Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas

[Urbano Calleja]

No crea, estimado Los tipos D sin ser los más avanzados de la época ya eran capaces de efectuar misiones en mar abierto, no solo costeras, portaban 4 tubos lanzatorpedos... una configuración suficientemente standard para la época. Lectura interesante.
http://www.uboat.net/wwi/types/

Saludos

[Gaspacher]

Hola de nuevo, en primer lugar disculparme por la ausencia, cosas del curró...

en segundo lugar;

Correcto, esos desplazamientos empezaron a ser habituales en la época para los submarinos destinados a operaciones oceánicas, tenemos ejemplos tanto en los mencionados alemanes como en el francés Dupuy de Lome, o la clase E británica de poco antes de la guerra. El tonelaje de los submarino estaba aumentando a marchas forzadas.

[Gaspacher]

ASEDIO A ESPAÑA, junio de 1915

Pasados los meses iniciales de la guerra en los que el ímpetu del ataque español había sorprendido a los contendientes, la situación estaba decantándose lentamente del bando de la Entente. Desde todos los frentes, la presión de los enemigos de España empujaba lenta pero inexorablemente a las fuerzas españolas hacia la derrota.

En el sur de Francia, los ejércitos anglo-franceses habían reunido una poderosa fuerza de casi 500.000 hombres, incluyendo canadienses, japoneses, y las unidades detraídas de la frontera italiana una vez que esta se decantó por entrar en liza junto a la Entente. Con una fuerza de tamaña entidad los preparativos para el ataque eran cada vez más evidentes y los bombardeos de las líneas españolas continuos, aunque tan solo en los cielos se combatía de forma efectiva. Uno y otro bando dirimían en el aire la lucha por la información y el reconocimiento que tan solo podía lograrse expulsando a los aeroplanos enemigos de los cielos. Una labor en la que si bien España conto con la ventaja de disponer de aviones armados en los primeros meses del conflicto, se había equilibrado con la llegada de los nuevos aviones franceses.

Mientras tanto en el sur de España, ya en el continente africano los ejércitos italianos se habían atascado en su intento de conquistar las ciudades españolas en el continente, en parte por la sublevación de las tribus autóctonas a instancias de España pero sobre todo por los requerimientos de tropas del frente austro-húngaro. Aunque la expansión del dominio italiano aún no había alcanzado todo el territorio colonial, cientos de funcionarios y colonos tuvieron que abandonar a la carrera los puestos más alejados para buscar la seguridad de la costa, no todos lo lograrían. En la propia costa las fuerzas italianas habían sometido a las ciudades de Ceuta y Melilla a un cerco, pero sin el dominio del mar y cercados a su vez por las bandas de rifeños y yebalies, las posibilidades reales de tomar las ciudades eran pocas.

Mucho más al sur, en la Guinea Ecuatorial española continental, las fuerzas francesas habían acometido la difícil tarea de conquistar un país de difícil orografía y muy pocas vías de comunicación en el que unidades de guerrilleros volvían su tarea un infierno. Día tras día los franceses eran atacados, y ninguna zona del país podía considerarse segura, pues los guerrilleros se movían de noche y ante su actividad no existían los frentes de batalla. Lo que un día era zona segura podía convertirse en un infierno al día siguiente… o al otro.

No lejos de la Guinea Ecuatorial continental se encontraban las islas españolas de dicha colonia, principalmente la isla de Fernando Poo, en la que las fuerzas españolas al mando del general Arolas habían sido reforzadas con la llegada de voluntarios españoles procedentes de Hispanoamérica, soldados negros reclutados en las plantaciones y finalmente por contingentes de alemanes evacuados del Kameroon alemán. La importancia de la isla era relativa, pero al mando británico no se le había pasado por alto que la isla se había convertido en un punto neurálgico de la lucha española contra el comercio de la Entente, lo que convertía la conquista de la isla en una necesidad de primer orden que acometerían en cuanto hubiese tropas disponibles.

En cambio en el caribe la situación continuaba estancada. Las poderosas fuerzas españolas en Cuba y en menor medida en Puerto Rico desaconsejaban emprender ninguna acción ofensiva de la envergadura necesaria para su conquista. Por lo tanto la acción del almirantazgo había sido el reforzar el caribe con cruceros acorazados y protegidos en número suficiente como para anular o destruir los 4 cruceros protegidos españoles que operaban en aquellas aguas. Con todo a nadie se le escapaba que este periodo de tranquilidad tan solo duraría hasta que las fuerzas británicas lograsen reunir una fuerza de suficiente entidad como para emprender la conquista de las islas.

Ya en el otro lado del planeta, en las Filipinas, el asedio de Manila podía ser considerado un hecho. Un poderoso ejército japonés de medio millón de hombres había desembarcado en Luzón, y pese a algún revés inicial las fuerzas del Tte Gral Kongo habían logrado acorralar a los españoles del Tte gral Aznar en una amplía sección de la zona central de Luzón con el centro en Manila. Ahora los bombardeos de las defensas españolas eran habituales y los signos de una próxima ofensiva se sucedían. Con todo no todo eran facilidades para los japoneses, pues tras sus líneas se desarrollaba una fuerte actividad guerrillera que fijaba a grandes contingentes de tropas para proteger sus suministros, y en el mar los buques del almirante Carranza actuaban sin tregua contra el comercio japonés.

La guerra en el mar también se decantaba lentamente hacia el bando de la Entente que si bien había disfrutado del dominio de los mares desde el primer momento, no había logrado proteger sus rutas comerciales de los corsarios, viviendo estos una época dorada de más de seis meses. Ahora y una vez los británicos con la ayuda de franceses, australianos, y japoneses, hubieron establecido suficientes escuadras de patrulla y protección en diversos puntos del globo, los corsarios empezaron a ver como desaparecían los tiempos felices para enfrentarse a los riesgos de la incertidumbre. Pronto los primeros corsarios españoles fueron víctimas de sus enemigos, y los primeros buques bajaron a reunirse con Neptuno en los abismos. Con todo, la posibilidad de que la 1ª Escuadra de Instrucción española realizase una nueva salida al atlántico central, preocupaba enormemente al Almirantazgo y lo obligaba a destinar a la zona a fuerzas muy poderosas en detrimento de su vigilancia de Alemania.

La ayuda lograda durante esos meses de actividad en la que los corsarios capturaron decenas de presas que fueron enviadas hacia España, supuso una enorme inyección de capital a las maltrechas arcas del estado. Ovejas traídas desde Australia, petróleo mexicano, carbón de Gales, lana y algodón de la India y Egipto, sedas orientales, salitre chileno, carne y grano desde Argentina, minerales desde los Andes, café, tabaco, oro y diamantes desde Sudáfrica, e incluso el acero y la maquinaria de las propias presas, todo pasaba a engrosar y aliviar las cargas a las que la hacienda española estaba sometida.

En la propia España la situación distaba de ser pacífica. La partida de alrededor de medio millón de hombres al frente había debilitado el tejido productivo nacional de tal forma que ni tan siquiera la llegada de materiales procedentes de las presas y la incorporación de la mujer a la industria habían logrado reponerlo, pues las necesidades para armar y equipar a tamaño ejército excedían en mucho la capacidad española. Cierto era que se estaban desarrollando tímidos avances en diversos campos, pero no era menos cierto que la labor de unos pocos emprendedores y científicos no podía igualar a la de las naciones a las que se enfrentaba.

En cuanto a la política, el terrorismo anarquista había vivido un pequeño rebrote, y algunos sindicatos ya llamaban a la huelga de trabajadores de forma más o menos evidente. En el propio congreso los rifirrafes parlamentarios excedían lo normal, y las luchas de poder intestinas amenazaban con destruir los propios partidos políticos fragmentando aún más el arco parlamentario español. En una situación tan adversa tan solo el amor a la monarquía crecía, pues la presencia del Rey y de la Reina que pese a su origen inglés, se había volcado en la labor de recaudar fondos para las tropas y promover la construcción de hospitales y escuelas financiando algunos de su propio bolsillo. Pocos pudieron entrever en esta actuación el intento de Alfonso XIII por congraciarse con los sectores más influyentes del país y afianzar su posición de dominio en la política nacional. Él apoyando al ejército con donaciones y acudiendo a las reuniones vestido de militar, utilizando transporte hipomóvil en lugar de los veloces automóviles para constatar sus sacrificios renunciando a la benzina necesaria para el frente. Ella promoviendo la ayuda a los soldados y las víctimas de la guerra, interesándose por los heridos y desplazados. En suma una dupla que de momento estaba teniendo éxito en arrinconar al desprestigiado poder político, y elevar las cotas de cariño hacia la casa Real por parte del ejército y el pueblo llano.

En esa situación llegaría junio, el mes que para Ochando se auguraba decisivo para el devenir de la guerra en España. El ataque enemigo en Francia no podía tardar, y sabía que los alemanes que parecían haber trasladado parte de sus fuerzas a Polonia no podrían acudir en su auxilio. España dependía únicamente de si misma.

[Luis M. García]

La cosa está muuuy j0dida. Al primer revés militar de importancia se va al garete el gobierno Dato y después el acabose...

Saludos.

[Urbano Calleja]

Madrid, 22 de Mayo de 1915

- Buenos días don Ramón
- Buenos días don Joaquín, bienvenido, Por favor, siéntese. ¿Quiere un café?
- Sí, se lo agradecería... la mañana se me está haciendo dura. No tiene uno cuerpo para muchos trotes y la verdad es que desde que empezó esta guerra no consigo funcionar sin la droga negra
- Le entiendo, don Joaquín. No crea que le ando muy a la zaga. No nos queda otra que aguantar el tirón... esperemos que la guerra no se alargue tanto como parece.
- Dios le oiga don Ramón... Dios le oiga

Unos minutos más tarde, y con el café humeante y unas pastas frente a ellos, los dos ministros departían sobre los resultados de las pruebas aéreas que se habían realizado en Cuatro Vientos os días 18 y 19 de Mayo. El día 18 de Mayo, dos parejas de aparatos se habían enfrentado en el aire de Madrid, simulando diversas condiciones de vuelo, y al atardecer, habían realizado pruebas de fuego real atacando blancos estáticos en tierra.

Los ASAC-1A habían sido pilotados por la mañana y en las pruebas de ataque a tierra por el capitán Barrón, al mando de la Escuela de Aviación en Madrid, y el recientemente ascendido sargento Loriga. Enfrentándoseles, a los mandos de sendos BCD-1 llegados de Francia, el teniente Vinuesa y el sargento García, pilotos experimentados y condecorados por su servicio en el frente francés.

A la tarde, antes de pasar a los ejercicios terrestres, los pilotos del ejército habían tenido la ocasión de pilotar los ASAC para intercambiar opiniones.

El día 19 el programa había sido similar pero con los ASAC-1B reemplazando a los Águila.

Las conclusiones de la evaluación eran definitivas: el modelo ASAC-1A suponía una mejora sustancial y clara sobre los BCD. El motor Hispano otorgaba al nuevo aparato unas condiciones dinámicas incomparables con el BCD-1, que al estar dotado de hélice propulsora, adolecía de eficiencia aerodinámica que le permitiera enfrentarse al ASAC Águila. La única ventaja del BCD, su posibilidad de disparo frontal, se veía igualada por el arnés móvil propuesto por Fournier, hasta el punto de que las capacidades del nuevo aparato eran incomparáblemente mejores.
De los más de veinte enfrentamientos entre las dos parejas, los ASAC habían sido capaces de derrotar a los BCD en dieciocho ocasiones, solo cuando los enfrentamientos habían sido a muy baja altura y velocidad, con ventaja en altura para los BCD, estos habían podido derrotar a las Águilas.

Los comentarios de los veteranos habían sido concluyentes: aconsejaban el reemplazo inmediato de los BCD por Águilas puesto que estimaban que el aparato les dotaría de una ventaja sustancial frente a cualquier aparato conocido que los aliados de la Entente operaran hasta ese momento.

Se agregaba al informe que era posible añadir un paracaídas al equipo del aparato sin penalizar sus prestaciones de forma apreciable debido a la potencia del motor V8 de la Hispano. Se recomendaba introducir su uso cuando el despliegue del Águila comenzara.

Las conclusiones en el caso del ASAC-1B no eran sin embargo tan positivas.
Los resultados de las pruebas habían probado que el centro de gravedad del aparato era inestable en ciertas condiciones de vuelo, lo cual tenía un impacto visible en las prestaciones del aparato. Los BCD había sido capaces de equilibrar la balanza en los combates simulados, pero sin embargo, las estimaciones de tanto los pilotos veteranos como de los pilotos de la Escuela del Ejército eran que de recuperar la estabilidad el aparato sería sin duda superior al BCD.

Según lo descrito en el informe, el ingeniero Loring concluía que la diferencia de peso entre el Hispano Suiza y el Le Rhône, y el volumen de uno y otro unido al depósito de combustible, cambiaban del todo las condiciones del modelo A al modelo B.
Loring recomendaba modificar ligeramente el fuselaje y la posición del motor, así como agrandar el depósito de combustible, lo cual añadiría una mayor autonomía al aparato que podría así convertirse en un aparato de reconocimiento de largo alcance.

- Bien, don Joaquín...¿qué opina?
- Creo que con la ofensiva de la Entente viniendo en breve, tenemos que hacer todo lo posible para disponer de aparatos suficientes que compenses con calidad los escasos números de los que disponemos en comparación con nuestros enemigos. Voy a dar la orden de adquirir 40 de ellos de forma urgente. Contando con los aparatos ya fabricados...creo que cuatro, podríamos con suerte contar con una primera escuadrilla a finales de Julio. Y el despliegue completado para finales de verano, principios de otoño. Tendrá que bastar.
- ¿Considerará la recomendación de dotar cada aparato con un paracaídas?
- Sí, sin duda... no podemos permitirnos perder pilotos. Reemplazar aparatos es doloroso, pero más posible que pilotos... no disponemos de capital humano necesario que reemplace la experiencia de los hombres que combaten hoy.
- Estoy de acuerdo, don Joaquín.
- Bien... por lo que respecta al modelo B, Buchón le llaman, creo, voy a esperar que Loring demuestre las mejoras de las que habla, y veremos en mes y medio si proseguimos con él o no.
Me parece bien... debemos concentrar nuestros esfuerzos todo lo posible. Imagino que eso incluye demorar también los trabajos en el bombardero. Las pruebas indican que requiere de más trabajo. Podría estar listo para la primavera siguiente.
- Sí... podría ser. De momento necesitamos que las Águilas desplieguen sus alas y protejan a los nuestros en el campo de batalla. ¿Qué se sabe de las pruebas con el Oso y el vehículo de caballería motorizada?
- Las pruebas están ocurriendo ahora mismo. Deberíamos saber algo en un par de días. Ambos dos modelos, cuatro aparatos de cada uno, están en las Bardenas Reales, recibiendo la evaluación por parte del Ejército. Veremos, don Joaquín. Veremos.

Ministro de la Guerra, Ramón Echagüe
Ministro de Armamento, Joaquín Bustamante

[Gaspacher]

RETAZOS DE GUERRA EN FILIPINAS
Subic
El submarino Argonauta estaba en las últimas. Una semana atrás había logrado torpedear su enésimo mercante en las cercanías de la bahía Lingayen, donde ahora se estaban concentrando todos los esfuerzos de los sumergibles españoles en detrimento del norte de Luzón. Sin embargo este hundimiento acabo acarreando el fin del propio submarino.

El mercante de 2.000 toneladas resulto estar cargado de municiones, y estas explosionaron por simpatía poco después del impacto del torpedo. La explosión resultante basto para que una inmensa onda de choque golpease violentamente al submarino averiándolo. Durante unos angustiosos minutos el agua se filtró por juntas y cañerías, y el submarino se fue al fondo sin remedio. Allí la tripulación permanecería en una casi total oscuridad, luchando con las vías de agua mientras trataban de poner nuevamente en funcionamiento sus motores. Por fin tras siete horas de lucha el submarino pudo moverse nuevamente abandonando aquellas aguas para regresar a su base, donde tratarían de reparar el buque.

No hubo nada que hacer. Los ingenieros de la base naval declararon que tan solo podía ser reparado en un astillero mucho mejor, no siendo el dique flotante de la base suficiente. Con el corazón constreñido por la emoción, el Tte de navío Montoya vio como declaraban su submarino como baja total. A continuación en el astillero se iniciaron los trabajos para desmontar todo lo utilizable del submarino. Su pequeño cañón de 57mm sería instalado en un afuste de circunstancias en donde decidiese el mando. Sus tubos lanzatorpedos servirían para aumentar las defensas de la entrada al golfo de Manila. Sus motores y equipos servirían para mantener operativos otros submarinos, y el propio casco sería hundido en la entrada a Subic para impedir la entrada de los japoneses. Por su parte la tripulación al mando de Montoya se agrupo en una sección de infantería naval.

Con un último vistazo al Argonauta, Montoya recordó que el sumergible no había tenido una mala vida. Había funcionado espléndidamente a lo largo de sus 9 años de vida, y en los últimos meses había hundido 17 mercantes, un destructor, y un crucero de batalla de 2ª clase. Un más que digno historial para un submarino.
Manila

La situación empezaba a ser angustiosa para las fuerzas españolas. Los japoneses habían completado el cerco de la plaza de Manila y aunque la zona defendida por las fuerzas españolas tenía aun cientos de kilómetros cuadrados, era evidente que la defensa de todo el perímetro sería imposible.

Con un nudo en el estómago el general Aznar ordeno iniciar la evacuación de todo el personal y equipo posible hacia la península de Batan, donde desde hacía meses se acumulaban todos los suministros que era posible. Inmediatamente se inició el desmontaje de las piezas de artillería que protegían la propia Manila para embarcarlas hacia su nuevo destino. La bahía quedo a partir de ese momento únicamente defendida por las baterías de la entrada.

A partir de ese momento los cañoneros españoles Malaspina (1), y Guillem de Montredon (2), que contaron con la ayuda de los cañoneros alemanes Iltis, Jaguar, Luch, y Tiger, empezaron a trasladar o escoltar alimentos y equipos a la nueva posición. Este movimiento no pasó desapercibido para las fuerzas niponas que acudían a vigilar la entrada del puerto de forma habitual, pero siempre por poco tiempo para evitar la amenaza submarina en la medida de lo posible. Desgraciadamente para el mando japonés, la situación desaconsejaba la actuación en aquellas aguas tan restringidas.

Río Pansipit, Luzón central

La brigada alemana evacuada de Tsingtao que protegía el río por fin había entrado en contacto con las fuerzas japonesas desembarcadas al sur de su posición días atrás, y ahora se encontraba sometida a un duro ataque por parte de las fuerzas del general Kouji. La situación sin ser aun angustiosa si presagiaba un futuro incierto, pues parecía que los japoneses habían decidido realizar su primer intento de romper el perímetro de Manila en el sur, sin duda tratando de debilitar la dura línea defensiva planteada por el general Aznar en el norte. Las fuerzas empleadas serían sin duda menores, pero si las fuerzas japonesas rompían el frente alemán, obligarían a defender una línea mucho más extensa al norte de allí, lo que debilitaría aún más la posición de Manila.

Escuadra del Pacifico

El contralmirante Carranza observaba con sus prismáticos la costa de la Conchinchina francesa del delta del Mekong, en la que podían verse con claridad una multitud de las pequeñas embarcaciones típicas de la zona que articulaban su comercio. Una vez más ordeno a sus comandantes el ataque al tráfico mercante civil, por lo que los cruceros protegidos Hernán Cortes, Orellana y Pizarro se abalanzaron sobre los juncos mientras el resto de la escuadra permanecía vigilante en mar abierto. Pronto el caos se desató en las costas de la Conchinchina y decenas de juncos ardieron con brillantes llamas que se elevaban altas en el cielo.

El ataque no podía compararse en sus efectos al realizado semanas atrás sobre el comercio franco-británico hacia Vladivostok (3), pero sin duda soliviantaría aún más los ánimos franceses y obligaría a estos a exigir soluciones a los japoneses.

¿Cuál sería su respuesta?

Golfo de Lingayen

La actividad alrededor de los buques de transporte japoneses era febril. Cada día llegaban uno o dos transportes dotados con su propia grúa que inmediatamente procedían a descargar sus bodegas en varias gabarras capturadas en la zona y utilizadas para trasladar los abastecimientos a la costa. Una vez en las playas, recuas de mulas con la ayuda de varios tractores holt, llevaban los suministros a tres grandes depósitos situados varios kilómetros al interior. Se trataba así de evitar problemas similares a los sufridos en el bombardeo español de puerto Irene.

Por supuesto la actividad en la bahía no se limitaba a la carga y descarga, pues los ingenieros del ejército estaban construyendo un gran muelle que cuando entrase en servicio, facilitaría las tareas de descarga de los buques. Para ello centenares de hombres creaban grandes estructuras de acero y hormigón armado que eran recubiertas por tablones de madera procedentes de los bosques cercanos. Si todo funcionaba como esperaban los mandos de ingenieros a mediados de julio las fuerzas japonesas dispondrían de un mejor sistema de aprovisionamiento.

Posiciones de la artillería japonesa en la cota 213, cerca del Pinatubo

Los artilleros japoneses se desplazaban aturdidos entre sus piezas de artillería, atendiendo a los heridos y buscando a los muertos causados por el último ataque de los 4 aviones españoles y alemanes que operaban en la zona. Estos aparatos, aviones BCD-1 y Taube alemanes se habían convertido en un incordio para las fuerzas japonesas que no tenían nada que se pudiera oponer a ellos en los cielos.

Debido a este total dominio de los cielos las misiones de ataque a tierra se multiplicaron. Cada día despegaban rumbo al norte, donde buscaban las posiciones de artillería o caravanas logísticas japonesas para atacarlas, primero lanzando las pequeñas bombas improvisadas que se construían en Manila para ello, y a continuación descendiendo para utilizar sus ametralladoras. Ante estos ataques los japoneses que ya habían perdido tres hidroaviones de reconocimiento ante estos aparatos, no podían oponer más que los disparos de sus fusiles.

Al menos la guerra aérea había tomado un cariz totalmente favorable a las armas españolas que empleaban los dirigibles como directores de fuego y los aviones para atacar. Desgraciadamente este uso intensivo de los aviones también estaba teniendo sus efectos y el mantenimiento era cada vez más difícil y exigente, además se habían producido los primeros accidentes en tierra, aunque afortunadamente los daños habían logrado ser reparados.

Al menos de momento…

1. ex USS Bancroft, fue capturado en la costa sur de Cuba diez días después de la huida de la escuadra española de Santiago de Cuba, mientras aún permanecía ignorante de su presencia en el mar.
2. De la serie María de Molina aprobada en 1896.
3. Durante una semana la escuadra española permaneció en las cercanías de Vladivostok, cortando la vital línea de comercio con el resto de la Entente y capturando tres mercantes cargados de suministros bélicos que serían enviados a las Filipinas. Tan solo cuando fueron divisados por un mercante norteamericano se alejaron de aquellas aguas.

[Urbano Calleja]

Marsella, 24 de Mayo de 1915

Calipso, el agente del SIM trabajando encubierto en Marsella había recibido una carta de Tánger. Fechada el 10 de Mayo, la carta de Mohammed Ahmad se refería a unos negocios en problemas debido al calor que afectaba a las colmenas de abejas productoras de miel. Se pedía ayuda para recibir una paqueña bomba de agua para poder refrescar al área y dotar de agua a los insectos. De no ser así, la producción del año que viene se vería afectada de forma evidente.

Como administrativo de la oficina comercial en la que trabajaba, Calipso recibía muchas cartas con malas noticias como aquellas, aunque en realidad, ni la carta ni el motivo de la misma eran reales. Esa noche, Calipso con la carta desplegada en la mesa de la cocina de su piso, aplicó sobre el papel un producto químico que tras ser espolvoreado con vinagre diluido, reveló una escritura apretada en los márgenes libres de la carta.

Aplicando el código específico que tenía asignado, Calipso tradujo el mensaje. Era una lista de la compra especial.
Se le pedía que contactara con la embajada española en Suiza, de forma que esta pudiera contactar la embajada en Holanda. Se le pedía al embajador que iniciara contactos con empresas suecas para importar maquinaria de precisión a través de empresas ficticias holandesas existentes a tal efecto. También se le pedía que se pusiera en contacto con el gobierno holandes, en especial la reina, para preguntar por la adquisición de equipos disponibles para la planta siderúrgica que estaba congelada hasta que la situación de la guerra mejorase. Tenía autorización para pagar lo que hiciera falta.

[Gaspacher]

RETAZOS DE LA GUERRA EN EUROPA
Aeródromo de Toulouse
Por tercera vez en las últimas dos semanas uno de los aviones acababa de capotar al tocar tierra de regreso de su misión de control aéreo (1). Por fortuna esta vez el piloto había salido bien parado con tan solo algunas contusiones, nada parecido a las graves heridas que recibiese le sargento Lucrecio Rivas 8 días atrás. En algunos sentidos los accidentes al tomar tierra estaban resultando más graves que las bajas en combates aéreos.

Si el mando español quería mantener la superioridad aérea debía encontrar la forma de evitar los frecuentes accidentes al tomar tierra, por este motivo se ordenó al capitán Maluenda que buscase una solución (2).

Posiciones españolas cerca de Sigean, en la desembocadura del canal de Midi

Una vez más la artillería francesa martilleaba inmisericordemente las posiciones españolas que se divisaban al otro lado del canal de Midi. Cerca de 200 piezas de artillería de todos los calibre lanzaban un vendaval de fuego que preludiaba una próxima ofensiva.

Al otro lado del canal el grueso de las fuerzas españolas permanecía a salvo en la segunda línea de trincheras. Una línea mucho menos elaborada que la primera línea para ocultarla a los reconocimientos aéreos y engañar al enemigo, pero que en realidad era la única habitada. Tan solo cuando el bombardeo de la primera línea hubiese cesado, los soldados se acercarían a ella para reconstruir sus instalaciones y dar la sensación de estar ocupándola. Por supuesto esta actividad de engaño llevaba aparejada una inactividad casi total de la artillería española, que se limitaba a disparar algunas salvas una o dos veces al día para constatar que aún seguían resistiendo.

Ahora las tropas españolas se limitaban a esperar, contentas de saber que cada día que pasaba ganaban un precioso tiempo para España.

Puesto de mando francés en Albi

El general Gallieni observaba con preocupación los informes recibidos de manos del reconocimiento aéreo en las últimas fechas. Las fotografías que tenía en sus manos corroboraban los informes que hablaban del desmantelaje de las vías férreas en todo el sur de Francia, lo que sin duda dificultaría mucho la ofensiva, pues impediría un adecuado abastecimiento de las fuerzas atacantes. Con todo en esa dificultad logística también radicaba su oportunidad, pues sin duda las fuerzas enemigas no podrían enviar suministros para una batalla prolongada y dependerían totalmente de las reservas que ya tuviesen. Aunque a decir verdad, eso ya debía haber sido previsto por el mando enemigo que sin duda había planeado retirarse tras los primeros embates.

Desgraciadamente parecía que las fuerzas ANZAC que el mando británico había prometido no llegarían a tiempo, pues se habían estancado en su ofensiva en los Dardanelos. Esto le obligaría a posponer la ofensiva unas semanas mientras preparaba nuevas fuerzas para sustituirlas. Al menos hasta que llegasen un par de las nuevas divisiones del nuevo ejército inglés, el llamado por algunos ejército de Kitchener.

Cuando llegasen, las fuerzas de la Entente pasarían al ataque. Los británicos y el cuerpo de ejército japonés en la zona de Burdeos, para atacar en dirección a la región industrial vasca. Esto debería movilizar las defensas españolas hacia ese punto. Sería entonces cuando las fuerzas francesas bajo su mando atacarían en dirección a Cataluña.

1. Superioridad aérea.
2. Tras muchas investigaciones se decidió que los aeródromos debían asfaltarse para evitar los accidentes que se daban en muchos casos cuando el terreno húmedo a causa de las lluvias cedía ante el golpe de las ruedas del avión. El primer aeródromo asfaltado dos años más tarde sería el de Figueres.

[Gaspacher]

PRIMERA BATALLA DEL PANSIPIT, Luzón, Filipinas, 2 de junio de 1915

La infantería japonesa surgió de la neblina provocada por el estallido de los proyectiles tan pronto se acallaron los cañones que habían estado bombardeando las posiciones de la brigada alemana. Miles de soldados llegaron al río cargando pequeños botes de madera y piraguas a sus hombros, arrojándolos al río para iniciar el cruce bajo el fuego alemán que provoco las primeras bajas entre los atacantes. Pronto se les unirían las ametralladoras que vaciaron botes enteros al disparar sobre ellos. Sin embargo el número de atacantes era demasiado numeroso y pronto los primeros soldados llegaron a la orilla norte, donde muchos cayeron heridos en las alambradas y estacadas que la protegían. Sin embargo los supervivientes se afianzaron en la orilla y con sus disparos protegieron el avance del resto de sus compañeros, que cada vez en mayor número llegaban a la orilla.

Junto a la infantería llegaron los ingenieros cargados con sus propios botes de tamaño sustancialmente mayor. Inmediatamente tras depositarlos en el agua empezaron a maniobrar para colocarlos en posición a través del río, utilizando gruesas maromas para fijarlos desde la costa. Mientras tanto otros hombres habían llegado cargando gruesos travesaños de madera que utilizaron para unir los botes con la costa y entre sí. Solo cuando los primeros botes estuvieron unidos llegaron los equipos de construcción cargando pesadas pasarelas de madera compuestas por más travesaños sobre los que se había construido una plataforma de madera que sería el suelo del puente. Solo unos minutos después de que los primeros soldados llegasen a la orilla norte, los primeros botes empezaron a formar lo que serían los primeros tramos de los puentes.

Media hora después en las posiciones alemanas el capitán de navío y comandante de la brigada alemana Alfred Mayer-Waldeck observaba como los botes traían más y más soldados a cada minuto que pasaba, creando una poderosa cabeza de puente en este lado del río. Aun peor tras ellos los puentes de pontones estaban tomando forma con rapidez, y sin duda pronto estarían acabados. Cuando lo estuviesen sin duda la defensa sería imposible y sus líneas serían superadas.

-¡Klaus! -Llamo a su oficial de comunicaciones. -¿Ha habido respuesta del mando español?

-Si mi coronel. -Respondió Klaus dando el tratamiento correspondiente al ejército pues el mando español había decidido asimilarlo a tal rango para evitar problemas de comunicación. –El Tte Gral Aznar ha enviado un regimiento de caballería y una batería de artillería para reforzarnos, pero no llegaran hasta dentro de una hora.

-Gracias Klaus. –Dijo Alfred. Eso no era bueno, la artillería japonesa había enmudecido a excepción de un par de cruceros protegidos que bombardeaban sus posiciones desde la costa, pero aun así la única batería que poseía no era capaz de igualar a la poderosa artillería que le atacaba. Su única esperanza consistía en derrotar a la infantería y para ello precisaría aislarla de sus refuerzos al otro lado del río, y debía hacerlo ahora que sus líneas aún se mantenían en pie, por lo que sin dudarlo ordeno.

-¡Klaus! ¡Ordene al Feldwebel Steiner que proceda a volar el represamiento del río!

El combate prosiguió durante dos horas más en las que el número de japoneses fue creciendo conforme llegaban a la orilla nuevas unidades. Por supuesto la llegada de la caballería española, cuyos hombres desmontaron rápidamente y acudieron a las trincheras para reforzar a sus hombres supuso un gran alivio, pero no paso mucho tiempo antes de que los puentes de pontones estuviesen acabados, momento en el que los japoneses empezaron a cruzar el río en masa. Solo la llegada de la crecida del río treinta minutos después les salvaría del desastre.

Una gran ola llego arrastrando maderas y cuerpos flotantes, los puentes de pontones vieron como al elevarse el nivel del agua aumentaba la tensión sobre las maromas que acabaron por romperse fraccionando los puentes que fueron arrastrados hacia el mar, girando descontrolados. Los maderos que llegaban con la crecida chocaron con los botes que en esos momentos había sobre el río y causaron el vuelco de muchos de ellos. Los soldados japoneses que caían al agua se veían empujados por las aguas turbulentas y llenas de restos que les causaban heridas e impedían nadar con facilidad, resultando en el ahogamiento de muchos de ellos.

Cuando paso la crecida la cabeza de puente japonesa había quedado aislada, los botes restantes no eran suficientes para evacuarlos o para enviarles más refuerzos y suministros. Objetivo de las ametralladoras y cañones hispano-alemanes los japoneses cayeron a docenas mientras los supervivientes cavaban pozos de tirador en la tierra humedecida con sus bayonetas y se protegían como podían utilizando cualquier cosa que encontrasen, incluso los cuerpos de sus camaradas caídos. Por fin al caer la noche los supervivientes se arrojaron al río para cruzarlo protegidos por la oscuridad.

Las bajas japonesas ascendían a 9.000 hombres, incluyendo 6.000 muertos. La alta tasa de muertos se explicaba por la carencia de atención medica de los heridos en la orilla norte del río, muchos de los cuales fueron dejados atrás para cubrir la retirada la noche, luchando hasta el último hombre sin rendirse. Las bajas hispano-alemanas habían sido de cerca de 2.700 hombres, incluyendo 1.000 bajas mortales, pero la orilla norte seguía en manos españolas.

Los bombardeos se reanudaron poco después.

[ñugares]

en primer lugar gracias por seguir en el "tajo" , el relato sigue avanzando y con el curro ingente que lleváis acumulado es de agradecer .
Parece que pintan bastos , pero tal como se preveía después de un primer periodo donde se a dado guerra y se han conseguido logros y victorias todos intuíamos que no íbamos a tener la capacidad de mantener el esfuerzo y la entente daría la vuelta a la situación .
Muy meritoria la defensa en Filipinas , esperemos que los nuestros aguanten lo que puedan e inflijan graves daños a los Japos y después ......... la guerrilla .
en el sur de Francia a defender a cara de perro y en espera de la ofensiva de la entente .
en Fernando Po también apuntan los maestros jarana de la buena
y lo único que parece estable es Cuba .
Ceuta y Melilla parece que también aguantan .

Una vez que nuestros Corsarios tienen sus horas contadas ,¿ es el momento de meter en liza corsarios submarinos? .
Los Italianos al entrar en la guerra ya no pueden servir para "ayudar a pasar el estrecho a buques de la entente , tenemos capacidad de cerrar el estrecho e impedir el paso hacia el canal de Suez a esos barcos ?.

Un saludo .

[huarlot]

Feliz Navidad a todos.

Que mal veo a España este año, haber si aguntamos el chaparron, la pregunta es hasta cuando podemos seguir asi?

Un saludo

[delta 021]

Saludos, vaya parece que vuelve la lluvia de hostias... fun fun fun, ehh perdon , bueno feliz 1914 , dijo 2014 ... que malo es el anis con los mantecados , jeje
PD: gracias a todos por vuestro trabajo

[Llanero]

Hola a todos !!

Nos están dando hasta debajo del sobaco . Esperemos que las nuevas construcciones de buques, submarinos, blindados, etc.. lleguen a tiempo.

¡¡ Feliz Navidad a todos !!

[ASTUR]

Muy buenas,

Y feliz Navidad a todos!!

Visto la actual situación, y que los japos están hechando el resto en la conquista de Filipinas.... Y que Guahan la consideran bien fortificada ¿que tal si movemos alguna unidad de Guahan hacia Filipinas?, incluido alguna bateria de artilleria...

Disponemos de los curceros protegidos además de alguna unidad corsaria, toda unidad de refuerzo que pueda llegar a Filipinas retrasaría la conquista de esta y por supuesto cuanto primero caiga Luzón primero los japos destinaran unidades a la conquista de Guam.

Así que porpongo hacer algo atrevido mover unidades de Guam a Manila. Siempre y cuando sea posible...

Un saludo.

[Gaspacher]

en primer lugar gracias por seguir en el "tajo" , el relato sigue avanzando y con el curro ingente que lleváis acumulado es de agradecer .
Parece que pintan bastos , pero tal como se preveía después de un primer periodo donde se a dado guerra y se han conseguido logros y victorias todos intuíamos que no íbamos a tener la capacidad de mantener el esfuerzo y la entente daría la vuelta a la situación .

Pero es lo divertido de entrar con los IC, las posibilidades estratégicas y tácticas que se abren ante nosotros son mucho mayores que con la Entente y no nos limitamos a enviar gente al matadero. De hecho da mucho juego porque somos casi autónomos y vamos por libre, pudiendo aplicar las lecciones aprendidas en el 98 con mayor libertad, todo ello sin olvidar que la presencia de los IC al otro lado obliga al enemigo a concentrarse en ellos, con lo cual no nos enfrentamos al grueso del ejército enemigo sino a las "sobras"...

Muy meritoria la defensa en Filipinas , esperemos que los nuestros aguanten lo que puedan e inflijan graves daños a los Japos y después ......... la guerrilla .
en el sur de Francia a defender a cara de perro y en espera de la ofensiva de la entente .

En Filipinas la defensa esta planteada como una sucesión de líneas fortificadas, y a aguantar como se pueda. En Francia se cederá voluntariamente y veremos un repliegue bastante agresivo, espero...

en Fernando Po también apuntan los maestros jarana de la buena
y lo único que parece estable es Cuba .
Ceuta y Melilla parece que también aguantan .

Por supuesto Fernando Poo es un objetivo primordia, pues es el unico puerto de cierta entidad que queda a los IC en el Atlántico sur. Sin él los corsarios perderán gran parte de su eficacia. En este caso la conquista es factible por ser una isla pequeña con poco más de una brigada como defensa, Cuba en cambio es una gran isla en la que hay más de 100.000 soldados, por lo tanto su conquista requeriría unas cantidades de hombres que no están disponibles por el momento, al menos no hasta que entren en liza el ejército de Kirtchener o los yankis. Algo similar pasa con Ceuta y Melilla, donde el problema de la insurrección de las kabilas es muy acusado y dificulta las operaciones. Queda por supuesto Puerto Rico, pero ya veremos que hacemos con él.

Que mal veo a España este año, haber si aguntamos el chaparron, la pregunta es hasta cuando podemos seguir asi?

Sera una segunda mitad del año movidita, sí, y ya veremos hasta donde llegamos.

vaya parece que vuelve la lluvia de hostias

¿Lo echabas en falta? Pues no veas lo que espera en el horizonte...

Nos están dando hasta debajo del sobaco . Esperemos que las nuevas construcciones de buques, submarinos, blindados, etc.. lleguen a tiempo.

Y si no nos apañaremos sin ellos, siempre hay una salida si uno sabe buscarla...

Visto la actual situación, y que los japos están hechando el resto en la conquista de Filipinas.... Y que Guahan la consideran bien fortificada ¿que tal si movemos alguna unidad de Guahan hacia Filipinas?, incluido alguna bateria de artilleria...

Disponemos de los curceros protegidos además de alguna unidad corsaria, toda unidad de refuerzo que pueda llegar a Filipinas retrasaría la conquista de esta y por supuesto cuanto primero caiga Luzón primero los japos destinaran unidades a la conquista de Guam.

Así que porpongo hacer algo atrevido mover unidades de Guam a Manila. Siempre y cuando sea posible...

Guahán esta defendida por el equivalente a una brigada reforzada y como mucho podría trasladarse un batallón que evidentemente no podría hacer gran cosa. Mejor asegurar al menos Guahán y ya veremos como pintan las cosas en el futuro.