El original en cuestión
τοξοτῶν Κρητῶν es "arqueros cretenses".
En varias traducciones que he mirado te vienen a decir lo mismo en las notas al respecto. Para ésta en cuestión:
Se entiende que no eran cretenses, sino arqueros armados al modo cretenseEvidentemente no es la traducción que di en algún lado (no recuerdo si fue en otro hilo):
http://www.imperivm.org/cont/textos/txt ... graco.html Aquí te dicen: ballesteros de Creta
Apiano, al respecto:
" ... el cónsul que estaba en la ciudad, ordenó que un contingente de tropas se concentrara al amanecer en el Capitolio"Las versiones varían según el autor. Orosio, por ejemplo, dice que un tal Décimo Bruto, personaje de rango consular, subió por la cuesta de Publicio (el
cliuus Publicius) y embistió por la fuerza. Lucio Anneo Floro, en su epítome de Livio, especifica que al Aventino sube
"una tropa armada de senadores". En las
Periochae, también de la obra de Livio, se lee que Opimio hace un llamamiento a las armas al pueblo.
El dato ese de los arqueros sólo lo he visto en Plutarco y, visto lo visto, los traductores lo toman como tal, vamos, gente armada a la cretense (con arcos). De haber sido un dato que se saliera de lo corriente más de uno ya habría escrito un libro. En la vida de Caio Graco, por poner un ejemplo, se comenta el rumor de que Cornelia, la madre de Caio, también participaba en la sedición, pagando secretamente a extranjeros y enviándolos a Roma como si fueran segadores y:
"Efectivamente, esto estaba escrito de manera velada en sus propias cartas a su hijo"Sólo por esta frase se han hecho ensayos, artículos y demás, tales como
«Sull’ autenticitá delle lettere di Cornelia», Annali della Facoltà di Lettere e Filosofía dell'Universitá di Napoli 10 (1962-1963),
M. T. d'Errico;
«The Letter of Cornelia. Yet more problems», Athenaeum 65,
N. Horsfall; etc, etc.
Con esto vengo a decir que si el texto hubiera albergado alguna duda, o hubiera inducido a pensar sobre la existencia de tropas extranjeras en Roma, hace tiempo que ya estaría bastante comentado y discutido.
Además, ya ves lo que iba esta gente a necesitar una guardia teniendo las casas llenas de armas, como en el caso de Marco Fulvio Flaco, que, según Plutarco, guardaba allí y eran parte del botín tomado a los saluvios. Y, claro está, que cuando se nombra a
"una tropa armada de senadores" no hay que pensar en una cuadrilla de abuelos corriendo con bastones, que todos llevaban muchas campañas a cuestas desde los 17 años. Más veteranos que éstos a la hora de arrimar mandobles ... ; y sin contar a los
equites con dos servidores por cabeza.
PD: Ya puestos, edito y endoso el original griego
τοξοτῶν Κρητῶν en el texto de arriba.
Un saludo.