LA URSS
Ofensivas de primavera.
Tras rearmarse y descansar durante el invierno, las fuerzas alemanas habían acumulado nuevos suministros cerca de las líneas del frente para reanudar sus ofensivas sobre las fuerzas rusas. Sin embargo las capacidades logísticas alemanas habían sido puestas a prueba por las deficientes carreteras y vías férreas rusas para llevar suministros a un frente tan extenso, por lo que su distribución había sido desigual. El control del mar Negro, que permitía el envío de petróleo ruso desde los campos petrolíferos del Cáucaso a través de los puertos de Poti, y sobre todo de los de Batum y Tuapse, que poseían sendas refinerías a las que llegaban oleoductos procedentes de los campos petrolíferos, también permitió envíos de suministros en la dirección contraria. Así los transportes de suministros habían partido de los puertos rumanos para descargar en los puertos del Cáucaso, desde los cuales la distancia al frente era mucho menor. También en el norte se emprenderían maniobras similares, permitiendo a las fuerzas alemanas, que llevaban atrincheradas desde septiembre, recibir gran cantidad de suministros a través de los puertos del báltico. Al menos hasta que se congelaron sus aguas y se impidió la navegación.
Los italianos participarían en el asedio de Sebastopol con el 101º grupo, formado por 9 lanchas MAS y 9 minisubmarinos.
Muy diferente suerte habían corrido las fuerzas del Grupo de Ejércitos centro, pues dependientes de la línea férrea polaca y rusa se habían enfrentado al hecho de que sus anchos de vía eran diferentes al germano, por lo que no podían emplear sus trenes. Para empeorar las cosas los rusos habían destruido o evacuado la mayor parte de sus trenes, y aunque los ingenieros alemanes habían reunido gran cantidad de material ferroviario antes de la ofensiva de Barbarroja, sus ingenieros trabajaban a una velocidad inadecuada para cambiar las vías, dependiendo en gran medida de los transportes por carretera. En definitiva, las fuerzas del frente centro, que habían sido las más castigadas por la ofensiva de invierno soviética, también eran las más necesitadas de suministros, por lo que su ofensiva tendría que esperar al verano. Antes de ello se dirimirían una serie de asaltos alemanes,
El primero de ellos sería el asalto de Sebastopol, donde las fuerzas alemanas y rumanas llevaban desde noviembre sitiando la ciudad, en la que los rusos habían logrado repeler los primeros asaltos gracias a las fortificaciones de la ciudad. Durante algunos días aun tratarían de llevar refuerzos por mar a la ciudad desde posiciones en la costa oriental del mar Negro. Pero la Luftwaffe lograría hundir al viejo acorazado Parizhkaya Kommuna , el crucero Molotov, y varias unidades menores en el puerto de Novorossisk. A estas pérdidas se sumarían dentro del puerto de Leningrado el crucero Chervona Ukrania, dejando la flota compuesta por 3 cruceros, 7 destructores y algunas unidades menores.
Sin embargo poco después los alemanes iniciaron las tareas para trasladar el gigantesco cañón Dora de 800mm. Ingenieros alemanes reforzaron puentes y construyeron una vía férrea espacial para trasladar e instalar el cañón en el pueblo de Backhchirasay. Se levantaron viviendas para los 1.400 operarios del cañón y se construyo una vía doble en la que instalarlo, a la que se le añadirían taludes de tierra a ambos lados para ofrecer protección adicional. Finalmente el 5 de junio la pieza de artillería estuvo dispuesta para abrir fuego, iniciando un furioso bombardeo en el que sería acompañada por 1.000 piezas de artillería de todos los calibres, incluyendo muchas piezas de gran calibre transportadas en ferrocarril. La principal arma de asedio era el Dora, pero junto a este poderoso cañón abrirían fuego los también 2 poderosos cañones de 420mm, y 2 obuses de 355mm, a los que se sumaron 3 Leopold de 280mm, y 5 cañones de 305mm. Una poderosa batería de artillería ferroviaria que se completaba con 9 obuses de 283mm, y dos morteros de 600mm, llamados Thor y Odin.
Muchos de los fuertes soviéticos serían destruidos por la artillería y la aviación, como el Maxim Gorki.
Los primeros 8 disparos del Dora bastaron para demoler las baterías de costa que habían sido designadas como su primer objetivo, tras el cual disparo otros 6 proyectiles contra el Fuerte Stalin, una fortificación de hormigón a la altura de la Línea Maginot, el objetivo para el que se había diseñado el Dora. Tras demoler este fuerte los artilleros del Dora esperaron hasta el día siguiente, cuando destruyeron el Fuerte Molotov antes de pasar al más complicado de sus objetivos, el Acantilado Blanco. Un depósito de municiones excavado bajo las aguas de la bahía de Sevemaya a 30mts de profundidad. De nada sirvió el estar bajo las aguas y protegido por 10mts de hormigón, pues bastaron 9 proyectiles para destruir el vital arsenal. El Dora entraría nuevamente en acción al día siguiente, cuando destruyo el fuerte Südwestpitze, que tras ser destruido por 7 disparos sería asaltado por la infantería. Tan solo quedaban ya por destruir el fuerte Siberia, para lo cual utilizaría 5 proyectiles el día 11 de junio, y el fuerte Maxim Gorki, que sería destruido el día 17 mediante otros 5 disparos. El Dora sería enviado de inmediato a Leningrado, donde era requerida su presencia.
En Sebastopol mientras tanto las fuerzas del XI cuerpo de ejército alemán habían pasado a la ofensiva tras muchas semanas de bombardeos por parte de la Luftwaffe, cuyo VIII Fliegerkorps había efectuado una media 600 misiones diarias, efectuando cada tripulación hasta 18 vuelos al día sobre la ciudad. Para cuando empezó el ataque se habían realizado más de 3.000 salidas de combate, arrojando más de 2.250tn de explosivos y 20.000 incendiarias sobre la ciudad que quedo devastada, sin embargo los principales objetivos fueron siempre las posiciones fortificadas rusas, sobre las que cayeron una gran cantidad de bombas de 1.000, 1.400, e incluso 2.500kg.
El LIV cuerpo de ejército inicio el asalto el día 7 de junio a través del río Belbek, siendo precedida la infantería por masivos bombardeos por parte de la artillería y de los Nebelwerfer. Tras ellos la infantería ataco protegida por 38 cañones antiaéreos de 88mm, que abrieron fuego en tiro directo directamente sobre las troneras de los bunker soviéticos provocando graves bajas. Junto a la acción de estos cañones, los alemanes emplearían profusamente cañones de asalto StuG III, y carros teledirigidos Goliath, que destruirían muchos de los bunkers. Sin embargo las fuerzas soviéticas no estaban derrotadas y se defendieron bravamente, obligando a los alemanes a ganar cada metro de terreno en duros combates en los que emplearon profusamente sus lanzallamas para vencer la resistencia rusa. Al finalizar el día los avances habían sido escasos y habían perdido 2.400 hombres incluyendo 300 muertos, pero habían avanzado 3km destruyendo 3 batallones rusos.
Durante 4 días los rusos contraatacaron violentamente contra el saliente alemán, sin embargo los alemanes rechazaron los ataques causando graves pérdidas a los atacantes, por fin el día 12 reanudarían los ataques contra el fuerte Stalin que sería tomado tras duros combates para a continuación atacar el fuerte Molotov. Ahora la defensa soviética estaba al borde del colapso, dos divisiones de rifles habían sido casi completamente destruidas, y tan solo la 25º división se mantenía en combate. Mientras los bombardeos alemanes habían dañado seriamente al crucero Jarkov que ya no podría emplear su artillería para apoyar a sus fuerzas. Destruido la plataforma antiaérea de la bahía, facilitando las operaciones aéreas que sin embargo estaban dando muestras de agotamiento, quedando cada vez menos aviones capaces de volar y municiones, y hundido varios destructores y naves menores, incluyendo una de ellas por acción del Dora.
El estado del puerto tras la batalla era desolador.
La batalla casi había finalizado, los combates aun se extenderían hasta el 23 de junio, cuando los alemanes lograrían el Fuerte Norte, pero ahora los defensores carecían ya de reservas y de municiones, y aunque se siguió combatiendo en algunos puntos durante otros 7 días, miles de soldados soviéticos se rendirían hasta la caída definitiva de la fortaleza de Sebastopol. Los únicos que lograrían huir de la debacle serían 7 submarinos, que atravesando el bloque naval ejercido por el 101º escuadrón de la Regia Marina, y las lanchas S-boot y la armada rumana, lograrían dirigirse a puertos turcos donde serían internados. El resto de la flota del mar negro que ya había sido duramente castigada durante la evacuación de Odessa, y en los bombardeos de la ciudad, sería hundida en el puerto para evitar su captura. La flota del mar negro había dejado de existir.
Con la caída de la ciudad 7 divisiones alemanas de los cuerpos LIV, y XXX, y 3 rumanas del cuerpo de montaña quedaron libres para dirigirse al frente, que quedo así consolidado. El botín capturado había sido una vez más enorme, 90.000 hombres se habían rendido, 300 cañones de campaña, 400 anticarros y 370 antiaéreos a los que se sumaban las piezas de gran calibre de los fuertes y de las naves hundidas, algunas de las cuales se podrían recuperar.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.