Foro Militar General

http://www.allmusic.com/song/its-a-long ... 0011312480

Según los últimos informes recibidos por la escuadra española, en esos momentos la flota de invasión permanecía agrupada a unas 3 millas de la costa, dejando el espacio entre esta y la flota a las unidades encargadas de desembarcar los suministros y sus escoltas. Esto daba una oportunidad a los buques españoles que atacarían precisamente en esa zona en la que la resistencia sería menor, esperando causar un daño considerable entre las fuerzas enemigas. Para ello esperaban utilizar la oscuridad para acercarse todo lo posible, destruir los buques que hubiese de guardia, y posteriormente penetrar en esa zona de descarga destruyendo todo a su paso.


El primer buque en descubrir al enemigo sería el destructor Sterett, situado en la periferia occidental del despliegue de la flota invasora como piquete. Intrigado por las sombras que se echaban sobre él, encendió sus focos iluminando brevemente al Churruca. Este sin embargo hizo otro tanto y que abrió fuego con toda su artillería sobre el desdichado destructor, al igual que hizo el Escaño tras él. La distancia era en esos momentos tan corta que casi no fue necesario ni corregir la puntería, alcanzado por 9 granadas de 152mm y numerosos disparos de ametralladora pesada, el destructor se partiría yéndose al fondo con rapidez. Ahora Fuentes sabía que el enemigo había sido alertado y pronto descubrirían la amenaza, por lo que ordeno aumentar el andar a cuanto diesen sus calderas. En la siguiente media hora hubo algunos cruceros que dieron hasta medio nudo más de su velocidad máxima, tal era el esfuerzo de los fogoneros.



No mucho después otra sombra se recortó sobre la superficie del mar, siendo rápidamente iluminada por los reflectores de los cruceros españoles. Se trataba de un crucero protegido, posiblemente de la serie Denver. Rápidamente se convirtió en el objetivo de toda la artillería de los buques españoles y fue destruido cuando sus artilleros aun corrían a sus puestos, para por ultimo ser mandado al fondo por un torpedo del Churruca. En los minutos siguientes otro crucero protegido y dos destructores serían mandados al fondo, mientras la escuadra recortaba distancias con la zona de desembarco. Ahora la entrada al dispositivo enemigo estaba abierta, sin duda habían cogido desprevenido al enemigo que estaría más alerta por si aparecían submarinos que por un ataque de superficie. Si se retiraban en ese momento los cruceros se salvarían para tal vez luchar otro día, habiéndose llevado por delante cuatro unidades enemigas. Por desgracia su misión consistía en destruir el flujo de suministros hacia las playas, y para eso era preciso atacar y de ser necesario sacrificarse.

A varias millas de allí, el almirante William Sims corrió al puente a medio vestir alertado por las explosiones, para comprobar por sí mismo la situación. Maldiciéndose, observo como cuatro cruceros enemigos iluminados por los reflectores de los buques cercanos acababan de aparecer por el oeste y estaban disparando a discreción contra todo objetivo que divisaban, destrozando por igual a los soldados de las playas como a los buques que navegaban cerca de ellas que eran muchos. Sabía que esos buques habían abandonado Cuba días atrás, e imaginaba que no se retirarían sin haber disparado una sola vez, lo que nunca imagino fue la carga suicida que estaban llevando a cabo. Por primera vez el enemigo aceptaba batalla en inferioridad de condiciones. Decenas de gabarras y barcazas de desembarco totalmente desarmadas eran empleadas en llevar suministros a las playas, y muchas de ellas estaban en el trayecto de los buques enemigos que las estaban destrozando con disparos de su artillería secundaria o con sus ametralladoras pesadas. Al amanecer sabría que incluso tres de ellas fueron simplemente embestidas y partidas por la mitad por sus enemigos.

Mientras tanto en la playa los cientos de hombres que se esforzaban en descargar las barcazas, descansaban o disparaban los cañones corrieron a resguardarse como pudieron. Las explosiones se sucedían a tal velocidad que parecía un trueno continuo que no tuviese fin. La distancia entre los cruceros y la playa era solo de unos cientos de metros, y bajo la luz de los reflectores las ametralladoras se sumaron al combate con decisión. No había pasado mucho tiempo cuando una repentina explosión ilumino las playas. Habían alcanzado las municiones de una batería de artillería, que había saltado por los aires con un terrible estruendo.

Menos de tres minutos tras la aparición de los buques enemigos en las playas, el acorazado Georgia disparo sobre el Escaño desde unos 4.500 metros de distancia, sin embargo la oscuridad dificultaba la puntería y su primera salva cayo larga y rego de metralla la playa hiriendo a decenas de marines, justo como buscaba el almirante español. El duelo ahora se intensifico mientras los cruceros españoles tomaban como objetivo las barcazas, remolcadores y el resto de naves encargadas de descargar materiales y refuerzos en la playa, así como los destructores que salían a su paso.

No tardarían en hundir el destructor Perkins, y dañar los destructores Roe, y Lamson cuando acudían en ayuda de los transportes. , que cayeron ante la potencia de fuego de los cruceros. Sin embargo también los cruceros empezaron a ser alcanzados por los proyectiles enemigos, especialmente por las pequeñas piezas de los destructores y la artillería secundaria de los grandes buques que ya acudían al combate. El Churruca que hasta entonces había abierto el camino, sería alcanzado perdiendo dos calderas, por lo que se dejaría caer al sur para dar paso a sus compañeros. Una vez sobrepasado realizaría un ataque de torpedos sobre el transporte más próximo, siempre sin dejar de combatir atrayendo sobre si buena parte de la respuesta enemiga hasta sucumbir ante un torpedo que lo hundió cerca de la playa.



El Escaño encabezaba ahora el ataque, y no tardaría en encontrar un objetivo para sus torpedos, un gran mercante de al menos 6 o 7.000 toneladas sobre el que disparo sus torpedos alcanzándolo con claridad. El combate era ahora una confusa maraña de buques en la que los propios buques enemigos apenas podían disparar sobre ellos sin temor a alcanzar a sus propias tropas y buques, obligándolos con ello a acercarse para lograr líneas de fuego despejadas. La escuadra del Caribe por supuesto no tenía ese problema, y se limitaba a disparar a diestro y siniestro mientras trataba de alcanzar el perímetro exterior del despliegue enemigo.

Su suerte sin embargo estaba a punto de acabar. El crucero acorazado Montana estaba en esos momentos apoyando a las fuerzas de tierra justo desde la costa, por lo que tan solo tuvo que girar sus torres para encarar la nueva amenaza y dispararle una salva que lo destrozo por completo en cuanto se aproximó. A menos de 500 metros las granadas de 250mm destrozaron el ligero navío sin dificultad, causando más de 60 bajas con una sola andanada y provocando su perdida. No tardaría sin embargo en ser vengado, pues tras el aparecieron los últimos dos cruceros españoles, y si bien el Gravina había disparado ya sus torpedos, no ocurría eso con el Alcalá Galiano que disparo dos torpedos sobre el crucero acorazado, alcanzándolo y provocando su hundimiento.

A su alrededor tenían ya sin embargo numerosas unidades enemigas, desatándose un duro combate entre los cruceros españoles y sus atacantes. Los cruceros eran alcanzados una y otra vez por los proyectiles enemigos que desgarraban los buques y causaban estragos entre las tripulaciones. Sin embargo ni por un momento pensaron en arriar la bandera. Ambos buques continuaron disparando sin tregua sobre sus enemigos, causando graves daños a los destructores que les acosaban y destrozando al menos cinco de las baterías de artillería situadas en las playas. El fin estaba sin embargo próximo, y el Gravina que ardía en llamas por los cuatro costados explosionaría al alcanzar el fuego su santabárbara. Restaba tan solo el Alcalá Galiano, que haciendo honor a su nombre resistió como una verdadera fortaleza, disparando sus cañones hasta que las aguas se cerraron sobre ellos cuando estaban desde mucho antes al rojo vivo.

A las dos de la mañana todos los cruceros habían sido destrozados, pero no por ello la batalla había finalizado. Varias millas mar adentro esperaban los tres viejos destructores clase Furor. Su tarea esta noche consistía en atacar los transportes que traían suministros desde Tampa, y si se daba la ocasión atacar a los grandes buques enemigos. Para ello sus tripulaciones habían preparado cuidadosamente sus torpedos antes de la operación, y no tardaron en hallar su primera víctima, el transporte de tropas Mount Vernon, que alcanzado por dos torpedos no tardaría en irse a pique arrastrando con él a 1.800 soldados. Durante otros cuarenta y cinco minutos el mar siguió siendo un caos. Los destructores lograron torpedear al acorazado Louisiana, que se retiraría muy dañado y sería dado de baja poco después, y tres mercantes serían hundidos o seriamente dañados. Con todo, los propios destructores enemigos no tardaron en reaccionar y acabaron hundiendo a sus atacantes tras duros duelos nocturnos.

Mi estimado SH , espero que su siguiente mensaje no empiece "Pese al sacrificio de los marinos españoles..."

Gaspacher escribió: Sin embargo ni por un momento pensaron en arriar la bandera

Bueno, como ya suponíamos se ha perdido toda la escuadra... Pero nos la hemos cobrado cara ¡Vive Dios!...

Ahora, Sr. Horchata, toca repartir condecoraciones a título póstumo,,, No me sea cicatero, o pasaremos cuentas...

De cualquier forma, me tomaré un vaso de horchata a su salud...

Saludos.

La flota española del Caribe había dejado de existir, pero el precio cobrado había sido muy alto. El crucero acorazado Montana, los cruceros protegidos Denver y Chatanooga, y los destructores Sterett, Perkins, Burows, y Beale habían sido hundidos. El acorazado Louisiana dañado, al igual que los destructores Roe, Lamson, Worden, Walke, Cassin, Duncan, O´Brian y Porter, en muchas ocasiones por fuego amigo durante el caótico combate nocturno. Mientras los daños en las unidades auxiliares y entre las fuerzas de tierra eran simplemente demasiado elevados. Curiosamente entre estas últimas, muchos lo serían por fuego amigo, justo lo que había buscado Fuentes. Peor aún era la perdida de grandes cantidades de suministros, tanto en las playas como en las barcazas y los buques hundidos.

El almirante Sims no tuvo demasiado tiempo para lamentarse. La noche siguiente, aprovechando la escasa cobertura de destructores de la flota que había perdido 12 destructores en una noche, el submarino U-58 lograría colarse y torpedear su acorazado que se hundiría rápidamente. Sims se hundiría con él. No sería el último acorazado hundido en aquellas aguas.

Durante los dos meses siguientes los marines siguieron luchando duramente por salir de aquellas playas, atacando con decisión las posiciones españolas en varias ocasiones. Las tablas sin embargo se mantuvieron, aunque las bajas continuaron creciendo sin cesar en ambos bandos, que no cesaron de enviar reemplazos para mantener su frente de batalla. El Tte. Gral. Roda había situado casi toda la artillería de la que disponía en la isla en los alrededores de la cabeza de playa y la bombardeaba día y noche. Mientras tanto en la cabeza de playa se habían visto obligados a luchar casi sin artillería tras la destrucción de muchas de las piezas durante el ataque nocturno de la flota, pero pronto las industrias sustituirían las perdidas, logrando a principios de diciembre reponer sus fuerzas iniciales.

A mediados de diciembre las fuerzas españolas habían sufrido ya 68.000 bajas, siendo las norteamericanas de cerca de 100.000, aunque las cifras de muertos eran similares en ambos bandos. También en ambos casos disponían de abundantes reservas, pues el Tte Gral Roda ordenaba movilizar nuevos reemplazos conforme era necesario, armándolos en muchos casos con las armas de los caídos, y como las fuerzas españolas se contentaban con aguantar a la defensiva la iniciativa estaba en manos del general Pershing. Cuando atacaría era sin embargo una incógnita, y aunque en las primeras semanas de la invasión se había logrado infringir serias bajas al enemigo, las tornas estaban cambiando. La superioridad numérica y de armamento empezaba a imponerse.

En el mar sin embargo la situación era diferente. Con la flota de invasión obligada a operar frente a las playas cubanas, los submarinos hispano-germanos conocían su posición en todo momento y habían continuado presionando. Gracias a ello en diferentes acciones los acorazados pre Dreadnought Rhode Island, Minnesota, el crucero acorazado Huntington, los protegidos Galveston y Charleston, y el Scout Chester, así como otros 3 destructores serían torpedeados y hundidos. Todo ello al precio de 7 submarinos dañados o hundidos. Esto había obligado al envió de nuevos destructores a la zona, lo que a la postre había significado que los submarinos pasaron a actuar en aguas más alejadas sobre los buques de suministros, arriesgándose a atacar la flota solo de cuando en cuando y de forma individual. A finales de diciembre todos los destructores norteamericanos se habían concentrado en aquellas aguas, lo que dejaba terriblemente expuestas las costas de su propio país en las que se multiplicaron los hundimientos.

El capitán de fragata Menéndez, comandante de la división de submarinos del Caribe, ordenaría entonces a sus submarinos que se dejasen de sutilezas. Era la hora de acabar con los destructores enemigos uno a uno y dejar desprotegidos a los grandes buques antes de rematarlos.

PALESTINA, noviembre

El 31 de octubre, tras fracasar en sus repetidos intentos de tomar Gaza, las fuerzas de la Fuerza Expedicionaria Egipcia, al mando de Allenby habían tomado los pozos de agua de Beersheva en un audaz ataque planeado por el general Chetwode, dejando el flanco de las defensas otomanas al descubierto. La situación otomana pendía de un hilo, siendo necesaria la rápida llegada de refuerzos para recomponer la situación. Para ese momento por primera vez desde el inicio de la guerra, se había constituido un mando conjunto para coordinar los ejércitos que luchaban en Oriente Medio. El mando había recaído en el general alemán von Falkenhayn, quien tras abandonar la dirección del ejército alemán había sido enviado a Palestina. Bajo su mando luchaban el Ejército alemán del Caucaso, formado por 4 divisiones al mando del general von Kressenstein, el Ejército Español de Oriente del Tte. Gral. Ardanaz, y las tres brigadas de la legión georgiana recientemente constituida. Las fuerzas otomanas si bien no luchaban directamente bajo su comando, en la práctica seguían en gran medida las medidas adoptadas por este gracias al general Liman von Sanders.

Las tropas elegidas como primer refuerzo serían una columna al mando del ahora brigadier Castro, formada para la ocasión con los dos regimientos de caballería y los 16 Pizarro, reforzados por 2 Austin Armoured Car, y 1 Rolls-Royce AC capturados a la Dustenforce. Además 8 BCD serían trasladados al sur para dar apoyo a estas fuerzas. Posteriormente y cuando fuese posible serían trasladadas nuevas fuerzas con el fin de tomar la iniciativa y expulsar a los británicos de Palestina. Con un frente ruso que estaba visto para sentencia y se descomponía a ojos vista, con las fuerzas germano-austrohúngaras avanzando sin trabas, se esperaba poder enviar esos refuerzos antes de navidad.

En Palestina los combates proseguirían en los primeros días de noviembre mientras las fuerzas del XXI cuerpo de Ejército avanzaban hacia Jaifa, derrotando a los otomanos nuevamente en la 3ª batalla de Gaza ocurrida entre los días 1 y 2 de noviembre. En una serie de ataques y contraataques de caballería y fuerzas montadas, las fuerzas británicas obligaron a los turcos a retroceder más y más. Sería el día 13 cuando las fuerzas españolas que tras ser embarcadas en Batumi para su traslado a Izmir/Esmirna por mar, y posteriormente por vía férrea a Jerusalén, entrarían en acción.

La brigada Castro había llegado a la zona el día anterior desplegándose de inmediato para reconocer la situación. No tardaron en dirigirse al flanco izquierdo otomano, con la intención de romper las líneas enemigas y luego girar hacia el centro, atrapando a la infantería con una carga devastadora.

Ahora se enfrentaban a las fuerzas de la división montada australiana, protagonizando un contraataque cuando estos estaban enfrascados en un duro combate con los defensores turcos de Qazaza. Las tropas australianas a caballo fueron sorprendidas por el avance en línea de 18 autoametralladoras blindados que disparaban sin cesar sobre ellos, derribando hombres y caballos por igual. No tuvieron más remedio que volver grupas y huir perseguidos por los disparos.



En las horas siguientes el brigadier Castro utilizaría hábilmente sus blindados para lanzar una serie de contraataques locales, e ir derrotando al resto de brigadas de la división montada rechazándolas hacia el sur. Sin embargo el enemigo también tenía autoametralladoras y las estaba utilizando contra la zona más expuesta del frente, en lugar de cargar con ellas junto a la infantería escocesa sobre posiciones fortificadas en el centro como las fuerzas británicas. Esto dejaría al centro británico expuesto, por lo que Allenby ordenaría la retirada antes de que Castro tuviese tiempo de volverse contra él. Las fuerzas de infantería habían luchado durante horas contra las ametralladoras turcas sin lograr alzarse con la victoria. El precio para las fuerzas de la columna Castro también había sido duro, sino en hombres si en vehículos, pues al caer la noche trece de las autoametralladoras estaban averiadas y tuvieron que ser remolcadas hasta el taller donde ya estaba reparado el Pizarro que no había logrado participar ese día en los combates.

Allenby sabía que ahora estaba en problemas. Su esperanza de capturar Jerusalén antes de la llegada de las lluvias a mediados de mes se había esfumado por completo. En breve los caminos de Palestina se convertirían en un lodazal, dificultando el movimiento de hombres y vehículos. Aun peor, un nuevo enemigo había aparecido, y pronto fue evidente que este no se conformaría con permanecer a la defensiva. En los 6 días que restaron hasta que llegaron las lluvias, Castro ataco en 3 ocasiones con el fin de mejorar la posición de las tropas otomanas. Lo peor de todo era que los aeroplanos enemigos también habían aparecido en los cielos, atacando generalmente a las unidades montadas, especialmente a los caballos. Su superioridad se estaba esfumando.

El día 17 Allenby supo de manos de los árabes que las fuerzas españolas en el norte estaban recibiendo refuerzos con una importante artillería. Sin embargo no tendrían tiempo de llegar cuando las fuerzas turcas empezaron a bombardear las posiciones neozelandesas en la carretera de Rahat al norte de Beersheva. El contraataque enemigo parecía a punto de materializarse.

Hola a todos.

¿Cuantos submarinos Hispano-Germanos hay operando en el Cáribe?


Muy interesante el frente de Palestina,parece que Suez es el objetivo de nuestras tropas

Muy buenas,

Señores hagan sus apuestas.....

¿Habrá un nuevo raid de nuestros cruceros de batalla por la costa este de USA?, o ¿Apareceran por el Caribe? y le darán matarile a lo que quede de la flota de invasión.

Veremos que nueva sorpresa nos tiene preparada nuestro SH.

Un saludo

Buenos dias a todos

Vaya resaca tenemos de este finde parace que el sacrificio de las escuadra del Caribe a conseguido sus objetivos.

un saludo

ITALIA

En otoño de ese año las fuerzas austrohúngaras acababan de rechazar el onceavo intento italiano de superar sus defensas en el Isonzo, causando casi 150.000 bajas al ejército italiano que alcanzaba con ello la nada desdeñable cifra de medio millón de bajas en las 11 batallas libradas en dicha zona. Un precio demasiado alto que pagar, pero que también tuvo el efecto de obligar al Imperio Austrohúngaro a solicitar la ayuda alemana, pues las 300.000 bajas sufridas por ellos se sumaban a los cientos de miles sufridos en los frentes de Galitzia y Serbia.

El Káiser no dudó en responder enviando unas pocas divisiones a la zona, al mando del general Von Below. Luddendorf realmente hubiese deseado enviar más fuerzas para atacar desde la zona del Tirol, pero precisamente en esos momentos se estaba desarrollando una ofensiva en Rusia que estaba logrando grandes éxitos, lo que unido a las divisiones enviadas a Crimea y el Cáucaso impidió reunir más fuerzas para este ataque. Con todo reunieron un cuerpo de ejército que se denominó XIV Cuerpo de Ejército bajo el mando del general Otto von Below, formado por las dos divisiones alpinas, algunos batallones de cazadores, y tres divisiones de infantería. A estas fuerzas se unieron dos cuerpos de ejército austrohúngaros, que se prepararon para actuar. Su objetivo sin embargo no era el curso bajo del valle del Isonzo, sino la zona alta considerada poco menos que impracticable. Allí esperaban cruzar las defensas italianas antes de girar sobre el flanco derecho italiano y destruir su 3er ejército.



La ofensiva empezaría el 24 de octubre, con un masivo bombardeo de artillería de 4 horas de duración en el que se emplearon miles de proyectiles de gas mostaza. Tras el bombardeo los soldados alpinos y cazadores se lanzaron rápidamente al ataque, caminando por los tortuosos caminos de montaña y dejando tras ellos las cumbres fortificadas que seguían bajo el bombardeo de la artillería. Solo cuando hubieron sobrepasado las defensas italianas volverían hacia atrás para ascender a esas montañas por la retaguardia y los flancos y así acabar con los defensores desde una dirección que no esperaban.

La falta de reservas móviles para acudir a esa zona y la orden de resistencia a ultranza impartida por el general Cardona serían contraproducentes, y permitirían a los alemanes cercar la mayor parte de las posiciones defensivas italianas y acabar con ellas una a una. En muchas ocasiones casi sin esfuerzo pues el pánico cundió entre los italianos y se dieron casos de asesinatos de los oficiales que trataban de seguir resistiendo por la tropa deseosa de rendirse. En solo tres días dos cuerpos de ejército italianos se desintegraron ante el ataque alemán, huyendo los italianos en un sálvese quien pueda, en el que miles de hombres serían capturados casi sin lucha por unidades mucho más pequeñas. Tan solo la falta de suministros y la propia obligación de asegurar el avance impidió a los alemanes perseguir a los italianos que dejaron tras ellos miles de armas y equipos.



El desastre era de tal magnitud que los franco-británicos se vieron obligados a enviar apresuradamente 11 divisiones desde Francia para impedir el derrumbe de Italia. Finalmente el frente no se estabilizaría hasta mediados de diciembre, cuando las vanguardias alemanas alcanzaron el río Piave. Estaban a las puertas de Venecia y a 100 kilómetros del frente del Isonzo original.

Las bajas italianas habían superado los 300.000 hombres, la mayor parte prisioneros, y con ellos se había perdido casi toda la artillería italiana, pues más de 2.500 cañones cambiaron de mano en la ofensiva, así como ingentes cantidades de fusiles y ametralladoras. Esto obligaría a los aliados de la Entente a enviar apresuradamente miles de armas para rearmar a los 100.000 supervivientes del desastre que habían dejado tras de sí todas sus armas y equipos y a las reservas movilizadas. Por su parte las bajas germano-austrohungaras ascendían a alrededor de 75.000 muertos y heridos, la mayor parte de ellos en los compases finales de la ofensiva cuando las reservas italianas fueron luchando con mayor fuerza.

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Para empeorar las cosas ese envió de refuerzos y suministros sería sumamente complicado en tanto en cuanto las rutas navales permanecían cerradas y dependían exclusivamente del ferrocarril. Incluso esto último sería complicado cuando tras esquivar las minas de la zona siguiendo a un cazasubmarinos, el submarino de clase E Tempestad, emergió frente a la costa ligur y ataco a un ferrocarril que llevaba refuerzos desde Francia no lejos de Ventímiglia. Este ataque obligaría a desplegar nuevas fuerzas de defensa en la zona y a que cada convoy ferroviario incluyese un vagón armado a vanguardia de la locomotora. Los problemas parecían acumularse sin cesar al gobierno italiano.

A causa de la desastrosa derrota sufrida el general Cardona fue reemplazado por el general Armando Díaz al mando del ejército italiano. También el primer ministro Boselli había dimitido en los primeros compases del ataque enemigo, siendo sustituido por orden de Victor Manuel III por Vittorio E Orlando.

Italia estaba al borde del colapso.

La leche.... que les queda para seguir luchando? cual es su ORBAT??

Son carne de armisticio....

(salvo sorpresa del S.H.)

... y una duda, por cierto... Jerusalen.... en que manos está ahora mismo?

Como vamos a entrar en 1918.

- Rusia fuera de la guerra.
- Italia a punto de salirse
- A punto tambien de cortar el Suez, haber que hacen los barcos de la entente, la desparición de Italia deja manos libre a la flota Austro-hungara, haber si esta vez se anima, creo que tendriamos superioridad numerica no ?. Aunque claro siempre les quedara intentar salir por el estrecho
- Los USA se han metido un lio en Cuba, creo que les hubiera sido mas rentable haber hecho un bloqueo y haber enviado a los hombres y el material a Europa total es donde se va a decidir todo.

Cambiando de tema de salirse Italia espero que nos compese con unidades navales creo que les quedas 2 acorazados, el 3 fue saboteado y hechado a pique, es de suponer que al menos 1 de sus acorazados pases a nuestras manos.

Si mis cuentas no me fallan con lo que nos queda, 6 acorazados y 2 cruceros +1 si no lo reconvertimos en portaaviones, no esta mal si tenemos que envialos recuperar las filipinas, claro esta primero habria que ponerles todos a punto.

Un saludo

Como sucedió en realidad
Como estuvo a punto de suceder en la realidad
Eso si es nuevo
Los USA tienen potencial para hacer ambas cosas, enviar refuerzos a Europa e ir a Cuba...donde por cierto el lío es menor de lo que aparenta.


Y seguimos con las actualizaciones de buques capturados ofrecida por reytuerto

Llegó su turno a un destructor clase Schastlivyy


A continuación un Kerch


y por ultimo un Frunze

Muy buenas,

Menudo dilema enviar un raid a América (bien a Cuba o la costa Este de Estados Unidos), o darle la puntilla a Italia...

Por supuesto de poder escoger la puntilla a Italia.

No se porqué me da que los italianos van a intentar dialogar con nosotros y que intercedamos con los austro-hungaros para que tengan una salida digna de la guerra. Por supuesto en caso de escoger una de las dos opciones anteriores prefiero darle la puntilla a los italianos.

A ver con qué nos sorprende SH.

Un saludo

Ante todo, felicitar al amigo Gaspacher por su obra. Me ha costado un poco pero ya me leído todos los mensajes y algunos de los comentarios (leérmelos todos resulta un poco imposible sin divorciarme y despedirme del trabajo).

En segundo lugar, creo que no hay un foro de presentaciones, por lo que me presento aquí. Supongo que algún que otro forista me conocerá de otros foros en los que participo con este nombre (un apellido familiar) o algún otro. Soy bastante aficionado a historias alternativas e ucronías, y estoy desarrollando una en otro foro. Siguiendo las reglas del foro no incluyo el enlace pero si alguien está interesado estaré encantado de responder mediante el correo electrónico.

Tras leer el hilo, mi primera pregunta a Gaspacher ¿Ha considerado publicar la obra? Hacerlo en formato electrónico es relativamente sencillo, la obra no requeriría demasiado trabajo (aunque haya algunos errores sintácticos y gramaticales, pero no tiro piedras a nadie pues sé como escribo yo). Al publicarla se podrá ganar algún eurillo. Aseguro que yo estaré entre los compradores (si el precio pasa de 1.000€ será previa negociación). Si se va a publicar, creo que hay algunos detalles que chirrían un poco y que valdría la pena pulir, pero como sería volver muy atrás…

En todo caso me llama la atención lo limitado de las construcciones navales en el periodo de entreguerras, ya que se supone que se dispone de los ingresos de Filipinas y Cuba, más lo rapiñado en USA, más los ingresos por el desarrollo industrial. También me llaman la atención los tipos construidos. Me explico:

- En la realidad la US Navy estudió sus métodos de tiro tras la pésima puntería demostrada en el 98, lo que llevó al desarrollo de acorazados monocalibre (los dos South Carolina, aunque su construcción se retrasó). Lo mismo pasó en Japón con los Satsuma. Parece lógico que en España se estudiase el desarrollo de buques monocalibre, máxime disponiendo del capturado Kearsage, un barco de diseño demencial que tenía que tener muchos problemas para el tiro.

- En la guerra de Cuba ucrónica se usan mucho las armas submarinas, contra las que los España estaban casi inermes (recuérdese el fin del España en la realidad).

- En esa guerra ucrónica se supo de la importancia de la velocidad.

Por tanto no entiendo que no se construyesen barcos algo mayores, con velocidades también algo superiores (22 nudos, por ejemplo) aunque fuese a costa del armamento (con cañones de 28 mm o incluso de 240 o 254 mm).

Por la misma regla de tres no entiendo tanto crucero protegido cuando ya se construían diseños más avanzados (cruceros ligeros).

Lo que sí me extraña es que se transformase directamente el tercer crucero de batalla en portaaviones, sin un experimento previo. Los ingleses lo hicieron pero porque el Furious era una porquería que para algo tenía que servir, pero al mismo tiempo transformaron un buque de pasaje. España ha capturado en 1914 una porrada de barcos de todo tipo, y tenía en los muelles amarrados los transatlánticos de la ruta a América. Igual se podía transformar alguno de esos barcos, que tenían buena autonomía y velocidad, antes de meterse a hacer experimentos con un casco tan valioso como el de un crucero de batalla. Además eso permitiría la puesta en servicio mucho antes, aunque fuese en un buque sin hangar ni ascensores, y con solo media docena de aviones (tipo el HMS Audacity. O una copia del Dédalo pero con cubierta de vuelo, sin puente ni nada de eso. Transformar un barco así sería cosa de unos pocos meses (dependiendo del casco elegido) y permitirái como mínimo adquirir experiencia con el barco antes de meterse en mayores.

Otra cuestión es la de la producción aeronáutica. Me sorprende que no haya muchos más prototipos o aviones construidos en series cortas, en una época en la que desarrollar un avión llevaba apenas unas semanas. Basta con ver la lista de prototipos y aviones de producción de fabricantes como Sopwith como para extrañarse que España solo disponga de media docena de tipos.

Vuelvo a agradecer al autor su trabajo, y espero ansiosamente la siguiente entrega.

Saludos