales le ha llevado a esa impresión, pero en el desarrollo concreto trato de indicar sucintamente la naturaleza de cada encuentro.
Livio describe que el ejército de Aníbal marcha en formación ocupando el ancho del camino, de lo que se deduce que va encolumnado. Y cuando los romanos forman al abrigo de su campamento en una posición más elevada, Aníbal lanza a su caballería siendo repelido, debiendo retirarse con más bajas que sus oponentes y sin conseguir franquear el paso, que era su intención real.

Sobre el combate de Geronium, lo evidente es que en el primero de ellos Rufo derrota a Aníbal, pues gracias a ello se le asigna un rango similar al de Fabio Máximo, repartiéndose con el Dictador el ejército, lo cual sería impensable de haber salido derrotado. Independientemente de que las cifras de muertos sean más o menos reales. Un ejército consular romano de la segunda guerra púnica constaba de 4 legiones manipulares, dos romanas y dos de aliados itálicos y una caballería teórica de 1.200 jinetes. Aunque hay excepciones y se conocen menciones a legiones de más de 4.200 hombres (por ejemplo en las que se lleva Escipión a África), cabe suponer que ese era el caso de las que estamos discutiendo. Eso sitúa la magnitud del ejército consular en un nivel aproximado de 18.000 combatientes. En teoría, siguiendo a Aníbal estaba el ejército consular que había traido desde la Galia el cónsul Cneo Servilio Gémino, bajo mando ahora del Dictador Fabio Máximo. Y además, un segundo ejército que contaba al menos con dos legiones romanas (y cabe suponer, aunque Livio no lo menciona -cosa que nunca suele hacer-, que dos de los aliados itálicos), reclutadas tras el desastre de Tresimeno por el maestro de caballería del Dictador, Minucio Rufo. Eso permite estimar los efectivos romanos que persiguen a Aníbal en una fuerza del orden de 36.000 combatientes. Los efectivos de Aníbal son más complicados de evaluar. No parece descabellado pensar que tras la incorporación de galos después de su victoria de Trebia y la acaecida en Tresimeno, conociendo que en el verano del año siguiente en Cannas se suele hablar que cuenta con un ejército de entre 45.000 y 55.000 hombres, en las postrimerías del verano del 217 a.C sus efectivos no fuesen inferiores a los 35.000 hombres. Luego suponer cierta paridad numérica a los efectivos de Aníbal y los de Minucio Rufo en el primer combate en torno a Geronium, no debe andar muy alejado de la realidad (Fabio estaba en Roma en ese momento). Otra cosa es saber cuantos hombres pierde el púnico. Livio menciona la llegada a mitad batalla del samnita Numerio Décimo con unos 8.000 hombres y 500 jinetes de refuerzo, decidiendo la huida del púnico y participando de su persecución en la que le causan bajas, que se salda con la toma de dos campamentos, quizás abandonados. Se habla de 6.000 cartagineses y 5.000 romanos muertos. Aproximadamente un 17% y 14% respectivamente (dando por buenas mis suposiciones).

El siguiente combate, una vez "ascendido" Rufo y repartidos los ejércitos, tiene lugar entre Aníbal y un solitario ejército consular. Diferencia clave con la batalla anterior. Cabe pensar entonces en una superioridad numérica cartaginesa clara, pese a lo cual el impulsivo Rufo se tira a la piscina. Pero aún esto es matizable. Aníbal embosca 5.000 hombres y poco antes ha perdido 6.000. Eso supone que respecto a la cifra de los 35.000 supuestos, es probable que alineara a la "vista" unos 24.000 frente a los romanos. Si los romanos contaban con 36.000 hombres más los 8.500 samnitas, menos los 5.000 muertos, estaríamos hablando de 39.500. Repartidos en dos ejércitos serían casi 20.000 soldados en cada uno. Y eso ayuda a entender que Rufo, pletórico de moral según Livio por su éxito anterior, pique el anzuelo. No obstante, también es posible que los 8.500 samnitas correspondan a las dos legiones aliadas del ejército reclutado por Rufo y que no hubiesen llegado hasta ese momento. Es difícil saber, pero no tiene por que ser tan descabellado lo que se cuenta.

No obstante, es cierto que de la lectura de Livio se deduce que Aníbal se retira tras causar un notable quebranto al ejército de Minucio Rufo y no llega a combatir contra la formación romana resultante de la unión del ejército de refuerzo de Fabio con el que se retira en desorden de Rufo. Por lo que su retirada es tras un combate victorioso. Creo que la breve descripción que hago responde a lo que cuentan como acaecido. Como comenté en el post previo, el resultado de algunos de los combates es discutible, y este es uno de ellos. Lo cité por lo que supone de huida frente a una formación enemiga en campo abierto, terreno en el que al cartaginés se le concede cierta aureola de intratable.


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Mensaje por Isocrates »

capricornio escribió:
216
- Asalto de Neápolis: Marco Junio Silano rechaza a Aníbal en su intento de toma de esta ciudad tras un éxito previo de su caballería.
-1ª Batalla de Nola: Marcelo ordena una salida de sus tropas cuando Aníbal se acerca con su maquinaria de asalto, pese a que conocedor de una conspiración dentro de la misma debe dejar parte de sus efectivos custodiando el tren de suministros, las puertas y los muros. Sorprende a Aníbal en su salida por la puerta principal y al final lo pone en fuga con la salida por las puertas laterales.


- No estoy muy seguro respecto a qué intento de tomar Neapolis te refieres, aunque no se tratará de una batalla campal.

- La primera batalla de Nola, por lo menos en lo que Livio nos cuenta, no termina con el ejército cartaginés puesto en fuga. De hecho, Livio ni tan siquiera se atreve a dar por buenas las supuestas 2.800 bajas púnicas




215
-Asalto de Cumas: Aníbal es rechazado por Sempronio Graco que de nuevo lo sorprende con una salida de tropas desde la ciudad que diezma a los atacantes y destruye su maquinaria de asalto, en concreto una torre.
-2ª Batalla de Nola: Marcelo asola la campiña campana y Aníbal pide refuerzos del ejército traido por Bomílcar que le son conducidos por Hannón hasta la zona incluyendo elefantes para sitiar la ciudad. Tras rodearla se incia una batalla campal a las puertas de la ciudad interrumpida por una tormenta que provoca el repliegue de ambos bandos. Cuando tras tres días de lluvia Aníbal ordena a parte de sus tropas ir a rapiñar, Marcelo saca a las suyas y las dirige en orden de batalla contra el campamento de Aníbal. Aníbal opone las tropas que tiene y es obligado a volver a él ante las cuantiosas bajas que incluirían 6 elefantes y 5.000 hombres. Al día siguiente sufre la deserción de 1.300 jinetes númidas. Aníbal levanta el sitio.


- En Cumas hay poco más que una refriega aprovechando el incendio de una torre de asalto cartaginesa. Por supuesto, el ejército de Anibal no fue "diezmado" ni nada que se le parezca. De hecho, al día siguiente formó para ofrecer batalla sin que los romanos -que se supone lo habían diezmado el día anterior- se sintiesen con ánimos para terminar la tarea.

- La segunda batalla de Nola es la más clara narración de una victoria romana que realiza Livio hasta ahora, pero en la misma hay suficientes elementos como para desconfiar de su exactitud. Se supone que los romanos derrotan totalmente al ejercito cartagines que, sin embargo, se retira a su campamento -del mismo modo que los romanos se retiran a Nola-. Es evidente que los cartagineses no estaban en fuga, o hubieran sido masacrados en desorden mientras se apelotonaban en las entradas del campamento. Al día siguiente, nos dice Livio, los contendientes se hacen cargo cada uno de sus propios muertos bajo una tregua tácita; pero si los romanos hubieran derrotado realmente a los cartagineses y quedado dueños del campo de batalla -a las puertas de su ciudad- no precisarían tregua de ninguna clase para ocuparse de sus muertos y serían los derrotados cartagineses quienes debieran haber pedido permiso para hacerlo con los suyos; finalmente, es cierto que Anóbal se retira de Nola, pero no es menos cierto que Marcelo no hace el más mínimo intento por perseguirle, obstaculizarle o "darle la puntilla" después de su supuesta victoria anterior.

En realidad, los hechos parecen indicar que la batalla terminó sin que ninguno de los contendientes lograra imponerse. Por eso el ejército púnico no fue masacrado en la supuesta e inexistente huida, por eso los romanos precisaron de la tregua tácita de Anibal para recoger a sus muertos y por eso Marcelo no molestó los movimientos de Anibal después de la batalla.


Continuara...


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Mensaje por Isocrates »

capricornio escribió::oops: Gracias por tus palabras Roy.

El problema de las fuentes antiguas es que siempre albergan espacios de debate sobre su credibilidad e interpretación de los hechos que cuentan.
En la narración del ataque nocturno a la fortificación se cita expresamente que al amanecer del día siguiente los efectivos de Aníbal chocan con la caballería y velites de Sempronio resultando herido Aníbal.


Pero se cita en el marco general de una operación realizada para intentar dar un golpe e mano que se frustra al ser descubiertos.



En principio el combate con Sempronio puede ser o no, pero creo que porque Polibio no lo mencione no es razón suficiente, pues ignoramos las fuentes de uno y otro en su totalidad y ninguno de ellos es contemporáneo a los hechos.


Hay que tener en cuenta que, de haberse producido, estaríamos hablando de un encuentro de mucha mayor magnitud que la batalla de Tesino, lo que hace complicada su omisión por parte de Polibio. Por otra parte, no solo habría omitido Polibio la batalla, sino también el hecho de haberse separado el ejército Cartaginés. Por último, el caso es que la propia narración de Livio no dice nada sobre esa separación del ejército cartaginés. No sabemos nada sobre ella, ni sabemos qué fue de la otra mitad a través de ninguno de los dos.

A priori Polibio, historiador no romano, pudo "beber" de fuentes cartaginesas pues su "mecenas" Escipión Emiliano fue el conquistador de Cartago, y parece que le facilitó el acceso a los autores púnicos, lo cual le confiere unas fuentes de información muy importantes.


Pues, lo cierto es que en este momento no se me ocurre ningún pasaje de la Historia de Polibio que pueda decirse que beba de fuentes púnicas.

Pero ignoramos si otros autores tuvieron acceso a las mismas o noticias sobre su contenido de uno u otro modo. Esta no es la única discrepancia o ausencia de datos que confrontar con Livio y no por ello se puede descartar lo que este último diga. Si extendiéramos ese razonamiento, sólo valdría lo que diga Polibio.


Si extendiéramos el contrario, solo valdría lo que diga Livio. No es esa la cuestión, pero ante grandes discrepancias -y una batalla en la que interviene Anibal, un Cónsul y medio ejército cartaginés ES una GRAN discrepancia- es imposible no verse en la necesidad de tomar partido. Si, como en este caso, la batalla supone la existencia de otros hechos (división del ejército cartaginés) también omitidos por Polibio -y por el propio Livio- encuentro más razonable dudar del relato que aceptarlo como bueno.


Personalmente, veo más discutible que la existencia del combate en si, el hecho de si Aníbal no le volvió a tender una trampa y retrocedió a propósito. Por la descripción parece que Sempronio llega aparentemente victorioso hasta el campamento enemigo y cuando retorna le cae encima la caballería enemiga y se produce la salida de la infantería del campamento cartaginés, desencadenándose un duro combate interrumpido por la oscuridad. El número de bajas parece ser escaso, pero Livio alude a que aunque pierden menos tropas, la "calidad" de las romanas entre las que habría 5 tribunos militares romanos y 3 aliados, es superior. Inventar algo tiene sentido con el fin de glorificar, pero narrar algo de resultado tan dudoso no parece que magnifique mucho la causa romana.


Bueno, el entorno de Sempronio se ha inventado una batalla de Trebia en la que está a punto de alzarse con la victoria. Cabe suponer que tendrá que completar eso con otros hechos en los que su valía quede más allá de toda duda, pero la fortuna haga caer a todos esos mandos que no iban a volver nunca a Roma -porque ya estaban muertos desde Trebia-.



Por otro lado, el general cartaginés posee inteligencia en la zona de sus aliados galos, luego no se le debe escapar la magnitud de los efectivos romanos. Hay una mención a que todos los huidos de Trebia no podían ser abastecidos en Placentia por lo que los restos de uno de los ejercitos consulares se dirigen a Cremona y los del otro quedan en Placentia. Si tenemos en cuenta la merma sufrida por las bajas de la batalla y el reparto de supervivientes, probablemente no eran superiores en número a la cifra que da Livio.

En la mención al combate de Tarracina que he hecho no he dicho que se trate de una batalla campal.
Imagino que la mención inicial de mi post a que también resulta derrotado en batallas campales le ha llevado a esa impresión, pero en el desarrollo concreto trato de indicar sucintamente la naturaleza de cada encuentro.


Entiendo.


Livio describe que el ejército de Aníbal marcha en formación ocupando el ancho del camino, de lo que se deduce que va encolumnado. Y cuando los romanos forman al abrigo de su campamento en una posición más elevada, Aníbal lanza a su caballería siendo repelido, debiendo retirarse con más bajas que sus oponentes y sin conseguir franquear el paso, que era su intención real.



Pero es poco más que una refriega, preludio, por otra parte, de la estratagema que le permite forzar el paso de forma casi inmediata. Es casi como considerar una derrota cada envite sobre una fortificación que es rechazado antes de tomarla definitivamente. Tampoco hay que olvidar que es otro lance que no relata Polibio, y si bien eso no significa que no pudiera producirse, no dice gran cosa sobre su importancia.
Sobre el combate de Geronium, lo evidente es que en el primero de ellos Rufo derrota a Aníbal, pues gracias a ello se le asigna un rango similar al de Fabio Máximo, repartiéndose con el Dictador el ejército, lo cual sería impensable de haber salido derrotado.


Recordemos que Polibio sí narra este encuentro, así como las noticias que de él manda Rufo a Roma y dice "En Roma se dio más importancia a lo sucedido de la que en realidad tenía". En la narración de Polibio Anibal rechaza finalmente a las tropas romanas. En la versión inglesa de Livio de Livius se lle
... yet though the losses were so evenly balanced an idle and foolish report of a splendid victory reached Rome together with a despatch from the Master of the Horse which was still more foolish.


No parece que ninguno de los dos se atreva a calificar los hechos como una victoria de Rufo

Por cierto, si das a Anibal como "perdida" cada vez que intenta un asalto a una posición y no la toma, entonces aquí el perdedor sería Marcelo -que asalta el campamento cartaginés sin tomarlo- y en la ya debatida (y dudosa) batalla de Placentia el derrotado sería Sempronio -que fracasa en su intento de tomar el campamento cartaginés.


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Mensaje por Shrike »

Isócrates escribió:Pues, lo cierto es que en este momento no se me ocurre ningún pasaje de la Historia de Polibio que pueda decirse que beba de fuentes púnicas.


Que yo sepa, en lo que nos ha llegado de la obra de Polibio, también diría que no se cita ningún autor púnico. Lo más parecido, autores "procartagineses", serían el espartano Sósilo - que sirvió a las órdenes de Aníbal (Polibio, III. XX. 5)- y el siciliota Filino (en Polibio, I. XIV.1-3 y XV; III. XXVI. 2-5).

Por otra parte, de todos los autores latinos, creo que el único que afirma citar "libros púnicos" es Salustio en su Guerra de Jugurta. Sólo conozco un caso adicional, el del libro XIV - ¿o el XIII?, ahora no estoy 100% seguro :conf: - de Tito Livio, actualmente perdido pero que, según las Periochae, narraba la historia de Cartago, así que es posible que citase alguna obra púnica.

Un saludo,


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Mensaje por capricornio »

Sobre Neápolis hay tres menciones en Livio. Una primera en la que la caballería de Aníbal embosca a la caballería que ha salido de la ciudad, claramente victoriosa para él, pero que no continua con ningún tipo de sitio o asalto. Parece que Aníbal tratara de forzar una rebelión interna o rendición por miedo con la mera presencia de sus tropas. Hay otra alusión a que tras el pase de Capua a su bando, realiza un segundo intento contra Neápolis sin resultado justo antes de dirigirse a la campiña de Nola. Allí, tras la llegada de Marcelo a marchas forzadas desde Casilino se retira y vuelve a ir a Neápolis, donde se entera de la presencia en la ciudad del prefecto romano Marco Junio Silano (quien años después acompañara a Hispania a Escipión africano y derrotara en un combate en la Celtiberia a Magón Barca y a Hannón), y desiste del intento, dirigiéndose a Nuceria. Es posible que no llegara a haber combates y tratara de rendirla únicamente por intimidación. Reitero que la lista de mi primer post no es sólo de batallas campales.

La primera batalla de Nola empieza con la llegada de Aníbal para tomar la ciudad. Sigue con pequeñas escaramuzas entre la ciudad y el campamento cartaginés. Tras estas se produce la batalla campal que describe Livio. El ejército de Aníbal permanece en formación de batalla bastante tiempo esperando la salida de los romanos y la reacción de los traidores nolanos apalabrados con él en los muros. Ante la ausencia de esta, ordena traer de su campamento la maquinaria de asalto para iniciar el mismo. Cuando están próximos a los muros, Marcelo ordena la salida en tromba por la puerta principal de una parte de sus efectivos de infantería seguida de la caballería. Y tras esto se produce la salida del resto de sus tropas por las puertas laterales, citando expresamente el autor romano la impresión de ser muy numeroso en efectivos que consiguió dar Marcelo con esa triple salida y el griterío de los hombres que custodiaban los suministros junto a las puertas de la ciudad. Livio se hace eco de las cifras de bajas favorables a los romanos y aunque afirma que no sabe si esa fue la magnitud real de los hechos, sí que deja claro que fue una victoria romana muy importante por lo que supuso de batir a los púnicos en batalla. A raíz de esto, prosigue el relato diciendo que Aníbal pierde la esperanza de tomar Nola y se marcha hacia Acerrae. De la descripción, aunque le demos más o menos crédito a la cifra de muertos, lo que queda claro es que quien gana el enfrentamiento armado a su rival es Marcelo con su repentina salida, y quien fracasa en su intento es Aníbal.

En Cumas, cuando hablo de "diezmar" a los atacantes me refiero a los que llevan el ataque con la torre de asalto. Por la magnitud de muertos que da Livio, 1.300 cartagineses, desde luego que no es el combate más importante de la guerra, pero si que deja claro el fracaso de Aníbal frente a ciudades amuralladas, y por otro lado describe el hecho de construir una torre de asalto de gran magnitud, mención poco habitual en el general de Cartago durante la contienda. Una vez más, le vuelven a sorprender con una salida relámpago desde las puertas de la ciudad, que le ocasiona no sólo perder la maquinaria de asalto y un apreciable número de tropas, sino retirarse a su campamento perseguido, tal y como lo describe Livio. No es en la faceta del asalto a ciudades donde demostrara su talento el púnico. Para mi, este combate no es una simple refriega sino un intento de asalto de los muros fracasado y saldado con bajas significativas para la magnitud del esfuerzo que se estaba llevando a cabo, que convence a Aníbal de sus carencias ante los bastiones. No en vano en la ciudad estaba uno de los cónsules romanos de ese año, Tiberio Sempronio Graco. El que al día siguiente Aníbal alinee sus tropas para presentar batalla, lo que indica es el reconocimiento de que el combate en los muros no es lo suyo, tratando en consecuencia de conseguir una victoria donde si demuestra su habilidad, que es en campo abierto. Y el rechazo de los romanos a aceptar ese combate también indica sus debilidades o temores. Pero a la postre es el atacante (en este caso Aníbal tratando de tomar Cumas) el que debe llevar a cabo la táctica que le permita lograr sus objetivos o de lo contrario fracasará. En este caso, los defensores realizaron la defensa que se adaptaba a sus capacidades o autoconfianza y consiguieron que Aníbal desistiera de su intención sin llegar a conseguirlo.

Respecto a la 2ª Batalla de Nola, nadie dice que sea una derrota total que aniquile el ejército de Aníbal. Pero de nuevo la descripción apunta a una retirada del púnico del campo de batalla cuando las cosas le están yendo bastante mal. No sabemos si la mayoría de los muertos que le achacan se producen durante la fase regular del combate o durante la retirada en la que específicamente se dice por Livio que los púnicos dan la espalda (señal inequívoca de que huyen con no demasiado orden). La lógica apunta a que la mayoría de ellos sea durante esta retirada. Aunque cuenta que los soldados romanos estaban deseosos de asaltar el campamento, Marcelo los retrae y no se llega a mencionar que alcanzasen las puertas del campamento púnico (como si ocurre en la descripción de otros combates). La presencia de elefantes en la batalla es significativa sobre la envergadura de los medios puestos en juego en la misma. Asimismo la deserción que narra Livio de 1.300 númidas al día siguiente no apunta a unas tablas ni nada que se le parezca, sino a un ejército que empieza a desconfiar de su victoria y cree en la del rival. La relación causa-efecto del resultado de la batalla recién ocurrida es clara. La post-batalla no se puede presentar como una concesión de Aníbal a los romanos, cuando Livio de nuevo da un detalle que deja pocas dudas de quien fue el ganador al afirmar que Marcelo quema los despojos de sus enemigos como ofrenda al dios Vulcano. Un perdedor que hace ofrendas a los dioses nada más producirse su derrota es inverosímil. La falta de persecución de los cartagineses no quiere decir nada. Tampoco Aníbal lo hace tras ganar en Trebia o Cannas, aparte de los campamentos que rodean el campo de batalla, y creo que nadie duda del resultado de la batalla pese a que en ambos casos los restos de los ejércitos romanos alcanzasen sin ser perseguidos poblaciones amigas. En este caso Marcelo tiene un motivo importante y es la necesidad de dejar hombres en la ciudad pues un sector de los nobles y una amplia mayoría del pueblo es procartaginesa. El siguiente movimiento conocido de Marcelo desde Nola es por orden de Fabio Máximo para dirigirse a Roma donde van a tener lugar las elecciones consulares y va a resultar elegido como cónsul plebeyo tras el "affaire" de los augurios de ese año que justificaron la tradición de la no existencia de dos cónsules plebeyos el mismo año (Gracco y Marcelo) pese a haber sido elegidos en ese sentido.
Sin duda, Aníbal demuestra durante toda la guerra (excepto Zama) una habilidad para cuando las cosas no le van bien, retirarse con bajas limitadas salvando el grueso de su ejército. En cierto modo, Julio César años después demostrará esa misma cualidad. Todos los encuentros que señalo no son grandes derrotas de Aníbal, pues es un general lo suficientemente inteligente como para replegarse con el orden suficiente cuando la cosa pinta mal, pero si muestran que el africano disputó numerosos encuentros desfavorables a su causa, muchos de ellos en batalla campal, contrariamente a lo que se suele pensar de él como líder invencible, en especial en campo abierto, hasta la derrota de Zama. No es cierto que tuviera una sola derrota que le costara la guerra. Tuvo muchas.

Respecto al combate de Tarracina, este se acompaña en Livio con la narración previa de otro encuentro en el que un destacamento de caballería romano encabezado por Lucio Hostilio Mancino es aniquilado por los cartagineses en el mismo área del Ager Falernus. La diferencia es que en el de Tarracina Aníbal está moviendo a su ejército entero para tratar de salir de la zona, aunque lance al encuentro del enemigo sólo a su caballería. Si Aníbal no hubiese estado cercado en el Ager Falernus, no habría tenido necesidad de urdir una estratagema para romper el bloqueo. El combate de Tarracina, aunque de pequeña entidad por las fuerzas puestas en juego y las bajas acumuladas, encaja bien en el escenario de un ejército que trata de romper un bloqueo con un encuentro convencional y que tras fracasar, se repliega y prepara una ruptura del cerco con otro tipo de ardid diferente al combate tradicional en el que por una cuestión topográfica está en posición desventajosa. A fin de cuentas, de lo acaecido en el Ager Falernus, Livio viene a decirnos que el gran Fabio Máximo también es finalmente burlado por el cartaginés que de trampas había aprendido bastante.
Sobre si el éxito o fracaso se mide en tomar campamentos, nada más alejado de la realidad. El éxito o fracaso depende de la consecución o no del objetivo táctico que se fije en cada situación. En Tarracina Livio cuenta como un ejército trata de romper un bloqueo franqueando un paso de montaña y no lo consigue por culpa de la oposición armada del enemigo que lo rechaza. Luego lo conseguirá en el paso del Galícano mediante su estratagema de los bueyes y la infantería emboscada. En Nola es Aníbal el que se acerca a la ciudad para tomarla o en el peor de los casos desgastar el ejército que la defiende mediante batalla campal. Producida la batalla y saldada con su derrota, Aníbal se marcha. Fracasa por completo se mire como se mire. En Placentia el resultado es más incierto. Aníbal está tratando de tomar los bastiones romanos en la zona. Tras ser repelido en la primera fortificación consigue tomar la segunda, Victumviae (de la que se narra que lo consigue con muy pocas fuerzas comparadas con los defensores, lo que puede significar que tras Trebia, Aníbal divide sus tropas en varios contingentes para realizar saqueos y tomar poblaciones menores) y de allí se dirige a Placentia. Por la magnitud del posible contingente romano en Placentia (uno de los dos ejércitos consulares diezmados en Trebia y la guarnición de la ciudad, que dudo que entreambos llegasen a los 15.000 efectivos combatientes), da la sensación de querer sacarlo de la misma "eneseñándose" con un ejército a la medida del enemigo. Sempronio sale de la ciudad y acampa cerca del cartagines entablando combate al día siguiente, en el que desconocemos cuanto alinea Aníbal de su ejército, pero que muy probablemnte sea similar a lo del día anterior para incitar al impulsivo Sempronio y provocar su salida a campo. La descripción del combate parece indicar un posible ardid de Aníbal que se dejaría "empujar" hasta las cercanías de su campamento donde llegaría a combatir en puertas y empalizada y cuando los romanos se repliegan tras varias horas, les lanza la caballería por las alas y saca de nuevo su infantería. Aunque el combate tendría cierta envergadura las bajas no son grandes y no parece que se salde con ventaja de algún bando. El encuentro se rompe por la caída de la oscuridad. Las bajas romanas incluyen mandos importantes lo que hace sospechar que pueda haber salido peor parado que los cartagineses. ¿Quién es el ganador?
En mi opinión el combate no tiene un ganador claro que consiga ventaja o aniquile al enemigo, más allá de la especulación sobre la "calidad" de las bajas romanas, pero dada la situación estratégica en ese momento (un ejército romano a la defensiva tras su derrota en Trebia), y las aparentes intenciones de Aníbal de apoderarse de las colonias romanas en la Galia Cisalpina, este último vería frustrada su intención de tomar Placentia o de destruir en su defecto un ejército romano o los restos de él.

Ahora no sabría decir con certeza, pero puede que la mención de que Polibio tuvo acceso a fuentes cartagineses sea de algún libro de autor o de algún debate en algún foro de historia. Se basaba en la condición de Escipión Emiliano de conquistador de Cartago y de la posesión en su biblioteca de ejemplares saqueados en la ciudad norteafricana durante la toma. Polibio habría tenido acceso a ellos en la biblioteca personal de Escipión dada su condición de "protegido" de él.


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Mensaje por Isocrates »

capricornio escribió:
La primera batalla de Nola empieza con la llegada de Aníbal para tomar la ciudad. Sigue con pequeñas escaramuzas entre la ciudad y el campamento cartaginés. Tras estas se produce la batalla campal que describe Livio. El ejército de Aníbal permanece en formación de batalla bastante tiempo esperando la salida de los romanos y la reacción de los traidores nolanos apalabrados con él en los muros. Ante la ausencia de esta, ordena traer de su campamento la maquinaria de asalto para iniciar el mismo. Cuando están próximos a los muros, Marcelo ordena la salida en tromba por la puerta principal de una parte de sus efectivos de infantería seguida de la caballería. Y tras esto se produce la salida del resto de sus tropas por las puertas laterales, citando expresamente el autor romano la impresión de ser muy numeroso en efectivos que consiguió dar Marcelo con esa triple salida y el griterío de los hombres que custodiaban los suministros junto a las puertas de la ciudad. Livio se hace eco de las cifras de bajas favorables a los romanos y aunque afirma que no sabe si esa fue la magnitud real de los hechos, sí que deja claro que fue una victoria romana muy importante por lo que supuso de batir a los púnicos en batalla. A raíz de esto, prosigue el relato diciendo que Aníbal pierde la esperanza de tomar Nola y se marcha hacia Acerrae. De la descripción, aunque le demos más o menos crédito a la cifra de muertos, lo que queda claro es que quien gana el enfrentamiento armado a su rival es Marcelo con su repentina salida, y quien fracasa en su intento es Aníbal.



Quizá lo primero que haya que señalar es que Livio en ningún momento dice que Anibal fuera "puesto en fuga" por la salida de los romanos por las puertas laterales como señalabas en tu primer mensaje-. De hecho, en ningún momento dice ni que se pusiera en fuga ni que huyera. No nos dice como continúa la batalla -lo que no deja de ser extraño si pensamos que se produjo un victoria riomana-

Livio da gran importancia a la victoria, pero añadiendo a continuación la dificultad que tenía el evitar ser derrotado por Anibal. Por otro lado, Livio también nos dice que Anibal no tenía intención de tomar la ciudad al asalto, sino que esperaba que su acción permitiese a sus partidarios del interior realizar los planes pactados. La lucha proporcionó a los partidarios de los cartagineses la mejor ocasión para "hacer algo" -que es lo que buscaba Anibal al forzar la salida de la mayor parte de las tropas romanas-. Si no lo hicieron no se le puede achacar a él.




En Cumas, cuando hablo de "diezmar" a los atacantes me refiero a los que llevan el ataque con la torre de asalto. Por la magnitud de muertos que da Livio, 1.300 cartagineses, desde luego que no es el combate más importante de la guerra, pero si que deja claro el fracaso de Aníbal frente a ciudades amuralladas, y por otro lado describe el hecho de construir una torre de asalto de gran magnitud, mención poco habitual en el general de Cartago durante la contienda. Una vez más, le vuelven a sorprender con una salida relámpago desde las puertas de la ciudad, que le ocasiona no sólo perder la maquinaria de asalto y un apreciable número de tropas, sino retirarse a su campamento perseguido, tal y como lo describe Livio.



Estamos hablando de una escaramuza en la que, aprovechando el pánico que provoca el fuego de una torre, los sitiados hacen una rápida salida y vuelven rápidamente tras las murallas. Por supuesto, ni sorprenden a Anibal -que difícilmente estaría al mando directo del contingente que en ese momento movía la torre- ni le persiguen a ninguna parte. Lo que hacen es -como es norma en esas situaciones- realizar una acción rápida y retirarse antes de que el enemigo reacciones.

No es en la faceta del asalto a ciudades donde demostrara su talento el púnico.


Sin duda, ninguno de los dos ejérctitos puede comprara su poliorcética a la macedonia, pero entre todos los asedios de la guerra el más difícil y por la fortaleza de la posición atacad probablemente sea el de Sagunto. En todo caso, nadie pretende que Anibal sobresaliera en el asalto a ciudades o puntos fortificados.




Para mi, este combate no es una simple refriega sino un intento de asalto de los muros fracasado y saldado con bajas significativas para la magnitud del esfuerzo que se estaba llevando a cabo, que convence a Aníbal de sus carencias ante los bastiones.


Pero parece que las carencias son materiales. El hecho de prenderse fuego con violencia una de las torres de asalto parece indicar un tratamiento inadecuado o un material inadecuado. Si no tenía posibilidad de subsanar esa carencia no tenía sentido hacer otra torre para que corriese la misma suerte. Se suele pasar por alto el extraordinario esfuerzo que tuvo que suponer el mantenimiento de un ejército más allá del alcance de cualquier línea de suministros. Sea cual fuera el esfuerzo necesario para solucionar la carencia de las torres, posiblemente era inalcanzable.


No en vano en la ciudad estaba uno de los cónsules romanos de ese año, Tiberio Sempronio Graco. El que al día siguiente Aníbal alinee sus tropas para presentar batalla, lo que indica es el reconocimiento de que el combate en los muros no es lo suyo, tratando en consecuencia de conseguir una victoria donde si demuestra su habilidad, que es en campo abierto.


Bueno, Livio señala claramente que Anibal esperaba que, tras su afortunada salioda del día anterior, el romano se confiase y diese batalla. Lo que hace pensar -además de cómo lo sabe Livio- en si la refriega del día anterior no pudo estar preparada para intentar que Sempronio se confiase.
Y el rechazo de los romanos a aceptar ese combate también indica sus debilidades o temores. Pero a la postre es el atacante (en este caso Aníbal tratando de tomar Cumas) el que debe llevar a cabo la táctica que le permita lograr sus objetivos o de lo contrario fracasará. En este caso, los defensores realizaron la defensa que se adaptaba a sus capacidades o autoconfianza y consiguieron que Aníbal desistiera de su intención sin llegar a conseguirlo.


Nadie duda que Anibal no estaba en condiciones de realizar grandes y prolongados sitios, lo que niego es que que fuera "rutinariamente" derrotado en batallas en campo abierto. De hecho, entre las que has mencionado hasta ahora no encuentro ni una sola en la que realmente pueda hablase de derrota. Cabe señalar que, a pesar de sus alharacas, los romanos debían pensara más bien como yo; si, efectivamente, hubiesen derrotado repetidamente a Anibal es evidente que habrían tomado la confianza suficiente como para intentar quitárselo de encima de una puñetera vez.


Respecto a la 2ª Batalla de Nola, nadie dice que sea una derrota total que aniquile el ejército de Aníbal. Pero de nuevo la descripción apunta a una retirada del púnico del campo de batalla cuando las cosas le están yendo bastante mal.


La descripción de Livio es clara, lo que no está claro es que sea exacta.


No sabemos si la mayoría de los muertos que le achacan se producen durante la fase regular del combate o durante la retirada en la que específicamente se dice por Livio que los púnicos dan la espalda (señal inequívoca de que huyen con no demasiado orden). La lógica apunta a que la mayoría de ellos sea durante esta retirada.


Una huida, dando la espalda al enemigo en terreno totalmente llano y teniendo que entrar en una fortificación por unas puertas angostas solo puede ser seguida de una masacre. Si no se produce, es porque las condiciones anteriores no se han dado. El hecho de que Marcelo no se decida a tacar también indica que él no había presenciado una desbandada.

Aunque cuenta que los soldados romanos estaban deseosos de asaltar el campamento, Marcelo los retrae y no se llega a mencionar que alcanzasen las puertas del campamento púnico (como si ocurre en la descripción de otros combates). La presencia de elefantes en la batalla es significativa sobre la envergadura de los medios puestos en juego en la misma.

Bueno, lo que tenía.

Asimismo la deserción que narra Livio de 1.300 númidas al día siguiente no apunta a unas tablas ni nada que se le parezca, sino a un ejército que empieza a desconfiar de su victoria y cree en la del rival.


Algo que ni tan siquiera Livio se atreve a sugerir. Por otro lado, posiblemente se trataba de mercenarios que buscaban una paga mejor.

La relación causa-efecto del resultado de la batalla recién ocurrida es clara.


Recuerdo ahora, por ejemplo, las deserciones que llegan al bando cesariano tras perder la batalla de Ruspina. Quizá las relaciones causa-efecto no sean tan claras.




La post-batalla no se puede presentar como una concesión de Aníbal a los romanos, cuando Livio de nuevo da un detalle que deja pocas dudas de quien fue el ganador al afirmar que Marcelo quema los despojos de sus enemigos como ofrenda al dios Vulcano.


No lo presento como una concesión de Anibal, sino como una concesión mutua. Y no lo hago yo, lo dice expresamente Livio. Sin embargo, si uno de los dos bandos había vencido no necesitaría el permiso tácito -ni expreso, ni de ninguna forma- del otro. Es más, si uno de los bandos ha perdido tendrá que solicitar el permiso al otro para recoger a sus caídos. En este caso Livio es claro: los dos bandos conceden una tregua tácita, lo que significa que ninguno de ellos estaba legitimado para considerarse dueño del campo de batalla.

Marcelo -y hace muy bien- se comporta ante los romanos como vencedor, pero ante los cartagineses no. Es evidente que una de las actuaciones era "propaganda" y la otra la dictada por la realidad de los hechos.



Un perdedor que hace ofrendas a los dioses nada más producirse su derrota es inverosímil. La falta de persecución de los cartagineses no quiere decir nada. Tampoco Aníbal lo hace tras ganar en Trebia o Cannas, aparte de los campamentos que rodean el campo de batalla, y creo que nadie duda del resultado de la batalla pese a que en ambos casos los restos de los ejércitos romanos alcanzasen sin ser perseguidos poblaciones amigas.



No he dicho que Marcelo perdiese, sino que ninguno de los consiguió imponerse. Evidentemente, eso era ya un triunfo para los romanos, pero de ahí a haber derrotado al ejército púnico hay un trecho.

Tanto en Trebia como en Cannas los cartaginese estánm matando romanos en otro sitio mientras una porción del ejército consigue escapar. Aquí estamos hablando de una ejercito que supuestamente huye dando la espalda y de otro que no aprovecha esa ocasión para machaceçarlo definitivamente.



En este caso Marcelo tiene un motivo importante y es la necesidad de dejar hombres en la ciudad pues un sector de los nobles y una amplia mayoría del pueblo es procartaginesa.


¿Y aniquilar al ejercito cartagines a la vista de las murallas no hubiera resuelto ese problema? Si Marcelo no aprovecha la ocasión para aniquilar un ejercito en huida, es porque no la tuvo




El siguiente movimiento conocido de Marcelo desde Nola es por orden de Fabio Máximo para dirigirse a Roma donde van a tener lugar las elecciones consulares y va a resultar elegido como cónsul plebeyo tras el "affaire" de los augurios de ese año que justificaron la tradición de la no existencia de dos cónsules plebeyos el mismo año (Gracco y Marcelo) pese a haber sido elegidos en ese sentido.
Sin duda, Aníbal demuestra durante toda la guerra (excepto Zama) una habilidad para cuando las cosas no le van bien, retirarse con bajas limitadas salvando el grueso de su ejército.


Pero eso no es magia. Eso son unas tropas disciplinadas que no se dan a la fuga. Porque si se dan a la fuga dando la espalda al enemigo, entonces no hay nada que hacer.




En cierto modo, Julio César años después demostrará esa misma cualidad. Todos los encuentros que señalo no son grandes derrotas de Aníbal, pues es un general lo suficientemente inteligente como para replegarse con el orden suficiente cuando la cosa pinta mal, pero si muestran que el africano disputó numerosos encuentros desfavorables a su causa, muchos de ellos en batalla campal, contrariamente a lo que se suele pensar de él como líder invencible, en especial en campo abierto, hasta la derrota de Zama.


Bueno, ninguno de los episodios que has señalado hasta ahora merece ser llamado "batalla campal" y, desde luego y según tu propia descripción, ninguno tiene lugar en campo abierto -con la excepción del rescate de Fabio de las tropas de Rufo-. En todos ellos las murallas de una ciudad protegían la retaguardia romana, e incluso los flancos, ya que no se puede pensar en realizar un flanqueo si eso te deja expuesto a una nueva salida de tropas desde la ciudad -por un lado- y además no puedes rodear a las primeras. Por lo que sabemos, en varios -sino en todos- los episodios Anibal solo intentaba ocupara la guarnición romana para ver si el partido pro.catágines hacía algo en el interior de la ciudad.

No es cierto que tuviera una sola derrota que le costara la guerra. Tuvo muchas.


Ninguna de las que has señalado está desligada de la imposibilidad de sitiar y tomar una ciudad importante y bien defendida -algo sabido de siempre-. Insisto en que no es que ahora realice yo esa interpretación, es que es evidente que los propios romanos así lo entendieron y nunca se atrevieron a considerar que ninguno de estos episodios más o menos afortunados fuera realmente una batalla campas o permitiera adelantar el resultado de un auténtico combate en campo abierto.


Respecto al combate de Tarracina, este se acompaña en Livio con la narración previa de otro encuentro en el que un destacamento de caballería romano encabezado por Lucio Hostilio Mancino es aniquilado por los cartagineses en el mismo área del Ager Falernus. La diferencia es que en el de Tarracina Aníbal está moviendo a su ejército entero para tratar de salir de la zona, aunque lance al encuentro del enemigo sólo a su caballería.


Mientras el resto del ejercito ni tan siquiera entre en formación de combate.

Si Aníbal no hubiese estado cercado en el Ager Falernus, no habría tenido necesidad de urdir una estratagema para romper el bloqueo.



Evidente.



El combate de Tarracina, aunque de pequeña entidad por las fuerzas puestas en juego y las bajas acumuladas, encaja bien en el escenario de un ejército que trata de romper un bloqueo con un encuentro convencional y que tras fracasar, se repliega y prepara una ruptura del cerco con otro tipo de ardid diferente al combate tradicional en el que por una cuestión topográfica está en posición desventajosa.



No se trata de "encajar" en uno u otro escenario. Se trata de que el ejercito cartagines no entró realmente en combate y, la verdad, nada hace pensar que Anibal tuviera la más mínima intención de forzar el paso por "medios convencionales" ¡Ni tan siquiera desplegó a la infantería ligera!


A fin de cuentas, de lo acaecido en el Ager Falernus, Livio viene a decirnos que el gran Fabio Máximo también es finalmente burlado por el cartaginés que de trampas había aprendido bastante.
Sobre si el éxito o fracaso se mide en tomar campamentos, nada más alejado de la realidad. El éxito o fracaso depende de la consecución o no del objetivo táctico que se fije en cada situación. En Tarracina Livio cuenta como un ejército trata de romper un bloqueo franqueando un paso de montaña y no lo consigue por culpa de la oposición armada del enemigo que lo rechaza.


¿Desde cuando un ejército que trata de forzar un paso de montaña hace uso exclusivo de su caballería y un único intento? Todo parece indicar que el objetivo táctico de Anibal era tener a los romanos pensando en como rechazar al día siguiente un ataque convencional -y frotándose las manos-. Yo diría que lo consiguió plenamente.


Luego lo conseguirá en el paso del Galícano mediante su estratagema de los bueyes y la infantería emboscada. En Nola es Aníbal el que se acerca a la ciudad para tomarla o en el peor de los casos desgastar el ejército que la defiende mediante batalla campal. Producida la batalla y saldada con su derrota, Aníbal se marcha. Fracasa por completo se mire como se mire.



¡¡Pero si es el propio Livio el que dice que lo que pretende es ocupar a los romanos y crear confusión para dar oportunidad a sus partidarios del interior!!

Ninguna de estas batallas -con la posible excepción de Cumas- se entiende sin un bando procartaginés en el interior. Anibal no pretende tomar la ciudad al asalto ni desgastar al ejercito romano -¡solo faltaría que fuese él el interesado en una guerra de desgaste!- Solo pretende dar a sus partidarios una posibilidad actuar.

Por lo demás, no solo difícilmente pueden denominarse a esos enfrentamientos "batallas campales" sino que ni los hechos ni las consecuencias de ellos se derivan indican que el púnico fuera derrotado.




En Placentia el resultado es más incierto. Aníbal está tratando de tomar los bastiones romanos en la zona. Tras ser repelido en la primera fortificación consigue tomar la segunda, Victumviae (de la que se narra que lo consigue con muy pocas fuerzas comparadas con los defensores, lo que puede significar que tras Trebia, Aníbal divide sus tropas en varios contingentes para realizar saqueos y tomar poblaciones menores) y de allí se dirige a Placentia. Por la magnitud del posible contingente romano en Placentia (uno de los dos ejércitos consulares diezmados en Trebia y la guarnición de la ciudad, que dudo que entreambos llegasen a los 15.000 efectivos combatientes), da la sensación de querer sacarlo de la misma "eneseñándose" con un ejército a la medida del enemigo. Sempronio sale de la ciudad y acampa cerca del cartagines entablando combate al día siguiente, en el que desconocemos cuanto alinea Aníbal de su ejército, pero que muy probablemnte sea similar a lo del día anterior para incitar al impulsivo Sempronio y provocar su salida a campo. La descripción del combate parece indicar un posible ardid de Aníbal que se dejaría "empujar" hasta las cercanías de su campamento donde llegaría a combatir en puertas y empalizada y cuando los romanos se repliegan tras varias horas, les lanza la caballería por las alas y saca de nuevo su infantería. Aunque el combate tendría cierta envergadura las bajas no son grandes y no parece que se salde con ventaja de algún bando. El encuentro se rompe por la caída de la oscuridad. Las bajas romanas incluyen mandos importantes lo que hace sospechar que pueda haber salido peor parado que los cartagineses. ¿Quién es el ganador?
En mi opinión el combate no tiene un ganador claro que consiga ventaja o aniquile al enemigo, más allá de la especulación sobre la "calidad" de las bajas romanas, pero dada la situación estratégica en ese momento (un ejército romano a la defensiva tras su derrota en Trebia), y las aparentes intenciones de Aníbal de apoderarse de las colonias romanas en la Galia Cisalpina, este último vería frustrada su intención de tomar Placentia o de destruir en su defecto un ejército romano o los restos de él.



Dejando de lado que no creo que este encuentro tuviera nunca lugar, resulta un poco absurdo que Sempronio "se deje tentar" cuando ha sido sobradamente derrotado no mucho tiempo antes. Como ya comenté, una cosa es que Polibio pase por alto enfrentamientos menores ¿Pero una auténtica batalla que enfrentaría a Anibal con un Cónsul? Me temo que no.
Ahora no sabría decir con certeza, pero puede que la mención de que Polibio tuvo acceso a fuentes cartagineses sea de algún libro de autor o de algún debate en algún foro de historia. Se basaba en la condición de Escipión Emiliano de conquistador de Cartago y de la posesión en su biblioteca de ejemplares saqueados en la ciudad norteafricana durante la toma. Polibio habría tenido acceso a ellos en la biblioteca personal de Escipión dada su condición de "protegido" de él.


Bastante más relevante serían las memorias familiares :D:D

Un saludo


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Isocrates
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Mensaje por Isocrates »

capricornio escribió:214
-Asalto Puteoli: Aníbal fracasa en el intento de asalto de esta ciudad y se retira al tercer día.
-3ª Batalla de Nola: Enterado Marcelo de la marcha de Aníbal hacia Nola, sale con 6.000 hombres y 300 jintes de su campamento de Suésula y consigue entrar a la ciudad antes de que el cartaginés se presente. Una vez allí Marcelo saca a Cayo Claudio Nerón de noche con la caballería pensando en sorprender al día siguiente por la espalda a Aníbal cuando inicien la batalla campal frente a la ciudad. Nerón no logra localizar a los púnicos que vienen en camino y cuando al día siguiente empieza la batalla él no llega a estar presente. Pese a ello los hombres de Marcelo consiguen empujar a los cartagineses a su campamento causándoles muchas bajas, pero sin poder sorprenderlos por la espalda. Ante el nuevo fracaso Aníbal se retira.


Más de lo mismo respecto a Nola. Nada hace pensar que en el ánimo de Anibal hubiera otra cosa que dar otra oportunidad al partido popular de Nola, que se había vuelto a poner en contacto con él.


212
-Fracaso del sitio a la ciudadela de Tarento: Aníbal intenta tomar la ciudadela fracasando en el intento.
-Fracaso de sitio de Brindisi: Tras el fiasco de Tarento se dirige a Brindisi donde tampoco consigue que la ciudad caiga.


Ni una sola batalla campal. Supongo que debe resultar llamativo que los romanos, quienes supuestamente han derrotado a Anibal en ya una media docena de batallas campales y debieran haberle causado varias decenas de miles de bajas (sumando muertos y heridos) sigan sin atreverse a dar la batalla definitiva ante un enemigo multi-vapuileado con un ejercito que debía estar reducido a un puñado de hombres.

Claro que también es posible que el ejército de Anibal fuera aún una poderosa máquina de guerra y que los romanos tuvieran terriblemente claro que no habían sido capaces de derrotarle en batalla campal ni una sola vez.
211
-2ª Batalla de Capua: Aníbal trata de romper el cerco con empalizada de los cónsules romanos sobre la capital campana. Él por el exterior y Hannón y Boáster desde la ciudad atacan a los dos ejércitos consulares. Apio Caludio Pulcro defiende el espacio entre la empalizada y la ciudad y consigue repeler a los atacantes empujándolos hasta las puertas de la misma, aunque es herido gravemente. Heridas que le provocarán la muerte días después. Por el exterior Aníbal consigue romper la linea romana del otro cónsul, Quinto Fulvio Flaco, colando entre dos legiones romanas un pequeño contingente de infantería junto a varios elefantes. Esta avanzadilla llega hasta el campamento romano el cual trata de tomar siendo repelida con grandes bajas para ambos bandos. Rechazado en el campamento y sin poder conectar con su avanzadilla con el resto de hombres enzarzados con el grueso de tropas romanas, ordena la retirada. Habría tenido hasta 8.000 muertos en el combate en el anillo exterior y unos 3.000 en el interior.
-Porta Colina: Pequeño encuentro de caballerías en que los númidas son rechazados por la salida de la caballería romana por la Porta Colina
-Asalto de Rhegium: Aníbal llega inesperadamente hasta sus puertas con sus tropas pero no logra tomarla.




Seguimos sin tener ninguna batalla campal. El intento de liberación de Capua, desde luego, no lo es a pesar de su envergadura -aunque solo una porción del ejército púnico estuvo allí- sino más bien el asalto a una posición fuerte.
210
-Numistro: Batalla campal en las proximidades de esta población donde ambos contendientes combaten todo el día hasta la caída de la oscuridad. Aníbal se retira al día siguiente.
-Escaramuzas en Venusio: Tras el combate anterior Marcelo persigue a Aníbal produciéndose choques entre la vanguardia romana y retaguardia cartaginesa de escasa magnitud que provoca que el púnico se repliegue a Apulia


Parece que tiene lugar una batalla en Numistro, en la que ninguno de los dos bandos consigue imponerse -una vez más, la ciudad protege el flanco y la retaguardia romana-. Cabe señalar que esta batalla se produce poco después de haber aniquilado Anibal un nuevo ejército Romano en Herdonea, así que cabe suponer que, aunque victorioso su ejército se estaría recuperando.

A continuación Anibal se retira y las escaramuzas se suceden, aunque es ocioso decir que son las que le fuerzan a marchar a Apulia, ya que nada hace pensar que no se dirigiría allí desde el principio.

Continuará...


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Mensaje por Isocrates »

capricornio escribió:209
-Canusio: Tras el invierno Marcelo encuentra a Aníbal intentando tomar la ciudad de Canusio. La llegada de los romanos fuerza a Aníbal a levantar el campamento pues no está en un lugar apropiado. Marcelo lo persigue produciéndose escaramuzas y finalmente se produce el choque cuando Aníbal trata de montar su nuevo campamento. Los romanos se lanzan contra él combatiendo todo el día, retirándose ambos contendientes sin que nadie haya llevado ventaja. Al día siguiente vuelven a ofrecer batalla los romanos y Aníbal acepta el envite imponiéndose a Marcelo y causándoles numerosas bajas en una legión que estaba siendo empujada y a la cual trata de relevar en mitad del combate con malos resultados y 2.000 muertos. Replegados a su campamento, Marcelo al día siguiente vuelve a ofrecer batalla siendo aceptada por Aníbal. Aprovechando la carga de los elefantes, los romanos los espantan contra sus propias lineas y contraatacan abriendo una brecha y provocando el pánico en los cartagineses que retroceden en desorden. Marcelo aprovecha y lanza a su caballería dándoles caza antes de que lleguen. Dos elefantes mueren en la puerta de su campamento y bloquean la entrada, lo que ralentiza la entrada de los púnicos al mismo, facilitando que la infantería romana llegue hasta dicha puerta y masacre a los rezagados. Aníbal pierde unos 8.000 hombres y 5 elefantes frente a 3.000 los romanos. Aníbal levanta esa noche su campamento y huye al Brucio.


Seamos serios. Es cierto que Livio narra así los hechos. Pero los motivos para no creerse nada son aún mayores que en ocasiones anteriores. Tras abandonar Canusium Anibal se marcha intentando evitar el combate y es perseguido con saña por Marcelo. Tras dos, tres o los que sea días de batalla Anibal prosigue su ruta (Exactamente lo que estaba haciendo antes de la batalla) y Marcelo no solo ya no puede seguirle, sino que debe retirar su ejercito por el alto número de heridos y no vuelve oponerse a Anibal en lo que le queda del mandato consular. En las elecciones consulares del año siguiente se le reprocha haber sido vencido y haber dejado que Anibal hiciera su voluntad por Italia. Una vez más, y aún con mayor claridad que en otras ocasiones, es evidente que Marcelo fue derrotado, que el ejercito que no pudo seguir con su plan de acción fue el suyo y que, de hecho, quedo prácticamente eliminado como fuerza de combate.


Seguiremos...


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Mensaje por Isocrates »

Quien tenga alguna duda sobre cual tuvo que ser el resultado real de la batalla no tiene más que leer al mismo Livio.



Livio 27, 20-21 escribió:Marcellus was even the object of general censure, owing to the defeat which he had suffered and still more because he had quartered his army in Venusia in the height of the summer whilst Hannibal was marching where he pleased in Italy. He had an enemy in the person of C. Publicius Bibulus, a tribune of the plebs. Immediately after Marcellus met with his defeat, this man blackened his character and stirred up a bitter feeling against him by the harangues which he was constantly delivering to the plebs, and now he was actually working to get him deprived of his command. Claudius' friends obtained permission for him to leave his second in command at Venusia, and come home to clear himself of the charges brought against him, and they also prevented any attempt to deprive him of his command in his absence. It so happened that when Marcellus reached Rome to avert the threatened disgrace, Fulvius also arrived to conduct the elections.

[27.21]The question of depriving Marcellus of his command was debated in the Circus Flaminius before an enormous gathering in which all orders of the State were represented. The tribune of the plebs launched his accusations, not only against Marcellus, but against the nobility as a whole. It was due to their crooked policy and lack of energy, he said, that Hannibal had for ten years been holding Italy as his province; he had, in fact, passed more of his life there than in Carthage. The Roman people were now reaping the fruits of the extension of Marcellus' command, his army after its double defeat was now passing the summer comfortably housed in Venusia. Marcellus made such a crushing reply to the tribune's speech by simply recounting all that he had done that not only was the proposal to deprive him of his command rejected, but the next day all the centuries with absolute unanimity elected him consul.


Parece bastante evidente que los informes de las batallas están "trampeados". Si Marcelo hubiera derrotado a Anibal no habría tenido que recitar toda su carrera, se hubiera limitado a decir que acababa de derrotarlo causándole grandes bajas. Pero caro, el ejercito con "grandes bajas" era el suyo... porque, obviamente, era que había salido derrotado.


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capricornio
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Mensaje por capricornio »

Hombre, al ritmo al que va me veo con Aníbal de vuelta a África sin haber perdido nunca y lo que es peor, hasta ganando o haciendo tablas en Zama. Que mala suerte la del púnico, nunca pierde y al final terminan firmando una rendición y todo. Me recuerda esa frase posterior que reza "De victoria en victoria hasta la derrota final"

Bueno, entrando en materia, creo que el debate sobre la 1ª batalla de Nola no estriba en la semántica de si yo he dicho "puesto en fuga" y Livio no lo menciona expresamente pero lo deja claro con su descripción al narrar la victoria romana y un abandono de sus planes y marcha de Aníbal tras el enfrentamiento.

Por otro lado yo discrepo que porque sea en el terreno que hay delante de una ciudad no pueda ser calificada una batalla como campal. Los obstáculos del terreno pueden ser naturales o artificiales. En numerosas batallas se acaba luchando a las puertas del campamento enemigo, estructura igualmente artificial, y no por ello dejan de ser batallas campales. Otras veces la causa que limita o dificulta la maniobra es un bosque, un río o una elevación. En muchos de los casos que he descrito la presencia de la ciudad no es obstáculo para que los ejércitos formen y entablen batalla en el terreno situado entre esta y el campamento enemigo. De hecho no hay mención a apoyo desde los muros con escorpiones, faláricas o similares (en otros casos sí y evidentemente estaríamos hablando entonces de asaltos a ciudades más que de combate campal).

Su visión de los fracasos de Aníbal para intentar tomar ciudades tampoco la puedo compartir. Livio describe como un sector ciudadano está dispuesto a facilitar el cambio de bando de la localidad mediante traición. En concreto planean cuando se produzca su salida, dejar fuera al ejército romano y no dejarlo volver a entrar, al tiempo que le dejan sin provisiones. Esto no lo pueden llevar a efecto porque Marcelo toma medidas una vez le informan de los planes de traición. Livio narra que Aníbal sospecha que el plan de los rebeldes nolanos es conocido y no se pone en práctica por miedo. Al no ver reacción de su quinta columna, se dirije a asaltar la ciudad con maquinaria de asedio confiando en que en esa situación de caos durante el asalto sus partidarios dentro puedan encontrar la oportunidad para proceder conforme a lo acordado y finalmente se logre la toma de la ciudad. El descubrimiento del plan no es culpa de Aníbal, pero sí el ser sorprendido durante su aproximación a las murallas y no prever que si sus aliados no actuaban era porque algo pasaba y le estaban preparando una sorpresa a las puertas de la misma.

En Cumas, Livio cita que la salida de los romanos hace huir hasta las tiendas a los cartagineses, afirmando textualmente que "ese día parecían más los cartagineses los sitiados que el sitiador". No habla de repliegue rápido de los defensores de la ciudad. Y esta condición de asediado sólo se explica si los persiguen. Pero bueno, creo que es lo de menos. A fin de cuentas Aníbal trata de tomar al asalto la ciudad y es rechazado. Y ante la negativa del enemigo a combatir en campo abierto, se retira, renunciando a la toma de la urbe. Ciudad que ambicionaba por ser puerto de mar, además de las ganas de desquite que tenía por haber destruido días antes Graco a un ejército de sus aliados campanos gracias a la información brindada por los cumanos.

En mi opinión el asedio más espectacular de toda la guerra es el de Siracusa seguido de la toma relámpago de Cartago Nova. Sagunto no debía ser tan complicada cuando los Escipiones la capturan probablemente a finales de otoño del 214 a.C. tras la campaña del verano de Cneo por la Oretania y con una mención muy escueta de los historiadores. Incluso Útica, con su bloqueo marítimo y terrestre, aparenta ser más complicado. O Tarento con su faceta naval y terrestre y el atrincheramiento en la ciudadela. El asedio, bajo mi óptica es el talón de Aquiles de Aníbal, y la fuente de una gran parte de los reveses de mayor o menor entidad que padece durante la guerra. Personalmente creo que el que le repitieran con éxito una y otra vez la estratagema de la salida en tromba por las puertas es significativo de que algo fallaba o de que no atinaba a encontrar una medida para contrarrestarlas.

Hay un comentario sobre las dificultades logísticas que soporta con el que no estoy de acuerdo. Precisamente, cuando Aníbal no posee apenas apoyos locales (218 a.C. hasta otoño 216 a.C. sólo en la Galia y tras la victoria en Trebia fundamentalemente), es cuando mayores muestras de genialidad y adaptación a las circunstancias demuestra. Sin embargo, a partir de contar con importantísimos apoyos locales desde mitad del 216 y durante el 215 en Apulia, Campania, Lucania y Brucio (del que casi controla la totalidad excepto Regio) y las facilidades logísticas pertinentes, es cuando menos éxitos militares resonantes cosecha. No consta que salvo en el Brucio y algo en Campania, llegue a alcanzar un nivel de reclutamiento que le permita enfrentar a los romanos en más de dos sitios a la vez. Y esto es en gran parte gracias a la llegada de los refuerzos de Bomílcar desde Cartago en el 215. Buena parte de Campania se rebela a favor de Aníbal en 216, encabezada por posiblemente su ciudad más importante, Capua, por lo que en 215 aducir que fracasa en el sitio de Cumas por deficiente material de asalto, cuando sus aliados están bien cerca, no parece que sea el motivo. Más bien habría que preguntarse por lo precipitado de su acción tras el combate de Hamas.

Aníbal destacó por la dificultad de derrotarlo contundentemente hasta Zama. En principio ninguno de los combates que señalo y en los que participa con saldo desfavorable, es una derrota total que le inhabilite completamente para seguir en campaña o deje su ejército aniquilado. Y tampoco es algo rutinario pues hay años en que nadie le puede hincar el diente. Pero hay un hecho innegable y es que en el 215 a.C. la guerra adopta un punto de inflexión y Aníbal desde su máxima expansión comienza a perder terreno progresivamente en Campania, Samnio, Apulia, Lucania y el Salentino hasta ser confinado al Brucio desde 207 a.C. hasta su marcha de Italia. Y sus grandes victorias en batalla campal desde Cannas se limitan a las de Herdonea y Silaro en 212 a.C., contra ejércitos romanos que eran probablemente muy inferiores en número al suyo (de 18.000 y 16.000 hombres respectivamente) y 2ª de Herdonea (210 a.C.) contra otro ejército de magnitud también similar a uno consular.

Respecto a un motivo para que Marcelo no ordene seguir hasta el campamento al enemigo en la 1ª batalla de Nola, sin dejar de ser una elucubración, a bote pronto se me ocurre que temiera adelantarse demasiado y dejar espacio para la maniobra de la superior caballería púnica propiciando así un contraataque por la espalda romana. Sería necesario conocer más en detalle la ubicación del campamento cartaginés, de los muros de la ciudad, del espacio en que se desenvuelve el combate y de la disposición de los combatientes para poder responder con más precisión. Pero lo cierto es que Livio indica esa huida dando la espalda.

En relación a una deserción por dinero de los 1.300 jinetes númidas en la 2ª batalla de Nola es algo de lo que no se nos dice absolutamente nada, pero pareciera más lógico en ese caso hacerlo antes de la batalla o pactar su retirada o cambio de bando durante ella. No me veo a los númidas con tarifas de retirada el día antes y otras para el día después. El hecho de que se produzca dos días después apunta en la misma dirección de una derrota suficientemente significativa.
La recogida de muertos bajo una tregua tácita yo la entiendo como algo espontáneo, no pactado, realizado por pequeños contingentes en una tarea en la cual no se molestan. Aunque si que es posible que la ofrenda de Marcelo tenga algo de efectista pues su rival sigue estando enfrente de la ciudad con un importante contingente y persiga no solo el gesto de agradecimiento celestial sino elevar además la moral propia y afectar a la del rival, al tiempo que se le provoca para tomarse una revancha. No obstante es indicativa de haber tenido un resultado favorable en el encuentro aunque la victoria pudiese ser todo lo mínima que imaginemos.

Respecto al concepto de persecución este tiene dos ámbitos. Uno durante la batalla hasta el bastión del rival y otro tras la batalla acosando al ejército derrotado que se retira en formación de marcha. En este caso de la 2ª Batalla de Nola, por la descripción de Livio, la persecución hasta las cercanías del campamento es muy probable que ocurriera (aunque quizás no llegara a las puertas), mientras que la posterior campo a través sabemos que no tuvo lugar y es la que yo comparo con otros ejemplos de combates donde esto no sucede y que sin embargo son victoriosos para un bando. Como por ejemplo se viera también en Baecula, un ejército ganador no siempre sale tras el derrotado. Cada caso tiene sus condicionantes. Livio menciona que Fabio Máximo ordena que Marcelo deje una fuerte guarnición en la ciudad antes de dirigirse a Roma. Este motivo explica de sobra que para una persecución campo a través, Marcelo estime que se quedaría con efectivos exiguos y decida quedarse quieto. Y es Aníbal el que se marcha.

No obstante, hay que insistir que las derrotas que describe Livio son limitadas y no dejan al general africano sin capacidad ni muchísimo menos. No se pueden comparar con las que este consigue en Tresimeno, Cannas o incluso Silaro. Pero si son indicativas de que a partir de cierto momento Aníbal deja de ser el general arrollador capaz de llevarse por delante cualquier ejército que se le presente. Y por el contrario, los romanos le empiezan a plantar cara en batalla llevando en muchos encuentros el lado favorable. Le van tomando la medida. Coincido en la apreciación de que el hecho de que sus ejércitos no sean aniquilados en las situaciones desfavorables se debe a su buen hacer y la profesionalidad que su ejército siempre muestra. No es casualidad. Cuando él llega a Italia ya lo hace con mucha mili hecha en Hispania.

Marcelo en Numistro en 210 y Canusio en 209, Cayo Hostilio Túbulo en la campiña Larinate en 207 y Nerón en Grumento y Venusio también en 207, también le ganan en batalla con los ejércitos desplegados en campo (aunque en Grumento estaban muy cerca de la ciudad y era Aníbal quien más próximo a los muros de ella estaba teniendo sus espaldas limitadas para la maniobra enemiga) o Publio Licinio Craso y Sempronio Tuditano en Crotona en 204.

Respecto al combate del paso de Tarracina, Livio describe dicho paso como una estrechura que cuelga sobre el mar, y a la cual los romanos "bajan" para bloquearla. Sin conocer el sitio, parece que se trate de una ladera que acabe sobre un estrecho camino paralelo a un acantilado. Ahonda más al describir el enfrentamiento del día siguiente como realizado con los romanos al abrigo de su empalizada, lo que induce a pensar que estos llegan a montar un campamento junto al punto más estrecho del paso. En esas circunstancias parece que Aníbal dió el combate que podía ofrecer porque literalmente no tenía espacio para maniobrar. El púnico intenta romper el bloqueo con su caballería y tras desgastarla acumulando más bajas que sus oponentes se da cuenta del error de intentarlo por ese sitio y da media vuelta. El empleo de la caballería muy probablemente trate de arrollar a las fuerzas que cierran el paso. Un empleo a modo de cuña para abrir camino. Lo que implicaría una orografía también complicada para el despliegue de los defensores. El resto del ejército que venía encolumnado por el sendero, por la descripción realizada del lugar, posiblemente no tenía ninguna capacidad de despliegue por lo que más que no querer es que no podía hacerlo. Un enfrentamiento condicionado por la topografía del lugar y en el cual Aníbal, que ocupa la peor posición, tras ver lo inútil de su esfuerzo desiste.

Yo no comparto la tesis de que cuando Aníbal pierde pequeños envites, lo hace para confiar a su rival el día después. Porque precisamente en la relación que doy hay muchos días después sin revancha. Ese argumento no vale para 17 años de guerra.

Respecto a la táctica de toma de ciudades de Aníbal con la participación de la quinta columna, en muchos casos, la existencia de esta fue el elemento catalizador que le empujó a la acción. Pero la ejecución de sus planes fue en numerosos casos muy deficiente. No se puede pretender que cuando se produce un fracaso este sea por culpa de los quintacolumnistas y con Aníbal no vaya la cosa. Porque él es el jefe militar que debe urdir el plan conjuntamente con los conspiradores. Un militar asume riesgos con sus decisiones y él lo hace al aceptar acercarse a una ciudad. No son favores o concesiones que el cartaginés haga a sus partidarios en dichas ciudades. Él es el primer interesado en que la ciudad caiga y restar así un aliado a sus enemigos.

Por otro lado, desde el momento en que la mayor parte del sur de Italia y una buena de la Galia están en sus manos, el concepto de guerra debería haber variado notablemente. Ya no vale seguir presentándolo como ese general que acaba de entrar por los Alpes y debe recorrer el territorio sin capacidad de dominarlo y que debe saquear para sobrevivir. Y ese es uno de los fracasos estratégicos de Aníbal. No llega a destruir totalmente la capacidad bélica de los romanos (aunque en Cannas se queda cerca todo hay que decirlo) y en la guerra de dominio territorial tras Cannas termina perdiendo sus plazas poco a poco, con escasas conquistas de alguna nueva, y mostrándose incapaz de socorrer y evitar en la mayoría de los casos los asedios romanos a sus aliados. Aliados que excepto los galos y brucios, le aportan más bien poco a su esfuerzo bélico, a diferencia de los romanos que constituyen aproximadamente la mitad de los contingentes bélicos que ponen en juego.

Sólo una mención más en relación a las operaciones en torno a Placentia. El derrotado y aún cónsul Sempronio sería (según Livio) quien días antes de este combate habría socorrido exitosamente a la fortificación con las tropas ligeras de su ejército poniendo en fuga a Aníbal que habría resultado herido en el enfrentamiento. Apiano habla de 400 bajas púnicas en el ataque a la fortificación aunque no nombra a Sempronio. El resultado de este combate menor si que pareciera indicar un ejército púnico dividido en contingentes de menor entidad, pues de lo contrario, ganadores en Trebia, siempre se enfrentarían a contingentes romanos diezmados en esa batalla y además divididos entre las dos colonias de Cremona y Placentia, y por ende menores en número. Y en este caso, tras ser socorrida la posición, Aníbal es herido y sus tropas rechazadas. Por lógica, para darse unas condiciones de igualdad que permitan opciones de victoria a los romanos, el cartaginés debería contar con un ejército de porte parecido al que enfrenta.

Luego Livio narra la toma de Victumviae y la llegada del invierno y la marcha a los cuarteles. El descenso de los Apeninos hacia Placentia sería ya llegado el buen tiempo (primavera). Por otro lado, el historiador romano afirma que Sempronio ha retornado ya de Roma cuando ocurre el combate de Placentia. Lo más seguro es que retorna de la celebración de las elecciones consulares y por lo tanto ya no es cónsul en ese momento. Estaría al mando mientras su relevo permanecía en Roma organizando las nuevas levas y realizando los ritos pertinentes. Incluso es probable que su ejército ya hubiese alistado parte de esos nuevos soldados. Normalmente los cónsules entrantes no solían incorporarse a sus destinos antes de marzo, una vez resueltas dichas labores.

En relación a las bajas, si sumamos los muertos que da Livio para el bando cartaginés en estas batallas y tenemos presente que los púnicos, aunque a un ritmo menor que los romanos, también incorporan gente nueva a sus filas, ya sea desde la propia Cartago con la expedición de Bomílcar en el 215, de sus aliados galos, de los brucios e incluso de los campanos, la cosa no da ningún balance disparatado. Entre Trebia y Cannas, en apenas año y medio, Aníbal incorpora del orden de entre 15 y 20.000 hombres. Si vemos el goteo de bajas que le atribuye Livio año a año, este balance es aún más sencillo de ir reponiendo y mantener la operatividad de un ejército o dos. Sus bajas en los mismos oscilarían de acuerdo al historiador romano desde unos pocos centenares hasta un máximo de 8.000.

Sobre la 2ª Batalla de Capua sólo mencionar que por parte romana estaban los dos ejércitos consulares del año 212 bajo mando de los ahora procónsules en 211 y el ejército con base en Suésula. Tras Cannas, posiblemente el mayor despliegue romano de la guerra. Me queda la duda de si cuando ocurre la batalla Cayo Claudio Nerón ya ha sacado del dispositivo los aproximadamente 13.000 hombres que se va a llevar a Hispania y si estos se han repuesto en la leva de ese año.

En relación a la persecución de Marcelo del año 210 tras la 2ª batalla de Herdonea saldada con el destrozo del ejército del procónsul Cneo Fulvio Centúmalo y su continuación en 209 hasta el encuentro de Canusio, esta es bastante agobiante y absorbente para Aníbal pues no puede llevar a cabo ninguna otra acción militar mientras es perseguido. Y pese a su bien ganada reputación como general, no es capaz de derrotar a Marcelo en estas batallas excepto el combate favorable del segundo día de la batalla de Canusio. Esta batalla, por la duración dada por Livio de tres días seguidos combatiendo, y la retirada del púnico a su feudo del Brucio y la parada de Marcelo a reponer a sus tropas del desgaste de la batalla, debió suponer una merma importante para ambos. El retroceso de los púnicos hacia el Brucio provoca según Livio nuevas rendiciones a los romanos de localidades rebeldes en el territorio de los Hirpinos, Lucania y entorno de Volcei e incluso ofrecimientos en el propio Brucio. Cosa poco probable de haber sido Aníbal el ganador del combate. Por otra parte, lo que no es lógico en absoluto es que si Aníbal ha llegado a Canusio para apoyar una revuelta contra los romanos de la ciudad, se produzca una serie de combates durante tres días en los alrededores de esta, resulte ganador, y no solo que la gente no se rebele pese a verle triunfante, sino que el que se retire sea el ganador que había venido a tomar la ciudad. Y encima el perdedor retenga la posesión de la misma. La verdad es que eso no tiene sentido. Otro tema es que si combaten tres días seguidos es porque ninguno de los dos ejércitos ha conseguido hasta el último día una superioridad manifiesta y conservan una alta capacidad combativa. Y que esa victoria se logre con grandes bajas (al menos los 5.000 hombres en el 2º y 3er día que cita Livio, lo que equivale a algo más de una legión de las 4 de las que consta un ejército análogo a uno consular. O sea, rondando el 25% de tropa combatiente muerta. Si añadimos heridos, el panorama no debió ser muy boyante). Durante el verano Marcelo se mueve dentro de Apulia de Canusio a Venusio acercándose a Lucania. Tras Canusio y liberado de la persecución de Marcelo, una vez en el Brucio a Aníbal se le conoce su participación victoriosa en la batalla en torno a Caulonia (al este de Locri), donde un contingente de 8.000 mercenarios venidos de Sicilia a reforzar la guarnición de Regio, estaba cercando esta ciudad del Brucio. Pero no ningún otro movimiento a sus anchas por otras zonas de Italia. Aníbal se queda en el Brucio.

No olvidemos que la acusación a Marcelo del tribuno de la plebe Cayo Poblicio, también cuenta Livio que se dirige contra todos los nobles que tras diez años de guerra son incapaces de derrotar a Aníbal, añadiendo que este ha vivido más en Italia que en Cartago, o que Marcelo está de veraneo en Venusio y finalmente se salda con la reelección de Marcelo como cónsul tras su defensa, no lo olvidemos. Y de segundo cónsul su lugarteniente en el asedio de Siracusa, Quinctio Crispino. No termino de imaginar un cónsul elegido como premio a una derrota importante en batalla. Y si ha demostrado incapacidad frente a Aníbal, ¿por qué lo mantienen en Venusio en el ejército consular que se encuentra más cercano a Aníbal que además es el mismo al que se supone ha llevado a la destrucción en Canusio? Evidentemente estos hechos lo que refrendan es la fé total en Marcelo como el hombre que puede derrotar definitivamente a Aníbal. Y le ponen de colega de Consulado a alguien de su confianza. Y dicha adhesión casa mal con un Marcelo derrotado ampliamente. Su muerte en la posterior emboscada de Venusio impidió que se llegase a producir otro encuentro comandado por él contra el general cartaginés. A mi juicio, lo que describe Livio del problema con el tribuno de la plebe, es que a Marcelo lo acusa un demagogo. Porque supongo que estaremos de acuerdo en que Marcelo lo último de lo que se le puede acusar es de estar en la guerra de veraneo.

Sobre si era la intención de Aníbal ir a Venusio desde un primer momento o si se ve forzado tras la batalla de Numistro, está claro que es imposible de saber, pero viendo el mapa parece más probable que llegue forzado que por voluntad propia pues el camino más corto de Herdonea a Venusio no pasa precisamente por Numistro (situada junto a Compsa). Ciudad Numistro, que no consta que Aníbal combata, por lo que apunta que el dirigirse allí no fue para llevar a cabo una operación sino más bien como punto de paso). Es un zig-zag primero con dirección sur y luego con dirección noreste. Tras la llegada y combate con Marcelo en Numistro es cuando Aníbal cambia de rumbo. Livio luego menciona que tras las escaramuzas de Venusio prosiguen los movimientos por Apulia sin mentar combates.


Isocrates
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Mensaje por Isocrates »

Por último en cuanto a esta batalla, cabe recordar que la narración de Plutarco es absolutamente idéntica respecto a su desarrollo, pero también señala -Vida de Macelo-

De los Romanos murieron unos tres mil; pero heridos lo fueron
casi todos; y esto dio a Aníbal la facilidad de levantar cómodamente
el campo y retirarse lejos de Marcelo; porque no
estaba en estado de perseguirle por los muchos heridos, sino
que con reposo se encaminó a la Campania y pasó el verano
en Sinuesa, para que se repusieran los soldados.
XXVII.- Aníbal, luego que respiró de Marcelo, considerando
su ejército como libre de toda atadura, corrió toda
la Italia, poniéndola en combustión; de resultas de lo cual
era en Roma desacreditado Marcelo.


Supongo que es evidente que uno de los dos ejércitos quedó totalmente desarticulado como fuerza de combate, mientras que el otro continuó siendo un ejercito plenamente operativo. Debiera parecer obvio que el ejercito que fue diezmado y quedo inoperativo fue el perdedor, y que el que quedó plenamente operativo fue el vencedor. Vamos que Anibal derrotó a Marcelo.

Al hilo de está batalla, y ya respecto de las restantes que se citan en el "post inaugural", creo que es evidente la poca fiabilidad que merece la narración de Livio, quien está atribuyendo a los romanos victorias inexistentes. Hasta este momento en su propia narración se encuentran los elementos que permiten contrastar la falsedad de su versión, pero la sombra de la duda se extiende a todas las narraciones posteriores que se citan en el mensaje.

Por una parte, porque sabemos que tras todas y cada una de las supuestas derrotas el ejercito de Anibal siguió siendo operativo, no encontrándose nunca en la situación en la que quedó el de Marcelo tras el encuentro anterior. Y en segundo lugar porque, aunque a través de fuente indirecta, sabemos que Polibio señalaba expresamente en su narración que Anibal no fue derrotado nunca en batalla campal en Italia. Y, expresa y claramente, que nunca fue derrotado por Marcelo.

--- pero Marcelo ni una sola vez venció a
Aníbal, según dice Polibio; sino que éste parece haberse
conservado invencible hasta Escipión


Así que, entre las incongruencias de la narración de Livio en esta cuestión, y conociendo que la versión de los hechos recogida por Polibio, me inclino claramente y sin grandes dudas por ésta última.


Those heroes that shed their blood and lost their lives... You are now lying in the soil of a friendly country. Therefore rest in peace. There is no difference between the Johnnies and the Mehmets to us where they lie side by side now here in this country of ours...

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