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Los cónsules Lucio Manlio Vulso Longino y Marco Atilio Régulo parten de Messana con 330 navíos, doblan el cabo Paquino y anclan a la altura del cabo Ecnomo (en la actual Licata), por estar acampadas en esa zona las tropas de tierra.
Los comandantes Amílcar y Hannón parten de Palermo, tocan Lilybaeum y anclan en Heraclea Minoa con 350 navíos.
"El total de esta armada (la romana) era de ciento cuarenta mil hombres; de suerte que cada navío llevaba trescientos remeros y ciento veinte soldados de armas. Los cartagineses por su parte...ascendían a más de ciento cincuenta mil hombres". Pol. I, 26

Los romanos, una vez preparados para pasar a África, forman en orden de batalla por si se diera el caso de ser atacados durante el trayecto. Por lo cual dividen a la flota en cuatro partes. A las tres primeras les dan dos nominaciones. La primera se llamó Iª Legión y Iª Escuadra, y así las dos restantes, a la cuarta se la llama Triarios.
Los romanos procuran formar un orden de batalla resguardado por todas partes y difícil de desbaratar por los contrarios. Para esto, las dos hexarremes de los cónsules son puestas paralelas en el frente. Detrás de cada uno dispusieron sucesivamente a la Iª y IIª Escuadra. La IIIª Escuadra extendió su frente detrás de las otras dos, ya que arrastraban las naves de carga y debían ir protegidas en mitad de la formación; a espaldas de ésta colocaron a los Triarios:

Los cartagineses esperaron a atacarles una vez que partieran hacia África:
