caceres escribió: ↑14 Sep 2023, 04:18Una de las premisas más divulgadas con respecto a esta batalla, menciona el SAAF perdió el dominio del aire ante los cubanos. No se que tan cierta será.
No lo sé; en cualquier caso, lo que sí perdió es libertad de acción. Recuérdese que el material de la aviación sudafricana en 1988 era bastante limitado: en lo referente a cazas, el MIrage III se consideraba obsoleto y había sido retirado de primera línea (aunque los Mirage IIIRZ de reconocimiento participaron en la batalla). Iban a ser convertidos en Atlas Cheetah, pero solo había volado el prototipo. Del relativamente pequeño número de Mirage F-1 (España adquirió bastantes más, y no era ninguna potencia económica), dos tercios eran F-1A con sistemas electrónicos limitados.
La aviación de ataque se nutría un puñado de viejísimos bombarderos Canberra, algunos Buccaneer (lo mejor, pero Sudáfrica solo recibió dieciséis) y un centenar de MB-326 Impala. Salvo los Buccaneer, los demás aparatos estaban en tremenda desventaja frente a los cazas cubanos.
El resultado, y es opinión personal, fue que Sudáfrica comprendió que corría el peligro de quedarse sin una fuerza aérea creíble. Su único aparato capaz de enfrentarse con los MiG-23 cubanos era el MIrage F-1, del que quedaban menos de medio centenar; además, los pilotos sudafricanos habían fracasado frente a los cubanos no consiguiendo derribar ni un MiG-23, en buena parte por deficiencias del misil Magic.
Empeñarse en una campaña aérea probablemente hubiera implicado graves pérdidas para ambos bandos, con una diferencia: Cuba podía reponerlas, y Sudáfrica, no. Como consecuencia, la aviación sudafricana fue bastante precavida, como muestran sus escasas pérdidas: por lo que sé, el Mirage F-1 que se estrelló al aterrizar tras haber sido dañado por un MiG-23 (luego cuenta como derribo), otro Mirage F-1 por un misil SA-13, y un Impala por un SA-7. Aparte, otros aviones sufrieron daños (incluyendo los escasos y valiosos F-1). El que solo se perdiera un Impala (al menos, según fuentes sudafricanas) es indicio de que no se empeñaron a fondo.
Eso sí, en la pérdida del control del espacio aéreo enemigo probablemente tuvieron igual peso los sistemas de misiles antiaéreos. Simplemente, los sudafricanos no podían sostener tantas pérdidas.
Insisto en que es mi opinión, y repito que eso no disminuye la habilidad de los pilotos cubanos. El MiG-23 ha demostrado repetidas veces que como interceptor o avión de ataque puede tener alguna utilidad, pero que es un mediocre avión de combate; salvo en manos cubanas. Claro que nunca se enfrentaron a un F-16 con misiles modernos, pero los Mirage F-1 tampoco eran enemigos fáciles.
Saludos